Disfagia Faríngea en un Labrador

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Facultad de Ciencias Veterinarias
-UNCPBA-
Disfagia Faríngea en un Labrador
Olivera, María Pía; Nasello, Walter; Spampinato, María Florencia
Diciembre 2015
Tandil
Disfagia Faríngea en un Labrador
Tesina de la Orientación Sanidad de Pequeños Animales, presentada como
parte de los requisitos para optar al grado de Veterinario del estudiante:
Olivera, María Pía.
Tutor: Dr. Nasello, Walter
Directora: Dra. Spampinato, María Florencia
Evaluador: Dr. Álvarez Marcelo
Dedicatorias y agradecimientos
A mi familia, por el apoyo durante este arduo camino hacia mi título profesional.
A mis amigas por acompañarme sobre todo en los últimos pasos de la carrera
que fueron sin dudas los más difíciles y sin ellas hubiese costado mucho más
de lo que me costó llegar.
A mi tutor de residencia Walter Nasello y todos los profesionales del Hospital
Veterinario Sanavis por todo el conocimiento compartido y las buenas prácticas
enseñadas para ser cada día una mejor profesional.
Y sobre todo a mi marido y a mi hijo, Santino, por tenerme tanta paciencia,
comprender de mis ausencias, acompañarme en cada decisión y hacerme
sentir tan orgullosa y feliz de obtener este título como sé que ellos lo están por
mí.
Resumen
La disfagia es el dolor, dificultad o incapacidad en la deglución de los alimentos
por causas localizadas en la cavidad oral (disfagia oral) faríngea (disfagia
faríngea o cricofaríngea) o esofágica. Este trastorno involucra una disfunción
en alguna de las fases del proceso deglutorio impidiendo el correcto
movimiento del bolo alimenticio desde la boca hacia el esófago, ya sea por
causas dolorosas, obstrucción mecánica o a un desorden neuromuscular que
resulta en una deglución débil e incordiada. En el siguiente trabajo, se describe
un caso de disfagia faríngea observado en un canino Labrador hembra de 10
años, que acude a la veterinaria por distrés y anormalidad durante la deglución
del alimento. Los propietarios manifiestan preocupación por los ruidos
respiratorios que aumentaron en los últimos días y no advierten del problema
deglutorio que acompañaba el cuadro. A la inspección-palpación durante la
consulta se observa reflejo tusígeno positivo con inicio de arcada y estertor
audible en la zona de la laringe-tráquea durante la auscultación. Se le indicó
una radiografía latero lateral de cabeza y cuello para descartar cuerpo extraño.
Como resultado se obtiene imagen compatible con paladar blando elongado,
estructura anormal del hueso hioides y calcificación de los anillos traqueales,
todos datos dudosos que no permitieron llegar al diagnóstico definitivo. Cómo
siguiente paso se recomienda endoscopía. Antes de la misma se vuelve a
evaluar al animal, ahora durante la alimentación evidenciando la disfagia. El
informe de la endoscopía revela que Brisa padece de un conjunto de patologías
que contribuyen de manera individual con los signos de la disfagia, siendo el
dato de mayor relevancia la observación de una masa sólida en nasofaringe
que nunca hubiera sido hallada sin ese valioso método complementario de
diagnóstico.
Palabras claves: Disfagia, deglución, masa en faringe
Índice
Pág.
Introducción ........................................................................................ .1
Consideraciones Funcionales, proceso deglutorio .............................. .2
Anatomía de los órganos de la deglución ........................................... .3
Neuroanatomía de la deglución .......................................................... .4
Alteración del proceso deglutorio: Disfagia…………..……….…..……..….4
Tipos de disfagia ................................................................................. .6
Disfagia faríngea ................................................................................. .7
Aproximación Diagnóstica ................................................................... 10
Exámenes complementarios .............................................................. 13
Descripción del caso clínico ................................................................ 16
Discusión y Conclusión ....................................................................... 23
Bibliografía .......................................................................................... 25
Introducción
La disfagia faríngea es la dificultad en la deglución cuya causa primaria se
localiza en esta cavidad. Los signos se evidencian cuando el animal, una vez
que ha masticado el alimento, intenta deglutir. Puede haber movimientos
deglutorios exagerados y caída del alimento por la boca. Los antecedentes en
casos de disfagia pueden ser confusos debido a la variedad de signos como
tos, vómito, regurgitación y rinorrea que puede acompañar el “desorden
deglutorio”. (Ettinger S; Feldman, E. 1997) Por lo tanto, debemos seguir un
camino diagnóstico ordenado y objetivo que nos oriente al verdadero problema.
Las causas de la disfagia faríngea son diversas y debemos considerar las
enfermedades de la laringe, ya que esta estructura participa en el proceso
deglutorio, más aún cuando el cuadro general viene acompañado de dificultad
respiratoria y estridor. Los trastornos faríngeos más comunes en los perros son
el síndrome braquicefálico y el paladar blando elongado (Nelson y Couto, 2010)
