Amposta 7 de marzo del 2013 Corría la década de los ochenta, cuando se aprobó la creación de la figura del Defensor del Poble en Amposta. Yo, por aquel entonces, me encontraba formando parte del Consistorio Municipal. El ayuntamiento estava formado por 8 regidores de CIU, 6 del PSC, 2 del CDS y 1 del PC. Según las normas que proponía el equipo gobernante (CIU) el nombramiento debía de recaer en el grupo que menos votos hubiera obtenido en las elecciones municipales. Nuestra oposición –que fue bastante dura – a este proyecto, se basó en su mayor parte al entender que esto era una prebenda para el grupo de gobierno de aquellos momentos, dado que se aseguraraba la mayoría en las votaciones. Y en verda no estábamos equivocados. El Alcalde, que entonces era el Sr. Roig, supo con buenas artes de gobernante sacar fruto de esta circunstancia. Una de las preguntas que siempre hacía mi partido (CDS) era, el como recurrir contra un acuerdo municipal ante un mediador (El Defensor) si este forma parte integrante de los que tienen que decidir. Es una incongruencia que tuvimos que soportar durante mucho tiempo. Independientemente, ello no quiere decir que no haya sido positiva la labor desarrollada por el Defensor –Eloy Tolda – como a lo lagro del tiempo se ha demostrado. A la gente la hacía falta una persona sobre la que poder descargar sus problemas cotidianos, hasta el día de la fecha esta labor la ejercía el Alcalde, que empleaba gran parte de su tiempo con estos menesteres. La oficina del Defensor, pude comprobar durante el tiempo que estuve de regidor casi siempre estaba ocupada, y posteriormente cuando tuve que acudir al Ayuntamiento por otras causas también me la encontraba con gente, incluso yo personalmente recurrí a sus servicios. Me resolvió el problema. Hoy en día creo que la elección del Defensor se realiza de una forma mas justa y ni hace falta que sea parte integrante del Consistorio. Paco Baixauli