Revista Mexicana de Física 31 No. 3 (1985) 447.463 congreso 447 filosofía EL VACIO y LOS ATOMOS SEGUN LUCRECIO Rubén Bonifaz Nuño Instituto de Investigaciones Filol6gicas, 10° Piso, Torre de Humanidades UNAM II México 04510. D.F. Lucrecio vivi6 en Roma, durante para nosotros de Epicuro, construye tarea J el primero antes de Cristo. tanto en la física el último siglo de la República; Fue seguidor de las doctrinas cano en la ética. De acuerdo con ellas, su poema Ve ta »atuAa de la6 eO~a6.donde emprende y canSIna la de explicar al hombre y el mtUldo, en su soledad y en sus relaciones. El poema. como conjtmto, avanza en orden perfecto, encueot ran su exacto lugar lo mínimo y lo i 1i.mitado, mas y el camino de los astros; impulso infalible: esa rectitud en el cual la ca Ída de los át~ avanza así !-acia su objeto. guiado por tul que define en su csencirl las manifesta- 448 ciones del espfritu de Roma. Compuesto tres peldaños por seis libros, podría c~pararsc El inicial, que da base a los siguientes, 1 y 11; allí se descubre la enormidad sin bordes: la materia y el espacio, la infinitud de los átomos versales- en sus figuras, nes incesantes; y que llc\'ará con una escala de ascendentes: choques, la dcstrucci6n los libros el vacío y el cuerpo, movimientos, del universo, canprende disgregaciones, se complementan creaci£ la rcnovaci6n que la seguirá a otra ruina y a un nuevo renacimiento, en perpetua Y en esa sucesi6n m6vil y sin tregua que es nuestro inagotable. vida y muerte uni -los principios sucesi6n mundo, y al ser explicadas en la máxima plenitud, se hacen al punto comprensibles. De ese ingente peldaño libros 111 y IV. básico, vida humana que, por la ignorancia, gracia. Pero el conocimiento la desdicha, apoderarse recordar crece el segundo, Ahora tiene su sitio la existencia constituye también es empantanada demuestra y sentir, padecer que la muerte, aniquilando los la y la de~ fuente del miedo y dado que ha de así su facultad de o gozarse. A4Uí se analizan cial y principalmente en el espanto en verdad el mayor de los bienes, del alma del hombre, que forman de los hombres: también los sentidos y las pasiones, en espe- el amor, raíz única de dos tallos: el placer supre mo y el mayor sufrimiento, y, así mismo, causa de la propagaci6n de las especies. Los dos peldaños así edificados, do en el tercero y último. Establecidos culminaci6n y sentl las estrellas, el sol, encuentran el ciclo, la luna, conoce el hombre su 5mbito universal, y de acuerdo con él se ol' dena, y con él se relaciona. Se expone, cimiento, de esta suertc, las criaturas cerno éste, que engendra, la historia delicia de la existencia, se ablanda y ar.~ay se clviliza; las diversas artes. Con todo eso, el hombre y el mlmdo sufren la malignidad las de la tierra y el ciclo, manifestadas enfen:lcdadcs: de volcanes, trombas, en las epidemias inWldacioncs; su n~ entre ellas el hombre, y el modo obedeciendo sus disposiciones, crea finalmente, de nucstro mWldo, de las en rayos, furia las del hombre, de manera ejemplar, que pudren el aire y convierten la viJi..! en rabiosa y 449 humillante abyecci6n. Ese es el poema, con SQ~ tres universales peldaños. Por sobre todo él, venciendo las oscuras corrientes de la pasi6n, se enciende el de la raz6n que todo lo explica, que 10 justifica todo, todo lo prestigio aclara, da fundamento quilidad. En este trabajo ro, a las nociones habré de referirme Pero la palabra pios, cuerpos genitales, no se encuentra cuerpos, ni una sola vez en el po.£. de muy diferentes semillas, figuras, en materia, Lucrecio principio en su afán de experimentar da.'I en las cosas naturales: Lucrecio. nidas, privativas por los antiguos básl jonios, "Nada surge de la na escribe de semilla, y todo po- ccmunes,/ Y añade: en tiempos sin principios Estas para las palabras, surgir cosa alguna" de la tierra, dice: de cosas/ establecidos. bien defisemi- "Así que hay, para muchas cosas, muchos como vemos que elementos del cultivo hay principios se crean a partir de semillas de cada especie, más bien que pueda fecundas/ nada requeriría las cosas llas son los 5tcmos. hablando ya conocido de todo. En realidad, cuerpos Evito, átomo, por fidelidad se crea de nada por acto divino", Si tal cosa ocurriera, dría crecer princi- expone uno de los principios cos de la física epicúrea, "Nunca cosa alguna maneras: etcétera. partes de su texto, el nombre de Entrando prim~ es sabido por todos, se funda en el ato- "5tomo" ma de lllcrecio; él llama a los átomos pues, al transcribir al original. 