que aunque es un componente del primero puede estar también presente en
perros dolicocéfalos. Las neoplasias faríngeas son en su mayoría malignos y
con mayor prevalencia carcinomas de células escamosas. En cuanto a la
laringe, los perros suelen padecer parálisis (Nelson y Couto, 2010), colapso y
laringitis obstructiva principalmente.
La anamnesis es esencial para localizar el origen de la disfagia y sobre todo
una correcta exploración física. El plan diagnóstico siguiente debe incluir
estudios radiológicos simples como métodos selectivos para evidenciar
anormalidades macroscópicas en el área faríngea. Si resultara insuficiente se
deben considerar métodos complementarios más específicos como la
fluoroscopía o la endoscopía. El pronóstico y tratamiento dependen siempre de
la causa responsable.
El objetivo de este trabajo es la descripción de un caso presentado en la clínica
diaria, cuyo signo más relevante era la disfagia y en el que la utilización de la
endoscopía como método complementario fundamental permitió revelar más de
una causa al problema. Se evaluará la endoscopía utilizada en este tipo de
pacientes en comparación con otros complementarios descriptos en la
bibliografía.
1
Consideraciones funcionales
Proceso Deglutorio
El proceso deglutorio normal se divide en varios estadios basados en la
interacción compleja de grupos musculares que llevan a cabo cada fase.
El estadio inicial u oral comprende la recolección de un bolo en material sólido
o líquido en la orofaringe. Durante la formación del bolo, la lengua se mueve
hacia adelante y atrás y arriba y abajo, combinando los movimientos para
generar una acción de desgarro contra el paladar duro. Este movimiento de
arrastre transporta la ingesta hacia aboral hasta la base de la lengua u
orofaringe.
Cuando se ha recolectado un bolo de suficiente tamaño en la orofaringe,
receptores localizados en la pared caudal de la orofaringe, faringe, superficie
faríngea de la epiglotis y paladar blando, inician una secuencia compleja de
contracciones musculares regulares y simétricas. Este patrón coordinado
rápido crea una onda peristáltica que impulsa al bolo a través de la faringe.
El estadio faríngeo también comprende el cese de la respiración y el cierre de
las aperturas de la faringe. La faringe es una ruta común para la deglución y
respiración. El canal para la respiración incluye la nasofaringe en dorsal del
paladar blando y la laringe en ventral de la hipofaringe y esfínter esofágico
craneal. El cierre de estos es paralelo al comienzo de la contracción faríngea y
persiste hasta que la faringe queda limpia y comienza a relajarse. El cierre de
la nasofaringe se establece mediante contracción del paladar blando. El
paladar blando se eleva y toma contacto con la pared dorsal de la faringe para
evitar el pasaje del bolo dentro de la nasofaringe. La laringe es protegida por la
inclinación caudal de la epiglotis y contracción de los aductores laríngeos, los
cuales arrastran los cartílagos aritenoides y pliegues vocales juntos,
comprimiendo la glotis. Durante este proceso, la laringe es elevada hacia
adelante angulada hacia arriba por medio del aparato hioideo y músculos
extrínsecos.
Cuando los músculos constrictores faríngeos caudales ofertan el bolo al
esfínter esofágico craneal, iniciándose el estadio cricofaringeo, no hay retraso
2
en el movimiento. El esfínter, compuesto sobre todo por los músculos
cricofarínfeos pares, se abre hasta el tamaño y consistencia del bolo, luego se
cierra por detrás para prevenir el reflujo de los contenidos esofágicos dentro de
la faringe relajada.
Los tres estadios anteriores en secuencia, constituyen la fase orofaríngea de la
deglución.
La fase esofágica comprende la conducción del bolo a través del esófago
mediante ondas peristálticas.
Anatomía de los órganos de la deglución
Las estructuras primarias del estadio oral son: lengua, dientes, labios, carrillos
y sostén óseo brindado por los maxilares, huesos incisivos y palatinos y
mandíbulas. Las estructuras accesorias comprenden los conductos de las
glándulas salivales, el aparato hioideo al que junto con la mandíbula se
empotra la lengua por los músculos extrínsecos y el paladar blando.
El estadio faríngeo comprende el paladar blando, los músculos constrictores
faríngo craneal, medio y caudal, el aparato hioideo y la lengua. Las estructuras
auxiliares, son los orificios faríngeos de los tubos eustaquianos, laringe y
tonsilas faríngeas. El paladar blando opera como una barrera incompleta entre
la nasofaringe y orofaringe, normalmente de ubicación ventral y en contacto
con la superficie orofaríngea de la epiglotis durante la respiración.
Un tubo musculo membranoso, el esófago, obra solo como conductor para el
transporte de la ingesta entre la faringe y el estómago. (Bárbara J. Watrous,
Neil-Anderson, 1999)
3
Neuroanatomía de la deglución
El control neurofisiológico del proceso deglutorio incluye mecanismos
reguladores que abarcan las señales aferentes, inervación eferente de la
musculatura y los sistemas de control en el tronco y la corteza cerebrales. La
corteza controla los aspectos voluntarios de la alimentación, como la
preparación del alimento para la fase oral. Los nervios sensorios participantes
son el trigémino, glosofaríngeo y laríngeo craneal, y las ramas faríngeas del
