una otra mirada hacia el patrimonio

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UNA OTRA MIRADA HACIA EL
PATRIMONIO:
LA PERCEPCIÓN COMO UNA FORMA DE
APROPIACIÓN DE LOS LUGARES
Berna Valentina Bruit Valderrama, Brasil
Melissa Ramos da Silva Oliveira, Brasil
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2
INTRODUCCIÓN
La visión del patrimonio cultural se construye tanto por la subjetividad de las percepciones
individuales cuanto por la objetividad de la ciudad construida por los hombres. Una mirada
hacia el patrimonio no es una tarea fácil de ser descrita considerando que existen infinitas
cosas y formas de comunicación que pueden ser percibidas además de lo que los ojos
pueden ver, los oídos pueden oír y las manos pueden tocar. Son tantas percepciones y
sensaciones posibles que no son fáciles entender cuáles son las atribuciones del sentido
señaladas en esa gran arena de concreto donde estamos inseridos. O sea, no se hace la
lectura del patrimonio solo por su materialidad. La comprensión de lo material solo ocurre
con la atribución de sentido, que por sí solo corresponde a una inmaterialidad, un proceso
subjetivo. Así, una ciudad no se construye solo por sus calles, edificaciones, monumentos,
ríos y otras materialidades presentes en el espacio. Las personas que viven en ese espacio
son elementos constituyentes que determinan las características de la ciudad, puesto que
actúan tanto en la producción del espacio cuanto en su percepción. De esta manera entre
lo material y lo inmaterial lo más importante es tener en cuenta que las relaciones
espaciales se establecen más con los significados y símbolos que con las formas concretas
del paisaje.
Así, puesto que el patrimonio se constituye como una forma significativa en la
configuración del paisaje material y cultural el sentido de su permanencia pasa
necesariamente por la comprensión de los valores perceptivos que encierra.
Este trabajo se propone a mostrar un otro sentido atribuido al centro de la ciudad de
Campinas y su patrimonio cultural, evidenciado a partir de la percepción y de la
apropiación de la población en relación a ese centro. Busca identificar lo que las personas
valoran y perciben como significantes en la configuración del lugar y en la constitución de la
memoria urbana versus lo que el planeamiento urbano desea preservar y lo que el Estado
1
Profesora del Curso de Diseño y Diseño de Interiores de la Faculdade de Administração e Artes de Limeira (FAAL),
Limeira/SP. Doctora en Arquitectura y Urbanismo por FAU-USP/SP. Arquitecta formada por PUC-Campinas/SP. Brasil.
2
Coordinadora y profesora de los cursos de Arquitectura y Urbanismo y Decoración y Diseño del Centro Universitário
Nossa Senhora do Patrocínio (CEUNSP), Salto/SP. Alumna de doctorado del Curso de Geografía de la UNICAMP. Maestro
en geografía por la UNICAMP. Especialista en patrimonio histórico – teoría e proyecto por la PUC Campinas. Arquitecta
pela UNESP/Bauru. Brasil.
prioriza en las acciones de planeamiento. O sea, es una aproximación entre lo teórico y lo
práctico, entre lo cotidiano y las normas.
La percepción como una forma de apropiación de los lugares
Los elementos de la ciudad ejercen sobre los ciudadanos impactos emocionales distintos.
De esta forma, cada persona percibe el espacio de una manera diferenciada atribuyéndole
significados singulares. Cullen (1983) destaca que “la visión tiene el poder de invocar
nuestras reminiscencias y experiencias con todo su corolario de emociones”. Todavía, Cullen
(1983) destaca que caso esas emociones no se revelen es porque la ciudad pasa
desapercibida, o sea, ella es “una ciudad sin características y amorfa”. Lynch (1997) apunta
que la imagen “es producto tanto de la sensación inmediata cuanto del recuerdo de las
imágenes pasadas”. De esta manera, el significado de la ciudad no comprende solamente
un significado formal, estético o funcional, mas también agrega el significado que los
individuos anexan a los lugares a partir de las formas de percepción, identificación y
apropiación social. Trátase de una delicada relación que oscila entre la objetividad de los
lugares y la subjetividad de los individuos que permite visualizar los subtextos simbólicos
que construyen el paisaje y el sentido de los lugares. La percepción de la ciudad y sus
imágenes, de esta forma contribuyen para el sentido de pertenecer a un determinado
espacio transformándolo en un lugar cuyas familiaridades dan sentido a la vida social
cotidiana además de sumarse al tejido del paisaje y a la construcción de la memoria
colectiva.