5610 al sustentamiento en los libros 1 y 11 del poema. expuestas La física de Epicuro, mismo. la paz del ~nimo y la feliz tran a todo, convocando y que nosotros, "Es evidente volteando y el suelo de la tierra ablandando, estima,/ (1, 196-198). Y que en las tierras con arados las glebas a sus ortos llamamos" (1, principio fundamental: 210-212). Expone Lucrecio "Nada vuelve a la nada enseguida el segundo ll • Pues escribe: nuevo/ disuelve natura, algo fuera mortal "A esto añade que a cada uno en sus cuerpos y no destntye en todas juntas hasta la nada las cosas./ sus partes,/ toda cosa, arrancada de Pues si a los 450 ojos de repente, muriera" (1,215-218). Las cosas, pues, cuando sufren el encuentro pueden ser disueltas y la naturaleza hasta sus átomos, ra, y fuerzas, pero éstos están libres de muerte, hace nuevas cosas con ellos: todas las cosas que hacerlo parecen,/ de ciertas "No así, del todo perecen pues que algo de algo rehace natu- no sufre que cosal alguna se engendre sino por la muerte ajena a~ dada" (1, 262-264). fla ucmostraJo, pues, Lucrecio, y que nada puede ser aniquilado. solverse hasta sus titamos. que nada puede crearse Todo nace de los átomos, de nada, todo puede di Estos son los primeros principios de toJo. Ahora va a probar su existencia. Alguien ojos. puede dudar de ellos porque no son perceptibles Pero existen sus acciones, sin duda cuerpos son semejantes invisibles, a los ríos visibles; también el calor, el frío, el sonido, y, sin embargo, los olores, dar de su existencia: son cuerpos, Las cosas se desgastan Concluye: nadie puede du- ciegos, los perciben. almquc nadie pueda ver son partes ciegas, "Con cuerpos que, en son invisibles puesto que los sentidos con el contacto, las pa~tcs que así van perdiendo; por los como los vientos invisibles. pues, natura cumple las cosas" (1,328). Así, existen Pero los átomos, los átomos como la semilla, la materia, ro, por doquiera Y confinna cío." no son todo cuanto existe; todo en la natura corp6rea/se hay, en las cosas, vacío" el principio porque mantiene de todo. "no, empe- apretado, pues (1, 329-330). Lucrecio: "Un lugar hay intacto y vacante: Sin esto, el IOOvimiento no existida. Se mantendría el va- la materia in m6vi I Y aglomerada. Incluso en las cosas más s6lidas en su apariencia, el metal y la piedra, se manifiesta la presencia del vacío: se filtra el agua en las rocas, la comida va por el cuerpo de lo~ seres vivientes, viaja la voz a través de los muros, el frío llega a los huesos; te prueba la existencia lumen, siendo del mismo livianas contienen En Wl3 del vacfo: otro hecho eviden- hay cosas que, constando ta~,ño, tienen diferente de igual vo- peso; es porque las más más vacío que las otras en su interior. suerte de resumen, escribe Lucrccio: "Toda, pues, como 451 es por sí la natura, y el vacío/ 419-421). en dos Losas/ consiste: en efecto, en que éstos se sitúan y a diversos Lo testimonian de 105 sentidos puede arraigar lo que afirma los cuerpos ir a dondequiera por nlffibos divcrsos Ahora bien; existen cualidades El mundo está compuesto no altera o la riqueza. de dos naturalezas esenciales: los £ita No hay lugar a una tercera. "Hacer y soportar, ninguna cosa puede sin cuerpo;/ si no es vacía y vacante./ terccra/ ninguna puede,! ni la que en tiempo alguno caiga bajo nuestros que nadie alcanzar natura, por sí, en el número de las cosas ser En cuanto al tiempo, puede afirmarse tra cumplimiento. Los cuerpos, sentidos,! ni la (1, 443-448). con la raz6n del ánimo pueda" son accidentes ni ofrecer Luego, además del vacío y los 6tomos, 10 que acaece no exis a las cosas y que les inherentes del vacío; otras hay cuya ausencia lo ql~ las cosas son; así la pobreza lugar, adem6s, llamamos/ ser, ni, en general, el peso de la piedra, el ardor del fuego, la liquidez del agua, la intangibilidad mas y el vacío. que vacío situados/ (I, 426-428). ll son inseparables: (1, en la manifestaci6n la raz6n. si el lugar y espacio "Allí además, tiera, en parte alguna podrían hay, rumbos se mueven" y únicamente los sentidos, los cuerpos que no existe por sí mismo; de los átomos y el vacío, donde todo encuen- por una parte, son los átomos; por la otra, aquello que por la reuni6n de los átomos se constituye. Los átomos son inextinguibles [onnado el conjunto en sí mismo, del universo. pero se mezclan átomos han de ser indivisibles Jas las cosas habrían finitos Los cuerpos cío que existe ('ntre de ser inmutables, a partir de