Resumen de Tesis: El posconflicto en Colombia, coordenadas para

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Resumen de Tesis: El posconflicto en Colombia, coordenadas para la paz.
Este documento, busca hacer un llamado de atención a la comunidad
académica, al sector privado y al Estado, respecto de los problemas y
planteamientos del posconflicto en Colombia y tiene dos objetivos
específicos, el primero es estructurar los fundamentos conceptuales del
posconflicto a través de: 1) Las siete coordenadas del posconflicto:
contexto, acción en las víctimas, rehabilitación institucional, cooperación
internacional, avance, anticipación al problema y asistencia humanitaria,
2) brindando una distinción entre posconflicto parcial y posconflicto total y
3) definiendo cuatro conceptos cruciales para el posconflicto a saber:
reconstrucción, rehabilitación, asistencia humanitaria y construcción de
paz. El segundo objetivo es examinar en detalle lo que se ha querido
denominar como posconflicto parcial, analizando la situación de los
miembros combatientes de las fuerzas militares que dejan de participar de
los enfrentamientos armados. Para poder llevar a cabo los objetivos antes
mencionados, el texto se estructura en siete capítulos que pretenden
recorrer paso a paso los temas propuestos de la siguiente manera: se
establece un punto de partida el cual permitirá al lector darse una idea
inicial del posconflicto y las dificultades que presenta al mostrarse las
“patologías del posconflicto”. En el capitulo segundo, de bases teóricas del
posconflicto, el lector encontrará los términos que fundamentan el
posconflicto: reconstrucción, rehabilitación, asistencia humanitaria y
construcción de paz. En los capítulos tercero a sexto, se habla
específicamente de cuatro coordenadas: contexto, rehabilitación
institucional y cooperación internacional y en el capitulo séptimo se
concreta el escenario de posoconflicto parcial que incluye un trabajo de
campo con infantes de marina. El trabajo de campo y en general el
planteamiento de las bases teóricas del posconflicto, arroja como
resultado la necesidad imperante de llevar a cabo un paquete de
asistencia integral a las víctimas del conflicto armado en el cual se
canalicen los recursos y las políticas en la atención no sólo de la población
civil afectada por el conflicto sino también a los miembros de las fuerzas
armadas que han dejado de combatir y que presentan patologías
complejas como el estrés postraumático de guerra. De todos los
planteamientos propuestos, se concluye que el posconflicto es una
realidad que plantea una serie de problemas y situaciones que deben ser
tratados adecuadamente, antes de la terminación del conflicto armado,
en lo que constituye una verdadera construcción de paz.
1
EL POSCONFLICTO EN COLOMBIA: COORDENADAS
PARA LA PAZ
JUAN DIEGO GARZÓN GALIANO
ADELA DEL PILAR PARRA GONZÁLEZ
ANA SELENE PINEDA NEISA
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS
DEPARTAMENTO DE DERECHO PROCESAL
CENTRO DE ESTUDIOS EN CRIMINOLOGÍA Y VICTIMOLOGÍA
“JORGE ENRIQUE GUTIÉRREZ ANZOLA”
BOGOTÁ
2003
2
EL POSCONFLICTO EN COLOMBIA: COORDENADAS
PARA LA PAZ
JUAN DIEGO GARZÓN GALIANO
ADELA DEL PILAR PARRA GONZÁLEZ
ANA SELENE PINEDA NEISA
Trabajo de grado en Derecho
Director
JULIO ANDRÉS SANPEDRO ARRUBLA
Director Centro de Estudios en Criminología y Victimología
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS
DEPARTAMENTO DE DERECHO PROCESAL
CENTRO DE ESTUDIOS EN CRIMINOLOGÍA Y VICTIMOLOGÍA
“JORGE ENRIQUE GUTIÉRREZ ANZOLA”
BOGOTÁ
2003
3
A nuestras familias
4
CONTENIDO
Pág.
INTRODUCCIÓN
1. EL PUNTO DE PARTIDA
1.1 ACERCAMIENTO AL POSCONFLICTO
1.2 HACIA LAS COORDENADAS DEL POSCONFLICTO
1.2.1 Patología del conflicto
1.2.1.1 Aspectos complejos de la etapa posconflicto
1.2.1.2 Algunos casos en concreto de la etapa posconflicto
1.2.1.3 Problemas gubernamentales
1.2.2 Las coordenadas del posconflicto
1.2.2.1 Contexto
1.2.2.2 Acción en las víctimas
1.2.2.3 Rehabilitación institucional
1.2.2.4 Cooperación internacional
1.2.2.5 Anticipación al problema
1.2.2.6 Avance
1
6
6
9
10
10
10
11
11
11
11
11
12
12
12
1.2.2.7 Asistencia humanitaria
2. BASES TEÓRICAS DEL POSCONFLICTO: POSCONFLICTO,
RECONSTRUCCIÓN, REHABILITACIÓN, ASISTENCIA
HUMANITARIA (CONTINUUM Y CONTIGUUM)
Y CONSTRUCCIÓN DE PAZ
3. CONTEXTO: UNA MIRADA AL CONFLICTO COLOMBIANO
4. REHABILITACIÓN INSTITUCIONAL
4.1 SEGURIDAD
4.2 GOBERNABILIDAD Y DEMOCRACIA
4.2.1 Gobernabilidad democrática en Colombia desde el marco
del PNUD
4.3 BIENESTAR HUMANO, ECONÓMICO Y SOCIAL
4.3.1 El Plan de Naciones Unidas para el Desarrollo en Colombia
4.4 VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN
5. COOPERACIÓN INTERNACIONAL
5.1 EUROPA: LA COMUNIDAD INTERNACIONAL Y SU
SOLIDARIDAD CON EL POSCONFLICTO ARMADO COLOMBIANO
5.2 LAS NACIONES UNIDAS
5
13
14
23
32
32
35
39
40
43
44
48
48
52
5.3 LA ORGANIZACIÓN DE ESTADOS AMERICANOS
6. LAS VÍCTIMAS EN EL POSCONFLICTO
6.1 LAS VÍCTIMAS
6.2 PAQUETE INTEGRAL DE ATENCIÓN A VÍCTIMAS
DEL CONFLICTO ARMADO
7. EL POSCONFLICTO PARCIAL: ACTORES ARMADOS
EN ESCENARIO DE POSCONFLICTO ARMADO
7.1 ACTORES ARMADOS
7.2 CESE DEL CONFLICTO PARA MIEMBROS DE LAS FUERZAS
MILITARES
7.2.1 Causas de la cesación en el combate
7.2.1.1 Oficiales y suboficiales
7.2.1.2 Soldados profesionales
7.2.1.3 Soldados voluntarios
7.2.1.4 Otros soldados
7.2.2 Presentación de algunos casos de militares fuera de conflicto
75
7.2.2.1 El programa mediante el cual se conocieron los casos
76
7.2.2.2 Algunos casos de cese de combate en infantes de marina
80
7.2.2.3 Materialización de los casos en el marco del posconflicto parcial
84
7.2.3 El posconflicto armado parcial o individualizado: análisis
de los efectos de la pérdida de la condición de combatiente desde
el Stress postraumático de guerra
7.3 UN MARCO JURÍDICO DEL CESE DEL CONFLICTO
PARA MIEMBROS DE GRUPOS ARMADOS ILEGALES: LEY DE
ALTERNATIVIDAD PENAL
7.3.1 Descripción del proyecto
7.3.2 Sobre el debate en torno al proyecto de ley
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
ANEXOS
6
52
54
54
58
67
67
71
71
72
74
75
75
85
91
91
94
98
103
109
LISTA DE ANEXOS
ANEXO 1: CARACTERÍSTICAS DE LAS GUERRAS MODERNAS
ANEXO 2: DECLARACIÓN SOBRE JUSTICIA Y ASISTENCIA
PARA LAS VÍCTIMAS
ANEXO 3: REGLAMENTO CE 2258 DE 1996
ANEXO 4: LEY DE ALTERNATIVIDAD PENAL
ANEXO 5: ASPECTOS DEL DESARROLLO DEL PROGRAMA
CON INFANTES DE MARINA Y PERSONAL CIVIL DE LA ARMADA
NACIONAL
ANEXO 6: GRÁFICO DE LAS COORDENADAS DEL POSCONFLICTO
ANEXO 7: GRÁFICO DEL PAQUETE DE ATENCIÓN INTEGRAL
A LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO
7
INTRODUCCIÓN
En medio de una ausencia casi absoluta de iniciativas para consolidar una paz duradera en
Colombia surge la tesis: “Posconflicto en Colombia, coordenadas para la paz” cuyo
objetivo principal es llamar la atención de la comunidad académica, del sector privado y del
Estado, con respecto a los problemas que plantea el posconflicto en Colombia y su
tratamiento.
Este documento se encuentra dividido en siete capítulos en los que se busca
específicamente, estructurar los fundamentos conceptuales del posconflicto, a través de
coordenadas que permitirán entender los aspectos que lo determinan, las cuales se
presentan de manera genérica en el capítulo primero, y en forma más detallada en los
capítulos tercero a sexto, dando nociones de suma importancia para el posconflicto como
las de rehabilitación, reconstrucción y asistencia humanitaria
que se presentan en el
capítulo segundo.
Una vez se tiene claridad sobre las coordenadas y las bases teóricas del posconflicto, se
pretende examinar en detalle lo que se ha querido denominar como posconflicto parcial
analizando la situación de los miembros combatientes de las fuerzas militares que
dejan de participar de los enfrentamientos armados (Capítulo Séptimo). En este
capítulo, se hace una descripción de las causas de cesación en el combate, las cuales
permitirán saber cuando un Oficial y Suboficial, un Soldado Profesional o un Soldado
Voluntario, deja de participar del enfrentamiento armado.
Conociendo las causas de cesación, se muestran casos concretos de excombatientes, los
cuales se recogieron de la experiencia del programa de apoyo a infantes de marina, que
nació como una iniciativa del Centro de Estudios en Criminología y Victimología “Jorge
Enrique Gutiérrez Anzola” - CECRIV, adscrito al Departamento de Derecho Procesal de la
8
Facultad de Ciencias Jurídicas de la Pontificia Universidad Javeriana, después de una
solicitud de la presidenta de Acción Social Naval, Carmen Abril de Soto.
Además de lo anterior, en esta parte, se ofrece un análisis psicológico de las consecuencias
de la guerra para un individuo excombatiente.
Estos tres elementos básicos: Causas de cesación del combate, casos concretos de
excombatientes y aspectos psicológicos de la terminación de la guerra, permitirán
estructurar el escenario de posconflicto parcial.
A lo largo del documento también se plantea la necesidad de llevar a cabo
planes
estratégicos de atención y tratamiento del posconflicto para poder lograr una sociedad
colombiana alejada de conflictos. Con esta intención toma importancia el derecho como
instrumento que debe promover la solución de los mismos, y en ese sentido, será la
herramienta que materializará todas y cada una de las propuestas que se encuentran en este
documento el cual tendrá como norte
darle aplicabilidad a los principios de la
DECLARACIÓN SOBRE JUSTICA Y ASISTENCIA A LAS VÍCTIMAS1, ampliamente
defendidos por el autor Antonio Beristain2, que fueron propuestos para su estudio al
Séptimo Congreso Internacional de las Naciones Unidas “Sobre prevención del delito y
tratamiento del delincuente” en 1985. Esto
reivindicar
en el
escenario del posconflicto: para
los derechos de las victimas y establecer formas y medios que aseguren su
protección, tratamiento humano y compensarles por los daños sufridos, tal y como lo prevé
el Artículo I de la misma Declaración.
Con las anteriores consideraciones, se ha querido proponer un PAQUETE INTEGRAL DE
ASISTENCIA A LAS VICTIMAS EN COLOMBIA de cara al posconflicto, el cual se
presenta en el numeral 6.2., y pretende materializar los fundamentos conceptuales del
posconflicto establecidos en los capítulos primero a sexto.
1
Ver anexo 2.
BERISTAIN, Antonio, Victimología, Nueve Palabras Clave, Ed. Tirant Lo Blanch, Valencia, 2000. Pg 7480.
2
9
La verdad, dada la complejidad del tema, y las innumerables variables que lo determinan,
no es fácil lograr una cohesión absoluta de los contenidos del posconflicto, sin embargo, se
ha hecho un gran esfuerzo en aras de sistematizar algunos componentes, y así se ha querido
hacer a través de las coordenadas del posconflicto y de la diferenciación de dos tipos de
posconflicto: posconflicto total y parcial.
La estructura propuesta en este documento puede considerarse como un paso a paso que
recorre el posconflicto y que comienza con un punto de partida, el cual ofrece un panorama
general del mismo, su “patología” y una descripción de las coordenadas, y culmina con el
análisis de los casos de posconflicto parcial anteriormente mencionados. Entre el punto de
partida y el análisis de los casos de posconflicto parcial, se da una mirada al conflicto
colombiano para entender sus características particulares lo cual permitirá que los planes
estratégicos que se lleven a cabo para el posconflicto respondan a esas particularidades y a
las necesidades específicas nacionales (Coordenada de contexto), también se muestra la
importancia de un cambio en la forma en que el Estado debe actuar en un escenario
posconflicto (en la coordenada de rehabilitación institucional); se examinan herramientas
de cooperación internacional para la reconstrucción y rehabilitación en el posconflicto
(Coordenada de Cooperación Internacional), y se establece el concepto de víctima que
deberá regir en el posconflicto colombiano (Coordenada de Acción en las Víctimas).
A continuación, se brindará una descripción general de cada capítulo, para que se observe
de qué manera se recorren paso a paso, el posconflicto.
El punto de partida permitirá al lector darse una idea inicial del posconflicto y las
dificultades que presenta al mostrar
las “patologías del posconflicto”. Hace una
descripción inicial del tema propuesto y enuncia las coordenadas.
familiarizarse con el concepto de posconflicto.
10
Esto le permitirá
En el capítulo segundo de Bases teóricas del posconflicto, el lector encontrará los términos
que fundamentan el posconflicto: La reconstrucción, la rehabilitación y la asistencia
humanitaria, los cuales junto con las coordenadas configuran las bases conceptuales del
posconflicto.
En los capítulos tercero a sexto, como se mencionaba anteriormente, se detallan las
coordenadas de contexto (capítulo tercero), rehabilitación institucional (capítulo cuarto),
cooperación internacional (capítulo quinto) y acción en las víctimas (capítulo sexto). Cada
coordenada es muy importante ya que configuran el fundamento conceptual del
posconflicto.
Se quiso estructurar de esta manera, a través de coordenadas porque era una forma
académica de sistematizar aspectos determinantes de la etapa posconflicto y que analizando
a autores sobre la materia eran recurrentes pero no se concretaban en denominaciones
específicas.
Ya teniendo claro el panorama general del posconflicto, sus bases conceptuales y teóricas y
sus coordenadas, el lector se encontrará en el capitulo séptimo con el escenario de
posconflicto parcial, es decir, el escenario del individuo que ha combatido y ha tenido en la
guerra su medio de vida, y que una vez deja de combatir por causas específicas, deberá
enfrentarse a una realidad a la que no está preparado. Acá se observarán las causas de
cesación del combate, se analizarán casos concretos de combatientes infantes de marina en
un escenario de posconflicto parcial y además se expondrán las consecuencias psicológicas
de la guerra, específicamente, lo que hace al Stress postraumático de guerra.
Ya para finalizar, dentro de este capítulo, se quiso hacer mención a la ley de alternatividad
penal, como un marco jurídico del cese del conflicto armado para miembros de grupos
armados ilegales, en la medida en que los reinsertados, también se encuentran en un
escenario de posconflicto parcial. Es importante reconocer y examinar alternativas que
11
busquen la reinserción de actores armados y propicien la terminación del conflicto, en lo
que constituye una construcción de paz desde antes de la cesación del conflicto armado.
De esta manera se ha querido estructurar el tema propuesto. Claramente, el mismo no se
agota con los planteamientos esbozados por lo que es fundamental que se siga
profundizando y estudiando.
12
1. EL PUNTO DE PARTIDA
1.1 APROXIMACIÓN AL POSCONFLICTO
“El derecho no ha sido ni puede ser ajeno a estos fenómenos (La violencia
armada), y en su afán de ordenador social, ha conocido dentro de sus
contenidos normas del derecho a la guerra, así como el derecho de la guerra,
con reglas sobre tratamiento de prisioneros y comportamientos debidos. Pero
hoy lo que se reclama son aportes a las perspectivas de lo que se llamaría Ius
Posbelli, derecho posbélico, el derecho del posconflicto. La crisis del Estado
no es la crisis del derecho, sino un cierto derecho que espera su remozamiento
frente a las nuevas circunstancias. Ahí radica su fuerza y tarea”3.
El fin de la confrontación armada en Colombia, no implica el fin de las fuentes de conflicto,
la terminación del mismo supone el comienzo de una nueva etapa, que de no ser estudiada
y tratada a tiempo, puede resultar incluso más desastrosa que la anterior y constituir un
círculo vicioso en donde las consecuencias de la guerra se vuelven causa de nuevas
problemáticas sociales. De ahí la importancia de hablar del posconflicto en Colombia. Pese
a que parezca una utopía4, el posconflicto es una realidad y plantea una serie de problemas
que deben ser examinados detalladamente.
Ciertamente, hablar de temas relacionados con el conflicto armado colombiano no es una
tarea fácil. La complejidad de la coyuntura que se vive y las innumerables variables que la
3
ESCOBAR PEREZ, Billy, Ponencia introductoria, en el marco del seminario internacional, Preparar el
posconflicto: Problemas sociales y jurídicos de la reconciliación. Universidad Central, Embajada de Italia,
Instituto Italiano de Cultura, Universidad de Bolonia y Universidad de Udine, Bogotá, Septiembre 2 de 2003.
4
En el mismo sentido se pronunció el Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo Ramírez, ibidem:
“ Parecería utópico pensar en estos momentos, en Colombia, en el posconflicto y en los retos de la
reconciliación, cuando todavía vivimos el dolor cotidiano de un conflicto armado, que durante muchos años
ha dejado su huella de sangre, muerte y dolor en el espíritu de nuestros compatriotas, sin embargo, nada más
sensato que prepararnos desde ya para transitar esa ruta del posconflicto y esa ruta de la reconciliación.”
13
condicionan, obligan a que su tratamiento se haga con la mayor seriedad y responsabilidad,
manteniendo el respeto por los diferentes puntos de vista que existen. Por eso,
este
documento no discute o define fórmulas para la solución del conflicto, ni juzga cuál de las
alternativas para conseguirlo, es la más acertada. El punto de partida es la realidad y
crueldad del conflicto armado colombiano (Contexto), el cual, para algunos militantes
habrá terminado por diversas razones5, mientras que para la sociedad y quienes aún hacen
parte del cuerpo armado que participa en la guerra, tendrá que llegar algún día a su fin, es
así, como se pueden diferenciar dos momentos en que se presenta la etapa posconflicto. El
primero se configura cuando un miembro de las fuerzas armadas deja de combatir. Para él y
su familia el conflicto armado habrá terminado y dará comienzo a una nueva vida
completamente diferente en lo que se podría denominar el posconflicto parcial. El segundo
momento se presenta cuando se logra la solución del conflicto por un acuerdo de paz o
porque una de las partes se impuso a la otra: posconflicto total. 6
Para empezar a transitar la ruta de la reconciliación, en los términos propuestos por el Alto
Comisionado para la paz,
se deben establecer las coordenadas que fundamentan el
posconflicto, partir de lo que implica socialmente estar en la etapa posterior a la guerra
analizando las distintas concepciones doctrinales sobre la materia.
La consecución de dichas coordenadas, constituye una herramienta para la paz pues tiene
por objeto prevenir nuevos conflictos en Colombia, los cuales de persistir el descuido de las
5
Cuando se habla de la terminación del conflicto para algunos militantes, se hace referencia concreta a la
situación de ciertos miembros de los diferentes grupos armados, quienes han dejado de participar activamente
en el enfrentamiento militar por diversas razones, entre las que pueden considerarse sanciones de tipo
disciplinario como la destitución del cargo. El retiro en diferentes circunstancias constituye otra situación de
posconflicto parcial para determinadas personas, lo mismo que las incapacidades temporales o permanentes
derivadas de lesiones tanto físicas como sicológicas, ocasionadas en medio de las hostilidades.
Sobre las causales que la Ley establece para separar de combate a un miembro de las Fuerzas Militares, se
hace una explicación más amplia en el capítulo séptimo: “ El Posconflicto parcial: actores armados en
escenarios de posconflicto armado” numeral 7.2.1.
6
La clasificación de posconflicto en parcial y total, es una propuesta conceptual que se ofrece en este
documento, a partir del estudio teórico sobre posconflicto, desarrollado en el Capítulo Segundo sobre “Bases
teóricas del posconflicto” y del análisis de la realidad de los infantes de marina luego de participar en el
conflicto armado colombiano, a la cual se hace referencia en el Capítulo Séptimo sobre “El posconflicto
parcial: actores armados en escenario de posconflicto armado” numeral: 7.2.2.2 “Algunos casos de cese de
combate en infantes de marina”
14
víctimas pasadas, la falta de atención a las víctimas presentes y el desinterés respecto de
los factores generadores de víctimas futuras, traerán consecuencias sociales peores que las
que se sufren en la actualidad.
Sobre este aspecto, ha existido un descuido casi absoluto de los gobiernos. Hoy sólo se
habla de guerra y los recursos se destinan en gran parte a financiarla (comprar helicópteros,
armamento, dotar a la tropa), pero muy poco dinero se destina a la consecución de planes
que puedan sopesar la “bomba social” que se avecina y también que atiendan
inmediatamente el posconflicto parcial, proveyendo al soldado excombatiente, como lo
anota Alberto Piris7, de raciones alimenticias, vivienda material, acceso a la tierra,
productos agrícolas,
créditos blandos
para reconstruir su propiedad o poder crear
microempresas brindándole cursos de altísimo nivel que lo capaciten en diferentes áreas y
que le permitan defenderse en su nueva realidad8. También se debe plantear la discusión
respecto de la creación de zonas9 que podrían denominarse “zonas filtro” a las que se lleven
soldados que salgan de la confrontación armada para darles toda la atención, tanto física
como psicológica. Así el Estado podrá entregar verdaderas herramientas académicas y de
capacitación. Trascurrido un tiempo en esta zona, el excombatiente, tendrá por supuesto
unas bases más sólidas para llevar una vida civil. Lo ideal es configurar estrategias viables
de atención a los soldados excombatientes y sus familias que sirvan de contingencia de la
realidad posconflicto para toda la sociedad.
7
CIP, Centro de Investigación para la Paz, Después de la guerra, Capt. I Bases de la rehabilitación post
Bélica, PIRIS, Alberto, Icaria Editorial, Pg. 34, Barcelona.
8
En este sentido ya se empieza a ver un clamor generalizado por no olvidar la realidad humana de la guerra.
Incluso editoriales como la del periódico El Tiempo de Bogotá, de fecha Domingo 17 de agosto de 2003 Pg114, llaman la atención sobre este tema “ No se debe olvidar en qué tipo de guerra estamos, ni cómo está
afectando a la población. En medio del campo de batalla, hay un país de millones de civiles indefensos y para
el Estado es una obligación medir los resultados de la guerra también en términos humanos. Para ganarla de
verdad no sólo hay que derrotar a la guerrilla y los paramilitares, sino lograr mitigar, aún en medio de las
hostilidades la macabra crisis humanitaria que ha convertido a Colombia en centro de las preocupaciones
internacionales.” “ La guerra es dura, ciertamente. Y vivimos tiempos de guerra en los que la preocupación
del gobierno además de ganarla debe ser cómo preservar a la población civil de sus efectos. En la medida en
que lo vaya logrando el balance es más completo.”
9
Idea tomada del texto, Después de la guerra, Capt I Bases de la rehabilitación post Bélica Icaria Editorial,
Barcelona.
15
Ya en un sentido mucho más amplio que supone la terminación absoluta de la
confrontación armada, el posconflicto total debe ser una prioridad. Es fundamental que
desde hoy se empiece a mirar cómo se movilizarán los recursos para ello, quiénes llevarán a
cabo los programas de atención
y cómo se definirán las tareas y funciones de los
implicados en el proceso.
Con esto, se busca hacer un llamado de atención a la academia, a la población civil y en
general a toda la comunidad nacional e internacional, un llamado de atención sobre la
importancia de construir el verdadero camino que nos lleve a la paz duradera y efectiva, el
cuál debe recorrerse con la institucionalización de políticas desde el Estado y con una
actitud decidida de toda la comunidad, tanto del sector privado como del público, cuyo
norte sea no sólo una secundaria reconstrucción física y de infraestructura,
sino
especialmente una rehabilitación de los tejidos sociales colombianos resquebrajados por la
confrontación que se vive en este momento.
La estructuración de dichas políticas, tendrá que tener a las víctimas pasadas, presentes y
futuras del conflicto, como el sujeto principal al cual se destinen los esfuerzos y se orienten
los objetivos. Para ello es necesario puntualizar el concepto de víctima en concordancia con
la Declaración sobre justicia y asistencia para las víctimas10, según la cual:
Víctima es la persona que ha sufrido una lesión o daño físico o mental, una
pérdida o daño material, o cualquier otro perjuicio social como resultado de una
acción que:
a)
Este en violación con las leyes penales nacionales;
b)
Es un crimen catalogado bajo la ley internacional; o
c)
Constituye una violación a las normas de los Derechos Humanos
internacionalmente reconocidos que protegen la vida, la libertad y la seguridad
personal;
10
BERISTAIN, Antonio, Victimología, Nueve Palabras Clave, Ed. Tirant Lo Blanch, Valencia, 2000, pg: 7480.
16
d)
I. Constituye un abuso de poder ejercido por personas que, en razón de
su posición política, económica o social ya sean oficiales políticos, o agentes o
empleados del Estado o entidades comerciales, estén fuera del alcance de la ley;
o
II. Que aunque no este realmente proscrito por las leyes nacionales o
internacionales causa daños físicos, sicológicos o económicos comparables a los
causados por los abusos de poder, constituyendo de esta forma un delito dentro
de la ley internacional o una violación a las normas internacionalmente
reconocidas de los Derechos Humanos y cree serias necesidades en sus víctimas
similares a las causadas por violación de esas normas.
El término víctima incluye a toda persona que ha sufrido una pérdida daño o
lesión ya sea como individuo o como integrante de un grupo o colectividad.
Cuando corresponda, el término persona se referirá a entidades legales
organizaciones, asociaciones, comunidades, el Estado o la sociedad en un todo.
1.2 HACIA LAS COORDENADAS POSCONFLICTO
Las características del posconflicto, la estructuración de su base o fundamento y el camino
que debe seguirse en esta etapa, esta determinado por lo que se ha querido denominar
“COORDENADAS DEL POSCONFLICTO11”, y que como se enuncia en el título de esta
obra son coordenadas para la paz.
Así las cosas, traspolando el concepto de coordenada12,para el posconflicto estas son siete,
a saber: contexto, acción en las víctimas, rehabilitación institucional,
cooperación
internacional, avance y asistencia humanitaria. Se analizarán en detalle cuatro de ellas, por
11
Ver Gráfico 1.
“Coordenado, a adj. y F. Dícese de las líneas que se utilizan como referencia para fijar la posición de un
punto en el plano y el espacio”. PLANETA. Diccionario Planeta de la lengua española usual. Bogotá: Planeta,
1988. p.316.
12
17
ser los más relevantes en el caso colombiano: contexto,
rehabilitación Institucional,
cooperación internacional y acción en las víctimas, aclarando que parte de la coordenada de
asistencia humanitaria se tratará en el capítulo de “Bases teóricas del posconflicto”, y se
verá también en el capítulo de “Cooperación internacional”, pues una y otra coordenada,
guardan estrecha relación.
1.2.1 Patología del posconflicto
Las coordenadas responderán a la que se podría denominar “patología del posconflicto”
cuyo diagnóstico, puede contemplar los siguientes tres elementos, conforme lo establece
Alberto Piris13:
1.2.1.1 Aspectos complejos de la etapa posconflicto
•
Como consecuencia de la guerra, los hábitos propios de la misma no desaparecen
pues la violencia se convierte en una forma de vida y un medio económico.
•
Dificultad cultural, psicológica y económica de pasar de las armas al trabajo no
violento.
•
Paso sociocultural de la imposición de la fuerza al consenso.
•
Paso de la huida y la clandestinidad a la libertad.
1.2.1.2 Algunos casos en concreto de la etapa posconflicto
•
Guerrilleros y soldados que no saben trabajar.
•
Personas perseguidas y torturadas que temerán siempre por su vida.
•
Hombres que al volver a su espacio familiar ejercen violencia a sus hijos y su
cónyuge.
•
Guerrillas que no encuentran un papel en la vida política.
13
Después de analizar el texto: Centro de Investigación para la Paz, Después de la guerra, Capt I Bases de la
rehabilitación post Bélica, PIRIS, Alberto, Icaria Editorial, Barcelona
18
•
Erradicación de las minas de los campos de cultivo: Implica una rehabilitación
social, pues se protege el derecho a la vida y una reconstrucción económica toda vez
que se favorece al agro.
•
Niños que militaron en la guerra.
•
Presencia de innumerables contingentes de excombatientes que amenazan la paz.
1.2.1.3 Problemas gubernamentales
•
Falta de personal preparado a causa del exterminio o eliminación sistemática de los
intelectuales, de la emigración de personas de mayor nivel cultural y del deterioro
de los sistemas e instituciones educativos y de enseñanza.
•
Burocracia: En algunos eventos algunos gobiernos se encuentran con una
sobreabundancia de departamentos, agencias y organizaciones paraestatales
superfluas, creadas o reforzadas durante el conflicto para regular la producción, el
comercio y la distribución de suministros a la población, o para controlar a esta
misma
•
Durante la guerra se complica la eficiencia del estado y la transparencia.
1.2.2 Las coordenadas del posconflicto
1.2.2.1 Contexto. Cada país inmerso en el tipo de “guerra moderna”14, tiene su propio
proceso de rehabilitación y reconstrucción. Hay que entender las características del
conflicto interno particular y su sociedad, así como el escenario internacional que lo
condiciona, para poder diseñar y ejecutar las estrategias de acuerdo a los elementos
distintivos específicos de la confrontación.
1.2.2.2 Acción en las Víctimas. Las víctimas constituyen el sujeto principal de la etapa del
posconflicto, hacia ellas se dirige gran parte de la planeación estratégica de rehabilitación y
reconstrucción. Por esta razón, la estructura jurídica (especialmente a lo que hace al
derecho penal), las políticas del Estado y en general la cultura de la población, deben
14
Ver anexo 1.
19
volcarse decididamente a la atención de las victimas producidas por la confrontación,
reestableciendo la verdad y estructurando paquetes de atención integral.
1.2.2.3 Rehabilitación institucional. Esta coordenada implica repensar el papel y
participación del Estado en el posconflicto. Las funciones básicas del mismo deben
redefinirse ya que el escenario posterior a la guerra demanda de todo el aparato estatal
acciones y políticas diferentes a las que venía desarrollando. En especial, la rama ejecutiva
adquiere relevancia, en la medida en que comprende al Gobierno Nacional y a la Fuerza
Pública. El primero traza políticas públicas a través de la gestión del Presidente, los
ministros del despacho y los directores de departamentos administrativos15, concurre a la
formación de leyes16, presenta el plan nacional de desarrollo e inversiones públicas
y
envía a la Cámara de Representantes el proyecto de presupuesto de rentas y gastos que,
entre otras funciones, le permiten impulsar al Estado el paquete de atención integral a
víctimas que se plantea en el capitulo sexto. En cuanto a la segunda, el cambio del
escenario de conflicto armado interno por el de posconflicto total le impone un nuevo rol
desde el punto de vista de la seguridad.
1.2.2.4 Cooperación internacional. La participación de la comunidad internacional en la
rehabilitación y reconstrucción de un pueblo después del conflicto armado, es un acto de
responsabilidad. Así, por ejemplo, Europa se ha comprometido con este tipo de iniciativas
en países de Centroamérica tales como Guatemala y El Salvador.
Colombia deberá apelar a esta voluntad decidida de los países de la Unión Europea y de la
comunidad internacional en general, obteniendo de ellos recursos políticos, económicos,
logísticos y de asistencia humanitaria.
1.2.2.5 Anticipación al Problema. Supone que la consecución de los planes estratégicos se
presente desde el conflicto, como una manera de prevenir situaciones adversas en el futuro.
15
16
REPUBLICA DE COLOMBIA. Constitución Política.Art. 208, inciso 1.
Ibid, Art. 200, numeral 1.
20
Inmersos en un escenario puramente crítico y violento se debe visualizar y diagnosticar las
consecuencias negativas del mismo, para empezar a aplicar de inmediato los correctivos
más apropiados. El objetivo es romper el círculo vicioso en donde los efectos de una
confrontación armada se vuelven causas de nuevas controversias sociales.
Sólo
anticipándose a los problemas, es posible construir paz.
1.2.2.6 Avance. La rehabilitación de un país, no implica volver a traer las condiciones
sociales e institucionales que existían antes del conflicto. Es necesario analizar
detalladamente los factores sociales e institucionales que sirvieron de detonante para la
generación de la guerra, con el objeto de no repetirlos. De hecho la existencia del conflicto
pone en evidencia falencias no sólo del Estado, sino también de los ciudadanos. Deben
proponerse alternativas en la relación de los colombianos entre sí y de ellos con el Estado,
definiendo nuevas funciones para el sector privado especialmente en lo que se refiere a su
responsabilidad en la atención de las víctimas.
1.2.2.7 Asistencia humanitaria. El posconflicto, debe manejar planes de atención
humanitaria, a corto y a largo plazo (emergencia y desarrollo). La asistencia humanitaria,
guarda una intima relación con la cooperación internacional, pues la aplicación de esta
coordenada en conflictos armados de carácter interno nació de las comisiones de la
comunidad europea en proyectos de soporte a países en vía de desarrollo.
El tratamiento de las “enfermedades del posconflicto” debe llevar necesaria y
especialmente a la academia, a plantear nuevas alternativas en la consecución de la paz
duradera, en lo que constituye un verdadero imperativo.
“Sin lugar a dudas, si no nos preparamos con las herramientas adecuadas
tanto de tipo jurídico, político y psicosocial para la superación de los
conflictos entonces vamos a quedar perpetuamente atrapados en odios
que ya durante muchas décadas han hecho mella en la conciencia de
21
muchos colombianos y que nos han dificultado llegar a la tan anhelada
reconciliación”17.
17
Luis Carlos Restrepo Ramírez, Alto Comisionado para la Paz. Seminario internacional, Preparar el
posconflicto: Problemas sociales y jurídicos de la reconciliación. Universidad Central, Embajada de Italia,
Instituto Italiano de Cultura, Universidad de Bolonia y Universidad de Udine, Bogotá, Septiembre 2 de 2003.
22
2. BASES TEÓRICAS DEL POSCONFLICTO: POSCONFLICTO,
RECONSTRUCCIÓN, REHABILITACIÓN, ASISTENCIA
HUMANITARIA (CONTINUUM Y CONTIGUUM) Y
CONSTRUCCIÓN DE PAZ
Dar el paso firme y seguro hacia una paz duradera y presionar el fin de la confrontación, es
la base que fundamenta cualquier proceso de construcción de paz antes de la terminación
del conflicto armado18. Como se ha visto en la experiencia internacional,
el fin del
conflicto, ya sea a través de un acuerdo negociado o por la victoria militar de una de las
partes,
no constituye una garantía de paz a largo plazo, simplemente condiciona las
características y retos de la etapa posconflicto, pues de las debilidades o fortalezas de la
negociación, las circunstancias que rodearon la derrota de la parte vencida o del entorno
mismo del conflicto, depende la forma como se abordará el proceso posterior que consolide
la justicia y erradique por completo las fuentes generadoras de violencia o confrontación.
Animarse a dar una definición exacta de posconflicto que aborde todos los aspectos que
rodean el problema propuesto resulta complejo, sin embargo, se debe afirmar que es simple
y limitado considerar el posconflicto como el mero período de tiempo que se inicia con el
cese de hostilidades entre las partes previamente enfrentadas19, porque posconflicto no
sólo contiene una variable temporal, sino que supone además una ubicación espacial
condicionante, que responde a la pregunta, posconflicto ¿en dónde?, también depende del
18
Conforme se verá más adelante, existen varias perspectivas de construcción de paz, una minimalista, una
maximalista y otra ecléctica. Esta última considera que el proceso de construcción de paz se debe iniciar
durante las hostilidades y debe finalizar cuando una sociedad se ha recuperado del daño físico y ha
consolidado un sistema político y económico a partir del fortalecimiento de la democracia. Esto de una u otra
forma implica presionar, desde el conflicto la terminación del mismo, para poder lograr la consecución de la
paz duradera y estable.