Kevin Lynch (1997) tratando de la imagen de la ciudad afirma que parece existir una
imagen pública de cualquier ciudad que se constituye a partir de la sobreposición de
muchas imágenes individuales. O quizás exista una serie de imágenes públicas cada cual
creada a partir de un grupo significativo de ciudadanos.
La existencia de imágenes públicas revela las formas de apropiación espacial y
denotan la dialéctica entre la idea de espacio y lugar que expresa, como apunta Ferrara
(1997) “la transformación de un determinado ambiente urbano que bajo el impacto
perceptivo del usuario – atención, observación y comparación – abandona la
homogeneidad que lo hace ilegible y transformase en lugar, ambiente de percepción y
lectura, una fuente de informaciones urbanas”. En la escala macro de la ciudad, las
imágenes públicas asociadas a la idea de lugar transforman los fragmentos urbanos en
lugares significativos cuya contextualización supera los aspectos exclusivamente físicos,
formales y funcionales e incluyen la imagen perceptiva de los individuos a través de un
juicio de valor sobre la ciudad. Sobre esto, Ferrara (1997) afirma que ese juicio de valor
supone la lectura y la interpretación del fragmento urbano seleccionado a partir de la
dominante estructural escogida para nortear la lectura.
Inserir el patrimonio cultural en la dinámica urbana actual significa, dentro de otras
cosas comprender las relaciones que legitiman este patrimonio y que permiten una lectura
del espacio vivido que además de sus características históricas y económicas agrega los
registros perceptivos de los individuos que congregan con esos espacios y edificios. Por lo
tanto la permanencia del patrimonio cultural está íntimamente relacionada con el
significado y uso atribuido a los lugares. Operan como elementos contextuales y de
cualificación generando la identificación social, económica y cultural de los diferentes
lugares urbanos y del proprio patrimonio.
Trátase de una lectura que más allá de sus aspectos materiales y seriales de la
composición del paisaje incorpora la idea de una construcción y configuración de la ciudad
y de sus artefactos a través de la imagen corporificada en los mapas mentales de los
individuos. Los mapas mentales son la representación da la ciudad y la representación de la
propia percepción que presupone la integración de los datos concretos, de los sentidos y
de las emociones en una lectura que no excluye las otras formas de análisis (la histórica, la
económica y etc.), más bien las mezcla permitiendo visualizar la congregación de
elementos en la construcción del significado. Es la asociación de lo material con lo
inmaterial, o sea, de lo concreto con lo percibido, de lo aprendido con lo vivido, de lo
teórico con lo práctico.
En la perspectiva del patrimonio cultural, en especial en el plan de los edificios y sitios
históricos la conjugación del tiempo histórico, del contexto socio-cultural al que pertenecen
y de la memoria colectiva asociada a la percepción ambiental puede dimensionar el valor
de ese patrimonio permitiendo visualizar la dimensión antropológica contenida. Tal
conjugación permite cualificar el patrimonio en términos de signos del lugar y valorar su
permanencia espacial en la cultura social.
El centro de Campinas: una mirada histórica sobre su diseño y
configuración
Campinas ubicase en un punto estratégico del Oeste Paulista y desde muy temprano se
caracterizó por su centralidad sobre una amplia y rica región del Estado de São Paulo. Este
perfil permitió la convergencia, primero de los ferrocarriles y posteriormente de las
autopistas reforzando su papel de polo sobre una vasta área territorial.
En el siglo XVIII, cuando Campinas todavía era la Vila de São Carlos o la Vila del Azúcar
no era posible reconocer un centro urbano delimitado por una morfología específica o por
actividades y funciones típicas porque no existía una vida urbana consolidada. Entretanto
ya se encontraban constituidos los elementos que, más tarde, vendrían a conformar la
estructura base del centro urbano de la ciudad: la malla viaria ortogonal y las tres plazas
centrales. En 1842 la villa es elevada a la categoría de ciudad retomando desde entonces el
nombre de Campinas. Al final del siglo XIX el cultivo del café y su desarrollo asignaron la
necesidad de constituirse una base urbana capaz de soportar toda la logística y la infra –
estructura volcada a este cultivo.
