Convenci—n Interamericana para prevenir y sancionar la tortura Exp: 99-006274-007-CO-V Res: 07433-99 SALA CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. San José, a las quince horas con cincuenta y un minutos del veintiocho de setiembre de mil novecientos noventa y nueve.Consulta preceptiva de constitucionalidad formulada por el Directorio de la Asamblea Legislativa, en relación con el proyecto de Aprobación de la "Convención Interamericana para prevenir y sancionar la tortura", que se tramita en el expediente legislativo número 13.591.- Resultando: 1.- La consulta, que se formula en cumplimiento de lo que establece el inciso a) del artículo 96 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, fue recibida en la Secretaría de la Sala a las nueve horas noventa (folio y nueve y treinta y nueve 1), con una minutos del dos de setiembre de mil novecientos copia certificada del expediente legislativo. La Presidencia de la Sala tuvo por presentada la consulta mediante resolución de las ocho horas con veinticinco minutos del día siguiente. El término para evacuarla vence el día dos de octubre del año en curso. 2.- En el procedimiento seguido han sido observadas las formalidades establecidas en la Ley. Redacta el Magistrado Vargas Benavides; y, Considerando: I.- De previo.- Lo primero que procede, a los efectos de evacuar la consulta, es verificar los trámites seguidos en este caso, en concordancia con lo que señala el artículo 98 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, al disponer que la consulta deberá hacerse después de aprobado el proyecto en primer debate y antes de la aprobación definitiva y que, al evacuarla, la Sala dictaminará sobre cualesquiera aspectos o motivos que estime relevantes desde el punto de vista constitucional, pero vinculante sólo en lo que se refiere a los trámites. Para los efectos anteriores y por la importancia del asunto de que se trata, en el siguiente considerando se hará una síntesis cronológica del procedimiento seguido por este proyecto de Ley. II.- La tramitación del expediente número 13.591 en la Asamblea Legislativa.- El proyecto de "Convención Interamericana para prevenir y sancionar la Tortura", que se tramita en el expediente legislativo número 13.591, ha seguido el siguiente orden cronológico: a) La Convención Interamericana para prevenir y sancionar la tortura fue suscrita por el Ministro de Relaciones de Costa Rica ante el Secretario General de la Organización de Estados Americanos el día treinta y uno de julio de mil novecientos ochenta y seis. (Folio 24 del file:///C|/Users/VALABE/Desktop/RAL2012/RAL_PORTAL/resoluciones%20sala/7433-99.HTM[16/07/2012 01:29:21 p.m.] Convenci—n Interamericana para prevenir y sancionar la tortura expediente legislativo) b) El Poder Ejecutivo presentó a la Secretaría del Directorio de la Asamblea Legislativa el proyecto de aprobación de la "Convención Interamericana para prevenir y sancionar la tortura", a las nueve horas del día dieciocho de mayo de mil novecientos noventa y nueve, el que recibió el número de expediente 13591. (Folios 1 y siguientes del expediente legislativo) c) Ese mismo día, el Presidente del Directorio Legislativo ordenó pasar el expediente a estudio de la Comisión Permanente Especial de Relaciones Internacionales. (Folio 28) En la Comisión, fue recibido en fecha primero de julio de mil novecientos noventa y nueve. (Folio 29) d) Por Decreto Ejecutivo número 28034-MP, del tres de agosto de mil novecientos noventa y nueve, el Presidente de la República y el Ministro de la Presidencia ampliaron la convocatoria a sesiones extraordinarias, a fin de que fuera discutido, entre otros, el presente proyecto. (Folio 31) e) En Servicios fecha trece Técnicos Internacionales de de agosto la de mil Asamblea el respectivo novecientos Legislativa noventa presentó y a nueve, la el Departamento de Comisión informe relativo al proyecto de aprobación de Relaciones de la "Convención Interamericana para prevenir y sancionar la tortura". (Folio 40 del expediente número 13.591) f) En sesión ordinaria número 07, del diez de agosto de mil novecientos noventa y nueve, la Comisión Permanente de Relaciones Internacionales aprobó por unanimidad, el proyecto de ley sobre la aprobación de la "Convención Interamericana para prevenir y sancionar la Tortura", expediente número 13.591, recomendando la ratificación de dicho tratado. (Folio 52 del expediente legislativo) g) El veinticuatro de agosto de mil novecientos noventa y nueve, la Comisión Permanente de Relaciones Internacionales remitió a la Dirección Ejecutiva de la Asamblea Legislativa el expediente legislativo número 13.591 (folio 68). Ese mismo día, la Secretaría de la Asamblea tuvo por recibido el dictamen afirmativo unánime. (Folio 90) h) En la sesión número 56 del treinta de agosto de mil novecientos noventa y nueve, el Directorio de la Asamblea Legislativa aprobó en primer debate, por unanimidad de los cuarenta y dos diputados presentes, Interamericana para el proyecto de Ley tendiente a la aprobación de la "Convención prevenir y sancionar la Tortura", asimismo se ordenó trasladar el expediente a la Sala Constitucional para realizar la consulta correspondiente. (Folio 91) III.