19
“En resumen, existe acuerdo acerca de que mientras el post-conflicto es aquel período de tiempo que se
inicia con el cese de hostilidades entre las partes previamente enfrentadas, la construcción de paz prepara el
terreno desde mucho antes”: FUNDACIÓN IDEAS PARA LA PAZ, Preparar el Futuro: Conflicto y Postconflicto en Colombia, Pg, xix, Libros de Cambio.
23
modo de terminación del conflicto y el tipo de guerra, (posconflicto ¿de qué?), e implica
unas circunstancias que producen efectos a unos sujetos específicos, (posconflicto ¿para
quién?). Por eso es importante distinguir dos situaciones: la del Posconflicto parcial y la
del posconflicto total, en los términos descritos en el “punto de partida” .
También, cuando se habla de posconflicto confluyen inmediatamente dos términos:
reconstrucción y rehabilitación20. La reconstrucción, se circunscribe al aspecto de
infraestructura física de la guerra, e implica levantar nuevamente las estructuras y
arquitecturas devastadas por la confrontación. En el caso Colombiano significaría, entre
otras cosas, rehacer nuevamente aquellas poblaciones que han quedado prácticamente
destruidas tras los combates entre los actores armados, devolver al campesino un agro
próspero saneado de minas o montar nuevamente los oleoductos y edificaciones. En este
caso se trata de volver las cosas a su estado anterior, es decir, reconstruir es traer al
presente nuevamente las condiciones físicas existentes con antelación al conflicto bélico.
Por otro lado, el concepto de rehabilitación es mucho más amplio y aborda el aspecto
humano, social, político e institucional. No supone como en la reconstrucción, volver las
cosas al estado en el que se encontraban antes de la guerra sino, por el contrario,
busca
avanzar hacia nuevas formas de dirección del Estado y participación ciudadana.
Para conseguir la reconstrucción y la rehabilitación, es fundamental que exista ayuda
humanitaria, especialmente estrategias que consoliden la paz a futuro.
Actualmente no se ha logrado un consenso con respecto a las acciones y estrategias que
podrían implementarse con el fin de sentar las bases de una estructura social que logre en
20
Para elaborar el concepto de rehabilitación y reconstrucción se consulta:
(CIP) Centro de Investigación para la Paz, Después de la guerra, Capt. I Bases de la rehabilitación post
Bélica, PIRIS, Alberto, Icaria Editorial, Pg. 15, Barcelona y
PEREZ ALONSO DE ARMIÑO, Karlos, Guerra y Desarrollo la Reconstrucción posconflicto, Diez
Argumentos Básicos de Reconstrucción posbélica. Ed. UNESCO.
en:
Disponible
también
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Http://www.unescoeh.org/unescoeh/paz/reconstruccion_post_conflicto/manual_indice.html
24
buena medida desplazar sus conflictos hacía espacios menos violentos, la discusión parece
tomar cada vez más vigencia no sólo en el orden interno, sino incluso en el orden
internacional, en donde se resalta la importancia de considerar, en medio de escenarios de
conflicto, el análisis de hipótesis sobre el posconflicto como un paso fundamental, en lo que
se ha denominado: “proceso de construcción de paz”21.
Una perspectiva tradicional del posconflicto hace referencia concretamente a la ayuda
humanitaria que mediante la cooperación internacional se brinda a las comunidades como
respuesta “filantrópica espontánea, y en todo caso coyuntural”, para atender las
consecuencias inmediatas derivadas, bien sea de un desastre natural o de un conflicto
armado sobre la población. Esta ayuda es básicamente asistencialista, se concreta en
asistencia médica, en el suministro de alimentos, de ropa, de carpas, de frazadas, en fin, en
la ejecución de todas las acciones tendientes a salvar la vida de las víctimas del desastre o
del conflicto.
Sin embargo, desde mediados de los años 90 se ha empezado a hablar en el mundo de lo
que se ha denominado: “el nuevo humanitarismo”, concepto mucho más global que la mera
ayuda humanitaria, pues implica la consideración de etapas con miras al fortalecimiento de
la paz y el desarrollo sostenible. Pero el desarrollo teórico de este reciente concepto, ha
propuesto metodologías de trabajo diferentes en cuanto al momento en que deben
implementarse las etapas antes mencionadas, estas etapas o fases son la emergencia, la
rehabilitación y el desarrollo.
Al respecto se ha discutido sobre la vinculación que debe darse entre emergencia y
desarrollo mediante la propuesta de ideas como el continuum y contiguum. La primera ha
sido entendida como la sucesión cronológica de las tres fases citadas, la segunda, por el
contrario, se refiere a una conexión simultánea de las tres en el tiempo.
21
RETTBERG, Angelika, CAMACHO, Álvaro, “Preparar el futuro: Conflicto y post-conflicto en Colombia.
Libros de Cambio. Bogotá 2002
25
Además, hay que considerar que la caída del muro de Berlín trajo como consecuencia una
reformulación en la manera en que se abordarían las crisis mundiales, especialmente desde
el punto de vista de la intervención. Esto supuso la comprensión del nuevo contexto de las
problemáticas y de las causas de los conflictos, el correlativo planteamiento de posibles
soluciones a los mismos y la responsabilidad en la prevención de nuevas confrontaciones.
Es precisamente en este escenario: el posterior a la guerra fría, en el que nacen instituciones
tales como el Grupo URD (grupo emergencia, rehabilitación y desarrollo)22, el cual se
preocupó por entender los nuevos litigios internacionales, especialmente aquellos que se
inscribían en el “nuevo género”, el género del Conflicto interno y que generaban la “nueva
emergencia”, la emergencia compleja23, que se localizaba en diferentes zonas, algunas
bastante deprimidas, como Somalia, Ruanda o Congo y que incorporaban diariamente
nuevas variables y problemáticas tales como la vulnerabilidad de zonas petroleras,
oleoductos o la puesta en marcha de técnicas terroristas, ataque a la población civil y
fuentes de financiación ilícitas como el narcotráfico. Por eso se afirma que “el mundo de la
posguerra fría es aún más inseguro que el que se vivía antes de ella24”, esto como
consecuencia de la extrema pobreza, la vulnerabilidad social los niveles de desplazamiento
y el recrudecimiento de la violencia.
Así las cosas,
una vez la humanidad pareció despertar y volcar su mirada hacia los
conflictos internos, se empezó a cuestionar de qué manera intervenir en ellos y cuál era el
momento idóneo para hacerlo. Las respuestas a estos interrogantes dan lugar a las
concepciones del continuum
y
contiguum humanitario, que son indispensables para
22
“En este contexto nace en 1993 el grupo URD, concebido en sus inicios como un punto de encuentro entre
las principales ONG de emergencia y desarrollo francesas. Poco tiempo después el URD invita a participar a
otros actores, tales como el comité internacional de la cruz roja (CICR), el Overseas Develpment Institute
(ODI), la Agencia de Cooperación e Investigación por el desarrollo (ACORD y el colectivo europeo VOICE”
Tomado de: PIROTTE, Laire, Entre emergencia y Desarrollo cuestionamiento de las prácticas
humanitarias, Barcelona, Ed. Icaria, pg. 11
23
Por emergencia compleja se entiende: “la situación causada por el hombre en la que hay víctimas por efecto
de la guerra, los desplazamientos y las hambrunas y en donde la guerra, (en la mayoría de los casos una
guerra civil no interestatal) se combina con un debilitamiento o colapso total de las estructuras económicas y
estatales”: CURREA, Víctor, El debate humanitario, Editorial Icaria, Barcelona, julio 2002, Pg. 18
24
Ibid. p. 17
26
entender el fundamento de los planes estratégicos que se llevarán a cabo para el
posconflicto colombiano.
El continuum humanitario, es un modelo lineal, que divide la situación de crisis en cuatro
momentos estancos independientes, a saber: antes de la crisis, durante la crisis, salida de la
crisis y desarrollo. Surge esta concepción como consecuencia de la pugna entre quienes
abogaban por una intervención inmediata y quienes propugnaban por una estrategia de
desarrollo a mediano y largo plazo ante situaciones de extrema dificultad como los
conflictos o los desastres naturales.
Muchas veces la aplicación a los conflictos de planes a corto plazo o a mediano y largo
plazo, sin una coordinación clara, generaba antes que la solución, el recrudecimiento de los
mismos. Por esta razón, organizaciones no gubernamentales (ONG´s) con la colaboración
de instituciones oficiales idearon una nueva concepción en la que se rompiera esa dualidad
sin lineamientos permitiendo una actuación coordinada. Así surge el concepto de
continuum humanitario, impulsado por la Unión Europea en el marco de la propuesta de
vinculación, de la ayuda, la rehabilitación y el desarrollo (conocida por las siglas VARD)25
que apuntaba a una actuación coherente entre cada una de estas modalidades, teniendo muy
claro que cualquier tipo de ayuda no sólo implica un suministro de bienes y servicios sino
que también envuelve un mensaje ético: la ayuda humanitaria no puede discriminar a los
destinatarios, tiene que ser imparcial y reivindicar la igualdad entre los seres humanos,
comprendiendo por supuesto el contexto propio de cada conflicto y de cada cultura, pues de
este contexto depende la identificación de los lazos conectores entre las comunidades en
conflicto a las que deben destinarse la intervención y ayuda humanitaria, o los factores
contrarios que generan el alejamiento de las partes.
Pese a las bondades de este planteamiento en cuanto a la búsqueda de una actuación
coordinada y coherente que entiende la realidad del conflicto, la gran mayoría de éstos no
25
REY, Francisco. Ayuda humanitaria y cooperación al desarrollo en situaciones de conflicto: ante todo no
dañar, Instituto de estudios sobre conflictos y ayuda humanitaria IECAH, Disponible también en versión
HTML en: http://www.iecah.org/espanol/globaliza/accion/ayuda.html
27
podían tratarse con base en esta estructura de fases de intervención separadas “al estilo de
compartimentos estancos”26. Es así como se reconoce en junio de 1998 en la comisión
económica y social de las Naciones Unidas, ECOSOC el concepto de contiguum
humanitario que entiende que tanto la intervención inmediata como la intervención a largo
plazo tendiente a un desarrollo sostenible pueden combinarse entre sí perfectamente en el
mismo momento sin ser excluyentes. De ahí que la rehabilitación y a su vez el posconflicto,
como quiera que tiene en la rehabilitación uno de sus principales elementos, deba manejar
en forma armónica y coordinada asistencia inmediata y brindar, también prontamente,
procedimientos a largo plazo de consecución del desarrollo para toda la comunidad.
Utilizando esta misma lógica se ha entendido la construcción de paz a partir de dos
perspectivas,27 estas son las siguientes: una minimalista: cuyo enfoque corresponde a la “
(...) superación de las secuelas específicas del conflicto como, por ejemplo, la
reconstrucción de la infraestructura destruida ( distingue entre paz y desarrollo)” , mientras
que un enfoque maximalista implica “(...) parar la guerra y generar las condiciones para el
desarrollo económico, político y social del país para superar las causas “estructurales” de
los conflictos ( por ejemplo, la pobreza, la inequidad y la exclusión)”28. Una posición
ecléctica ha surgido al paso de estas dos formas de entender la construcción de paz, la cual
considera que esta se debe iniciar antes de que cesen las hostilidades y culmina ( y con ella,
el periodo de posconflicto) cuando una sociedad se ha recuperado del daño físico, ha
aprendido a jugar con nuevas reglas políticas y económicas y ha sanado sus heridas,
individuales y colectivas, de tal manera que haya una expectativa generalizada de que las
diferencias que persistan no van a exacerbarse hasta el punto de recaer en el conflicto
26
PEREZ ALONSO DE ARMIÑO, Karlos, Guerra y Desarrollo la Reconstrucción posconflicto, Diez
Argumentos Básicos de Reconstrucción posbélica. Ed. UNESCO. Disponible también en versión HTML en:
Http://www.unescoeh.org/unescoeh/paz/reconstruccion_post_conflicto/manual_indice.html
27
Es pertinente resaltar la estrecha relación que crea el nuevo humanitarismo en escenarios posbélicos con la
edificación de estructuras que permitan abordar los conflictos mediante salidas no violentas; es decir que se
consolide una paz más duradera lo que constituye un proceso de construcción de paz.
28
Op Cit. RETTBERG, Angelika, Camacho, Alvaro, “Preparar el futuro: Conflicto y post-conflicto en
Colombia. p. 2
28
violento entre las partes.29 Si bien estas distinciones conceptuales pueden cobrar gran
interés en un plano académico e incluso jurídico y burocrático, por los eventuales
inconvenientes formales que se pueden presentar en el momento de implementar los
programas de cooperación, lo cierto es que independientemente de la etapa en la cual se
incluya, es de vital importancia atender el tema de la consolidación y el fortalecimiento de
la paz, o más bien de escenarios de enfrentamiento no violentos en medio de condiciones
menos excluyentes para los miembros de determinada sociedad.
Teniendo claro el panorama general de la actual intervención humanitaria y su incidencia
en el posconflicto, es pertinente analizar en conjunto el concepto de rehabilitación. Karlos
Pérez de Armiño30 la define en los siguientes términos:
La rehabilitación, como concepto general, podríamos definirla como un proceso
de reconstrucción y de reforma después de un desastre (sea éste motivado por
una catástrofe natural o por un conflicto), que sirve de puente entre las acciones
de emergencia a corto plazo y las de desarrollo a largo plazo, con las cuales
comparte algunos objetivos al tiempo que pueden solaparse parcialmente en el
tiempo. El objetivo de la rehabilitación es sentar las bases que permitan el
desarrollo, aprovechando la experiencia y los resultados del trabajo de
emergencia previamente realizado (Pérez de Armiño, 2001:469).31
29
Ibid. p. 2y ss.
Karlos Perez Alonso de Armiño: Profesor de Relaciones Internacionales en la UPV-EHU. Investigador
asociado a HEGOA, Instituto de Estudios sobre Desarrollo y Cooperación Internacional (UPV-EHU). Es
Doctor en Ciencias Políticas y Licenciado en Geografía e Historia. Ha realizado varias investigaciones sobre
la rehabilitación posbélica (con trabajo de campo en Mozambique, en 1996), seguridad y ayuda alimentaria
(hambrunas en África) y ayuda humanitaria. Entre sus publicaciones figuran los siguientes libros: Guía de
rehabilitación posbélica. El proceso de Mozambique y la contribución de las ONG, HEGOA, Universidad del
País Vasco, Bilbao, 1997; y Diccionario de acción humanitaria y cooperación al desarrollo, HEGOA e
Icaria, Barcelona, 2001:
Guerra y Desarrollo la Reconstrucción posconflicto, Diez Argumentos Básicos de Reconstrucción posbélica.
Ed.
UNESCO,
Se
puede
consultar
en
la
página
de
internet:
Http://www.unescoeh.org/unescoeh/paz/reconstruccion_post_conflicto/manual_indice.html
30
31
Op. Cit. PEREZ ALONSO DE ARMIÑO, Karlos, Guerra y Desarrollo la Reconstrucción posconflicto,
Diez Argumentos Básicos de Reconstrucción posbélica.
29
Esta definición parece no diferenciar claramente los conceptos de reconstrucción y
rehabilitación en los términos mencionados anteriormente y muestra la rehabilitación como
un puente entre acciones de emergencia y acciones de desarrollo, lo cual no es del todo
apropiado, pues la rehabilitación antes de ser un puente o un punto medio, entre una y otra
intervención es el marco atemporal (presente en el corto y el largo plazo) que determina los
fines de dichas acciones, en otras palabras, la rehabilitación establece los parámetros
generales, los fines y objetivos en los que deben moverse las intervenciones de emergencia
a corto plazo y las intervenciones de desarrollo a largo plazo. Cuando Pérez de Armiño dice
que el objetivo de la rehabilitación es sentar las bases que permitan el desarrollo,
aprovechando la experiencia y los resultados del trabajo de emergencia previamente
realizado, parece contradecir la concepción del contiguum humanitario pues se ven
diferenciados compartimentos estancos sucesivos en el tiempo entre emergencia –
rehabilitación (como puente) - y desarrollo como instancia final.
Tal vez por esa razón, Armiño, en el mismo texto, afirma:
Existe una cierta confusión conceptual, pues la definición de lo que es la
rehabilitación no está plenamente consolidada, siendo la que hemos ofrecido antes
una entre otras posibles. En efecto, para algunos la rehabilitación se limitaría a los
aspectos sociales, culturales e institucionales, a diferencia del concepto de
reconstrucción, que aplican al ámbito físico y económico. Otros, por el contrario,
adoptamos una definición amplia de rehabilitación, abarcando todas las esferas.
Otra posible distinción que algunos formulan entre ambos conceptos es no ya
temática, sino cronológica: la rehabilitación sería el ámbito de trabajo
inmediatamente posterior a un desastre, mientras que la reconstrucción vendría
detrás de aquélla y tendría una mayor duración. Para muchos, no obstante, tal
distinción no es pertinente y ambos niveles de actuación compartirían el mismo
marco cronológico.
30
Así las cosas, se puede definir la rehabilitación, acorde a los planteamientos propuestos,
como el marco general que establece los objetivos y fines desde el punto de vista humano,
social e institucional del proceso con el que se llevan a cabo los planes estratégicos de
emergencia a corto plazo y los planes de desarrollo sostenible a largo plazo cuando tiene
lugar un conflicto o desastre humanitario. Lo mismo se puede afirmar de la reconstrucción
en lo que toca con los aspectos físicos y de infraestructura.
También podemos definir el posconflicto, recogiendo los elementos mencionados en este
capítulo, como el período de tiempo que procede a la terminación del conflicto armado en
sentido parcial (para el combatiente que estando en curso la confrontación ya no participa
de ella) y en sentido total (cuando hay una terminación total de la confrontación armada ya
sea por la derrota de una de las partes o por un acuerdo de paz), determinado por las
circunstancias mismas del conflicto, el origen, cultura e idiosincrasia de los sujetos
intervinientes y en el cual se trazarán las metas de reconstrucción y rehabilitación, que
se ejecutarán en planes estratégicos de emergencia a corto plazo y desarrollo a largo plazo,
con el fin de detener la proliferación de conflictos y de atender en forma adecuada e
integral a las víctimas generadas por la confrontación.
31
3. CONTEXTO: UNA MIRADA AL CONFLICTO COLOMBIANO
Sin pretender una relación minuciosa de hechos, ni un análisis detallado de las causas
remotas y próximas que se han propuesto del conflicto armado en Colombia, se considera
necesario hacer un acercamiento al mismo, que permita contextualizar ciertos parámetros
de pensamiento en el
posconflicto (como el de la cooperación internacional y el
tratamiento específico de las víctimas), escenario en el cual se deben concretar las acciones
de ayuda, rehabilitación y desarrollo de las que se habló en el Capitulo I sobre las Bases
teóricas del posconflicto.
Considerado una manifestación normal de las comunidades humanas, de acuerdo con
Alejo Vargas32, el conflicto debe ser entendido como una expresión de la diversidad y la
complejidad que caracteriza a los individuos y a las relaciones que entre ellos se tejen,
determinadas por los múltiples intereses, expectativas y perspectivas que los miembros de
la colectividad tienen frente a diferentes causas de carácter económico, político, social,
religioso o cultural, entre otras; favoreciendo en esta medida la configuración de espacios
de oposición en los que se presentan diferentes alternativas para asumir y dirimir la
controversia entre los grupos de presión que en mayor o menor medida se organizan en
medio de la divergencia social.
Comprendido de esta forma el conflicto, ha sido recurrente el empleo del recurso de la
guerra, como una de las expresiones de la violencia para alcanzar mayor poder en el
escenario político, en este sentido Alejo Vargas plantea: “[...] una distinción entre dos
dimensiones de las relaciones sociales. Por un lado, la dimensión conflicto, que implica un
campo de enfrentamientos sociales alrededor del cual hay posibilidades de arribar a la
negociación entre los actores que se miran a sí mismos como adversarios. Por el otro, la
dimensión contradicción, que hace referencia a ese campo de los enfrentamientos en torno
a demandas y reivindicaciones políticas y sociales que, ya sea por las prácticas
32
Vargas, Alejo, “Las Fuerzas Armadas en el Conflicto Colombiano. Antecedentes y perspectivas”. BogotáColombia, Intermedio Editores, 2002
32
antagonistas o por las imágenes que subyacen del otro (percibido como enemigo), hacen
casi ilusorios los espacios de acuerdo y dan margen al enfrentamiento, caracterizado por
la primacía de la coerción. Aquí la utilización de la violencia se convierte en un elemento
fundamental.” 33
El caso colombiano caracterizado por más de cuatro décadas de conflicto armado, que
actualmente se encuentra en proceso de profundización, bajo el análisis propuesto por el
mencionado autor, permite ser considerado bajo la perspectiva de la dimensión
contradicción, pues resulta evidente que las partes involucradas en el conflicto no
reconocen en el otro un contradictorio con el cual pueden reconciliar intereses opuestos en
un escenario sociopolítico diferente de la confrontación armada, la cual se constituye
aparentemente
como la única herramienta posible para concretar sus propósitos de
dominación e imposición sobre el otro.
Con el fin de dar una idea clara y somera del conflicto armado colombiano y sus actores, a
continuación se hace una descripción, siguiendo el estudio de Alejo Vargas en su texto El
conflicto armado colombiano y sus perspectivas.34
La confrontación armada en Colombia que surgió hacia los años 60, marcado por la
Operación Marquetalia de 1964, y con gran influencia del bipartidismo y su violencia
asociada, dada desde la década anterior. Ya en los 90 se dan particularidades que llevan a
caracterizar a los grupos armados, los cuales, a lo largo del desarrollo del conflicto llegan a
ser de tres tipos fundamentales: guerrillas, autodefensas y Fuerza Pública.
Las guerrillas han tenido un proceso de expansión territorial, orientado a obtener control
sobre poderes regionales y locales y alcanzando el dominio territorial, aún de manera
transitoria. La expansión se ha venido dando hacia áreas estratégicas de confrontación,
militarmente hablando.
33
Ibid, p. 227
VARGAS. Alejo. El conflicto armado colombiano y sus perspectivas. Disponible también en versión
HTML en : http://www. ub.es/solidatitat/observatori/esp/colombia/análisis/conflicto.htm#anchor636877
34
33
Por su parte, las autodefensas han propendido por la legitimación en los territorios donde se
encuentran, siendo líderes de reivindicaciones sociales, con sentido crítico hacia el Estado y
sus Fuerzas Armadas.
La Fuerza Pública sigue una táctica defensiva para proteger instalaciones fijas
(especialmente de ataques terroristas), pero sin tener definido un ataque militar de manera
que se configura como fuerza pasiva. El efecto de esto se da en dos sentidos respecto de la
población: el acomodamiento con la guerrilla o al apoyo a las autodefensas como las únicas
capaces de derrotar a la guerrilla.
En el último Gobierno el fortalecimiento de la Fuerza Pública ha sido mayor en la medida
que se ha considerado que su papel es indispensable en el marco de seguridad democrática
propuesto por Álvaro Uribe Vélez.
El crecimiento de las organizaciones de actores armados ilegales demuestra que el conflicto
se está generalizando teniendo un determinante: lucha por dominio territorial consolidando
el poder en los territorios conquistados y disputando los que están dominados por el
adversario. Este fenómeno se ve en el área rural, pero además hay una tendencia a
posicionarse en espacios urbanos, aquellos tradicionalmente aislados del conflicto.
Además, se ha visto como el espacio electoral ha tomado otra connotación, pues si bien
antes era protegido o, al menos, respetado por organizaciones tales como el ELN y las
FARC-EP al punto de lograr treguas en período electoral para facilitar los comicios, hoy en
día se han visto acciones para impedir que las jornadas se lleven a cabo o para intimidar a la
población. De esta manera se afecta el ejercicio democrático que es básico en una
rehabilitación institucional.
Este panorama, al parecer, permite entender la estrecha relación que existe entre conflicto y
violencia en el contexto colombiano, donde diversos conflictos por los que atraviesan los
miembros de la sociedad son desplazados en buena parte al reducido plano de la violencia35
física, lo cual limita la posibilidad de crear alternativas menos excluyentes que permitan
35
Cfr: RICHES. David. “El fenómeno de la violencia”. Madrid -España. Ediciones Pirámida, S.A. 1998
34
asumir y encontrar salidas para avanzar en la solución de los problemas que subyacen a la
reacción violenta, y que no pueden ignorarse sin que inevitablemente se sigan favoreciendo
las condiciones para la reproducción y agudización de posteriores conflictos.
Continuando con el acercamiento al conflicto armado nacional, es importante referir en
síntesis a diversos factores considerados como detonantes de este fenómeno. De un lado, se
cuentan actores que concurren en la utilización de la violencia como medio para conseguir
sus objetivos opuestos. Por el otro, factores de carácter histórico relacionados con el
recurrente empleo de la violencia para conseguir objetivos políticos, estructuras
económicas y sociales excluyentes, una estructura democrática formal, pero utópica,
representada en la práctica por una cultura autoritaria que generalmente se ha considerado
dominada por los partidos políticos tradicionales, caracterizados estos últimos no por una
ideología de colectividad necesariamente, sino por ciertas relaciones de poder a su vez
condicionadas por una clase social concreta y los aspectos específicos relacionados con la
aparición de las organizaciones de guerrillas en el territorio nacional. Finalmente y como
factores que contribuyen a su reproducción, se encuentran el negocio del narcotráfico,
como medio para financiar las actividades militares de las guerrillas, la crisis del Estado,
patología compartida por las diferentes naciones latinoamericanas, representada en el
colapso del aparato judicial, la corrupción administrativa y su débil autonomía política en el
orden internacional, explicada esta última por la evidente autoridad hegemónica ejercida
por Estados Unidos.
La anterior perspectiva corresponde a un análisis del conflicto armado nacional que ha sido
compartido por un número importante de violentólogos, historiadores e incluso politólogos,
no sólo nacionales como Alejo Vargas o Alfredo Rangel36, sino extranjeros, que han
producido una vasta literatura sobre el tema de la violencia política en Colombia,
evidenciando una estrecha relación, directamente proporcional, entre la agudización de la
36
Al respecto Alfredo Rangel afirma que el conflicto armado colombiano “ (...) se trata de una prolongada
guerra interna que ha sido cruzada por una gran multiplicidad de factores de orden político, social, económico
e histórico, los cuales han intervenido tanto en su gestación y permanencia como en su evolución reciente...”
en RANGEL. Alfredo, “ Guerra Insurgente: conflictos en Malasia, Perú, Filipinas, El Salvador y Colombia”
pág. 421. Bogotá-Colombia, Intermedio Editores. 2001
35
crisis económica, política y social, y el correlativo aumento de la violencia armada en
Colombia. Un planteamiento de este tipo resultaría alentador pues permitiría concluir que
eliminando los factores estructurales del conflicto, desaparecería el enfrentamiento armado.
Pero un análisis menos auspicioso que se presenta como una crítica a la perspectiva antes
mencionada, (considerada poco profunda o inocente), desestima con fuertes argumentos la
relación que se pretende establecer entre la crisis del actual sistema socio-político y
económico y el recrudecimiento del conflicto armado.
Al considerar un examen comparado de conflictos armados en el mundo, Malcom Deas,
historiador inglés, experto en el tema de la violencia en Colombia, llega a conclusiones
desconcertantes
en cuanto a la complejidad del conflicto armado en Colombia y la
dificultad de relacionarlo necesariamente con la crisis de legitimidad del Estado, de la
democracia y de la pobreza como tradicionalmente han coincidido numerosos estudiosos
del tema.
Aunque no se brindan respuestas definitivas y por el contrario se invita a la reflexión sobre
el complejo problema de la violencia política en Colombia, este análisis tal vez escéptico
permite, como el mismo Malcom Deas afirma, que el estudio de la violencia, considerada
no sólo desde la realidad actual, sino desde sus antecedentes y perspectivas, se presente
como un reto intelectual sobre el cual no se ha dicho la última palabra, y que aun no ha
agotado su análisis. Sin embargo, Deas no es el único que ha llegado a estas conclusiones,
porque en un sentido similar se han pronunciado autores como Fernando Gaitán37,
economista colombiano. Ambos, en sus investigaciones, también describen una Colombia,
que ha tenido periodos de relativos índices bajos de violencia y con una realidad sociopolítica y económica38 compleja, pero en todo caso no muy diferente de la que han tenido
37
DEAS, Malcom, GAITAN, Fernando, “Dos ensayos especulativos sobre la violencia en Colombia”, Tercer
Mundo Editores, Bogotá –Colombia, 1995
38
“(...) se observa que la violencia no ha impedido el desarrollo económico. El promedio de crecimiento del
PIB del 4.6 % en los últimos treinta años no muestra evidencia de que exista una restricción al crecimiento
por parte de la violencia. Incluso los periodos de mayor crecimiento del PIB percápita ( 1950-1955 y 19701908) han estado acompañados de una tendencia fuerte al alza de la taza de violencia.” Al respecto ver :
36
que padecer otras sociedades, no sólo latinoamericanas, sino incluso europeas como el caso
de Irlanda del Norte, que paradójicamente no han desarrollado una guerra interna tan
intensa y de tan largo aliento como la nacional.
Un enfoque como este implica un análisis aun más complejo de un eventual escenario
posbélico, porque cuestionando seriamente las que al parecer se muestran como las
contundentes causas del conflicto colombiano, parecería que no es claro a qué o a quién
responsabilizar de la prolongada violencia. En esta medida intentar adelantar el arduo
proceso de rehabilitación que desde perspectivas como la del “nuevo humanitarismo”
insisten en la trascendencia del análisis de las causas del conflicto, toda vez que se debe
procurar su eliminación con el fin de disponer las condiciones que garanticen una paz
duradera y la eliminación del caldo de cultivo de nuevas dificultades sociales y políticas,
demanda un conocimiento mucho más profundo de este peculiar conflicto armado, por un
lado,
y de otro, un conocimiento de la forma en que se logre la terminación del
enfrentamiento. En cuanto a este último aspecto, Roy Licklider afirma que el problema del
fin de las guerras civiles no es simplemente lograr que la gente deje de matarse, si los
actores involucrados en el conflicto continúan viviendo en el mismo Estado, (de acuerdo
con las investigaciones sólo se han presentado cinco casos de separación política después
de una guerra civil entre 1945 y 1994). El problema más complejo y a la vez interesante,
será el de crear un Estado en el cual antiguos enemigos puedan trabajar juntos. 39 El mismo
autor en su obra The Consequences of Negotiated Settlements in Civil Wars, se refiere a la
hipótesis de R. Harrison Wagner, quien concluye con un análisis sofisticado que los
acuerdos negociados tienden a crear situaciones de tensión en el poder, los cuales dificultan
un trabajo eficiente del gobierno, mientras que la victoria militar, supone la eliminación de
una de las estructuras organizadas, haciendo menos probable el resurgimiento de una guerra
civil.40 En el mismo sentido, se presentan argumentos de otros profesionales en la materia,
Juan Luis Londoño “Ante las cinco aperturas, Medellín abre su futuro”, en Medellín: Alternativas de futuro,
Medellín, 1992 citado en Ibíd., p.400
39
LICKLIDER. Roy. “ The Consequences of Negotiated Settlements in Civil Wars, 1945-1993. American
Political Science Reeview 89 (3), September 1995. p.684. –Traducción libre40
Ibid. p. 684 –Traducción libre-
37
quienes afirman que los acuerdos negociados, que ponen fin a una guerra civil y reparten el
poder, son más vulnerables, (dando lugar al renacimiento de la contienda), en comparación
con el efecto de la victoria militar del establecimiento de poder.
Bajo esta perspectiva, el diagnóstico del eventual escenario posconflicto, que puede
considerarse dentro cualquiera de las siguientes dos probabilidades: un acuerdo conseguido
a través de una victoria militar de cierto actor sobre otro, bien sea una victoria militar de la
guerrilla, cualquiera que esta sea, sobre las Fuerzas Militares, o de estas últimas sobre las
primeras. O en segundo lugar el silenciamiento de las armas como consecuencia de la
superación política negociada del conflicto interno, determinará la debilidad o fortaleza de
los diferentes actores al enfrentar la situación posterior al conflicto, especialmente en lo
relacionado con el proceso de consolidación de la democracia, lo cual resultará
determinante para la implementación de políticas para las víctimas resultantes del conflicto
armado.
Sin embargo, las características que han determinado a las guerrillas en Colombia no han
permitido que se conviertan en una alternativa real de poder, incluso se habla de una
“insurgencia crónica” para caracterizar “un movimiento o conjunto de movimientos
insurgentes que, habiendo sobrepasado el estadio inicial de surgimiento, logran
expandirse y consolidarse, sin que ello signifique una capacidad real para derrocar el
poder instituido y constituirse como un nuevo régimen”41. Pizarro Leongómez al analizar el
contexto en el que se ha desarrollado y se ha consolidado la insurgencia en Colombia,
considera que el conflicto colombiano se encuentra en una situación de “empate negativo”
que en sus términos consiste en que “uno de los dos actores enfrentados, en este caso el
Estado, tiene una superioridad estratégica clara; pero, por diversos factores, no esta en
capacidad de liquidar a su adversario”.
42
Por lo anterior, se considera que a pesar de la
trascendencia que ha tenido la insurgencia en la historia política, económica y social de
41
PIZARRO LEONGÓMEZ, Eduardo. “Insurgencia sin revolución”. Tercer mundo editores / IEPRI UN.
Bogotá, 1996. Pág. 210.
42
Ibid., pág. 231
38
Colombia, la prolongación del conflicto durante tanto tiempo, aunque ha puesto en
evidencia no sólo una fuerte crisis de representatividad, además de una aguda crisis de
autoridad y de legitimidad institucional, no permite concluir que la insurgencia no pueda
ser derrotada militarmente por el ejército del Estado con todo y los altos costos que esta
decisión conllevaría en vidas y en recursos gestionados a través de cooperación
internacional e invertidos en gasto militar.
Bajo este panorama de violencia, parece que sólo se podría empezar a hablar de la
iniciación de un periodo de posconflicto después de que se logre la concertación de las
partes en conflicto mediante la iniciación de un proceso de paz, o como consecuencia de un
acuerdo que resulte de la disminución militar que consiga el ejército regular sobre la
insurgencia, presionando de esta forma un acercamiento entre las partes y un posterior
acuerdo, (estrategia que responde a la actual.política de seguridad democrática diseñada por
el Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez43), que en cualquier caso deberá reflejar
contenidos democráticos menos etéreos.
Considerando que la salida al conflicto se puede asimilar a una transición entre un régimen
político y otro, lo cual podría constituir una transición a la consolidación de una democracia
menos formal y más concreta, de lograrse un acuerdo ya sea como consecuencia de una
victoria militar o de un acuerdo negociado, según Felipe Agüero, citado por Alejo Vargas
en su obra sobre Las Fuerzas Armadas en el conflicto armado colombiano, se estaría
hablando de un periodo de transición entendido “como aquella situación en que una
democracia, una vez establecida, es sustentada por la dimensión actitudinal de los
ciudadanos, por el comportamiento efectivo de los principales grupos sociales y políticos
organizados, y carece de impedimentos formales -enclaves autoritarios- que limiten la
autoridad ejercida por representantes elegidos”44
43
Al respecto ver la propuesta de Plan Nacional de Desarrollo PND, 2002-2004, Hacia un Estado
Comunitario.y el Manifiesto democrático, los 100 puntos de Álvaro Uribe Vélez.
44
Op cit. VARGAS VELÁSQUEZ, Alejo, Las Fuerzas Amadas en el conflicto colombiano : antecedentes y
perspectivas. p.383-387
39
Es precisamente esa transición a una nueva construcción de democracia la que deberá darse
en el escenario posconflicto, en el que se implementen programas integrales de asistencia y
ayuda a las víctimas del conflicto, entendiendo como víctimas no sólo a los actores
armados involucrados en el mismo, entre estos las Fuerzas Militares y de Policía, sino
incluso a la sociedad civil que necesariamente se ha convertido en destinatario de la guerra.
En todo caso hablar de posconflicto no implica de ninguna manera la eliminación total de
los detonantes de la guerra, pero al menos implica pensar y generar espacios no violentos
para la audición, confrontación y análisis de las diferencias entre grupos sociales
considerados marginados por factores como la pobreza o la exclusión
Pretender lo contrario, es decir; la consolidación de escenarios de convivencia en armonía
social absoluta, antes de generar plena satisfacción debería traer
desconfianza,
especialmente entre quienes se empeñan en creer y fortalecer la democracia y el respeto por
las diferencias de cada persona como parte integrante y determinante de la sociedad. Son
precisamente regímenes dictatoriales y autoritarios en los cuales se pueden analizar
periodos de tensa clama y una supuesta estabilidad en el orden social, conseguido con altos
costos en cuanto a vulneración de derechos fundamentales.
