Tipología formal de monumentos funerarios en panteones de la Ciudad de México1 Ethel Herrera Moreno * Resumen: El artículo versa sobre la tipología formal de mo- Abstract: This article talks about the formal tipology of funerary numentos funerarios en los panteones de nuestra ciudad. La monuments from the cemeteries in our City. The division that división que presentamos se basa principalmente en la forma we are presenting is fundamentally based in the external exterior de los monumentos funerarios considerando sus shape of the funerary monuments, considering their vertical elementos verticales, sus elementos horizontales y las capillas and horizontal elements and the funerary chapels. It is richly funerarias. Está ricamente ilustrado con ejemplos de todos los illustrated with all the explained types. tipos consignados. Palabras clave: tipología formal, monumento funerario, elemen- Keywords: formal tipology, funerary monument, horizontal to horizontal, elemento vertical, capilla funeraria. element, vertical element, funerary chapel. 1 Se basa en dos estudios previos: Ethel Herrera Moreno, Restauración Integral del Panteón de Dolores, inah, México, 2003, pp. 65-70; y El Panteón Francés de la Piedad como documento histórico: una visión urbano arquitectónica, tesis, Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del inah. unam, México, 2009, pp. 263-297. 207 * Introducción Este artículo forma parte de un proyecto de investigación más amplio sobre los cementerios patrimoniales de la Ciudad de México. Los monumentos funerarios de estos panteones se pueden analizar desde diversos ángulos: por su época de construcción, sus materiales, epitafios, los personajes que se encuentran en ellos, esculturas, autores, iconología, iconografía, estilos arquitectónicos y, entre otros enfoques, por su tipología formal, tema en el cual centraremos nuestra atención. Para la realización de esta clasificación formal de los monumentos funerarios, tomamos en cuenta sus elementos verticales y sus elementos horizontales, las construcciones verticales aisladas, las capillas funerarias y los nichos en los muros. Presentamos el estudio en tres apartados: en el primero hablamos de los antecedentes; en el segundo de la tipología; y el tercero es el análisis de los diferentes tipos formales de monumentos funerarios de cementerios en la Ciudad de México, y terminamos con las consideraciones finales.2 Antecedentes 208 En la época prehispánica se utilizaban indistintamente la incineración y la inhumación. Dentro de esta última existieron cementerios y arquitectura funeraria. Tenemos el ejemplo de Quiahuiztlán en Veracruz, un panteón en el cual los monumentos funerarios son pequeñas pirámides. Después de la llegada de los españoles, se generalizó la inhumación debido a que la religión católica consideraba que los cuerpos se debían conservar para la resurrección. Durante la época virreinal los camposantos –así llamados por ser lugares consagrados para efectuar los entierros– formaban parte de los templos, conventos, hospitales y colegios que se fueron fundando a lo largo de los siglos xvi, xvii y xviii; la Iglesia logró obtener el control total de las prácticas funerarias. En la segunda mitad del siglo xviii, con las ideas de la Ilustración sobre higiene y sanidad, cambió esta situación. Se emitieron cédulas reales que prohibían enterrar en los templos y conventos debido a que ocasionaban problemas de salud a los habitantes de las poblaciones. Lo cual repercutió en la Nueva España, en donde el virrey Revillagigedo ordenó el establecimiento de panteones fuera de las ciudades. En la Ciudad de México el mandato se cumpliría hasta el siglo xix. En la primera mitad del siglo decimonónico se edificaron cementerios en la antigua Ciudad de México siguiendo las ideas racionalistas, como el Panteón de San Fernando y el de Nuestra Señora de los Ángeles, entre otros. Sin embargo, gran parte de los templos de los alrededores de la ciudad, que hoy forman parte de la misma, continuaron con sus camposantos en los atrios, e inclusive en la actualidad todavía existen algunos como los de Mixquic y Santa Úrsula Coapa. A partir de la segunda mitad del siglo xix, como consecuencia de las Leyes de Reforma, se empezaron a edificar cementerios con otro tipo de proyectos, influenciados por las diferentes corrientes europeas. Aunque hay ejemplos de arquitectura funeraria en algunos templos de la ciudad, como en el templo del Hospital de Jesús, el estudio tipológico formal que llevamos a cabo en este artículo, sólo abarca los monumentos funerarios de los panteones establecidos como tales.3 Tipología formal Para poder entender el trabajo que hemos desarrollado es importante señalar el significado de los términos: tipología y forma. Si consideramos a la tipología como la manera de ordenar de una forma sencilla y sistemática elementos con características similares, en este caso consideramos monumentos funerarios cuya composición formal tiene características afines. 