Poder Judicial de la Nación Paciente internada en un Hospital Neuropsiquiátrico. Cobertura de acompañante terapéutico por parte del Estado Nacional. R. 601.086 “O., S. A. s/ Insania”.- (Expte. N° 335.212/1998 - J.83) Sala B Buenos Aires, Julio 13 de 2012.- (p.m.) Y VISTOS; CONSIDERANDO: I. A fs. 837/vta. la Sra. Juez de primera instancia ordenó que PROFE cubra íntegramente la prestación de acompañante terapéutico a favor de la Sra. S. A. O., quien se encuentra internada en el pabellón Santa María del Hospital Braulio Moyano; y dispuso, para el supuesto de incumplimiento, la fijación de astreintes por cada día de retardo en el cumplimiento de la medida, que se ajustarían en progresión geométrica cada treinta días. Contra dicha decisión interpuso recurso de apelación el Ministerio de Salud de la Nación. A fs. 859 obra agregado el memorial del apelante, que fue USO OFICIAL contestado por la Sra. Curadora Pública Oficial a fs. 861/862. A fs. 874/875 dictaminó la Sra. Defensora de Menores e Incapaces de Cámara, quien opinó a favor de la confirmatoria del decisum recurrido. La recurrente centra sus agravios en la circunstancia de que la prestación de acompañante terapéutico no se halla comprendida –según afirmaentre las que debe otorgar a sus afiliados de conformidad a las previsiones del Plan Médico Obligatorio; ni se encuentra incluida en ninguno de los convenios prestacionales suscriptos con cada una de las Provincias y con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Señala al respecto que las tareas que debería cumplir el acompañante terapéutico en cuestión se hallan subsumidas y reemplazadas por las que deben realizar los profesionales y auxiliares que la asisten en su lugar de internación. Aduce también que no se ha dado cumplimiento a los recaudos exigibles para el otorgamiento, de modo excepcional, de la prestación reclamada, que requiere la prescripción médica por el profesional tratante que –según afirmano se verifica en autos. Por último, alega que es improcedente el apercibimiento de fijarle astreintes, toda vez que no se ha negado en momento alguno brindar las prestaciones incluídas en el Plan Médico Obligatorio. II. El Tribunal ha sostenido, en casos que guardan alguna analogía con el presente (R. 373.868, del 3/07/03; R. 374.553, del 18/07/03; R. 598.040, del 8/6/2012), que el derecho a la salud, en tanto derecho civil y fundamental del ser humano, se torna directamente operativo desde la Constitución Nacional, sin necesidad de que exista una norma específica que reglamente su ejercicio. El beneficio de gozar de un elevado nivel de salud es uno de los derechos fundamentales del ser humano, de acuerdo a lo establecido en el Preámbulo de la Organización Mundial de la Salud, no identificándose la salud con la sola ausencia de enfermedad, sino con un estado completo de bienestar dentro del cual intervienen factores económicos, culturales, sociales y no exclusivamente sanitarios...” (conf.: esta Sala, R. 588.130, del 6/12/11 ; R. 373.868, del 3/07/03; R. 374.553, del 18/07/03), criterio receptado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En relación, específicamente, a la salud mental, los Principios para la protección de los enfermos mentales y el mejoramiento de la atención de la salud mental, adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 46/119, del 17/12/1991, incluyen entre las libertades y derechos básicos enunciados el derecho de todas las personas a la mejor atención disponible en materia de salud mental, que será parte del sistema de asistencia sanitaria y social (ver Principio 1.1); y, a su vez, se indica que todo paciente tendrá derecho a recibir la atención sanitaria y social que corresponda a sus necesidades de salud (ver Principio 8.1) y que el tratamiento de cada paciente estará destinado a preservar y estimular su independencia personal (ver Principio 9.4). Cabe destacar que en el Principio 23, titulado “Aplicación”, se establece que los Estados deberán aplicar los presentes Principios adoptando las medidas pertinentes de carácter legislativo, judicial, administrativo, educativo y de otra índole, que revisarán periódicamente. Por otra parte, nuestro país -mediante la ley 26.378- ha aprobado la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, uno de cuyos principios generales es la participación e inclusión plena y efectivas en la sociedad. En su carácter de Estado Parte de dicha Convención se ha comprometido a adoptar todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que sean pertinentes para hacer efectivos los derechos reconocidos; y a velar por que las autoridades e instituciones públicas actúen conforme a lo dispuesto en ella (ver art. 4.1, aps. a) y d)). En particular, el artículo 19, titulado “Derecho a vivir de forma independiente y a ser incluido en la comunidad”, establece que los