El profesor Boaventura de Sousa Santos45 en un escrito titulado Pluralismo jurídico,
Escalas y Bifurcación, recogido por el Instituto Ser de Investigación e incluido en el libro
Conflicto y Contexto, se refiere a los que él considera los “tres grandes elementos
estructurales del derecho: la retórica, la violencia y la burocracia, -al respecto menciona
cómo los sistemas jurídicos- mezclan cada vez más la posibilidad de que la retórica se
convierta en violencia, y al mismo tiempo que la violencia se convierta en retórica. “ Sobre
este particular Boaventura explica como hay argumentos que conducen al otro al silencio,
45
Doctor en sociología de la Universidad de Yale. Profesor catedrático en la facultad de economía de la
Universidad de Coimbra, director del Centro de Estudios Sociales y del Centro de Documentación 25 de Abril
de la Universidad de Coimbra.
40
como cuando “una argumentación conduce al gay al silencio o silencia al gay, la retórica
es violenta”.
En un país como el Colombiano en el cual se distingue una fuerte interculturalidad, en
términos del profesor Sousa Santos, la retórica puede ser una forma de violencia simbólica,
la conciliación puede ser la continuación de la violencia por otros medios46, lo que refleja la
complejidad del análisis y la implementación de mecanismos alternativos en la resolución
de conflictos, presupuestos de gran importancia al considerar políticas de Estado sobre
reconstrucción y rehabilitación.
46
DE SOUSA SANTOS. Boaventura, “Pluralismo jurídico, escalas y bifurcación”. En : Conflicto y Contexto,
Resolución alternativa de conflictos y contexto social. Tm Editores/Instituto SER de investigaciones /
COLCIENCISA, Programa de Reinserción. Bogotá, 1997. Pág. 63 y ss.
41
4. REHABILITACIÓN INSTITUCIONAL47
La reconstrucción y la rehabilitación en el posconflicto no son conceptos nuevos, de hecho,
han sido usados por el Banco Mundial desde 1995, significando la reconstrucción del
marco socioeconómico de una sociedad.
Sin embargo resulta necesario dar mayor alcance a la aplicación de estos conceptos ya que
en un escenario de posconflicto armado se requiere de una estrategia clara y una capacidad
que esté a la altura de las necesidades para poder llevar a cabo no sólo la reconstrucción
física sino especialmente el proceso de rehabilitación que deberá integrar los siguientes
ejes institucionales:
4.1 SEGURIDAD
Se trata ante todo de seguridad pública en sentido genérico, la cual comprende tanto la
seguridad personal que brinda el Estado al garantizar derechos individuales, como la
seguridad pública específica al mantener el orden público48.
Esta seguridad pública puede atender a dos modelos49. Uno, el de la seguridad democrática
que parte de los derechos de la persona y la persona como base de toda seguridad que antes
de estatal es ciudadana, priorizando la necesidad de paz de los individuos y de vida en
condiciones de dignidad humana. Otro, la doctrina de la seguridad nacional según la cual se
busca preservar las instituciones públicas combatiendo al enemigo con base en la fuerza
militar del Estado. Este enemigo, durante la guerra fría, se daba en términos de la relación
47
Los deberes del Estado, se derivan de obligaciones legales, responsabilidad colectiva y solidaridad social:
Artículo 3 Numeral 2 de la declaración sobre Justicia y Asistencia a las Víctimas. Ver Anexo 2.
48La Constitución, La Justicia y la Seguridad. Santa Fe de Bogotá: Universidad de los Andes, 1987. p.23.
49Cfr. BORDA MEDINA, Ernesto. Seguridad Ciudadana para la Paz En: Revista Javeriana Vol. 132 No.
651, 1999. p. 37-54.
42
capitalismo-comunismo, pero ya en la posguerra y especialmente en Latinoamérica, se
observa un enemigo interno.
Resulta entonces pertinente considerar las anteriores nociones de seguridad para analizar las
funciones de la Fuerza Pública:
La Constitución Política de Colombia, en el Título correspondiente a la Rama Ejecutiva
dedica el Capítulo 7 a la Fuerza Pública50, la cual está integrada de manera exclusiva por las
fuerzas militares permanentes que comprenden el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, y
por la Policía Nacional. A las fuerzas militares se asigna la finalidad de defender la
soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y del orden constitucional,
mientras que la Policía Nacional tiene el fin de mantener las condiciones necesarias para el
ejercicio de los derechos y libertades públicas, y para asegurar que los habitantes de
Colombia vivan en paz. Es así como a este último cuerpo armado permanente de naturaleza
civil se le encarga de la seguridad democrática, mientras que a las fuerzas militares se les
orienta a la seguridad nacional.
Pese a esta consagración constitucional, la realidad fáctica muestra que no se mantiene una
línea divisoria entre las funciones de cada componente de la Fuerza Pública debido a la
situación condicionada por un conflicto armado interno. En un escenario de posconflicto, la
situación será propicia para redefinir funciones, o más que redefinirlas, para hacer caso a la
definición.
La Carta deja ver una seguridad ciudadana democrática. Es así como la participación de
particulares en la seguridad puede lograrse también mediante el ejercicio de derechos en
general, el cumplimiento de deberes, y, por ejemplo, solicitando que el Estado administre
justicia en un caso determinado.
50Cfr. REPUBLICA DE COLOMBIA. Constitución Política. Art. 223 a 246 de la Carta, con base en los
cuales se desarrolló este tópico.
43
En tal contexto resulta acertada la posición del exministro de Defensa Juan Carlos Esguerra
Portocarrero, según la cual la seguridad es un asunto de estado que involucra a las
instituciones públicas y a la sociedad.51 En la medida que involucra a estos agentes y que
significa una nueva forma de ser asumida, se llega a reconsiderar también la relación
Estado-sociedad.
En el posconflicto, la seguridad apunta a ser democrática y por tanto está ligada a un
fortalecimiento del cuerpo de policía, en contraposición a la reducción de las Fuerzas
Militares, toda vez que se siga el conocido adagio “zapatero a tus zapatos”. Esta situación
ha de tener fuerte impacto en toda la Fuerza Pública.
Bien señala Borda Medina52 que la seguridad democrática surge en América Central en aras
de superar el grave conflicto de los 80, gracias a las agendas que marcaron los procesos de
paz de El Salvador y de Guatemala53, las cuales dieron paso al Tratado Marco de Seguridad
Democrática de Centroamérica de 1995, el cual indica que la seguridad “tiene su razón de
ser en el respeto, promoción y tutela de todos los derechos humanos, por lo que sus
disposiciones garantizan la seguridad de los Estados centroamericanos y de sus habitantes,
mediante la creación de condiciones que les permitan su desarrollo personal, familiar y
social en paz, libertad y democracia. Se sustenta en el fortalecimiento del poder civil, el
pluralismo político, la libertad económica, la superación de la pobreza y de la pobreza
extrema, la promoción del desarrollo sostenible, la protección del consumidor, del medio
ambiente y del patrimonio cultural; la erradicación de la violencia, la corrupción, la
impunidad, el terrorismo, la narcoactividad y el tráfico de armas; el establecimiento de un
balance razonable de fuerzas que tome en cuenta la situación interna de cada Estado y las
necesidades de cooperación entre todos los países centroamericanos para garantizar su
seguridad.”
51ESGUERRA. Juan Carlos, Por una Política Nacional de Seguridad. p. 157.
52 Op. Cit. BORDA MEDINA, Ernesto. p. 40
53Agenda de Contadora de 1983 y Agenda del Procedimiento para establecer una Paz firme y Duradera en
Centroamérica en 1987.
44
Con esto se ilustra claramente qué aspectos involucra la seguridad en el posconflicto, de
manera que resulta una yuxtaposición de los ejes de rehabilitación institucional, tales como
democracia y gobernabilidad; bienestar económico y social; verdad, justicia y reparación;
y, seguridad democrática.
Parafraseando a Ernesto Borda Medina, en el marco del conflicto armado de Guatemala, se
dio una buena aplicación del concepto de seguridad democrática en la realidad nacional,
toda vez que el Acuerdo sobre fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una
Sociedad Democrática54 consigna que:
“La seguridad es un concepto amplio que no se limita a la protección contra
las amenazas armadas externas, a cargo del Ejército, o a la protección contra
las amenazas al orden público y la seguridad interna, a cargo de la Policía
Nacional Civil. El conjunto de los Acuerdos de Paz de Guatemala plantea que
la paz firme y duradera requiere el respeto a los derechos humanos, y al
carácter multiétnico, pluricultural y multilungüe de la Nación guatemalteca, el
desarrollo económico del país con justicia social, la participación social, la
conciliación de intereses y el fortalecimiento de la institucionalidad
democrática.”
4.2 GOBERNABILIDAD Y DEMOCRACIA
La Gobernabilidad tiene un sustento en la democracia y “la democracia occidental,
especialmente tras la segunda guerra mundial, ha explicitado, por medio de las
constituciones, su carácter formal, esto es, ser una democracia de derechos y de
54Acuerdo suscrito entre el Gobierno de Guatemala y la insurgencia el 19 de septiembre de 1996.
45
procedimientos incluso cuando ha introducido referencias significativas al principio de
sociabilidad.”55
“La democracia es un valor porque en el mundo de la falta de fundamentos y del artificio
realiza el derecho mínimo de cada uno a poder decidir el sentido de su propia historicidad.
Pero precisamente por esto la democracia es inseparable del conflicto:
es el retorno
continuo de la contradicción y del carácter paradójico de la política moderna, de su
vocación de exceso y de la necesidad de su continua neutralización.”56
“El conflicto no es el ejercicio del antagonismo en abstracto, sino el modo concreto en que
se produce la sociabilidad del orden en que estamos insertos:
este se verifica en el
conflicto; en él se pone a prueba la tensión entre la libertad y la irreductibilidad individual y
el carácter vinculante del contexto social y de las condiciones materiales a las que se confía
la producción y la reproducción de la vida. Por ello el conflicto se centra, tendencialmente,
en la necesidad de un “orden nuevo”: en la forma de la vinculación social”57
Y este nuevo orden contempla aspectos tales como una (re)definición de la Fuerza
Pública58, una real participación de los ciudadanos en las decisiones públicas y una cabida
de todos en la sociedad con dignidad y respeto a los derechos humanos. Para esto, hay una
fundamental expresión: la Constitución.
El sentido pleno de constitución “requiere no sólo la existencia de normas que organizan el
poder y que están de cierto modo atrincherados frente al proceso legislativo normal, sino
también y preeminentemente que se satisfagan ciertas exigencias acerca del procedimiento
y contenido de las leyes que regulan la vida pública. Este es el sentido expresado por el
artículo 16 de la Declaración Francesa de los Derechos del Hombre, cuando dice que “una
55BARCELLONA, Pietro. Postmodernidad y comunidad. Trotta, 1998. p. 127.
56Ibid. p. 131.
57Ibid. p. 132
58
Se habla de (re) definición, porque lo que corresponde en el posconflicto, es dar aplicación a la definición
constitucional de fuerza pública ya consagrada, (la cual en el actual periodo de conflicto no se puede
cumplir), sin necesidad de dar una nueva.
46
sociedad en la que la garantía de los derechos no esté asegurada, ni la separación de poderes
esté determinada, no tiene Constitución.” Estas exigencias son las que definen el concepto
de democracia liberal o constitución, que parece emerger de una combinación dificultosa
entre dos ideales que muchos pensadores perciben en permanente tensión: el ideal de un
proceso político participativo en el que toda la gente afectada por ese proceso tiene
intervención en esa decisión, y el ideal liberal de un gobierno limitado, según el cual aún la
mayoría debe detenerse frente a intereses protegidos.”59
Es así como se llega al tema de la gobernabilidad con una variable que la afecta: la
integración institucional. “Un sistema político goza de gobernabilidad cuando presenta un
nivel manejable de conflictos, particularmente entre los actores con capacidad para afectar
la estabilidad del sistema y los gobernantes están en capacidad para desarrollar políticas sin
obstrucción grave, de acuerdo a sus respectivas competencias.”60
Esto lleva a Sánchez a una definición de gobernabilidad para la democracia como “la
situación en la cual los actores políticos con capacidad para afectar la estabilidad del
sistema, aceptan funcionar dentro de las reglas del juego democrático; y las instituciones
están en condiciones reales de diseñar y desarrollar políticas para atender las demandas de
los ciudadanos”.61 Esto sin olvidar que las instituciones, el Estado y la sociedad están
orientados hacia el respeto de los derechos y libertades de todos, en aras de propender por la
paz y la justicia social.
En cuanto a la integración institucional, ésta se tiene principalmente en cuenta en el caso
colombiano ya que la existencia de múltiples actores armados indica, de alguna manera,
carencia de tal integración. En la medida que el Estado permita la existencia participativa de
todos sus ciudadanos y su manifestación mediante mecanismos institucionales, se da esta
59NINO, Carlos Santiago. Fundamentos de Derecho Constitucional. Buenos Aires: Astrea, 1992.
60SÁNCHEZ TORRES, Carlos Ariel. Derecho Electoral Colomibiano. Bogotá: Legis, 1999. p. 50
61Ibid. p. 51.
47
integración tendiente a la estabilidad política, a la gobernabilidad, a la convivencia pacífica,
a un pluralismo cierto y a propiciar un ambiente de desarrollo y crecimiento.
El nuevo orden también sugiere que una “redefinición del sistema de intercambios y
conflictos entre el Estado y la sociedad civil”62 es requerida no sólo en relación con una
solución negociada al conflicto –tal como lo plantea Leopoldo Múnera Ruiz63— sino como
consecuencia del posconflicto armado. Es decir, al llegar a una situación de posconflicto
armado hay variaciones en el orden público, en las condiciones de seguridad, en el grado de
integración institucional,64 en la gobernabilidad y en el ejercicio democrático; variaciones
que necesariamente implican redefinir la relación Estado-sociedad civil y esta redefinición
debe tratar nociones de seguridad, funciones públicas, formas de integración de la sociedad
e incluso la estructura misma del Estado.
Pero incluso hay que redefinir la idea de democracia. Es el “significado utópico de la
democracia (utópico en el sentido de horizonte normativo, de un deber ser alcanzable a
nombre del cual se juzga y se pretende transformar lo existente), lo que ha llevado al
pensamiento conservador y neoconservador, desde Schumpeter a nuestros días a los
sucesivos esfuerzos por redefinir la idea de democracia, mediante la amputación de esa
dimensión, considerada como una amenaza subversiva al orden existente. Se trata de la
negación de la democracia como logro sustantivo, como referida a alguna noción del bien
común, para recortarla a lo estrictamente procedimental. Es esta la concepción de la
democracia que gira en torno al tema de la gobernabilidad.”65
62 MÚNERA RUIZ, Leopoldo. Estado y sociedad civil en escenarios de postconflicto. En: LATIN
AMERICAN AND CARIBBEAN CENTER. Colombia: Conflicto armado, perspectivas de paz y
democracia. Miami: Florida International University, 2001. p. 69.
63 Cfr. MÚNERA RUIZ, Leopoldo. Estado y sociedad civil en escenarios de postconflicto. En: LATIN
AMERICAN AND CARIBBEAN CENTER. Colombia: Conflicto armado, perspectivas de paz y
democracia. Miami: Florida International University, 2001. p. 69.
64 Op Cit. SÁNCHEZ TORRES, Carlos Ariel.
65LANDER, Edgardo. Democracia liberal, modernización y utopía en Amércia Latina. En: Utopía y nuestra
América. p. 228.
48
“Para preservar la viabilidad y estabilidad de los regímenes democráticos en el continente algo que no está de ninguna manera garantizado-, y recuperar la idea de democracia como
algo a conquistar, como un horizonte de un futuro mejor posible para la sociedad, es tarea
prioritaria del pensamiento crítico el contribuir a una necesaria redefinición de la idea de
democracia. Esta redefinición pasa por un cuestionamiento de las concepciones y prácticas
de la política, del papel del Estado y de la democracia que se han impuesto (...)”,66 y es una
redefinición que va de la mano con la materialización de la rehabilitación institucional.
De hecho, el Plan de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el documento
Reconstrucción nacional: fundamento de la gobernabilidad democrática, señala que “cada
vez resulta más claro que los Estados bien gobernados tienen mayores posibilidades de
alcanzar sus objetivos de desarrollo humano. Por ello, y a petición de los países donde se
ejecutan programas, el PNUD encauza ahora el grueso de los recursos de sus programas
hacia el logro de resultados en la instauración de sistemas de gobierno democráticos.”67
4.2.1 Gobernabilidad democrática en Colombia desde el marco del PNUD68. La
cooperación del PNUD en lo que se refiere a Gobernabilidad Democrática se ha realizado
mediante el apoyo a la implementación de proyectos en cada uno de los siguientes subcomponentes o áreas específicas de apoyo:
•
Fortalecimiento de la capacidad de las instituciones gubernamentales. Contempla
dos aspectos: administración y acceso a medios de justicia y Derechos Humanos.
•
Mayor cohesión social basada en la gobernabilidad participativa y el fortalecimiento
de la comunidad e instituciones locales. Esto se logra con dos estrategias: políticas
de descentralización y distribución de recursos en niveles sub-nacionales y la
creación de capacidades para la asociación entre autoridades locales y
66Ibid. p. 230.
67
Reconstrucción nacional: fundamento de la gobernabilidad democrática. Disponible también en versión
HTML en: http:// www.unpd.org
68
Gobernabilidad democrática. Disponible también en versión HTML en: http://www.pnud.org.co
49
organizaciones de la sociedad civil, esta última mediante el desarrollo de modelos
de cogestión.69
•
Un responsable y eficiente sector público. Se lleva a cabo mediante el apoyo a
organismos encargados de la formulación de políticas para la regulación en la
prestación de los servicios públicos (Comisiones de Regulación) y para la
implementación de instrumentos que optimizan la prestación de servicios a la
comunidad.
4.3 BIENESTAR HUMANO, ECONÓMICO Y SOCIAL
El bienestar humano, económico y social implica una observancia de los derechos humanos
y propiciar las condiciones para su realización. Además, teniendo en cuenta la concepción
de seguridad democrática, el bienestar económico y social es inseparable de aquélla. Es,
además, un criterio para reconstruir la idea de democracia.
De acuerdo con el Plan de Naciones Unidas para el Desarrollo, “las estrategias formuladas
por los países para combatir la pobreza, basadas en su propia evaluación de las necesidades,
sirven como base para el desarrollo humano y económico sostenible. El PNUD promueve
esas estrategias y ayudará a desarrollarlas incorporando las voces de las mujeres y de los
grupos marginados, ampliando el alcance de los activos y oportunidades y asesorando a los
69
Esta creación de capacidades para la asociación entre autoridades locales y organizaciones de la sociedad
civil se ha manifestado en iniciativas tales como “el proyecto “Mesa de Planificación Regional Bogotá –
Cundinamarca” se crea espacio de encuentro y discusión entre la Gobernación de Cundinamarca, la Alcaldía
Mayor de Bogotá, la CAR y el DNP se persigue desarrollar elemento de planificación participativa de
desarrollo regional priorizando los temas de modelo de expansión e integración, competitividad, transporte
público, provisión y uso de agua, medio ambiente y fortalecimiento institucional, el proyecto ha generado una
experiencia y resultados muy alentadores como práctica de gobernabilidad y desarrollo. La experiencia cuenta
con el apoyo adicional del Centro de las Naciones Unidas para el Desarrollo Regional y, empieza a llevar los
resultados y buenas prácticas a otras regiones del país. Para complementar estas acciones que facilitan la
creación de alianzas en las que participe la comunidad, se ha recurrido a estrategias que permiten el
aprovechamiento entre otros, de los adelantos y facilidades que brinda la tecnología para la creación de
mecanismos de enlace entre autoridades y la sociedad civil.” PROGRAMA DE NACIONES UNIDAS PARA
EL DESARROLLO – COLOMBIA. Gobernabilidad Democrática. Disponible también en versión HTML en:
http://www.pnud.org.co/gobernabilidad/
50
gobiernos sobre la conclusión de acuerdos beneficiosos con instituciones financieras
internacionales. (...) Hay que ir más allá de la pobreza de ingreso y considerar el concepto
más amplio de la pobreza humana. El dinero no basta; la equidad, la integración social, la
potenciación de la mujer y los derechos humanos también son importantes.”70 “Desarrollo
humano es la ampliación permanente de las oportunidades para que todos podamos tener
una vida plenamente humana.
Estas oportunidades incluyen vida larga y digna, acceso al conocimiento, bienestar material
y
participación
activa
en
los
asuntos
colectivos.”71
El Informe de Desarrollo Humano sobre Colombia (IDHC ) de 2003 a cargo del PNUD
para Colombia, hace énfasis en el conflicto armado. A partir de esto, se establece una
relación biyectiva entre desarrollo humano y conflicto armado, en la medida que el
desarrollo tiene como óbice al conflicto y el conflicto requiere desarrollo humano para su
solución. Bien señala el PNUD que “una salida integral y duradera del conflicto requiere
dar opciones nuevas a todos los afectados, tanto a víctimas, comunidades como a actores
armados”72, opciones que deben estar siempre presentes en la etapa de posconflicto, y que
la nota distintiva del desarrollo humano es, a diferencia de los enfoques convencionales,
que se trata de lograr "sinergias" entre distintas estrategias y programas.
En cuanto al desarrollo social, La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, reunida en
Copenhague del 6 al 12 de marzo de 1995, aprueba dos instrumentos básicos que orientan
el tema en el orden mundial, estos son 1- la Declaración de Copenhague sobre Desarrollo
Social y 2- el Programa de Acción de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social.
Con base en lo anterior, hablar de bienestar humano, económico y social implica, de manera
sucinta, los siguientes aspectos:
70
Desarrollo humano y económico: prioridades que beneficien a los pobres. Disponible también en versión
HTML en: http//: www.undp.org
71
Disponible también en versión HTML en: http//:www.pnud.org.co
72
Disponible también en versión HTML en: http// www.pnud.org.co
51
•
Mecanismos efectivos de resolución de conflictos: Los conflictos hacen
indispensable su resolución en aras de convivencia. A la coexistencia le es inherente
la existencia de conflictos dada la pluralidad de las personas, pero los conflictos,
para dar paso a una convivencia pacífica, requieren solución, y la solución de
conflictos es una forma de dar protección a los derechos.
•
Marco normativo: Este marco normativo debe ser garante de derechos. Debe haber
observancia de los Derechos Humanos y del imperio de la ley. Ha de ser un marco
normativo que objetive la realidad, que de paso a la reconstrucción y la
rehabilitación, que pregunte y responda por las víctimas, que dé cabida a todas las
personas y que prevenga una futura situación de conflicto armado.
•
Consolidación del sector privado: La reconstrucción y la rehabilitación, así como la
seguridad, no son cuestiones exclusivamente de las autoridades públicas, pues
compete a la sociedad en general y esto incluye al sector privado. Cada sector que
participa en la macroeconomía tiene un papel, y el sector privado lo tiene. Desde allí
su responsabilidad en la reconstrucción y la rehabilitación debe ser asumido. Pero se
asume con apoyo del sector público dando incentivos, creando instrumentos de
crédito adecuados para la reactivación y el desarrollo económico y social.
•
Reactivación comercial: Significa repensar los programas tradicionales de
relaciones comerciales. Significa garantizar que haya intercambio de bienes y
servicios, que la cadena productiva de tales bienes y servicios no esté obstaculizada
y que mediante el comercio se satisfagan múltiples necesidades de la población.
•
Asistencia técnica especializada para abrir mercados y lograr una sostenibilidad
interna: Por el conflicto, hay mercados que no pudieron ser desarrollados o que se
cerraron. Sin embargo, son necesarios para que la economía nacional se sostenga.
52
Por tanto se debe brindar la asistencia técnica especializada para lograr la apertura
de mercados concretos.
•
Servicio básico de educación: La educación contribuye a generar capacidad y
capital humano, e incide directamente en el crecimiento económico. Con una
población calificada, la economía se beneficia y socialmente hay un bienestar.
Continuar inmediatamente con el proceso educativo en colegios tiene gran
importancia por 3 aspectos básicos:
significa un retorno a la normalidad con
incidencia a nivel familiar, impide que jóvenes en ocio se dediquen a la milicia o a
la delincuencia y genera empleo.
•
Servicio básico de salud: La salud es prioritaria no sólo porque tras el conflicto
armado quedan enfermedades, disfunciones y pérdidas, sino porque como derecho
requiere protección y como condición genera binestar. El sistema de seguridad
social en salud ha de tener cobertura y calidad, además de amplitud, pues es
necesario no olvidar la salud mental y psicológica, especialmente de las víctimas del
conflicto.
4.3.1 El Plan de Naciones Unidas para el Desarrollo en Colombia73. En Colombia hay
acciones concretas del Plan de Naciones Unidas para el Desarrollo, dadas con ocasión del
Primer Marco de cooperación para Colombia (1997 – 2001), cuyo objetivo principal es
“apoyar las estrategias de desarrollo del país, asignando una alta prioridad a las tareas de
promover el desarrollo humano sostenible haciendo hincapié en el desarrollo social y la
eliminación de la pobreza”, siguiendo siete funciones básicas en el accionar:
•
Movilizar y promover el acceso a fuentes internacionales de cooperación técnica y
financiera para el desarrollo.
•
Promover el enfoque de programa y las estrategias de inversión sectorial.
•
Facilitar la ejecución de acciones innovadoras que puedan desencadenar modelos
sectoriales replicables.
73
Marco de cooperación del país. Disponible también en versión HTML en: http:// www.pnud.org.co
53
•
Promover la cooperación horizontal técnica.
•
Reforzar los sistemas de control y seguimiento técnico, financiero y administrativo,
incorporando criterios e indicadores específicos para medición del impacto de la
cooperación y del grado de fortalecimiento de la capacidad institucional nacional.
•
Ampliar la participación de la comunidad en la definición de sus problemas y
soluciones, y
•
Propiciar la participación de la mujer en las actividades de desarrollo con un
enfoque de equidad, de manera que la perspectiva de género se integre en cada uno
de los programas y proyectos objeto de la cooperación del PNUD y de otras fuentes.
Además, el PNUD continúa respaldando las actividades interagenciales de Naciones
Unidas y realizando el seguimiento de los compromisos adquiridos por el país en las
cumbres y conferencias de las Naciones Unidas.
En este contexto el accionar del PNUD en Colombia promueve el
fortalecimiento de las instituciones gubernamentales, una descentralización
capaz de apoyar la participación y fortalecimiento de los gobiernos locales y las
comunidades, la cohesión social y, un sector público eficiente y responsable que
llegue con sus servicios a todos los ciudadanos; a fin de generar espacios para la
gobernabilidad democrática como mecanismo fundamental para la promoción
del desarrollo. Se complementan estas tareas con la voluntad del PNUD de
buscar y encontrar en un momento de crisis nacional, mecanismos, formas y
expresiones de repensar el país que permitan clara y sosteniblemente el
Desarrollo Humano ansiado por todos.74
74
Ibid. Marco de cooperación del país. Disponible también en versión HTML en: http:// www.pnud.org.co
54
4.4 VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN
El objetivo es superar los daños del pasado mediante mecanismos formales e informales
para resolver controversias relacionadas con el conflicto que permitan crear un sistema
jurídico sólido que cuente con un aparato legal efectivo y con eficacia en la administración
de justicia. Es necesario romper el círculo de impunidad y violencia, así como reconocer a
las víctimas y observar su derecho a la verdad, su derecho a la justicia y su derecho a la
reparación.
Trayendo el concepto de Justicia Restaurativa, se trata de reconciliar a excombatientes,
víctimas, sociedad civil, mediante mecanismos tradicionales y extraordinarios, que además
logren la reparación del daño causado.
Es pertinente en este punto en particular, analizar el tema de las comisiones de verdad, las
cuales se presentan dentro de la experiencia internacional como mecanismos que han
permitido avanzar en el reconocimiento de las víctimas y la verificación de los hechos que
han constituido graves violaciones a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional
Humanitario, construyendo una memoria colectiva que ha permitido
avanzar en el
establecimiento de espacios no violentos de convivencia.
Para el caso colombiano, en un eventual establecimiento de una comisión de la verdad, bajo
ningún punto de vista, esta iniciativa, debe implicar una disminución en la fuerza y
legitimidad de las instituciones jurídicas existentes, las cuales en el escenario posconflicto,
tal y como se ha planteado en este capitulo de rehabilitación institucional, deberán, antes
que limitarse o restringirse, fortalecerse. Por esto es necesario concebir una comisión de
verdad como apoyo a las labores que despliega el aparato judicial nacional, a través de
tareas coordinadas entre una y otra y como apoyo a funciones investigativas dentro del
proceso penal.
55
Las comisiones de verdad nacen en los años 70 como una audaz propuesta complementaria
a los esquemas tradicionales de administración de justicia, en relación inicialmente con el
esclarecimiento de los hechos constitutivos de violaciones de derechos humanos durante la
vigencia de regímenes totalitarios.
Esta propuesta se dirige al establecimiento de una Comisión de la Verdad, definida como
“una institución de carácter temporal establecida a través de un acto oficial del Estado y
encargada de investigar asesinatos políticos, actos de tortura y toda suerte de violaciones
masivas a los derechos humanos ocurridas en el pasado”.
75
Además de reconocer la
tragedia de la guerra en medio de la amnesia generalizada, las Comisiones de la Verdad se
constituyen en mecanismos conducentes al esclarecimiento de los hechos que han rodeado
los crímenes cometidos durante el conflicto, contribuir
al procesamiento de los
responsables de delitos cometidos durante el periodo que se pretende reivindicar, con el fin
de atender la necesidad de justicia, verdad, reconciliación, reconstrucción y reparación de
las víctimas generadas y anuladas durante décadas, como en el caso Colombiano.
Siguiendo la tipología desarrollada por Natalia Springer76 para referir el proceso de
transformación que ha caracterizado a estas instituciones, se habla de Comisiones de la
Verdad de primera generación en las cuales se incluyen las constituidas en Zimbabwe y
Haití en la década del 70, como consecuencia de fuertes presiones internacionales tanto de
organismos de protección de Derechos Humanos como de ONG´s. Estas primeras
Comisiones carecían de la articulación necesaria con el sistema judicial que permitiera dar
proyección a la información recogida durante sus actuaciones. Una segunda generación se
concreta en el establecimiento de Comisiones como fue el caso de Argentina, Chile y El
Salvador, las cuales tenían amplios poderes y sus hallazgos tenían mayor trascendencia
judicial. Corresponde a la tercera generación las Comisiones de la Verdad establecidas en
Sudáfrica, caracterizadas por la publicidad de sus audiencias, un amplio apoyo político,
75
SPRINGER, Natalia. Sobre La Verdad en los Tiempos del Miedo. Del establecimiento de una Comisión de
la Verdad en Colombia y los desafios para la justicia Restorativa. Universidad Externado de Colombia,
Bogotá, 2002. Pág. 85 y ss.
76
Ibid. Pág. 85 y ss.
56
internacional y social, y el condicionamiento del perdón al reconocimiento público de los
delitos cometidos. Estas tres primeras generaciones comparten el haber sido constituidas
luego de concretarse el final, por lo menos formal del conflicto, o de haberse verificado
expresiones inequívocas en ese sentido, como sería el cese al fuego.
Una cuarta generación de Comisiones estaría determinada por el hecho de ser establecidas
en medio de la confrontación armada, procurando al menos contener la degradación del
conflicto, mientras se avanza en la consolidación de las condiciones que favorezcan su
terminación. Es el caso de Sri Lanka y Sierra Leona, donde la agudización del conflicto es
responsabilidad de múltiples actores y el silencio frente a las atrocidades cometidas se
constituye en la única arma de defensa de una sociedad intimidada por largos periodos de
violencia. El conflicto colombiano comparte en términos generales las características de los
conflictos mencionados, donde ya se han concretado experiencias en cuanto al
establecimiento de Comisiones a pesar de la dificultad adicional generada por el conflicto
en curso, como ha sido también el caso de Indonesia, Rwanda y Yugoslavia. Aunque a
partir de la experiencia recogida aun no es posible hablar de resultados alentadores, el
establecimiento de una Comisión de la Verdad en contextos como el Colombiano, sin
pretender importar esquemas rígidos y ajenos a los que podrían considerarse como los
problemas estructurales del conflicto, se presenta como una alternativa viable en el proceso
de consolidación de la paz y la reconciliación social.
Luego de Considerar complejos sistemas de estructura y organización de recientes
Comisiones de la Verdad, como fue la constituida en Sierra Leona, que estaba distribuida
en comités, uno de los cuales se encarga de recibir denuncias de violaciones de derechos
humanos, otro de las indemnizaciones a las víctimas y un tercer comité encargado de
otorgar amnistías
a quienes confesaran sus crímenes, la posibilidad de establecer un
mecanismo alternativo y complementario al sistema actual de administración de justicia,
considerando las características derivadas de la composición multicultural y pluriétnica de
la sociedad colombiana, se presenta como una estrategia viable en mora de ser repensada y
57
constituida considerando entre otros factores los propuestos por Natalia Springer,77 como
serían “amplios poderes, una estrecha relación con el sistema de justicia, un fundamento
democrático, los recursos financieros suficientes y el apoyo firme pero sin interferencias de
la comunidad internacional”. El cese al fuego, el acuerdo entre los diferentes actores
involucrados en el conflicto y el decidido apoyo de la sociedad en general, son
presupuestos necesarios para favorecer las posibilidades de éxito de una Comisión como la
propuesta por la autora antes citada y que en este documento se reitera.
Sin embargo, este tipo de instituciones no se pueden considerar aisladamente, sino que
deben ser entendidas como parte de un proceso complejo que es necesario articular con
propuestas de reconstrucción y rehabilitación durante el posconflicto, con el fin de
responder al impacto social y a la necesidad de reivindicar a las víctimas, que considere
incluso mecanismos alternativos en la resolución de conflictos y la administración de
justicia.
77
Ibid, p. 113
58
5. COOPERACIÓN INTERNACIONAL78
5.1
EUROPA:
SOLIDARIDAD
COLOMBIANO
LA COMUNIDAD INTERNACIONAL Y SU
CON
EL
POSCONFLICTO
ARMADO
La unión Europea, entendiendo su responsabilidad ante la comunidad internacional ha
generado, (incluso desde su creación en 1957 como comunidad económica europea) una
gran variedad de herramientas para apoyar programas coherentes y continuos de
reconstrucción, desarrollo y lucha contra la pobreza. En principio, tal y como lo antota
Francisco Rey Marcos79, esta política de cooperación, era básicamente de carácter
financiero y asistencia técnica a través
de intercambios comerciales preferenciales. Con el paso del tiempo, y las demandas propias
de las nuevas necesidades de la humanidad, se fueron incorporando más factores de ayuda,
tales como situaciones de género, ambientales, desarrollo sostenible, participación de la
sociedad civil, ayuda humanitaria, emergencia y rehabilitación, entre otros.80
78
Cfr. Anexo 2 Declaración sobre Justicia y Asistencia a las Víctimas. Art. 3 num. 15: “Se Requiere acción y
cooperación internacional para aliviar el sufrimiento de las víctimas.
79
Francisco Rey Marcos: Licenciado en Ciencias Biológicas y Master en Relaciones Internacionales.
Investigador del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) y de la Unidad de
Estudios Humanitarios que forma esta Red junto con la Universidad de Deusto y Médicos sin Fronteras.
Responsable de la Unidad de Estudios y Análisis de Cruz Roja Española. Director del Bloque de Ayuda
Humanitaria del Máster de Acción Solidaria Internacional de Europa de la Universidad Carlos III y profesor
de numerosos cursos y Masters. Imparte clases en cursos de cooperación y acción humanitaria de IEPALA,
Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperación de la Complutense, ICEI, Comillas, Castellón, Autónoma
de Madrid, etc. Ha publicado numerosos artículos y es coautor del libro Después de la Guerra: manual de
reconstrucción postbélica. Forma parte de la Junta directiva de ACADE (Asociación de profesionales por la
calidad de la cooperación para el desarrollo).
80
Para evolución de la cooperación internacional, se consulta: REY MARCOS, Francisco, algunas notas
sobre la política de rehabilitación post – bélica de la unión europea, el caso guatemala. Disponible también
en
versión
HTML
en:
http://www.unescoeh.org/unescoeh/paz/reconstruccion_post_conflicto/rehabilitacion.html
59
Dentro del marco de esta evolución, surge una de las más importantes herramientas, el
reglamento CE 2258/96 de 22 de noviembre de 199681, el cual, tiene por objeto
proporcionar ayuda para la rehabilitación y la reconstrucción de los países en vía de
desarrollo, que ha sido considerada por el mismo autor, como una forma de diplomacia
sustitutiva para la Comunidad Europea ante la ausencia de una política exterior clara.