vago. Los músculos que intervienen en la fase oral son los mandibulares y
faciales, inervados por los nervios trigémino y facial respectivamente. El
movimiento lingual está determinado por los músculos intrínsecos y extrínsecos
(hioideos) de la lengua. Los músculos intrínsecos están inervados por el nervio
hipogloso y los extrínsecos por los primeros dos nervios cervicales. En la fase
faríngea los músculos del paladar blando, músculos faríngeos y base de la
lengua operan juntos con los músculos hioideos. Esto abarca los nervios
trigémino, plexo faríngeo, hipogloso y cervical, respectivamente. El esófago
está inervado por el plexo faríngeo y los vagos. (Ettinger S; Feldman, E. 1997)
Alteración del proceso deglutorio: Disfagia
Es el dolor, dificultad o incapacidad en la deglución de los alimentos por causas
localizadas en la cavidad oral (disfagia oral) faringe (disfagia faríngea o
cricofaríngea) o en el esófago proximal (disfagia esofágica).
Etiopatogenia:
Las principales causas de la disfagia en medicina veterinaria se encuentran
recogidas en la tabla 1. El mecanismo por el cual éstas provocan dificultad o
dolor en la deglución viene dado por la afectación en cualquiera de las fases de
que consta el mecanismo de deglución. (Luis Eusebio Fidalgo Alvarez, 2003)
4
Perros y gatos
Traumatismos
Alteraciones óseas
Fracturas, osteomielitis
Alteraciones del paladar
Paladar hendido, acortamiento, alargamiento
Hematomas
Inflamaciones
Faringitis, tonsilitis, gingivitis, glositis,
Enfermedades dentales
estomatitis
Cuerpos extraño
Periodontitis, caries, fractura de dientes
Abscesos
Enfermedades esofágicas
Neoplasias
Sialoceles
Retrobulbares, enfermedades inmunomediadas
Esofagitis, obstrucciones, estenosis
Malignas y benignas
Enfermedades neuromusculares
Miastenia Gravis, alteración de nervios
craneales, miositis temporal o de los maseteros
Tabla 1. Principales causas de disfagia en los animales domésticos
Las causas pueden ser congénitas o adquiridas. Los desórdenes funcionales
se deben a enfermedades neurológicas, de la unión neuromuscular o
musculares. Pueden ser el proceso primario
o parte de una patología
sistémica. Las causas morfológicas incluyen malformaciones, afecciones
traumáticas y masas inflamatorias o cancerosas.
Signos predominantes:
Las manifestaciones de la disfagia son muchas y variadas. Predominan los
modos deglutorios alterados con
signos que incluyen hipersalivación
(ptialismo), arcadas (reflejo faucal), cambios en la conducta de ingesta,
renuencia a comer y regurgitación. La afectación respiratoria también es
frecuente. La dirección errónea del bolo ingerido a menudo lleva al reflujo
nasofaríngeo o aspiración laringotraqueal. La secreción nasal caracterizada por
purulencia y material alimenticio manifiesta reflujo nasofaríngeo. La aspiración
induce tos. La neumonía recurrente con signos sistémicos de infección es la
secuela más regular de la aspiración. El signo o combinación de ellos
5
manifestados pueden ser específicos para la forma particular de disfagia,
aunque existen superposiciones sustanciales.
La clasificación del desorden deglutorio por localización o residencias de
afectación permite caracterizar la disfagia, establecer el modo adecuado del
tratamiento, emitir un pronóstico y tal vez definir la etiología. La localización
precisa del origen de la disfagia puede determinarse valorando la información
recolectada a partir de la anamnesis y reseña, examen físico general y los
análisis de sangre y orina aplicables. Las causas morfológicas, en especial de
la boca y la faringe, con frecuencia son establecidas de este modo. Sin
embargo, a menudo son necesarias técnicas complementarias especiales
debido a la ambigüedad de la signología y los antecedentes y la localización
lesional. (Neil V. Anderson, 1999)
Tipos de disfagia
Disfagia Oral
La lengua cumple un papel dominante durante todo el estadio oral para iniciar
la deglución. Cuando la lengua no funciona con normalidad puede afectarse el
proceso.
Las
manifestaciones
clínicas
del
animal
con
disfagia
oral
incluyen
expectoración, anorexia, ptialismo, pérdida ponderal del estado general y
alteración del patrón de ingesta. Esto último se refiere a cambios en la
masticación, dificultas para mantener el alimento en la boca, inclinación de la
cabeza hacia atrás para deglutir, prensión de un gran bolo antes de la
deglución e inmersión del hocico mientras bebe.
Las causas pueden ser tanto neurológicas (incluye hidrocefalia, neuropatía
traumática y miastenia gravis), como anormalidades morfológicas (inflamación,
trauma, neoplasias y cuerpos extraños penetrantes en la lengua son algunos
ejemplos).
6
Las causas adicionales para descartar del diagnóstico diferencial de disfagia
oral,
hipersalivación
y
anorexia
comprenden
cuerpo
extraño
bucal,
odontopatías y otras neoplasias de la boca.
Disfagia Faríngea
La disfagia faríngea puede ser evidente durante los intentos iniciales de deglutir
un bolo alimenticio luego de la prensión y masticación normales. El reflejo
faríngeo y esfuerzos deglutorios exagerados caracterizados por movimientos
cefálicos pronunciados como lanzar la cabeza hacia arriba o de lateral a lateral
durante la deglución pueden ser signos evidentes. (Ettinger 5ta ed.)
Los signos de este tipo de disfagia incluyen interrupción de la deglución,
arcadas y tos durante la deglución (a menudo con expulsión de alimento),