2 Paul Gendrop, Arte prehispánico en mesoamérica, Trillas, México, 1993. p. 132. 3 Los datos fueron tomados de Herrera Moreno, El Panteón…, op. cit., pp. 263-297. De acuerdo con Tiryakian: una tipología va más allá de una simple descripción, por cuanto que simplifica la ordenación de los elementos y los rasgos relevantes de una población en agrupamientos distintos; gracias a esta capacidad, la clasificación tipológica pone orden en el caos potencial de observaciones discretas, discontinuas o heterogéneas. Pero codificar de este modo los fenómenos permite también al observador investigar y predecir las relaciones entre los fenómenos que no parecían estar seis. Para los tres primeros, se tomaron en cuenta los elementos horizontales, verticales o combinados y se subdividieron considerando características similares. Los monumentos que se denominaron construcción vertical aislada fueron otro tipo que encontramos en dos modalidades: los antiguos y los modernos. Las capillas constituyeron otra división; y como última clasificación se incluyeron dos tipos de nichos en los muros: los antiguos y los de creación reciente. La división (que se desarrollará más adelante) quedó como sigue: en conexión a simple vista.4 este método no sólo permite sistematizar los conocimientos existentes acerca de edificios o lugares históricos, sino que incluso puede servir como fundamento para el desarrollo de criterios tendientes a su protección y transmisión al futuro.5 Coincidimos completamente con ambos textos porque la clasificación tipológica facilitó nuestra investigación. La forma, del latín forma, es la figura exterior de los cuerpos. Es sinónimo de figura, conformación, configuración, estructura y modelo. También significa las partes de un cuerpo.6 Por lo tanto la tipología que clasificamos se basó en la forma exterior de los monumentos funerarios. Existen varias investigaciones muy valiosas sobre arquitectura funeraria, sin embargo, para la tipología estudiada se contó con el apoyo del estudio de Carlos Lira,7 ya que varios de los conceptos que maneja coinciden con los monumentos funerarios de los panteones de la Ciudad de México. Cabe señalar que no todos tienen las mismas tipologías formales, por eso decidimos poner ejemplos de todos los tipos que hasta ahora hemos encontrado en los diferentes cementerios del Distrito Federal. Como ya señalamos, se consideraron básicamente las características formales y, por razones tipológicas, los monumentos funerarios se dividieron en 4 Tomado de Luis Fernando Guerrero Baca, “Tipología arquitectónica de los palacios de Chan Chan, Perú”, en Anuario de Estudios de Arquitectura, historia, crítica y conservación, uam-a, México, 2000, p. 220, quien consigna a Edward Tiryakin, “Tipologías”, en David Sills (ed.), Enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales, Aguilar, Madrid, 1977, p. 366. 5 Ibid. 6 Pequeño Larousse en color, Larousse, México, 1972, p. 413. 7 Herrera Moreno, op. cit.; Carlos Lira, “Significación arquitectónica e histórica del Panteón de Jérez, Zacatecas”, en Anuario de Estudios de Arquitectura, historia, critica, conservación, uam-i, México, 2001, pp. 111-134. 209 Y también, de acuerdo con el doctor Guerrero Baca: 1. Elementos horizontales. Se componen de uno o más: • Sardinel • Tumba horizontal Sencilla Compuesta • Plataforma Sencilla Compuesta 2. Elementos verticales. Los que tienen uno o más: • Cipos: Cipo pedestal Cipo pilastra • Estelas • Edículos: Edículo nicho Edículo templete • Templete • Otros (nichos, iglesias, etc.) 3. Elementos combinados. Se componen de uno o varios elementos horizontales y otro(s) verticales. • Sardinel con cabecera • Tumba con cabecera • Plataforma con cabecera 4. Capilla funeraria 5. Construcción vertical aislada • Construcción vertical aislada unifamiliar Para gavetas (antigua) Para gavetas y nichos (reciente creación) • Construcción vertical