El viejo continente, está comprometido con una participación activa en los procesos de
rehabilitación y reconstrucción de países con conflictos internos. Aplicando el Continuum y
contiguum humanitario, busca llenar el posible vacío que se genera por una inadecuada
coordinación entre la ayuda humanitaria de emergencia, que satisface las necesidades
inmediatas de los ciudadanos y los planes a largo plazo para el desarrollo. Los primeros se
venían llevando a cabo, en forma independiente, por organizaciones no gubernamentales de
carácter local o internacional, mientras que los segundos, por entidades estatales a través
de políticas gubernamentales. Así las cosas, la intención de la propuesta de vinculación de
la ayuda, la rehabilitación y el desarrollo –VARD82- mencionada en el Capítulo I de este
documento, sobre “bases teóricas del posconflicto”, no era otra distinta que consolidar
armónicamente las labores de estas organizaciones independientes y de las políticas de
desarrollo y mitigación de la pobreza. Esa armonía se refleja en que las acciones de
asistencia inmediata o emergencia apoyan el desarrollo sostenible o disminuyen los
impactos a largo plazo del conflicto, y a su vez, el aumento de índices de desarrollo del país
genera una disminución de las necesidades de emergencia.
El reglamento tiene sujetos destinatarios específicos, los
países en desarrollo con
prioridad en los menos avanzados con graves destrucciones tras periodos de guerra,
problemas civiles o desastres naturales [Art.1] e incluye una asistencia integral que se vale
de estudios,
análisis técnicos, auditorias y financiación no sólo para apoyar el
levantamiento de la infraestructura física sino para conseguir la rehabilitación,
81
Cfr. Anexo No 3.
Comisión de las Comunidades Europeas; La vinculación de la ayuda la rehabilitación y el desarrollo
(VARD), comunicación de la comisión al consejo y al parlamento europeo, COM (96) 153 Final, Bruselas,
23-04.1996.
82
60
contribuyendo al reestablecimiento del funcionamiento de la economía y las capacidades
institucionales necesarias, garantizando niveles de seguridad y respeto por las estructuras
democráticas y las libertades individuales con el objeto de generar un restablecimiento del
sistema productivo, una rehabilitación material y funcional de las estructuras básicas,
incluyendo la eliminación de minas, la reinserción social (refugiados, desplazados,
militares desmovilizados) y la restauración de las capacidades institucionales necesarias
para la rehabilitación [Art2], todo lo anterior en un marco de coordinación,
complementariedad, seguimiento y control internacional basado en la información y la
comunicación directa entre la Comunidad Europea y funcionarios del Estado beneficiario.
En cuanto al apoyo financiero, este constituye una ayuda no reembolsable, en otras
palabras, no es un préstamo que endeuda al país beneficiario y tiene como receptores de los
fondos comunitarios de rehabilitación, a organizaciones internacionales, ONG, organismos
públicos del orden nacional o local y en general, al sector público y privado.
La propuesta VARD, realizó un análisis de los resultados de este reglamento, algunos años
después de su implementación, en una comunicación de la comisión al Consejo y al
Parlamento europeo de fecha 23 de abril de 200183, en la que establece tres categorías de
crisis, a sabe: Las catástrofes naturales, los conflictos violentos, y crisis estructurales y de
otros tipos. Respecto de los conflictos violentos dijo lo siguiente:
Los conflictos violentos constituyen una categoría que plantea dificultades, ya que
los intereses entre las partes no son convergentes (Dimensión Contradicción)84. Las
crisis repetidas traen consigo problemas, sobre todo por la inestabilidad a largo
plazo que suponen. También es necesario determinar el origen de la crisis, para
poder mejorar la situación a largo plazo. Por tanto, el trabajo de la Comunidad debe
situarse en un contexto amplio que abarque las diferentes fases del conflicto, como
por ejemplo las labores de apoyo a los refugiados palestinos en los países que
rodean a Israel, o el objetivo a largo plazo de conseguir su retorno, que sigue
83
84
Disponible también en versión HTML en: http://europa.eu.int/scadplus/leg/es/lvb/r1002.htm
Anotación fuera del texto: Para dimensión contradicción ver Capítulo I sobre contexto.
61
resultando, a pesar de todo, ilusorio. Por otra parte, también ha de tenerse en cuenta
que el hecho de aportar una ayuda de dimensiones importantes en las situaciones de
conflicto violento puede tener consecuencias negativas como, por ejemplo, la
corrupción, el desvío de la ayuda o incluso la prolongación del conflicto.
Se ve claramente como la cooperación internacional de la Comunidad Europea a los países
inmersos en la segunda categoría de crisis, tiene un especial interés en el contexto del
conflicto, con una máxima general: “ante todo no dañar”85. El autor, citando a Mary B.
Anderson, acepta que cada conflicto se desarrolla en un contexto diferente y la ayuda que
se brinda forma parte de él transmitiendo mensajes éticos recibidos por toda la comunidad.
Algunos pueden llegar a ser negativos y contribuir a recrudecer el conflicto como la
parcialidad, la desigualdad o la toma de partido, factores que generan tensión.
Otros “mensajes éticos hostiles” también se pueden sumar a los enunciados anteriormente,
tales como el despilfarro o la corrupción. En el posconflicto colombiano, deberá nombrarse
una comisión que verifique la destinación y el uso de los recursos para la asistencia
humanitaria y existir una especial veeduría de la Comunidad Europea.
Otro factor que ha generado graves inconvenientes, de acuerdo a la experiencia en 5 años
de la propuesta VARD, es el de la ausencia de coordinación, “a causa de la divergencia
entre los intereses de los donantes o la lentitud de los procesos de decisión”86 y la falta de
continuidad y flexibilidad en la ayuda proporcionada.
Para el caso Colombiano, se debe tener en cuenta estas inconsistencias para no repetirlas y
valernos de la experiencia internacional positiva en tema de cooperación internacional,
85
“Recientemente Mary B. Anderson ha planteado un sugerente enfoque basado en la práctica de varias
ONG, en conflictos de diversos tipos en todo el mundo. El enfoque conocido como “do not harm”, (no dañar
o no hacer daño), se basa en el análisis de cada caso, de lo que la autora llama capacidades locales para la paz
y en tratar de centrar los proyectos de cooperación y ayuda en torno a estas capacidades y a lo que pueden ser
mecanismos de comunicación y “conexión”, entre comunidades de conflicto, evitando aquellos otros factores
susceptibles de gravar el conflicto.
86
Disponible también en versión HTML en: http://europa.eu.int/scadplus/leg/es/lvb/r1002.htm
62
como la de Somalia87, que creo Organismos de coordinación, entre los diferentes donantes
de la comunidad internacional y estableció una excelente planificación.
5.2 LAS NACIONES UNIDAS
Siguiendo el planteamiento de Álvaro de Soto en su texto Intervención internacional para la
paz88, es a finales de los 80 que Naciones Unidas inicia su papel en el marco de conflictos
armados internos.
En 1992, el Consejo de Seguridad en Cumbre solicita al Secretario
General la formulación de recomendaciones sobre el fortalecimiento de la capacidad de la
Organización en solución de conflictos y diplomacia preventiva.
Naciones Unidas ha participado en conflictos tales como los dados en El Salvador,
Afganistán (con el retiro de las tropas soviéticas), Namibia (para la independencia)
Somalia, Bosnia y Ruanda. En la actualidad, la participación de ONU en conflictos se da
ante todo en aquellos internos, amparada en el artículo 34 de la Carta de Naciones Unidas
según el cual el Consejo de Seguridad puede ocuparse de cualquier asunto que pueda
afectar la paz y la seguridad internacional y observando la prohibición en asuntos internos
de los Estados, de manera que debe mediar el consentimiento del respectivo Estado y el
mandato de un órgano de carácter legislativo de la Organización.
La forma de participación de menor uso de fuerza es la intervención ya que requiere de la
cooperación de las partes y es esta la forma que en Colombia se ha considerado por parte
del Gobierno actual.
5.3 LA ORGANIZACIÓN DE ESTADOS AMERICANOS
87
Ibid. http://europa.eu.int/scadplus/leg/es/lvb/r1002.htm
88
DE SOTO. Álvaro. Interveción internacional para la paz. En: Lecciones de paz para Centroamérica.
Bogotá: Plaza y Janés, 1999. p. 88.
63
En su texto La Organización de Estados Americanos y la seguridad ciudadana: nuevos
desafíos, Ricardo Santamaría89 hace hace un completo estudio de la actuación de la OEA en
el manejo de conflictos, señalando tres etapas en las que se da tal actuación: manejo
diplomático para prevenir el conflicto, manejo de crisis y gestión en posconflicto, siendo
esta última la de interés para este trabajo.
En actividades posteriores a la guerra la OEA se ha desempeñado cumpliendo las siguientes
funciones: vigilancia del cese al fuego, desarme y movilización de grupos armados, ayuda
a refugiados, asistencia humanitaria, solución de conflictos comunitarios y observación de
Derechos Humanos.
Los escenarios posconflictuales en los que la Organización ha desarrollado las funciones
mencionadas, no todas presentes en todos los escenarios, son: Nicaragua, Suriname, Haití,
Honduras y Guatemala. Sin embargo, hay tres cuya importancia hace que merezcan ser
mencionadas:
En primer lugar está la Misión Internacional Civil que desde hace más de cinco
años trabaja en Haití e involucra los esfuerzos conjuntos de la OEA y la ONU.
En segundo lugar está la Comisión Internacional de Apoyo y Verificación de
Nicaragua [...]. La principal tarea de la Misión consistió en reintegrar 22.000
combatientes que aún estaban armados y que sólo de una manera gradual se
fueron reincorporando a la vida civil. Y en tercer lugar está la Misión Especial
a Suriname que se inició en 1992 y hoy continúa vigente. [...] ha cumplido una
muy importante labor en campos como el de apoyo técnico a las instituciones
electorales; asesoría a las instituciones comunitarias indígenas; elaboración de
89
SANTAMARÍA, Ricardo. La Organización de estados Americanos y la seguridad ciudadana: nuevos
desafíos.
64
estudios especializados sobre población, recursos naturales y medio ambiente, y
una gama muy variada de actividades de fortalecimiento institucional.90
Además de lo anterior, de la OEA puede decirse que cuenta con órganos especializados
cuya caracterización es importante en posconflicto, estos son la Unidad para la Promoción
de la Democracia y la Junta Interamericana de Defensa. La primera tiene resalta su
importancia a partir del planteamiento sobre democracia y gobernabilidad como eje de
rehabilitación institucional y la segunda cumple funciones esenciales de desminado.
90
SANTAMARÍA, Ricardo. Ibid. p. 49
65
6. LAS VÍCTIMAS EN EL POSCONFLICTO
6.1 LAS VÍCTIMAS
La atención de las víctimas es un requisito indispensable para la construcción de paz desde
el posconflicto. La declaración sobre justicia y asistencia para las Víctimas que surgió de la
XVI Conferencia de Investigaciones Criminológicas celebrada en Estrasburgo en 1984
sobre la victimización91, deja ver la importancia fundamental de las víctimas en la
convivencia social y establece un mandato para todos los Estados en su artículo IX en el
sentido de tomar las medidas apropiadas para proteger a los ciudadanos contra la posible
perpetración de actos que produzcan víctimas. Por esta razón (la de un Estado con
obligaciones frente a las víctimas) y por la naturaleza misma de la etapa posconflicto en
sentido total y en sentido parcial, no es concebible el establecimiento de políticas que
mitiguen o cercenen la posibilidad de conflictos en el futuro y constituyan un presupuesto
de paz duradero, sin la adecuada atención a las víctimas generadas por la confrontación
armada colombiana. Su tratamiento y papel decisivo en la etapa posconflicto, es requisito
sine qua non de cualquier política estatal para el fin de la guerra (la vía armada o la vía
negociada).
El examen victimológico de la etapa posconflicto, debe comenzar por el planteamiento
general del entendido de víctima en un sentido amplio, distinto a la concepción típica del
derecho penal que la equipara al sujeto pasivo del delito. Esta concepción, (víctima =
Sujeto Pasivo), trae como consecuencia que el tratamiento de la etapa posconflicto sea
absolutamente insuficiente, pues los planes de
atención humanitaria de emergencia,
rehabilitación y desarrollo no pueden limitarse a la persona directamente perturbada por el
conflicto armado. En ese orden de ideas, debe entenderse a la víctima como “la persona o
grupo de personas afectadas directa o indirectamente por el delito o la violencia o la
91
Ver Anexo 2.
66
criminalidad, con lo cual, puede coincidir o no con el sujeto pasivo del delito e incluso
el sujeto activo puede ser considerado como tal, si la victimización procede del sistema
penal”92. Esta visión da lugar a que,
tanto
los familiares y personas directa e
indirectamente relacionadas con el sujeto pasivo como a quienes sufren daños al intervenir
e interactuar con el afectado para su asistencia o protección, sean considerados víctimas de
un delito o de la violencia y la criminalidad93.
La vulneración o amenaza del derecho de los sujetos antes mencionados, debe obtener el
amparo efectivo e inmediato del Estado, más si se trata de un conflicto armado cuyas
consecuencias de tipo social, desde todo punto de vista, especialmente desde el psicológico
son incalculables. Los daños que produce la guerra no son solo físicos, es tal vez más
preocupante el daño moral y los traumatismos94 que deja en los individuos y en la sociedad
un conflicto armado con más de 40 años de existencia.
Otra definición importante del concepto víctima, que no la equipara exclusivamente al
sujeto pasivo, la da la declaración sobre la justicia y asistencia para las víctimas (Art. 2),
anteriormente citada, en el siguiente sentido: víctima es la persona que ha sufrido una
lesión o daño, físico o mental, una pérdida o daño material o cualquier otro perjuicio social
como resultado de una acción, que este en violación con leyes penales nacionales o que sea
92
COMISIÓN REDACTORA DEL CODIGO PENAL TIPO PARA IBEROAMÉRICA. Monografías
Penales, La dignidad de la víctima en el sistema penal. Bogotá: Librería del Profesional. P. 85.
93
Esto desarrolla la idea de la declaración sobre justicia y asistencia para las víctimas: los derechos de ellas,
se harán extensivos a sus familiares inmediatos y a aquellas personas que por su intimidad con la víctima
hayan sido afectados también por el atentado, según Artículo 3 de la Declaración sobre justicia y asistencia a
las víctimas, que puede consultarse en el Anexo 2.
94
“Se habla de trauma como el choque emocional producido por una experiencia violenta que deja una
impresión duradera. Se caracteriza porque existe uno o varios hechos impactantes que representan un estrés
negativo extremo, produce un gran sentimiento de desamparo, de impotencia, de estar a merced de otros y
supone una ruptura en la propia existencia, una pérdida de seguridad. Los hechos traumáticos de causa
sociopolítica además de perdidas humanas y materiales, provocan un trauma moral e ideológico a través de
desacuerdos, conflictos y censuras (Wagner & Schwartz, 1991).” Tomado de BERISTAIN, Carlos. Violencia,
apoyo a las víctimas y reconstrucción social. Madrid: Fundamentos. p. 121.
67
un crimen catalogado bajo la ley internacional o constituye una violación a normas sobre
derechos humanos.
También reconoce como víctima a quien es objeto de una actuación que constituye abuso
de poder, y causa daños físicos, psicológicos o económicos provenientes de quien ostenta
una posición o estatus superior de cualquier índole, ya sea estatal o privada. Al finalizar, el
artículo en mención, aclara que víctima incluye a toda persona que ha sufrido una pérdida,
daño o lesión ya sea como individuo o como integrante de un grupo o colectividad y
especifica que el término persona, incluye a entidades legales, organizaciones,
asociaciones, comunidades, el Estado o la Sociedad, en un todo.
Al considerar esta definición que el daño debe provenir de una acción violatoria de leyes
penales nacionales o que sea un crimen catalogado bajo la ley internacional, o que
constituya una violación a normas sobre derechos humanos, limita o reduce las causas de
victimización,
a las actuaciones violatorias del ordenamiento jurídico nacional o
internacional, dejando de lado situaciones completamente “lícitas” que también son
generadoras de víctimas. De hecho, existe un amplio margen de actividades jurídicamente
permitidas, ni siquiera violatorias de los derechos humanos o el derecho internacional
humanitario, que causan víctimas, como por ejemplo las derivadas de la actividad
industrial, afectando gravemente el medio ambiente y la salud pública.
De estas definiciones, se pueden sacar las siguientes conclusiones que deben regir en el
posconflicto:
1- Víctima no sólo denota a un individuo, sino también hace referencia a un número
plural de personas.
2- Se es víctima a causa de una lesión o daño objetivo o subjetivo, físico o mental o
cualquier otro de tipo social. Es importante resaltar y entender que el daño no es
68
exclusivamente patrimonial o físico, sino que también
es moral, subjetivo, o
extrapatrimonial.
3- La lesión o daño puede ser padecida en forma directa e inmediata o en forma indirecta.
También la amenaza de daño debe ser considerada como una conducta victimizante.
4- Puede llegar a ser víctima el sujeto activo de un delito, tal como se plantea desde la
Victimología y la Criminología con el concepto de victimación terciaria.95
5- El concepto amplio de víctima encuentra en el abuso de poder tanto el de las
autoridades públicas como el que puede presentarse en el sector privado derivado de
jerarquías, dominio económico o político, una fuente importante de victimización.
Lamentablemente, el sistema penal colombiano, se ha centrado desde siempre en el
victimario, relegando a un plano secundario las víctimas de los delitos y del conflicto
95
“En este sentido la victimología diferencia entre victimación primaria, secundaria y terciaria. La primaria
que expresa las experiencias individuales de las víctimas y las consecuencias directas de la conducta criminal,
no solo en el aspecto físico y económico, sino en lo psicológico y lo social. El daño que sufren las víctimas,
sostiene A. GARCIA-PABLOS, no se agota en la lesión o peligro del bien jurídico, las víctimas sufren a
menudo un severo impacto psicológico que se añade al daño material o físico en el que el delito consiste. La
vivencia criminal se actualiza, revive y se perpetúa; la impotencia ante el mal y el temor a que se repita
produce ansiedad, angustia, depresiones, procesos neuróticos. La victimación secundaria se deriva del
encuentro de las víctimas con el sistema de justicia penal, con el aparato represivo del Estado y, como
sostiene G. LANDROVE, supone, en último término, el frustrante choque entre las legítimas expectativas de
las víctimas y la realidad institucional. Y la victimación terciaria que surge como resultado de las vivencias y
de los procesos de adscripción y etiquetamiento, como consecuencia o “valor añadido” de las victimaciones
primaria y secundaria.” SAMPEDRO ARRUBLA, Julio Andrés. La reconstrucción victimológica del sistema
penal: las víctimas del delito en la reforma constitucional de la justicia penal en Colombia. También
disponible en versión HTML en: www.reformapenal.org.co.
“Cuando se estudia a las ‘víctimas’, desde una perspectiva victimológica y criminológica, siempre se habla de
tres procesos de victimación:
1. La victimación primaria, que es la que se comete a las víctimas directas e indirectas del delito.
2. La victimación secundaria, que es la que vuelven a sufrir las víctimas del delito durante la investigación
policial y durante el proceso judicial.
3. La investigación terciaria, que es la que sufre el victimario a través del proceso judicial y durante el
cumplimiento de su condena.” PÉREZ GUADALUPE, José Luis. Las víctimas: la Victimología y los
retos de la pastoral penitenciaria.
También disponible en versión HTML en:
http://www.ipcaworldwide.org/documents/paper_victims_perez_s.pdf.
69
armado, concebidas como se expreso anteriormente, quienes son en realidad, los verdaderos
y más importantes destinatarios de la política criminal.
Cada tipo penal y cada instancia del proceso penal, parece simplemente mostrar la voluntad
vindicativa del Estado frente a quien infringe el ordenamiento jurídico y no la intención de
ofrecer a los afectados por el hecho punible y el conflicto, la ayuda y el soporte integral
que demandan. Por eso, para que en el
posconflicto se pueda dar cabalmente la
rehabilitación y la reconstrucción, y de ésta forma dar respuesta a las necesidades de las
víctimas, se propone poner en funcionamiento un paquete integral de atención a las
víctimas del conflicto armado.
6.2 PAQUETE INTEGRAL DE ATENCIÓN A VÍCTIMAS DEL
CONFLICTO ARMADO96
Es importante que este paquete no se limite exclusivamente a una reparación económica
de los daños materiales y morales causados, sino que reivindique las necesidades de las
víctimas, poniendo al servicio de toda la ciudadanía una infraestructura adecuada de
soporte psicológico, capacitación académica y asistencia médica, entre otros aspectos.
Para su implementación, es necesario un compromiso decidido del sector privado y público
de la nación, no sólo en la consecución de los medios para su funcionamiento, sino en la
generación de estrategias acordes con esta necesidad imperante. El objetivo es centralizar
en un solo cuerpo institucional, las políticas y los recursos existentes, para eliminar la
dispersión reinante y la incoherencia que rodea el tema de las víctimas del conflicto
en Colombia.
El sector privado con amplios ingresos deberá ser el impulsor principal de este proyecto, a
través de contribuciones tributarias obligatorias proporcionales a sus ingresos
constituyendo un fondo público que soporte el paquete de atención a víctimas. Si se ha
96
Ver Gráfico No. 2.
70
contribuido y se ha hecho un esfuerzo para financiar el cuerpo armado y la fuerza pública,
¿por qué no hacerlo para apoyar proyectos de amplia trascendencia en la consecución de la
paz y la prevención de conflictos?97
Esta obligación que se plantea, se da por aplicación del principio de “interés general”, que
se materializa en la necesidad de apoyar
la realización de una sociedad alejada de
conflictos, saneada de rencores, con espacios idóneos para tener en cuenta a sus nacionales
más vulnerados y que permita la reconstrucción y la rehabilitación posconflicto.
Lo anterior, no excluye la existencia de un interés particular, que se fundamenta en el hecho
de que cada colombiano es una víctima potencial completamente vulnerable del conflicto
armado, susceptible de necesitar la atención y soporte del Estado cuando la violencia, (que
no selecciona sus destinatarios), recaiga sobre él sin ningún tipo de contemplación.
En ese orden de ideas la contribución tributaria obligatoria en cabeza de los ciudadanos o
empresarios, que se menciona con antelación para financiar el paquete, debe ser vista
también, como si se tratara de “la prima de un seguro” frente a los riesgos propios de la
violencia y la confrontación bélica nacional, el cual no solamente se encargará de soportar
algunos daños mediante indemnizaciones pecuniarias, sino que tendrá a su cargo la
atención psicológica, médica y la realización de programas de capacitación para soldados
en baja del servicio, reinsertados y desplazados, atendiendo a cabalidad el posconflicto
parcial y otorgando a estos sujetos las herramientas para enfrentar la nueva realidad de la
vida civil.
97
Siguiendo el artículo 95 constitucional, uno de los deberes de la persona y del ciudadano es “contribuir al
financiamiento de los gastos e inversiones del Estado dentro de conceptos de justicia y equidad”. Y, de otra
parte, el artículo 366 de la Constitución Política consagra que “el bienestar general y el mejoramiento de la
calidad de vida de la población son finalidades sociales del Estado. Será objetivo fundamental de su actividad
la solución de las necesidades básicas insatisfechas de salud, de educación, de saneamiento ambiental y de
agua potable. Para tales efectos, en los planes y presupuestos de la Nación y de las entidades territoriales, el
gasto público social tendrá prioridad sobre cualquier otra asignación.” Luego asumir la responsabilidad
constitucional de cada ciudadano de contribuir con las cargas públicas impuestas, le permite al Estado, de
acuerdo con las políticas públicas existentes, destinar los recursos que estime necesarios en la elaboración y
desarrollo de proyectos, que se deben ajustar a sus fines sociales (como los relacionados con procesos de
atención y ayuda a las víctimas), señalados en la Constitución y en las leyes.
71
Los programas de capacitación tienen que contribuir a la generación de empleo y la
creación de microempresas. De ahí que otro interés particular sea el de un crecimiento
económico de la nación con un correlativo desarrollo sostenible aplicando los principios del
continuum y contiguum humanitario98 en donde planes de emergencia como los que se
desarrollarán a través de este paquete servirán para mitigar las necesidades del largo plazo,
lo que a su vez, y al aumentar escalas de desarrollo, se espera una disminución del riesgo
de existencia de situaciones de emergencia a corto plazo99.
De esta forma, los recursos económicos del Paquete integral de atención a víctimas
provendrán en gran parte de un tributo especial para ello (especie de seguro contra los
efectos de la violencia), a cargo del sector privado y por otro lado deberá obtener
financiación de la comunidad internacional, especialmente de la Comunidad Europea
(Reglamento CE 2258/96 de 1996)100, donante internacional en materia de ayuda
humanitaria, rehabilitación y desarrollo.
Además del apoyo decidido del Estado en la elaboración de políticas y en la consolidación
de mecanismos que garanticen la puesta en marcha de estos programas de asistencia y del
compromiso de la sociedad civil que permita generar una comunidad de opinión que
legitime y le dé mayor proyección a este proceso, es de especial importancia asegurar los
recursos que van a promover la consecución de estos planes. En este sentido la tarea no es
fácil pues, si bien es cierto que entre la comunidad internacional existe un decidido
compromiso moral alrededor de programas que permitan favorecer el crecimiento y
desarrollo de los pueblos, en muchos eventos, estos se quedan solo en buenas intenciones.
Lograr que efectivamente se cuente con los recursos necesarios para invertir tanto en
infraestructura, como en sostenimiento y trascendencia social de los programas que se
deben proyectar, permitirá limitar los riesgos de fracaso de este tipo de iniciativas, las
98
Sobre Continuum y Contiguum humanitario, ver Capitulo II sobre “Bases Teóricas del posconflicto
Este planteamiento se verá con más detalle en el capitulo VI, sobre “cooperación internacional”, en el
marco de la propuesta VARD de las Comisiones de la Comunidad Económica Europea.
100
Ver Capitulo IV sobre cooperación internacional.
99
72
cuales resultan muy sensibles a la opinión pública y desafortunadamente generan
resistencia en algunos sectores escépticos de la población.
Por esta razón, la frustración de la propuesta de atención a víctimas a causa de factores
coyunturales tal como es el apoyo económico,
se perdería cualquier posibilidad de
credibilidad en oportunidades históricas, que fortalecen el desgastado tejido social, de tanta
importancia para víctimas, aun después de haber hecho un esfuerzo por despertar de la
anestesia generalizada que ha anulado la capacidad de apoyo a las víctimas, de asombro
ante la violencia y de rechazo ante actos victimizantes.
Por esto, se debe considerar con especial cuidado la estrategia y el momento adecuado para
implementar el paquete de atención, después de haber garantizado la presencia de variables
como la financiación, el compromiso serio del Estado, de los demás actores del conflicto y
el soporte del sector privado y de la población civil que, como actor pasivo de la guerra,
permite la legitimación de los programas propuestos.
El paquete se subdivide en dos áreas de atención e intervención específicas: El área de
rehabilitación y el área de reconstrucción.
La primera deberá desarrollar los planes a corto, mediano y largo plazo de acción y
atención psicológica y reivindicación de la verdad en la población afectada por la
confrontación armada, (victimas de secuestro, asesinatos o extorsiones, entre otros)
valiéndose de algunos principios otorgados por la experiencia internacional en la institución
de comisiones de verdad.
También se encargará de definir y ejecutar, con el concurso de entidades educativas
públicas y el ministerio de educación, los programas de capacitación que atiendan el
posconflicto parcial especialmente a la población de desplazados y reinsertados, sin
olvidar complementarse con los instrumentos jurídicos otorgados en el proceso y las leyes
penales, que apoyen tareas de investigación y justicia. El área de rehabilitación se encargará
73
de soportar la problemática social y psicológica de la guerra, abrirá espacios en los que se
permita a las víctimas ser escuchadas y atendidas en forma inmediata.
Esta área planteará las políticas de rehabilitación y destinará los recursos económicos y
humanos de acuerdo a las necesidades que ella considere, trabajando en forma coordinada
con los ministerios del interior y justicia y de educación.
La segunda, (de reconstrucción) tiene a su cargo tres aspectos fundamentales: 1. asistencia
médica, 2. acción urbana y rural o de infraestructura y 3. indemnización a las víctimas del
conflicto, la violencia o la criminalidad.
El primero debe contar con el apoyo de organizaciones no gubernamentales y del Comité
Internacional de la Cruz Roja (CICR), teniendo como finalidad llevar asistencia de
emergencia rápida y eficaz a las zonas de mayor recrudecimiento del conflicto para apoyar
labores de atención hospitalaria a individuos heridos, lo mismo que desarrollar estrategias
que prevengan catástrofes que puedan ser consecuencia del conflicto armado, tales como
derrumbes o envenenamientos masivos, contaminación ambiental y epidemias.
El segundo, se encargará de las políticas sobre procesos de levantamientos de estructuras
devastadas en la guerra, tales como vías, oleoductos, viviendas con especial énfasis en la
recuperación del agro, y eliminación de minas en el territorio nacional. Esto deberá
propiciar procesos de reubicación a mediano y largo plazo de la población desplazada,
atendida en el área de rehabilitación.
Finalmente, el tercer aspecto que hace referencia a la indemnización101, debe partir de la
base de que en principio corresponde al delincuente resarcir a las víctimas, sin que el
101
Este aspecto desarrolla el Numeral 4 Artículo 3, sobre principios generales de la Declaración sobre Justicia
y Asistencia para las Víctimas: Ver Anexo 3.
74
Estado se libere de su obligación genérica de respaldo a la población en su territorio102, por
esto deberá destinar recursos para apoyar a los ciudadanos más vulnerables afectados
por el conflicto armado, este sería un impulso de carácter netamente económico mediante
mesadas o subsidios por un termino específico que no tienen por objeto aliviar el dolor
moral103, sino responder efectivamente a la pobreza generada por la confrontación, con un
claro interés de fomentar el crecimiento y el desarrollo económico. Estos subsidios hacen
parte de un todo global que es el paquete: las víctimas ya atendidas psicológicamente en el
área de rehabilitación, dotadas de herramientas académicas derivadas de la capacitación,
tendrán un apoyo económico inicial que son las indemnizaciones al estilo de mesadas,
mientras pueden empezar a valerse por sí mismas y encuentran un empleo o crean
microempresas.
Esta área deberá trabajar armónicamente con los ministerios de desarrollo, medio
Ambiente, hacienda pública y protección social
Nótese cómo el paquete de atención integral a las Víctimas, es el recipiente de todas las
ideas propuestas en el presente documento y como se dijo anteriormente, es un instrumento
institucional que sirve de núcleo conductor de las estrategias y recursos del estado, (sus
102
Al respecto ver: Convención Americana sobre Derechos Humanos (Firmada por Colombia en
noviembre 22 de 1969 y ratificada en mayo 28 de 1973)
“Art.1 Obligación de Respetar los Derechos 1. Los Estados partes en esta Convención se comprometen a
respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona
que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión,
opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o
cualquier otra condición social. 2. Para los efectos de esta Convención, persona es todo ser humano.
Art.2 Deber de Adoptar Disposiciones de Derecho Interno Si en el ejercicio de los derechos y libertades
mencionados en el artículo 1 no estuviere ya garantizado por disposiciones legislativas o de otro carácter, los
Estados partes se comprometen a adoptar, con arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las
disposiciones de esta Convención, las medidas legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer
efectivos tales derechos y libertades.”
103
El daño moral no se resarce
(área de rehabilitación).
con indemnizaciones pecuniarias sino con soporte psicológico integral
75
ministerios y sus fondos) y de las organizaciones no gubernamentales ONG’ s, o Cruz Roja
Internacional. Desde él, cómo si fuera una “torre de control”, se plasmará una estrategia
coordinada a seguir en la atención de las victimas, la rehabilitación y reconstrucción
posconflicto, a través de la ejecución de planes a corto y largo plazo para atender la
emergencia y procurar el desarrollo sostenible.
La obligación del Estado, es la de estructurar una política con prioridad en las personas
afectadas por el conflicto armado, que se debe reflejar en la creación de un tipo de paquete
como el propuesto, la tendencia Europea en este sentido la expone Antonio Berinstain así:
“Actualmente, se ha llegado a un consensus general en un punto fundamental, a
saber, que la política criminal oficial tiene por misión, no solamente ni
principalmente infligir al delincuente una sanción apropiada para restablecer el
orden jurídico violado…, sino también y ante todo lograr que las víctimas se
beneficien de la seguridad ofrecida por las disposiciones sociales y estatales, ayudar
a la víctima en numerosos campos, reparar los perjuicios que ha sufrido, intentar
conseguir que recobre su integridad. Todo lo cual procede de una nueva exigencia
social humana: hoy, el llegar a ser víctima no se considera un incidente individual
sino un problema de política social, un problema de derechos fundamentales.”104
(Subrayado fuera del texto)
La preocupación que asalta a algunos sectores de la doctrina internacional, tal y como se
puede ver en el texto citado, tiene todo sentido y pertinencia, pues
como se ha venido
planteando en esta tesis, el descuido de las víctimas (especialmente de las víctimas de la
confrontación armada colombiana), es una bomba de tiempo social, que puede acarrear
consecuencias aún más negativas que las que estamos afrontando en la actualidad.
104
BERISTAIN, Antonio. Victimología, Nueve Palabras Clave. Valencia: Tirant Lo Blanch, 2000. p. 49.
76
Carlos Martín Berinstain105 en su obra Violencia, apoyo a las víctimas y reconstrucción
social: Experiencias internacionales y el desafío vasco106, hace un anexo en el que concreta
a la luz de diferentes autores, el impacto de la violencia para las víctimas y rescata los
siguientes puntos fundamentales que aplicaremos al caso nacional:
1. Es evidente la existencia de traumas no sólo en el orden individual sino también
en el orden colectivo y citando a Martín Baró define el trauma social como la
huella que ciertos procesos históricos pueden dejar en poblaciones enteras
afectadas. Para el caso colombiano son innumerables los ejemplos de poblaciones
completamente devastadas por los grupos armados que trae como consecuencia la
generalización de una cultura derrotada y un pensamiento negativo con sensación
de vulnerabilidad e inseguridad en cada rincón del territorio.
2. Las manifestaciones de los efectos de la violencia pueden ser evidentes en muchos
sujetos, pero en otros puede no serlo. Es importante identificar la situación de las
víctimas para ofrecer un tratamiento psicológico y psiquiátrico adecuado. En
Colombia esta situación puede manejarse importando los principios de las
comisiones de verdad, todo esto dentro del área de rehabilitación, acción
psicológica, del paquete integral de atención a las víctimas del conflicto, la
violencia y la criminalidad.
105
Carlos Martín Berinstain, Licenciado en Medicina y Especialista en Educación para la Salud. Profesor
del Diploma Universitario Europeo en Ayuda Humanitaria Internacional de la Universidad de Deusto.
Codirector del Diploma Universitario Salud Mental en Situaciones de Catástrofe y Guerra. Coordinador del
Informe Proyecto Interdiocesano de Recuperación de la Memoria Histórica REMHI-GUATEMALA:
NUNCA MÁS, de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (1995-1998). Está
trabajando en talleres sobre Salud Mental y Derechos Humanos con grupos de derechos humanos y
comunidades desplazadas de Guatemala, El Salvador, Colombia y Méjico (1989-1999) y ha realizado más de
200 talleres. También ha formado a profesionales y agentes comunitarios. Es el autor de varios libros y
documentos sobre la reconstrucción social. Recibió el Premio León Felipe de Derechos Humanos en 1998.
106
MARTÍN BERISTAIN, C. y PAEZ ROVIRA, D. Violencia, apoyo a las víctimas y reconstrucción social:
Experiencias internacionales y el desafío vasco. Madrid: Fundamentos, 2000.
77
3. Muchas manifestaciones de los afectados pueden ser de normalidad ante
situaciones anormales. Esta circunstancia es clarísima en Colombia. La
cotidianidad de los hechos ha llevado a un punto de tolerancia que convierte a la
sociedad en una sociedad indiferente ante la violencia.
4. Los hechos traumáticos confrontan a la gente con experiencias vitales extremas y
desafíos a los que tiene que hacer frente. El postulado en mención, se ve
claramente en aquellos que han sido afectados directamente por el conflicto ya sea
por secuestros o violaciones semejantes y que por precarias condiciones
económicas deben dar prioridad a su supervivencia.
5. Los problemas de salud mental se manifiestan con la imposibilidad de las
personas de funcionar en su vida cotidiana por la frecuencia e intensidad de
síntomas como la ansiedad o la depresión. El conflicto armado colombiano,
genera una cultura de abatimiento que se refleja en el diario acontecer de cada
individuo.
