Sistema monetario de la Segunda República durante la Guerra Civil

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ANA PILAR VICO BELMONTE
Sistema monetario de la Segunda República durante la
Guerra Civil y su sustitución por papel moneda en la
provincia de Albacete
En la historia, todavía reciente, de España encontramos
etapas que no se caracterizan por la brillantez de su
moneda y el esplendor económico. De hecho hubo casos
en lo que nos encontramos con unas dificultades enormes para cubrir ciertas necesidades que hoy por hoy nos
pueden parecer imposibles de pensar. Es el caso de la
Guerra Civil Española, un periodo en el que la precariedad y la pobreza eran tan enormes que encontrar el
medio físico para realizar los pagos era complicado. Las
necesidades obligaban a buscar recursos con los que la
población pudiese hacer frente a los problemas cotidianos con que se encontraban. Seguramente para las personas de nuestra generación puede resultar muy fácil e
incluso banal hablar de un conflicto tan cruel y sangriento como fue la Guerra Civil Española, un punto
negro en nuestra historia reciente que para los que no
hemos sufrido sus penurias ni la depresión posterior,
resulta difícil de entender dentro de una España tal y
como la conocemos hoy.
Sin embargo, sin cerrar los ojos al pasado, encontramos
una época en la que el abastecimiento de recursos no era
fácil y entonces el tener moneda de cambio se convertía
en aval y garantía para poder realizar cualquier tipo de
transacción. Si además tenemos en cuenta lo difícil y
particular de la situación en la que nos emplazamos, por
la naturaleza del conflicto y la radicalización de las posturas, entre otras cosas descubriremos que hubo zonas
en las que el monetario anterior dejó de servir y hubo
que reinventar uno que reemplazase al anterior. El dinero era necesario para todos, desde los que tenían que
comprar el pan y elementos de primera necesidad, hasta
los que con él adquirían armamento y se encargaban de
la logística de las tropas. Así pues, centrándonos en él es
como advertimos, aunque de forma genérica, el problema que justifican estas líneas, la escasez de monetario y
las dificultades que se plantearon para sustituirlo por
otros elementos. Nuestra comunicación va a tratar sobre
las capacidades y recursos que tuvieron las diferentes
autoridades para solucionar el problema de carestía y
desarrollaremos este estudio centrándonos en la región
de Albacete donde por varios motivos que explicaremos
más adelante el caso resulta cuanto menos peculiar.
Los precedentes que se enmarcan en esta situación ya
presentan indicios de los que será posteriormente un
problema agravado. Pues en época republicana encontramos una convivencia en el uso del numerario borbónico anterior, con el que se comenzó a acuñar a partir de 1931. Tras el comienzo del conflicto bélico y la
fragmentación del poder central, se produjo un amplio
desarrollo de las autonomías propiciado por el auge y
radicalización de las ideologías, así pues, la retirada del
mercado de la moneda metálica anterior provocó tal
carestía de numerario que obligó a cada término municipal a emitir sus propios billetes, los cuales con una
circulación reducida tratarían de cubrir las necesidades
económicas básicas de su área y que, por supuesto,
estaban al margen de cualquier respaldo financiero del
gobierno central; sobre este tema encontramos un
amplio estudio realizado por Graeber1 quien de forma
muy generalista recopila las emisiones en papel moneda en toda la península.
Es así como la práctica inexistencia de moneda fraccionaria en la zona republicana, propició la aparición de
una ingeniosa solución que sirvió para paliar el problema en un principio, aunque con posterioridad y como
veremos fue una solución de emergencia que provocó
más problemas de los que solucionó. El invento al que
nos referimos son los “vales”, que tal y como los define Hernández Canut serían: cualquier reconocimiento de
obligación de pago, emitida sobre todo tipo de material, con un
límite de circulación entre el emisor y el receptor2.
1. Graeber, K.: Local Paper money issued during the Spanish Civil War.
International Bank note Society. St louis (Missouri). 1978.
2. Hernández-Canut, L.: El papel moneda de Albacete. Actas del X
Congreso Nacional de Numismática, pp. 637-654. Albacete 1998.
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Este astuto recurso, que en un primer momento puede
salvar el problema de carestía monetal, se difundió
rápidamente y conllevó en sí otros problemas y limitaciones peores como es la falta de control en su fabricación, lo que daba vía libre a las falsificaciones o a su
proliferación, creando un desequilibrio con el valor
real correspondiente a ellos, y la restricción del campo
de aceptación, pues cada uno tenía un intercambio
distinto; el vale del pan, por ejemplo, no podía usarse
para el transporte y viceversa. La evolución que tuvieron estos “vales” fue lógica, pues con la aparición de
ellos y la salvedad, al menos inicial de los problemas
de emisión, fueron sistematizados por organismos
con apariencia de poder delegado (corporaciones locales, organizaciones políticas o sindicatos), paliando
así las dificultades que tenía el poder central de circulación monetaria en las distintas áreas.
