Dermatología Rev Mex 2009;53(5):248-50 Caso clínico Dermatitis de contacto por cocobolo Roberto Blancas Espinosa,* Alicia Lemini López* Resumen Se comunican dos casos de dermatitis de contacto, quizá provocados por el uso de collares elaborados con maderas de cocobolo. Ambos casos mostraron cambios eccematosos y remitieron después del tratamiento tópico con hidrocortisona y al evitar el uso de los collares. Palabras clave: cocobolo, dermatitis de contacto, erupción eccematosa. abstract This paper reports two cases of contact dermatitis probably due to cocobolo woods present in necklaces. Both cases showed eczematous changes and improve after applying hydrocortisone cream and avoiding to use necklace. Key words: cocobolo, contact dermatitis, eczematous eruption. C ocobolo es el nombre de la madera obtenida de un árbol de América Central que crece en Panamá, Costa Rica y Nicaragua. Su nombre científico es Dalbergia retusa.1 Desde antes de la segunda Guerra Mundial se utiliza para la fabricación de diversos objetos, como instrumentos musicales y en la manufactura de cepillos y mangos para cuchillos.1,2 Como es el caso de otras maderas tropicales, el cocobolo también causa dermatitis de contacto alérgica. El primer caso de dermatitis por cocobolo fue descrito por Stern en 1891, citado por Leider y Schwarzfeld, quienes en 1950 reportaron un caso de dermatitis de labios en un flautista;1,3 sin embargo, en las dos últimas décadas se ha observado en usuarias de brazaletes, pulseras y collares elaborados con esta madera. También se han descrito casos ocupacionales, en trabajadores de almacenes o depósitos de maderas y en fabricantes de tacos de billar expuestos a cocobolo.2 Los alergenos relevantes son obtusaquinona, (S)-4’hidroxi-4-metoxidalbergiona y (R)-4 metoxidalbergiona. * Dermatólogo. Correspondencia: Anaxágoras 963, colonia Del Valle, CP 03100, México, DF. Recibido: junio, 2009. Aceptado: julio, 2009 . Este artículo debe citarse como: Blancas ER, Leimini LA. Dermatitis de contacto por cocobolo. Dermatol Rev Mex 2009;53(5):248-50. La versión completa de este artículo también está disponible en: www.nietoeditores.com.mx 248 La (R)-3,4 dimetoxidalbergiona constituye un potente sensibilizante en especies relacionadas con Machaerium. Desde el punto de vista clínico, puede manifestarse como una dermatitis de contacto localizada. También se han descrito formas generalizadas, una de ellas por Hausen en el año 2000, en una enfermera que inicialmente tuvo lesiones localizadas en el antebrazo derecho y posteriormente se generalizó la erupción, que resultó en lesiones tipo eritema polimorfo, concomitante con ataque al estado general.2 Guanche y Prawer describieron una forma generalizada tipo eritrodermia.4 En 1997 Hausen reportó un caso de dermatitis de contacto alérgica provocada por un collar en una mujer de 36 años de edad quien tuvo lesiones eccematosas alrededor del cuello, exactamente en el sitio de contacto con el collar. Las pruebas epicutáneas mostraron positividad para 3-dalbergiona y obtusaquinona, los cuales son los sensibilizantes del cocobolo.5 Moratinos y colaboradores reportaron un caso de alergia por contacto provocada por un brazalete que contenía cocobolo.6 Casos clínicos Caso 1 Mujer de 38 años de edad sin antecedentes patológicos de importancia para su padecimiento actual. Acudió a consulta por dermatosis pruriginosa de un mes de evolución (dos Dermatología Rev Mex Volumen 53, Núm. 5, septiembre-octubre, 2009 Dermatitis de contacto por cocobolo episodios), que al inicio afectó la zona “V” del escote y posteriormente se diseminó al cuello y la muñeca derecha, donde aparecieron manchas eritematosas y exudativas, concomitantes con síntomas generales, como fiebre, escalofríos y malestar general. Recibió tratamiento con prednisona (45 mg/día) durante tres días, con posterior reducción de la dosis, antihistamínicos y