6. El impacto de las experiencias traumáticas viene dado por tres tipos de problemas:
Síntomas intrusitos de imágenes o pensamientos repetitivos sobre el hecho;
formas de evitación de los recuerdos y el daño; y mantener un estado de alerta
exagerada. La realidad nacional, genera en cada colombiano sentimientos de
miedo e inseguridad que se reflejan en una constante desconfianza ante sus
semejantes y un fuerte temor de denuncia.
Este tipo de consecuencias psicológicas y en general el impacto de la confrontación y la
violencia en la sociedad fueron manejados en diferentes países, a través de Comisiones de
verdad, que han afrontado conflictos con características disímiles o semejantes al
colombiano, tales como Argentina, Chile, Guatemala, Sudáfrica o el Salvador, pero que en
materia de tratamiento a las víctimas ofrecen una propuesta para el debate importante, pues
establecen unas bases trascendentales de cara al posconflicto colombiano.
78
7. EL POSCONFLICTO PARCIAL: ACTORES ARMADOS EN
ESCENARIO DE POSCONFLICTO ARMADO
7.1 ACTORES ARMADOS
Teniendo como presupuesto conceptual la noción de conflicto armado, en los términos
propuestos en el capítulo II de este documento, es posible hablar de Derecho Internacional
Humanitario como el “conjunto de normas que, por razones humanitarias, trata de limitar
los efectos de los conflictos armados” 107 y que sólo se aplica en caso de conflicto armado.
El DIH está destinado a las partes en conflicto y se caracteriza por regular las hostilidades y
limitar los medios y los métodos empleados en guerra (constituyendo el derecho de la
Haya), y por proteger a las personas que no participan o que ya no participan en los
combates, a las víctimas de los conflictos armados y a los bienes civiles que se hallen en
medio del tales conflictos (siendo el derecho de Ginebra).108
Es aquí donde resulta fundamental conocer quiénes gozan de la protección y quienes son
parte del conflicto a la luz del Derecho Internacional Humanitario que, guiado por los
convenios y protocolos de Ginebra, hace la distinción entre conflicto armado internacional
y conflicto armado de carácter no internacional para llegar a identificar a los actores
armados.
107
ICRC. ¿Qué es el Derecho Internacional Humanitario? También disponible en versión HTML en:
http://www.icrc.org/icrcspa.nsf/c1256212004ce24e4125621200524882/89f6e74f67f575da412565c9
004df49b?OpenDocument
108
Cfr. VALENCIA VILLA, Alejandro. Derecho Humanitario para Colombia. Santa Fe de Bogotá:
Defensoría del Pueblo, 1994. p. 25. ANGARITA FIGUEREDO, Luis Hernando. El Derecho
Internacional Humanitario y el Conflicto Armado. En: Revista Policía Nacional, 1996. No. 225. p.
36.
79
El conflicto armado internacional se da entre estados o como resultado de la lucha de un
pueblo contra la dominación colonial, la ocupación extranjera o un régimen racista;109 en el
de carácter no internacional participan las fuerzas armadas del Estado y las fuerzas armadas
disidentes o las fuerzas armadas del Estado y los grupos armados de personas particulares o
los grupos armados de particulares.
El DIH correspondiente al conflicto armado no internacional o interno está integrado por el
artículo 3 común de los cuatro convenios de Ginebra y el Protocolo II adicional a éstos,
derecho que señala como protegidos a los integrantes de la población civil, los miembros de
las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas y las personas que hayan quedado fuera
de combate.
Para los conflictos armados internacionales se cuenta con los cuatro convenios y al
Protocolo I. adicional, de manera que resultan protegidos: los heridos, enfermos, náufragos,
prisioneros de guerra, la población civil, los miembros de las fuerzas armadas y
combatientes de la parte adversa que ha depuesto las armas o de cualquier otro modo se
encuentran indefensos.
Con el fin de precisar quienes son las personas protegidas y las partes del conflicto, se hace
necesario saber qué se entiende por fuerzas armadas.
Las partes en conflicto tienen fuerzas armadas integradas por todas las fuerzas, grupos y
unidades armados y organizados, colocados bajo un mando responsable de la conducta de
sus subordinados ante la parte correspondiente, pudiendo estar representada por un
Gobierno o por una autoridad no reconocida por la otra parte. Además las fuerzas armadas
deben estar sometidas a un régimen disciplinario interno que da cumplimiento a las normas
de los conflictos armados.110
109
DEFENSORÍA DEL PUEBLO. Preguntas y respuestas sobre el Derecho Internacional Humanitario. En:
Su Defensor, 1994 (Feb) No. 7. p. 5.
110
Protocolo I. Art. 43.
80
Ahora, siguiendo el estudio de Jean de Preux111, las fuerzas armadas comprenden o tienen
como participantes:
1. El ejército de una Parte en conflicto (Reglamento de La Haya, art. 1; C. III, art. 4; P. I,
art. 43, 44).
2. Las milicias y cuerpos de voluntarios que formen parte del ejército o que lo constituyan
(Reglamento de La Haya, art. 1; C. III, art. 4; P. I, art. 43).
3. Los marinos mercantes organizados para participar directamente en las hostilidades (C.
III, art. 4).
4. La población de un territorio no ocupado que tome espontáneamente las armas para
combatir contra las tropas invasoras, si lleva las armas a la vista y respeta las leyes y
costumbres de la guerra (Reglamento de La Haya, art. 2; C. III, art. 4).
5. Las fuerzas policiales (organización paramilitar o servicio armado encargado de hacer
respetar el orden), siempre y cuando se haya notificado a las otras Partes en conflicto (P. I,
art. 43).
En las fuerzas armadas hay combatientes y no combatientes. En los últimos se encuentran
el personal sanitario y religioso y los civiles que siguen a las fuerzas armadas sin formar
directamente parte integrante de ellas, tales como los tripulantes civiles de aviones
militares, corresponsales de guerra, proveedores, miembros de unidades de trabajo o de
servicios encargados del bienestar de los militares.
Quienes son no combatientes, aún siendo integrantes de las fuerzas armadas, son personas
protegidas por el DIH. Entonces cobra importancia el principio de distinción.
Ya que el término “actor armado” no es en sí regulado por el DIH, pero está referido al
conflicto armado, vale la pena ver, con el análisis hecho, a qué se refiere este término en un
marco dado por el DIH. Hay dos opciones: una, entender actor armado como fuerza
armada, o, entenderlo como combatiente.
111
DE PREUX, Jean. Estatuto de combatiente y de prisionero de guerra. En: Revista Internacional de la Cruz
Roja, 1989 (Ene-Feb) No. 91. También disponibl en versión HTML en: www.ocrc.org.
81
La condición de combatiente o no combatiente es una creación del DIH para efectos de la
protección frente a operaciones militares. La primera opción, fuerza armada, resulta más
apropiada en la medida que sin desconocer el derecho de los conflictos armados, las partes
en un conflicto de estos tiene en su concepción de enemigo a los integrantes de las fuerzas
armadas de la otra parte. Esto incluso aunque siguiendo estrictamente el adjetivo “armado”
se vea que los no combatientes no poseen “armas”, pero sí están integrados al enemigo.
Luego para definir “actor armado” se sigue un criterio más orientado por lo político, en la
concepción de Carl Schmitt112, que orientado por lo jurídico en materia de DIH.
Con esta claridad sobre las fuerzas armadas en DIH y los actores armados, vale la pena
referirse a Colombia.
En cuanto a las fuerzas armadas, hay dos puntos de análisis: el dado por la Constitución
Política y el dado por el DIH. El primero fue estudiado en el capítulo 4. Acudiendo al
segundo, hay que aclarar si se trata de un conflicto armado no internacional y partiendo del
supuesto afirmativo, se ve que las fuerzas armadas del DIH no coinciden con las Fuerzas
Armadas constitucionales sino que las segundas son unas de las primeras, las segundas son
sólo las fuerzas armadas legítimas del conflicto armado interno, siendo una legitimidad
dada por la estructura estatal.
Las Fuerzas Armadas, constitucionalmente hablando, son un actor armado y son, desde el
DIH, unas fuerzas armadas en el conflicto armado interno. No obstante, hay que tener en
cuenta la existencia de otros actores armados destacados en el panorama histórico y actual
de Colombia, pero que, a diferencia de los anteriormente tratados, son fuerzas armadas al
margen de la ley entre las que se encuentran, entre otras, los grupos de autodefensas, las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el
Ejército de Liberación Nacional (ELN)
112
SCHMITT, Carl. El concepto de lo político.
También disponible en versión HTML en:
http://mderecho.itam.mx/facultad/profTC/materiales/Schmitt%20-%20Concepto.pdf.
82
Teniendo todos los grupos mencionados una condición uniforme, ser actor armado, se toma
a uno de ellos, a las fuerzas armadas constitucionalmente consagradas, para desarrollar una
parte práctica de esta trabajo investigativo, teniendo más en cuenta esa condición de actor
armado que la legitimidad que desde lo estatal pueda tener, pues es como actor armado
(militante dentro del conflicto armado) que llega a ser víctima. También se considera un
reciente marco dado para los actores armados al margen de la ley con la idea de estudiar
hipotéticamente la situación victimológica de los miembros de estos grupos armados tras
acoger la ley de alternatividad penal. Las dos situaciones tratadas, se configuran en un
escenario de posconflicto parcial, según lo indicado en capítulo anterior.
7.2 CESE DEL CONFLICTO PARA MIEMBROS DE LAS FUERZAS MILITARES
Dejar de combatir, no se trata tan sólo de no combatir más, de dejar la condición de
combatiente, de militante, de miembro activo de la Fuerza. Es indispensable saber qué ha
causado ese específico cese del combate. Entre las posibilidades llama la atención aquella
que tiene que ver con alguna inhabilidad psicofísica, pues es la que mayores consecuencias
negativas genera para el recién excombatiente dado que sufre algún tipo de lesión. Pero en
todos los casos hay que afrontar un nuevo estilo de vida, una nueva ocupación, un nuevo rol
social que es, de hecho, un rol civil.
Además, vale la pena mencionar que la causa específica que deja al militar fuera de
combate y el rango que éste tenga en la fuerza son variables que marcan diferencia en las
implicaciones a que conlleva llegar al posconflicto parcial.
Entonces, para estudiar este tópico se verán las posibles causas para dejar de combatir, las
consecuencias del cese y las implicaciones de la asunción de un nuevo rol, considerando
aportes teóricos y casos reales específicos de miembros de la Armada Nacional. Más allá se
verá el estrés postraumático de guerra, el cual no sólo puede presentarse en este
posconflicto individualizado sino que se presenta en los individuos una vez se ha dado el
posconflicto total.
83
7.2.1 Causas de cesación en el combate
Si bien hay que tener en cuenta que dentro de las Fuerzas Militares hay multiplicidad de
funciones y que no sólo se cuenta con miembros dedicados al combate armado en sí, este
combate es la orientación de las Fuerzas toda vez que son armadas y que se está en una
situación de conflicto armado interno.
Las Fuerzas Militares cuentan, grosso modo, con cuerpo de combate113, cuerpo
administrativo, cuerpo logístico y cuerpo de Justicia Penal Militar.
7.2.1.1 Oficiales y suboficiales.
Existe, para oficiales y suboficiales, la posibilidad de cambiar de cuerpo —así como de
Fuerza, de arma y de especialidad— por necesidades orgánicas de las Fuerzas Militares o
del servicio; por solicitud propia del oficial o suboficial, caso en el que hay unas
limitaciones en cuanto al grado y jerarquía; y, por lesiones que generen incapacidad
adquiridas en combate o en el servicio por causa y razón del mismo.
Dado el último caso de las lesiones, incluyendo aquéllas que resultan consecuencia de la
acción del enemigo, el lesionado puede ser destinado preferentemente en comisión de
estudios114 con el fin de adquirir conocimientos que le habiliten en el desempeño de cargos
requeridos.
113
Los miembros de las Fuerzas Militares dedicados al combate son, en estricto sentido: Oficiales de las
Armas del Ejército, Oficiales del Cuerpo Ejecutivo de la Armada, Oficiales del Cuerpo de Vuelo de la Fuerza
Aérea, Suboficiales de las Armas del Ejército, Suboficiales del Cuerpo de Mar de la Armada, Suboficiales del
Cuerpo Técnico Aeronáutico de la Fuerza Aérea, Suboficiales del Cuerpo Técnico de Seguridad y Defensa de
Bases Aéreas de la Fuerza Aérea, los Soldados Profesionales.
114
Comisión: Es el acto de autoridad competente por el cual se asigna a un oficial, suboficial o alumno de
escuela de formación de oficiales o suboficiales con carácter transitorio a una unidad o repartición militar, o a
una entidad oficial o privada, para cumplir misiones especiales del servicio. (REPÚBLICA DE COLOMBIA.
Decreto 1790 de 2000. Art. 82, lit. c.)
Comisión de estudio. La conferida para recibir capacitación, adiestramiento o perfeccionamiento en el
ejercicio de las funciones propias del grado o cargo, arma, cuerpo o especialidad de que se es titular, o en
84
Para oficiales y suboficiales hay situaciones que impiden temporal o definitivamente su
desempeño habitual, que son las siguientes:
•
Suspensión. La suspensión de funciones y atribuciones se da por solicitud de autoridad
disciplinaria o penal correspondiente. Al ser suspendidos, pueden “ser utilizados por
los respectivos comandos o jefes de repartición para el desarrollo de labores auxiliares
de carácter técnico o administrativo dentro de la respectiva instalación, siempre que
tales labores no impliquen mando ni manejo de bienes o dineros distintos de los
estrictamente necesarios para el desarrollo de la tarea asignada.”115
•
Retiro116 temporal con pase a la reserva. Operan como causales:
o La solicitud propia.
o Cumplir cuatro años en el grado de General o Almirante.
o El llamamiento a calificar servicios.
o Sobrepasar la edad correspondiente al grado.
o La disminución de la capacidad psicofísica para la actividad militar.
o La inasistencia al servicio sin causa justificada de acuerdo con el tiempo previsto en
el Código Penal Militar para el delito de abandono del servicio.
o La incapacidad profesional por no obtener calificaciones aprobatorias en cursos o
exámenes de capacitación profesional para ascenso.
o El retiro discrecional.
•
Retiro absoluto. Las causales que dan lugar a éste son:
o Incapacidad absoluta y permanente o gran invalidez.
o Conducta deficiente.
relación con los servicios a cargo del organismo donde se halle vinculado el individuo, de tal forma que la
especialidad del oficial o suboficial destinado guarde relación con el curso que se ha de adelantar.
(REPÚBLICA DE COLOMBIA. Decreto 1790 de 2000. Art. 83, lit. d, num. 2.)
115
REPÚBLICA DE COLOMBIA. Decreto 1900 de 2000. Art. 98.
116
Con el retiro, temporal o absoluto, cesa la obligación de prestar servicios en actividad por disposición de la
autoridad competente.
85
o Haber cumplido la edad máxima permitida para los servidores públicos de acuerdo
con la ley.
o Muerte.
o La incapacidad profesional por ser clasificados en la lista No. 5 con cualquier
tiempo de servicio o por ser clasificados en la lista No. 4 una vez cumplidos los 15
o más años de servicio, de acuerdo con el reglamento de evaluación y clasificación
para el personal de las Fuerzas Militares.
•
Separación.
o Hay separación absoluta, sin posibilidad de pertenecer de nuevo a las Fuerzas
Militares, por condena a la pena principal de prisión por la Justicia Penal Militar u
ordinaria —excepto por delitos culposos— o por fallo disciplinario.
o La separación es temporal cuando hay condena a pena principal de arresto o prisión
por delitos culposos, a menos que se otorgue subrogado penal, y se da con el fin de
dar cumplimiento a tal condena.
7.2.1.2 Soldados profesionales
Para soldados profesionales se dan las siguientes situaciones117:
Retiro. El comandante de la respectiva Fuerza dispone la cesación del servicio.
•
Hay retiro temporal con pase a la reserva en caso de:
o Solicitud propia
o Disminución de la capacidad psicofísica
o Detención preventiva superior a 60 días calendario.
•
117
El retiro es absoluto bajo las siguientes causales:
Cfr. REPÚBLICA DE COLOMBIA. Decreto 1793 de 2000
86
o Inasistencia al servicio por más de diez días consecutivos sin causa justificada.
o Decisión del comandante de la Fuerza.
o Incapacidad absoluta y permanente o gran invalidez.
o Condena judicial.
o Tener derecho a pensión.
o Llegar a los 45 años de edad.
o Presentar documentos falsos, o faltar a la verdad en los datos suministrados al
momento de ingreso.
o Acumulación de sanciones.
7.2.1.3 Soldados voluntarios. Para los soldados voluntarios se encuentra la situación de
retiro tal como para los soldados profesionales, dado que el mismo régimen es aplicable.
Además se encuentran las siguientes situaciones118:
Baja. El comandante de la Fuerza da de baja por:
•
Sobrepasar la edad de 35 años en el servicio.
•
Solicitud del soldado, con mínimo 12 meses de servicio.
•
No considerar necesaria la permanencia del soldado, teniendo mínimo 12 meses de
servicio.
•
Gran invalidez.
•
Disminución de la capacidad psicofísica para la actividad militar.
•
Inasistencia al servicio por más de 10 días.
•
Sentencia judicial.
•
Conducta deficiente.
7.2.1.4. Otros soldados. Los soldados regulares e infantes de marina, los soldados
campesinos y los soldados bachilleres cumplen con la prestación del servicio militar
obligatorio, razón por la cual cumplir con el término previsto para el servicio es una causal
118
Cfr. REPÚBLICA DE COLOMBIA. Decreto 370 de 1991.
87
de cese del conflicto, es decir, una vez se cumple con el tiempo de prestación del servicio y
a menos que el soldado decida establecer un nuevo vínculo con la Fuerza, él deja de hacer
parte de ésta.
7.2.2 Presentación de algunos casos de militares fuera de conflicto
7.2.2.1 El programa mediante el cual se conocieron los casos. Mediante la atención de
consulta jurídica a infantes de marina y otros miembros de la Armada Nacional por parte de
estudiantes adscritos al Consultorio Jurídico de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la
Pontificia Universidad Javeriana y en desarrollo del Programa Especial del mismo
Consultorio con la Armada Nacional, se llegó a conocer algunos casos de posconflicto
armado parcial. Por tanto, a continuación se hace una descripción de la formación del
Programa Especial y de su desarrollo, así como del sector de la fuerza militar que ha estado
vinculado.
•
Antecedentes del Programa. A finales del segundo semestre de 2001, el Centro de
Estudios en Criminología y Victimología
“Jorge Enrique Gutiérrez Anzola” -
CECRIV, adscrito al Departamento de Derecho Procesal de la Facultad de Ciencias
Jurídicas de la Pontificia Universidad Javeriana, recibió una solicitud de apoyo a
infantes de marina por parte de la presidenta de Acción Social Naval119, Carmen Abril
de Soto. Esta solicitud fue canalizada por Nancy Tapias, miembro del CECRIV y
Coordinadora del Programa para Derechos Humanos, D.I.H. y Paz de la Facultad
mencionada; y atendida por el Director del Centro, doctor Julio Andrés Sampedro
Arrubla.
Tras una reunión previa que permitió conocer la situación general de los infantes de
marina y orientar la solicitud a una fase inicial de asesoría jurídica, el Director del
119
Acción Social Naval es una fundación sin ánimo de lucro cuyo objeto general es brindar bienestar social,
económico y cultural al personal militar y civil más necesitado al servicio de la Armada Nacional.
88
CECRIV convocó a algunos miembros del Centro120, a integrantes de Acción Social
Naval y al Director del Consultorio Jurídico, doctor Francisco Buriticá Ruiz.
La segunda reunión permitió contar con un diagnóstico según el cual los infantes de
marina requerían asistencia integral, en especial, los infantes de marina que tenían la
condición de ser víctimas del conflicto armado y se encontraban en un posconflicto
parcial, condición que hace evidente el interés victimológico del proyecto.
Considerando las posibilidades del CECRIV y del Consultorio, así como la mejor
manera de adelantar el proyecto con los oficiales de la Armada Nacional (ARC), se
decidió iniciar con asesoría jurídica mediante la atención de consultas referentes a
cualquier área del Derecho en el Centro de Sanidad.
Para poder estructurar esta asesoría, se decidió hacer una visita al Batallón de Policía
Naval Militar No. 27. Esta visita contó con la presencia de Julio Andrés Sampedro,
Consuelo Moreno, Nancy Tapias, Francisco Buriticá, Fernando Díaz, Juan Diego
Garzón y Adela Parra González, como miembros del CECRIV y del Consultorio
Jurídico.
Durante la visita se recorrió gran parte del Batallón y el Centro de Sanidad, entonces en
remodelación. Luego se realizaron unas dinámicas con los infantes, en grupos dirigidos
por cada uno de los visitantes mencionados. La conclusión principal fue la necesidad
de asistencia jurídica, sicológica y la buena disposición de los infantes para recibirla.
Lo cual llevó a entender la necesidad y la importancia de promover iniciativas a partir
de la academia para tratar en forma efectiva el posconflicto parcial.
120
Los miembros del CECRIV que asistieron fueron Julio Andrés Sampedro Arrubla, Consuelo Moreno,
Nancy Tapias, Fernado Díaz Colorado, Leonardo Rodríguez Cely, Andrea Padilla Villarraga, Juan Diego
Grazón Galiano y Adela del Pilar Parra González.
89
Carmen Abril de Soto realizó los trámites en la ARC y en marzo de 2002 se dio inicio a
un Programa Especial del Consultorio Jurídico de la Facultad de Ciencias Jurídicas de
la Universidad Javeriana, mediante el cual los estudiantes vinculados al Programa se
encargaron de la asesoría jurídica a infantes de marina y otros miembros de la Armada
Nacional que acudiesen a la oficina del Consultorio.
•
Desarrollo del programa. Una vez se inició la atención jurídica, las personas a cargo
de brindar la misma fueron manifestando que los infantes y los civiles atendidos
necesitaban respuestas que desbordaban lo jurídico. Algunos infantes además
presentaban psicopatías que se manifestaban en la conversación y se corroboraban al
consultar su historia clínica. Todos manifestaban angustia por su situación e
incertidumbre. El 85% de los casos atendidos tenían que ver con el régimen de
inhabilidad psicofísica, el 5% con derecho penal militar y el restante 5% con otros
aspectos. Los dos primeros temas tenían como consultantes a personas con
incertidumbre y angustia como notas características, unos por su salud y condiciones
físicas, otros por su libertad y, en ambos casos, preocupaciones por la situación de su
familia y la manutención de la misma.
Para responder a necesidades diferentes a la consulta jurídica, se reunieron esfuerzos y
se realizaron algunas conferencias sobre derechos humanos, protección de los derecho,
conciliación, ética y control fiscal. Se programaron otros temas, tal como indica el
anexo 5, pero por dificultades para su realización no se llevaron a cabo.
Se inició la gestión en la Facultad de Psicología para contar con un practicante. En
febrero de 2003 se vinculó Diana Gómez, estudiante en práctica empresarial que
además quiso hacer parte del proyecto. Su actuación ha estado dirigida por Leonardo
Rodríguez, miembro del CECRIV y Coordinador del Proyecto de Psicología Jurídica de
la Facultad de Psicología.
90
Tras la vinculación de Diana, se dio una conversación con la psicóloga del batallón y se
acordó un trabajo conjunto. Previamente el Capitán de Navío Leopoldo Jiménez,
comandante del Batallón, había manifestado a la coordinadoras del Programa, Adriana
Cárdenas de Osorio y Adela Del Pilar Parra, el requerimiento de contar con una
psicóloga permanente para cuestiones diferentes a la consulta clínica.
•
El Centro de Sanidad del Batallón de Apoyo y Servicio al Combate No. 1. La
Armada Nacional cuenta con cinco componentes, uno de ellos la Infantería de Marina
que “desarrolla sus operaciones en la jurisdicción terrestre de la Armada en los litorales
Atlántico y Pacífico, en el territorio insular y en los ríos de Colombia, donde le permite
ejercer el control fluvial. Organizada en tres brigadas: la Primera Brigada cubriendo
cuatro departamentos de la Costa Atlántica; la Segunda Brigada cubriendo cuatro
departamentos de la costa Pacífica; el centro de entrenamiento para formación y
capacitación de los Infantes de Marina; sus Fuerzas Especiales altamente capacitadas en
las operaciones anfibias; y la Brigada Fluvial con sus batallones y unidades fluviales
vigilantes en los ríos de la patria, constituyen una fuerza élite dentro de la organización
operativa de la Armada.”121
En el territorio nacional, la Infantería de Marina cuenta con distintas unidades militares
y, en Bogotá, se encuentra, entre otras, el Batallón de Apoyo y Servicio al Combate No.
1, que al inicio del Programa Especial se denominaba Batallón de Policía Naval Militar
No. 27. En este batallón está ubicado el Centro de Sanidad, un centro de atención
médica de primer nivel que opera en una edificación de reciente remodelación de dos
pisos. El primer piso consta de consultorio médico, Jefatura, oficina de Maestro de
Armas, consultorio odontológico, sala de pequeñas cirugías, dos cuartos de alojamiento,
baño y oficina de Acción Social Naval. En el segundo piso hay dos cuartos de
121
ARMADA NACIONAL REPÚBLICA DE COLOMBIA. Componentes. En: Revista Armada. No. 80
(Dic. 2001) p. 9.
91
alojamiento, una biblioteca y una sala de televisión. En la oficina de Acción Social
opera el Consultorio Jurídico.
•
El infante de marina del Centro de Sanidad:
soldados regulares, soldados
voluntarios y soldados profesionales. Al Centro de Sanidad llegan los infantes de
marina que requieren atención médica en Bogotá, que se encuentran en cese de su
actividad de combate y que para recibir la atención o el tratamiento indicado no pueden
permanecer en sus unidades militares y por tanto son trasladados al centro.
Gran parte de estos infantes son soldados regulares, es decir, se encuentran prestando
servicio militar obligatorio durante 18 meses. Se caracterizan, básicamente, por ser
jóvenes que pasan los 18 años, de condición socioeconómica baja y, en su mayoría, de
poblaciones rurales.
Otra parte de la población son soldados voluntarios, categoría creada ante necesidades
del combate. Son soldados que se vinculan permanentemente a la ARC, cuya labor
específica es el combate, que a sus 35 años deben retirarse y cuyas prestaciones son
inferiores a las de soldados profesionales. También hay pocos soldados profesionales,
que son aquellos que inician su carrera militar como suboficiales de la ARC.
El tratamiento médico puede dar fin al servicio activo o sólo suspenderlo. En ocasiones
el infante sufre lesiones permanentes o secuelas, en otras el tratamiento es suficiente.
Cuando hay secuelas, se acude a junta médico laboral que determina la indemnización
correspondiente. De esta manera, la ARC responde con el tratamiento médico, hasta
donde hay lugar a éste, y con indemnización ante el caso de lesiones permanentes; y
con tratamiento médico para lesiones temporales.
92
7.2.2.2 Algunos casos de cese del combate en infantes de marina. Las entrevistas con
cada Infante de Marina (IMAR) se han dado en el marco del Programa Especial antes
descrito. Para mantener la confidencialidad, se cambian los nombres de los infantes y se
omiten datos que pudieran llevar a establecer su identidad. Como fuentes de las entrevistas
se tienen las experiencias recogidas en desarrollo del programa, en la atención de consultas
y los formatos de consulta diligenciados que se encuentran en el archivo del Consultorio
Jurídico Universidad Javeriana - Acción Social Naval.
•
IMAR “LÓPEZ” (4 de abril de 2002).Ha sido evacuado del servicio y cuenta con
examen de licenciamiento. Su tratamiento postoperatorio prescribe control cada 15 días.
El IMAR tiene su residencia fuera de la ciudad, se encuentra en el Centro de Sanidad
para facilitar su asistencia a las citas en el Hospital Militar Central (H.M.C.). Va a
viajar por motivos familiares, pero quiere tener garantía que a su regreso puede ingresar
al Centro de Sanidad y continuar allí.
Si bien el IMAR se encuentra en tratamiento, la ARC no tiene la obligación de
procurarle alojamiento y alimentación, por tanto no se le ofrece ninguna garantía para
su reingreso. Al no poder reingresar, su tratamiento se verá afectado ya que no cuenta
con recursos económicos para viajar cada 15 días ni para hospedarse en Bogotá. La
alternativa que se le presenta es el Hogar de Paso de Acción Social Naval y se le
ayudaría a gestionar un cupo allí. Esta situación evidencia que la atención que por ley
corresponde al sistema de seguridad social de las Fuerzas Militares no alcanza a cubrir
las necesidades del excombatiente.
•
IMAR “CASTRO” (30 de septiembre de 2002). Se encuentra como evacuado. Expone
que en una unidad militar recibió amenazas por parte de unos compañeros ya que creen
que él los delató por tener estupefacientes. Quienes lo amenazan son del municipio de
él y teme que cuando se encuentren hagan efectiva la amenaza. Duda sobre poner en
conocimiento de sus superiores la situación. Tiene una lesión y dice que lo que le
importa es salir bien y no tener problemas.
93
Se ha señalado que el estrés postraumático contempla el abuso de drogas y este caso da
a conocer tal situación, así como la agresividad expresada en las amenazas. También se
hace manifiesta la angustia del IMAR consultante.
•
IMAR “VILLA” (21 de octubre de 2002). Tiene una lesión en la rodilla que no fue
atendida a tiempo y de la manera debida. Ha recibido maltrato verbal por parte de sus
superiores en distintas unidades. Mediante consulta psicológica logró que altos mandos
se ocuparan de su caso, lo retiraran del servicio y le dieran tratamiento. No le interesa el
maltrato sino recibir la atención requerida y tomar el curso de suboficial que le permite
vincularse como tal a la Fuerza. Si no alcanza a tomar este curso en enero, la
posibilidad se cierra por límite de edad.
La incertidumbre por lo que pasará con su lesión, por la posibilidad de realizar una
cirugía con la consecuente incapacidad es determinante. Esto adquiere mayor gravedad
cuando presenta como opción de vida el vínculo con la Armada y niega cualquier otra
alternativa. Su angustia al pensar que el camino puede verse truncado es excesiva.
•
IMAR
“REY”
(21 de octubre de 2002). Tiene una lesión en sus pulmones
(tuberculosis). No conoce la historia clínica y quiere conocer su situación, busca saber
qué pasará con la lesión, si se logrará un tratamiento efectivo o si no. Se le hace
entender que el tratamiento va llevando a una evolución y qué sólo a medida que se
desarrolla puede darse un dictamen médico y que como abogados no se prevén
resultados médicos.
Su situación básica es incertidumbre frente a su enfermedad.
•
IMAR “RICO” (25 de octubre de 2002). Se queja por roces con un superior, quien lo
acusa por consumir drogas, no siendo así. Dice que le ha pasado un informe por
evasión. Se queja porque estando en sanidad lo tratan como si fuera de contraguerrilla o
94
de puesto fluvial. Quiere saber qué hacer si recibe un trato similar por parte del superior
y si puede tener problemas disciplinarios.
Se percibe un conflicto con la autoridad representada por su superior y por las normas
que como militar debe respetar, aún en Centro de Sanidad. Busca excesiva compasión.
Tiene una preocupación por un posible problema disciplinario originado en el
incumplimiento de normas y busca excusarlo.
•
IMAR “ARIAS” (29 de julio de 2002). Tiene una lesión grave en el ojo izquierdo. A
lo largo del tratamiento recibió el dictamen de realizar cirugía de córnea. La junta
médico laboral tiene como resultados: leucoma corneal izquierdo con disminución de
agudeza visual y mejora parcial con anteojos a 20/40 (su mejor visión), disminución de
capacidad laboral del 9%, imputabilidad del servicio, índice de incapacidad del Decreto
94 de 1989. El infante apeló y ahora quiere saber qué hacer para que le dan la cirugía y
no sólo el tratamiento con anteojos.
La angustia por la lesión y la incertidumbre se hacen presentes. Le afecta claramente, en
el ámbito psicológico, la pérdida de la visión.
•
IMAR “LÓPEZ”. (Febrero 2003) Es soldado voluntario. Tuvo lesiones y la junta
médico laboral lo declaró no apto. Quiere seguir vinculado, no acepta la baja del
servicio. Dice que con la lesión puede trabajar y solicita se le ayude a seguir en combate
porque puede hacerlo, puede coger un fusil. Si no, pide que se le reubique en otra labor
dentro de la ARC, pero que no sea desvinculado.
En realidad la lesión ha causado una disminución de fuerza y una disminución
funcional en su mano izquierda. La incapacidad permanente tiene un índice que no le
permite ser apto. Además, los soldados voluntarios tienen labores específicas de
combate, luego la reubicación no se contempla en primer plano. Sin embargo, ha habido
casos que pueden dar pie a presentar la solicitud, más aún ahora que la Ministra de
95
Defensa se ha dirigido a estos soldados diciendo que buscará los mecanismos para
atenderlos de mejor manera. Lo difícil es que el IMAR asuma su baja del servicio y
considere otra opción. Niega esa posibilidad.
•
IMAR
“JESUS”. Asistió a consulta en el primer semestre de 2002 buscando la
indemnización prevista por el Régimen de Inhabilidad Psicofísica para cuadro de
paraplejia y quejándose por la negligencia de algunos oficiales del batallón para
permitirle atención médica y para proveerle de todos los medios materiales necesarios
en su vida cotidiana. Durante el año fue atendido por tres miembros del Consultorio
sobre el mismo tema, no habiendo respuesta jurídica satisfactoria para él, pues todo se
encontraba como era debido. Los exámenes médicos indicaron que la respuesta y la
percepción de sus extremidades inferiores no presentaban disfunción alguna, además,
dos oficiales lo vieron caminar, lo cual evidencia que la paraplejia era simulada. Con el
Director del Centro de Sanidad se acordó mantener las consultas jurídicas con la
finalidad de hablar con él y motivarlo a caminar, sin dejarle ver que su simulación era
conocida. El dictamen de psiquiatría señaló un trastorno de personalidad.
•
IMAR “PEDRO”. Acudió al Consultorio para consultar su vinculación a un proceso
disciplinario por agresión a un compañero. El infante durante su permanencia en el
Centro buscó mecanismos para lograr ingresos económicos suficientes. Al salir de las
instalaciones, se adelantaba investigación disciplinaria por cuanto expendía sustancias
psicoactivas en instalaciones del batallón y por liderar la red de prostitución que
vinculaba a los infantes. Este caso deja ver dos situaciones graves: el consumo de
estupefacientes y la prostitución, situaciones asociadas a las propias de los infantes que
se han visto involucrados.
•
IMAR “-MAURICIO”. Fue una de las primeras consultas atendidas. La atendió una
miembro activa del Consultorio Jurídico que además culminó estudios en Psicología.
Tras la consulta, se concluyó que no había asunto jurídico por atender sino sólo una
96
necesidad de exponer una preocupación, una necesidad de interrelación y de
comunicación.
•
IMAR “FUENTES”. Solicitó atención diciendo que no tenía nada legal, que sólo
quería hablar con alguien porque se sentía solo. Llevaba consigo fotografías de seres
queridos a quienes no veía hace meses, quienes se encontraban lejos. Reiteraba su
soledad.
7.2.2.3. Materialización de los casos en el marco del posconflicto parcial.
De los casos examinados en el titulo anterior, queda absolutamente clara y manifiesta la
necesidad de una atención más decidida del gobierno nacional y el sector privado del
posconflicto parcial. Todas las ideas planteadas en esta tesis, especialmente la que hace a
la atención integral de las víctimas deberán tener como uno de sus destinatarios principales
a estos individuos, que tal y como quedó expuesto, demandan una ayuda en cuatro aspectos
específicos, a saber: 1. Asistencia psicológica, 2. Asistencia jurídica, 3. Asistencia Médica
y 4. Capacitación.
•
Asistencia psicológica: Deberá responder a los efectos psicológicos generados por
el conflicto armado que se manifiestan en el fenómeno del stress postraumático de
guerra, a través de personal idóneo que mediante consultas atiendan la situación.
•
Asistencia Jurídica: Se deberá brindar una asesoría jurídica a los soldados
excombatientes en todas las áreas del derecho, pero especialmente en aquellas, que,
a juzgar por la experiencia vivida en el programa especial son las más relevantes:
Derecho Penal Militar y Derecho Civil.
97
•
Asistencia Médica Integral: Es necesaria una respuesta inmediata
y una
ampliación de la cobertura para los miembros de las fuerzas armadas
especialmente para aquellos que se encuentran en una difícil situación económica.