aislada multifamiliar 6. Nichos en muro • Nichos en muro para gavetas y restos (antiguos) • Nichos en muro para cenizas (reciente creación) En 1985, en la Ciudad de México, la Comisión de Ecología del entonces Departamento del Distrito Federal8 llevó a cabo un estudio sobre los panteones de dicha entidad, y en él realizó unos croquis con las medidas de las fosas y sistemas utilizados, que a continuación presentamos y que sirvió para entender parte de este estudio formal. Desarrollo de la tipología 1. Elementos horizontales 210 Sardinel: son aquellos que sólo se componen de un sardinel o murete que sirve de límite y que en su centro puede tener tierra, pasto o algún tipo de planta. El sardinel generalmente es de tabique aparente, aunque algunas veces se encuentra aplanado. También hay de granito, cantería, recinto y mármol. En ocasiones están enrejados y a veces llegan a tener algún elemento vertical a manera de cabecera, e inclusive contar con una base; es el más económico, generalmente era para un enterramiento, y no estaba encortinado;9 es decir, anteriormente no se contaba con un sistema constructivo puesto que sólo se realizaba la fosa, se metía el féretro y el sardinel servía y sirve para delimitar el lote. Actualmente las fosas que se venden se están dando con encortinados, que los foseros llaman bóvedas, y generalmente son para más de un ataúd (figura 1). Tumba horizontal: se denomina así al elemento horizontal, de acuerdo a su significado: “obra construida para dar sepultura a una persona. Armazón en forma de ataúd, que se coloca sobre el túmulo o en el suelo para la celebración de las honras de un difunto”.10 Puede ser para un enterramiento o tener espacio hacia abajo para otros. El sencillo puede Figura 1. Ejemplos de sardineles en el panteón de San Pedro Mártir. Foto: Todas las fotografías pertenecen a Ethel Herrera Moreno. o no estar encortinado, los que alojan más de un féretro bajo la superficie siempre están encortinados. Cuando son para un cajón, se realizan como los sardineles con un hoyo en la tierra para el ataúd. Los encortinados tienen un sencillo sistema de construcción puesto que se hace un hoyo y la profundidad depende del número de gavetas, y se construyen muros de contención en los cuatro lados. Los muros pueden ser de tabique o de concreto. Al parecer las tumbas horizontales antiguas no tienen encortinados. Por lo tanto, se puede decir que las primeras tumbas 8 Margarita Espinosa Núñez, Cementerios humanos, ddf, México, 1985. 9 El encortinado es una estructura de tabique o concreto, como una caja que sirve para contener uno o varios féretros. 10 Luis Doporto (coord.), Diccionario Enciclopédico uteha, tomo x, “Tumba”, México, 1950, p. 385. Figura 2. Tumba horizontal sencilla con tapa escalonada. Panteón Figura 3. Tumba horizontal compuesta con espacio para dos fére- San Fernando. tros. Panteón de San Fernando. horizontales eran para una sola persona y hasta después se convirtieron en familiares. Generalmente las tumbas horizontales tienen un armazón de tabique y están recubiertas de cantería, mármol, granito, recinto, azulejo, etc. Las más antiguas que hasta este momento hemos encontrado, que datan del siglo xix, están encima de la tierra y tienen espacio para una gaveta. Las tumbas horizontales se subdividen en: Sencillas. Cuando sólo es una simple tumba. Las hay de cantería, mármol y granito, principalmente. Algunas son escalonadas y el cuerpo bajo puede ser una base o plataforma, y en ocasiones la tapa también puede ser escalonada. Hay de diferentes espesores; algunas se encuentran enrejadas y otras hasta pueden tener un techo metálico (figura 2). Compuestas. Cuando tienen dos o más elementos horizontales. Estos monumentos son los que Carlos Lira llama sarcófagos y catafalcos.11 Es probable que en muchas ocasiones los féretros se encuentren sobre el nivel del piso y el elemento superior sea ornamental, como lo señala Lira. Hay otras en que los dos elementos son de ornato, y tienen el o los ataúdes bajo la tierra. Las más antiguas tienen dos elementos horizontales sobre la superficie con espacio para una gaveta cada uno (figura 3). Plataforma. Tienen mayor dimensión que las tumbas, ocupan dos o más lotes y generalmente son 11 Lira, op. cit., p.117, señala que los sarcófagos son estructuras funerarias de piedra, generalmente individuales, en las que los ataúdes con los cadáveres suelen colocarse sobre el nivel del suelo. Desde la época