Obesidad: Pandemia de talla mayor Por: El Senador

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Obesidad: pandemia de talla mayor
Resumen: a propósito del Foro Internacional sobre Obesidad y Hábitos de Vida Saludable, el
jueves 23 de mayo, el senador y médico Jorge Ballesteros presenta una preocupante
radiografía, cifras en mano, sobre los costos de esta patología para el sistema de salud y
reclama acciones del gobierno para impedir que los índices sigan en aumento. Advierte
problemas en reglamentación de la ley de obesidad.
Por: JORGE BALLESTEROS BERNIER, MD, Presidente Comisión Séptima del Senado
Ya no vale hacer más alertas, es una realidad. Nos enfrentamos a una verdadera pandemia
mundial que cada vez afecta más la calidad de vida de miles de millones de personas en el
mundo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 1000 millones de personas en el
planeta padecen de sobrepeso —paradójicamente, casi la misma cifra de personas que sufren
de hambruna— y, aproximadamente, 300 millones de personas son obesas. Si no se toman
correctivos, advierte la OMS, se podría llegar a los 1500 millones en 2015. Cerca de 2,6
millones de personas mueren cada año por obesidad y sobrepeso. Hoy hay 42 millones de
niños (casi la población de Colombia), que padecen de sobrepeso y obesidad. Estos niños
tienen altísimas probabilidades de convertirse en adultos obesos y de padecer varias
enfermedades derivadas de este problema a más temprana edad.
La obesidad y el sobrepeso, son patologías que derivan de cambios en los patrones culturales y
económicos del mundo de hoy. Vivimos en una sociedad que cada vez realiza menos
actividades físicas y que es atiborrada de publicidad que afecta los hábitos de consumo y, sin
duda, el sector de los alimentos no es ajeno a esto. Todo lo anterior, incrementa las
posibilidades de que más personas aumenten sus tejidos grasos de forma peligrosa,
acrecentando el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares, respiratorias, diabetes,
cáncer, entre otras. La OMS sostiene que estas patologías son responsables del 63% del total
de las muertes que se producen en el mundo y que estas no sólo afectan la salud, sino que
quienes las padecen enfrentan problemas sociales ligados a la discriminación.
¿Cómo está Colombia en este tema? La situación es preocupante, según datos de la Encuesta
de la Situación Nutricional en Colombia de 2010, uno de cada dos colombianos de 18 a 64
años tiene exceso de peso, con lo que la tasa pasó de 45,9 en el 2005 a 52,2 en 2010. A su vez,
también revela que uno de cada seis niños y adolescentes entre 0 y 17 años presentan esta
situación. Dicha encuesta, igualmente, señala que los hábitos saludables son poco divulgados
dentro de la población colombiana.
¿Qué se ha hecho para contrarrestar esta problemática? Diversas entidades del gobierno
nacional, como: Ministerio de Salud, Coldeportes, Ministerio de Educación e ICBF, entre
otras, han diseñado políticas para impulsar cambios en los comportamientos de los
colombianos. Organizaciones como Funcobes, han promovido campañas preventivas para
llamar la atención del gobierno y de la ciudadanía, en pro de focalizar acciones para atender
esta situación. En 2009, se logró aprobar, producto de un amplio debate en el Congreso, la
Ley 1355 que reconoce la obesidad como un problema de salud pública. Aunque en este
momento existen algunos decretos y varias acciones del gobierno que han tenido como
referencia la Ley 1355, vale decir que esta ley aún no ha sido reglamentada integralmente.
Otro aspecto importante a tener en cuenta, es que la mayoría de personas que tienen
sobrepeso u obesidad no son atendidas en forma adecuada, bien porque la mayoría de EPS no
tienen “programas” para ellos o bien porque no se han diseñado las guías de atención integral
de obesidad, tarea que debe realizar Colciencias.
Lo anterior demuestra que se requiere de una mayor decisión de parte de las entidades
públicas para elaborar políticas e incentivar cambios en el sistema de salud.
Ahora bien, esto es un problema cuya solución involucra a todos. Esta no es una tarea que
sólo le atañe al sistema de salud o al Estado, necesita del trabajo del sector privado, de la
academia, de los ciudadanos, etc. En primer lugar, se necesitan políticas multisectoriales que
traten esta problemática directamente. En segundo lugar, se necesita un compromiso de parte
del sector industrial y comercial de alimentos y de los medios de comunicación para promover
buenos hábitos alimenticios y físicos. Y en tercer lugar, las personas deben tener conciencia
sobre los riesgos del sobrepeso y cambiar sus patrones de comportamiento hacia unos que les
garanticen una buena salud.
Este es un tema de suma importancia que plantea serios retos a los gobiernos de turno para
formular políticas públicas destinadas a afrontar, lo que seguramente constituirá uno de los
problemas más graves en materia de salud, en las próximas décadas. Por consiguiente, es un
asunto que debe estar dentro de las prioridades en la agenda nacional de salud. No podemos
esperar a que la obesidad llegue a los niveles de países como México, que posee una tasa de
exceso de peso y obesidad estimada en el 70% y cuyos costos para atender estas patologías
ascendían en 2008 a cerca de 3.500 millones de dólares y se estima que para el 2017 esta cifra
supere los 8.o00 millones de dólares. Aún se está a tiempo de tomar correctivos y prevenir que
se acreciente el problema, pero se requiere tomar decisiones ágiles y acertadas.
Para el Congreso de la República es de gran relevancia generar discusiones tendientes a
aportar soluciones. En ese sentido, se llevará a cabo el próximo 23 de mayo, un Foro
Internacional sobre Obesidad, en sus instalaciones. En ese orden, invitamos a la comunidad
académica, médica, científica, asociaciones de pacientes, etc., para que participen y nos
compartan sus puntos de vista para enriquecer el debate.
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