CITIUS, ALTIUS, FORTIUS (APERTURA DEL CURSO 08/09) Son tres adjetivos comparativos latinos que significan, MÁS RÁPIDO, MÁS ALTO, MÁS FUERTE, y constituyen el ideal de comportamiento de los atletas en las olimpiadas. Este año ha sido un año olímpico. Cientos de atletas han mostrado al mundo el resultado de su continuo trabajo y esfuerzo, de sus muchas privaciones y sacrificios y de su férrea voluntad de superación. Las olimpiadas son cada cuatro años; la ESO son cuatro años. Hemos comenzado el curso. Precisamente, “curso” en latín significa “carrera”. Por tanto, comparar la ESO con las olimpiadas y el curso con una carrera, nos viene como anillo al dedo. Comencemos con la adaptación de una fábula de ESOPO Había una orgullosa liebre que alardeaba de su velocidad y se reía machaconamente de la lentitud de la tortuga. Cierto día la tortuga se atrevió a retar a la liebre en una carrera. La liebre aceptó este descabellado reto. Salió, la liebre, veloz como el viento pero, segura de su rapidez y viendo la gran ventaja que llevaba, se tumbó bajo un árbol a descansar…, y pronto se quedó dormida. Mientras tanto, la tortuga iba despacio, pasito a pasito, pero sin parar, hasta llegar la primera a la meta. La historia termina aquí, pero podría no terminar aquí: La liebre reflexiona sobre su exceso de confianza, reconoce sus errores, desafió de nuevo a la tortuga y su victoria fue contundente. Podría terminar aquí la historia, pero tampoco termina. Desesperada la tortuga por su derrota, reflexionaba cómo podría ganarle a la liebre. Desafió la tortuga a la liebre, proponiéndole un nuevo itinerario. La liebre aceptó encantada, comenzando la carrera a toda velocidad, pero al rato, se encontró con un gran río. Mientras pensaba qué hacer, pues no sabía nadar, llegó la tortuga, nadó hasta la otra orilla, siguió su paso y llegó la primera. Aquí podría terminar la historia, mas creo que falta otra carrera La liebre y la tortuga se hicieron grandes amigas, cada una reconoció las cualidades de la otra y decidieron hacer una última carrera compitiendo en equipo. Hasta llegar al río la liebre cargó sobre sus lomos a la tortuga; atravesaron el río nadando la tortuga y sobre su caparazón la liebre, y realizaron el último trayecto como comenzó la carrera, alcanzado la meta en un tiempo récord. Cada una de estas carreras tiene su moraleja, su enseñanza. Yo me voy a referir a la primera y a la última. La primera carrera la gana la tortuga gracias al esfuerzo continuo. En nuestro nuevo curso, nuestra carrera, llegaremos al final, conseguiremos nuestros objetivos si somos constantes en la tarea diaria, si somos capaces de sacar las fuerzas que llevamos dentro para superar las dificultades que amenacen nuestro entusiasmo. No olvidéis que para conseguir grandes metas hace falta mucha voluntad, un constante trabajo y muchas privaciones y sacrificios. Los mediocres quedan satisfechos a la primera, con cualquier cosa, sin tratar de dar alcance a metas más altas. Sea nuestro lema este año CITIUS, ALTIUS, FORTIUS. Más rápido, más alto, más fuerte. Es nuestro espíritu de superación. En la última carrera, liebre y tortuga, dejaron de ser rivales, y trabajando en equipo batieron el récord de la carrera. En nuestra carrera, en nuestro curso, no competimos contra un rival. Los compañeros que están sentados a tu lado no son tus rivales, tampoco son tus rivales los educadores que caminan contigo, ni tus padres que te mandan a este colegio. Alumnos, padres y profesores tenemos el mismo objetivo; y alumnos, padres y educadores tenemos que trabajar en equipo potenciando cada uno sus habilidades y recursos, complementando capacidades y subsanando defectos para que tú, cada uno de ustedes, sean “el más rápido, el más alto, el más fuerte”, en definitiva, que cada uno de vosotros lleguéis a ser “una gran persona”, “honrados ciudadanos y buenos cristianos” en la olimpiada de la vida. Durante este año, en nuestra particular olimpiada y carrera, no olvidemos nuestras dos líneas maestras: “Constancia en nuestra tarea diaria (espíritu de superación) y en nuestro trabajo somos un equipo.” José Plata Asensio Triana, octubre 2008