- Sobre la constitucionalidad del procedimiento empleado.- De la lectura del punto anterior, es posible inferir que la aprobación del proyecto de Ley en consulta ha respetado todas las disposiciones procedimentales que la Constitución Política (artículos 7, 121 inciso 4), 124, 140 inciso 10) y el Reglamento de la Asamblea Legislativa (artículos 85 inciso ch), 113, 119, 122, 129, 132, 134 y 143) le ordenan seguir a los órganos involucrados en la suscripción y ratificación de los convenios internacionales: el Poder Ejecutivo y la Asamblea Legislativa, básicamente. A ese respecto, el único punto eventualmente controvertido lo sería file:///C|/Users/VALABE/Desktop/RAL2012/RAL_PORTAL/resoluciones%20sala/7433-99.HTM[16/07/2012 01:29:21 p.m.] Convenci—n Interamericana para prevenir y sancionar la tortura el hecho de que el Convenio haya sido suscrito por el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto, sin el concurso del Presidente de la República. (Ver constancia de folio 24 del expediente legislativo) De la lectura del artículo 140 inciso 10) se desprende que la firma de los tratados internacionales es una atribución del Poder Ejecutivo, entendido como el órgano colegiado compuesto por el Presidente y el Ministro del Ramo. No obstante, esta Sala ha reconocido la posibilidad de que el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto, en su calidad de colaborador tratados del Presidente internacionales aún en sin materia contar de con relaciones un carta internacionales, que expresamente pueda suscribir le otorgue plenos poderes para ello. En sentencia número 6224-94, de las nueve horas del once de noviembre de mil novecientos noventa y cuatro, esta Sala consideró que el hecho de que el Presidente de la República participe con su voluntad de etapas procedimentales posteriores: sanción y depósito del tratado, permite subsanar cualquier vicio que existiese en la efectiva representación que haya ostentado el Canciller. A lo anterior podemos agregar que el Presidente tiene otras dos oportunidades más para invocar su eventual disconformidad con el proyecto: en el momento de su presentación a la Asamblea Legislativa y en la convocatoria a sesiones extraordinarias, momentos en los cuáles podría hacer valer sus atribuciones constitucionales. Si en la especie fue el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto quien suscribió el convenio cuya aprobación se discute, ello no implica la inconstitucionalidad del procedimiento legislativo seguido hasta ahora. De hecho, de conformidad con los términos de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, corresponde al Canciller la representación del Estado ante la Comunidad Internacional, lo que refuerza la validez de la suscripción indicada. No habiendo encontrado esta Sala la presencia de trámites inconstitucionales en el proyecto de ley consultado, corresponde ahora entrar a conocer del fondo de la iniciativa en consulta. Observaciones en cuanto al fondo del proyecto. IV.- La Convención Interamericana para prevenir y sancionar la tortura fue aprobada por la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos en diciembre de mil novecientos ochenta y cinco, en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias. De acuerdo con su exposición de motivos, dicho instrumento busca evitar que cualquier ser humano sea sometido a tortura ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Parte de la consideración de que dichas actuaciones constituyen violaciones a la dignidad humana y una negación al Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Señala que para hacer efectiva la protección reconocida por la normativa internacional, se hace necesario suscribir un instrumento interamericano que prevenga y sancione la tortura. V.