románica fue común que sobre el sarcófago real se esculpiera otro meramente ornamental. Lira considera que para diferenciarlos se acostumbra llamar catafal- 211 co al primero y sarcófago al segundo. cuadradas, pero también las hay rectangulares. En ellas hay espacio para más de un enterramiento. La mayoría tienen una cripta subterránea y se accede a ella por puertas al frente, atrás o por arriba. Es importante señalar que las plataformas, junto con las capillas, son los primeros monumentos funerarios familiares. Las más antiguas que hemos encontrado hasta este momento datan del siglo xix y tienen un sistema constructivo hecho a base de gaveteras para los féretros, las cuales pueden estar al frente, a los lados o encima; todo sobre el nivel de piso. Al parecer, las primeras que se realizaron con cripta subterránea datan de la primera mitad del siglo xx y continúan construyéndose. El sistema constructivo de las criptas consiste en excavar un hueco bastante grande, levantar muros de contención en los cuatro lados de tabique o concreto armado y luego hacer gaveteras en uno, dos, tres o los cuatro lados, quedando un espacio interior que puede tener un pequeño altar para meditar o simplemente sirve para las maniobras de los funerales. Se dividen al igual que las tumbas horizontales en: Sencilla. Cuando es solamente una plataforma. Compuesta. Cuando están formadas por dos elementos horizontales: la plataforma propiamente dicha y una tumba horizontal, como en la figura 4. 2. Elementos verticales Algunas son de tabique y otras de concreto reforzado con varillas y recubiertas, por lo general de cantería, mármol o granito. Se subdividen en: Cipos. Tienen varias definiciones: pilastra o trozo de columna, pedestal moldurado o piedra cuadrangular que se erigía en la Antigüedad clásica en memoria de una persona difunta;12 columna funeraria de pequeña dimensión; pilastra destinada a recibir inscripciones conmemorativas. También se denominan así ciertos pedestales decorados con motivos escultóricos.13 Columna o pilastra erigida en memoria de un difunto.14 En Grecia y Roma tuvieron un destino funerario pues servían para marcar una sepultura o bien como urna cineraria. En este caso se componían de dos partes: la superior, que servía de cubierta a la concavidad abierta; la inferior para encerrar las cenizas del muerto a quien estaba dedicado. Los cipos funerarios tenían la forma de un trozo de columna sin basa ni capitel, o la de un pedestal con molduras, semejando en ocasiones un altar, y con coronamiento de frontón o volutas en una de sus caras con una inscripción votiva o un epitafio.15 Como se puede observar, los cipos tienen un amplio significado y son de dos tipos: Cipo pedestales. De acuerdo con la tipología de Carlos Lira, los pedestales son: de planta cuadrada, tienen cuatro caras planas y verticales que sirven para colocar epitafios y generalmente culminan no en simples cornisas sino en frontones triangulares o cubiertas cruciformes. Finalmente la estructura suele coronarse con urnas o con cualquier otro tipo de remate. Este tipo de monumentos proviene de Pompeya.16 12 Doporto, op. cit., tomo iii, “Cipo”, p.156. 13 J. Adeline y José Ramón Mélida, Diccionario de términos técnicos en Bellas Artes, Ediciones Fuente Cultural, México, 1944, p. 140. 14 Mario Camacho Carmona, Diccionario de arquitectura y urbanismo, Trillas, México, 1998, p.140. 15 Enciclopedia Universal Ilustrada Euroamericana, Espasa Calpe, Figura 4. Plataforma compuesta con gaveteras sobre la superficie. 212 Panteón San Fernando. tomo 13, Madrid, 1975, pp. 332-333. 16 Lira, op. cit., p. 118. Figura 5. Cipo pedestal de planta cuadrada. Panteón de San Figura 6. Elemento vertical en forma de cipo pilastra de planta rec- Fernando. tangular con base escalonada, cuerpo intermedio con nicho y remate mixtilíneo con roleos a los lados. Panteón Francés de la Piedad. destinadas a conservar el recuerdo de los hechos históricos.18 En el panteón las encontramos solas, como cabeceras y sobre plataformas (figura 7). Edículo. Forma típica medieval derivada de la tumba tipo templete exento y exterior; posteriormente (durante el periodo gótico) pasó a construirse en el interior de iglesias o capillas, perdiendo su autonomía inicial y acentuando su carácter escultórico. Finalmente, en el Renacimiento, se adosó a la pared, convirtiéndose en una estructura destinada a acoger esculturas y circundada por enmarcamientos arquitectónicos que determinaban una hornacina o 17 Ibid., p. 119. 