La seguridad y salud de los trabajadores cedidos por las Empresas

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La seguridad y salud
de los trabajadores cedidos
por las Empresas de Trabajo
Temporal a las empresas usuarias
RAQUEL YOLANDA QUINTANILLA NAVARRO*
1. INTRODUCCIÓN
L
as razones de la protección especial
dada a los trabajadores cedidos por
las Empresas de Trabajo Temporal
(en adelante, ETT) a las empresas usuarias,
frente a los riesgos laborales, las encontramos en que se trata de un colectivo en el que
se ha detectado un mayor índice de siniestralidad laboral1: frecuentemente la prestación
que realizan para la empresa usuaria es una
prestación temporal2, que se exige por aquella para cubrir necesidades urgentes de
** Profesora Titular de Derecho del Trabajo y de la
Seguridad Social de la Universidad Rey Juan Carlos.
1
El Informe Papandreu de 11 de junio de 1990 es
destacable en este sentido.
2
M. J. RODRÍGUEZ RAMOS: «La responsabilidad de la
empresa cesionaria en la Directiva (CEE) sobre seguridad y salud en el trabajo de los trabajadores temporales», AL tomo I, 1992, pág. 207, y M. L. PÉREZ GUERRERO: «La prevención de riesgos laborales en las ETT», AS
tomo I, 1996, pág. 438. J. F. LOUSADA AROCHENA: «Los
trabajadores temporales y los de empresas de trabajo
temporal como grupos específicos de riesgo en la Ley
de Prevención de Riesgos Laborales (I)», La Ley nº
4516, 1998, pág. 2. J. L ÓPEZ GANDÍA y J. F. BLASCO
L AH OZ: Curso de Prevención de riesgos laborales,
Valencia, 2003, pág. 163.
mano de obra, siendo los trabajadores con
relación laboral de duración determinada o
en ETT los más expuestos, en determinados
sectores, a riesgos de accidentes de trabajo o
enfermedades profesionales, bien por asumir
mayores riesgos, o por carecer de experiencia
suficiente o estar menos motivados, o menos
formados. La propia dinámica de la contratación hace más necesaria la información, la
formación y los controles médicos previos y
periódicos3 de este colectivo de trabajadores.
3
Para M. L. PÉREZ GUERRERO y M. RODRÍGUEZ-PIÑERO
ROYO, la regulación de la protección de los riesgos laborales de los trabajadores de las ETT constituye un reflejo claro de la complejidad a que se ha llegado en la
ordenación jurídica de la materia. Añaden que esta
complejidad, a su vez, se nutre de la complejidad derivada de la configuración de la relación triangular que
caracteriza esta forma de empleo, de la complejidad de
regular la prevención de riesgos laborales, materia que
impone al legislador un alto nivel de eficacia técnica,
así como de la dificultad de combinar instancias normativas diversas, tanto públicas como privadas, pluralidad de fuentes de regulación que es preciso combinar
y organizar para determinar el régimen jurídico de la
protección de la salud y seguridad de los trabajadores
puestos a disposición. M. L. PÉREZ GUERRERO y M. RODRÍGUEZ-PIÑERO ROYO: «Prevención y nuevos riesgos laborales: el caso de los trabajadores puestos a disposición»,
TL nº 50, 1999, págs. 121.
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Nuestra normativa reconoce el principio
de igualdad en la protección de la seguridad
y salud de todos los trabajadores, con independencia de si su relación laboral es indefinida o es temporal (art. 28 LPRL, en transposición a nuestro ordenamiento jurídico del
mandato del art. 2 Directiva 91/383/CEE),
de modo que algunos autores4 entienden que
los riesgos derivados de la propia temporalidad no han sido tomados en consideración
para proteger más al trabajador temporal,
sino que, más bien, la equiparación entre
trabajadores temporales e indefinidos en
este tema de la prevención de riesgos laborales ha servido para reforzar la posición del
trabajador temporal frente a los riesgos derivados de la propia temporalidad, por ejemplo, prohibiendo que el contrato de puesta a
disposición se celebre para encomendar al
trabajador cedido un trabajo que sea especialmente peligroso [art. 8.b) LETT]. La exigencia del principio de igualdad de trato en
relación con los aspectos de la protección de
la seguridad y la salud de los trabajadores
no impide, sin embargo, un trato más favorable teniendo en cuenta las especiales
características del trabajo desempeñado por
los trabajadores en misión5.
La existencia de dos empresarios – la ETT
y la empresa usuaria– plantea el problema de
cómo se distribuyen las obligaciones y las responsabilidades entre ellos en diferentes
ámbitos y también en el de la prevención de
riesgos laborales6. Como vamos a comprobar,
SEMPERE NAVARRO, GARCÍA BLASCO, CARDENAL CARRO,
GONZÁLEZ LABRADA: Derecho de la seguridad y salud en
el trabajo, Madrid, 1996, pág. 235.
5
C. GALA DURÁN: Derechos y obligaciones entre los
trabajadores cedidos por ETT y las empresas usuarias,
Madrid, 1998, pág. 131.
6
Señalan PÉREZ GUERRERO y RODRÍGUEZ-PIÑERO ROYO
que «la existencia de una ETT que actúa a todos los
efectos como empleadora y por lo tanto responsable,
incrementa esta tendencia de la empresa usuaria a
excluir a los trabajadores en misión de sus políticas preventivas. El trabajador en misión, en realidad, nunca va
a estar integrado en empresa alguna, porque su presencia en la empresa usuaria va a ser fugaz, y porque la
4
294
en nuestro ordenamiento jurídico se separan
los deberes de seguridad y salud laborales
entre la ETT y la empresa usuaria, de modo
que la ETT como titular del contrato de trabajo asume dicho deber pero el mismo es trasladado a la empresa usuaria, que es la empresa que efectivamente recibe los servicios prestados por el trabajador a ella cedido7.