- La Convención dispone la obligación de todos los Estados suscriptores, de prevenir y sancionar la tortura. (Artículo 1) Define la tortura, para los efectos de la Convención, como "...todo acto sufrimientos realizado físicos o intencionalmente mentales, con por el fines cual de se inflijan investigación a una persona penas o criminal, como medio intimidatorio, como castigo personal, como medida preventiva, como pena o con cualquier otro fin. Se entenderá también como tortura la aplicación sobre una persona de métodos tendientes a anular la personalidad de la víctima o a disminuir su capacidad física o mental, aunque no causen dolor físico o angustia psíquica ..." (Artículo 2) Dicha conducta puede ser cometida file:///C|/Users/VALABE/Desktop/RAL2012/RAL_PORTAL/resoluciones%20sala/7433-99.HTM[16/07/2012 01:29:21 p.m.] Convenci—n Interamericana para prevenir y sancionar la tortura por funcionarios públicos actuando por sí mismos o mediante la acción de un tercero. (Artículo 3) Expresamente es excluida la obediencia debida como causal para eximir la culpabilidad de quien cometa el delito de tortura en contra de otro. (Artículo 4) El numeral 5 dispones que tampoco la verificación de situaciones de emergencia, la peligrosidad del detenido o penado, ni la inseguridad del centro carcelario o penitenciario permiten legitimar la realización de actos de tortura. Las Partes se comprometen a tipificar el delito de tortura en los términos del tratado (artículo 6) y a capacitar a sus agentes públicos en la prohibición de la tortura. (Artículo 7) El ordinal 8 dispone la garantía para toda persona que denuncie un acto de tortura la realización de un proceso justo internacionales en caso de haber y la posibilidad de recurrir a los tribunales agotado el proceso interno. Los Estados se comprometen a establecer normas que garanticen una adecuada compensación a quienes hayan sufrido tortura. (Artículo 9) El mediante tortura, tortura. Las extradición numeral 10 salvo para Partes de los se establece ser de nulidad empleadas comprometen autores la a tomar tortura en la absoluta un proceso medidas (artículo 11); de las declaraciones obtenidas seguido necesarias de hecho, contra el autor a de facilitar la fin este delito de la deberá ser considerado entre los susceptibles de extradición; en caso de no existir tratado de extradición firmado, la presente Convención se entenderá como base jurídica suficiente (artículo 13); si un Estado no concede la extradición, deberá juzgar los hechos por medio de sus tribunales (artículo 14); nada de lo dispuesto en la convención se entenderá como limitación al derecho de asilo. (Artículo disponiendo la 15) El aplicación artículo de los 12 regula criterios el de juzgamiento de este territorialidad, tipo de ilícitos, personalidad activa y personalidad pasiva. Los numerales siguientes tratan de aspectos propios a los procedimientos de firma, ratificación, denuncia, reserva y vigencia del presente Convenio. VI.- De los puntos mencionados en el párrafo anterior, considera esta Sala que es relevante referirse en general a la constitucionalidad del Convenio como unidad, así como en forma especial a los dispositivos contenidos en los artículos 4 (obediencia debida), 10 (valor probatorio de las declaraciones obtenidas mediante tortura), 12 (sobre la competencia para el juzgamiento de los delitos de tortura) y 13 (sobre extradición). VII.- El Convenio cuya aprobación se consulta no es el primer instrumento internacional que pretende prevenir y sancionar el uso de la tortura por parte de los agentes públicos. Así, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, establece la siguiente disposición: "Artículo 5 Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes." Por su parte, la Declaración de Principios de Ética Médica aplicables a la Personal de Salud, Especialmente los Médicos, establece en su principio segundo: "Principio 2.- file:///C|/Users/VALABE/Desktop/RAL2012/RAL_PORTAL/resoluciones%20sala/7433-99.HTM[16/07/2012 01:29:21 p.m.] Función del Convenci—n Interamericana para prevenir y sancionar la tortura Constituye arreglo a una violación patente de la ética los instrumentos internacionales médica, así como un delito con aplicables, la participación activa o pasiva del personal de salud, en particular de los médicos, en actos que constituyan participación o complicidad en torturas u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, incitación a ello o intento de cometerlos." El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, de 1966, (ratificado mediante Ley número 4229, de 11 de diciembre de 1968) en su numeral 7 dispone: "Artículo 7 Nadie será degradantes. sometido En a particular, torturas nadie ni será a penas sometido o tratos sin su crueles, libre inhumanos o consentimiento a experimentos médicos o científicos." La Convención Americana sobre Derechos Humanos, de 1969, ratificada mediante Ley número 4534, de 23 de febrero de 1970, impone a los Estados Partes la siguiente obligación genérica, aplicable al caso en estudio: "Artículo 2.