18 Adeline y Mélida, op. cit., “Estela”, p. 245. 213 Se consideraron con el mismo nombre aquellos monumentos que tienen un pedestal, sobre el cual generalmente se encuentra una escultura. Hay que aclarar que en ocasiones son muy sencilos, no son exactamente cuadrados y sirven de base o sostén de una escultura u otro elemento (figura 5). Cipo pilastras. Carlos Lira considera a las pilastras monumentos de sección rectangular que tienen basa, cuerpo o fuste y capitel o moldura que hace las veces del capitel.17 Cabe señalar que hay poca diferencia entre éstos y los cipo pedestales, y se pueden confundir, por lo que nosotros llamaremos cipo pilastras a casi todos los que tengan planta rectangular (figura 6). Estela. En la Antigüedad se designaba de esta forma a los monumentos y piedras monolitas colocadas verticalmente, cuyas inscripciones estaban Figura 9. Elemento vertical en forma de edículo templete. Panteón de Dolores. Figura 10. Templete con emplomados que alberga una tumba horizontal en forma de ataúd. Monumento funerario de Amado Nervo de la Rotonda de las Personas Ilustres en el Panteón de Dolores. Figura 7. Elemento vertical tipo estela. Panteón de San Fernando. Figura 8. Elemento vertical en forma de edículo nicho. Panteón de 214 Xoco. Figura 11. Sardinel con cabecera tipo estela realizado en granito. Panteón Francés de la Piedad. 3. Elementos combinados Son aquellos monumentos que tienen un elemento horizontal y otro u otros verticales, el o los cuales generalmente están ubicados hacia la cabecera; sin embargo, hay muchos ejemplos en que el o los elementos verticales están al centro. Esos elementos presentan las mismas características de los explicados anteriormente. Se dividen en: Sardinel con cabecera. Están formados por un sardinel y un elemento vertical hacia la cabecera (figura 11). Tumba con cabecera. Están compuestas por una tumba horizontal y un elemento vertical, generalmente hacia la cabecera (figuras 12, 13 y 14). Plataforma con cabecera (figuras 15 y 16). 4. Capilla funeraria Se denomina así a los monumentos que tienen una construcción con un espacio interior. Generalmente tienen otro espacio subterráneo llamado cripta, donde hay lugar para varios cadáveres. Las que no tienen cripta fueron hechas para un solo enterramiento y la capilla se encuentra arriba de él. Hay otro tipo, que no tiene cripta, pero que bajo la capilla tiene un encortinado para dos o tres enterramientos, los cuales se introducen por la parte frontal de la capilla en donde se hace una excavación para colocar los ataúdes. Este tipo data de la primera mitad del siglo xx, 19 María de Lourdes Nicolau Benito, La Arquitectura y la Escultura del Cementerio de San Fernando en México, tesis de licenciatura, Universidad Iberoamericana, México, 1977, p. 10. 20 Camacho Carmona, op. cit., p. 259. 21 Lira, op. cit., p. 118. 215 un baldaquino.19 Es un edificio pequeño, como la reducción de un monumento o santuario pequeño que se conforma de frontón, entablamento y dos columnas o pilastras, muy comunes en las iglesias para colocar santos.20 Carlos Lira llama templetes o pórticos a las estructuras libres sostenidas por cuatro columnas. Señala que pueden ser de estilos muy variados.21 Se toma el nombre de edículo porque a veces son como hornacinas con dos columnas. Estos pueden ser: Edículo nicho. Tiene forma de nicho. Generalmente se encuentra en los monumentos que tienen elementos combinados (figura 8). Edículo templete, cuando parece templete (figuras 9). Templete. Cuando es un templete aislado, generalmente de gran tamaño (figura 10). Figura 12. Tumba escalonada con cabecera en forma de edículo templete. Rotonda de las Personas Ilustres en Panteón de Dolores. Figura 13. Tumba con cabecera en forma de cruz. La tumba con nichos en ambos lados para albergar cenizas. Panteón Francés de la Piedad. Figura 14. En el concepto de otros elementos verticales: los encontramos en forma de iglesia. Las 216 hay prefabricadas y construidas particularmente. Panteón Xoco. Figura 15. Plataforma con cabecera con cripta subterránea. Panteón de San Lorenzo Tezonco. Figura 16. Tumba horizontal compuesta con elemento vertical al centro en forma de pedestal rematado con la escultura de un águila. Panteón San Fernando. 