hipersalivación fetidez bucal, secreción nasal y neumonía por aspiración. Una
conducta de ingesta modificada puede observarse luego de la captación normal
del sólido o líquidos. (Neil V. Anderson, 1999) Hay extensión de la cabeza,
masticación prolongada para reducir el tamaño de las partículas y
expectoración repetida, con re ingestión del bolo.
Entre los signos característicos de la patología faríngea se encuentran
estertores, estornudo inverso, jadeo, arcadas y ronquidos. El estertor es
consecuencia del exceso de tejido blando en la faringe, como elongación del
paladar blando o masa que provoca un flujo turbulento de aire. El estornudo
inverso, el jadeo por ahogamiento o arcadas pueden originarse por la
estimulación local del propio tejido o por secreciones secundarias. La disfagia
es consecuencia de la obstrucción física, generalmente debido a una masa.
(Nelson y Couto, 2010)
Los signos respiratorios incluyen neumonía, rinorrea, tos y disnea. La
aspiración que lleva a la contaminación pulmonar ocurre por dirección errónea
de un bolo faríngeo hacia la laringe. La tos es generada en el intento de
expulsar los frecuentes contaminantes aspirados en la laringe y la tráquea. La
respiración estertorosa y laboriosa se presenta cuando existen lesiones
ocupantes que interfieren con la respiración así como con la deglución. Las
7
masas pueden asentar dentro del lumen de la nasofaringe, faríngeo o
laringofaringe, o en el espacio retrofaríngeo.
Las principales causas de la disfagia faríngea aparecen detalladas en la tabla
2.
Causas de Disfagia Faríngea
Acalasia o asincronía cricofaríngea
Cuerpos extraños
Neoplasias
Neurológicas: lesión del tronco cerebral, disfunción de los
pares craneanos X y XII, rabia.
Neuromuscular: miastenia gravis, polimiositis
Tabla 2. Causas de Disfagia faríngea
La deficiencia neuromuscular del estadio faríngeo puede ser causada por
parálisis o parecia o dismotilidad de los constrictores faríngeos, paladar blando,
músculos de la laringe y aparato hioideo, o una combinación de éstos. Las
deficiencias provienen de lesiones nerviosas centrales o periféricas que afectan
los reflejos de la función faríngea. Las causas centrales incluyen encefalitis,
meningitis y lesiones en masas del tronco cerebral. La rabia afecta a todos los
mamíferos, manifestándose muchas veces como disfagia faríngea. La
miastenia gravis es una enfermedad neuromuscular, con su base en la paca
terminal motora, que también puede manifestarse con este signo. La toxina del
Clostridium Botulinum también afecta esta localización y su presentación fue
identificada en caninos
Causas iatrogénicas, como la resección excesiva de un paladar blando
elongado, también deben considerarse.
Para el diagnóstico siempre deberían realizarse radiografías para descartar
anormalidades estructurales, como fracturas del aparato hioideo o cuerpos
extraños radiopacos en la región orofaríngea. Hay que incluir proyecciones
tanto laterales como ventrodorsales de las regiones faríngea, laríngea y todo el
esófago. Se recomienda realizar radiografías torácicas en dos planos en los
8
animales con disfagia y signos respiratorios para descartar neumonía por
aspiración.
Cuando el examen radiográfico no es diagnóstico se sugiere consulta
endoscópica.
Disfagia Cricofaríngea
Para las disfagias relacionadas con el esfínter esofágico craneal sólo se
comunicaron causas neuromusculares.
Los disturbios motores del esfínter esofágico craneal abarcan falla del esfínter
para abrirse en respuesta a la aproximación de la onda peristáltica faríngea
(acalasia), falta de coordinación entre la abertura y cierre del esfínter en
secuencia con la contracción faríngea (asincronía) e hipotonía esfinteriana
(calasia)
La sintomatología de la acalasia comprende poca ganancia de peso o pérdida
ponderal, reflujo nasal, aspiración laringotraqueal con tos durante los intentos
deglutorios, aerofagia con timpanismo y cambios en el comportamiento
alimenticio. En la acalasia cricofaríngea el transporte del bolo a través del
esfínter está obstruido por completo. Se realizan múltiples intentos deglutorios
con un bolo individual hasta que el animal se fatiga y expulsa la comida. Los
signos clínicos son idénticos y el resultado similar: falla en el transporte
competo del bolo.
La atonía del esfínter esofágico craneal con calasia cricofaríngea lleva al reflujo
esofagofaríngeo. La enfermedad neuromuscular
generalizada como la
miastenia gravis es la causa más común de esta forma de disfagia y por lo
tanto, la calasia cricofaríngea por lo usual se asocia con hipo motilidad o
parálisis faríngea y esofágica.
Las
causas
morfológicas
de
la
disfagia
cricofaríngea
deberían
ser
consideradas. Las posibilidades incluyen masas retrofaríngeas y laríngeas.
9
Disfagia esofágica
Los signos de esofagopatía dependen en parte de la localización y la etiología
del proceso morboso. Los signos abarcan regurgitación, aerofagia, timpanismo,
pica, pérdida de peso, anorexia, ansiedad o vocalización durante la ingesta, tos
con o sin relación prandial, disnea, ptialismo, tumefacción fluctuante o firme en
el cuello indicativa de dilatación esofágica cervical y manifestaciones de
enfermedad sistémica.
Si la función del esófago tiene interrupción incompleta, la evidencia de disfagia
puede ser sutil y pasar inadvertida. La interrupción completa del transporte