ellos se ha siempre en las cosas creadas. y eternos; infinito, los átomos puros Además, sin estas cualidades ido a la nada o renacido Desde el tiempo tienen tiempos y s6lidos; Atamos y vacío con concebibles los suyas, ta- de ella. recomponen las cosas, que fijados a su existencia. creados 5U5 son duros o blandos según la cantidad átOOlOS; éstos, entre sus cualidades, lo que permite que en el tiempo se mantengan teres de las especies. Además, carecen de partes y no existen aislados tienen de v~ la los carac en la realidad: 452 constituyen dose entre siempre parte de otros cuerpos. sí. Son 10 mínimo e indivisible, las cosas existentes iones, los cuales componen 13 materia original; se hacen merced a los movimientos, Luego de haber explicado y argumentado polémica con diferentes caci6n del mundo; a prop6sito fi16sofos concx originariamente mer lugar, a ~~ráclito. que pensaron de un elemento quien, afirma, único. el fuego seguiría vacío en las cosas; de ser cierta tal afinnaci6n, único, del cual nada sería emitido; cuerpo, que todas Rebatc, en prl después, sería destruido: todo volvería En realidad, los átomos conservan de en las cosas, siendo fuego. y sus seguidores Por otra parte, Heráclito la cxp1l erraba al pensar que la materia todo es el fuego; si así fuera, no podría haber variedad Condensado o enrarecido, de todo eso, que intentaron se refiere, así, a los monistas, las cosas consisten afinnan que no hay todo fonnaría un cuerpo si el fuego pudiera mudar su a la nacla. siempre su naturaleza; si las fueran de átomos de fuego, serían fuego ellas mi~1Tlas; lo que ocurre es que los átomos, yen la váriedad con sus diferentes elemental De continuo, Tales y Ferécides, combinaciones sin nombrarlos, quienes, refuta las doctrinas respectivamente, la materia de las cosas, pensaron,/ en fuego podría,! principio/ sí misma y quienes sostuvieron, sostuvieron que, para engendrar y quienesquier de las cosas volviérase,/ Lucrecio va contra constru la refutaci6n los pluralistas, nla su origen en la combinaci6n Como el principal que el principio "Por lo cual, quienes que las cosas, era el aire el que pensaron muy lejos desviado Acabada de Anaxímenes, era el fuego, y que la suma consistir las cosas, o que la tierra creara/ (1,705-711). y movimientos, de las cosas. de las cosas era el aire, el agua y la tierra: cen" todas colisiones, peso, de los átomos. Lucrecio entabla cosas adhiri~n- quienes que el agua/ form6 por todo, yen haberse todas las naturas de lo verdadero de los monistas, consideraban par~ la raz6n de que el mundo te de dos o más elementos. de ellos, escoge a Empédocles, que el origen de las cosas eran los cuatro elementos, que sostenla asociados o disoci~ dos por el amor y el odio. Lucrecio, del vacío; en primer lugar, 10 critica luego, porque admite la divisibilidad por negar la existencia ilimitada de la materia; 453 por último, por suponer que los elementos primarios del mundo son muelles y destruct ibles. F.nscguida, asevera: "Por fin, si de cuatro cosas todo junto se crea,/ y en esas cosas se disuelve todo de nuevo,/ ¿en qu~ modo ellas pueden principios de las cosas ser dichas,/ más que, al revés, las cosas los de ellas, y el contrario, estimarse?" (1, 763-768). Por lo demás, arguye, es imposible que el fuego se convierta en aire, y éste en agua, y ésta en tierra, y que de la tierra todo vuelva, en sentido inverso, a formarse. Lo que ocurre en verdad es que los átomos, en sus combinaciones, fonnan los elementos: "¿Por qué no, más bien, que de tal natura dotados algunos/ cuerpos hay, afirmas, que si acaso el fuego han creadol pueden ellos mismos, quitados pocos y pocos donados,/ mudados su orden y movimiento, hacer las auras del aire,/ y así todas las unas en las otras cosas mudarse?" (1, 798-802). Y aclara después: "Y a menudo es de gran importancia los mismos principios/ con quiénes y en cuál postura se mantengan unidos,/ y qué mov~ientos entre sí den y reciban;/ pues ellos mismos el cielo, el mar, las tierras, los ríos, el sol,/ construyen [...