«Me he criado rodeado de animales y disfruto con la doma de un

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Doctor Francisco Antonio García Gómez,
ganadero y docente de Odontología
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Me he criado rodeado de
animales y disfruto con la
doma de un potro o el
nacimiento de un ternero
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MAXILLARIS
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El cuidado de los caballos, vacas y ovejas tenido que cambiar de negocio para buscar la rentabilidad; por
ejemplo, antes teníamos toros bravos que ya no tenemos, ahora
constituye la ocupación principal los
los hemos sustituido por vacas del terreno; igualmente también
retiramos las vacas frisonas que teníamos para el negocio de la
fines de semana del doctor Francisco
leche. Mi padre llegó a tener una de las mejores cuadras de vacas
Antonio García Gómez. De lunes a viernes de leche de esta zona de la sierra madrileña.
Los negocios han cambiado a lo largo de los años por la proejerce como jefe del Área de
pia dinámica del mercado y las decisiones que han tomado las
Estomatología de la Universidad Rey Juan diferentes administraciones. El negocio de la leche fue brillante
25 años, pero nuestra entrada en la entonces denominada
Carlos, pero su tiempo libre lo dedica al hace
Comunicad Económica Europea perjudicó a muchas explotaciones ganaderas. De repente, nuestras vacas ya no eran útiles y
negocio ganadero que tiene su familia
sólo era bueno el ganado de Alemania o Suiza; por eso muchas
en Hoyo de Manzanares (Madrid).
explotaciones ganaderas decidieron retirar sus vacas y traer
La cría de ganado es dura en sí misma y ejemplares de estos dos países.
está expuesta a numerosas dificultades, M ¿Qué funciones realiza actualmente en el negocio ganadero?
pero el doctor García disfruta con estas Doctor García. Principalmente me ocupo de la gestión y
estoy pendiente de que todo marche más o menos bien. La
labores, aunque reconoce que “si no
nuestra no es una gran explotación ganadera, pero es cierto
que el volumen actual, con vacas, caballos y ovejas, requiere
te has criado en este ambiente, es muy
de una dedicación absoluta que yo no tengo. Mis obligaciodifícil dedicarse a ello”.
nes profesionales en la universidad me dejan libres los fines
de semana, así que el negocio lo mantenemos entre mi
padre, sus empleados y yo.
ara el doctor Francisco Antonio García Gómez la gestión
ganadera no es un ocupación que le haya sobrevenido o a
la que se dedique simplemente por afición. Varias generaciones de su familia se han dedicado a la cría de ganado vacuno, ovino y caballar en la sierra madrileña, en concreto en Hoyo
de Manzanares. En la actualidad, la titularidad del negocio ganadero recae en su padre, pero de la gestión diaria ya se ocupa
desde hace algunos años el doctor García Gómez. Para este
médico estomatólogo, el trabajo en el campo le sirve para desconectar del día a día de la facultad, aunque reconoce que la
ganadería no vive uno de sus mejores momentos, fundamentalmente por el aumento de los precios del cereal y la caída de
los precios de venta. Tampoco vive ya su máximo esplendor el
negocio taurino que también gestiona el doctor García como
fruto de su legado familiar. La plaza de toros de Hoyo de Manzanares, que construyó su padre hace 15 años, ya únicamente
se utiliza para las fiestas locales en el mes de septiembre,“la fiesta taurina no cuenta con las subvenciones que sí tienen otros
espectáculos, hay que cumplir con muchos trámites burocráticos y de seguridad y la rentabilidad cada vez es más baja”, afirma el doctor.
P
M AXILLARIS. ¿Cómo se produjo su llegada a este mundo
ganadero?
Doctor García. Me viene de familia y sigo la tradición. Desde
que era niño, siempre he visto en mi casa la cría de caballos,
toros bravos, vacas y ovejas. La explotación ganadera fue de mi
bisabuelo Matías Gómez, luego la heredó mi abuelo Calisto
Gómez y ahora la tiene mi padre, que como ya tiene 82 años,
ha delegado en mí la gestión. El negocio ganadero se vive en
mi familia con total naturalidad. En este tiempo, a veces hemos
M ¿Qué aspectos son claves en el negocio ganadero?
