El beso (Gustav Klimt) El beso es una obra del pintor austríaco Gustav Klimt y probablemente su obra más conocida. Es un óleo sobre lienzo de 180 x 180 centímetros, realizado entre 1907-08. Esta obra, que sigue los cánones del Simbolismo, es una tela con decoraciones y mosaicos y fondo dorado. Está expuesta en la Österreichische Galerie Belvedere de Viena. En la literatura más reciente se ha interpretado este lienzo, desde la óptica de la iconografía, como una representación simbólica del momento en que Apolo besa a la ninfa Dafne que se está convirtiendo en laurel, de acuerdo con el relato de la metamorfosis de Dafne que se encuentra en la obra de Ovidio. Su visión debe completarse con la del friso de Klimt en el comedor del Palacio Stoclet de Bruselas, en el que la metamorfosis se consuma y se produce el nacimiento de un nuevo laurel. Se trata de una perspectiva, apoyada en la literatura, que da un sentido a esta obra de Klimt en un contexto iconográfico, no sólo metafórico, de la historia del arte. El grito (Munch) El grito es el título de varios cuadros del noruego Eduard Munch (1863-1944). La versión más famosa se encuentra en la Galería Nacional de Oslo y fue completada en 1893. Todas las versiones del cuadro muestran una figura andrógina en primer plano, que simboliza a un hombre moderno en un momento de profunda angustia y desesperación existencial. El paisaje del fondo es Oslo visto desde la colina de Ekeberg. El grito está considerado como una de las más importantes obras del artista y del movimiento expresionista. La fuente de inspiración para El grito podría encontrarse, quizá, en la atormentada vida del artista, un hombre educado por un padre severo y rígido que, siendo niño, vio morir a su madre y a una hermana. En la década de 1890, a Laura, su hermana favorita, le diagnosticaron una dolencia bipolar y fue internada en un psiquiátrico. El estado anímico del artista queda reflejado en estas líneas, que Munch escribe en su diario hacia 1892: “Paseaba por un sendero con dos amigos - el sol se puso - de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio - sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad - mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza.” El Guernica (Picasso) El Guernica es un famoso cuadro de Pablo Picasso, pintado en los meses de mayo y junio de 1937, cuyo título alude al bombardeo del pueblo Guernica ocurrido el 26 de abril de dicho año, durante la Guerra Civil Española. Fue realizado por encargo del Gobierno de la República Española para ser expuesto en el Pabellón Español durante la Exposición Internacional de 1937 en París, con el fin de atraer la atención del público hacia la causa republicana en plena Guerra Civil Española. El Guernica es un óleo sobre lienzo, con unas dimensiones de 3,50 x 7,80 m. A pesar de su título, y de las circunstancias en que fue realizado, no hay ninguna referencia concreta al bombardeo de Guernica ni a la Guerra Civil Española. No es, por lo tanto, un cuadro narrativo, sino simbólico. Está pintado utilizando únicamente el blanco y negro, y una variada gama de grises. La estructura del cuadro es semejante a la de un tríptico, cuyo panel central está ocupado por el caballo agonizante y la mujer portadora de la lámpara. Los laterales serían, a la derecha, la casa en llamas con la mujer gritando, y, a la izquierda, el toro y la mujer con su hijo muerto. El del tríptico no es, sin embargo, el único principio de ordenación espacial presente en el Guernica. Las figuras están organizadas en triángulos, de los cuales el más importante es el central, que tiene como base el cuerpo del guerrero muerto, y como vértice la lámpara. El jardín de las delicias, El Bosco El jardín de las delicias es la obra cumbre del pintor holandés Hieronymus Bosch (El Bosco). Se trata de un tríptico pintado al óleo de 206 x 386 cm, compuesto por una tabla central y dos laterales (pintadas en sus dos lados) que se pueden cerrar sobre aquella. Obra de gran simbolismo (que todavía no ha sido completamente descifrado), El Jardín de las delicias se sustrae a cualquier clasificación iconográfica tradicional. Se considera, no obstante, que la obra obedece a una intención moralizante que habría sido comprensible para la gente de la época; en este sentido, el propio rey Felipe II de España, alguien poco sospechoso de herejía, llegó a adquirir el cuadro como consecuencia de su interés por el mismo. Considerada como una de las obras más fascinantes, misteriosas y atrayentes de la historia del arte, el cuadro forma parte de los fondos de exposición permanente del Museo del Prado de Madrid. El tríptico presenta, en el panel izquierdo, una imagen del paraíso donde se representa el último día de la creación, con Eva y Adán, y en el panel central se representa la locura desatada: la lujuria. En esta tabla central aparece el acto sexual y es donde se descubren todo tipo de placeres carnales, que son la prueba de que el hombre había perdido la gracia. Por último tenemos la tabla de la derecha donde se representa la