Del punto de vista del paisaje, la incorporación de elementos de carácter urbano -los
tranvías a tracción animal, la iluminación pública a gas, los edificios con nuevas funciones y
tipologías- no substituyeron aquellos de cuño religioso. El nuevo conjunto de elementos se
introdujo en el tejido de la ciudad representando una idiosincrasia más urbana
concurriendo o yuxtaponiéndose a los símbolos ya consagrados. Al término del siglo XIX
son dos los patrimonios que diseñan la ciudad y se legitiman en el imaginario colectivo: los
campanarios de las iglesias y la torre del reloj de la estación de ferrocarriles. Con la
configuración de la ciudad del café se disponen los elementos urbanos que posteriormente
van a permitir identificar un centro geográficamente delimitado con características y
funciones especificas.
La influencia de estos patrimonios como instrumentos de urbanización de la ciudad y
como referencias físicas y simbólicas declinó frente al proceso de industrialización y de
urbanización consolidados en el siglo XX. Como apunta Reis Filho (1995) hasta la década del
30 las mayores transformaciones urbanas se relacionaron a las variaciones provocadas en
los esquemas entre la arquitectura residencial y el lote. Sin embargo, los edificios
comerciales del área central conservaron la implantación y muchas de las características de
las residencias coloniales.
No obstante, las tres primeras décadas del siglo XX fueron responsables por
transformaciones sociales y económicas que comprometieron la estructura urbana
consolidada. La urgencia en atender las exigencias del capital industrial, la crisis de 1929
con la derroca del café, el crecimiento de la población y la urbanización colocaran en pauta
la necesidad de un control de los procesos de expansión y desarrollo urbano. La respuesta a
esta situación fue la elaboración de un plan urbanístico para Campinas. Presentado en
1938, el Plano de Melhoramentos Urbanos, de responsabilidad del ingeniero Francisco
Prestes Maia, fue implantado a lo largo de veinte cuatro años alterando en especial la
morfología y el papel del centro de la ciudad.
El eje cen tral: Una mirada de la Ca tedral hac ia la E sta ción de Fe rroc arriles
La ubicación de la Estación de Ferrocarriles (1872) configuró un nuevo eje central de la
ciudad delimitado en una de sus extremidades por la propia estación y en la otra
extremidad por el conjunto plaza – catedral (1807-1883)3. La estación atrajo el
prolongamiento del área comercial para su entorno ampliando las actividades comerciales
que ya ocupaban los entornos de las tres plazas centrales.
La posición de las tres plazas centrales consolidaron la tendencia de ocupación nortesur, eje pre urbano consolidado por el camino de los Guayases – antigua ruta en dirección
a los yacimientos de oro hacia el interior del Brasil. El tramo correspondiente a la
Companhia Paulista de Estradas de Ferro inauguró un nuevo corredor de expansión urbana
sirviendo de espina dorsal al crecimiento la ciudad en sentido este-oeste. Al término del
siglo XIX los dos ejes principales de expansión urbana estaban configurados y legitimados
en el espacio de la ciudad. El eje catedral – estación reproduce en el centro la dirección
este-oeste del macro espacio urbano y reproduce, también la vocación popular de la
porción este de Campinas hasta los días actuales.
La implantación del Plano de Melhoramentos Urbanos significó para el centro de
Campinas una transformación estética considerable y un refuerzo notable en su papel
cívico. En 1936 la plaza de la Catedral fue remodelada. En 1939, fue ensanchado el tramo
inicial de la calle Conceição que desemboca en frente a la plaza de la Catedral. En 1941 se
inicio el ensanche de la avenida Francisco Glicerio, principal arteria viaria del centro en
sentido norte-sur y paralela a la plaza de la catedral. Al lado derecho de la catedral fue
construido el hotel Terminus (1943), como recomendado por las directrices del plan
(BADARÓ, 2002). El plan reflejo el pensamiento urbano de la época fundamentado en los
valores universales de la era industrial y incorporando a la ciudad nuevos paradigmas con
los cuales fue posible proponer y organizar el espacio urbano. La idea de modernidad
contenida en el plan promovió la aplicación de una nueva ordenación espacial y de un
nuevo lenguaje urbano expresado en la renovación estética y del sistema viario
redefiniendo en especial en concepto de espacio público moldado desde entonces por el
vehículo a motor que pasó a definir en tejido urbano.