•
Capacitación: Mediante cooperación con entidades educativas del sector público y
privado y con el concurso del ministerio de Educación, se debe estructurar un
programa de capacitación y educación que le permitan al miembro de las fuerzas
armadas colombianas, obtener herramientas para enfrentar la vida civil y asumir los
nuevos retos que le impone su situación determinada por el posconflicto parcial.
Esto acompañado de mecanismos que fomenten la creación de microempresas y
genere nuevas fuentes de ingresos para el soldado excombatiente.
Nótese como cada uno de estos aspectos, son los mismos que integran el área de
rehabilitación del paquete integral de asistencia a las víctimas, y que como ya se mencionó
en el capítulo 6, es desde aquél que se coordinarán las políticas de atención a las víctimas
del conflicto armado y en este aspecto en concreto, las políticas de tratamiento del
posconflicto parcial.
7.2.3 El posconflicto armado parcial o individualizado: análisis de los efectos de la
pérdida de la condición de combatiente desde el Stress postraumático de guerra. Las
distintas situaciones que se han visto en desarrollo del Programa Especial, pueden
enmarcarse en síntomas de stress postraumático. De esta manera, se considera
indispensable presentar algunas nociones psicológicas y clínicas al respecto, con el fin de
comprender el fenómeno desde otra disciplina y desde allí aproximarse al mismo. Esto no
quiere decir que todos los efectos se circunscriban al estrés postraumático, sino que por los
casos conocidos, su relevancia amerita tratar el tema. Para ello se siguen los Apuntes sobre
98
estrés y trauma psicológico de Leonardo Rodríguez Cely (miembro del CECRIV) y Luisa
Fernanda Martínez López122 en los tópicos a continuación tratados.
El estrés es un estado emocional de tensión que se distingue principalmente por
la sensación de discrepancia entre las exigencias del medio y las posibilidades
de superación, considerando amenazadoras sus consecuencias. [...] (Fontana,
1992).
Según Fuentenebro y Vázquez C. (1990), cualquier situación que presente las
siguientes características puede actuar como estresor: incertidumbre, cambio,
sobrecarga de los canales de procedimiento y falta de habilidades para hacer
frente y manejar la situación que se presenta.
[El estrés postraumático] es un ejemplo del mencionado estrés excesivo. [...]
Para muchas víctimas, estos efectos se mitigan e incluso desaparecen con el
tiempo. Sin embargo, para otros muchos, las secuelas son a largo plazo y
alcanzan en ocasiones la condición de crónicas si no reciben el tratamiento
adecuado.
El “estrés postraumático de combate” comenzó a distinguirse a partir de algunos
hallazgos de Freud sobre los excombatientes de la primera guerra mundial.
Dicho autor encontró que estas personas manifestaban fenómenos importantes
con relación a la experiencia vivida durante la guerra.
Numerosos estudios sobre los elementos predictores de PSTD123 en los
veteranos de Vietnam, mostraron como la experiencia traumática del combate y
la exposición al abuso y la violencia, dan lugar al desarrollo de la problemática
122
MARTÍNEZ LÓPEZ, Luisa Fernanda y RODRÍGUEZ CELY, Leonardo. Apuntes sobre estés y trauma
psicológico. Documento facilitado por los autores en archivo electrónico.
123
Los autores se refieren con esta sigla al Síndrome de estrés postraumático.
99
del estrés postraumático. Algunos autores han encontrado que la exposición al
combate durante el servicio militar predijo la posible aparición de los síntomas
de PSTD en un grupo de veteranos cuyo ajuste a la vida militar no fue el mejor.
Además se tuvieron en cuenta para la identificación de factores de riesgo, tanto
las características y circunstancias antes del combate, como después de este.
Igualmente, se hizo necesario tener en cuenta el funcionamiento premórbido, el
significado que para el individuo tuvo la experiencia particular y la aparición de
eventos negativos posteriores al combate. (Consuegra, Coronado, Ortíz, Rojas,
Torres, 1999)
En el caso de los individuos que presentan este desorden se observa que ante las
situaciones de amenaza, aprenden a actuar rápidamente y de manera violenta
ante cualquier amenaza percibida. Chembot, Novaco, Hamada, Gross y Smith
(1997), afirman que la ira es un síntoma sobresaliente del ajuste de la postguerra, y contribuye a las dificultades que estos pacientes reportan en las
relaciones interpersonales y de trabajo, convirtiéndose en un activador potencial
de problemas legales. Estas personas adoptan comportamientos agresivos que
pueden ayudar a mantener la situación de violencia que se vive actualmente.
(Serrano, 1998)
Además, con respecto a la exposición traumática, se hacen importantes el
tiempo de exposición al combate, la participación en atrocidades y las acciones
disciplinarias como restricciones, pérdida del pago, recompensas o ganancias,
entre otras.
Los combatientes constituyen un grupo importante en el que se incrementa el
riesgo a la depresión, pensamientos suicidas, y conductas autodestructivas.
Egendorf, Kadushin, Launfer, Rothbart y Sloan, (1981), manifiestan que el 16%
de los combatientes veteranos y el 29% de aquellos que participaron en algún
100
combate, experimentaron problemas significativos al adaptarse a la vida civil y
que estas dificultades empeoraron con el PSTD. Un factor esencial en la
instauración del PSTD es el desarrollo del sentido de vulnerabilidad en
conjunción con la creencia de ser incapaz de enfrentarse a situaciones
amenazantes. Los veteranos o militares que desarrollaron el PSTD, tendían a
percibir sus experiencias en combate en términos menos racionales o
manejables y llegaban a sentirse fuera de control en una lucha sin sentido. (
Consuegra, Coronado, Ortíz, Rojas, Torres, 1999).
Las respuestas al estrés traumático han sido etiquetadas de muy diversas formas
a lo largo de los años. Algunos términos diagnósticos utilizados han incluido los
de Neurosis de Guerra, Neurosis Traumática, síndrome Post-Vietnam o Fatiga
de Batalla (Meichenbaum,1994)
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-III)
reconoció, por primera vez el trastorno por estrés postraumático como una
entidad diagnóstica diferenciada en el año 1980. Fue categorizado como un
trastorno de ansiedad por la característica presencia de ansiedad persistente,
hipervigilancia y conductas de evitación fóbica.
En 1994,el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSMIV) fué publicado y en él se recogen, respecto a los criterios diagnósticos del
trastorno, los últimos avances e investigaciones realizadas en el campo.
La sintomatología asociada más común [puede aguparse] en tres grandes
bloques:
A.- RE-EXPERIMENTACIÓN DEL EVENTO TRAUMÁTICO
-Flash backs. Sentimientos y sensaciones asociadas por el sujeto a la situación
traumática
101
-Pesadillas. El evento u otras imágenes asociadas al mismo recurren
frecuentemente en sueños.
-Reacciones físicas y emocionales desproporcionadas ante acontecimientos
asociados a la situación traumática
B.-INCREMENTO DE LA ACTIVACIÓN
-Dificultad para conciliar el sueño
-Hipervigilancia
-Problemas de concentración
-Irratibilidad, impulsividad, agresividad
C.- CONDUCTAS DE EVITACIÓN Y BLOQUEO EMOCIONAL
-Intensa evitación, huida, rechazo del sujeto a situaciones, lugares,
pensamientos, sensaciones o conversaciones relacionadas con el evento
traumático.
-Pérdida de interés
-Bloqueo emocional
-Aislamiento social
Los tres grupos de síntomas mencionados son los que en mayor medida se
presentan en la población afectada por el trastorno por estrés postraumático, sin
embargo es común observar en la práctica clínica otros problemas asociados al
mismo.
Entre los TRASTORNOS más comúnmente asociados destacan:
-ATAQUES DE PÁNICO
Los individuos que han experimentado un trauma tienen posibilidades de
experimentar ataques de pánico cuando son expuestos a situaciones relacionadas
102
con el evento traumático. Estos ataques incluyen sensaciones intensas de miedo
y angustia acompañadas de síntomas como taquicardias, sudoración, nauseas,
temblores entre otros.
-DEPRESIÓN
Muchas personas sufren episodios depresivos posteriores al evento, pérdida de
interés, descenso de la autoestima e, incluso en los casos de mayor gravedad,
ideaciones suicidas recurrentes. Estudios recientes muestran, por ejemplo, que
aproximadamente el 50% de las víctimas de violación muestran ideas
recurrentes de suicidio.
-IRA Y AGRESIVIDAD
Se trata de reacciones comunes y, hasta cierto punto lógicas, entre las víctimas
de un trauma. Sin embargo cuando alcanzan límites desproporcionados
interfiere de forma significativa con la posibilidad de éxito terapéutico, así
como en el funcionamiento diario del sujeto.
-ABUSO DE DROGAS
Es frecuente el recurso a drogas como el alcohol para tratar de huir/esconder el
dolor asociado. En ocasiones, esta estrategia de huida aleja al sujeto de recibir la
ayuda adecuada y no hace más que prolongar la situación de sufrimiento.
-CONDUCTAS EXTREMAS DE MIEDO / EVITACIÓN
La huida y la evitación de todo aquello relacionado con la situación traumática
es un signo común en la mayoría de los casos. No obstante, en ocasiones este
intenso miedo y evitación se generalizan a otras situaciones, en principio no
directamente asociadas con la situación traumática, lo que interfiere de forma
significativa con el funcionamiento diario del sujeto.
103
Estos y otros síntomas, en la mayoría de los casos, disminuyen de manera
significativa durante el tratamiento, sin embargo en ocasiones, y dada su
gravedad, pueden requerir intervenciones adicionales específicas.
7.3 UN MARCO DEL CESE DEL CONFLICTO PARA MIEMBROS DE GRUPOS
ARMADOS ILEGALES: LEY DE ALTERNATIVIDAD PENAL
7.3.1. Descripción del proyecto. En el marco del posconflicto en Colombia, es importante
hacer referencia al Proyecto de Ley No 085 de 2003124, que representa una alternativa
planteada por el Estado Colombiano en aras de la consecución de la paz duradera en
nuestro país procurando la reincorporación a la vida civil de miembros de grupos armados.
Definitivamente, la propuesta presentada recientemente por el gobierno nacional, tiene total
incidencia en el tema que se propone ya que como se ha advertido, el posconflicto total
depende radicalmente de la forma en que termine el conflicto, ya sea por un acuerdo
negociado o por la imposición armada de una parte a la otra.
Este proyecto le apuesta a la solución negociada del conflicto generando alternativas
legales para la reincorporación de los miembros de los grupos armados a la vida civil, en lo
que no constituye un perdón y olvido generalizado, sino que estableciendo mecanismos de
reparación directa a las víctimas y de reparación general a la sociedad,(mecanismo que se
considera debe complementarse y enlazarse con la idea del paquete integral de asistencia a
las víctimas propuesto en este texto), establece unas herramientas procesales que suponen a
su vez el cumplimiento del procedimiento penal, es decir, supone la existencia de una
sentencia y una condena al victimario intentando mantener el equilibrio de la tensión entre
justicia y perdón.
124
REPÚBLICA DE COLOMBIA. Proyecto de Ley Estatutaria No. 085 de 2003, Senado. Ver Anexo No 4.
104
El proyecto se estructura en tres capítulos: el primero, hace unas definiciones generales de
víctima, reparación y reparación simbólica. El concepto de víctima propiamente tal125
coincide en forma muy generalizada con los elementos propuesto en el capítulo VI de este
documento sobre víctimas, mientras que los conceptos de reparación y reparación simbólica
consideran aspectos tratados en el paquete de asistencia integral a las víctimas, en donde el
sujeto activo del tipo penal tiene principalmente, la obligación de resarcir los daños
causados.
El segundo capítulo menciona las herramientas jurídicas para la reincorporación de los
miembro de grupos armados a la vida civil, mediante la suspensión condicional de la
ejecución de la pena126 previa solicitud del Presidente de la República teniendo en cuenta el
cumplimiento de ciertos requisitos enunciados, entre los que se destacan que la pena
impuesta sea privativa de la libertad, que se trate de persona perteneciente a grupo armado
organizado al margen de la ley que participe activamente en un proceso de paz, beneficio
que se extenderá en las mismas condiciones a personas que abandonen individual y
voluntariamente las armas, que se acojan a sentencia anticipada o hagan confesión de sus
delitos, de acuerdo a lo previsto en el código de procedimiento penal.
125
“Se entiende por víctima toda persona que individual o colectivamente haya sufrido algún daño, o
cualquier otro perjuicio social como consecuencia de acciones u omisiones que constituyan violación de la ley
penal en el marco del conflicto armado.
Igualmente es víctima el familiar o persona a cargo que tenga relación directa con la víctima, así como la
persona que haya sufrido daño al intervenir para asistir a la víctima en peligro o para prevenir el hecho
causante del daño.
La condición de víctima se tiene con independencia de que se identifique, aprehenda, procese o condene al
autor de la conducta y sin consideración de la relación familiar entre éste y la víctima.” Esta definición se
encuentra en el artículo 1° del Proyecto de Ley Estatutaria 085 de 2003, Senado.
126
Sobre el particular, dice la exposición de motivos del Proyecto de ley: “Para acceder a los beneficios
establecidos en la presente ley, se establece como presupuesto necesario una sentencia condenatoria proferida
en un proceso penal con plenitud de garantías, bien por agotamiento de la acción o a través del mecanismo de
la sentencia anticipada. De esta manera se garantiza el derecho de las víctimas a la verdad, puesto que allí se
establecen las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrieron los hechos, así como el derecho a la
justicia en la medida en que se determina la responsabilidad individual de los victimarios. Se establecen
además como mecanismos alternativos a la ejecución de la pena, los actos orientados a reparar a las víctimas
como una forma de restablecimiento del tejido social quebrantado, a afrontar la verdad y a propiciar la
reconciliación”. Disponible también en versión HTML en: http://www.viaalterna.com.co
/index2.htm?http://www.viaalterna.com.co/principal.htm
105
El cumplimiento de estos requisitos estará sujeto al control de una comisión de verificación,
que tendrá como funciones, garantizar el derecho de las víctimas a la verdad y preservar del
olvido la memoria colectiva, manteniendo una organización sistemática de los archivos
correspondientes a los beneficiarios de las medidas adoptadas conforme a la ley. La idea es
asegurarse que quienes se acojan a los lineamientos de la ley cumplan a cabalidad con su
compromiso real de paz ante la sociedad colombiana.
A continuación, establece en el numeral tercero del capítulo segundo, los mecanismos de
reparación de las víctimas, superación del conflicto armado o consecución de la paz,
mecanismos fundamentales dentro de la etapa posconflicto, los cuales, deberán responder a
las necesidades de las víctimas y fomentar la construcción de paz en Colombia. Para ello se
propone como mecanismos de reparación:
a) La reparación a las víctimas, de conformidad con los mecanismos establecidos en la ley;
b) La realización de trabajo social a favor de la recuperación de las víctimas;
c) La colaboración activa y efectiva con instituciones que se dediquen al trabajo social por
la recuperación de las víctimas;
d) El aporte de bienes a instituciones que se dediquen al trabajo social por la recuperación
de las víctimas;
e) La entrega de bienes al Estado para la reparación de las víctimas. Para ellos se dispone
crear el Fondo de Reparación.
f) La manifestación pública de arrepentimiento;
h) La colaboración eficaz al esclarecimiento de los hechos ocurridos con ocasión del
conflicto;
106
i) El aporte de información que contribuya eficazmente a la desarticulación de grupos
organizados al margen de la ley.
Sobre este punto, se reitera la necesidad de centralizar políticas y recursos para el
tratamiento de víctimas que no pueden ser aislados para casos específicos sino que debe
obedecer a una voluntad real del Estado y a un compromiso del sector privado en la
atención de las víctimas del conflicto127
Finalmente, el capítulo tercero se refiere a las penas alternativas. Sobre este punto, el
Ministro Fernando Londoño Hoyos, en la exposición de motivos del proyecto de ley
manifiesta:
Ante la evidencia de que la pena privativa de la libertad, como única respuesta al
delito, ha fracasado en muchas ocasiones en su cometido de lograr la resocialización
de los delincuentes, el derecho penal contemporáneo ha avanzado en el tema de las
sanciones alternativas.
La dimensión restaurativa y recreadora nunca utiliza la palabra castigo sino que se
expresa en términos de “sanción” como que esta apunta a una construcción social, a
una creación desde el conflicto mismo, no a la venganza, sino al restablecimiento de
la convivencia desde la cosa dañada128.
En ese orden de ideas se plantea como penas alternativas las siguientes:
a) La inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas;
b) La inhabilitación para el acceso a cargos de elección popular;
c) La prohibición del derecho a la tenencia y/o porte de armas;
127
128
Al respecto ver el Capítulo 6, Las Victimas en el posconflicto.
Ver el capítulo 6.
107
d) La privación del derecho a residir en determinados lugares o de acudir a ellos;
e) La expulsión del territorio nacional para los extranjeros;
f) La prohibición de aproximarse a las víctimas o comunicarse con ellas;
g) La restricción geográfica de la libertad.
7.3. 2. Sobre el debate en torno al proyecto de ley. Respondiendo al debate no sólo
nacional, sino internacional que se ha generado alrededor de la viabilidad y conveniencia de
una ley que a través de libertades condicionales y penas alternativas permita detener la
agudización del conflicto armado en el país, el presidente de la República de Colombia,
Álvaro Uribe Vélez, ha manifestado que ésta ley no representa ninguna forma de amnistía o
indulto, como ha sido calificada por algunos sectores de la comunidad nacional e
internacional, toda vez que los procesos judiciales que se adelantan en contra de los
miembros de grupos armados con ocasión del sus acciones en el conflicto armado, seguirán
su marcha. En este sentido, el presidente ha enfatizado en la dificultad legal que representa
actualmente para el ordenamiento jurídico
penal y constitucional
colombiano la
desmovilización y reincorporación al sistema legal de los militantes de organizaciones al
margen de la ley.
Dentro de las organizaciones que
se entiende, según pronunciamientos oficiales del
gobierno, como destinatarias de los eventuales beneficios que podrán otorgarse, se incluyen
las FARC, el ELN y las Autodefensas Unidas de Colombia, actores armados responsables
en buena medida de la degradación y profundización del conflicto, por lo que se ha llamado
la atención en la responsabilidad del Estado en la propuesta y elaboración de herramientas
jurídicas que le permitan al país generar las condiciones de inclusión y convivencia en
periodos posteriores al enfrentamiento armado o lo que en este texto se ha denominado
como posconflicto.
108
No obstante, el reconocimiento y el apoyo de organismos internacionales al Estado
Colombiano en la propuesta de alternativas de paz y su consolidación, como lo ha
manifestado Naciones Unidas, a través de su representante en Colombia Michael Frühling,
director de la oficina en Colombia del Alto Comisionado de Naciones Unidas en su
intervención ante el Senado de la República el 23 de agosto de 2003, el proyecto de ley aun
no ha agotado su debate y debido a su trascendencia e implicaciones para la construcción
de la historia nacional se han hecho algunas recomendaciones, que se espera tengan eco en
el trámite del proyecto en el congreso129.
Entre éstas recomendaciones se cuenta la necesidad de un reconocimiento claro de la
obligación del Estado en materia de reparación, cuando ésta no es satisfecha por el
responsable directo de los crímenes; la definición de mecanismos de reparación que
permitan retribuir adecuadamente a las víctimas, la necesidad de condicionar la prórroga
del beneficio a nociones menos subjetivas que la contenida en el proyecto, según el cual le
correspondería al juez valorar situaciones que no le competen a su riguroso ámbito penal,
como por ejemplo la contribución efectiva del potencial beneficiario en la construcción de
la paz.
Apreciaciones como la consecuente debilidad del Estado, debido a que disposiciones del
articulado del proyecto promueven la delincuencia fomentando nuevos actos de violencia,
es una de las críticas presentadas en el Informe de Human Rights Watch130 con la que
coinciden opiniones como la del senador Rafael Pardo, reconocido uribista del Congreso,
abiertamente en contra del proyecto, quien muestra la desproporcionalidad entre el daño
causado y la pena generada por la ley, en casos concretos:
“mientras tanquear el carro
con gasolina de contrabando tendrá cuatro años de cárcel, un acto terrorista –no tendríani un día.”131
129
Cfr.
FRÜHLING,
Michael.
También
disponible
en
versión
HTML
en:
http://www.hchr.org.co/publico/pronunciamientos/ponencias/ponencias.php3?cod=29&cat=24
130
INFORME DE HUMAN RIGHTS WATCH. También disponible en versión HTML en:
http://www.hrw.org/spanish/press/2003/colombia_chequera.html
131
EL TIEMPO. Domingo 5 de octubre de 2003. Pág. 1-27.
109
Al considerar la defensa que los promotores del proyecto han planteado frente a las duras
críticas que se han hecho al articulado, se evidencia la tensión que existe entre conceptos
tan determinantes como ambiguos dentro del ordenamiento jurídico penal, como el derecho
de las víctimas a la verdad la justicia y la reparación. Al respecto, el Alto Comisionado de
Paz Luis Carlos Restrepo ha llamado la atención en la opinión pública sobre la necesidad
de reconocer alternativas a la pena de prisión que permitan la construcción de nuevos
caminos de paz, lo cual no implica la debilidad del sistema judicial, ni la promoción de la
impunidad, sino por el contrario el compromiso de la sociedad y el Estado en el diseño de
propuestas y alternativas de convivencia.
En todo caso es importante reconocer la trascendencia política que tiene para Colombia la
propuesta y la controversia que ha suscitado el mencionado proyecto de alternatividad
penal, al promover iniciativas que desarrollan herramientas jurídicas que tienen en cuenta
realidades sociales de coyuntura, y que se elaboran a partir de consideraciones
interdisciplinarias sobre el conflicto como la necesidad de reconocer la situación de la
víctima en la construcción de nuevos esquemas sociales de reconciliación.
En este sentido la discusión sólo ha empezado, pero se debe hacer énfasis en el alcance que
puede llegar a tener este proyecto como un primer paso en el reconocimiento de la
necesidad de iniciar y fortalecer propuestas que determinen el marco jurídico del
posconflicto y que permitan a largo plazo reflexionar sobre temas tan sensibles para la
opinión pública como la incuestionable necesidad de la pena privativa de la libertad y su
responsabilidad en el circuito de trasgresión de normas.
Dentro de los aspectos desarrollados por el texto del proyecto de ley, los mecanismos de
reparación a las víctimas como la creación de un Fondo de Reparación, se presentan como
una posibilidad concreta para la materialización de las propuestas esbozadas en el paquete
de atención a las víctimas, elaborado y expuesto en este trabajo considerando los objetivos
que deben guiar
los procesos de rehabilitación y reconstrucción en periodos de
posconflicto, que no se limita ni se agota con la asistencia económica, que es necesaria
110
pero que se debe articular con acciones que tengan en cuenta las carencias y necesidades no
materiales de las víctimas.
A partir de esta ley, en términos del presidente de la República132, aun se debe pensar
cuáles serán las condiciones para que opere el beneficio de la suspensión condicional de la
ejecución de la pena; cómo se observaría el cumplimiento de esas condiciones por parte de
la persona que ha sido beneficiada, trabajo que le correspondería llevar a cabo a la
Comisión de Verificación creada para tales efectos; cuáles serían las penas alternativas,
cómo ayudar a aclimatar la paz y cómo promover esta iniciativa entre los insurgentes.
132
También disponible en versión HTML en: http://www.vialaterna.com.co/ noticias/principal.htm
111
CONCLUSIONES
El posconflicto no es una utopía, es una realidad que plantea problemas que deben ser
abarcados íntegramente por la academia, por el Estado y en general por toda la sociedad.
Esta propuesta es un marco general para sentar las bases de trabajo en el futuro. El tema
propuesto, es un primer acercamiento académico que demanda un análisis más detallado de
sus variables.
No puede entenderse el posconflicto, simplemente, como el mero periodo de tiempo que
procede a la terminación del conflicto armado, de hecho, del análisis propuesto, se concluye
que posconflicto es: el periodo de tiempo posterior a la terminación del conflicto armado en
sentido parcial y en sentido total, determinado por las circunstancias mismas del conflicto,
el origen, cultura e idiosincrasia de los sujetos intervinientes y en el cual se trazarán las
metas de reconstrucción y rehabilitación, que se ejecutarán en planes estratégicos de
emergencia a corto plazo y desarrollo a largo plazo, con el fin de detener la proliferación
de conflictos y de atender en forma adecuada e integral a las víctimas generadas por la
confrontación.
Acá se ve claramente, que existen un sin número de variantes que condicionan el
posconflicto. Por eso se plantean siete coordenadas, las cuales delimitan los aspectos más
importantes que permiten detener la proliferación infinita de conflictos hacia futuro, esas
coordenadas y en general el posconflicto armado, encuentra en los conceptos de
rehabilitación y reconstrucción, elementos determinantes. El primer concepto engloba el
marco general de recomposición de los tejidos sociales y abarca una acción en los
individuos. Hace referencia al aspecto humano del conflicto. La reconstrucción por su parte
denota las acciones sobre la infraestructura física, el levantamiento del agro o las labores de
eliminación de minas. Estos planteamientos deben verse reflejados en la consecución de
112
alternativas que permitan llevar a cabo planes estratégicos a corto y largo plazo con
especial atención a las víctimas, diferenciando dos tipos de posconflicto: el posconflicto
parcial y el posconflicto total, el primero es el que se presenta para militantes de cuerpos
armados que son dados de baja o dejan de participar por cualquier circunstancia en la
guerra. El segundo se da cuando se termina el conflicto armado absolutamente, ya sea por
un acuerdo de paz entre las partes o por la victoria militar de una frente a la otra.
La asistencia humanitaria es fundamental dentro del posconflicto, entendida en el marco
del “nuevo humanitarismo” que incorpora los conceptos de Continuum y Contiguum
humanitario, los cuales apuntan a una acción coordinada entre los planes de emergencia a
corto plazo, desarrollo a largo plazo y rehabilitación. En este sentido el posconflicto se
presenta como el momento que permite la consolidación de estructuras que propician
abordar los conflictos mediante salidas no violentas. Lo que queda de estos planteamientos,
más allá de su debate internacional, es que es fundamental que las labores de cooperación
sean coordinadas y se presenten como alternativas de los gobiernos para enfrentar
situaciones de conflicto.
Conocer el contexto de la confrontación armada, es fundamental para el planteamiento del
posconflicto, en la medida en que determina la forma en que se llevará a cabo la
cooperación internacional, la asistencia a las víctimas y en general todos los procesos de
reconstrucción y rehabilitación. Para el caso colombiano, el contexto del conflicto se
inscribe, en términos de Alejo Vargas, en la dimensión contradicción, porque ninguna de
las partes reconoce en el otro un contradictor con el cual puedan reconciliar sus intereses, lo
cual constituye una dificultad mayor en el posconflicto porque la confrontación armada se
presenta como la única herramienta posible para hacer valer las ideas.
Teniendo claro cual es el panorama del conflicto de un país, pensando en el posconflicto es
prioritario adelantar una rehabilitación institucional, lo que significa preparar y adecuar las
estructuras del Estado al nuevo reto social. Esto implica una reformulación de aspectos
como la seguridad, la gobernabilidad y la democracia en Estados de Derecho, siempre
113
procurando el respeto de los derechos humanos y la generación de espacios en los que se
oiga a las víctimas del conflicto y se busque la verdad, la justicia y la reparación.
Este aspecto, el de las víctimas en el posconflicto, es el más relevante de todos, pues la
implementación de un programa de ASISTENCIA INTEGRAL A LAS VÍCTIMAS servirá
para detener la bomba social que se avecina en Colombia.
Como primera medida, se debe entender quienes son víctimas, superando viejas
concepciones que la equiparan con el sujeto pasivo
del
delito.
Al
respecto
es
importante considerar los siguientes postulados:
• Víctima no sólo denota a un individuo, sino también hace referencia a un
número
plural de personas.
•
Se es víctima a causa de una lesión o daño objetivo o subjetivo, físico o mental o
cualquier otro de tipo social. Es importante resaltar y entender que el daño no es
exclusivamente patrimonial o físico, sino que también
es moral, subjetivo, o
extrapatrimonial.
•
La lesión o daño puede ser padecida en forma directa e inmediata o en forma
indirecta. También la amenaza de daño debe ser considerada como una conducta
victimizante.
•
Puede llegar a ser víctima el sujeto activo de un delito.
•
El concepto amplio de víctima encuentra en el abuso de poder tanto el de las
autoridades públicas como el que puede presentarse en el sector privado derivado de
jerarquías, dominio económico o político, una fuente importante de victimización.
114
De esta manera, se propone la creación de un paquete integral de asistencia a las víctimas
del conflicto armado que permita además de la reparación material o moral, reivindicar sus
necesidades, organizando una estructura que ponga al servicio de la sociedad, acciones de
rehabilitación y reconstrucción. De la existencia de este paquete depende el éxito del
posconflicto en Colombia.
El paquete pretende centralizar en un solo cuerpo institucional políticas dispersas en cuanto
al tratamiento de las víctimas, y se compone de dos áreas: Una de rehabilitación que a su
vez comprende el tratamiento psicológico de las víctimas, su conexión con el proceso penal
y un aspecto de capacitación a soldados en baja del servicio o reinsertados, soportando el
posconflicto parcial. Por otro lado, el área de reconstrucción que se encargará de aspectos
de infraestructura, desminado, recuperación del agro e indemnización a las víctimas.
La financiación de este proyecto, debe provenir básicamente del sector privado con altos
ingresos, del Estado y de organismos internacionales. El primero, a través de un tributo que
tiene a su vez una calidad especial, la de ser un tributo con características de “prima de
seguro”, pues lo que se ampara es el riesgo de la violencia, cuyos daños, obtendrán la
reparación inmediata del paquete en todos sus aspectos. Por otro lado, Colombia debe
apelar a la voluntad de la comunidad internacional, especialmente de la comunidad Europea
que en reglamentos como el CE 2258/96 de 22 de noviembre de 1996 establecen
mecanismos claros de cooperación internacional y ayuda en rehabilitación y reconstrucción
de países en desarrollo.
De otro lado, Colombia también debe pensar en alternativas respecto de la atención de
soldados excombatientes y, en general, de quienes fueron actores armados, cualquiera que
se trate. Acá se plantean algunos casos directamente conocidos de soldados y se da una
aproximación a las consecuencias psicológicas de la guerra. Lo cierto, es que no es posible
mantener el silencio ante la ausencia de una verdadera política de atención a los soldados
de la patria y de atención al posconflicto parcial, es claro que un descuido de este aspecto,
es una “patología del posconflicto” de altísima gravedad social y merece una atención
115
integral. Se requieren políticas públicas para atender a los miembros de las Fuerza Pública
que cesan en el combate y a las personas vinculadas a grupos armados al margen de la ley
que deciden incorporarse a la institucionalidad del Estado o a la vida civil Nuevamente,
para ello es necesario poner en funcionamiento un paquete como el propuesto, que 1atienda psicológicamente a los excombatientes, 2- les preste una asesoría jurídica 3asistencia médica y 4- los capacite en labores apropiadas para enfrentar la vida civil.
116
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122
123
ANEXO 1:
CARACTERÍSTICAS DE LAS GUERRAS MODERNAS133
1- La gran mayoría de las guerras modernas, son guerras de carácter interno134 y
ocurren dentro de Estados o regiones específicas.
Choques entre Estados, o el tradicional concepto de guerras entre Estados como la
reciente confrontación bélica entre Irak y las fuerzas de la coalición lideradas por
Estados Unidos constituyen una verdadera excepción.
2- Por lo general se llevan a cabo en Estados frágiles o en zonas en las que resulta
complicada la configuración de un Estado. Esta característica apunta más a procesos
de construcción del Estado que no han acabado y que han producido entidades que
no son del todo Estados. Sin embargo, en el caso Colombiano, se ve esa ausencia
del Estado en algunas regiones, producto del recrudecimiento de la guerra durante
largos años, la correlativa toma de posesión de grupos armados irregulares fuertes y
de las desafortunadas políticas gubernamentales.
3- Dice el autor: “En tercer lugar, estas guerras son libradas por actores diversos, como
los Estados frágiles, pero luego hay una diversificación que va cambiando de país a
país, y se pueden encontrar grupos de guerrilla con una ligera ideología política,
grupos paramilitares muchas veces subcontratados y vueltos a subcontratar
inicialmente por actores estatales o por actores económicos”.
4- Los grupos armados mencionados anteriormente encuentran con el paso del tiempo
más y mejores fuentes de financiación por lo general derivadas de actividades
ilícitas.
5- Los objetivos políticos de estas guerras, hoy por hoy, y a diferencia de lo que
ocurría en el pasado, son extremadamente relativos, cuando no inexistentes. La
guerra tiene como prioridad ser una forma de organización social, política y
económica y un medio de integración para muchas personas quedando en un plano
secundario la ideología y el discurso político constituyendo formas de violencia por
la violencia en sí misma, como forma de supervivencia.
133
AGUIRRE Mariano, Guerra y Desarrollo la Reconstrucción posconflicto, El contexto de los
conflictos y la reconstrucción, Ed. UNESCO, Se puede consultar en la página de internet:
http://www.unescoeh.org/unescoeh/paz/reconstruccion_post_conflicto/manual_indice.html Mariano
Aguirre, Director del Centro para la Paz en Madrid
134
“Entre 1989 y 1992 hubo en el mundo 82 guerras, 79 de las cuales ocurrían dentro de las
fronteras del Estado nación”: Tomado de: BERISTAIN, Carlos Martín, Reconstruir el Tejido Social,
ed. Icaria, pg 23.
124
6- Estos conflictos producen la ruptura entre ciudadanos y Estado y suponen la
anulación del concepto mismo de Estado como unidad geográfica, social y política,
y del concepto de ciudadano y persona, como sujeto de derechos y obligaciones.
125
ANEXO 2:
DECLARACIÓN SOBRE JUSTICIA Y ASISTENCIA
PARA LAS VÍCTIMAS135
Artículo I. Propósito y Enfoque.
1.
El propósito de esta declaración es declarar los derechos de las víctimas y establecer
formas y medios para asegurar su protección, tratamiento humano y compensarles por los
daños sufridos.
2.
Las provisiones para la protección de las víctimas y su implementación establecida
en esta declaración será aplicable a todas aquellas personas sin discriminación de raza,
color, sexo, edad, idioma, religión, opiniones políticas, origen nacional o social
propiedades, nacimiento u otras condicionantes.
Artículo II. Definición.
Víctima es la persona que ha sufrido una lesión o daño físico o mental, una pérdida o daño
material, o cualquier otro perjuicio social como resultado de una acción que:
e) Este en violación con las leyes penales nacionales;
f) Es un crimen catalogado bajo la ley internacional; o
g) Constituye una violación a las normas de los Derechos Humanos internacionalmente
reconocidos que protegen la vida, la libertad y la seguridad personal;
h) I. Constituye un abuso de poder ejercido por personas que, en razón de su posición
política, económica o social ya sean oficiales políticos, o agentes o empleados del
Estado o entidades comerciales, estén fuera del alcance de la ley; o
II. Que aunque no este realmente proscrito por las leyes nacionales o internacionales
causa daños físicos, sicológicos o económicos comparables a los causados por los
abusos de poder, constituyendo de esta forma un delito dentro de la ley
internacional o una violación a las normas internacionalmente reconocidas de los
Derechos Humanos y cree serias necesidades en sus víctimas similares a las
causadas por violación de esas normas.
El término víctima incluye a toda persona que ha sufrido una pérdida daño o lesión ya sea
como individuo o como integrante de un grupo o colectividad.
Cuando corresponda, el término persona se referirá a entidades legales organizaciones,
asociaciones, comunidades, el Estado o la sociedad en un todo.
Artículo III. Principios Generales.
1. Los derechos de las víctimas están basados en el derecho a la vida, la libertad y a la
seguridad personal.
2. Los deberes del Estado, se derivan de obligaciones legales, responsabilidad colectiva y
solidaridad social.
135
BERISTAIN, Antonio, Victimología, Nueve Palabras Clave, Ed. Tirant Lo Blanch, Valencia, 2000,
pg: 74- 80.
126
3. Las victimas tendrán derecho a una compensación por parte del delincuente,
4. Las víctimas tendrán derecho a la compensación por parte del Estado.
5. Las víctimas tendrán derecho a asistencia durante su recuperación.
6. Las víctimas tendrán derecho a un tratamiento equitativo ante la ley.
7. Las víctimas tendrán el derecho de acceso a la justicia.
8. Las víctimas y sus familiares tendrán derecho a conocer los hechos que conforman las
circunstancias del delito del cuál han sido víctimas.
9. Las víctimas debrán recibir el reconocimiento y apoyo de la comunidad nacional e
internacional.
10. Las víctimas tendrán derecho a la protección y a las medidas preventivas establecidas
por el Estado.
