PRESENTAN OBSERVACIONES A LA DESIGNACIÓN DE JUECES

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PRESENTAN OBSERVACIONES A LA DESIGNACIÓN DE JUECES DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN POR DECRETO PEN
Nro. 83/2015.
Señor Ministro de Justicia y Derechos Humanos
Dr. Germán C. Garavano
S
/
D
REFERENCIA: FORMULAN OBSERVACIONES DECR. Nº 222/03
De nuestra consideración:
León Darío PIASEK, DNI 11.988.330, Presidente de la
Asociación de Abogados Laboralistas; Luis Enrique RAMÍREZ, DNI 7.598.612,
Vicepresidente; Verónica NUGUER, DNI 29.393.748, Secretaria General;
Sandra
Noemí
FOJO,
DNI
26.201.946,
Tesorera;
Carlos
Pablo
SZTERNSZTEJN, DNI 4.315.631, Vocal; Guillermo PAJONI, DNI 4.978.554,
Vocal; Alejandro Raúl FERRARI, DNI 13.245.524, Vocal; Matías CREMONTE,
DNI 23.546.304, Vocal y Adriana Evelia MAZZA, DNI 13.645.954, Vocal,
todos en nuestro carácter de integrantes del Consejo Directivo en representación
de la ASOCIACIÓN de ABOGADOS LABORALISTAS, asociación civil
registrada ante la Inspección General de Justicia por Resoluciones nº0348 y
nº2446 de fechas 22 de enero de 1980 y 23 de abril de 1980, respectivamente,
con domicilio en Viamonte 1668, piso 1ro., dpto. “3”, de la Ciudad de Buenos
Aires; también suscribimos la presente en nuestra condición de ciudadanos; nos
dirigimos a Usted a fin de formular observaciones respecto de la designación “en
comisión” por el Presidente de la Nación de los abogados Carlos Fernando
ROSENKRANTZ y Horacio Daniel ROSATTI, como magistrados de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, mediante decreto PEN Nro. 83/2015.
Sin perjuicio de nuestra legitimación para intervenir en
este proceso, como entidad que agrupa a los abogados laboralistas y que tiene
entre sus objetivos la defensa de nuestra Constitución Nacional, la forma
Republicana de Gobierno y la Democracia, invocamos la legitimación moral que
nos da nuestra lucha por una Justicia auténticamente INDEPENDIENTE,
manifestada en más de dos años de movilizaciones, marchas y “cacerolazos”
frente al Palacio de Justicia, en el período 2001/2003, con el acompañamiento de
la inmensa mayoría de la sociedad argentina.
La Constitución Nacional dispone que para efectuar la
designación de integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, por el
Poder Ejecutivo, se requiere acuerdo del Senado, con mayoría especial de dos
tercios de los presentes en sesión pública convocada al efecto.
El
decreto
PEN
Nro.
222/03
reglamenta
el
procedimiento previo a la designación.
No se ha cumplido con la normativa citada, y las
personas así designadas han aceptado ese proceder.
La independencia de los jueces implica que para su
designación se respete el mandato constitucional que exige la actuación de otros
dos poderes del Estado.
La independencia del Poder Judicial es un valor
constitucional que, ante todo, lo es en beneficio de la sociedad, constituyendo
uno de los pilares de la democracia por la que bregamos.
El decreto que manifiesta designar a los nuevos
integrantes de la Corte Suprema dispone, tardíamente, en su art. 2do. que se
implemente a continuación el procedimiento del decreto PEN Nro. 222/03.
Éste establece un procedimiento previo a la designación,
al cabo del cual “…en caso de decisión positiva se enviará con lo actuado al
Honorable Senado de la Nación, el nombramiento respectivo a los fines del
acuerdo” (Decr. 222/03, art. 9).
Mientras tanto el Decreto PEN Nro. 222/03 debiera
considerar a los postulados como “las personas que se encuentran en
consideración para la cobertura de la vacancia”.
En
consecuencia,
nos
encontramos
formulando
observaciones a personas que en lugar de hallarse en consideración para la
cobertura de las vacancias ya han sido designados con su consentimiento para el
cargo de magistrados de la CSJN.
El propio decreto PEN Nro. 222/03 (art. 2), dice que su
finalidad última es atender respecto de los postulantes a “la correcta valoración
de sus aptitudes morales, su idoneidad técnica y jurídica, su trayectoria y su
compromiso con la defensa de los derechos humanos y los valores democráticos
que los hagan merecedores de tan importante función”.
Magistrados de la Corte que aceptan asumir sus cargos
sólo mediante decreto presidencial, dependiendo de una eventual confirmación
posterior por el Senado, ejercerían su función jurisdiccional sujetos a la voluntad
unilateral de quien los designó por decreto y que con el mismo procedimiento
irregular puede revocarlo antes de su confirmación ulterior, y al mismo tiempo
del Senado de cuyo acuerdo dependen para continuar.
Jueces designados en tales condiciones carecen de
estabilidad y en consecuencia de independencia, habiendo aceptado la violación
del procedimiento constitucional y reglamentario.
Quienes han aceptado, porque esa aceptación previa se
presume y ahora se confirma con el cumplimiento formal del procedimiento del
Decreto Nro. 222/2003, no pueden ser admitidos como integrantes del Tribunal
Superior cuyo cometido principal es el de ser el último intérprete de la
Constitución Nacional y del bloque de constitucionalidad. Se trata de una
inhabilidad ética y una falta de idoneidad específica que no tienen justificación.
Ni siquiera nos abocamos a formular más observaciones
por cuantos las impugnaciones que hacemos son de tal envergadura que no
consideramos necesario agregar otros factores.
Los firmantes prestamos declaración jurada de nuestra
objetividad en lo que respecta a las personas propuestas, dando así cumplimiento
al requisito del art. 6 del Decreto PEN 222/03.
En consideración a lo expuesto solicitamos se consideren
nuestras observaciones, se las divulgue y eleve en el modo previsto en la
normativa vigente; y, en lo que concierne al cometido del PEN, se revoque el
Decreto PEN 83/2015, y se postulen nuevos candidatos a ocupar los cargos de
magistrados de la CSJN cumpliendo con el procedimiento constitucional y el
proceso del Decreto Nro. 222/03; y en particular se tengan en cuenta, a la hora
del ejercicio de tal facultad las circunstancias atinentes a la composición general
del Alto Cuerpo en cuanto a las diversidades de género, especialidades
profesionales e integración en el sentido regional y federal, como se postula en el
artículo 3 del referido Decreto.
Saludamos al Señor Ministro,
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