En la ciudad de Buenos Aires, a los 7 días del mes de Junio de

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En la ciudad de Buenos Aires, a los 7 días del mes de Junio de 2004, se reúnen los
miembros de la Sala “D” del Tribunal Fiscal de la Nación, Dres. Ethel Eleonora
Gramajo (Vocal titular de la 10ª Nominación), María Isabel Sirito (Vocal titular de la
11ª Nominación) y Sergio Pedro Brodsky (Vocal titular de la 12ª Nominación) para
resolver en la causa caratulada: “COOP. DE SERVICIOS PÚBLICOS, CONSUMO Y
VIVIENDA RAWSON LTDA. s/ recurso de apelación”, Expte. Nº 10.708-I.
La Dra. Gramajo dijo:
I.- Que la parte actora a fs. 225, el 11 de diciembre de 2003 practica liquidación del
monto que en concepto de impuesto, actualización e intereses resarcitorios debe
reintegrarle el Fisco Nacional en virtud de la sentencia de este Tribunal de fecha 11 de
noviembre de 1997 (ver fs. 160/165 vta.) y de la Alzada del 7 de septiembre de 2000
(ver fs. 196/196 vta.), y asimismo el Dr. Luis Hernando Montenegro solicita se proceda
a regular los honorarios que le corresponden como apoderado y patrocinante de la
demandante en los presentes autos. A fs. 228 la representación fiscal presta conformidad
respecto de las sumas objeto de reintegro y formula oposición con relación al pedido de
regulación de honorarios del Dr. Montenegro con fundamento en que los mismos se
encontrarían prescriptos conforme lo dispuesto por el art. 4032 del Código Civil al
haber transcurrido más de dos años desde su imposición. Por su parte, a fs. 231/231vta.
el Dr. Montenegro invoca en su favor la aplicabilidad del art. 515 de dicho cuerpo legal
como sustento de su pretensión.
II.- Que si bien en ninguna de las sentencias obrantes en la causa se ha dispuesto
expresamente que se efectúe liquidación del monto que en concepto de impuesto
actualizado con más intereses debe reintegrar el organismo fiscal a la accionante, es
cierto que a fs. 218/218vta., el 25 de junio de 2003, la representación fiscal al
manifestar voluntad de pago de dichas sumas exigió del acreedor que con la solicitud
respectiva adjuntara copias certificadas de las sentencias de fondo como así también de
la liquidación judicial aprobada y firme y la opción de pago prevista en el Decreto
1.873/02, que efectúa la contraria a fs. 225.
Que en consecuencia corresponde que este Tribunal se pronuncie acerca de la
liquidación practicada por la demandante, la que corresponde aprobar dado la
conformidad prestada por la representación fiscal a fs. 228, pto. I.
III.- Que por lo tanto, no obstante que en la sentencia dictada el 11/11/1997 no existía
motivo para practicar liquidación del monto objeto de repetición pues se hizo lugar a la
pretensión de la repitente, ni tampoco fue ordenada en el Fallo de la Alzada del 7 de
septiembre de 2000, toda vez que, la aprobación que se dispone en el punto que
antecede es una ulterioridad de la resolución definitiva de la causa en cuanto al fondo de
la cuestión, no puede la suscripta considerar aplicable en el caso de autos el término
bienal de prescripción invocado por la representación fiscal y establecido en los dos
primeros párrafos del inc. 1. del art. 4032 del Código Civil para la pretensión de cobro
de honorarios aún cuando estos no hubieren sido regulados, toda vez que el pleito no
fenece hasta la aprobación de la liquidación ahora motivo de pronunciamiento en el que
continúa actuando el mismo profesional.
Que a mayor abundamiento cabe consignar que tampoco procede el argumento del
profesional cuando invoca la aplicación del art. 515 del Código Civil pues el mismo al
referirse a las obligaciones naturales dice: “...Naturales son las que, fundadas sólo en el
derecho natural y en la equidad, no confieren acción para exigir su cumplimiento, pero
que cumplidas por el deudor, autorizan para retener lo que se ha dado en razón de
ellas, tales son:...2. las obligaciones que principian por ser obligaciones civiles, y que
se hallan extinguidas por la prescripción...” (el destacado es propio).