}; pero mezclados a otros y de otro modo se mueven" (1, 817-822). l~ego rebate la homeomeria de Anaxágoras, según la cual las cosas se forman de pequeñís~as partes de su misma naturaleza, con 10 cual, siendo las cosas destructibles, lo serían también los principios. Por fin, da cima a su razonamiento: "Lícito es saber que en las cosas, así, no hay cosas mezc1adas;/ pero quc semi !las en muchos moJos mezcladas/ comunes de muchas cosas, deben ce1arse en las cosas" (1, 894896) • Todavía antes de entrar en el estudio particular de los átomos, Lucrecio se propone en magno problema. Habiendo establecido que el universo se compone de átomos y vacío, investiga si vacío y átomos tienen algún 1ímite. El wliverso, afinna, es infinito: todo Clk'lntoes finito encuentra un límite más allá del cual no tiene existencia. Dado que no es adm~ sible que haya algo fuera del universo, algo que se sitóe m6s allá, habrá que afirmar que éste no tiene fin. Si hubiera límites al espacio, la materia yacería en su fondo, sedimentada; pero vemos que las cosas se realizan sin interrupci6n, en 454 constante movimiento. el vacío y 105 átomos No hay limites exteriores: se coartan entre sí. y sucedi6ndosc integran el .todo. De otra manera, crearlo. nada se hubiera Los átomos no se ordenan scg{m un des ignio previo; azar por sus eternos y la rcnovaci6n Para el mantenimiento la presencia se reúnen al movimientos y sus choques diversos. de las cosas, es necesaria de átomos nuevos que suplan aquellos que las cosas van per- diendo. Según algunos a una doctrina universo: pensadores. estoica, dice Lucrecio posiblemente y ocupa nuestro mundo es esférico con falsa raz6n, entienden incluso si el centro existiera, no podría afirmarse cosas, sino más bien que sc dispersan el lugar y espacio que vacío del~ ceder igualmente/ y vagan (1, 1068-1071). lejos de él¡ "pues toJo que sus movimientos lugar en que, cuando vinieran, dida la fuerza del peso, en el vacío estarsc que es vacío debe resistir pudieran;/ lo. que el aire y el fuego escapan Los que afirman lo seguirían tal, no piensan visionarias pre a su espíritu. Si "en volante los tronantes volandas, modo y aquí acude Lucrecio Je la ruina universal, -dice- siga de semejante templos pe!. lo las murallas del cielo,/ con hacia el centro, que si el fuego huyera hacia huyen de súbito sueltas por el magno vacío" tar que "lo restante los cuerpos'; ni, por tanto, hacia arriba y constituyen todas las cosas por el vacío. de esas concepciones se bajo algo/ sin que, 10 que pide su natura, tinúe cediendo" (1, 1074-1080). Otros opinan que el agua y la ticrra tienden micntras Pcro que en él se apoyan l1mn<unos,1 por cl centro y no por el centro a los pesos, por doquiera y no hay algún p0E. la cosa ;/ pues nada el centro puede ser. cuando es del proflUldo la stuna infinita" llevan./ el centro del "Un vano error todas estas cosas procrea en los est6lidos/ que, abrazándola las aludiendo cl ci£ lo alto, a una tan prcsentes siem de flamas del rnW1uo/ evi (1102-1103), no se podr6 manera,/ ni nJeden desde arriba y a 105 pies la tierra se sustraiga en y toda,/ entre las ruinas de las cosas y el cielo mezcladas/ que disuelven los cuerpos, parta por el vacío profundo,/ to de tiempo nada se esté de sus restos/ excepto ciegos principios,/ así que en un p~ el desierto esta parte, para las cosas, puerta espacio y 105 será la muerte;/ to 455 da la turba de materia se dará afuera por ésta" Tras esta visión, Lucrecio (1,1104-1113). aclara que el conocimiento directo de las cosas es el único válido, y que 10 que se sabe de caJa cosa es la fuente para saber algo más acerca de otras, está preparado el terreno para sembrar to, que ser~ el de la naturaleza el siguiente de los átomos. movimiento de éstos y cómo, con sus uniones ven las cosas. y separaciones, Tales dos hechos ocurren incesantemente. yen las cosas y se renuevan conocimien- Ahora va a explicar el crean y disue! En el tiempo se destru sin trf>gua; por eso las dimensiones del univer so no crecen ni menguan. Ahora hien: so o impulsados por el choque con otros. paran, construyen los cuerpos Para ilustrar vacío, Lucrecio ven agit~ndose llevados por su p!: los átomos se mueven sin ténnino, blandos con un ejemplo acude al espect~cu10 SegÚn las distancias qUE' los SE' o duros. el movimiento de los átomos en el de las partículas de polvo que se en el rayo de sol que, por la ventana, se mete en el cuar- to sombrío. y dice: "Contemplarás, pues, cuantas veces derraman rayos/ del sol en lo opaco de las casas insertos:/ de muchos modos muchos menudos/ cuerpos en la misma mezc1an,/ y que, como en eterna lucha, sus combates, luchantes en bandos, desuniones siempre/ y no se dan pausa,/ frecuentes;/ el arrojarse movidos así que puedes conjeturar, en el magno vacío luces 105 verás que, en el vacío, luz de los rayos se sus pugnas/ publican sin fin en concilios y por esto, cuál sea los principios de cosas" (11, 114-122) • El movimiento, pues, pasa de los ~tomos a conjuntos yores de ellos, hasta que Se hacen de dimensiones partículas perceptibles, cada vez ma como las que se ven en el rayo de sol. La velocidad del movimiento la luz, ya que ésta se desplaza de los átomos es mayor que la de en el aire, y aquéllos lo hacen en el va- cío. Además, gañarse porque o las espigas, todos los átomos se mueven hacia abajo. No hay que en- se vean subir las llamas o crecer hacia arriba o saltar a 10 alto la sangre de una herida, los árboles o flotar el roa 456 Jero cuando se intenta sumergirlo tcrvcnci6n de fuerzas ajenas. y escribe llas y astros?