esofágico conduce a la regurgitación de la ingesta. Esta es la manifestación
más común de la esofagopatía.
Aproximación Diagnóstica
Anamnesis
Después de reconocer los signos de enfermedad digestiva a los cuales el
propietario hace referencia, se deben efectuar preguntas para acrecentar el
valor y especificidad de los relatos del cliente. Algunos propietarios refieren
historias interminables pero la mayoría relata hechos con escasa información
para ayudar a la definición del problema. Las preguntas directas se emplean
para clarificar el tipo, tiempo y secuencia de eventos referidos al paciente.
Estos datos serán de mayor utilidad si las preguntas se efectúan
ordenadamente y aplicando un sistema de factores:
Factores del paciente: Relacionados con el enfermo, identificados sin dificultad
porque representan la principal preocupación del cliente: el motivo de la
consulta. Factores Ambientales: Importantes cuando el paciente es conducido
hasta el profesional y éste no conoce el lugar de residencia y las condiciones
del mismo. Factores de propietario: Son aquellas interacciones entre el
paciente y el cliente que lo predisponen a enfermedad o influyen su curso.
Sometimiento, ira, situaciones estresantes, son algunos ejemplos de ello.
Antecedentes: enfermedades previas, tratamientos implementados y sus
resultados.
10
La entrevista debe contar con reiteraciones y refinamientos sobre las
observaciones del cliente. Además, deben considerarse sus expectativas
(congruencia con los pasos aguardados en la pesquisa, rango probable de los
resultados y costos estimados para cada opción). Cuando se concluye la
entrevista, se realizará el examen físico y las estrategias diagnósticas y planes
inicial es se encontrarán en sus estadios formativos.
Examen Físico General
Los hallazgos del examen físico dependen de la patogénesis y de la gravedad
de la disfagia. Éstos son anormalidades de la forma o función advertidos por el
veterinario durante el trascurso el examen y poseen una calidad o intensidad
que varía desde modificaciones sutiles a anormalidades obvias.
Los pacientes son inspeccionados, palpados, auscultados y percutidos. La
inspección es previa a la manipulación, de preferencia a cierta distancia, ya que
si la anamnesis sugiere disfagia inspeccionar al paciente mientras ingiere y
bebe es de gran ayuda, observando así alteraciones en la prensión,
masticación y deglución.
La palpación consiste en la presión variable sobre todas las estructuras de la
cabeza y cuello con los dedos, palmas y puños a fin de establecer tamaño,
forma y firmeza o la presencia de sólido, líquido o gas. La palpación laríngea
puede revelar información sobre el grado de inflamación de la mucosa, que se
manifiesta con la inducción de una tos seca si la inflamación es marcada.
(Ettinger, 2002) Es importante incluir la palpación de los ganglios regionales
que puedan estar afectados.
La auscultación se realiza sobre tórax, tráquea, esófago y abdomen, con y sin
estetoscopio, con y sin percusión. Debe considerarse movimiento y ritmo
respiratorio, ruidos cardiopulmonares y la existencia de estridor
que
acompañen la disfagia.
Examen específico
La inspección de la faringe sigue al examen general. Aunque existen
excepciones, la inspección completa de las cavidades faríngeas no puede
11
realizarse sin anestesia, por lo que debe programarse junto con las radiografías
si el caso no remite urgencia.
La inspección de las cavidades faríngeas incluye la observación de la cavidad
bucal. La inspección cuidadosa de los dientes, lengua, frenillo preceden al
examen de las tonsilas palatinas y sus fosas, base de la lengua y paladar
blando.
Este
último
debe
inspeccionarse
por
edema,
color
normal,
anormalidades vasculares y nódulos linfoides. Su extensión es importante ya
que tanto la hipoplasia congénita como el paladar elongado pueden causar
anormalidades deglutorias, obstrucción respiratoria
y regurgitación. La
inspección de la nasofaringe y región laríngea se dificulta si no se cuenta con el
instrumental adecuado, siempre es importante tener al alcance un tubo
endotraqueal que mantenga abierta la ruta aérea sobre todo si el animal está
bajo anestesia profunda.
Valoración
Los signos clínicos y los hallazgos físicos se aprovechan en la valoración para
sintetizar la lista de problemas y guiar la generación de posibilidades. Una vez
que se sospecha de disfagia, el profesional debería poder clasificar el trastorno
en alguna de las fases del proceso deglutorio.
El veterinario deberá crear una hipótesis sobre la presencia, naturaleza y
causa de este trastorno en el paciente. Estas hipótesis son testeadas luego en
conjunto con la experiencia del profesional, probabilidades estadísticas y datos
adicionales obtenidos a partir de pruebas de laboratorio, técnicas de imágenes
y otros métodos complementarios.
Diagnóstico diferencial:
Como gran parte del desafío diagnóstico de los causales de la disfagia, se hace
difícil establecer un listado con las patologías a considerar como diferenciales,
ya que hay tantos diferenciales como causas considere.
El camino correcto es poder identificar qué tipo de disfagia es la que está
afectando a nuestro paciente y a partir de allí considerar patologías
diferenciales que afecten la zona del origen:
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Disfagia Oral: Afecciones en la lengua que afecten su funcionalidad muscular
(hidrocefalia,
encefalomalacia
o
miastenia
gravis),
enfermedad
temporomandibular, otras neoplasias en la boca.
Disfagia
faríngea:
Neoplasias,
granuloma
eosinofílico,
traumatismos
e
inflamación.
Disfagia Esofágica: Patologías que cursen con regurgitación como por ejemplo
píloro estenótico, esofagitis, o megaesófago.
Exámenes Complementarios
Radiografía Simple:
Deberían obtenerse radiografías simples de la cavidad oral, cuello y pecho en
cualquier animal con disfagia, específicamente para descartar anormalidades
estructurales, como fracturas en el hueso hioideo o cuerpos extraños
radiopacos en la región orofaríngea. (Hall J. Edward, 2012) Hay que incluir
proyecciones tanto laterales como ventrodorsales de las regiones faríngea y
laríngea y todo el esófago, aunque por lo general la columna vertebral dificulta
la evaluación de las vías respiratorias en esta proyección. (Nelson y Couto,
2010) Se recomienda realizar radiografías torácicas en dos planos en animales
con disfagia para descartar la presencia de neumonía por aspiración. (Steiner,
2008)
Las densidades de tejidos blandos anómalas o el estrechamiento de la vía
respiratoria deben ser confirmados mediante laringoscopia o endoscopía y
biopsia, (Nelson y Couto, 2010)
esto se debe a que puede ocurrir una
distorsión en las estructuras observadas por el movimiento del animal durante
la toma de la radiografía.
Cuando el examen radiográfico no es diagnóstico, está indicado realizar un
estudio de contraste, ya sea con fluoroscopía, exposiciones radiográficas
seriadas o imágenes radiográficas estáticas.
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Radiografía contrastada:
La retención del medio de contraste en la cavidad oral y su ausencia en la
faringe y el esófago se puede observar en animales con disfagia oral. La
retención de cantidades importantes de medio de contraste en la faringe
después de la deglución del bolo se observa en la disfagia de fase faríngea.
También se puede observar aspiración laríngea.
La disfagia cricofaríngea se caracteriza por la retención de medio de contraste
en la faringe con reflujo hacia la oro o nasofaringe, aspiración hacia la laringe,
retención en el esófago cervical e hipertrofia o distorsión del esfínter esofágico
superior. (Steiner, 2008)
Ecografía:
La ecografía es otra técnica de imagen no invasiva que permite evaluar el
estado de la faringe y de la laringe, y el movimiento laríngeo. Dado que el aire
interfiere con las ondas acústica, la valoración detallada de ésta área puede ser
compleja. Sin embargo, la ecografía demostró ser de utilidad en el diagnóstico
de parálisis laríngea en perros (Rudorf y cols, 2001) La técnica también se
emplea en la localización de masas y como guía para la aspiración con aguja.
Tomografía computada:
Es de extrema utilidad en el diagnóstico de lesiones en la parte rostral de la
nasofaringe y en la base del cráneo. En nuestra experiencia la información más
provechosa es la localización y extensión de las neoplasias, en particular a los
riesgos quirúrgicos y al pronóstico. (Ettinger, 2002)
Video fluorografía de contraste:
Este método complementario es casi indispensable en los estudios
diagnósticos de la disfagia. Los registros se toman mientras el animal se
alimenta con comida mezclada con bario.
Todas las fases del proceso deglutorio pueden estudiarse en forma reiterada
una vez que se ha registrado el video. El diagnóstico se basa en la descripción
detallada del proceso de formación del bolo, relajación de los músculos
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cricofaringeos y el pasaje del bolo a través de las partes cervicales y torácicas
del esófago camino hacia el estómago. El escape de líquido o alimento hacia la
laringe y la tráquea es una indicación definitiva de disfunción y se reconoce con
certeza en los registros de video. (Ettinger, 2002)
Endoscopía:
La endoscopía es uno de los mejores y todavía más fundamentales métodos
de examen del conducto gastrointestinal. Ahora es un procedimiento bien
establecido en medicina veterinaria. La oportunidad del examen y obtención de
muestras tisulares, con invasión mínima, modificó en mucho la aproximación
clínica al diagnóstico definitivo. (Tams. R. Todd 2005)
Empleada con criterio, la endoscopía ofrece una alternativa valiosa a la cirugía
para el examen directo de los tejidos, la extracción de biopsias y recuperación
de cuerpos extraños. En el caso de la disfagia se vuelve una herramienta de
gran utilidad ya que nos permite observar directamente la zona donde asienta
la o las patologías que dan origen a este signo.
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Descripción de un caso clínico
Llega a consulta al Hospital Veterinario Sanavis en la ciudad de Tandil un
canino Labrador adulto, hembra llamada “Brisa”. Es la única mascota del hogar
donde convive con sus dueñas, una señora mayor y su hija. Su libreta sanitaria
se encuentra al día y no tiene antecedentes de relevancia. La consulta es
porque sus dueñas notaron que respira diferente. Fue atendida hace tres días
por otro veterinario en su domicilio que le realiza una radiografía torácica y le
receta antibióticos, no recuerdan cuáles y corticoides, pero la perra no
manifiesta mejoría.
RESEÑA DEL ANIMAL