Estados Partes asegurarán en especial que las personas con discapacidad tengan acceso a una variedad de servicios de asistencia domiciliaria, residencial y otros servicios de apoyo de la comunidad, incluida la asistencia personal que sea necesaria para facilitar su existencia y su inclusión en la comunidad y para evitar su aislamiento o separación de ésta (ver inc. b) de la citada norma). A su vez, en el artículo 25, que lleva por título “Salud”, los Estados Partes reconocen que las personas con discapacidad tienen derecho a gozar del más alto nivel posible de salud, y se comprometen a asegurar el acceso de ellas a servicios de salud…incluida la rehabilitación, y en particular a proporcionarles programas y atención de salud gratuitos o a precios asequibles, incluidos los que necesiten…específicamente como consecuencia de su discapacidad (ver art. 25, aps. a) y b)). Por último, debe también destacarse que el artículo 26 de la referida Poder Judicial de la Nación Convención, titulado “Habilitación y rehabilitación” establece que los Estados Partes adoptarán medidas efectivas y pertinentes…para que las personas con discapacidad puedan lograr y mantener la máxima independencia, capacidad física, mental, social y vocacional, y la inclusión y participación plena en todos los aspectos de la vida, a cuyo fin organizarán, intensificarán y ampliarán servicios y programas generales de habilitación y rehabilitación, en particular en los ámbitos de la salud…basados en una evaluación multidisciplinar de las necesidades y capacidades de la persona, y destinados a apoyar la participación e inclusión en la comunidad y en todos los aspectos de la sociedad. En el referido orden de ideas, corresponde poner de relieve que nuestra Corte Suprema de Justicia de la Nación ha dicho que lo dispuesto en los tratados internacionales que tienen jerarquía constitucional (art. 75, inc. 22 de la Constitución Nacional) reafirma el derecho a la preservación de la salud – comprendido dentro del derecho a la vida- y destaca la obligación impostergable de la autoridad pública de garantizar ese derecho con acciones positivas, sin USO OFICIAL perjuicio de las obligaciones que deben asumir en su cumplimiento las jurisdicciones locales, las obras sociales o las entidades de la llamada medicina prepaga (ver Fallos 321:1684; 323:1339, entre otros). Y, en un caso que guarda cierta analogía con el de autos, se ha pronunciado en el sentido de que es obligación del Estado Nacional garantizar la cobertura total y completa, y efectuar el contralor por los organismos correspondientes de la continuidad y permanencia en la prestación del tratamiento de rehabilitación multidisciplinario que en forma gratuita se la brinda a una incapaz a través del PROFE (conf.: C.S.J.N., “Passero de Barriera, Graciela N. c/ Estado nacional”, del 18/9/2007, Abeledo Perrot n° 1/70040033-1). Por otro lado, en el ámbito interno, en cumplimiento de los compromisos asumidos por el Estado Nacional en la órbita del derecho internacional al hacerse parte de la Convención antes mencionada, se dictó la ley 26.657, que tiene por objeto asegurar el derecho a la protección de la salud mental de todas las personas, y el pleno goce de los derechos humanos de aquellas con padecimiento mental…reconocidos en los instrumentos internacionales de derechos humanos (ver art. 1°). En este ordenamiento legal, el Estado reconoce a las personas con padecimiento mental –en lo que aquí interesa- el derecho a recibir asistencia sanitaria y social integral y humanizada, a partir del acceso gratuito, igualitario y equitativo a las prestaciones e insumos necesarios, con el objeto de asegurar la recuperación y preservación de su salud; y el derecho a recibir tratamiento y a ser tratado con la alternativa terapéutica más conveniente, que menos restrinja sus derechos y libertades, promoviendo la integración familiar, laboral y comunitaria (ver art. 7°, incs. a) y d)). III. En la especie, se trata de una paciente de actuales 46 años de edad que ha transcurrido más de la mitad de su vida internada en el Hospital Neuropsiquiátrico Dr. Braulio Moyano. En efecto, en el primer dictamen del Cuerpo Médico Forense agregado en autos, que data del mes de enero de 1989, se informó que la Sra. S. A. O., que había sido ingresada al mencionado establecimiento hospitalario en el mes de junio de 1988, registraba una internación anterior del año 1983. En aquella oportunidad los médicos forenses diagnosticaron debilidad mental moderada en la que se ha insertado una psicosis crónica (ver fs. 6/7), verificándose –ya para esa época- que la causante no recibía la visita de ningún familiar (ver oficio del Hospital Moyano de fs. 2). Más recientemente –en el mes de febrero de 2009- la referida paciente fue trasladada nuevamente al Hospital Moyano, lugar que le fuera asignado por el