/ en el agua. Todo eso ocurre por la in- Todo cae. Lucrecio: "¿No miras que hacia las tierras Tambiénel sol desde el vértice todas/ partes el calor, y con su lumbre insemina el calor del sol, en efecto, lluvias miras volar a las tierras los relámpagos;/ las siembras;/ se inclina./ ora de aquí, ora de allá, mea igualmente" (11, 209-215). Por 10 demás, este movimiento rOo, toda la materia men o declinaci6n, do./ aquí por Lucrecio, desvíanse;/ natura" (JI,217-224). En contra de quienes su desviaci6n entre ellos. Esta desviaci6n del universo, r.k1sarduamente sc, los cuerpos es muda- nada, así, habría creado millca afirman que los átomos más pesados cualquiera que sea su p~ en la caída es capaz de originar da fundamento colisiones además de explicar a uno de los principios la sostenidos el dc la libertad del albedrío. al determinismo alcanz~ con ellos, Lucrecio prueba que, en el caer de los átomos, por Epicuro: escapan lugares, un poco en habría nacido ni un choque los átomos caen con igual velocidad, Así, s6lo creaci6n se llevan/ por pesos todos abajo,! como gotas de lluvia, rían en su caída a los m.1s leves, chocando en el vacío, sido creado. de la física epicúrea: los cuerpos en el vacío proflUldo;/ y no tul tropiezo habría sido creado/ para los principios; so. Si esO no acontccie tanto, qtre puedas decir que su movimiento desviarse, en lu- es la llamada del clina- teoría básica y característica Porque si no solieran caerían de los átomos, en ticr:1pocomÚTUncnte incierto/ y en inciertos el espacio escapados la fuerza flá- hubiera caído en el vacío, y nada hubiera "Cuando en el vacío hacia abajo derecho propios, descendente se desvía ligeramente. La teoría sostenida también Y por transversas de las nubes, los fuegos/ concurren; cae hacia las tierras gar y tiempo no determinados, caen estn' del ciclo esparce hacia Al desviar- físico dc la cadena de las causas y efectos. En su carta a Mcneceo, escribe Epicuro: los mitos acerca de los dioses, que ser esclavos la esperanza "Sería mejor admitir del destino cos; aquéllos, a 10 menos, admiten de aplacar a los númenes, en tanto que éste impone una necesidad de los físi- con honores 1I implacable. 457 Los 6tomos, prosigue y sus pesos, por sus choques origina la libertad 105 6tomos por su parte, no 5610 son movidos de hacer movimientos Por otra parte,/ miento Lucrecio sino por esa desviaci6n el universo, que lo componen, Eso se debe a que, siendo parece estar los 6tamos. su movimiento, de los átomos; éstos número difieren finito de ellas. explica la diversidad comienza tienen que serlo también Lucrccio a estudiar la forma sí en sus figuras; hay un ilimitado. Así se de formas de los seres vivientes, y tambi6n la varie de ciertos fen6rnenos. Sea ejemplo el fuego del rayo, más penetrante chas porqt~ disimu- pero de cada una hay un número dad y las características sus atamos son menores, el agua, y el vino, que no penetra en movi- inm6vil. si est6n distantes, grandemente entre Esa causa explica que el de las antor y por igual raz6n la luz penetra lo que no penetra nsí mismo la existencia y la fiera/ bocas;/ centaura, así que fácil conozcas mas, al revés, itA es de los sabores: y áspero/ que de cuerpos l~ que ocurre con los sabores, que es la fuente Por otra parte, y el bronce, se componen son de átomos go. redondos se mezclan tcs. siempre se crearían acontece las cosas compactas parece ganchosos,/ sentidos, y mucho también con los olores Todo eso es perceptible fundamental como el diaJl1<..lnte, el hierro ganchosos; y lisos; así también átomos es lo que inicial de todo conocimiento. de átomos Otro principio mente y lisos/ las el!, 398-407). y el color, el calor y el frío. por el contacto, redondos mas, al revés, todo cuanto las vías a nuestros/ romper con su entrada" y los sonidos sentir natura del se tiene esto más atado entre sí por cuerpos y a causa de eso suele