3
El Complejo Ferroviário Central da FEPASA en Campinas fue tombado por el CONDEPACC en el proceso de
tombamento n° 004/89 e resolución n° 004/90 em 27 de noviembre de 1990 e por el CONDEPHAAT en processo de
tombamento n° 20682/78 e resolução n° 09 de 15 de abril de 1982.
La "Matriz Nueva", actual Catedral Metropolitana, fue tombada por el CONDEPHAAT en 1981 e por el CONDEPACC en
1988.
A partir de los años 40 los patrimonios consolidados hasta el inicio del siglo XX fueron
suplantados por los nuevos paradigmas de la vida moderna. Los espacios sagrados dieron
lugar a los espacios más mundanos. Los símbolos del café dieron lugar al automóvil. La
horizontalidad del paisaje dio lugar a lo vertical y los campanarios de las iglesias dieron
lugar a los edificios en altura.
La percepción del espacio central actual: los
mapas mentales
Figura 1.1 – Usuario, sexo masculino, 51 años,
prestador de servicios, + de 10 salario mínimo
Figura 1.2 – Fernando, 29 años, publicitário. 03 a 05
salario mínimo
Figura 1.3 – Rafael, 17 años, auxiliar administrativo,
05 a 10 salario mínimo.
Presentamos a seguir parte de los resultados de una pesquisa
fundamentada en la percepción de los usuarios y vivientes del centro
histórico de Campinas. Fueron aplicados 266 cuestionarios a lo largo de
todo el perímetro que delimita el centro de Campinas y que engloba el
centro histórico de la ciudad. En la primera parte del cuestionario
fueran hechas preguntas cerradas para establecer la caracterización
física y social de los entrevistados: sexo, edad, renta y profesión. La
segunda parte, engloba un dibujo sobre el centro de Campinas, a lo cual
el entrevistado tenía que responder a la siguiente afirmación: “dibuje lo
que es el centro para usted”. La tabulación de los dibujos exigió una
metodología específica. Como no existían clases preestablecidas
realizamos una lectura preliminar, en la cual listamos los contenidos
presentes en cada uno de los dibujo. Después esos contenidos fueron
agrupados por clases genéricas como consumo, diversidad, Calle Treze
de Maio, Avenida Francisco Glicério, embotellamiento, multitud,
violencia, centralidad, entre otros. Así, el análisis de los resultados se
basó en esas categorías escogidas. A partir de esas categorías fue
posible identificar la imagen del lugar con énfasis en la lectura que los
individuos hacen del espacio público, de los símbolos que representan
el paisaje contemporáneo del centro y de la percepción sobre el
patrimonio histórico del lugar. El objetivo de este análisis es identificar
las imágenes públicas y la memoria colectiva como instrumentos de
evaluación del patrimonio histórico en la medida que a partir de los
mapas mentales es posible identificar la relación que los individuos
establecen con el espacio, las referencias físicas y simbólicas que
construyen la idea de paisaje, ciudad y vida cotidiana.
Datos retirados de la pesquisa campo de Melissa Ramos da Silva
Oliveira.
La Avenida Francisco Glicério, además de ser mencionada inúmeras
veces en las respuestas aparece con gran destaque en los dibujos
evidenciando que esta avenida no es solamente una importante arteria
viaria, más bien representa un marco referencial significativo de la
ciudad. Las figuras 1.1, 1.2, 1.3 revelan diversos aspectos de esta
avenida.
La figura 1.1 muestra la avenida repleta de automóviles y abajo del
dibujo la frase “muito congestionado” evidenciando el problema de
transito existente en esta región. En el dibujo de la vía aparece la
senda peatonal situada en frente a la catedral y a la calle Treze de Maio
(paseo comercial) marcando la entrada de los peatones en el paseo. En la parte superior
está representado el sky line de la avenida delineado por una secuencia de edificios altos,
característicos de esta región. La torre de la Catedral, un marco en el paisaje del centro
parece perderse en el enmarañado de edificios.