talco. Hubo disminución de los síntomas los primeros dos días y posteriormente tuvo recidiva, por lo que acudió nuevamente a consulta. En la exploración física se observó dermatosis diseminada en la zona “V” del cuello, predominantemente, y la muñeca derecha. Se dibujaban sitios de contacto con el collar, que se distinguían por lesiones eccematosas, compuestas por eritema, edema y escamas (figura 1). Figura 2. Sitio de contacto con el collar. refirió haber sudado durante el día, y posteriormente tuvo eritema y prurito. En la exploración física se observó una placa circunferencial en el cuello, constituida por eritema, pápulas confluentes y microvesículas (figura 3). Figura 1. Dermatosis localizada en la zona “V” del cuello, constituida por eritema y escama. Los dos episodios coincidieron con el uso de un collar de madera (figura 2). Se indicó tratamiento tópico con hidrocortisona durante dos semanas, fomentos con polvo coloide y cetirizina (l0 mg/día), con lo que mostró remisión del cuadro. Caso 2 Mujer de 31 años de edad, aparentemente sana, que acudió a consulta por dermatosis localizada en el cuello de tres días de evolución, provocada por un collar de madera que había usado en una sola ocasión. En la segunda vez le hizo un nudo para acortarlo y ajustarlo al cuello. La paciente Figura 3. Dermatosis localizada en el cuello. Se observan cambios eccematosos en los sitios de contacto con el collar cuando está ajustado al cuello. Se indicó tratamiento tópico con hidrocortisona (dos veces al día) durante dos semanas, agua termal y emoliente, con lo que hubo resolución de las lesiones cutáneas. En ambos casos, suspender el uso de los collares evitó la recidiva de la dermatosis. No se realizaron pruebas epicutáneas por no contar con alergenos específicos; sin embargo, la relación causa- Dermatología Rev Mex Volumen 53, Núm. 5, septiembre-octubre, 2009 249 Blancas Espinosa R y Lemini López A efecto, las características clínicas y la ausencia de recidiva al suspender el uso de los collares permitieron establecer el diagnóstico presuntivo de dermatitis de contacto por cocobolo. Las maderas tropicales son apreciadas por su fuerza, dureza y resistencia a la humedad. Estas características permiten un fácil manejo y gran durabilidad, por lo que se han utilizado en la manufactura de joyería de madera, instrumentos musicales, mueblería y manijas de diversos objetos.6 La dermatitis de contacto por maderas tropicales es más frecuente de lo que se piensa. Claves para el diagnóstico • Aparece como erupción eccematosa. • Se expresa en sitios de contacto con accesorios (collares, pulseras y brazaletes). • Se manifiesta como erupción local o diseminada. • Puede haber o no síntomas sistémicos. Aunque el cuadro suele ser característico, se recomienda realizar pruebas epicutáneas estándar: prueba 250 ocluida con productos propios (polvo o aserrín de la madera sospechosa), a concentración de 1 y 10% en petrolato, e idealmente realizar pruebas epicutáneas con los alergenos específicos, siempre y cuando estén disponibles. Referencias 1. Benezra C, Ducombs G, Sell Y, Foussereau. Plant contact dermatitis. 1st ed. Toronto: Decker BC Publisher, 1985;pp: 284-5. 2. Vein NK, Hausen BM. Contact dermatitis associated with an erythema-multiforme like eruption. Am J Contact Dermatitis 2000;11(4):235-7. 3. Leider M, Schwartzfeld HK. Allergic eczematous contact type dermatitis caused by cocobolo wood dalbergia. Arch Dermatol Syphilol 1950;62(1):125-30. 4. Guanche AD, Prawer S. Generalized eczematous contact dermatitis from cocobolo wood. Am J Contact Dermatitis 2003;14(2):90-92. 5. Hausen BM. Allergic contact dermatitis from a wooden necklace. Am J Contact Dermatitis 1997;8(3):185-7. 6. Moratinos MM, Tevar E, Conde-Salazar L. Contact allergy to a cocobolo bracelet. Dermatitis 2005;16(3):139-41. Dermatología Rev Mex Volumen 53, Núm. 5, septiembre-octubre, 2009