2. FUENTES DE REGULACIÓN8
La Directiva 91/383/CEE del Consejo9, de
25 de junio de 1991, por la que se contemplan las medidas tendentes a promover la
mejora de la seguridad y salud en el trabajo
de los trabajadores con una relación laboral
de duración determinada o de empresas de
trabajo temporal, ha sido adaptada a nuestra legislación, que opta por el principio de
igualdad en la protección de la seguridad y
salud, sin que quepa una diferenciación de
trato en las condiciones de protección por
razón de si el trabajador está vinculado tem-
ETT carece de organización real en la que integrarse. Su
destino va a ser el de un trabajador eternamente marginal, una especie de «holandés errante» del mercado de
trabajo que nunca va a encontrar su lugar en empresa
alguna». M. L. PÉREZ GUERRERO y M. RODRÍGUEZ-PIÑERO
ROYO: «Prevención y nuevos riesgos laborales...», cit.,
págs. 116-117.
7
Algunos autores, como J. F. LOUSADA AROCHENA
hablan de un traslado ex lege («Los trabajadores temporales y...», cit., pág. 2), y otros, como M. FERNÁNDEZ RAMÍREZ («Tratamiento de la seguridad e higiene en la nueva
regulación sobre las Empresas de Trabajo Temporal»,
REDT nº 75, 1996, pág. 146), de una «ficción legal».
8
Vid. el estudio realizado por A. V. SEMPERE NAVARRO y C. S AN M ARTÍN M AZZUCCONI (Dir. y coord.):
Comentarios a las normas sobre ETT, Thomson-Civitas,
Madrid, 2004.
9
También cabe destacar la Directiva 89/391/CEE,
de 12 de junio, relativa a la adopción de las medidas
para promover la mejora de la seguridad y salud de los
trabajadores en el trabajo (Directiva Marco de Seguridad).En relación con estas Directivas y otras iniciativas
europeas de regular los efectos en la seguridad y salud
de los trabajadores producidos por las medidas flexibilizadoras, vid. M. FERNÁNDEZ RAMÍREZ: «Tratamiento de
la seguridad...», cit., pág. 146 ss.
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poral o indefinidamente con la empresa (art.
28.1 LPRL). La Directiva citada deja libertad para que la legislación nacional determine qué empresa, si la ETT o la empresa
usuaria, asume la obligación de formar al
trabajador (art. 4 Directiva 91/383/CEE) y
de vigilar la salud del trabajador cedido (art.
5 Directiva 91/383/CEE).
El campo de aplicación de la Directiva
91/383/CEE se extiende a la relación laboral
de las ETT cuando sus trabajadores sean
adscritos a una empresa usuaria, por lo que
se les garantiza a estos trabajadores el mismo nivel de protección que a los trabajadores
de la empresa usuaria y a los trabajadores
estructurales de la ETT.
La adaptación de la Directiva mencionada se ha producido en parte, por medio de la
Ley 14/1994, de 1 de junio, por la que se
regulan las empresas de trabajo temporal
(en adelante, LETT), que ha sido modificada
por la Ley 29/1999, de 16 de junio.
Por su parte, el RD 4/1995, de 13 de enero,
por el que se desarrolla la Ley 14/1994, de 1
de junio, por la que se regulan las empresas
de trabajo temporal, sólo indica, respecto del
tema que estamos analizando, que tanto en
el contrato de puesta a disposición como en
el contrato de trabajo celebrado con el trabajador en misión se deberán hacer constar los
riesgos profesionales del puesto de trabajo a
cubrir [arts. 14.e) y 15.2.e) RD 4/1995].
La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de
prevención de riesgos laborales (en adelante, LPRL) establece en su art. 28.1 que su
contenido se aplicará plenamente a las relaciones de trabajo temporal, de duración
determinada y en ETT.
De manera específica, el RD 216/1999, de
5 de febrero, sobre disposiciones mínimas de
seguridad y salud en el trabajo en el ámbito
de las ETT va desgranando el contenido y la
distribución de las obligaciones entre ETT y
empresa usuaria en materia de seguridad y
salud laborales.
Por último, el IV Convenio Colectivo 10
Estatal de Empresas de Trabajo Temporal,
reitera en su art. 47, los principios que informan toda la normativa anteriormente citada, y recuerda la obligación de cumplimiento
y respeto de la misma, de modo que se desarrollen las acciones necesarias que afecten
a la salud y seguridad en el trabajo, así como
cuantas medidas sean precisas, para el cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos
laborales y normas de desarrollo por las
ETT. Concreta dichos principios en tres obligaciones básicas: garantizar la salud y seguridad de sus trabajadores, desarrollar una
política preventiva en dicha materia y
fomentar la cooperación y participación en
ella de todos los trabajadores. Respecto de
los trabajadores puestos a disposición de las
empresas usuarias, se establece el compromiso de velar especialmente por el cumplimiento de lo establecido en la LPRL, la
LETT y el RD 216/1999, de 5 de febrero, así
como la restante normativa de desarrollo
aplicable.
3. OBLIGACIONES DE LA EMPRESA
USUARIA
Dado que la empresa usuaria es quien
requiere un trabajador para un puesto de
trabajo específico, trabajador al que va a ocupar y respecto del cual asume la responsabilidad de las condiciones de ejecución del trabajo en lo relativo a la protección de su seguridad y salud laboral11 (art. 28.5 LPRL, art.
Vid. el análisis y comentarios al art. 47 de dicho
Convenio, realizados por A. I. PÉREZ CAMPOS, en la obra
colectiva: A. V. SEMPERE NAVARRO y C. SAN MARTÍN MAZZUCCONI (Dir. y coord.): Comentarios a las normas...,
cit., págs. 631-649.