217 ya que las capillas funerarias que no lo tienen son las más antiguas y generalmente son minicapillas, es decir, ocupan sólo un lote y tienen en el interior de la misma un pequeño altar. Las que tienen cripta son de dos tipos: las que se acceden por el interior; y las que se acceden por afuera. El sistema constructivo de las criptas es el mismo que se describió en las plataformas y, como ya se mencionó, son para familias y ocupan más de un lote. Hay ciertas excepciones en que la capilla funeraria ocupa varios lotes, pero que no tiene cripta, de lo cual se deduce que sólo fue para el enterramiento de una persona. De reciente creación, algunas capillas funerarias tienen nichos o gaveteras sobre los muros y carecen de cripta. Las de mayor antigüedad tienen muros de cantería o mármol, que están aparentes en ambos lados. Hay otras que tienen muros de tabique recubiertos de cantería o mármol o simplemente aplanados y pintados. En lo que se refiere a los techos, los hay de lámina de zinc, madera, concreto, ladrillo o combinados con mármol o cantería, y algunas están hechas a base de metal desplegado con mezcla de cemento. Muchas tienen el techo a dos aguas, otras tienen bóvedas, cúpulas o techo plano. Las que tienen armazón de metal desplegado y mezcla pueden darle la forma que sea y se recubren de cualquier material (figuras 17 y 18). Existe otro ejemplo de capillas funerarias que, curiosamente, así como en las ciudades se han construido casas en serie, lo mismo sucede en los panteones, tanto en los de élite (como el Francés de La Piedad), como en los populares (como el de San Nicolás Tolentino) (figura 19). es una retícula con paredes, pisos y techos de concreto recubiertos de mármol o cantería que forman una pequeña edificación para albergar féretros y urnas con cenizas (figuras 21 y 22). Construcción vertical aislada multifamiliar. Son construcciones masivas de varios niveles que albergan un buen número de nichos para cenizas de varias familias. Datan de la segunda mitad del siglo xx. El sistema constructivo es una retícula con paredes, pisos y techos de concreto, recubiertos de mármol o cantería que forman una edificación con nichos para urnas con cenizas (figura 23). Figura 17. Capilla funeraria de cantería. Se desplanta sobre una plataforma que presenta el acceso lateral a la cripta. Panteón Francés de la Piedad. 5. Construcción vertical aislada 218 Construcción vertical aislada unifamiliar Para gavetas (antigua). Hasta ahora solamente hemos encontrado este tipo de edificaciones en los panteones de la primera mitad del siglo xix (figura 20). Para gavetas y nichos (reciente). Consideramos que estas construcciones son de reciente creación y, aunque las hay para gavetas y nichos, creemos que en el futuro solamente se edificarán para nichos. Datan de la segunda mitad del siglo xx. El sistema constructivo Figura 18. Capilla funeraria de mármol, con acceso a cripta por la parte posterior. Panteón de Dolores. Figura 19. Capillas en serie. Panteón de San Nicolás Tolentino. Figura 20. Construcción vertical aislada unifamiliar del siglo xix para gavetas. Panteón de San Fernando. 6. Nichos en muro Nichos en muro para gavetas y restos (antiguos). Son nichos para gavetas en muro claustral, generalmente con galerías porticadas. Sólo los hemos encontrado en el Panteón de San Fernando, que data de la primera mitad del siglo xix (figura 24). Nichos en muro para cenizas (recientes). Son nichos para cenizas que se han construido en las bardas de los panteones y datan de fines del siglo xx (figura 25). Consideraciones finales 219 Podemos decir que el deseo por recordar a nuestros seres queridos ha motivado la realización de hermosas composiciones arquitectónicas y grandes cementerios o necrópolis, los cuales son importantes fuentes Figura 21. Construcción vertical aislada unifamiliar de tres niveles con espacio para gavetas y nichos. Con muros y losas de concreto y mármol de recubrimiento. Panteón Francés de la Piedad. Figura 22. Hay otro tipo de construcción vertical unifamiliar que se construye igual que las anteriores, pero son más sencillas y de menor altura. También datan del siglo xx, e inclusive se realizan en serie. Se han encontrado en el muro sur del panteón Francés de la Piedad. Figura 23. Construcción vertical aislada 220 para varias familias. Panteón Jardín. Figura 24. Nicho en muro con galerías porticadas. Panteón de San Fernando. Figura 25. Nichos barda. Panteón de San Nicolás Tolentino. Los monumentos funerarios representan una parte material de los panteones y, como señalamos en la Introducción, se