Los vientos y las precipitaciones Los anticiclones son centros de alta presión que emiten vientos. Los anticiclones que influyen en el territorio argentino son el del Atlántico Sur, que afecta el centro y el norte del país, hasta el río Colorado, y el anticiclón del Pacífico Sur, que afecta la Patagonia. A través de ellos llega al continente la humedad desde los océanos, que luego precipita. Por eso, cerca de las costas hay más precipitaciones. En verano, el norte argentino se calienta y sobre él se forma un centro de baja presión llamado "ciclón chaqueño". Este ciclón, que funciona como un centro receptor de masas de aire, atrae vientos húmedos del Atlántico, que condensan y generan más precipitaciones. Por el contrario, en invierno, se forma un centro de alta presión. Este centro está ubicado en el continente y emite vientos secos que dificultan la llegada de la humedad proveniente del océano. Por eso, su presencia genera una estación seca. Los vientos del océano Pacífico no influyen en el norte, debido a la barrera que ejercen los Andes. Debajo de los 40° de latitud Sur, donde las montañas son más bajas y tienen valles, la humedad logra pasar y, en consecuencia, llueve solamente en la zona cordillerana. Por eso, la lluvia no alcanza la zona de mesetas y predomina la aridez. Estos rasgos áridos se acentúan, ya que la corriente fría de Malvinas proveniente del océano Atlántico hace que los vientos húmedos que llegarían al continente precipiten en el mar. Los tipos de clima En el norte de la Argentina, predominan los climas cálidos que se clasifican en subtropicales con estación seca, sin estación seca y de sierras. El clima cálido subtropical sin estación seca se encuentra en Misiones, en el norte correntino y en el este de Chaco y Formosa, donde el anticiclón del Atlántico es más influyente por su cercanía. El cálido subtropical con estación seca sólo presenta lluvias en verano y se localiza en el centro y el oeste de la llanura chaqueña. El clima cálido subtropical serrano se localiza en la base de las sierras Subandinas. El clima templado se encuentra sobre la llanura pampeana. Por su latitud, las temperaturas se diferencian marcadamente entre las estaciones de verano e invierno. Los vientos del océano Atlántico aportan humedad constante, ya que no encuentran obstáculos. Hacia el oeste, las precipitaciones disminuyen y se incrementa la continentalidad, es decir, las diferencias de temperaturas entre el día y la noche. Los climas áridos se clasifican en áridos de alta montaña, de sierras y campos, de estepa y árido frío. Se encuentran en la Puna, en toda la región cordillerana hasta el centro de Neuquén, en la región de las sierras Pampeanas (laderas occidentales), en el suroeste pampeano, en las provincias de Mendoza y San Juan, y en la Patagonia. Poseen escasas precipitaciones y son cálidos al norte y fríos al sur. Estos climas conforman una "diagonal árida" que atraviesa el país. En el norte, la aridez se debe a que los Andes bloquean la llegada de los vientos del oeste y las sierras Pampeanas bloquean los vientos del este. En el sur, los vientos del océano Atlántico no influyen y los del Pacífico descargan su humedad en la cordillera. Las variedades del clima frío en la Argentina son dos: húmedo y nival. Su presencia se explica por la latitud y por la altura del relieve. El frío húmedo se encuentra en las laderas orientales de los Andes Patagónicos, desde el centro de Neuquén hasta Tierra del Fuego. En esta zona, se encuentran los bosques patagónicos. El frío nival corresponde a la Antártida y a las altas cumbres, en la cordillera. Extraído de Longseller 9º, Ciencias Sociales, página 87 y 88, 2003.