- Deber de Adoptar Disposiciones de Derecho Interno Si el ejercicio de los derechos y libertades mencionados en el Artículo 1 no estuviere Estados ya garantizado Partes se por disposiciones comprometen a legislativas adoptar, con o arreglo de a otro carácter, los sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones de esta Convención, las medidas legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y libertades." Además, Costa Rica suscribió y ratificó la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, de 1984, ratificada por Ley número 7531, de 21 de julio de mil novecientos noventa y tres, regula básicamente la misma materia que el tratado comentario, como se puede apreciar de su exposición de motivos: "Considerando que, de conformidad con los principios proclamados en la Carta de las Naciones Unidas, el reconocimiento de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana es la base de la libertad, la justicia y la paz en el mundo, Reconociendo que estos derechos emanan de la dignidad inherente de la persona humana, Considerando la obligación que incumbe a los Estados en virtud de la Carta, en particular del Artículo 55, de promover el respeto universal y la observancia de los derechos humanos y las libertades fundamentales, Teniendo en cuenta el artículo 5 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el artículo 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que file:///C|/Users/VALABE/Desktop/RAL2012/RAL_PORTAL/resoluciones%20sala/7433-99.HTM[16/07/2012 01:29:21 p.m.] en Convenci—n Interamericana para prevenir y sancionar la tortura proclaman que nadie será sometido a tortura ni a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, Teniendo en cuenta asimismo la Declaración sobre la Protección de Todas las Personas contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, aprobada por la Asamblea General el 9 de diciembre de 1975, Deseando hacer más eficaz la lucha contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes en todo el mundo, (...)" Finalmente, debe ser considerada la Declaración sobre la Protección de Todas las Personas Contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes de 1975, adoptada por la Asamblea General en su resolución 3452 (XXX), de 9 de diciembre de 1975. VIII.- Mediante sentencia número 2585-93, de las quince horas con treinta y tres minutos del seis de agosto de mil novecientos noventa y tres, esta Sala se pronunció sobre el proyecto de aprobación de la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, de 1984, manifestando que: "(...) I.- De conformidad con lo que dispone el artículo 96 inciso a) de la Ley de la Jurisdicción internacional, totalidad el Constitucional, esta texto es de una la por discutirse consulta la preceptiva. convención objeto de aprobación Luego la de de haber consulta, se un convenio examinado en su considera que no presenta ningún roce de constitucionalidad. II.- Sin embargo, la Sala se permite hacer dos observaciones; en primer término, que de la relación de los artículos 1 y 2 de la Convención, resulta que el Estado costarricense se compromete a tomar las medidas efectivas, a nivel legislativo, administrativo, judicial o de otra índole, para impedir actos de tortura en todo el territorio nacional, pero como tipo propio, la tortura no se encuentra penalizada ni descrita dentro de nuestro ordenamiento jurídico penal. La relación de varios artículos del código de esa materia, puede permitir sancionar esa conducta, pero no con sus circunstancias propias, como se dijo. Para cumplir con los términos del compromiso que adquiere el Estado al aprobar este convenio, es conveniente que se establezca si resulta necesario un tipo penal específico en donde se reprima la conducta de comentario. III.- En segundo término, con respecto al inciso 1.b) del artículo 5 de la Convención, el Estado costarricense se compromete a juzgar mediante su jurisdicción al delincuente nacional que cometa esos delitos fuera del territorio nacional. Pero es lo cierto que, como ya lo ha señalado la Sala en otro pronunciamiento, el principio que justifica la aplicación de la ley penal a hechos cometidos fuera del file:///C|/Users/VALABE/Desktop/RAL2012/RAL_PORTAL/resoluciones%20sala/7433-99.HTM[16/07/2012 01:29:21 p.m.] Convenci—n Interamericana para prevenir y sancionar la tortura territorio del Estado en función de la nacionalidad del autor, no se encuentra receptado como uno de los utilizables en relación con la aplicación de la ley penal en el espacio. "...el Código Penal establece su ámbito de aplicación en el espacio, en el tiempo y con respecto a las personas y a la materia (artículos 24 a 17 del