Estas emisiones realizadas, generalmente en papel
moneda, se difundieron rápidamente y las autoridades
tuvieron que ignorarlo sabedores de la incapacidad de
solucionar el problema por otros medios. Así que
cuando intentaron atajarlo no pudieron bloquearlo, lo
que desde luego empeoró la economía republicana y
aceleró su crisis económica que no ayudó a evitar la
posterior derrota3.
En Albacete, como en el resto de la zona republicana,
el problema de la escasez monetaria se repetía, e incluso se ve aumentado con la llegada de las Brigadas
Internacionales, lo que provocó un repentino aumento de la población en la ciudad y en general en varias
poblaciones de la provincia. Esto repercutió en la
ausencia de numerario y obligó a que poblaciones
realmente pequeñas optasen por crear también sus
propios sistemas monetales con “vales”.
Nuestra investigación se ha centrado sobre la manera
con la que los centros poblacionales republicanos de la
provincia de Albacete solucionaron la cuestión de la
escasez de moneda fraccionaria durante el periodo
bélico de 1936-1939. Así pues, en este trabajo hemos
tratado de recopilar toda la información posible y dar
a conocer los valores emitidos por las distintas localidades de la provincia, siendo conscientes de las dificultades que encontraremos por la escasez y lo recóndito de las piezas estudiadas, pues estamos ante una
fuente de estudio poco fiable, expresándolo en el sentido de tratar de abarcar en este trabajo todos los
ejemplares producidos durante este período.
Hay que destacar que las emisiones locales en papel
moneda fueron básicamente las únicas que circulaban
debido a la escasez de numerario oficial, lo que dio a
estos billetes y vales la enorme relevancia de fundamentar la mayoría de las transacciones económicas
cotidianas. Es curioso por tanto la negativa que los
responsables institucionales declararon fácticamente a
la emisión de certificados de plata y los provisionales
de moneda divisionaria que encontramos en otras provincias, y sin embargo se inclinan por la creación de
sus propios billetes o vales con diferentes diseños iconográficos.
El desarrollo de este trabajo ha supuesto la identificación de todos los centros emisores en base a los vestigios que hemos conseguido. De acuerdo a nuestra labor
y gracias al estudio de varias colecciones privadas hemos
recopilado esta información, pudiendo destacar al día
de hoy que los siguientes municipios, o entidades adscritas a los mismos emitieron papel moneda con los
valores que detallamos a continuación:
Listado del numerario en Albacete y provincia.
1.
2.
3.
4.
ALBACETE: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
ALBATANA: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
ALBOREA: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
ALCALÁ DEL JÚCAR: 1 Peseta, 50 céntimos. y
25 céntimos.
5. ALMANSA: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
6. ALPERA: 1 Peseta, 50 y céntimos.
7. BARRAX: 2 Pesetas, 50 y 25 céntimos.
8. BIENSERVIDA: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
9. BONETE: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
10. CARCELÉN: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
11. CASAS DE JUAN NÚÑEZ: 50 céntimos.
12. CASA IBÁÑEZ: 2 Pesetas, 1 Peseta, 50 y 25
céntimos.
13. CASAS DE VES: 25 céntimos.
14. CAUDETE: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
15. CORRAL RUBIO: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
16. CHINCHILLA: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
17. ELCHE DE LA SIERRA: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
18. FUENTE ÁLAMO: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
19. FUENSANTA: 1 Peseta, 25 céntimos.
20. FUENTEALBILLA: 1 Peseta, 25 céntimos.
3. Espuny, R.: Los billetes del Banco de España durante la Guerra Civil de
1936-1939. Vinaroz. 1989.
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21. HELLÍN: (Pedanía de Agramón): 1 Peseta, 50
céntimos.
22. HIGUERUELA: 2 y 1 Peseta, 50, 25, 15 y10
céntimos.
23. JORQUERA: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
24. LA RODA: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
25. LETUR: 50 y 25 céntimos.
26. LEZUZA: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
27. LIÉTOR: 1 Peseta, 50 céntimos.
28. MADRIGUERAS: 1 Peseta. y 25 céntimos.
29. MAHORA: 50 y 25 céntimos.
30. MINAYA: 2 Pesetas,1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
31. MOLINICOS: 2 Pesetas, 1 Peseta, 50 y 25
céntimos.
32. MONTEALEGRE DEL CASTILLO: 1 Peseta,
50 y 25 céntimos.
33. MOTILLEJA: 25 céntimos.
34. MUNERA: 50 céntimos.
35. NAVA DE ARRIBA: 50 céntimos.
36. NERPIO: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
37. ONTUR: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
38. PÉTROLA: 1 Peseta, 50 céntimos.
39. POZO LORENTE: 50 céntimos.
40. SOCOVOS: 1 Peseta.
41. TOBARRA: 1 Peseta y 25 céntimos.
42. VALDEGANGA: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
43. VIANOS: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
44. VILLALGORDO DEL JÚCAR: 2 Pesetas, 1
Peseta, 50 y 25 céntimos.
45. VILLAMALEA: 25 céntimos
46. VILLARROBLEDO: 1 Peseta, 50 y 25
céntimos.