11
Para DÍAZ MOLINER, «una correcta interpretación
de esta dicción supone poner el acento sobre el primero
de los aspectos, es decir, el de las condiciones de ejecución del trabajo, dejando a un lado la general referencia
a todo lo relacionado con la protección de la seguridad y
la salud de los trabajadores, ya que esta última referencia, desligada de la primera supondría el situar todas las
10
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16.2 LETT y art. 5 RD 216/1999), esta empresa es la que asume la mayor parte de los
deberes de protección; no en vano, el art. 15
LETT reitera lo dispuesto en el art. 6.1 LETT
y en el art. 20 ET, al señalar que «cuando los
trabajadores desarrollen tareas en el ámbito
de la empresa usuaria...las facultades de
dirección y control de la actividad laboral
serán ejercidas por aquella durante el tiempo
de prestación de servicios en su ámbito».
Dado que las modificaciones sustanciales
son permitidas y legitimadas por el art. 41 ET,
aunque tal facultad no esté citada en la LETT
y no esté integrada en el concepto de poder de
dirección, no obstante la empresa usuaria
ostenta tal facultad concreta, como derivada
de las facultades organizativas generales en
el marco del contrato de trabajo12.
Como la empresa usuaria ha de conocer y
evaluar los riesgos de cada uno de sus puestos de trabajo, también debe conocer los de
aquellos puestos que van a ser ocupados por
los trabajadores a ella cedidos, para enviar,
previamente a su adscripción, dicha información a la ETT (art. 28.5 LPRL, art. 16.1
LETT, y art. 2 RD 216/1999), con la finalidad
de buscar el trabajador adecuado para dicho
puesto de trabajo. El deber de información13
obligaciones sobre la empresa usuaria». Vid. R. DÍAZ
MOLINER: Derecho de prevención de riesgos laborales.
Vol. I. La normativa de prevención de riesgos laborales.
Derechos y deberes. La actividad empresarial de prevención, DIJUSA, Obras Jurídicas, Burgos, 1998, pág. 507.
12
M. PÉREZ PÉREZ: Empresas de trabajo temporal y
relaciones laborales, Murcia, 2002, pág. 326. M. D.
ROMÁN DE LA TORRE: Poder de dirección y contrato de
trabajo, Valladolid, 1992, pág. 97 y ss. En contra, C.
CHACARTEGUI JÁVEGA: Empresas de trabajo temporal y
contrato de trabajo, Valencia, 2000, pág. 404.
13
El deber de información se comparte entre la
empresa usuaria y la ETT, pudiendo diferenciar el deber
de información genérico que corresponde a la ETT,
como después analizaremos, esto es, el deber de informar a los trabajadores con carácter general de los riesgos a que puedan verse expuestos, de acuerdo con la
información que previamente le ha ofrecido la empresa
usuaria. Por otro lado, el deber de información específico que pesa sobre la empresa usuaria, respecto de los
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incluye lo eventuales cambios de funciones,
o de los equipos y métodos de trabajo, y el
progreso de los conocimientos técnicos. Es
un deber instrumental, puesto que posibilita
que la ETT cumpla sus obligaciones sobre
adecuación de trabajo y trabajador14.
Se pretende que hasta que el trabajador
no tenga la preparación y aptitudes adecuadas para ocupar el puesto de trabajo, no se le
encomiende la prestación efectiva de esos
servicios. De ahí que la empresa usuaria no
permitirá el inicio de la prestación de servicios en la misma por un trabajador cedido
hasta que no tenga constancia del cumplimiento de las obligaciones anteriores.
No sólo asume la empresa usuaria ese
deber de información indirecta al trabajador, esto es, a través de la ETT, sino también
el de información directa al trabajador, respecto de los riesgos del puesto que va a ocupar, o de aquél al que se le mueve funcionalmente, así como de los riesgos que afectan a
la empresa en su conjunto (art. 18 LPRL), y
de las medidas protectoras previstas al respecto (arts. 18 y 20 LPRL).
Se exige dar dicha información directa con
carácter previo a que ocupe el puesto de trabajo, es decir, en un momento anterior a que
inicie la actividad, pero eso no significa que
deba informar urgentemente ni tampoco se
establece una duración predeterminada, porque se entiende que ese deber de información
debe durar el tiempo necesario y razonable
con tal de que cumpla su finalidad, lo cual
implica que dependiendo del puesto de trabajo durará más o menos tiempo15.
riesgos propios del puesto de trabajo, dado que determinados aspectos de la relación laboral y de la ejecución del trabajo sólo podrán ser conocidos cuando el
trabajador comience a realizar dicha prestación laboral
concreta para la empresa usuaria. M.L. PÉREZ GUERRERO:
«La prevención de riesgos...», cit., pág. 2796.
14
R. DÍAZ MOLINER: Derecho de prevención, cit.,
pág. 508.
15
M. PÉREZ PÉREZ. Empresas de trabajo temporal...,
cit., pág. 323.
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El contenido de dicha información está
especificado en el art. 2 RD 216/1999 y versa
sobre los siguientes aspectos:
–
las características propias del puesto
de trabajo y las tareas a desarrollar.
–
las aptitudes, capacidades y cualificaciones profesionales requeridas.
–
los riesgos profesionales, tanto los de
carácter general existentes en el centro de trabajo y que pudieran afectar
al trabajador, como los específicos del
puesto de trabajo a cubrir.
–
las medidas de prevención a adoptar
en relación con los riesgos generales y
específicos que pudieran afectar al
trabajador, con inclusión de la referencia a los equipos de protección
individual que haya de utilizar y que
serán puestos a su disposición.