Código Penal),pero no acepta el principio de derecho penal subsidiario ni el de la personalidad activa entendiendo por éste la legitimación de aplicar la legislación penal del Estado a sus nacionales con independencia del lugar de comisión del hecho delictivo. Lo anterior justificación que el legislador en el proyecto de ratificación del Tratado de Extradición entre los Gobiernos de Estados Unidos de América y de Costa Rica pretenderá introducir un artículo segundo en el que modificaba entre otros el artículo 3 inciso a) de la Ley de Extradición disponiéndose que: "No se ofrecerá ni concederá la extradición: a) Cuando el reclamado fuere costarricense. En este caso será juzgado por los tribunales nacionales, aplicándole la legislación penal costarricense. Si hubiere descontado en el extranjero parte de la pena o de la medida de seguridad impuesta, ellos le serán abonadas por el Juez al dictar la sentencia ... El Estado Costarricense no puede comprometerse a juzgar a la persona reclamada que niega su extradición por motivo de nacionalidad, si antes no acuerda la aplicación de su legislación penal a los nacionales que cometen un hecho punible en el extranjero y vienen a refugiarse a Costa Rica... " (Sentencia número 717-90 de las catorce horas treinta minutos del veintiséis de junio de mil novecientos noventa) (...)" IX.- En relación con el proyecto visto como unidad, considera la Sala que el mismo no es contrario al parámetro de constitucionalidad. De hecho, la prevención y represión del uso de la tortura ya era un deber nacional aun antes de la suscripción de la presente Convención. La abolición de todo tipo de prácticas contrarias a la dignidad humana es una obligación del Estado costarricense frente a la comunidad internacional, y una manifestación ineludible del carácter democrático que el orden Estado de Derecho exige. El objeto principal del tratado es la prevención y represión del delito de tortura, por lo que, en consonancia con el artículo 39 de la Constitución Política, así como de lo expresado en la sentencia número 2585-93 citada, en Costa Rica dicha conducta no se encuentra tipificada en forma expresa, aunque sí lo están muchas de sus formas de manifestación, tales como homicidio, lesiones, privación de libertad, abuso de autoridad, etc. Sin embargo, conductas definidas por el Convenio como tortura pero que no encuadren dentro de los tipos penales existentes, solamente podrían ser sancionados una vez que el legislador estableciera un tipo penal específico para la tortura. Por lo demás, el tratado no presenta vicios de inconstitucionalidad, si bien debe la Sala referirse a cuatro dispositivos concretos: los contenidos en los artículos 4 (obediencia debida), 10 (valor probatorio de las declaraciones obtenidas mediante tortura), 12 (sobre la competencia para el juzgamiento de los delitos de tortura) y 13 (sobre extradición). X.- Sobre la obediencia debida. El artículo 4 de la Convención declara que el hecho de actuar bajo órdenes no eximirá la responsabilidad de quien cometa el delito de tortura. En file:///C|/Users/VALABE/Desktop/RAL2012/RAL_PORTAL/resoluciones%20sala/7433-99.HTM[16/07/2012 01:29:21 p.m.] Convenci—n Interamericana para prevenir y sancionar la tortura opinión de la Sala, lo anterior no solo no es contrario a la Constitución, sino que además es acorde con el espíritu democrático de la Convención. Para empezar, el Código Penal exime la culpabilidad únicamente en casos de obediencia debida, y no en cualquier supuesto en que la persona actúe bajo órdenes de su superior. De conformidad con el artículo 36 de dicho Código, para que se configure la causal, será necesario, además de haber recibido la orden de un superior jerárquico competente para dictarla, que revista la forma legal y que no se trate evidentemente de un acto delictivo. En el caso del tratado en cuestión, la conducta de referencia es evidentemente delictiva, razón por la cual la causal de obediencia debida no podría ser en estos supuestos invocada. Como si lo anterior no fuera suficiente, la Ley General de la Administración Pública, en su artículo 169 prohibe a los funcionarios públicos la realización de actos absolutamente nulos, en forma evidente y manifiesta, reforzando la idea de que el referido dispositivo convencional no es contrario a la Constitución Política. XI.- Sobre el valor probatorio de las declaraciones obtenidas mediante el uso de tortura. El artículo mediante el torturador. 