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CELAM-OBSERVATORIO PASTORAL
PERSONAJES QUE DEJAN HUELLA: UN SACERDOTE,
PRECURSOR DE LA ECOLOGÍA Y DE LA ASTRONOMÍA
Hoy, 11 de Septiembre de 2008, se cumplen 200 años de la muerte del
Padre José Celestino Mutis, conocido popularmente como “El sabio
Mutis”, precursor de la Botánica, de la Ecología y de la Astronomía en el Nuevo Reino
de Granada. El Padre Leonidas Ortiz, Director del Observatorio Pastoral, presenta la
figura de este sacerdote, con el cual iniciamos una nueva sección titulada “Personajes
que dejan huella”.
José Celestino Mutis se hizo sacerdote a los 40 años en el Nuevo Reino de Granada,
después de haber cursado en España sus estudios de Medicina. Artes y Filosofía,
Botánica, Astronomía y Matemáticas.
Época de estudios
Nació en Cádiz, España, en 1732. En su ciudad natal cursó sus primeros estudios en el
colegio de los jesuitas y los de Medicina en el Real Colegio de Cirugía; se trasladó a
Sevilla para continuar sus prácticas de Medicina, y estudiar Artes y Filosofía; y a
Madrid, en 1757, para obtener el título de médico ante el tribunal del Real
Protomedicato y para estudiar luego en el Jardín Botánico del Soto de Migas Calientes,
recién trasladado por Fernando VI en 1755 desde Aranjuez. También cursó estudios de
Astronomía y Matemáticas.
Fueron sus profesores en el campo de la Botánica José Quer y Martínez, quien escribió
seis volúmenes sobre la flora española; Miguel Barnades, médico de cámara del rey
Carlos III de España, destacado botánico, quien desarrolló trabajos en torno a la
nomenclatura binominal de Linneo. De su época también son los profesores Casimiro
Gómez Ortega, una verdadera autoridad en la descripción y clasificación científica de
los vegetales, quien escribió numerosas obras sobre el tema; y Antonio Palau y Verdera,
quien tradujo las obras de Carlos Linneo al español.
Llegada al Nuevo Mundo
En 1760 Mutis, llevado por su pasión por la botánica, parte hacia el Virreinato de la
Nueva Granada que, en su momento comprendía lo que hoy es Venezuela, Colombia,
Panamá y Ecuador. Llegó a Santafé de Bogotá en 1761 como médico personal del
nuevo virrey, don Pedro Messía de la Cerda.
Fue el primero en dar a conocer los principios de la ciencia moderna
En verdad, fue el primero en dar a conocer en el Virreinato en 1762, en el Colegio del
Rosario, los principios del sistema de Copérnico, de la ciencia moderna y del método
experimental. Todo esto en contravía de las teorías de Ptolomeo y de la filosofía
escolástica.
En el transcurso de varios años tuvo que enfrentarse al pensamiento tradicional de
algunas órdenes religiosas y al tribunal de la Inquisición. Y tuvo éxito en mantener su
posición reafirmando la conveniencia de la enseñanza de la física y matemática
modernas, de la filosofía natural, de los principios copernicanos y de las teorías de Isaac
Newton.
En 1763, Mutis comenzó su correspondencia con el rey Carlos III, a quien le solicitó
insistentemente la creación de una Expedición Botánica que se dedicara a estudiar la
flora y la fauna americanas.
Su relación con Carlos Linneo y Humboldt
En todo este tiempo, Mutis mantuvo constante comunicación con diversos
investigadores europeos, entre los que destacamos al famoso padre de la taxonomía, el
sueco Carlos Linneo, al que enviaba regularmente materiales botánicos; de igual forma,
hay que recordar al explorador alemán Alexander Von Humboldt, quien le visitó
durante su viaje expedicionario por América.
Descubrió las virtudes terapéuticas de la quina
Con el fraile Diego de García estudió las características de la quina y sus virtudes
terapéuticas. Escribió la obra “El Arcano de la Quina”, en el “Papel Periódico”, dirigido
por Manuel del Socorro Rodríguez.
La experiencia vocacional del sabio Mutis
José Celestino Mutis era un hombre creyente. Como laico vivió su fe en el contacto con
la naturaleza, en el estudio de la flora americana, en la enseñanza de la ciencia
moderna... Y en medio del ajetreo científico sintió el llamamiento a una vida totalmente
consagrada al Señor, dentro de su particular carisma de investigador.
Mutis recibió la ordenación sacerdotal el 19 de diciembre de 1772 cuando ya tenía 40
años de edad.
La Expedición Botánica y la Ecología
La
obra
más
sobresaliente
de
Mutis fue, sin duda
alguna, la Expedición
Botánica, en la que
había insistido al rey
durante varios años, a
fin de conocer la
biodiversidad de las
tierras americanas. El
Arzobispo-virrey
Antonio Caballero y
Góngora le dio la
buena noticia del
apoyo del Rey y así
puso en marcha la
“Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada” en 1783, cuando ya tenía 51
años de edad, labor que dirigió durante 25 años. Su primer colaborador inmediato fue el
científico Eloy Valenzuela, quien después sería el Cura párroco de Bucaramanga,
poniendo al servicio de la comunidad sus conocimientos para el aprovechamiento de los
recursos naturales; también formó parte del equipo Antonio García, quien dibujó, junto
con otros pintores, 5393 láminas de 2696 especies y 26 variedades distintas.
La Expedición Botánica fue toda una escuela de estudio e investigación de la Ecología,
de la casa común, donde se formaron científicos como Pedro Fermín de Vargas,
Francisco Antonio Zea, Jorge Tadeo Lozano, Francisco José de Caldas, Sinforoso
Mutis, Francisco Javier Matís y Fray Diego de García, la mayor parte de ellos
vinculados luego al proceso independentista.
El Observatorio Astronómico
El Observatorio de Astronomía de Santafé de Bogotá fue
otra obra del Padre Mutis, después de haber recibido el
impulso de Alexander von Humboldt, quien valoró la figura
del sabio Francisco José de Caldas como relevante para este
tipo de empresas. La construcción del Observatorio se inició
el 24 de Mayo de 1802 y concluyó el 20 de Agosto de 1803,
financiado en buena parte con dineros que Mutis conseguía
con la venta de la quina.
El constructor del Observatorio fue el famoso fraile
capuchino Domingo de Petrés (1759-1811), quien a sí
mismo se llamaba “el albañil”.
El sabio Caldas fue su primer director. Sobre su trabajo escribía:
"Yo me hallo con mediana salud, sepultado en el observatorio y entregado a la
contemplación de los cielos de esa bóveda que publica en todos los momentos
la gloria de su Autor. Yo soy feliz en esta soledad, nada turba un reposo
fundado en unos conocimientos sublimes y virtuosos".
José Celestino Mutis es de esos personajes de Iglesia que dejan huella por su sabiduría,
por su espíritu investigativo, por la valoración de la naturaleza como obra excelsa del
Creador, por su sentido misionero que lo llevó a dejar su tierra para servir en las
nacientes comunidades del Nuevo Mundo.
Invitamos a los lectores a proponernos nombres de “personajes que dejan huella” por su
vocación, por su dedicación a una causa humanitaria, por su dimensión misionera, etc.
En un mundo que, como dice Aparecida, está cayendo en un “laicismo exacerbado”, es
bueno recordar el papel de los cristianos en el avance de la Iglesia y de la sociedad. Es
un estímulo y un acicate para los creyentes de hoy.
Leonidas Ortiz Lozada
Director
Observatorio Pastoral del CELAM
OBSERVATORIO PASTORAL – CELAM
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