desgarrar el cuerpo la infecta con torpe sabor hacen que ~lgan gestos puede jocllildarrcnte tocar los sentidos;/ amargo lo el aceite. to se añade que los licores de la miel y la leche/ son con jocundo de la lengua en la boca tratados;/ absintio que ejecutarlos. a pesar de estar siempre sus movimicRtos. Inclusive las cosas visibles lan sus movimientos a nuestros ojos. Explicado y poder voluntarios el conjunto invisibles en su descenso, las fluidas, el humo) de esta física, de formas distintas. cosas de formas nuevas, mejores como el agua, las nieblas yel fue es que en las cosas Si no fuera así, constante o peores quc las existen 458 Son, se insiste, finitas las figuras de una de ellas existe un número infinito. De otra manera no podrían reunirse constituir 10 creado; los 5tomos flotarían les, como en el mar flotan dispersos mortales/ "Por tanto, perpetuamente, ni amortajar genitales servar lo crcado,f perpetuamente principios y espacia- que' eso no ocurre. nacimientos simult~ncos en no pueden vencer los movimientos la salud para siemprC';/ ni. a su de las cosas, pueden con- Así. en parejo de la guerra, cmpeñada ora allí, supera JanLestran y aumentadores/ vez, los movimientos y en lo infinito del espacio los restos de los naufragios. de continuo es posihlc pe~cibir muertes touo lo existente. Habla el poeta: átomos, pero de cada al azar en las mar~as Las cosas mismas, en su realidad. y 105 ccrtarrcn, se mueve de los desde el tiempo infinito./ Ora aquí. lo vital de las cosas. e igual es superado" (I l. 569- 576). y aquí Lucrecio, para explicar estas muertes fin, habla dc estos hechos en su relaci6n funeral el vagido/ que levantan y nacimientos con el hombre: sin "Se ffiC'zclaal los niños que de la luz ven las playas;/ ni noche alguna a un día, ni sigui6 la aurora a una nuche/ que no haya oído, mezclados a sufrientes vagidos,/ llantos compañeros de muerte y de funeral denegrido" (11, 576-580). A continuaci6n se ocupa en probar que las cosas se componen mezcla de átomos diversos. Su ejemplo, en este caso, es la tierra, tenida entonces de como diosa. Niega esto Lucrecio, y expone: sentido en todo tiempo carecc,/ posee,! lleva muchos, y porque "Mas la tierra, los principios en verdad, de de rrn~has cosas de muchos modos, del sol a las lumhres" (II, 652- 654). La pluralidad les y los alimentos versi~ld de fip':ras de los átanos, que los nutren. Así mismo, explica de toJo cuanto estimula los sentidos. CaJa cuerpo, cada parte del cuerpo, asimila son afines en figura, y rechaza den unirse de todas maneras; los restantes; la de los ani~ hace comprensible la di- los átomos que le y no todos los 6:tomos pue- por eso nunca han existido los seres de natu 459 ralezas mezcladas, como 105 tritones o los centauros. Ahora bien: del mismo modo que son diferentes átomos, lo son también cuentros, movimientos, "sus intervalos, conexiones, que no 5610 los cuerpos/ las tierras y el Íntegro mar/ apartan, paran" (11. 726-729). yel las figuras cargas, animales su relación con el color; advierte Para prueba de esta afirmación, "uy fácilmente, de los ~tomosJ que las cosas blan tinte utiliza al punto, Lo cierto es que como ejemplo el espect~ la raz6n puedes darte/ por la cual eso que poco antes de negro color haya sido,/ pueda hacerse reo color de repente:/ sus llanos,/ cir que lo como el mar, c~lndo que vemos negro, a menudo,/ to sucede que eso aparece constaran del ponto/ mudado, cándido Así pues, cuando lo que origina que no lo tienen, Enseguida Lucrecio pues, que importa hacia el color marm6- y comhinaciones. los átomos de olor, sabor Estas sensaciones los diversos va a demostrar son producidas movimientos, por las posturas algo que le resulta y com- de máxima Así, todo lo sensible con el fin de probar sus afinnaciones: grandemente pues en la luz, y llegan a los ojos significaci6n: los átomos carecen de sensibilidad. está formado por átomos insensibles. y pregunta, al p~ semillas manera podrían:/ posiciones Del mismo modo que de color, carecen mismas causas que las de color: binaciones de los átomos. suya es mezcla- el color de las cosas no es el de los sino sus distintas de calor y de frío. pues, d~ y quitado,/ Que si de ceTÚleas perturbes,/ de marm6- conmovieron ~ledes, la materia y algo añadido y albo./ Por otra parte, los colores s6lo existen merced a diversos choques de ésta. y sonido, mármol./ los llanos, albear de ninguna en cualquier modo que lo que es cCTÚleo reo emigrar nunca puede" (I, 763-774). átomos, los magnos vientos se vuelve en canas olas de cándido da y el orden/ de los principios se las negras de átomos negros, ni las de cualquier otro color, de átomos de ese mismo los átomos son incoloros. culo del mar: enmas cielo todo, de las tierras, que no debe pensarse y heridas,/ distinguen, En seguida Lucrecio habla de otra característica cas están hechas de átomos blancos. de 105 en cuál orden/ estén colocados "¿No ves ya, todos los 460 principios (JI, de cosas,/ y mezclados con cuáles. 