–
los datos acerca de la formación en
materia de prevención de riesgos
laborales que debe poseer el trabajador.
–
las medidas de vigilancia de la salud
que deben adoptarse en relación con
el puesto de trabajo a desempeñar,
especificando si, de conformidad con
la normativa aplicable, tales medidas
tienen carácter obligatorio o voluntario para el trabajador y su periodicidad.
La obligación de información tiene carácter esencial, de tal modo que «condiciona
totalmente la actividad y el cumplimiento de
las obligaciones que se imponen a la propia
ETT»16, en el sentido de que dicha información debe ser incorporada al contrato de
puesta a disposición. Se trata de informar
16
M. LÓPEZ BALAGUER: Prevención de riesgos laborales y empresas de trabajo temporal, Valencia, 2000,
pág. 24.
sobre los riesgos existentes para la salud y
seguridad del trabajador, tanto de aquellos
que concurran de manera general en la
empresa como de los específicos del puesto
de trabajo y tareas a desarrollar17.
Con posterioridad, debe comprobar que
dicha información en materia preventiva de
riesgos laborales llegó al trabajador cedido y
que está suficientemente formado para ocupar ese puesto con sus características específicas (arts. 28.5 LPRL y 4 RD 216/1999). De
recibir un trabajador que no esté convenientemente formado por la ETT, la empresa
usuaria deberá prestar esa formación necesaria.
Por otro lado, la empresa usuaria ha de
informar a los trabajadores designados para
realizar la prevención o a los Servicios de
Prevención (art. 28.5 pár. 3º LPRL y art. 4.3
RD 216/1999), de la incorporación de los trabajadores cedidos, puesto que los trabajadores cedidos deben estar incluidos en el plan
de prevención de la empresa usuaria. En
este sentido, los Servicios de Prevención de
la empresa usuaria deben coordinarse con
los de la ETT para garantizar una protección
adecuada (art. 6.3 RD 216/1999). Además, la
empresa usuaria debe informar a los representantes de los trabajadores en la misma de
la adscripción de los trabajadores puestos a
disposición por la ETT. La empresa usuaria
computa el promedio mensual de trabajadores cedidos por ETT en los últimos doce
meses, para poder determinar los medios,
recursos y modalidades de organización de
sus actividades de prevención según lo dispuesto en el cap. III del Reglamento de los
Servicios de Prevención. De nuevo nos
encontramos con un deber de información
que tiene carácter instrumental, que permi-
17
Según MERCADER UGUINA, «hubiera sido recomendable una concepción más amplia de los deberes
informativos y no una tan atada a la clásica filosofía del
puesto y de la tarea a desarrollar». J. R. MERCADER UGUINA: «Prevención de riesgos laborales y empresas de trabajo temporal», RL nº 10, 1999, pág. 1142.
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te a los representantes de los trabajadores
realizar una función supervisora del trato
jurídico de protección que reciban estos trabajadores18. Los trabajadores cedidos pueden acudir a los representantes de los trabajadores de la empresa usuaria en el ejercicio
de los derechos reconocidos en la LPRL, tal y
como indica el art. 17.1, pár. 1º LETT, esto
es, para formular reclamaciones en relación
con las condiciones de ejecución de la actividad laboral en la empresa usuaria.
Por último, la empresa usuaria ha de
informar por escrito a la ETT de todo daño
para la salud del trabajador puesto a disposición que se hubiese producido como consecuencia de la prestación de servicios (arts.
23.3 LPRL y 7.2 RD 216/1999), con el objetivo
de que la ETT pueda cumplir con el deber de
notificación del daño ocasionado a la autoridad laboral, tal y como prevé el art. 23 LPRL.
Resulta lógico y adecuado que se asigne a la
ETT el deber de comunicación, puesto que el
empresario contratante con el trabajador es
la ETT, pero se hace precisa también la cooperación de la empresa usuaria, so pena de
incurrir en responsabilidad por incumplimiento de esta obligación19. En la notificación
se indicarán el nombre o razón social de la
empresa usuaria, el sector de actividad al que
pertenece y la dirección del centro o lugar de
trabajo (art. 7.3 RD 216/1999).
tida por la empresa usuaria [art. 19.3.b)
LISOS]. Estas actividades prohibidas20 que
componen una relación tasada y exhaustiva,
no meramente ejemplificativa 21 , son las
siguientes:
–
Trabajos en la construcción a que se
refiere el Anexo II del RD 1627/1997,
de 24 de octubre.
–
Trabajos de minería a cielo abierto y
de interior de los recogidos en el art. 2
RD 1389/1997, de 5 de septiembre.
–
Trabajos propios de las industrias
extractivas por sondeos en superficie
terrestre a que se refiere el art. 109 del
Reglamento General de Normas Básicas de Seguridad Minera, modificado
por el RD 150/1996, de 2 de febrero.
–
Trabajos en plataformas marinas.
–
Trabajos directamente relacionados
con la fabricación, manipulación y
utilización de explosivos, incluidos los
artículos pirotécnicos, según RD
1230/1998, de 16 de febrero.
–
Trabajos sometidos a radiaciones
ionizantes en zonas controladas
según RD 53/1992, de 24 de enero.
–
Trabajos que impliquen exposición a
agentes cancerígenos, mutagénicos o
tóxicos según RD 363/1995, de 10 de
marzo y RD 1078/1993, de 2 de julio.
–
Trabajos que impliquen exposición a
agentes biológicos de los grupos 3 y 4,
según RD 664/1997, de 12 de mayo, y
4. OBLIGACIONES DE LA ETT
El art. 8 RD 216/1999, de 5 de febrero,
delimita las actividades y trabajos que resultan especialmente peligrosos para la seguridad y salud, y que, por tanto, quedan vedados para celebrar contratos de puesta a disposición por las ETT con las empresas usuarias, so pena de infracción muy grave come-
18
R. DÍAZ MOLINER: Derecho de prevención, cit.,
pág. 509.