Doctor García. Vivimos muy pendientes de los plazos de gestación de los animales, de la sequía que hace dos y tres años fue
muy dura, del precio de los cereales, de la demanda de carne de
los mataderos... Actualmente, los tres tipos de ganado que tenemos –vacas, caballos y ovejas– son negocios poco rentables. En
apenas un año el precio del maíz se ha disparado de quince céntimos el kilo a veinticinco centímos, y este aumento es insostenible para muchos ganaderos. Los que nos dedicamos a esto
hemos visto cómo se ha llegado a una situación en la que hay
una ausencia importante de control. La Administración central
no ha realizado las gestiones oportunas para que el negocio
ganadero mantenga su rentabilidad; muchos aún nos mantenemos pero otros muchos no han podido soportar esta subida tan
enorme del precio de los cereales. Realmente el negocio ganadero no vive uno de sus mejores momentos porque, a esta circunstancia, habría que añadirle que los precios de venta no son
realistas. Los compradores llevan años con el mismo discurso:
que no pueden ofrecer más, que el mercado no está dispuesto a
subidas del precio de la carne, que se están realizando muchas
importaciones de carne a muy bajo precio... Al final, este negocio ganadero sólo parece dar dinero a los intermediarios; los que
nos gastamos una fortuna en cereales, revisiones médicas, personal e instalaciones lo tenemos cada vez más difícil.
M ¿Esta difícil situación del negocio ganadero tiene alcance global en toda Europa o se produce sólo en España?
Doctor García. Las dificultades pueden ser similares en muchos
otros países pero, por lo que he visto en Alemania, Suiza o Francia, la situación no es exactamente la misma que aquí. En estos
países he comprobado que todo está bastante regulado, se controla mucho la producción, los costes, la salida que tiene la car-
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ne o la leche en el mercado. El funcionamiento que se sigue en
Europa está basado en las cooperativas de pequeñas explotaciones, y eso funciona realmente bien por lo general. Sin embargo, en España cada empresario va un poco por libre y sólo nos
miramos a nosotros mismos, no tenemos un organismo que
nos regule y nos una; es más, hay empresarios que si pueden
fastidiar al vecino lo hacen por envidias o porque piensan que
así les irá mejor. El negocio ganadero necesita unión para que
entre todos podamos salir adelante y un gobierno que nos
defienda convenientemente y regule mejor la situación, y así
no se producirían estas situaciones tan ruinosas como la enorme subida del maíz en el último año.
M ¿Todas las explotaciones ganaderas de esta zona de la sierra
de Madrid funcionan con la misma combinación de animales?
Doctor García. Más o menos igual. La estructura suele ser familiar y unos tienen más caballos y otros más vacas, pero prácticamente todos funcionamos igual. Nuestro volumen actual no es
de los mayores que hemos tenido, ya que el mercado no va bien
y mi dedicación también está limitada. Si invirtiese todo mi
tiempo, multiplicaría el número de vacas por siete u ocho, pero
ahora es imposible.
Las vacas y los corderos se venden siempre para carne y aquí
tenemos dos opciones: o los vendemos a un cebadero para que
los engorde o los vendemos directamente a un matadero; algunas explotaciones tienen incluso su propio cebadero.
Los caballos son un negocio diferente. Nuestra yeguada es
de pura raza española y aquí la venta siempre se hace a particuEl doctor García junto a su padre,
en uno de los burladeros
de la plaza de toros.
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lares. Pero igual que sucede con las vacas o los corderos, los
caballos tampoco tienen ahora sus mejores salidas. Quizá el
mercado esté masificado o los compradores ya saben que los
criadores tenemos dificultades por el precio de los piensos y no
podemos quedarnos con un exceso de animales, pero lo cierto
es que ya no están dispuestos a pagar lo que pagaban hace
unos años. Se vende poco y muy barato.
M ¿Es determinante la situación actual para el futuro del negocio ganadero?