La figura 1.2 muestra la misma avenida en perspectiva destacando al
lado derecho la plaza y la Catedral con sus torres. La figura 1.3 evidencia
la cuadra donde se ubica la Catedral delimitada por las calles Treze de
Maio, Costa Aguiar e por la Avenida Francisco Glicério. La calle Treze de
Maio es representada por una multitud y por el espacio reservado a las
tiendas (el autor escribe la palabra lojas) mientras la avenida Francisco
Glicério remete a la idea de embotellamiento debido a la cantidad de
autos dibujados. La Catedral aparece dibujada con sus torres frontales y
la plaza resalta el espacio público utilizado diariamente por las personas.
Figura 1.4 – José, 46 años, portero, 01 a 03 salario
mínimo
La figura 1.4 muestra una simbiosis entre la verticalidad marcada por el
sky line de edificios altos y la horizontalidad de la calle que corta el
dibujo. Esa calle remete a la Treze de Maio por la representación de las
personas caminando sobre el paseo con exclusividad. La calle que corta
perpendicularmente el dibujo, al final de la vía peatonal seria la Avenida
Francisco Glicério representada con la presencia de inúmeros
automóviles. Los edificios altos son dibujados con la misma altura de la
torre de la Catedral evidenciando la perdida de destaque de este marco
simbólico y físico en el paisaje urbano. Sin embargo el tamaño de la
Catedral parece desproporcional al tamaño de los edificios. Es como si
hubiera una disputa de lugar en el paisaje urbano.
La figura 1.5 muestra el cruce de las calles Treze de Maio y José Paulino.
La primera un importante eje de circulación peatonal, y la segunda un
Figura 1.5 - Suelen, 25 años, perito mercantil, 05 a 10
importante eje de circulación de automóviles enfatizando la importancia
salario mínimo
de esas vías como lugares de pasaje y como lugares del consumo. En la
figura 1.6 también aparece el cruce de esas calles, sin embargo en este
dibujo el consumo y la circulación de peatones son más evidenciados. La
representación calle-peatones –tiendas destaca la calle Treze de Maio
como importante lugar del consumo. La Avenida Francisco Glicerio
aparece representada por la senda peatonal que permite el cruce de las
personas.
La amuestra destacada permite visualizar algunas de las imágenes
significativas que representan el centro y el eje Catedral – Estación de
Ferrocarriles. Sin duda la Catedral, patrimonio histórico de la ciudad
convive en el imaginario social, pero la Estación de ferrocarriles no
aparece como la extremidad opuesta del eje a pesar de su importancia
Figura 1.6 -- Rita, 34 años, dependiente, + 10 salario
mínimo
histórica y de constituirse, también en un patrimonio histórico. El eje
aparece cortado. Las relaciones espaciales reveladas en los dibujos
muestran el establecimiento de relaciones más allá de la forma. Revelan
el consumo, lo repleto, la circulación, el movimiento como símbolos de la
vida contemporánea y de la idea de lugar.
BIBLIOGRÁFIA
BADARÓ, Ricardo de Souza. Campinas: o despontar da modernidade. Campinas: Centro de
Memória/UNICAMP, 1996. (Coleção Campiniana, n. 7).
______. O Plano de Melhoramentos Urbanos de Campinas 1934-1962. Dissertação (Mestrado em
Arquitetura e Urbanismo), Faculdade de Arquitetura e Urbanismo da Universidade de São Paulo, São
Paulo, 2002.
CULLEN, Gordon. Paisagem Urbana. Lisboa: Edições 70, 1983. (Coleção Arquitetura e Urbanismo).
FERRARA, Lucrécia. Leitura sem palavras. São Paulo: Editora Ática, 1997 (Série Princípios)
LEFEBVRE, Henri. La production de l’espace. 15 ed. Paris: Anthropos, 1974.
LYNCH, KEVIN. A imagem da cidade. São Paulo: Martins Fontes, 1987.
REIS FILHO, Nestor Goulart. Quadro da Arquitetura no Brasil, São Paulo, Editora Perspectiva 1995.
VALDERRAMA, Berna Bruit. Instâncias e Tamanhos do Espaço: Estudo de projeto do centro de Campinas,
proposta e crítica. Tese (Doutorado em Arquitetura e Urbanismo), Faculdade de Arquitetura e Urbanismo,
Universidade de São Paulo, São Paulo, 2002.
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