11. Las víctimas tendrán derecho a los servicios sociales básicos y se les deberá
proporcionar soluciones judiciales o administrativas aunque no sean residentes o
ciudadanos del país.
12. Los derechos de las víctimas y las obligaciones del Estado no deberán necesariamente
basarse en las conclusiones de responsabilidad criminal, o la culpa del atacante, o en la
identificación y aprehensión de el supuesto culpable.
13. Los derechos se harán extensivos a los familiares inmediatos de la víctima y a aquellas
personas que por su intimidad con la víctima hayan sido afectados también por el atentado.
14. Todas las personas que hayan sufrido pérdida, daño o lesión al intervenir en ayuda a las
víctimas, o al intentar prevenir el atentado, así como también a las que cooperen con el
estado para llevar a cabo las funciones pertinentes para el cumplimiento de la ley, gozarán
de estos últimos derechos.
15. Requiere acción y cooperación internacional para aliviar el sufrimiento de las víctimas.
Artículo IV Reparación.
1. Los delincuentes serán responsables de resarcir a las víctimas o, cuando así sea
necesario, a sus descendientes por las pérdidas, daños o lesiones sufridos. Esta será una de
las principales metas del proceso de justicia.
2. Las víctimas tendrán derecho a tener una compensación por las siguientes pérdidas
daños o lesiones:
a. Perdida de la vida;
b. Impedimento en la salud;
c. Dolor y sufrimiento, ambos físicos y mentales,
d. Pérdida de la libertad;
e. Pérdida de ingresos, incapacidad laboral o de subsistencia;
f. Pérdida o daño a la propiedad o la imposibilidad del uso de la misma;
g. Daños especiales, i.e. Los gastos incurridos por las víctimas como resultado
del delito sufrido, como , por ejemplo gastos médicos legales de transporte,
funerarios y de entierro.
h. Otros daños no materiales tales como pérdida de la reputación.
3. Al terminar el monto de la compensación, especialmente en caso criminales, se deberá
tener presente el medio de vida del delincuente y los intereses de la justicia.
127
4. La propiedad confiscada a la víctima, el abuso de poder, crimen que sea condenado por
el derecho internacional o la violación de los derechos humanos que fuera adquirida por
una tercera parte, o la propiedad que la victima ha sido obligada a abandonar o traspasar
como resultado de una mala conducta, deberá ser devuelta a la víctima a pesar de que el
comprador haya sido de buena fe, deberán ser compensados a su vez por la parte
responsable del daño o por perdida infringido a la víctima.
5. Las victimas que han sido sometidas a abuso de poder por parte de los agentes o
empleados del estado, durante el conocimiento de sus funciones haciendo un uso exagerado
de su autoridad, delito sancionado por el derecho internacional, por la violación de los
derechos humanos, tendrán derecho a total compensación por parte del estado.
6. A menos que sea comprobado de otra forma se deberá considerar que los empleados o
agentes del gobierno aún cuando hayan cometido los abusos referidos dentro del contexto
de sus funciones y dentro del margen de su autoridad.
7. Cuando los abusos mencionados en el párrafo fueron cometidos en circunstancias en las
que es posible asumir que fueron ejecutados por los empleados o agentes del estado aún
cuando haya insuficiente evidencia para identificar al empleado o agente en particular,
cuando la pena deberá ser impuesta al Estado a fin de probar que los abusos no fueron
cometidos por tales empleados o agentes quienes actuaron dentro del contexto de sus
funciones y de su exagerada autoridad.
8. Las Víctimas de abusos a que se refiere el párrafo 5 deberán tener, además del derecho
de compensación por parte del Estado, el derecho al resarcimiento por parte de las personas
quienes realmente cometieron los abusos Ellos podrán, si así lo desean, exigir
compensación del Estado o de tales personas en acciones separadas o en una acción en
conjunto con el Estado. En todos los casos, las víctimas sólo recibirán la reparación
necesaria para compensarles los gastos y daños sufridos en un todo de acuerdo con las
provisiones establecidas en esta declaración.
9. En los casos de daños graves al medio humano, los responsables por los mismos
deberán hacerse cargo de la reparación, incluyendo, entre otras cosas: la rehabilitación del
medio humano, reconstrucción de infra – estructura, reemplazo de propiedades
comunitarias, facilidades y entrenamientos y daños a la propiedad personal. Además,
cuando la conducta resulta en la re – ubicación de una determinada comunidad, dicha
compensación deberá incluir el pago por los daños ocasionados a las personas y su retorno
a reubicación.
Artículo V Compensación.
1.
Cuando los programas generales de seguro social, no son suficientemente amplios,
el Estado deberá establecer programas de compensación para asistir a las víctimas que, a
causa de la falta de suficientes medios económicos del delincuente se vean imposibilitados
de recibir una reparación por parte de ellos.
2.
El Estado deberá pagar las compensaciones por lesiones físicas o mentales, perdida
de ingresos, gastos incurridos en rehabilitación y funerarios, así como por las pérdidas,
daños o lesiones estipulados en el artículo IV.2 más arriba mencionados.
3.
El Estado, deberá abonar esa compensación inmediatamente y la cantidad a ser
pagada deberá ser comparable a la que por asistencia social reciben aquellos que sufren
128
calamidades similares. Cuando así sea necesario, el Estado abonará por adelantado dicha
compensación, aún antes de la conclusión de los procedimientos criminales.
4.
Los fondos internacionales tales como los del Fondo Voluntario de Naciones
Unidas para las Víctimas de Torturas, deberán reforzarse y aumentarse a fin de proveer de
la debida compensación a las víctimas o sus descendientes.
5.
Algunos estados ya han asumido su responsabilidad en los casos de delitos
colectivos que causan víctimas, y han, consecuentemente, establecido programas de
compensación. Otros Estados actúan de acuerdo con su propia experiencia.
Artículo VI Servicios.
1Las víctimas deberán disponer de la asistencia material, psicológica y social,
necesaria, incluyendo ayuda médica y psiquiatrita, ayuda financiera y servicios legales. Se
deberán crear locales especiales para atender a las víctimas de la violencia familiar y de
ataques sexuales. Se deberá también realizar un mayor esfuerzo para fomentar el interés de
las organizaciones comunitarias.
2Se deberán formular ciertas directrices a fin de identificar y responder a las
necesidades de las víctimas. Se brindará especial atención a las necesidades de las personas
que son más vulnerables en razón de su edad, sexo, incapacidad física, raza, religión u
origen.
3Se deberá brindar un entrenamiento especial a la policía, personal médico y
de hospitales, jueces y miembros de los tribunales, trabajadores sociales y todo el que este
en contacto con las víctimas, a fin de incrementar el reconocimiento de las necesidades
experimentadas por ellas.
4La policía y el personal de emergencia deberán informar a la víctima
inmediatamente y en forma completa de los servicios a los que tiene derecho, tales como:
servicios médicos, compensación, servicios legales, de apoyo a las víctimas y servicios de
emergencia para desordenes emocionales.
Artículo VII Acceso a la Justicia y su tratamiento equitativo.
1- Cuando así corresponda, se deberán establecer instituciones civiles, criminales y
administrativas las que determinarán las responsabilidades legales, de reparación y
compensación. Se deberá facilitar la reparación por parte del delincuente, durante los
procedimientos criminales, sin perjuicio de que la víctima utilice su derecho a utilizar otros
procedimientos informales, administrativos o civiles a fin de obtener un resarcimiento.
a. Se deberá establecer procedimientos simples y flexibles, así como mandatos del tribunal
para… Cuando ellos sea posible, se deberán simplificar y hacerse más comprensibles al
público en general los procedimientos y la legislación pertinente a las víctimas.
b. Las víctimas tendrán el derecho de acceso inmediato a las instituciones mencionadas en
el artículo VII, párrafo 1, mencionado anteriormente.
4-Junto a las decisiones tomadas por los institutos pertinentes deberán ser planteadas y
ejecutadas en forma equitativa.
5-El Estado deberá facilitar la solución de los conflictos en forma amigable y fuera del
tribunal.
129
6-Las víctimas deberán ser informadas de su derecho a exigir compensación por lesiones
sufridas, incluso utilizando los servicios de la comunidad, siempre y cuando se tenga
acceso a los mismos.
7- Cuando corresponda, se deberá permitir a las víctimas iniciar y proseguir con los
procedimientos criminales o apelar a una autoridad judicial.
8- Se deberá asegurar la activa participación de las víctimas en todas las etapas críticas de
los procedimientos judiciales, tales como:
a) permitir a las víctimas hacer acto de presencia y declarar, ya sea personalmente o
por intermedio de un representante designado por ella;
b) Evitar impedimentos innecesarios en la programación de las audiencias;
c) Explicar a las víctimas el propósito y significado de los procedimientos;
d) Evitar demoras innecesarias en la consideración de los casos;
e) Proveer una compensación equitativa por perdidas económicas sufridas por las
víctimas durante su concurrencia a los jucios.
9-Se deberá el derecho de las víctimas a su privacidad. Se deberá hacer hincapié que la
policía, los acusadores y las autoridades judiciales no deberán hacer público el nombre y la
dirección de la víctima sin su expreso consentimiento, a menos que sea en interés de la
justicia
10- Se deberán establecer normas destinadas a proveer de un tratamiento equitativo y una
debida protección a los testigos incluyendo:
a) Medidas para salvaguardar a los testigos de intimidaciones y posibles atentados;
b) Una rápida recolección de los testimonios y su debida documentación, y
c) tomar testimonio de evidencias en procedimientos no abiertos al público.
11- Ninguno de los derechos más arriba mencionados, deberá considerarse como una
medida para lesionar los derechos del supuesto delincuente.
12- Los familiares de las personas bajo cualquier forma de detención o encarcelamiento,
tendrán derecho, en todo momento de saber donde se encuentra esa persona.
Artículo VII Cooperación Internacional en la lucha contra los delitos según el derecho
internacional.
1- Los abusos de poder catalogados como delitos por el derecho internacional, tales como:
delitos contra la paz, delitos de guerra, delitos contra la humanidad, genocidio, apartheid
como esclavitud, tortura, ejecuciones extralegales, desapariciones forzadas o involuntarias
y otras graves violaciones a los derechos humanos cometidos contra el derecho a la vida, la
libertad, y la seguridad de las personas serán motivo de investigación. Serán objeto de
persecución judicial, donde quiera que se encuentre, las personas a las cuales se les pruebe
con la debida evidencia que han cometido tales delitos, a menos que sean objeto de
extradición a otro Estado que desee ejecutar su jurisdicción con respecto a esos delitos. Las
personas acusadas de tales delitos, no podrán utilizar la excusa de < obedecer a ordenes
superiores >
2- Se deberán realizar todos los esfuerzos posibles para promover la colaboración entre los
Estados, a fin de proceder a la detención y ajusticiamiento de los supuestos ejecutores de
estos delitos según el derecho internacional. Se deberá fomentar el establecimiento de
130
asistencia mutua en el orden judicial y administrativo, incluyendo extradición, a fin de
juzgar a estos delincuentes y confiscar sus bienes, los que deberán ser puestos a disposición
del Estado, para que se provea de una reparación a las víctimas.
Artículo IX Medidas para prevenir la perpetración de actos que produzcan víctimas.
1- El Estado deberá tomar las medidas apropiadas para proteger a todos sus ciudadanos
contra la posible perpetración de actos que produzcan víctimas, incluyendo:
a) La adopción de medidas sociales, políticas, económicas y penales para promover la
justicia social y reducir la perpetración de actos que produzcan víctimas;
b) Fomentar la responsabilidad social, a través de acciones individuales y colectivas
dirigidas hacia la reducción de oportunidades para la perpetración de actos que produzcan
víctimas;
c) Promocionar las medidas destinadas a fomentar a terceras partes a asistir a los individuos
que han sido objeto de atentados o a quienes están en peligro de sufrir dichos atentados;
d) informar al público, a través de la policía y de agencias comunitarias, de los riesgos de
perpetración de delitos en determinadas zonas y circunstancias y sobre las medidas de
prevención del delito aplicables;
e) Condenar, cuando corresponda, los actos que constituyen una violación, de las normas de
derechos humanos internacionalmente reconocidos, que protegen la vida, la libertad y la
seguridad personal, o que constituyen un abuso del poder, y desarrollar medios efectivos
para su cumplimiento;
f) Ratificación de los tratados internacionales de derechos humanos y su aplicación, junto
con otras importantes normas y medidas internacionales en la práctica de la legislación
nacional y del estado.
g) Brindar a todo el personal militar y al encargado de hacer cumplir la ley, de una
instrucción especial para hacerles respetar los derechos humanos y la libertad, tal cual esta
estipulado en las normas y medidas internacionales;
h) Brindar educación a todos los empleados públicos, elegidos o nombrados, así como al
personal de empresas económicas, de los fundamentos de contabilidad basados en las
normas reconocidas internacionalmente;
i) dictar clases en todas las escuelas y universidades sobre los derechos humanos y los
abusos de poder público y económico;
j) mantener un escrutinio permanente del uso del poder público y económico a través de la
publicidad, sus sistemas de quejas, investigaciones y sanciones;
k) establecimiento de medidas restrictivas sobre el uso del poder económico a fin de
disminuir los abusos, incluyendo la exigencia de declaraciones, organización de grupos
especializados y multi – disciplinarios, para ayudar en el proceso de investigación y
acusación, y la promoción de leyes uniformes a fin de impedir el abuso de lacunae por
parte de los comercios y las diferencias entre legislaciones nacionales;
l) Revisión periódica y extensa de la legislación a fin de reducir la perpetración de delitos
contra las personas, simplificar las leyes y procedimientos y hacerlos responder a estos
nuevos cambios;
m) Prohibición de lugares secretos de detención;
n) Inspección independiente e imparcial de todos los lugares de detención;
o) Prohibición de mantener a una persona incomunicada, ya que de ser esta detención por
un lapso razonablemente prolongado, puede constituir una forma de tortura”.
131
Artículo X. Implementación.
1. Además de la implementación de los artículos más arriba mencionados, se deberán tomar
medidas apropiadas a nivel nacional, incluyendo:
a) Fomentar el desarrollo y la distribución de estadísticas informativas y todo tipo de
información científica sobre las condiciones de las víctimas y la manera de reducir la
perpetración de delitos contra las personas, sobre las necesidades y esperanzas que
promuevan el desarrollo de medidas criminales y sociales;
b) Tomar medidas a fin de impedir que los delincuentes puedan transferir el costo de las
sanciones al Estado, consumidores o público en general;
c) Publicación de las violaciones, a fin de exponer tales actos al escrutinio público e
incrementar así el interés del público;
d) Investigar el destino de personas perdidas o desaparecidas a fin de informar a sus
familiares.
2. Se deberán tomar medidas apropiadas, a nivel internacional, para la implementación de
ésta declaración, incluyendo:
a) La promoción a través de las Naciones Unidas, de los sistemas para llevar a cabo la
recolección e intercambio de investigaciones científicas y estadísticas sobre las víctimas,
promoviendo de esta forma el desarrollo de medidas criminales y sociales;
b) Fomentar el mayor uso posible por parte de organizaciones intergubernamentales de la
información y posibilidades de las organizaciones no-gubernamentales en la prevención de
las perpetraciones de delitos y proveer asistencia a las víctimas;
c) Promover en el caso de actuaciones consideradas como delitos según el Derecho
Internacional, o una violación de los Derechos Humanos internacionalmente reconocidos
para la protección de la vida, la libertad, y la seguridad personal, haciendo un mayor uso
de:
I. Una investigación de los hechos llevada a cabo por grupos imparciales internacionales
encargados de informar públicamente sobre sus conclusiones.
II. Mediación directa por parte de grupos imparciales internacionales, con las autoridades
de los Estados donde se supone que estos casos están ocurriendo.
III. Sistemas para examinar las quejas individuales, donde estos casos están ocurriendo;
IV. Desarrollar, tanto a nivel internacional como regional, las acusaciones formuladas
estableciendo que efectivamente el delito ha ocurrido;
d) Continuar el estudio de nuevos tratados bilaterales y multilaterales sobre la perpetración
de delitos.
132
ANEXO 3:
REGLAMENTO CE 2258 DE 1996136
Reglamento (CE) nº 2258/96 del Consejo de 22 de noviembre de 1996 sobre
acciones de rehabilitación y reconstrucción en favor de los países en desarrollo
Diario Oficial N° L 306 de 28/11/1996 p. 0001 - 0004
EL CONSEJO DE LA UNIÓN EUROPEA, Visto el Tratado constitutivo de la Comunidad
Europea y, en particular, su artículo 130 W, Vista la propuesta de la Comisión (1),De
conformidad con el procedimiento establecido en el artículo 189 C del Tratado
(2),Considerando que la Comisión, en su Comunicación al Parlamento Europeo y al
Consejo, de 12 de mayo de 1993, sobre un «programa especial de apoyo a la rehabilitación
en los países en desarrollo», destacó el carácter específico y la importancia de las
necesidades de ayuda a la rehabilitación y a la reconstrucción en los países en desarrollo
que han sufrido graves destrucciones como consecuencia de períodos de guerra, de
problemas civiles o de desastres naturales; Considerando que las conclusiones del Consejo
(Desarrollo) de 2 de diciembre de 1993 sobre la ayuda a la rehabilitación definían los
principales objetivos, condiciones y criterios de tal ayuda y subrayaban la necesidad de que
la misma se conciba y aplique mediante una estrecha coordinación entre la Comisión y los
Estados miembros; Considerando que la Comisión debe velar por que los esfuerzos
realizados en los campos de la ayuda humanitaria, la rehabilitación y el desarrollo se
caractericen por su coherencia y continuidad; Considerando que el Parlamento Europeo, en
su Resolución de 16 de noviembre de 1993 (3), subrayó la gran envergadura de las
necesidades de ayuda a la rehabilitación de los países en desarrollo y estimó conveniente la
creación de un marco financiero específico dotado de importantes recursos financieros en el
presupuesto general de las Comunidades Europeas para hacer frente a tales necesidades;
Considerando que el Parlamento Europeo subrayó la necesidad de incluir las acciones de
rehabilitación en un programa de desarrollo a medio o largo plazo; Considerando que el
Parlamento señaló, además, que había que conceder la máxima prioridad a la cuestión de la
rapidez de la ayuda y de su eficacia; Considerando que la autoridad presupuestaria ha
consignado en el presupuesto líneas destinadas a la financiación de programas de
rehabilitación en África Austral (B7-3210) y de acciones de rehabilitación y reconstrucción
en favor de los países en vías de desarrollo (B7/6410); Considerando que procede fijar sus
modalidades de gestión,
136
Se puede consultar en la página de internet: http: //europa.eu.int /smartapi/cgi /sga_doc?
smartapi!celexplus!prod!DocNumber&lg=es&type_doc=Regulation&an_doc=1996&nu_doc=2258
133
HA ADOPTADO EL PRESENTE REGLAMENTO:
Artículo 1: 1. La Comunidad llevará a cabo acciones de rehabilitación y reconstrucción en
favor de los países en desarrollo mencionados en el apartado 2, con prioridad en los menos
avanzados, que han sufrido graves destrucciones como consecuencia de períodos de guerra,
problemas civiles o desastres naturales. Estas acciones, de una duración limitada y que
deberían iniciarse lo más rápidamente posible sin menoscabar la calidad de la evaluación,
tendrán como objetivo contribuir al restablecimiento del funcionamiento de la economía y
de las capacidades institucionales necesarias para restaurar la estabilidad social y política de
los países en cuestión y satisfacer las necesidades del conjunto de las poblaciones afectadas.
Deberán tomar progresivamente el relevo de la acción humanitaria y preparar la
reanudación de la ayuda al desarrollo a medio y largo plazo. Deberán permitir, en
particular, el retorno de los refugiados, de las personas desplazadas, de los militares
desmovilizados, así como la reinserción de toda la población en la vida civil normal, en sus
países y regiones de origen.2. Los países beneficiarios del presente Reglamento serán los
países de África, del Caribe y del Pacífico, los países del mediterráneo, los países de
América Latina y de Asia, así como los países en desarrollo del Cáucaso y de Asia Central.
Artículo 2: 1. En dichas acciones se tendrá en cuenta, en la medida de lo posible, la
existencia de un nivel mínimo de seguridad, así como el compromiso efectivo en un
proceso de transición respetuoso de los valores democráticos y de las libertades
fundamentales.2. Las acciones que se llevarán a cabo de conformidad con lo dispuesto en el
presente Reglamento se refieren prioritariamente a los siguientes ámbitos: restablecimiento
duradero del sistema productivo, rehabilitación material y funcional de las infraestructuras
básicas, incluida la eliminación de minas, la reinserción social, sobre todo de los
refugiados, de las personas desplazadas y de los militares desmovilizados, y restauración de
las capacidades institucionales necesarias para la fase de rehabilitación, especialmente a
nivel local.
Artículo 3: Las entidades asociadas de la cooperación que podrán obtener una ayuda
financiera de conformidad con lo dispuesto en el presente Reglamento serán las
organizaciones regionales e internacionales, las organizaciones no gubernamentales, las
administraciones y organismos públicos nacionales, provinciales y locales y las
organizaciones de base comunitaria, las instituciones y operadores públicos o privados.
Artículo 4: 1. Los medios que podrán utilizarse para llevar a cabo las acciones
mencionadas en el artículo 1 incluirán, en particular, estudios, asistencia técnica, formación
u otros servicios, suministros y obras, así como auditorias y misiones de evaluación o de
control.2. La financiación comunitaria podrá cubrir tanto los gastos de inversión, salvo la
adquisición de bienes inmuebles, como los gastos corrientes (que incluirán los gastos de
administración, de mantenimiento y de funcionamiento), teniendo en cuenta que el
proyecto deberá tener por objetivo que el beneficiario vuelva a hacerse cargo de los costes
corrientes.3. Se intentará obtener una contribución financiera de las entidades asociadas que
134
se definen en el artículo 3 para cada acción de cooperación. Dicha contribución se
modulará según las posibilidades de las entidades asociadas de que se trate y en función del
carácter de cada acción. En casos específicos y cuando la entidad asociada sea una ONG o
bien una organización de base comunitaria, la contribución podrá aportarse en especie.4. Se
podrán buscar posibilidades de cofinanciación con otros proveedores de fondos,
especialmente con los Estados miembros.5. Se tomarán las medidas necesarias para reflejar
el carácter comunitario de las ayudas facilitadas con arreglo al presente Reglamento.6. Para
lograr la coherencia y complementariedad contempladas en el Tratado y garantizar una
eficacia óptima del conjunto de dichas acciones, la Comisión podrá tomar las medidas de
coordinación necesarias y, en particular: a) la creación de un sistema de intercambio y
análisis sistemático de información sobre las acciones financiadas o cuya financiación esté
prevista por la Comunidad y los Estados miembros; b) la coordinación en el lugar de
realización de las acciones, mediante reuniones regulares e intercambios de información
entre los representantes de la Comisión y de los Estados miembros en el país beneficiario.7.
La Comisión, en contacto con los Estados miembros, podrá adoptar las iniciativas
necesarias para una adecuada coordinación con los demás proveedores de fondos de que se
trate, en especial con los del sistema de las Naciones Unidas.
Artículo 5: El apoyo financiero con arreglo al presente Reglamento adoptará la forma de
ayudas no reembolsables.
Artículo 6: 1. La Comisión se encargará de la instrucción, decisión y gestión de las
acciones mencionadas en el presente Reglamento de conformidad con los procedimientos
presupuestarios y otros vigentes, y especialmente los previstos en el Reglamento financiero
aplicable al presupuesto general de las Comunidades Europeas.2. La evaluación de los
proyectos y de los programas deberá tener en cuenta los siguientes factores:- eficacia y
viabilidad de las acciones,- aspectos culturales y sociales, los aspectos relativos a la
igualdad entre los sexos, y medioambientales,- desarrollo institucional para alcanzar los
objetivos de la acción,- experiencia obtenida de acciones similares.3. Las decisiones
relativas a las acciones cuya financiación con arreglo al presente Reglamento supere los 2
millones de ecus por acción se aprobarán según el procedimiento previsto en el artículo
7.La Comisión informará sucintamente al Comité contemplado en el artículo 7 sobre las
decisiones de financiación que tenga la intención de adoptar por lo que respecta a los
proyectos y programas de un valor inferior a 2 millones de ecus. Dicha información se
transmitirá a más tardar una semana antes de la adopción de la decisión.4. La Comisión
queda facultada para aprobar, sin dictamen previo del Comité contemplado en el artículo 7,
los compromisos adicionales necesarios para cubrir el rebasamiento de la financiación
previsibles o registrados con cargo a dichas acciones, cuando este rebasamiento o necesidad
adicional sea inferior o igual a 20 % del compromiso inicial fijado por la decisión de
financiación. Cuando el compromiso adicional contemplado en el párrafo primero sea
inferior a 4 millones de ecus, se informará al Comité contemplado en el artículo 7 sobre la
decisión adoptada por la Comisión. Cuando dicho compromiso adicional sea superior a 4
millones de ecus, pero inferior al 20 %, se recurrirá al dictamen del Comité.5. Todos los
convenios o contratos de financiación celebrados con arreglo a lo dispuesto en el presente
Reglamento dispondrán especialmente que la Comisión y el Tribunal de Cuentas puedan
135
proceder a controles in situ de conformidad con las modalidades habituales definidas por la
Comisión según las disposiciones vigentes, en particular las del Reglamento financiero
aplicable al presupuesto general de las Comunidades Europeas.6. En la medida en que las
acciones se plasmen en convenios de financiación entre la Comunidad y los países de
acogida, éstas preverán que los pagos de tasas, derechos y cargas no sean financiados por la
Comunidad.7. La participación en licitaciones y contratos estará abierta en igualdad de
condiciones a todas las personas físicas y jurídicas de los Estados miembros y del Estado
beneficiario. Podrá ampliarse a otros países en desarrollo y, en casos excepcionales
debidamente justificados, a otros terceros países.8. Los suministros serán originarios de los
Estados miembros, del Estado beneficiario o de otros países en desarrollo. En casos
excepcionales, debidamente justificados, los suministros podrán ser originarios de otros
países.
Artículo 7: 1. La Comisión estará asistida por el Comité geográfico competente.2. El
representante de la Comisión presentará al Comité un proyecto de las medidas que deban
tomarse. El Comité emitirá su dictamen sobre dicho proyecto en un plazo que el presidente
podrá determinar en función de la urgencia de la cuestión de que se trate. El dictamen se
emitirá según la mayoría prevista en el apartado 2 del artículo 148 del Tratado para adoptar
aquellas decisiones que el Consejo deba tomar a propuesta de la Comisión. Con motivo de
la votación en el Comité, los votos de los representantes de los Estados miembros se
ponderarán de la manera definida en el artículo anteriormente citado. El presidente no
tomará parte en la votación. La Comisión adoptará las medidas previstas cuando éstas sean
conformes al dictamen del Comité. Cuando las medidas previstas no sean conformes al
dictamen del Comité o en caso de ausencia de dictamen, la Comisión someterá sin demora
al Consejo una propuesta relativa a las medidas que deban tomarse. El Consejo se
pronunciará por mayoría cualificada. Si transcurrido un plazo de un mes a partir del
momento en que la propuesta se haya sometido al Consejo, éste no se hubiere pronunciado,
la Comisión adoptará las medidas propuestas.
Artículo 8: Una vez al año, se procederá a un intercambio de opiniones sobre la base de las
orientaciones generales presentadas por el representante de la Comisión para las acciones
del año siguiente, en una reunión conjunta de los comités contemplados en el apartado 1 del
artículo 7.
Artículo 9: Después de cada ejercicio presupuestario, la Comisión presentará un informe
anual al Parlamento Europeo y al Consejo que comprenderá un resumen de las acciones
financiadas a lo largo del ejercicio y una evaluación de la ejecución del presente
Reglamento durante dicho ejercicio. El resumen recogerá especialmente información sobre
los agentes con los que se hayan celebrado contratos de realización o de otro tipo. El
informe incluirá también un resumen de las evaluaciones externas efectuadas, en su caso,
en relación con acciones específicas. La Comisión informará a los Estados miembros, a
más tardar un mes después de su decisión, sobre las acciones y proyectos aprobados,
indicando sus importes, carácter, país beneficiario y entidades asociadas.
136
Artículo 10: La Comisión procederá periódicamente a evaluaciones de las acciones
financiadas por la Comunidad, a fin de comprobar si se han alcanzado los objetivos
perseguidos por estas acciones y de elaborar líneas de orientación para mejorar la eficacia
de acciones futuras. La Comisión presentará al Comité contemplado en el artículo 7 un
resumen de las evaluaciones realizadas que éste, en su caso, podría examinar. Los informes
de evaluación estarán a disposición de los Estados miembros que los soliciten.
Artículo 11: El presente Reglamento entrará en vigor el tercer día siguiente al de su
publicación en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas. Tres años después de la
entrada en vigor del presente Reglamento, la Comisión presentará al Parlamento Europeo y
al Consejo una evaluación global de las acciones financiadas por la Comunidad en virtud
del presente Reglamento, acompañada de sugerencias relativas al futuro del presente
Reglamento y, en caso necesario, de las propuestas de modificación que se deban introducir
en el mismo. El presente Reglamento será obligatorio en todos sus elementos y
directamente aplicable en cada Estado miembro.
Hecho en Bruselas, el 22 de noviembre de 1996.Por el Consejo El Presidente J. BURTON(1) DO n° C 235
de 9. 9. 1995, p. 11.(2) Dictamen del Parlamento Europeo de 15 de diciembre de 1995 (DO n° C 17 de 22. 1.
1996, p. 448), Posición común del Consejo de 29 de enero de 1996 (DO n° C 87 de 27. 3. 1996, p. 29) y
Decisión del Parlamento Europeo de 21 de mayo de 1996 (DO n° C 166 de 10. 6. 1996, p. 33).(3) DO n° C
329 de 6. 12. 1993, p. 77.
137
ANEXO 4:
LEY DE ALTERNATIVIDAD PENAL
Proyecto de Ley Estatutaria 085 de 2003 Senado
Por la cual se dictan disposiciones en procura de la
reincorporación de miembros de grupos armados que
contribuyan de manera efectiva a la consecución de la paz
nacional.
El Congreso de Colombia decreta:
CAPITULO I
Definiciones
Artículo 1º. Definiciones. Para los efectos de la presente ley, el siguiente será el sentido de
los términos que en ella se utilizan:
Víctima
Se entiende por víctima toda persona que individual o colectivamente haya sufrido algún
daño, o cualquier otro perjuicio social como consecuencia de acciones u omisiones que
constituyan violación de la ley penal en el marco del conflicto armado.
Igualmente es víctima el familiar o persona a cargo que tenga relación directa con la
víctima, así como la persona que haya sufrido daño al intervenir para asistir a la víctima en
peligro o para prevenir el hecho causante del daño.
La condición de víctima se tiene con independencia de que se identifique, aprehenda,
procese o condene al autor de la conducta y sin consideración de la relación familiar entre
este y la víctima.
Reparación
138
Se entiende por reparación la compensación de las consecuencias del hecho a través de una
prestación a cargo del autor, realizada a favor de la víctima por los mecanismos
establecidos en la presente ley.
Reparación simbólica
Se entiende por reparación simbólica la compensación de las consecuencias del hecho a
través de una prestación realizada a favor de la comunidad afectada por el conflicto
armado, o de la sociedad en general, cuando la prestación a favor de la víctima no fuera
posible, no pudiera preverse un buen resultado o por sí sola no fuera suficiente.
CAPITULO II
Mecanismos procesales
i. De la suspensión condicional de la pena
Artículo 2º. Suspensión condicional de la ejecución de la pena para miembros de Grupos
Armados Organizados al Margen de la ley cuando se encuentre comprometida la paz
nacional. Cuando estén de por medio los intereses de la paz nacional, el juez deberá
conceder la suspensión de la pena impuesta por sentencia ejecutoriada, previa solicitud
exclusiva y discrecional del Presidente de la República, siempre que concurran los
siguientes requisitos:
1. Que la pena impuesta sea privativa de la libertad.
2. Que se trate de persona perteneciente a un Grupo Armado Organizado al Margen de la
ley que haya declarado un cese de hostilidades y participe activamente en un proceso de
paz.
3. Que el condenado haya hecho expreso su compromiso de no cometer en adelante delito
doloso.
4. Que el condenado se comprometa a ejecutar actos que contribuyan efectivamente a la
reparación de las víctimas, la superación del conflicto y el logro de la paz, de conformidad
con la presente ley.
5. Que el condenado se comprometa a no salir del país sin previa autorización judicial.
139
6. Que el condenado se comprometa a informar todo cambio de residencia.
7. Que el condenado se comprometa a comparecer personalmente ante la autoridad judicial
que vigile el cumplimiento de la sentencia, cuando fuere requerido para ello.
Parágrafo 1º. Lo previsto en esta disposición se hará extensivo, en las mismas condiciones,
a miembros de los Grupos Armados Organizados al Margen de la ley que abandonen
individual y voluntariamente las armas.
Parágrafo 2º. La suspensión condicional de la pena se aplicará también a personas que
hayan participado directamente en las hostilidades y se acojan a sentencia anticipada, o
hagan confesión de sus delitos, en los términos previstos en el Código de Procedimiento
Penal.
Parágrafo 3º. La suspensión a que hace referencia el presente artículo se concederá bajo
supervisión por un período de prueba entre uno (1) y cinco (5) años y comprenderá única y
exclusivamente los delitos que hayan sido juzgados o hayan sido objeto de sentencia
anticipada.
La supervisión será ejercida por el juez de ejecución de penas y medidas de seguridad, con
apoyo en el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, organismo que adoptará todas las
medidas que se consideren necesarias para verificar el cumplimiento de las obligaciones
impuestas (entre otros, un sistema de visitas periódicas a la residencia del penado para
verificar el cumplimiento de las obligaciones impuestas, de lo cual informará al despacho
judicial respectivo y a la Comisión de Verificación de que trata el artículo 8º).
El juez de ejecución de penas rendirá un informe mensual a la Comisión de Verificación
sobre el estado de cumplimiento de las obligaciones impuestas.
ii. Prórroga del beneficio, revocatoria y libertad definitiva
Artículo 3º. Prórroga del beneficio. Vencido el término de la supervisión, la suspensión
condicional de la ejecución de la pena se renovará de manera automática y el juez la
concederá en forma definitiva, siempre que concurran los siguientes requisitos:
1. Que durante el período de prueba el condenado haya cumplido los compromisos de
informar todo cambio de residencia, no salir del país sin autorización judicial y comparecer
personalmente ante la autoridad judicial que vigile el cumplimiento de las obligaciones,
cuando fuere requerido para ello.
2. Que durante el período de prueba el condenado no haya cometido delito doloso.
140
3. Que durante el período de prueba el condenado haya ejecutado actos que contribuyan
efectivamente a la reparación de las víctimas, la superación del conflicto y el logro de la
paz.
Se considerará que el condenado ha cumplido los anteriores requisitos cuando así lo
certifique la Comisión de Verificación, previo el informe respectivo del Juez.
Artículo 4º. Revocatoria. Si durante el período de prueba, el condenado cometiere delito
doloso o incumpliere cualquiera de las obligaciones a su cargo, se revocará la suspensión
de la ejecución de la pena y se hará efectiva la totalidad de la pena privativa de la libertad.
Se considerará que el condenado ha incumplido las obligaciones a su cargo cuando así lo
certifique la Comisión de Verificación, previo el informe respectivo del Juez.
Artículo 5º. Libertad definitiva. Pasados cinco años de concedido el beneficio de
suspensión condicional de la pena, el juez podrá otorgar la libertad definitiva al condenado
que haya cumplido, de acuerdo con la Comisión de Verificación, las obligaciones a su
cargo y en especial la ejecución de los actos de reparación en los términos del artículo 6º de
la presente ley.
Se considerará que el condenado ha cumplido las obligaciones a su cargo cuando así lo
certifique la Comisión de Verificación, previo el informe correspondiente del juez.
iii. Mecanismos de reparación de las víctimas y otras disposiciones
Artículo 6º. Mecanismos de reparación a las víctimas, superación del conflicto armado o
consecución de la paz. Para los efectos de la presente ley, además de la dejación de las
armas, del compromiso expreso de no regresar a las filas, y del cumplimiento de una pena
alternativa a la prisión, requisitos que deben concurrir en todos los casos, se entiende como
acto que contribuye a la reparación de las víctimas, a la superación del conflicto o a la
consecución de la paz nacional, sin perjuicio de la indemnización a que haya lugar,
cualquiera de los siguientes:
a) La reparación a las víctimas, de conformidad con los mecanismos establecidos en la ley;
b) La realización de trabajo social a favor de la recuperación de las víctimas;
c) La colaboración activa y efectiva con instituciones que se dediquen al trabajo social por
la recuperación de las víctimas;
d) El aporte de bienes a instituciones que se dediquen al trabajo social por la recuperación
de las víctimas;
141
e) La entrega de bienes al Estado para la reparación de las víctimas. Para este efecto créase
el Fondo de Reparación. El Gobierno Nacional reglamentará la organización y funciones
del Fondo;
f) La manifestación pública de arrepentimiento;
h) La colaboración eficaz al esclarecimiento de los hechos ocurridos con ocasión del
conflicto;
i) El aporte de información que contribuya eficazmente a la desarticulación de grupos
organizados al margen de la ley.