ESPECIE: canino

RAZA: Labrador

SEXO: Hembra

EDAD: 10 años

TALLA Y/O PESO: 42 kg

COLOR DEL MANTO: dorado
SEMIOLOGIA CLÍNICA
INSPECCIÓN GENERAL: Estado general bueno, hay exceso de peso.
Inmediatamente al ingresar al consultorio la perra manifiesta tos por
compresión del collar.
ANAMNESIS: Los propietarios traen a Brisa a consulta porque “respira
diferente”, comentan que hace tres días la perra comenzó con tos y ronquidos
continuos por lo que deciden llamar a un veterinario de urgencias que la
atiende en su domicilio. La medican con antibióticos (que no recuerdan) y
Corticoides (Dexametazona), la perra no mejora.
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Además manifiestan que aunque es adulta, suele jugar con piedras, palos y
troncos que recoge del patio y más de una vez la vieron comérselos. Otro dato
que añaden es que desde que tienen recuerdo, la perra manifiesta ronquidos
estando despierta que generalmente se agravan cuando sale a caminar.
Duerme bien, toma agua normal pero notan que aunque come la misma
cantidad de alimento, este último tiempo tarda más en tragar, permanece con la
comida en la boca más tiempo de lo habitual. Es una perra poco activa y no
manifiesta cambios de ánimo.
INSPECCIÓN
PARTICULAR:
Boca,
piezas
dentarias
y
cuello
sin
anormalidades.
PALPACIÓN: Reflejo tusígeno positivo. Responde con una arcada al presionar
la zona alta del cuello.
AUSCULTACIÓN TORÁCICA: Estertor, levemente audible en tórax que se
hace más notorio a nivel de la laringe-tráquea.
FRECUENCIA CARDÍACA O RESPIRATORIA: normal.
Por los datos recolectados se indica una radiografía latero lateral de cabeza y
cuello para descartar la presencia de un cuerpo extraño.
MÉTODOS COMPLEMENTARIOS
Se le indicó una radiografía latero lateral de cabeza y cuello para descartar
cuerpo extraño.

Radiografía latero lateral de cabeza y cuello:
Como resultado no se observa cuerpo extraño y se obtiene imagen que sugiere
paladar blando elongado, estructura anormal del hueso hioides, exceso de aire
en orofaringe y calcificación de los anillos traqueales (foto 1). Con esta
información se presume que el problema afecta la región orofaríongea pero no
se concluye diagnóstico definitivo. Cómo siguiente paso se recomienda
endoscopía.
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Foto 1. Radiografía latero lateral de cabeza y cuello. Se
observa orofaringe aumentada de tamaño, paladar blando
elongado, estructura anormal del hueso hioides y
calcificación de anillos traqueales.
Se decide realizar electro y ecocardiograma para descartar patologías
cardiovasculares propias de un animal geronte que pudieran representar un
problema a la hora de anestesiar al paciente para el estudio de endoscópico.
Los datos arrojados fueron dentro de los parámetros normales.

Consulta Endoscópica:
Tres días después de la consulta general se agenda un turno para la
endoscopía. Se realiza nuevamente la inspección del animal, obteniendo datos
similares al primer examen clínico.
En la inspección particular el paciente es observado mientras come. Se le
ofrece un trozo de alimento semisólido y es detenidamente observado desde la
prensión del mismo hasta el momento en que traga el bolo formado. Durante
esta prueba se manifiestan de manera más evidente los signos de disfagia. El
animal toma el alimento, lo mastica varias veces hace un intento por deglutir el
bolo y es donde se observa la dificultad. Brisa sigue masticando y masticando
incluso luego de varias veces de haber intentado deglutir, signo característico
de disfagia.
Se procede luego a la anestesia general del paciente para proseguir con el
estudio endoscópico.
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Informe de endoscopía: Se confirma el diagnóstico de paladar blando
elongado. Se evidencia durante el estudio atrapamiento epiglótico de grado IV
(foto 2), parálisis laríngea consecuente y un granuloma laríngeo. Se continúa
con una rinoscopia posterior y se descubre una masa sólida que protruye el
piso de la nasofaringe desde el lado derecho ocupando el 80% de la cavidad.
Foto
2.
Imagen
obtenida
durante
endoscopía de la porción oral de la faringe.
Se observa atrapamiento epiglótico grado
IV.
Con estos resultados se indica resolución quirúrgica del paladar blando para
mejorar el cuadro general de tos y respiración estertorosa y poder extraer la
masa en nasofaringe.
Estudios Pre quirúrgicos:
HEMOGRAMA:
Resultados Obtenidos
Valores Normales de
Referencia
Hematocrito
Recuento de Glóbulos Rojos
38%
40-60%
4.900.000 mill/mm3
5-9 mill/mm3
19
6.200 mill/mm3
Recuento de Glóbulos Blancos
6-16 mill/ mm3
Fórmula relativa (%)
Neutrófilos
en
banda
3%
Neutrófilos segmentados
69%
Eosinófilos
3%
Basófilos
0%
Linfocitos
22%
Monocitos
3%
BIOQUÍMICA SERICA
Resultados Obtenidos
Valores de referencia
Urea
45mg/dl
20-40 mg/dl
Fosfatasa alcalina
307UI/l
hasta 300 Ul/l
GTP
23UI/l
10-60 UI/l