En el caso que aquí se plantea el Tribunal no puede valerse de dicha disposición por
prevalecer, en salvaguarda de la seguridad jurídica y del principio de certeza la
normativa sobre prescripción de las acciones. El propio Código en la cita del artículo
referido expresa: “...que la obligación natural, si puede servir de base a una excepción,
no puede por sí misma dar ninguna acción al acreedor, porque la acción que consiste en
poner en ejercicio los medios coercitivos establecidos por la ley civil, no puede ser
llamada al socorro de una obligación que la ley civil desconoce... En cuanto a la
cuestión de si las obligaciones naturales pueden, por medio de la ratificación o
confirmación, llegar a ser obligaciones civiles, creemos que la afirmativa es
cierta...como las obligaciones prescriptas...”, lo que ocurre es que, a juicio de la
suscripta, en el presente caso el Fisco Nacional no ha ratificado ni confirmado su
obligación de abonar honorarios, sino por el contrario, se ha opuesto con sustento en el
instituto civil de la prescripción.
IV.- Que por el contrario, el plazo de prescripción para el presente caso es el de cinco
años establecido por el segundo párrafo del art. 4032: “En cuanto al pleito no
terminado y proseguido por el mismo abogado el plazo será de cinco años, desde que
se devengaron los honorarios o derechos, si no hay convenio entre las partes sobre el
tiempo de pago.”. El tema a decidir es desde cuándo se considera que se devengó el
derecho a honorarios para el profesional peticionante. A tal fin cabe tener en cuenta lo
sostenido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en su Fallo, de fecha 4 de mayo
de 1995, recaído en los autos: “Cinturón Ecológico S.E. c/Libertador S.A., en el que en
el Considerando 5º) sostuvo: “La prescripción liberatoria no puede separarse de la
pretensión jurídicamente demandable, y el plazo respectivo comienza a computarse a
partir del momento en que ella puede ser ejercida (Fallos 308:1101)...” . Dicho
momento será a juicio de la suscripta aquel en que la sentencia que pone fin al litigio
queda firme y pasa en autoridad de cosa juzgada, o en casos como el de autos, en que es
necesario la aprobación de una liquidación como ulterioridad de la sentencia, que
constituye la base regulatoria para los honorarios a favor del Dr. Luis Hernando
Montenegro, desde el momento en que dicha aprobación quede firme, ya que, recién en
ese momento queda expedita la acción para solicitar la regulación de honorarios, pues se reitera- con anterioridad no había base regulatoria firme y dado que en el presente
supuesto ninguna de las partes ha denunciado convenio sobre el tiempo de pago de la
suma por la que se hizo lugar a la repetición, corresponde rechazar la prescripción
opuesta por el Fisco Nacional.
Que no obstante, el Dr. Montenegro al efectuar su petición, no ha acreditado su
condición frente al impuesto al valor agregado y acompañado la constancia de
inscripción ante el organismo fiscal que así lo acredite, clara disposición contenida en el
art. 2º de la Resolución General(AFIP) Nº 689/99 cuyo incumplimiento obliga a este
Tribunal a diferir la regulación de sus honorarios hasta tanto cumpla con las previsiones
de la citada norma.
La Dra. Sirito dijo:
Que adhiere a las conclusiones del voto precedente en cuanto de las mismas resulta que
1º) Se aprueba la liquidación practicada por la recurrente a fs. 225 que cuenta con la
conformidad de la representación fiscal; 2º) No se hace lugar a la prescripción opuesta
por el Fisco Nacional respecto del pedido de regulación efectuado por el Dr. Luis
Hernando Montenegro; se difiere la regulación del citado profesional hasta el momento
en que dé cumplimiento a lo dispuesto por la R.G. (AFIP) Nº 689/99.
El Dr. Brodsky dijo:
Que adhiere al voto de la Dra. Gramajo.
Que en virtud de la votación que antecede;
SE RESUELVE:
1º) Aprobar la liquidación practicada por la parte actora a fs. 225.
2º) No hacer lugar a la prescripción opuesta por el Fisco Nacional en cuanto a la
regulación de honorarios peticionada por el Dr. Luis Hernando Montenegro a fs. 225.
3º) Diferir la regulación de los honorarios correspondientes al Dr. Luis Hernando
Montenegro, hasta tanto dé cumplimiento con lo dispuesto por el art. 2º de la
Resolución General (AFIP) Nº 689/99.
Regístrese y notifíquese.
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