condena en el infierno; en ella el pintor nos muestra un escenario apoteósico y cruel en el que el ser humano es condenado por su pecado. La muchacha en la ventana (Dalí) Muchacha en la ventana es un famoso cuadro del pintor español Salvador Dalí pintado en 1925. Está hecho mediante la técnica del óleo sobre cartón piedra, es de estilo realista y sus medidas son 105 x 74,5 cm. Se conserva en Madrid, en el Museo Reina Sofía. Representa a la hermana del artista, Ana María, a la edad de diecisiete años, asomada a la ventana, de espaldas, en la casa de vacaciones que la familia poseía en Cadaqués, a la orilla del mar. Dalí realiza un trabajo de gran uniformidad cromática y sencillez en la composición, donde la muchacha nos introduce en el paisaje que ella contempla. Claramente, los valores cromáticos de la obra son azules, al igual que en las obras tempranas de Picasso las cuales estaban formadas sólo por gamas de azules. La muchacha sufre algunas desproporciones notables como sus pies, los cuales son muy pequeños. La hermana de Dalí aparece en otros cuadros contemporáneos y posteriores del pintor, pues fue la modelo del pintor hasta que conoció a Gala en 1929. La balsa de la Medusa, Géricault La balsa de la Medusa (1819) es una pintura romántica de Théodore Géricault que hace referencia al naufragio del barco francés "la Medusa" en la costa occidental africana en 1816. Durante el trayecto hacia las costas de la colonia francesa de St. Louis (Senegal), el barco "La Medusa" queda varado en un banco de arena a más de 50 millas de la costa. La carencia de botes salvavidas suficientes para toda la tripulación y el pasaje, obligan a construir una enorme balsa que se sobrecarga con 149 personas que ya no cabían en los botes salvavidas. En un principio se intenta remolcar la balsa con el resto de los botes salvavidas, pero las grandes dimensiones de la misma lo impiden. A instancias de las autoridades civiles y los pasajeros de alta alcurnia que se encontraban a bordo de los botes, el capitán ordena cortar los cabos de remolque abandonando la balsa a su suerte, dejando a la deriva a 149 tripulantes. Dos semanas después, la balsa es localizada por un navío francés. Sólo quedaban a bordo 15 personas vivas en condiciones deplorables. Posteriormente los supervivientes del naufragio acusaron de abandono a los aristócratas que componían la oficialidad, pudiendo además relatar la traumática experiencia que supuso permanecer cerca de 15 días en una balsa improvisada, teniendo que recurrir al canibalismo para poder sobrevivir. Debido a la presión popular y a la conmoción que supuso este drama para la sociedad francesa, Luis XVIII se vio obligado a instigar un juicio militar contra el capitán de "La Medusa" quien resultó condenado por negligencia y abandono de la tripulación. El naufragio de la Medusa supuso un auténtico choque para la opinión pública francesa, de manera que la obra ha de ser situada dentro del escenario político, pues el escándalo que supuso el abandono a su suerte de gran parte de la tripulación por el egoísmo de la oficialidad aristocrática llegaría hasta el extremo de convertirse en un símbolo de denuncia de la corrupción borbónica. Los amantes (Magritte) Magritte nació en la pequeña localidad belga de Lessines, en la región del Hainaut, pero su infancia transcurrió en distintos lugares a los que fue trasladándose la familia. Su padre era sastre y su madre, que de soltera había ejercido como modista y sombrerera, se suicidó en 1912 arrojándose al Sambre en Chatelet. Los ecos del suicidio materno pueden percibirse todavía en algunos cuadros de finales de los años veinte, Los amantes (1928), en los que aparecen figuras con la cabeza cubierta por una tela evocando la imagen del cadáver de la madre, que fue rescatado del río con la camisa cubriéndole el rostro. El tema de Los amantes de Magritte (1928, Nueva York) es la imposibilidad radical de comunicarse, la imposibilidad de la fusión amorosa. Habitación de hotel (Hopper) Edward Hopper (Nyack, 22 de julio de 1882 - Nueva York, 15 de mayo de 1967) fue un famoso pintor estadounidense, célebre sobre todo por sus retratos de la soledad en la vida norteamericana contemporánea. Su carácter taciturno y sus formas austeras, tuvieron un fuerte reflejo en su obra, que se caracteriza en su conjunto por la simplificada representación de la realidad y por la perfecta captación de la soledad del hombre contemporáneo. A través de su pintura nos acercamos a la América de la Gran Depresión, que para él simbolizaba la crisis de la vida moderna. El tratamiento cinematográfico de las escenas y el personal empleo de la luz son los principales elementos diferenciadores de su pintura. Aunque pintó algunos paisajes y escenas al aire libre, la mayoría de sus temas pictóricos representan lugares públicos, como bares, moteles, hoteles, estaciones, trenes, prácticamente vacíos para subrayar la soledad del personaje representado. Por otra parte, Hopper acentúa el efecto dramático a través de los fuertes contrastes de luces y sombras.