pueden estudiar desde diversos ángulos. En este caso analizamos su tipología formal, la cual nos devela varios aspectos, tanto de los monumentos como de los cementerios. En lo que se refiere a los monumentos mortuorios, nos descubre su forma exterior, el tamaño de los 221 de conocimiento y elocuentes testimonios sobre nuestro pasado. Son bienes culturales que poseen valores históricos, artísticos y patrimoniales, y al mismo tiempo son escenarios donde se han efectuado y se llevan a cabo ceremonias y ritos relacionados con la muerte. Son, por lo tanto, receptores de bienes materiales que contienen bienes intangibles vinculados con la cultura, costumbres y tradiciones populares. 222 lotes, su sistema constructivo, su antigüedad, los materiales con que fueron fabricados, si fueron realizados con un proyecto definido, y su valor económico, entre otros. También nos devela aspectos intangibles como los cambios de la ideología de las personas. Los monumentos que representan un mayor costo son las capillas funerarias y las plataformas porque la mayoría de ellas tienen bóvedas subterráneas y ocupan más de un lote. En casi todos los panteones, la mayoría de los monumentos son tumbas horizontales y tumbas con cabecera, las cuales, en general, tienen un menor valor económico comparado con las capillas, sin contar las que son de un autor reconocido o tienen esculturas de calidad. Realizado el análisis, nos percatamos de las tipologías que han caído en desuso, así como las nuevas que se han ido incorporando. Entre las que ya no se construyen encontramos las tumbas horizontales sencillas y compuestas que tienen gavetas sobre la superficie y con portadas en su frente enmarcadas por pilastras, con frontones, tapas a dos aguas, etc. Tampoco se edifican construcciones verticales aisladas antiguas para gavetas, plataformas con gavetas sobre la superficie ni nichos en los muros de los cementerios tradicionales para albergar gavetas. De las nuevas tipologías tenemos que ahora se construyen nichos para cenizas tanto en las cabeceras, como en las tumbas horizontales. Asimismo, las construcciones verticales aisladas de reciente creación que tienen espacio para gavetas pronto solamente tendrán espacios para nichos y hay capillas funerarias que solamente tienen nichos para cenizas. Es probable que a la larga, las capillas con cripta con espacio para gavetas se dividan en nichos. Lo anterior nos muestra que hay un cambio en la mentalidad de las personas, ya que ahora la mayoría prefiere la incineración por diferentes razones. Consideramos que, de acuerdo con los diferentes tipos, podemos determinar las diversas zonas de los cementerios y, conociendo las tipologías formales de cada uno, nos podremos dar cuenta de la clase socioeconómica que los utilizan. Ciertos tipos, como las capillas funerarias, las plataformas y las construcciones verticales aisladas nuevas, no son muy comunes en la mayoría de los cementerios de la Ciudad de México, de hecho en los panteones populares casi no existen ejemplos de éstos; en cambio, en aquellos en donde hay mayor número de ellas sucede lo contrario, son panteones de élite, de gente con gran poder económico. Antes de concluir, señalaremos que este estudio nos ayudó a identificar la variedad de la tipología morfológica que tienen los monumentos funerarios de los panteones de nuestra ciudad, así como nos permitió comprender que uno de sus valores radica precisamente en esa riqueza tipológica. Finalizaremos apuntando que este análisis nos sirvió para conocer una parte de los monumentos mortuorios, lo cual sin duda ayudará a una comprensión más general de ellos; sin embargo, debemos hacer énfasis en que para tener un conocimiento completo se deben hacer todas las lecturas tanto del cementerio, como de sus monumentos funerarios. Bibliografía ______, El Panteón Francés de la Piedad como documento histórico: una visión urbano arquitectónica, tesis doctoral, unam, Adeline, J. y José Ramón Mélida, Diccionario de términos técnicos en Bellas Artes, Ediciones Fuente Cultural, México, 1944. Camacho Carmona, Mario, Diccionario de arquitectura y urbanismo, Trillas, México, 1998. De la Fuente, Beatriz (coord.), Coloquio Internacional de Historia del Arte, 2 tomos, Instituto de Investigaciones Estéticas-unam, México, 1987. Doporto, Luis (coord.), Diccionario Enciclopédico uteha, Talleres “La Carpeta”, México, 1950. 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