19
C. CHACARTEGUI JÁVEGA: «Empresas de Trabajo
Temporal..., cit., pág. 468.
298
20
En opinión de MERCADER UGUINA, no se ha logrado el equilibrio adecuado entre la interpretación
extensiva de las actividades en las que concurría el dato
de la peligrosidad defendida de parte sindical y la
opción limitativa pregonada por las representaciones
empresariales. J. R. MERCADER UGUINA: «Prevención de
riesgos laborales...», pág. 1145.
21
A. MONTOYA y J. PIZÁ: Curso de seguridad y salud
en el trabajo, Madrid, 2000, pág. 88.
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–
Trabajos con riesgos eléctricos de alta
tensión.
Por otro lado, la celebración de un contrato de estas características sólo está permitida para que se ocupen puestos de trabajo
respecto de los cuales se haya llevado a cabo
la correspondiente evaluación de riesgos
[arts. 15.1.b) y 16 LPRL], en la que se delimiten no sólo los riesgos genéricos y específicos de la empresa y del puesto, sino también
las medidas protectoras preventivas a
tomar, la formación en materia de prevención que se exige al trabajador y las medidas
de vigilancia de la salud que se van a seguir.
La ETT tiene además las obligaciones de
informar22 y de formar a los trabajadores
(arts. 28.5 LPRL y 12.2 LETT), así como la
de vigilar periódicamente la salud de estos
últimos (art. 22 LPRL). Como es la empresa
usuaria quien va a determinar las tareas a
realizar por el trabajador que se le cede, y
quien conoce las características de dicho
puesto de trabajo, debe dar esa información
a la ETT para que esta última sepa de los
riesgos previsibles y de las medidas protectoras para hacerlos frente [arts. 28.2 LPRL,
y arts. 14.c), 15.2.e) y 15.3.d) RD 4/1995], y
para que, a su vez, preste esa información al
trabajador antes de ser cedido temporalmente a la empresa usuaria, y lo forme convenientemente. Para dicha formación, la
ETT ha de destinar el 1% de la masa salarial
(art. 12.2 LETT). De este modo, se atiende a
los factores objetivos del puesto de trabajo y
a los factores subjetivos de cada trabajador
22
El art. 12 Directiva 89/391/CEE, de 12 de junio
de 1989, relativa a la aplicación de medidas para promover la mejora de la seguridad y la salud de los trabajadores en el trabajo, dispone que el empresario debe
garantizar que cada trabajador reciba una formación
suficiente y adecuada en materia preventiva de riesgos;
así como que los trabajadores de empresas exteriores
hayan recibido las instrucciones oportunas respecto de
los riesgos laborales durante su actividad en aquella
empresa. Este precepto se desarrolla y concreta en el
art., 4 Directiva 91/383/CEE.
(sus conocimientos técnicos, su experiencia
en puestos similares, etc.) para perfilar la
formación que ha de darse a cada trabajador
concreto23.
El art. 7 RD 216/1999 exige que se registre y conserve debidamente la documentación relativa a las informaciones y datos de
prevención de riesgos laborales, tanto por al
ETT como por la empresa usuaria. En el contrato de puesta a disposición, que se formaliza por escrito, deben figurar, entre otros
extremos, los relativos a los riesgos profesionales del puesto de trabajo a cubrir [art.
14.e) RD 4/1995]. De modo idéntico se incorporará dicha información en el contrato de
trabajo que medie entre la ETT y el trabajador contratado para ser cedido [art. 15.2.e)
RD 4/1995].
La ETT debe acreditar documentalmente
ante la empresa usuaria que el trabajador
cedido posee la formación e información adecuadas en materia preventiva, así como un
estado de salud compatible con el puesto de
trabajo (art. 3.5 RD 216/1999). Dicha documentación debe estar a disposición de los
delegados de prevención o, en su defecto, de
los representantes legales de los trabajadores en la ETT, y de las personas u órganos
con competencia en materia preventiva en la
misma.
En este sentido, la ETT debe comprobar
con carácter previo a la contratación, que el
trabajador posee la formación adecuada
para desempeñar el puesto de trabajo de que
se trate, o en caso contrario, proporcionársela, de modo que reciba de la ETT formación
suficiente y adecuada a las características
del puesto de trabajo a cubrir, teniendo en
cuenta su cualificación y experiencia profesional y prestando especial atención a los
riesgos a los que vaya a estar expuesto (art.
12.3, pár. 1º LETT). El tiempo dedicado a
23
J. I. GARCÍA NINET (Dir.): Manual de prevención de
riesgos laborales, Barcelona, 2002, pág. 238.
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formar al trabajador para cederlo preparado
forma parte de la duración del contrato de
puesta a disposición.
En caso de que aparezcan nuevos riesgos
o los ya existentes evolucionen al introducir
nuevas tecnologías o cambios en los equipos
de trabajo, otra vez la ETT deberá formar al
trabajador que va a ceder a la empresa usuaria, sin que sea necesario que ese cambio tecnológico pueda ocasionar «peligros graves»
para que el empresario deba proporcionar a
cada trabajador dicha formación24.