Resolución quirúrgica del paladar blando elongado
Pautas para la anestesia:
Pre-medicación: Acepromacina IM (0,02-0,05 mg/kg)
Inducción: Propofol (4-6 mg/kg)
Intubación oro-traqueal
Anestesia inhalatoria: Isofluorano + oxígeno.
Posicionamiento del animal: Decúbito esternal, mesa inclinada (cabeza en
alto), boca bloqueada en apertura máxima (con la ayuda de abrebocas
odontológico), lengua sacada completamente y fijada al exterior. Gasa en el
fondo de la garganta, detrás del paladar blando.
Palatoplastia clásica (estafilectomía):
La palatoplastia clásica tiene como objetivo seccionar el borde libre (exceso de
longitud) del paladar blando. La sección se realizó con bisturí eléctrico,
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traccionando la parte libre del paladar blando con una pinza de Allis. Se va
seccionando poco a poco, y suturando (en este caso con reabsorbible 3-0,
aguja de sección redonda) la mucosa naso-palatina a la mucosa oropalatina.(http://avepa.org/pdf/proceedings/1_Braquicefalico_Cadiz.pdf)
Debe considerarse que las hemorragias y el edema laríngeo son frecuentes,
así que el animal debe quedar internado para poder brindarle las cuidados
intensivos que requiera. En este caso pasó la noche en la veterinaria y al otro
día fue dada de alta sin complicaciones.
Cómo tratamiento posoperatorio se le indica Amoxicilina + Acido Clavulánico 1
comprimido cada 12hs y Prednisolona 20mg una cada 12hs.
No se logra extraer la masa en nasofaringe durante la cirugía por estar ubicada
en una zona de acceso limitado manualmente. Se decide, entre ambos
colegas, repetir la endoscopía una vez que los tejidos seccionados curen.
Unos 10 días después de la cirugía, se le realiza una nueva rinoscopia y se
observa con claridad la masa sólida en nasofaringe (foto 3). Ante la dificultad
de extraerla, se toman muestras biopsia del tejido (foto 4) y se envían para
realizar estudios histo y citopatológicos.
Foto 3. Imagen obtenida durante rinoscopia de la región nasal de la faringe.
Se observa masa sólida de aspecto tumoral.

Foto 4. Toma de muestra biopsia.
Histopatología: Las muestras ofrecen como resultado la presencia de tejido
necrótico.

Citología:
Material remitido: Punción aspiración con aguja fija extraído por endoscopía.
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Resultado: El informe revela presencia de células neoplásicas, compatible con
carcinoma.
Se les comunica dichos resultados a los propietarios y se les explica las
opciones de tratamiento.
Tratamientos posibles:
1. Extracción quirúrgica del tumor y análisis histopatológico para confirmar
malignidad.
2. Quimioterapia
Las dueñas de Brisa consideran que la mejor opción es intentar con un
protocolo quimioterápico sugerido por un tercer profesional especializado que
se derivó para interconsulta. Lo ven como un procedimiento menos invasivo y
por lo tanto menos traumático para el animal entendiendo que las posibilidades
de éxito se reducen si el tumor no es extraído.
Tratamiento empleado:

Carboplatino 150-300 mg m2 EV cada 21 días.

Piroxicam cada 0,3 mg / kg de peso oral cada 24hs.
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Discusión:
La disfagia puede presentarse en la clínica diaria como único signo aparente o
formando parte de un conjunto de signos comunes a varias patologías, no sólo
digestivas. Esto dificulta bastante el camino hacia un diagnóstico certero que
confirme la causa primaria de la dificultad en la deglución.
Es importante tomar las decisiones correctas en cuanto a la elección de los
métodos complementarios a utilizar en un paciente con disfagia. La radiografía
parece ser de primera elección para descartar patologías de observación
directa por comparación en la radio densidad de los diferentes tejidos. Paso
seguido, si no se encontrara la causa, o resultase dudosa, se propone que la
endoscopía es sin dudas el método de elección para confirmar la causa
primaria de una disfagia faríngea.
Conclusión:
La disfagia es el dolor, dificultad o incapacidad en la deglución, considerado un
signo común a varias patologías. Por lo tanto, la causa primaria es el verdadero
desafío diagnóstico. El trabajo inicial del veterinario realizando una correcta
anamnesis, examen físico y clínico del paciente es el punto de partida desde
donde debemos emprender este camino diagnóstico para obtener buenos
resultados. La clasificación de la disfagia por regiones o según la fase del
proceso deglutorio que se encuentra afectado es importante para establecer un
ordenamiento y diferenciar las patologías que pueden estar causando la
disfagia. Cuando las herramientas del profesional se agotan, la elección del
método complementario adecuado es lo permite el éxito de llegar a la causa
primaria del problema. En la actualidad, a pesar de las tremendas ventajas
diagnósticas que ofrece, la endoscopía todavía no se considera en primera
instancia en la evaluación de un paciente con disfagia.
En el caso clínico
descripto, en cambio, se procede rápidamente a la derivación del paciente para
la realización de la endoscopía por un veterinario capacitado y con el
equipamiento adecuado y es esta consulta endoscópica la que marcó el
camino a seguir. Como se explicó en el desarrollo de este trabajo el tratamiento
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de la disfagia siempre debe estar orientado a la resolución de la causa primaria
del problema. Por lo tanto, el orden establecido en este caso clínico siempre
intentó ser el diagnóstico y abordaje de la patología primaria y la diferenciación
de las patologías secundarias que acompañaban el cuadro. Sin este
complementario no se hubiese podido diagnosticar la masa tumoral que el
paciente presentaba y que se concluye era la causa primaria del cuadro de
disfagia.
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Bibliografía
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Revista
Electrónica
de
Veterinaria
REDVET
ISSN
1695-7504
http://www.veterinaria.org/revistas/redvet/n020206/020619.pdf

Revista
de
Medicina
Veterinaria
Print version ISSN
http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S012293542009000200006&script=sci_arttext

Patología médica veterinaria: libro de texto para la docencia de la asignatura,
edited by Luis Eusebio Fidalgo Álvarez. Zaragoza: Universidad 2003. pp 199200
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