883-885). Lo sensible, que se asocian venas, continúa, movimientos den y reciban?" está compuesto de átomos a partes del cuerpo como las vísceras, y mortales; todas ellas blandas en cambio, pequeñísimos, y las los nervios los átomos son inmorta- les. Ahora bien: la sensibilidad y no en cada una de sus partes; ble, tendría de un ser viviente un solo ser, sino un amontonamiento Si, por otro lado, se argumentara bilidad antes de unirse el ser nuevo, se responderá que no hay necesidad tampoco es admisible de nunca a su nacimiento, y puede que se trate. Toda sensaci6n Si los 5tomos son cuerpos de sensaci6n. Para concluir Lucrccio de un cambio puede ocurrir simples, su reflcxi6n al témino tendremos esa surja en porque todo de un ser no prcc£ por la muerte o por un en la posici6n y el orden en un cuerpo compuesto. que admitir que son incapaces acerca de los átomos y su naturaleza, que en la tierra provoc6 de su preñez, de formar de los átomos en el ser de fOlmula una aroplia teorla de carácter de la conccpci6n ciclo; proviene lo que únicamente La sensibilidad la posici6n su sensi alguna de atribuirle o un nacimiento, ser aniquilada golpe que con su fuerza trastorne de los átomos, de seres. que la sensibilidad los átomos como fruto de una transformaci6n supone una uni6n anterior. de áto que cada átomo pierde a los otros junto con 105 cuales habría sensibi 1idad previa. Por lo demás, nacimiento fuera sensi- y las combinaciones que ser él mismo un ser viviente, mos no fonnarÍan está en todo él, por lo tanto, si cada átomo c6smico: la siembra somos el resultado de lIDa semilla la tierra dio a luz las plantas, del los ani- males y los hombres, que en ella han de vivir y reproducirse. Dice el poema: "Por fin, de celeste semilla somos todos orinndos;/ todos aquel mismo padre tcnemos, tierra recibe y árboles cuando las gotas de líquida leJos/ y a la especie del cual, cuando lluvia,/ humana; todos a quien ofrcce pábulo pacen van y la prole propagan;/ pare preñada, todas la alma/ madre pare nitiJas mieses las razas de fieras,! sus cuerpos,/ y la dulce por lo cual, el nombre de madre vida Ue ha con raz6n 461 merecido" (11. 991-998). Vt~lve ahora el poeta a sus primeras afirmaciones, a sus principios fundamentales, qt~ ya considera demostrados: la materia no se destru ye. sino regresa al lugar de su origen, disuelta en sus elementos at6micos; éstos, siempre otra vez, crear~n compuestos nuevos, como las mismas letras, seg(m su posici6n, tienen el poder de reunirse en versos distintos. Oigamos: "Retrocede, igualmente, lo que antes fue de la tierra,/ a las tierras, y lo que se envi6 desde las playas del éter,! de nuevo de~ vuelto. eso reciben los templos del ciclo./ Y no acaba la muerte las cosas de modo tal que destruya/ de la materia los cuerpos, pero su reuni6n les disipa./ De allí. uno a otros se junta, y hace todas las cosas/ de modo que conviertan sus fonnas y muden colores/ y tomen sentidos y en un punto de tiempo los pierdan,/ porque sepas que importa a los mismos princl pios de cosas/ con cuáles y en cuál postura se mantengan unidos/ y cuáles movimientos entre sí den y reciban" (II, 999-1009). Ya para terminar este asunto, entrará Lucrecio en la exposici6n de uno de sus sujetos básicos: el universo ha de perecer. Este es uno de los pilares que fundamentan la filosofía epicúrea, y una de las diferen cias de tal sistema con los plat6nicos y aristotélicos; éstos, en efecto, estimaban que siendo el producto m5s perfecto del arte divina, y un ser divino en sí mismo, no estaba sujeto a la muerte. Lucrecio y Epicuro arguyen que la vida pasa siempre del ciclo a la tierra y viceversa, y de un ser a otro; el universo, aun considerándolo como un ser, está sometido a las mismas leyes que los otros; entre ellas, a la que obliga a morir. Y comienza Lucrecio la serie de sus razonamientos en este senti do: para empezar, nuestro mundo no es el (mico en el universo; en el infinito del espacio y de la materia, de los átomos y el vacío, los átomos, necesariamente, han