En caso de que la formación deba realizarse en la propia empresa usuaria, podrá
impartirla esta última con cargo a la ETT y
previamente al comienzo de la prestación
laboral por el trabajador cedido25. El art. 3.3
RD 216/1999 prevé una alternativa, en el
sentido de que, cuando sea necesario un
especial adiestramiento en materia preventiva, o bien la ETT sea la que forme en la propia empresa usuaria, o bien sea la empresa
usuaria quien imparta la formación, mientras se haya pactado por escrito y la ETT
asuma los gastos derivados de la misma. Si
es la empresa usuaria quien proporciona
dicha formación, se puede evitar el problema
de dilucidar si la responsable, en caso de
inadecuada formación impartida al trabajador cedido, es la ETT por no haber ofrecido
24
F. PÉREZ DE LOS COBOS ORIHUEL: «La Directiva marco sobre medidas de seguridad y salud de los trabajadores en el trabajo y la adaptación del Ordenamiento
español», RL tomo I, 1991, pág. 1248, M. L. PÉREZ GUERRERO: «La prevención de riesgos...», cit., pág. 2801, C.
GALA DURÁN: Derechos y ..., cit., pág. 140. En contra,
M. GARCÍA FERNÁNDEZ: «Posición del trabajador ante la
empresa de trabajo temporal y ante la empresa cliente:
puntos críticos», AL nº 34, 1994, pág. 536.
25
Resulta, según IGLESIAS CABERO, de difícil aplicación práctica el cumplimiento del deber de informar y
formar señalados, así como el de vigilancia del estado
de salud del trabajador cedido antes y durante la cesión
temporal, dada la rapidez en el uso de este tipo de trabajadores y la carencia de información suficiente. M.
IGLESIAS CABERO (coord..): Comentarios a la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, Madrid, 1997, pág. 157.
300
una formación adecuada, puesto que se unifica, en este supuesto concreto, la responsabilidad en una única empresa, en la empresa
usuaria.
Respecto de la formación continua del trabajador en misión, se pueden distinguir dos
supuestos26:
• Si el trabajador ha sido contratado por
la ETT por tiempo indefinido, los períodos de formación se desarrollan una
vez perfeccionado el contrato de trabajo, pero cuando aún no ha sido puesto a
disposición de cada empresa usuaria.
• Si el trabajador ha sido contratado por
la ETT mediante un contrato de duración determinada coincidente con la
duración del contrato de puesta a disposición, sólo existe un primer momento de formación, en el que se suministra al trabajador toda la formación
necesaria en relación al nuevo puesto
de trabajo que ocupará, en concreto
respecto de los riesgos a que podrá verse expuesto.
Se impone a la ETT la obligación de vigilar la salud de los trabajadores a ceder (art.
28.3 LPRL), aunque algún sector doctrinal
estima que sería más lógico que los controles
periódicos los llevase a cabo la empresa
usuaria, dado que la prestación laboral efectiva se realiza en la misma27. Estos controles
periódicos de la salud deben llevarse a cabo
por la empresa de forma obligatoria, pero
sólo cuando el trabajador preste su consentimiento (art. 22.1 LPRL). De este carácter
voluntario se exceptúan aquellos supuestos
en los que la realización de los reconocimienC. GALA DURÁN: Derechos y..., cit., pág. 139.
M. FERNÁNDEZ RAMÍREZ: «Tratamiento de la seguridad...», cit., pág. 144. J. LÓPEZ GANDÍA y J. F. BLASCO
LAHOZ: Curso de Prevención..., cit., pág. 166. J. R. MERCADER UGUINA: «Prevención de riesgos laborales...», cit.,
pág. 1138, J. CRESPAN ECHEGOYEN: «ETT y prevención de
riesgos laborales», en AAVV: Empresas de Trabajo Temporal, Madrid, 1998, pág. 235.
26
27
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RAQUEL YOLANDA QUINTANILLA NAVARRO
tos sea imprescindible para evaluar los efectos de las condiciones de trabajo sobre la
salud de los trabajadores o para verificar si
el estado de salud del trabajador puede constituir un peligro para él mismo, para sus
compañeros o para otras personas relacionadas con la empresa, o cuando así lo establezca una disposición legal en relación con la
protección de riesgos específicos y actividades de especial peligrosidad28.
ciones que cada una de ambas empresas han
asumido y deben cumplir, por imperativo
legal y contractual, de modo que la correspondiente responsabilidad en caso de incumplimiento debe atribuirse a la empresa titular de la respectiva obligación.
La información médica de carácter personal del trabajador en misión sólo será accesible para el personal médico y las autoridades
sanitarias que lleven a cabo la vigilancia de
su salud, sin que pueda facilitarse a la ETT o
a otras personas sin el consentimiento
expreso del trabajador. De este modo, a las
ETT y a las personas u órganos con responsabilidades en materia de prevención sólo se
les informará de las conclusiones extraídas
de los reconocimientos efectuados que guarden conexión con la aptitud del trabajador
para ocupar el puesto de trabajo, o con la
necesidad de modificar o mejorar las medidas de protección y prevención, con el fin de
que pueda realizar correctamente sus funciones en materia preventiva29.
El art. 12.8 LISOS califica como infracción grave «el incumplimiento de las obligaciones en materia de formación e información suficiente y adecuada a los trabajadores
acerca de los riesgos del puesto de trabajo
susceptibles de provocar daños para la seguridad y salud y sobre las medidas preventivas aplicables, salvo que se trate de infracción muy grave conforme al artículo siguiente».
5. RESPONSABILIDADES EN MATERIA
DE PREVENCIÓN DE RIESGOS
LABORALES
Las responsabilidades en este tema
toman como base de imputación las obliga-
28
Duda C. CHACARTEGUI JÁVEGA si no habría sido
mejor que la empresa usuaria, que es donde el trabajador desarrolla la actividad, se hubiese ocupado de este
deber, especialmente si se recuerda que el art. 22 LPRL
dispone esta obligación «en función de los riesgos inherentes al trabajo», lo cual garantiza el alcance de la obligación empresarial e impone el límite de la confidencialidad de los datos personales que no tengan conexión con los riesgos del trabajo: C. CHACARTEGUI JÁVEGA:
«Empresas de Trabajo Temporal...», cit., pág. 466. También, M. FERNÁNDEZ RAMÍREZ: «Tratamiento de la seguridad...», cit., pág. 144.