Ministerio de Salud del G.C.B.A, luego de haber permanecido un tiempo internada en Residencia de la Estancia (ver fs. 672 y 675). El diagnóstico de internación, de conformidad a lo dictaminado por los médicos del Cuerpo Médico Forense a fs. 680/681, fue esquizofrenia hebefrenica con un estado defectual postpsicótico. Los expertos señalaron, asimismo, que carecía de continente psicoambiental familiar. En el momento presente, el último informe interdisciplinario proveniente del Hospital Moyano que obra en autos –del mes de julio de 2011consigna el diagnóstico de esquizofrenia paranoide, con evolución crónica con pronóstico reservado y un grado de discapacidad del 85%. En cuanto a su situación familiar, se indica que su padre ha fallecido; que su madre se encuentra internada en el mismo nosocomio; que su tío A. O. la había visitado por última vez nueve meses atrás, y no había vuelto a contactarse con ella ni con el equipo tratante desde entonces; y que su tía N. O., que reside en España, la había visitado en el mes de octubre de 2010. Y, finalmente, los profesionales firmantes – dos médicos psiquiatras, dos psicólogas y el Director del Hospital- concluyeron que su capacidad de autonomía se vería fortalecida con la asistencia de un acompañamiento terapéutico (ver fs. 821/822). A su vez, de lo manifestado por la Sra. S. A. O. a la Lic. en Trabajo Social L. M. O. –de la Dirección General de Tutores y Curadores Públicos- resulta que tendría seis hermanos con los que no mantiene relación, que una vez por mes la visitaría un tío, y que su madre –Z. O.- se encuentra internada en otro servicio del mismo hospital. La mencionada Trabajadora Social conversó también con la médica tratante de la causante Dra. S. B., quien le informó que aquélla no desea salir sola por miedo, que presenta dificultades en el manejo del dinero –no quiere gastarlo-, y que por tales razones sería conveniente la implementación de un acompañante terapéutico para realizar salidas y utilizar correctamente el dinero. Esta médica agregó que no mantiene vínculo con las demás pacientes y que Poder Judicial de la Nación ninguna quiere acompañarla en salidas, adjudicando a su conducta de avaricia con el dinero la mala relación que mantiene con sus compañeras (ver informe social de fs. 703/vta.). Debe destacarse que la Médica Psiquiatra Dra. S. B. reiteró en su informe de fs. 749 –del 27/8/2010- la conveniencia de implementar un acompañamiento terapéutico en beneficio de la reinserción social de la paciente; indicación que también fue incluida en el informe de fs. 755 –del 3/1/2011-, suscripto por el Director del Hospital Moyano, Dr. L. F., y por el Jefe del Servicio, Dr. J. A. K.. Contemplando lo insistentemente indicado por los médicos tratantes, la Curadora Pública Oficial acompañó a fs. 810/812 un programa de trabajo elaborado por la Lic. V. J. M., profesional que se desempeña como Acompañante Terapéutico. En dicho plan de trabajo se explicitan detalladamente los objetivos que se persiguen con la prestación en cuestión, que apuntan claramente a optimizar la autonomía de la paciente, promoviendo su inserción social, tanto en USO OFICIAL relación a la vida interna del establecimiento asistencial en el que se encuentra alojada, como habilitando la posibilidad de salidas fuera del mismo. Y a fs. 830 –el 6/10/11- la a quo autorizó a la Curadora Pública Oficial para que contrate los servicios de acompañante terapéutica para la causante, cuyo costo estaría a cargo de ésta. La mencionada profesional dio cuenta de los resultados de su intervención en los informes presentados a fs. 832/833, 839 y 867. Asimismo, en el informe interdisciplinario del Hospital Moyano agregado a fs. 842 se da cuenta de que la paciente sostiene en forma positiva sus tareas de rehabilitación con la Acompañante Terapéutica, observándose mejoras. IV. En consecuencia, examinando las circunstancias comprobadas de la causa precedentemente expuestas a la luz de la normativa y principios enunciados en el considerando II de la presente, resulta claro que PROFE debe otorgar a la Sra. S. A. O. la cobertura de la prestación de acompañante terapéutico específicamente prescripto por sus médicos tratantes; al tiempo que queda evidenciado que los argumentos desarrollados por la apelante no logran conmover el decisum recurrido. Por tales razones, habrá de confirmarse la resolución apelada. V. En su mérito, de conformidad a lo dictaminado por la Sra. Defensora de Menores e Incapaces de Cámara, SE RESUELVE: confirmar la resolución recurrida de fs. 837/vta.. Notifíquese al Ministerio de Incapaces y devuélvase, encomendándose a la juez de grado la notificación de la presente juntamente con la del auto que se dicte en los términos del art. 135, inc. 7° del Código Procesal. Fdo.: Mauricio Luis Mizrahi – Omar Luis Díaz Solimine – Claudio Ramos Feijoo.-