47. VILLATOYA: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
48. VILLAVERDE DE GUADALIMAR: 25 céntimos.
49. VIVEROS: 50 céntimos.
50. YESTE: 1 Peseta, 50 y 25 céntimos.
En el listado destacan ciertas poblaciones que consiguieron suplir la falta de numerario con otros de
fabricación propia donde se completan series con distintos valores que parecen cubrir por completo las
necesidades de cada localidad. Con ello no nos referimos únicamente a aquellos pueblos que tenían más
cantidad de papel moneda ni a aquellos que imprimían billetes de dos pesetas, un valor alto para el
momento que estamos tratando, sino que nos parece
reseñable destacar aquellas localidades en las que se
produjo mayor diversidad de valores, así que si tenemos en cuenta que una economía desarrollada se
caracteriza por el desarrollo en la fabricación de dinero fraccionario; en este caso destacaríamos las zonas
en las que no sólo hay mucha emisión de billetes de
céntimos sino también de aquellos lugares donde los
mismos negocios particulares o colectivizados creaban
su propia moneda de cambio avalándolo con la materia prima de su empresa. La calidad de las emisiones
nos da también una idea de los recursos que se dedicaban a ellas y de las intenciones y pretensiones que
querían dotar a las mismas.
Como ya hemos comentado, con este estudio buscamos mostrar cómo se hizo frente y se buscaron recursos ante lo que sería un problema grave durante la
época de la Guerra Civil Española y los momentos
inmediatamente posteriores y así concluir que la retirada del mercado de la moneda metálica provocó un
doble fenómeno: la emisión primero de certificados de
plata y al tiempo y después de billetes por parte del
gobierno central que acabó siendo insuficiente y se
tradujo de inmediato en una subida de precios y desabastecimiento total de la población. Así pues, cada
población buscó emitir su propio numerario sin que
entre las diferentes emisiones se guardase relación en
los diseños, aunque en general el mensaje era similar,
y se buscó representar de alguna manera una exaltación de la realidad republicana, demostrándose una
vez más el papel de propaganda que se asigna al circulante con independencia del signo de gobierno de
turno. Citaremos al respecto algunos ejemplos significativos.
Las emisiones de la capital de la ciudad de Albacete
donde en sus billetes de 1 Peseta, 50 y 25 céntimos
encontramos en su anverso una cartela estrellada de la
que irradian rayos y dentro de la cual se representa a
un fornido obrero que blande un mazo entre sus
manos sobre la espalda dispuesto a golpear sobre una
plancha con el perfil de España y el nombre grabado
dispuesto a enderezarla. Lo que hace de la representación una escena metafórica con mensaje publicitario
de la institución republicana En el reverso se exhibe en
el centro escudo de la ciudad con tres torres coronadas por el murciélago y corona mural (típica de la
República). En esquina superior izquierda, perfil de
mujer tocada con gorro frigio, en alegoría a la
República y en el ángulo opuesto, un puño en señal
del saludo republicano. En ambas caras aparece el
valor del dinero.
En los billetes de 1 Peseta y 50 céntimos emitidos por
el Consejo Municipal de Almansa, aparece también la
representación de una alegoría de la República, pero
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en este caso como tema principal de la representación,
así pues la encontramos entronizada junto a un león y
portando majestuosamente una antorcha simbolizando quién ilumina al pueblo. En el reverso, encontraremos dentro de un escudo coronado, por la ya mencionada corona mural, los emblemas de la provincia y la
localidad.
En el término de Alpera, en sus billetes de 1 Peseta y
50 céntimos aparece la misma alegoría pero en este
caso apoyada sobre una columna en la que se apoya el
libro de la constitución española republicana.
Hay otros casos en los que la carga simbólica expuesta es menor y se reduce a una pequeña representación
de la cabeza de la República con el gorro frigio. En los
vales las representaciones iconográficas son nulas y
como único alarde de decoración puede aparecer el
escudo de la localidad, pero es algo lógico si tenemos
en cuenta la naturaleza y el origen de estas emisiones,
la pobreza reinante que no permite la emisión nacional de papel moneda. Es reseñable, que en los términos municipales donde los censos de 1930 muestran
mayor concentración de población, es donde las emisiones alcanzan mayor calidad y difusión, debido al
mayor número de recursos con que contaban.
Con este estudio, hemos tratado de exponer un preámbulo de lo que esperamos sea un trabajo posterior
más detallado sobre las emisiones en papel moneda de
la provincia de Albacete dentro de este oscuro período
que fue la Guerra Civil Española.
Nota a las ilustraciones
Fig. 1 Anverso del billete emitido por el consejo Municipal de la ciudad de Albacete.
Fig. 2. Reverso del billete emitido por el Consejo Municipal de la ciudad de Albacete.
Fig. 3. Anverso del billete emitido por el Consejo Municipal de Almansa.
Fig. 4. Anverso del billete emitido por el Consejo Municipal de Alpera.
Fig. 5. Anverso del vale o valor emitido por el Consejo Municipal de La RodaFig. 6. Anverso del cupón de cambio emitido por el Consejo Municipal de Minaya.
Fig. 7. Mapa de la provincia de Albacete.
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Fig. 1
Fig. 2
Fig. 3
Fig. 4
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Fig. 5
Fig. 6
Fig. 7. Mapa de la provincia de Albacete
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