29
C. GALA DURÁN: Derechos y..., cit., pág. 141.
5.1. Responsabilidades de la empresa
usuaria
El art. 13.4 LISOS contempla como
infracciones muy graves actos como adscribir a trabajadores a puestos de trabajo cuyas
condiciones fuesen incompatibles con sus
características personales conocidas, o que
se encuentren manifiestamente en estado o
situaciones transitorias que no respondan a
las exigencias psicofísicas de los respectivos
puestos de trabajo, así como la dedicación de
aquéllos a tareas sin tomar en consideración
sus capacidades profesionales en materia de
seguridad y salud en el trabajo.
Se considera infracción muy grave la formalización de contratos de puesta a disposición para la realización de las actividades y
los trabajos de especial peligrosidad para la
seguridad o la salud que hemos señalado
anteriormente [art. 19.3.b) LISOS].
Si la empresa usuaria incumple el deber
de información directa al trabajador, cometerá una infracción grave [art. 19.2.d)
LISOS]30. Si la empresa usuaria obstruye los
30
En opinión de J. GARCÍA MURCIA: («Responsabilidades empresariales en materia de salud laboral»,
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301
ESTUDIOS
derechos de los trabajadores cedidos, sobre
protección de su seguridad y salud, cometerá
una infracción grave [art. 19.2.c) LISOS]. En
caso de riesgo grave e inminente, las acciones u omisiones que impidan el ejercicio del
derecho a paralizar la actividad se contemplan como infracción muy grave con carácter
general (art. 13.9 LISOS).
También la empresa usuaria asume la
responsabilidad prestacional de Seguridad
Social, aun cuando la obligación de cotizar a
la Seguridad Social corresponde a la ETT
[art. 42.3, pár. 2º LISOS].
5.2. Responsabilidades de la ETT
Si la ETT no dedica el 1% de su masa
salarial a formar al trabajador, cometerá
una infracción grave [art. 18.2.d) LISOS].
Asimismo, si la ETT incumple el deber de
formar a los trabajadores que van a ser cedidos, cometerá una infracción grave [art.
18.2.d) LISOS].
La ETT es responsable de los deberes preventivos en materia de formación y vigilancia de la salud, previstos en el art. 28.5
LPRL y de la prohibición de emplear a trabajadores cedidos en trabajos prohibidos
para ellos [art. 18.3.b) LISOS].
5.3. ¿Responsabilidad conjunta?
Como hemos señalado, en función de si el
incumplimiento lo ha cometido la ETT o la
empresa usuaria, se determina quién es la
empresa responsable, sin que concurra ninguna conexión entre ambas, en el sentido de
exigir responsabilidad solidaria ni subsidia-
Derecho y Salud vol. 4, nº 1, 1996, pág. 230), y LOUSAAROCHENA: («Los trabajadores temporales y...», cit.,
1998, pág. 2), las multas previstas en dicho artículo
prevalecen respecto de las establecidas en la LETT.
DA
302
ria31. No obstante, según otro sector doctrinal32, una vez que se cede a los trabajadores,
ambas empresas van a verse involucradas
durante el tiempo que dure el contrato de
puesta a disposición, cuando las transgresiones se refieran a obligaciones salariales o en
materia de Seguridad Social. En este sentido, el art. 16.3 LETT establece una responsabilidad subsidiaria de la empresa usuaria,
que será de naturaleza solidaria si la cesión
se ha llevado a cabo infringiendo, entre
otras, la prohibición de celebrar contratos de
puesta a disposición para actividades calificados reglamentariamente como especialmente peligrosos. De lo anterior se deduce
por dichos autores que existe según la letra
de la ley una nítida responsabilidad solidaria entre ambas empresas en caso de cesión
ilegal que ponga en peligro la salud o integridad física de los trabajadores en los términos del art. 8.b) LETT.
Una tercera tesis doctrinal entiende que
es exigible la responsabilidad solidaria33 de
31
S EMPERE N AVARRO , G ARCÍA B LASCO , C ARDENAL
CARRO, GONZÁLEZ LABRADA: Derecho de la seguridad...,
cit., pág. 356, argumentando que dicha responsabilidad conjunta no está prevista expresamente.
Observa GALA DURÁN, que en este punto no se ha
traspuesto de forma adecuada el contenido de la
Directiva Comunitaria, debiéndose haber responsabilizado también a la ETT, aunque fuera de forma subsidiaria, de los incumplimientos de la empresa usuaria en
materia de seguridad y salud, dado que la ETT es el
empresario del trabajador puesto a disposición y tiene
relevantes facultades frente al mismo, aun cuando éstas
se presenten modalizadas por la propia especialidad
del trabajo temporal. C. GALA DURÁN: Derechos y..., cit.,
pág. 146.
32
S. GONZÁLEZ ORTEGA y J. APARICIO TOVAR: Comentarios a la Ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales, Madrid, 1996, pág. 270. M. P. LÓPEZ-ROMERO
GONZÁLEZ: «Prevención de riesgos laborales y empresas
de trabajo temporal», en VII Congreso Nacional de
Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Valladolid,
1996, pág. 20. M. FERNÁNDEZ RAMÍREZ: «Tratamiento de
la seguridad...», cit., pág. 152.
33
M. J. RODRÍGUEZ RAMOS: «La responsabilidad de la
empresa...», cit., pág. 207. En contra, G. MOLINER TAMBORERO: «La responsabilidad civil empresarial derivada
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la ETT y de la empresa usuaria, dada la
aplicación analógica de lo dispuesto en la
LPRL y en la STC 81/1995, de 5 de junio, respecto de la responsabilidad solidaria entre
empresa principal y empresa contratista o
subcontratista.