10 del uso de La Sala la la Convención tortura, considera niega salvo que cualquier que esta sea regla validez a forma de como es las declaraciones obtenidas probar perfectamente la acorde culpabilidad del con nuestro régimen constitucional. Ni siquiera el beneficio de la víctima puede legitimar la violación de sus derechos fundamentales indisponibles, tales como la vida, la integridad física y la libre autodeterminación. Un sistema constitucional basado en la defensa de los derechos humanos no puede tolerar el uso de la tortura en ningún caso y por ninguna razón. La prueba obtenida en abierta violación a la dignidad del ser humano no puede ni debe tener ningún valor probatorio en el ordenamiento jurídico costarricense. En razón de lo anterior, la proposición contenida en el numeral 10 del tratado en consulta, no es inconstitucional. XII.- Sobre la extradición. Los numerales 11, 13, 14 y 15 de la Convención establecen la posibilidad de los Estados Miembros de extraditar a quienes sean imputados del delito de tortura. En ese sentido, el único aspecto que debe ser comentado es la regla, contenida en el artículo 13, referente a la posibilidad de los Estados suscriptores de extraditar a las personas acusadas de haber cometido tortura, aun si no existiera un tratado bilateral firmado entre los países requirente y receptor, para lo cual se entenderá que la presente Convención legitima tal proceder. Sobre este aspecto, el artículo 31 de la Constitución Política impide la extradición sin una Ley o tratado que así lo permita. En el caso que nos ocupa, la misma Convención es el instrumento de Derecho Internacional que legitima la extradición de personas entre los Países miembros. Por ello, la norma de cita es acorde con el texto del artículo 31 constitucional, máxime si se considera la salvedad hecha en el ordinal 15 del tratado en el sentido de que no podrá ser interpretado como limitación al derecho de asilo, ni como modificación de las obligaciones de los Estados en materia de extradición. XIII.- Sobre los principios de personalidad activa y pasiva. Por último, el artículo 12 de la Convención establece la competencia de los Estados miembros para el juzgamiento de las actuaciones tipificadas como tortura. Así, son reconocidos los principios de territorialidad file:///C|/Users/VALABE/Desktop/RAL2012/RAL_PORTAL/resoluciones%20sala/7433-99.HTM[16/07/2012 01:29:21 p.m.] Convenci—n Interamericana para prevenir y sancionar la tortura (posibilidad de juzgar delitos cometidos en su propio territorio); personalidad activa (posibilidad de juzgar por hechos cometidos en el extranjero por parte de costarricenses); y de personalidad pasiva (posibilidad de juzgar por hechos cometidos en el extranjero en perjuicio de costarricenses). Lo anterior tiene la finalidad clara de evitar la evasión de los procesos penales por parte de quienes cometan delitos de tortura, mediante la salida del país donde fueron cometidos los ilícitos. Si bien la territorialidad es un principio constitucional costarricense, inferible de la lectura sistemática de los artículos 2, 6, 152 y 153 de la Constitución Política, lo cierto es que este principio cede ante la persecución de delitos contra los derechos humanos, como el que regula el tratado en consulta. El Código Penal, al regular la territorialidad, internacionales vigentes ya en el prevé excepciones, país (ver tales artículo como 4 caput), las o contenidas la comisión en tratados de delitos internacionales, entre los que destacan los cometidos contra los derechos humanos. (Artículo 7) Podría decirse que la disposición que venimos comentando es necesaria para garantizar a las personas la amplia protección que el Convenio pretende. En razón de ello, y de que no se observa violación al parámetro de constitucionalidad, es que este tribunal se pronuncia en favor de su validez. XIV.- Conclusión. A partir de lo indicado en los párrafos anteriores, no advierte esta Sala que el proyecto de Aprobación de la "Convención Interamericana para prevenir y sancionar la tortura", que se tramita en el expediente legislativo número 13.591, contenga ningún vicio de inconstitucionalidad. Por tanto: Se evacua la consulta formulada en el sentido de que en relación con el proyecto de Aprobación tramita en de la "Convención Interamericana para prevenir y sancionar la tortura", que se el expediente legislativo número 13.591, esta Sala no inconstitucionalidad. R. E. Piza E. Presidente, a.i. Eduardo Sancho G. Carlos M. Arguedas R. file:///C|/Users/VALABE/Desktop/RAL2012/RAL_PORTAL/resoluciones%20sala/7433-99.HTM[16/07/2012 01:29:21 p.m.] advierte vicios de Convenci—n Interamericana para prevenir y sancionar la tortura Ana Virginia Calzada M. Adrián Vargas B. José Luis Molina Q. Gilbert Armijo S. MCP/oc/6274-V-99/1céd. file:///C|/Users/VALABE/Desktop/RAL2012/RAL_PORTAL/resoluciones%20sala/7433-99.HTM[16/07/2012 01:29:21 p.m.]