Parágrafo 1º. La imposición de cualquiera de las obligaciones anteriores se hará teniendo en
cuenta la situación de las víctimas, las calidades personales del condenado, su aporte a la
superación del conflicto armado o la consecución de la paz y la gravedad de los hechos por
los cuales fue condenado.
Artículo 7º. Acta de Compromiso. Para los efectos a que se refieren los artículos anteriores,
el beneficiario deberá suscribir un acta de compromiso como condición para la suspensión
de la ejecución de la pena. Firmada el acta de compromiso, el juez la concederá de plano.
Artículo 8º. Comisión de Verificación. Para efectos de la aplicación de la presente ley, el
Gobierno Nacional conformará una Comisión de Verificación del cumplimiento de los
compromisos adquiridos por las personas beneficiarias.
El incumplimiento de cualquiera de los compromisos que condicionan la suspensión de la
ejecución de la pena, dará lugar a la revocatoria inmediata y automática de las medidas de
que trata la presente ley.
Parágrafo 1º. El Presidente de la República queda facultado para determinar la integración,
estructura y funcionamiento de la Comisión de Verificación.
Artículo 9º. Funciones de la Comisión de Verificación. Además de las que les asigne el
Gobierno Nacional, la Comisión de Verificación tendrá las siguientes funciones:
1. Con el fin de garantizar el derecho de las víctimas a la verdad y preservar del olvido la
memoria colectiva, organizar, sistematizar y conservar los archivos de los hechos y
circunstancias relacionados con las conductas de los beneficiarios de cualquiera de las
medidas de que trata la presente ley.
2. Solicitar a los órganos de investigación, servicios de inteligencia y a los despachos
judiciales la información relativa a las conductas de los destinatarios de la presente ley, con
el fin de preservar del olvido la memoria colectiva y ejercer el control sobre el
142
cumplimiento de las condiciones bajo las cuales se haya otorgado la correspondiente
medida.
3. Solicitar la asistencia y cooperación de las autoridades de policía cuando resulte
procedente y necesaria para la verificación de las obligaciones del destinatario de la
medida.
4. Garantizar el acceso público a los archivos de los casos que lleguen a su conocimiento.
Artículo 10. Competencia. Del otorgamiento de las medidas a que se refiere la presente ley
conocerán en forma privativa los jueces penales del circuito especializados.
CAPITULO III
Penas alternativas a la prisión
Artículo 11. Penas alternativas a la prisión. Para los efectos exclusivos de la presente ley,
son penas alternativas a la prisión:
a) La inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas;
b) La inhabilitación para el acceso a cargos de elección popular;
c) La prohibición del derecho a la tenencia y/o porte de armas;
d) La privación del derecho a residir en determinados lugares o de acudir a ellos;
e ) La expulsión del territorio nacional para los extranjeros;
f) La prohibición de aproximarse a las víctimas o comunicarse con ellas;
g) La restricción geográfica de la libertad.
Artículo 12. Inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas. La pena de inhabilitación
para el ejercicio de funciones públicas priva al condenado del ejercicio de cualquier función
pública, dignidad u honor que confieren las entidades oficiales, hasta por diez (10) años.
Artículo 13. Inhabilitación para el acceso a cargos de elección popular. La pena de
inhabilitación para el acceso a cargos de elección popular priva al condenado del derecho a
ser elegido, hasta por diez (10) años.
143
Artículo 14. Prohibición de tenencia y/o porte de armas. La imposición de la pena de
privación del derecho a la tenencia y/o porte de arma, inhabilitará al penado para el
ejercicio de este derecho, hasta por diez (10) años.
Artículo 15. Privación del derecho a residir o de acudir a determinados lugares. La
privación del derecho a residir o de acudir a determinados lugares, impide al penado volver
al lugar en que haya cometido la infracción, o a aquél en que residan las víctimas o sus
familias si fueren distintos hasta por veinte (20) años.
Artículo 16. Prohibición de aproximarse a las víctimas o comunicarse con ellas. La
prohibición de aproximarse a las víctimas o comunicarse con ellas impide al penado
establecer con las víctimas, sus familiares o cualquier otra persona que determine el juez,
por cualquier medio de comunicación o informático o telemático, contacto escrito, verbal o
visual, hasta por diez (10) años.
Artículo 17. Restricción geográfica de la libertad. La restricción geográfica de la libertad
impide al penado salir de la región geográfica que establezca el juez, sin previa
autorización judicial, hasta por diez (10) años.
Artículo 18. Derogación de disposiciones contrarias. Deróganse, para efectos de la presente
ley, todas las disposiciones que le resulten contrarias.
Artículo 19. Vigencia. La presente ley rige a partir de la fecha de su promulgación.
Publíquese y cúmplase.
Dada en Bogotá, D. C., a los …
El Ministro del Interior y de Justicia,
Fernando Londoño Hoyos
144
ANEXO 5:
ASPECTOS DEL DESARROLLO DEL PROGRAMA CON INFANTES
DE MARINA Y PERSONAL CIVIL DE LA ARMADA NACIONAL
A continuación se presentan apartes de los informes y anteproyectos que se dieron en el
marco de la respuesta a la solicitud de atención integral a infantes víctimas del conflicto
armado, respuesta dada por el Centro de Estudios en Criminología y Victimología “Jorge
Enrique Gutiérrez Anzola” y por el Consultorio Jurídico de la Facultad de Ciencias
Jurídicas de la Pontificia Universidad Javeriana, por el Proyecto de Psicología Jurídica de la
Facultad de Psicología de la misma Universidad y del Colegio de Abogados Javerianos.
ANTEPROYECTO
1. NOMBRE DEL PROYECTO: Programa Especial en la Armada Nacional para asesoría
jurídica a infantes de marina.
2. ÁREA: Jurídica
3. MATERIAS: Civil, Penal, Comercial, Administrativa, Penal Militar, Laboral militar,
Constitucional, Castrense.
4. COBERTURA DEL PROYECTO: El proyecto está dirigido a infantes de marina que se
encuentren en el Batallón de Sanidad de la Armada Nacional y se atenderán sus consultas
en las materias indicadas en el punto anterior de acuerdo con el número de estudiantes
asesores disponibles cada jornada semanal, de manera que cada estudiante atenderá seis (6)
consultas entre las 2:00 y las 5:00 p.m., un día a la semana.
5. CAMPO DE INTERÉS: El proyecto tiene un interés victimológico en la medida que
está dirigio a infantes de marina vítimas del conflicto armado y hace parte de un
macroproyecto de atención integral a víctimas.
Así mismo, es de interés la atención de consultas jurídicas y la formación en Derecho por
parte de estudiantes de los últimos años de Derecho de la Facultad de Ciencias Jurídicas de
la Pontificia Universidad Javeriana.
6. ENTIDAD RESPONSABLE:
Al mediar un convenio interinstitucional, son
responsables la Armada Nacional y la Pontificia Universidad Javeriana a través del
consultorio Jurídico.
145
7. ASESORÍA
7.1 Interna. Estará a cargo de los miembros del Consultorio Jurídico de la Pontificia
Universidad Javeriana, entre ellos, el Director, los auxiliares de docencia, los monitores y el
coordinador del Programa.
7.2. Externa. Será osible contar con la esesoría de miembros del Centro de Estudios en
Criminología y Victimología de la Pontificia universidad Javeriana, de miembros de
Acción Social Naval y de profesionales del Derecho.
8. ANTECEDENTES
8.1 Diagnóstico
8.2 Importancia y factibilidad
9. OBJETIVOS
9.1 como parte de un programa de atención a víctimas, brindar asesoría jurídica a infantes
de marina víctimas del conflicto armado que se encuentren en el Batallón de Sanidad.
9.2. Brindar a los estudiantes de los últimos años de Derecho la oportunidad de adquirir y
profundizar conocimientos, desarrollar habilidades, emplear herramientas y tener un
acercamiento relacionados con el ejercicio del Derecho mediante la atención de consultas.
9.3 Ampliar el campo de acción del Consultorio Jurídico de la Pontificia Universidad
Javeriana.
10. TEMARIO. De conformidad con los requerimentos de los infantes y dentro de las
materias que comprende el Programa, entre los temas a tratar en las consultas se
encuentran: derecho de petición, acción de tutela, mecanismos de protección de los
derechos, procedimiento ante situaciones de carácter civil, administrativo, comercial, etc.
11. METODOLOGÍA. Se seguirá la atención de consultas por parte de los estudiantes
vinculados al Programa Especial. La resolución de las mismas se dará de manera inmediata
a menos que se trate de una situación que por su complejidad o por la falta de conocimiento
pleno por parte de los estudiantes requiera un estuio de mayor profundidad.
12. RECURSOS
12.1 Personales. Para el desarrollo del Programa, se contará con los miembros del
Consultorio Jurídico de la Pontificia Universidad Javeriana y con estudiantes de los dos
últimos años de Derecho de la misma Universidad.
12.2 Equipos e instumentos.
De conformidad con el convenio de cooperación
interinstitucional, se contará con escritorios, teléfono, línea telefónica, códigos legales y
papelería dotados por la Armada Nacional.
12.3 Planta Física. El convenio celebrado entre la Armada y y la Universidad señala que
las consultas se atenderán en un salón del Batallón de sanidad de la Armada Nacional en
Bogotá.
13. GRUPO EJECUTOR. Estará integrado por un grupo de cinco (5) a diez (10)
estudiantes de los dos últimos años de Derecho de la Universidad, previa aprobación de la
Facultad de Ciencias Jurídicas.
14. CRONOGRAMA
ACTIVIDADES
1. Reunión preliminar
2. Tratativas del Convenio
3. Suscripción del Convenio
4. Vinculación de estudiantes
146
5. Capacitación a estudiantes
6. Organización del lugar y las herramientas para efectuar las consultas
7. Iniciación de consultas
8. Atención de consultas
INFORME DE VISITA AL BATALLÓN DE POLICÍA NAVAL MILITAR No. 7
FECHA Y HORA DE VISITA
Martes12 de marzode 2002, de 2:40p.m. a 4:45 p.m.
ALGUNOS OBJETIVOS
• Presentar del Programa Especial a soboficiales y oficiales.
• Conocer necesidades concretas fundamentales de oficiales y suboficiales para la
asesoría jurídica.
ALGUNAS ACTIVIDADES REALIZADAS
•
•
•
•
•
•
•
Recorrido por las antiguas y nuevas instalaciones del edificio de sanidad y
presentación del Programa a infantes que se encontraban en tal edificio.
Presentación del Programa junto con las miembros de Acción Social Naval a los
suboficiales y oficiales reunidos en el Aula para tal efecto.
Planteamiento de casos e inquietudes que requieren asesoría jurídica por parte de los
infantes.
Definición de temas concretos en los que los estudiantes requieren capacitación, la
cual está siendo facilitada por Acción Social Naval.
Coordinación sobre el funcionamiento del Programa entre Carmen de Soto, Adriana
Cárdenas, Jorge Mendoza y Adela del Pila Parra.
Recorrido por las celdas de detenidos y planteamiento de una situación por parte de
uno de ellos.
Coordinación con el Coronel Rico de los días en que se desarrollará el Programa y
el ingreso de los estudiantes.
CONCLUSIONES Y RESULTADOS
•
De conformidad con lo planteado por oficiales y suboficiales, la asesoría jurídica
brindada por los estudiantes debe orientarse, principalmente, a los siguientes
aspectos:
o Derecho a alimentos y obligaciones alimentarias.
o Dictámenes médicos (Contenido, procedimiento y efectos)
o Justicia Penal Militar
o Régimen disciplinario
147
o Derecho a pensiones (Clases de pensiones, cuantía, pago)
o Régimen laboral
PRE-INFORME DEL PROGRAMA ESPECIAL
CON LA AMADA NACIONAL EN EL BPNM No. 27
CONSULTORIO JURÍDICO UNIVERSIDAD JAVERIANA – ACCIÓN SOCIAL
NAVAL
PERÍODO DE ACTIVIDADES
La atención de consultas inició el día lunes 1° de abril y se suspendió el jueves 9 de mayo
de 2002.
ACTIVIDADES REALIZADAS
En el marco del Programa Especial, se atendieron 27 consultas, se dictaron 3 conferencias
para miembros de la Armada, los estudiantes del consultorio recibieron una conferencia de
capacitación y se tuvo material de capacitación.
Consultas
Las consultas atendidas han tratado temas de Derecho Civil, Derecho Penal Militar,
Régimen de inhabilidades psicofísicas (D. 1796/00), Derecho Penal y Régimen
Disciplinario.
Hubo consultas sobre cuestiones administrativas que fueron tratadas directamente por
Carmen de Soto, Presidenta de Acción Social Naval.
Otras consultas no se referían a aspectos jurídicos sino que mostraban requerimientos
psicológicos e inclusive psiquiátricos.
Los miembros activos del Consultorio adscritos al Programa asumieron las consultas
atendiendo al número y oportunidad de las mimas, según su asistencia y disponibilidad, y
observando dos criterios: equilibrio en la asignación de consultas y atención integral del
caso por un mismo estudiante.
Conferencias para miembros de la Armada
•
MECANISMOS DE PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS. Por Paola Tinoco,
Coordinadora del Departamento de Filosofía e Historia del Derecho de la Facultad de
Ciencias Jurídicas.
148
•
•
DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Por
Nancy Tapias, Coordinadora del Programa de Derechos humanos, Derecho
Internacional Humanitario y Paz de la Facultad de Ciencias Jurídicas.
ÉTICA Por Reinaldo Sarracino, miembro activo del Consultorio adscrito al Progrma
Especial en la Armada.
CONFERENCIAS PROGRAMADAS
Con la idea de mantener continuidad en el Consultorio, teniendo en cuenta la acogida de las
conferencias y la disponibilidad de algunos conferencistas, se han programado una serie de
conferencias que de acuerdo con una solicitud posterior del Comandante del Batallón,
harán parte de la instrucción académica correspondiente.
La programación, es la siguiente:
24 de mayo
CONCILIACIÓN
Dra. Consuelo Moreno
28 de mayo
VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
Dra. Consuelo Moreno
4 de junio
MARCO CONSTITUCIONAL DE LA FUERZA PÚBLICA
Dr. Jorge Enrique Ibáñez N.
11 de junio
STRESS POSTRAUMÁTICO
Dra. Lina Sánchez
18 de junio
LA MEMORIA DE LAS VÍCTIMAS
Dr. Julio Andrés Sanpedro
26 de junio
POSICIÓN PERSONAL FRENTE AL SUFRIMIENTO
Dra. Angela Tapias
2 de julio
EL HOMBRE DE CONOCIMIENTO COMO GUERRERO Y COMO
CAZADOR
Dr. Fernando Díaz
149
11 de julio
RESIGNIFICACIÓN DEL SECUESTRO
Dr. Leonardo Rodríguez Cely.
16 de julio
DERECHOS FUNDAMENTALES
Dr. Gustavo Zafra R.
22 – 26 de julio
(PENDIENTE)
Dra. Sandra Acero
15 de agosto
DESPLAZADOS
Dr. Roberto Vidal
26 de agosto
EL PROCESO PENAL
Dr. José Fernando Mestre
Hay fechas de conferencias por confirmar, de las cuales serían conferencistas: Dra.
Carmen de Soto, Dr. Nelson Nevito, Dra. Rocío Reina, Dr. Ricardo Calvete R., Dr. Julián
Guerrero.
ACTIVIDADES LÚDICAS
Aprovechando la posibilidad de contar con grupos de arte o multiarte que respondan a la
inquietud planteada por Acción Social Naval, se están programando actividades de tipo
lúdico, artístico y cultural.
Por ahora está confirmado un coro del que hace parte Catalina Sampedro y se espera la
respuesta de “La Fanfarria”, “Multiarte a.a.a”, “Grupo Rapsoda” de la Corporación
Colombiana de Teatro, el grupo de porras de la Universidad Javeriana, Liliana y Juan
Carlos (bailarines de “Tanguísimo”), la Real Academia de Danzas, “Flanagan”, Juan
Camilo Rincón, Ramses, David Luna y Jota Pineda.
INFORME DEL PROGRAMA ESPECIAL CON LA AMADA NACIONAL EN EL
BPNM No. 27 (BASC No. 27)
CONSULTORIO JURÍDICO UNIVERSIDAD JAVERIANA
ACCIÓN SOCIAL NAVAL
150
PERÍODO DE ACTIVIDADES
La atención de consultas inició para el segundo semestre inició el Jueves 25 de julio y para
las semana de parciales, la dra. Adriana Cárdenas, permite reducir la jornada a una hora y
media o asistir otro día de la semana, según se llegue a acordar.
En la semana del 5 al 9 de agosto se suspendió por razones de orden público y se planteó
una actividad sustitutiva consistente en la preparación de unas lecturas para la semana
siguiente.
El anexo sobre las consultas atendidas permite ver las materias y los temas que tratan las
consultas y la consecuente necesidad de capacitación en las disposiciones aplicables a
miembros de las FF.MM.
No he incluido las consultas atendidas por la dra. Adriana Cárdenas en el período
vacacional puesto que si bien el Consultorio Jurídico permaneció abierto, el Programa
Especial no se desarrolló. Por razones de continuidad, en adelante sugiero ver la
posibilidad de continuar con labores en el período intersemestral, aunque no con la misma
intensidad; puede pensarse en asignar una semana a cada estudiante vinculado al Programa
o proponerles la labor voluntaria.
Reunión con detenidos
En el BPNM 27 se encuentra una celda de detenidos. El 29 de agosto nos reunimos con los
detenidos en la Cámara de Suboficiales, presentamos el Consultorio Jurídico, escuchamos
casos, resolvimos inquietudes y asumimos algunas consultas.
PROYECTO PILOTO DEL COLEGIO DE ABOGADOS JAVERIANOS
Al plantearse a principios del semestre pasado la necesidad de contar con abogados
titulados que asumieran ciertos procesos y aún antes de iniciar el Programa Especial, desde
el Centro de Estudios en Criminología y Victimología surgió la posibilidad de contar con el
Colegio de Abogados Javerianos.
Ya en el transcurso del semestre y en desarrollo del Programa Especial, se presentó un caso
que requería asistencia de un@ abogado@ titulad@ así que tras solicitarle información al
dr. Sampedro sobre la posible colaboración del Colegio, estuve en contacto con la dra.
Blanca Lucía Burbano, Presidenta del Colegio.
Una vez planteada la idea del trabajo en la Armada, surgió la idea de trabajar un Proyecto
de Banco de Tiempo, lo cual tomaría un tiempo. Mientras tanto el proceso sería asumido
por la dra. Ana Calixta, abogada de la Armada.
Con adelantos de otros proyectos del Colegio, en este momento se retoma el Banco de
Tiempo con la idea de trabajar un proyecto piloto que se desarrollaría con casos
presentados en el Consultorio Jurídico del BPNM 27. Acordé con la dra. Blanca Lucía
presentar una propuesta de proyecto o anteproyecto próximamente, con tal fin es urgente
151
definir la vinculación del Consultorio Jurídico en el mismo. Ya planteé verbalmente esta
necesidad al dr. Jorge Mendoza, Auxiliar de Docencia del Área Penal, para que ojalá en
esta semana sea tratado el tema con el dr. Buriticá.
ASISTENCIA PSICOLÓGICA
A finales del año pasado cuando se planteó la posibilidad de asistir a infantes víctimas del
conflicto armado, se programó una reunión en la Facultad de Ciencias Jurídicas y otra en
instalaciones del BPNM 27 con miembros de Acción Social Naval, del Centro de
Criminología y Victimología, del Consultorio Jurídico, del Centro de Conciliación y de la
Facultad de Psicología.
Se optó por iniciar con asistencia jurídica, gracias a la participación del Consultorio
Jurídico. La asistencia psicológica haría parte de una fase posterior ya que inicialmente
mucho más propicia mantener únicamente la asesoría jurídica.
Al transcurrir las consultas jurídicas, algunas estudiantes, principalmente Silvia Valdivieso
(egresada en Psicología de la UIS), Catalina Guerrero, Natalia Bernal, y yo hemos
percibido situaciones psicológicas e incluso psiquiátricas que requieren también asesoría.
Es más, se han visto casos en que no hay ningún asunto jurídico en la consulta o que es más
relevante el psicológico.
De otra parte, en algunas conferencias programadas para el período intersemestral, los
conferencistas eran psicólogos: dr. Leonardo Rodríguez, dr. Fernando Díaz, dra. Lina, dra.
Sandra Acero, dra. Angela Tapias y dra. Andrea Padilla. Al momento de invitarlos al ciclo
de conferencias, con ellos se habló de la necesidad de tratar temas Psicología.
Ya en este semestre, el 22 de agosto tras la reunión sobre la Semana por la Paz (asunto
ampliado más adelante) y hablando del Consultorio, el Coronel Leopoldo Jiménez,
Comandante del BPNM 27, manifestó su interés de contar con asesoría psicológica dadas
las circunstancias del Batallón.
Del tema se veníamos hablando con el dr. Leonardo Rodríguez, Director del Programa de
Psicología Jurídica de la Facultad de Psicología, y con la dra. Adriana Cárdenas, así que
intentamos localizar al dr. Rodríguez, lo cual no se logró. Acordamos programar una
reunión para tratar el tema, que por anterior sugerencia del dr. Leonardo podía efectuarse en
la Facultad de Psicología, pero que por facilidad resultaba mejor efectuarla en el Batallón.
El lunes 26 de agosto me reuní con el dr. Rodríguez. Finalmente acordamos reunirnos de
nuevo una vez él hubiese hablado con l@s estudiantes que podrían vincularse y estudiase el
asunto más a fondo. Tenemos una reunión programada para este martes 10 de septiembre
en la Facultad de Psicología, a la cual asistirá la dra. Adriana Cárdenas.
ACTIVIDADES LÚDICAS
152
En esta semana se harán llegar unas invitaciones tendientes a concretar la fecha de
realización de las actividades a cargo del Grupo de Porras de la Universidad Javeriana, el
Coro, los cuenteros Juan Camilo Rincón, Ramses, David Luna, Jota Pineda y "Flánagan".
Queda pendiente la invitación a la Real Academia de Danzas y al Equipo de Fútbol de la
Facultad de Ciencias Jurídicas.
SEMANA POR LA PAZ
El Programa de DDHH, DIH y Paz de la Facultad se ha unido a la Semana por la Paz,
según los documentos adjuntos. Para varias de las actividades se cuenta con el apoyo de la
Armada Nacional, tal como el Conversatorio, el Performance, la Colcha de Retazos y la
Exposición de Ejercicios de Memoria Histórica.
El apoyo se logró gracias a la colaboración del Coronel Leopoldo Jiménez, Comandante del
BPNM 27, y Acción Social Naval, a la labor que se viene realizando en el Consoltorio.
También a que el primer contacto entre la Armada y la Universidad que dio origen al
Programa Especial se efectuó entre la Presidenta de Acción Social Naval, dra. Carmen de
Soto, y la Coordinadora del Programa de DDHH, DIH y Paz, dra. Nancy Tapias.
Las actividades de la Semana por Paz con la Armada fueron coordinadas por Felipe Forero
de Quinto A y por mí, como colaboradores del Programa de DDHH, DIH y Paz. A raíz de
tal trabajo, Felipe quiso vincularse al Programa, para lo cual habló con el dr. Jorge
Mendoza, sin embargo su condición de estudiante de último año y el momento de hacer la
solicitud impiden que cumpla con el año de vinculación al Programa Especial. Ante ello,
hablé con la dra. Adriana Cárdenas y se llegó a un acuerdo: Felipe asistirá informalmente
como voluntario cada quince días y coordinará una gestión ante empresas privadas.
Desde el Programa de DDHH, DIH y Paz, invitamos especialmente a los miembros del
Consultorio Jurídico de la Universidad a hacer parte de la Semana por la Paz.
ANEXO AL INFORME
CONSULTAS ATENDIDAS A 5 DE SEPTIEMBRE DE 2002
No.
Estudiante a cargo
Materia o tema de consulta
01
02
03
Carlos Rojas
Penal Militar - Deserción
Silvia Valdivieso
04
Silvia Valdivieso
Régimen de Inhabilidad Psicofísica - Junta
Médico Laboral
Seguridad Social FFMM -Procedimiento
quirúrgico
153
05
06
07
09
10
11
12
13
Carlos Rojas
Natalia Bernal
Adela Parra
Ana María Rivera
María Paula Ruiz
Felipe Plazas
Régimen de Inhabilidad Psicofísica
Seguridad Social FF.MM. - Atención el HMC
Felipe Plazas
Régimen Disciplinario FF.MM.
Estupefacientes
Servicio Militar Obligatorio en la ARC
Sucesiones - Petición de herencia
Servicio Militar Obligatorio - Posiblidad de
realizar actividades económicas
Penal - Lesiones personales
Penal Militar - Abandono de guardia
Penal - Lesiones personales
Penal - Delitos contra la libertad sexual
14
15
16
Ana María Rivera
María Paula Ruiz
Carlos Rojas
17
18
19
María Paula Ruiz
Adela Parra
Seguridad Social FF.MM. - Alojamiento y
alimentación durante tratamiento médico
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
Adriana Cárdenas*
Silvia Valdivieso
Silvia Valdivieso
Felipe Plazas
Catalina Guerrero
Silvia Valdivieso
Adela Parra
Catalina Guerrero
Adriana Cárdenas*
Ana María Rivera
Aldo Sarracino
Adela Parra
Penal Militar - Evasión - Informe
Seguro de vida
Penal (Irrespeto a cadáveres) - Sucesiones
Consulta postergada - pendiente
Seguridad Social FF.MM. - Cita médica
Turnos de guardia
Civil - Linderos entre predios
Sucesiones
33
Carlos Rojas
34
35
36
37
Catalina Guerrero
Aldo Sarracino
Catalina Guerrero
Adela Parra
38
39
Catalina Guerrero
Ana María Rivera
40
Adela Parra
Penal - Lesiones Personales - Conciliación
Régimen de Inhabilidad Psicofísica
Régimen de Inhabilidad Psicofísica - Junta
Médico Laboral
Régimen de Inhabilidad Psicofísica - Tribunal
Médico Laboral
Civil - Filiación
Penal Militar - Deserción
Penal - Hurto
Penal Militar - Deserción
Penal y Civil - Alimentos
Penal Militar - Deserción
Régimen de Inhabilidad Psicofísica Intervención quirúrgica - Indemnización
Regímenes de Carrera y de Salarios y
Prestaciones de Soldados Profesionales Pasajes por comisión
154
41
María Paula Ruiz
42
43
Felipe Plazas
Carlos Rojas
44
Aldo Sarracino
Régimen de Inhabilidad Psicofísica Tratamiento médico - Baja del servicio
Lesiones personales
Régimen de Carrera de Soldados
Profesionales - Retiro
Penal
Civil
*Abogada Coordinadora del Programa por Acción Social Naval.
ANTEPROYECTO
1. NOMBRE DEL PROYECTO: Proyecto piloto para la implementación del Banco de
Tiempo del Colegio de Abogados Javerianos.
2. ÁREA: Jurídica
3. MATERIAS: Derecho Penal Militar, Derecho Penal, Derecho Civil, Derecho
Administrativo, Derecho Constitucional, Derecho Laboral y Seguridad Social.
5. COBERTURA DEL PROYECTO
5.1 Asistencia Jurídica. El proyecto está dirigido primordialmente a infantes de marina
que acudan al Consultorio Jurídico, a cargo de Acción Social Naval y el Consultorio
jurídico de la Universidad Javeriana, ubicado en el Centro de Sanidad del Batallón de
Apoyo y Servicio al Combate 27 de la Armada Nacional, cuyos casos requieran la
asistencia de abogados titulados. Así mismo, puede extenderse a otros miembros de la
Armada que hagan parte del personal civil o militar.
5.2 Capacitación y formación. El proyecto está dirigido a miembros de la Armada
invitados a ciclos de conferencias y talleres en que se traten temas de interés en su labor
como miembros de las Fuerzas Militares y mediante los cuales se brinde una capacitación y
formación adicional a la otorgada por la Fuerza en mención.
6. CAMPO DE INTERÉS: El proyecto tiene un interés social ya que se trata de brindar
asistencia jurídica a los miebros de la Armada más necesitados, así como de retribuir de
alguna manera la labor de los miembros de la Armada Nacional en un plan de seguridad
democrática.
De otra parte, tiene un interés victimológico en la medida que se dirija prioritariamente a
infantes de marina víctimas del conflicto armado.
7. ENTIDAD RESPONSABLE:
Al mediar un convenio interinstitucional, son
responsables el Colegio de Abogados Javerianos, Acción Social Naval, la Armada Nacional
y la Pontificia Universidad Javeriana a través del Consultorio Jurídico. Estas instituciones
conformaràn un Comité Ejecutivo que dirigirá el proyecto.
8. ANTECEDENTES
8.1 Diagnóstico
En marzo de 2002 se dio inicio a un Programa Especial del Consutorio Jurídico de la
Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Javeriana mediante el cual los estudiantes
vinculados al Programa se encargan de la asesoría jurídica a infantes de marina y otros
155
miembros de la Armada Nacional que acudan a la oficina del Consultorio. Este Programa
se desarrolla gracias a un convenio con la Armada Nacional y bajo la dirección de Acción
Social Naval, fundación sin ánimo de lucro cuyo objeto general es brindar bienestar social,
económico y cultural al personal militar y civil más necesitado al servicio de la Armada
Nacional.
Con la atención de consultas, se ha detectado la imperiosa necesidad de asistencia jurídica
para determinados procesos. En algunos de ellos tal asistencia sólo puede ser brindada por
abogados titulados, con tarjeta profesional y en ejercicio, por lo cual resulta insuficiente la
respuesta que se da a la consulta por estudiantes adscritos al Consultorio Jurídico. De otra
parte se ha visto que en algunos casos la labor desempeñada por los defensores de oficio no
es la más satisfactoria y que en varios casos es hay dificultades económicas que no
permiten contratar un abogado.
8.2 Importancia y factibilidad
Manteniendo una idea de atención jurídica integral, conociendo las circunstancias de
algunos infantes de marina y miembros de la ARC, con un alto sentido de compromiso
social y ante una necesidad que no ha podido atenderse plenamente, se ha considerado la
posibilidad de contar con el apoyo de abogados javerianos dispuestos a vincularse al
proyecto de carácter social que beneficie a quienes se encargan de propiciar condiciones de
seguridad para todos los colombianos y no tienen suficientes condiciones para satisfacer sus
necesidades jurídicas.
Además, este proyecto pretende ser un antecedente que dé paso a la creación de un banco
de tiempo mediante el cual todos profesionales jeverianos puedan brindar sus servicios
donando tiempo en favor de las personas más necesitadas, dando así la posibilidad de
desarrollar una labor social perfectamente concurrente con el ejercicio profesional. Es así
como a mediano plazo pretende hacerse extensivo el banco de tiempo mediante la
vinculación de egresados pertenecientes a la Unión Javer¡ana.
Hay que destacar el apoyo dado por el Padre Gerardo Remolina a este proyecto junto con la
creación del dentro de conciliación y arbitraje de la Universidad, lo cual da mayor
viabilidad para la ejecución.
De otra parte, ya que hace unos meses se inició la atención jurídica por parte de los
estudiantes, hay una ventaja en cuanto a la selección que se hará para remitir los casos a los
abogados que se vinculen al proyecto. La cooperación entre las instituciones vinculadas al
proyecto es factor fundamental para la buena marcha del mismo. Es de especial
importancia señalar la acogida que el Consultorio Jurídico ha tenido en tan poco tiempo por
parte de la Armada Nacional y los logros que se han alcanzado.
9. OBJETIVOS
9.1 Brindar asistencia jurídica a infantes de marina víctimas del conflicto armado que se
encuentren en el Centro de Sanidad y a otros miebros de la Armada Nacional.
9.2 Contribuir con un plus en la capactiación y formación de los miembros de la Armada
Nacional.
9.3 Presentar una posibilidad de practicar la labor social que caracteriza al egresado
javeriano.
9.4 Constituir un antecedente positivo para la implementación de un Banco de Tiempo del
Colegio de Abogados Javerianos y, a mediano plazo, de la Unión Javeriana.
156
10. METODOLOGÍA. A partir de la atención de consultas por parte de los estudiantes
vinculados al Programa Especial, se conocerán las necesidades de asistencia jurídica por
parte de infantes de marina y otros miembros de la Armada Nacional. Una vez se cuente
con la información y documentación pertinente, se seleccionarán los casos que serán
remitidos por el Consultorio Jurídico que opera en el Centro de Sanidad a la persona
designada por el Colegio de Abogados Javerianos para coordinar la asistencia jurídica por
parte de un abogado miembro del Colegio, quien en adelante se encargará de manera
autónoma de la asistencia jurídica. Esto sin perjuicio de las labores en que el abogado
quiera contar con la colaboración de los estudiantes adscritos al Programa Especial.
11. RECURSOS
11.1 Personales. Para el desarrollo del Proyecto, se contará con los afiliados al Colegio de
Abogados Javerianos que atiendan la convocatoria a participar en el proyecto, con los
estudiantes de Derecho de la Universidad Javeriana adscritos al Programa Especial, con el
Comité de Consultorio Jurídico de Acción Social Naval y con los miembros de la Armada
designados, además del Comité Ejecutivo.
11.2 Planta Física. Inicialmente, es posible contar con la oficina donde se encuentra
ubicado el Consutorio Jurídico en el Centro de Sanidad así como con las instalaciones del
Consultorio Jurídico de la Universidad que se asignen para tal fin.
A mediano plazo se contará con las instalaciones que la Facultad de Ciencias Jurídicas
designe mediante decisión del Padre Luis Fernando Alvarez L., Decano Académico.
11.3 Recursos económicos. La labor de asesoría jurídica será prestada de manera gratuita
para los miembros de la Armada más necesitados. Habrá lugar a una contraprestación
pecuniaria de tarifa normal cuando el asistido tenga capacidad de pago.
De lograrse la gestión de recursos en el Banco Mundial o de alguna otra fuente de
financiación, se puede contar con los mismos para cubrir los gastos a que haya lugar.
En todo caso, las fuentes de financiación y el destino de los recursos será objeto de estudio
entre las partes vinculadas a través del Comité Ejecutivo.
12. GRUPO EJECUTOR. Estará integrado por los abogados javerianos vinculados al
proyecto, un grupo de cinco (5) a diez (10) estudiantes de los dos últimos años de
Derecho de la Universidad y el Comité de Consultorio Jurídico de Acción Social Naval.
157
ANEXO 6:
GRAFICO COORDENADAS DEL POSCONFLICTO
Eje
Conflicto
CTX
Eje
Sujetos
AH
CI
PC: (CI, AV,AP,AVI, RI, AH, CTX)
RI
Eje
Espacio
AVI
Coordenadas del
Posconflicto (PC)
AP
CI: Cooperación Internacional
AV
AV: Avance
Eje
Tiempo
AP: Anticipación al Problema
AVI: Acción en las víctimas
RI: Rehabilitación Institucional
AH: Acción Humanitaria.
158
ANEXO 7:
GRÁFICO DEL PAQUETE INTEGRAL DE ATENCIÓN A VÍCTIMAS
DEL CONFLICTO ARMADO
INYECCIÓN ECONÓMICA
SECTOR
PÚBLICO
PAQUETE DE
REHABILITACIÓN
Iniciativas
Legislativas.
Fase inicial
Fase Intermedia
ATENCIÓN
PSICOLÓGICA
AYUDA
INTERNACIONAL
PAQUETE INTEGRAL
DE ATENCIÓN A
VICTIMAS DE LA
VILENCIA Y LA
CRIMINALIDAD
ACCIÓN
JURÍDICA
DELITOS Y
CONFLICTO ARMADO
PROCESO
PENAL
ACERCAMIENTO ENTRE
VICTIMA Y VICTIMARIO
CAPACITACIÓN
Impuestos
ACCIÓN
MEDICA
PRIMA
Aportes
Voluntarios
SECTOR
PRIVADO
Fase Final
PAQUETE DE
RECONSTRUCCIÓN
ACCIÓN
URBANA Y RURAL
INDEMNIZACIÓN
Grupo D.I.P de Discusión,
investigación y promoción en
victimología
159
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