Otra posición doctrinal34 distingue en el
sentido de que la responsabilidad que surge
a partir de un resultado lesivo de la salud del
trabajador cedido, hace necesario analizar si
existen causas conectadas para comunicar
las responsabilidades entre ambas empresas, de modo que, aunque se detecte la responsabilidad de la empresa usuaria porque
la causa le sea imputable, no es posible exonerar sin más a la ETT, pues esta última tiene la obligación de garantizar la seguridad y
salud de sus trabajadores, aunque éstos
sean cedidos a una empresa usuaria (art. 14
LPRL).
La ETT o la empresa usuaria podrá ser
afectada, independientemente en cada caso,
por responsabilidades de carácter administrativo (según el régimen sancionador recogido en la LISOS, completado por aquellos
preceptos no derogados de la LPRL); así
como las correspondientes a los órdenes
penal y civil, en relación con los delitos contra la seguridad e higiene en el trabajo (arts.
316 y 317 CP), homicidio y lesiones imprudentes (arts. 142 y 152 CP), y la obligación
de abonar las indemnizaciones por daños y
perjuicios por responsabilidades civiles contractuales o extracontractuales.
6. DEBERES Y RESPONSABILIDADES
DEL TRABAJADOR
El art. 4.3º LPRL define los daños derivados del trabajo como las enfermedades, patodel incumplimiento de las previsiones contenidas en la
Ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales», AL
nº 19, 1996, pág. 41.
34
J. F. LOUSADA AROCHENA: «Los trabajadores temporales y...», cit., pág. 5.
logías o lesiones sufridas con motivo u ocasión del trabajo. En este sentido, el trabajador debe colaborar con el empresario observando las medidas legales y reglamentarias
de seguridad e higiene, como señala el art.
19.2 ET en desarrollo del art. 5.b) ET, y que
se concretan en las siguientes35:
1. Usar de forma conveniente las máquinas, aparatos, herramientas, sustancias peligrosas, equipos de transporte
y, en general, cualesquiera otros
medios con los que desarrollen su actividad. A estos efectos, se consideran
procesos, actividades, equipos, operaciones o productos potencialmente peligrosos, según el art. 4.5 LPRL, aquellos
que, en ausencia de medidas preventivas específicas, originen riesgos para la
salud y seguridad de los trabajadores
que los desarrollan o utilizan.
2. Utilizar adecuadamente los medios y
equipos protectores que el empresario
le proporciona, siguiendo las instrucciones, que deben ser correctas y suficientes36.
El art. 4 LPRL define como equipo de
protección individual «cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado
por el trabajador para que le proteja de
uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o su salud en el trabajo, así como cualquier complemento
o accesorio destinado a tal fin».
3. No poner fuera de funcionamiento y
utilizar correctamente los dispositivos
de seguridad existentes o que se instalen en los medios relacionados con su
actividad o en los lugares de trabajo en
los que ésta tenga lugar.
35
Seguimos la sistematización realizada por J. I.
GARCÍA NINET (Dir.): Manual de prevención de riesgos...,
cit., pág. 243-245.
36
J. I. GARCÍA NINET (Dir.): Manual de prevención de
riesgos..., cit., pág. 244.
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ESTUDIOS
4. Informar de inmediato a su superior
jerárquico directo y a los trabajadores
designados para realizar actividades
de prevención, acerca de cualquier
situación que, a su juicio, entrañe, por
motivos razonables, un riesgo para la
seguridad y la salud de los trabajadores. De este modo, se exige al trabajador que colabore diligentemente en la
prevención de riesgos cuando a su juicio entienda que se están produciendo
estos últimos.
5. Contribuir al cumplimiento de las obligaciones establecidas por la autoridad
competente, con el fin de proteger la
seguridad y la salud de los trabajadores en el trabajo.
304
6. Colaborar con el empresario para que
este último pueda garantizar unas condiciones de trabajo seguras y que no
supongan riesgo para la seguridad y
salud de los trabajadores.
En las obligaciones del trabajador en
materia de prevención de riesgos laborales
se pone de manifiesto el deber genérico de
diligencia exigible al mismo en su prestación
laboral en sentido amplio y que de forma,
unas veces directa, y otras indirecta, también debe ser proyectado sobre el deber concreto de evitar riesgos para su salud y su
seguridad y la de sus compañeros.
El incumplimiento por parte del trabajador cedido de dichas obligaciones se considera infracción laboral sancionable por el
empresario (art. 58.1 ET).
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RESUMEN
Los trabajadores puestos a disposición por las ETT a las empresas usuarias son un colectivo con un elevado índice de siniestralidad laboral. De ahí que sea imprescindible ofrecerles
la información, la formación y los controles médicos previos y periódicos para el adecuado
y seguro desarrollo de su prestación laboral.
Al tratarse de una relación triangular entre el trabajador puesto a disposición y las ETT y
empresas usuarias, se distribuyen las obligaciones y responsabilidades entre ellas, de
modo que la empresa usuaria asume las obligaciones respecto de las condiciones de ejecución del trabajo en lo relativo a la protección de la seguridad y salud laborales, así como respecto de la información a la ETT, al trabajador, y a los Servicios de Prevención, de los riesgos de los puestos de trabajo a ocupar por los trabajadores cedidos -debiendo comprobar
que dicha información llega a dicho trabajador-, además de informar por escrito a la ETT
de todo daño para la salud del trabajador cedido que se produzca como consecuencia de la
prestación de servicios.
Por su parte, la ETT no debe celebrar contratos de puesta a disposición para realizar actividades prohibidas, y se obliga a informar, a formar adecuadamente a los trabajadores
cedidos y a vigilar periódicamente la salud de estos últimos.
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