Doctor García. Nuestro problema es que no podemos esperar a que el mercado se recupere para vender la camada. En
mi caso, todos los años tengo siete u ocho potros y no puedo
acumularlos indefinidamente y esperar que suban los precios. Mi yeguada es de 30 ejemplares sumando los potros, los
sementales y las yeguas y, si no vendo, ésta crecería y entonces sí sería la ruina. Siempre hay que vender la camada correspondiente; lógicamente, los caballos los tenemos más tiempo, pero las terneras y los corderos hay que venderlos ese
mismo año, es un peligro muy serio el que se junten varias
camadas, luego ya no hay mercado para ellos. Lo mismo sucedía cuando teníamos toros bravos, el límite estaba en cinco
años; a partir de ahí, si los habíamos sacado para festejos, la
única solución era enviarlos al matadero. No hay toreros que
quieran enfrentarse a toros de más de cinco años, son animales muy inteligentes, que aprenden mucho y el peligro se
multiplica. Todos los ganados tienen su ciclo y hay que respetarlo siempre.
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M ¿Qué ritmo de cría tienen los diferentes ganados?
Doctor García. Normalmente las vacas paren a finales de año y
el destete de los terneros se suele hacer en primavera. A partir
de ahí, se pueden sacar al mercado. La vaca tiene una gestación
de nueve meses, mientras que la de los corderos es de cinco
meses y medio.
El ritmo de los caballos es diferente, aquí la gestación está en
once meses. Cuando echamos la yegua al semental generalmente quedan preñadas pero alguna puede fallar o tarda un
poco más de lo normal; no obstante, el ritmo es muy constante.
Pero como en este caso no son animales que se vendan para
carne, los tenemos más tiempo; cerca de un tercio de nuestros
caballos son potros de un año. Además, muchos de nuestros
caballos se venden ya domados, es un aspecto muy importante
porque los compradores son particulares y muchos lo quieren
ya domado. Yo mismo me domo mis caballos, el adiestramiento
de un potro es bastante costoso.
M ¿El negocio va a continuar dentro del ámbito familiar?
Doctor García. No lo sabemos con certeza, ahora llevamos
unos años difíciles. Este negocio exige dedicación permanente y hasta ahora nos hemos mantenido gracias a mi padre,
los empleados y mi dedicación de fines de semana, pero no
puedo garantizar que la tradición ganadera vaya a continuar.
Yo he mamado este mundo desde niño, me he criado en este
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entorno y he aprendido a valorarlo; me gusta y disfruto con
ello, pero mis hijas ya no se han criado rodeadas de ganado.
La sociedad ha cambiado mucho y ya los gustos y las necesidades son diferentes a las del pasado. Cuando buscamos
empleados vemos claramente que ya no hay españoles que
quieran dedicarse a la ganadería, por lo menos en nuestra
zona. La gente se interesa más por los trabajos que genera la
construcción, el cuidado de las urbanizaciones... En estos
empleos terminan el viernes y tienen todo el fin de semana
libre; en cambio, el ganado no sabe de fiestas y exige dedicación constante, es un oficio muy sacrificado. Si no te has criado en ello, ni se quiere ni se ama. Mi caso es particular porque me he criado rodeado de animales y disfruto con la doma
de un potro o con el nacimiento de un ternero, pero estos
gustos no los tiene ya la mayoría de la gente.
Desde el ámbito de la Administración tampoco se está
ayudando lo que se debería; las subvenciones no son suficientes y tardan mucho en llegar. Quizás ha llegado un
momento en el que ya no interesa que España sea un país
ganadero. Además, la carne lleva muchos años sin subir lo
que debería, se trae mucha producción de otros países que
baja mucho los precios; eso sí, es carne que ha sido congelada para su transporte y almacenaje.
En Hoyo de Manzanares y otros pueblos de la sierra madrileña hace dos o tres décadas había muchos vaqueros, las explota-
La plaza de toros La Capellanía fue construida
por mi padre hace unos 15 años, ya que
consideró que era una buena idea y desde
entonces está funcionando, aunque
últimamente no la estamos explotando
todo lo que nos gustaría
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ciones con vacas de leche funcionaban bien, pero ahora el
panorama ha cambiado, ya no quedan vaqueros, las vacas de
leche se retiraron y los terrenos se han destinado, en muchos
casos, a construir urbanizaciones.
M Pese a la dureza y el tiempo que exige el ganado, ¿logra
compaginar bien su trabajo en la universidad con la gestión
ganadera?
Doctor García. No tengo más fórmula que trabajar los fines de
semana y el poco tiempo que me queda libre. El día a día lo
hacen los empleados, y mi padre está aún muy bien. Es cierto
que sacrifico tiempo que podría haberlo dedicado a la familia,
pero esta ocupación me gusta, es mi afición. Además, así también aprovecho para ver a mis padres, amigos, etcétera.