tenido que combinarse muchas veces del mismo modo que en el nuestro. El lo dice as í: "De ningún modo ya debe ser verisímil juzgado,/ ya que vuelto de todas partes se abre el espacio infinito/ y las en número iImÚIneroy suma sin fondol de muchos modos voli tan, de movimiento excitados,/ que se haya este solo orbe de las tierras ]0 creado;/ que nada aquellos tantos cuerpos de la materia hagan semillas eterno y el ci~ fuera;/ 462 fue hecho, y las mismas/ tanto m(¡,sque 6ste por la natura sas, espontáneamente de balde, acaso choc(lndo/ de T:1Uchos modos, rcwlidos al fin se juntaron; principios cielo y la especie de 105 seres vivientes" necesario (11, 1064-1066). por siempre;/ de tierra, ponnenorizando: de la materia "Necesario que otros orbes de las tierras en otras partes existen,! (11, 1074-1076). teJ y la tierra y el sol, gru- abrazo" y varias Además, si no hay en el lmiverso ninguna cosa que el cielo/ ot1'05 rnfÍs, es que conf ieses/ de hornhres y razas de fieras" que se haya en~endrado sin semejante, mar y "Por eso, más y este a quien tiene el éter con ávido y añade. los (11,1052-1063). que, en otra parte, cual existe en vano y a ciegas, Lucrecio expone su conclusi6n: es que confieses/ pos hay tales/ de co- esas que, de repente lanzadas./ de las magnas cosas se hicieron Dicho esto, semillas gentes que sea única, "de símil manera ha de confesarse la luna, el mar, lo restante que cxi.=::. no son únicos, pero de innumerable número más;/ puesto que LU1ténni- no de la vida fijado hondamente'; tanto a estas cosas rige, y tanto cons- tan Je cuerpo nat ivo/ cuante aquí toda espcc ie que ahLU1dantees, por osre cics, en cosas" está sujeto Todo, pues, es obra de la natun.lleza (11,1084-1089). a morir, puesto que tuvo nacimiento. y Lucrecio, y ahora, va a expl iCilf brevemente c6mo naci6 nuestro mW1Jo,y de qué modo será dado a la muerte: "Después del tiempo genital mar y la tierra yel sol el origenJ ra; añadiéronse en tomo/ las;/ semillas que el magno todo congreg6, disparfÍnd,£ de donde mar y tierras espacio la casa del ciclo, ra, y surgiera sitios, del rr:undo, y el dÍa/ primero, del muchos cuerpos se añadieron de afue- pudieran aumentarse, y de donde/ adquiriera y altos sus techos/ el aire con ellos./ lejos de las tierras Pues. a cada llllO los suyos, de todos todos, con choques/ los cuerpos son distribuidos zas se parten:/ eJ licor al licor; del terreno cuerpo, el éter" alza- y hacia sus ra- la tierra/ (11,1105-1115). crece, y al fuego los fuegos forjan, y al éter PUC'5,luego de su nacimiento, el mundo va aumentándose mediante la adhe- 5i6n de átomos afines en índole a cada W1ade sus partes. todas las cosas tienen se~~lado un límite a partir de éste, desde el exterior. sido sus partes, asimilar a su crecimiento, As; Pero ocurre que y no pueden, átomos nuevos, de aquellos que las alcanzan Por lo contrario, comienzan a perder átomos que habían y entran en decadencia. "Aquí, la edad debe detenerse -163 para todas las cosas;/ aquí natura con sus fuerzas el crecimi.ento refrena.! Pues lo que ves que se engrandece sube de la edad adulta envía" con crecimiento los grados,! m~s átomos gozoso/ y poco a poco aSlI1le para sí que de sí los (JI,1120-1124). Pero adviene el momento en que ocurre lo contrario. canzar la clunbrc de su desarrollo, fuerzas, todas las cosas ven que se quiebran sus }' que "hacia su parte peor la edad se desliza" Entonces, por necesidad, vejez no pueden ya asimilarse perdiendo Luego de a..!. (11,1132). todo perece enrarecido, cuando en la los átomos llegados del exterior y se van los propios. Concluida su extensa cxposici6n, Lucrccio rcswnc su verdad, en dos versos cuya scnci l1c2 hace tod:wÍa más atcrrorizantc el concepto que encierran: las murallas/ pugnadas, "Así pues, del magno mundo en torno, también darán su destrucción Y, haciendo y sus pútridas ruinas" máximo ese terror por su inminencia, todo presenta ind ic ios de decadencia: dad del esfuerzo humano, pobreza: a la exposición 1144-1145). habla de c6mo el mlll1do campos agostados, h.'1IIIbre, estcri li. signos todos de muerte cercana. Como muchos ahora, presiente bras da ténnino (11, ex la próxima ruina, y entre sus san- de esta parte de su doctrina. La expl i- cación del movimiento incesante de lo infinito en 10 infinito; del enfrc~ tamicnto de la muerte y la vida de toJo, en succsi6n sin término ble; la teoría del acabamiento doctrina fatal del mnndo y su necesaria que he tratado de resumir ahora. inacab~ resurrecci6n,