M En otro orden de cosas, ¿cómo es la gestión de una plaza de
toros como la suya?
Doctor García. La plaza de toros La Capellanía fue construida
por mi padre hace unos 15 años, ya que consideró que era una
buena idea, y desde entonces está funcionando, aunque últimamente no la estamos explotando todo lo que nos gustaría.
Sólo se utiliza ya para las fiestas de Hoyo de Manzanares, en el
mes de septiembre, cuando se organizan tres días de novilladas
con picadores. En el pasado sí dio cabida a muchas novilladas y
también se organizaron algunos conciertos, incluso la exhibición de cine al aire libre, pero aquello dejó de hacerse hace bastantes años.
La administración autonómica ha optado por no dar subvenciones a los espectáculos taurinos. Para otro tipo de actividad lúdica sí hay presupuestos pero para el tema de los toros ya
no. Además, los conciertos, obras de teatro o cine al aire libre se
organizan ya en las plazas del pueblo, de forma que así no tieEl doctor García
junto a uno
de sus sementales
de pura raza
española.
nen que alquilarnos la plaza y nosotros no podemos cobrar, aunque se tratase de una mínima cantidad. Predomina la idea de
programar espectáculos en la calle que aparentemente son gratis para los ciudadanos, aunque luego los paguemos con nuestros impuestos. Después vemos que la calidad de los espectáculos no siempre es la adecuada, pero eso parece dar igual. En
este país no se favorece la labor de quienes montamos negocios para que prospere la vida cultural y social de los municipios, se programan espectáculos con apariencia de gratuidad
pero sin controlar demasiado la calidad de los mismos.
La plaza de toros ahora mismo es un pequeño apartado de
nuestra actividad, que principalmente es ganadera.
M ¿Cuáles son sus ocupaciones actuales en la Universidad Rey
Juan Carlos?
Doctor García. Tengo el cargo de jefe del Área de Estomatología e imparto clases de prótesis. Esta dedicación total a la docencia me impide ya ejercer la práctica clínica. Estoy en la Universidad Rey Juan Carlos desde que se fundó la titulación de Odontología. En 2007 sacamos la primera promoción de licenciados.
La experiencia hasta el momento ha sido muy buena, ya están
todos los másteres funcionando, también los doctorados, está
todo a pleno rendimiento.
M ¿Por qué se decantó por la docencia?
Doctor García. Mi formación es la de médico. Desde niño tuve
claro que esa era la profesión que quería. Tras licenciarme en
Medicina, hice varias especialidades, cuatro en total: Análisis Clínicos, Estomatología, Medicina del Trabajo y Gerodontología.
El mundo de la docencia me resultó muy atractivo siempre;
nada más acabar la carrera estuve metido como profesor en el
departamento de Medicina Legal, luego pasé a la Escuela de
Medicina del Trabajo y así, poco a poco, me fui integrando en el
mundo universitario. Antes de llegar a la Universidad Rey Juan
Carlos estuve muchos años como profesor en la titulación de
Odontología de la Universidad Complutense de Madrid.
M ¿Conocen sus compañeros odontólogos estas ocupaciones
suyas al margen del campo dental?
Doctor García. Sí, muchos las conocen porque cuando teníamos la ganadería de toros bravos y yo aún estaba en la Universidad Complutense hicimos cuatro romerías de Santa Apolonia
en nuestra plaza. Organizábamos vaquillas, espectáculos de baile, comidas..., venían muchos estudiantes que lo pasaban genial
y también algunos profesores.
Este tipo de reuniones fueron muy agradables, pero no son
nada fáciles de organizar. Las administraciones nos exigen todo
tipo de permisos, disponer de una ambulancia para temas de
seguridad, etcétera.
Además de estos festejos por Santa Apolonia, otros odontólogos y estomatólogos conocen mi dedicación ganadera porque ellos también tienen caballos, con la diferencia de que ellos
tienen uno o dos o yo cuento con 30.
M ¿Con los animales practica la odontología?
Doctor García. No, vienen veterinarios que son los que se encargan de todo. A los caballos, a veces, les salen unas aristas en la
boca y se muerden los labios internos, pero de su control se ocupan los veterinarios.
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