186 “DOCTRINA DEL MINISTERIO PÚBLICO 2010” 1.- FECHA DE ELABORACIÓN: 2.- DIRECCIÓN REMITENTE: 3.- MATERIA: 4.- TEMA: 18/02/2011 Dirección de Revisión y Doctrina Penal Adjetiva Procedencia de la Privación Judicial Preventiva de Libertad por Razones de Necesidad o Urgencia. 5.- EXTRACTO Cuando el Fiscal del Ministerio Público que conozca de una causa en concreto, solicite una medida de privación judicial preventiva de libertad en contra de un imputado, de conformidad con el supuesto especial del artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal, deberá sustentarla de manera clara, precisa y contundente, sobre todo atendiéndose a la excepcionalidad de dicha figura procesal. 6.- CONTENIDO 6.1.- COMUNICACIÓN Nº 6.2.- FECHA: DRD-074-2010 25/03/2010 6.3.- TRANSCRIPCIÓN (...) El supuesto especial de privación judicial preventiva de libertad por razones de necesidad o urgencia, previsto en el último aparte del artículo 250114 del Código Orgánico Procesal Penal. Este supuesto excepcional de aprehensión por razones de necesidad y urgencia fue incorporado en la reforma del Código Orgánico Procesal Penal del año 2001, acerca del cual algunos autores patrios han señalado que “(…) en determinados casos de delitos graves y complejos, se impone durante la fase preparatoria del proceso la imperiosa necesidad de tener que ordenar, de manera expedita y sin dilación alguna, la detención inmediata del investigado como única vía para garantizar las finalidades del proceso, lo cual, fuera de los casos de flagrancia, sólo puede ocurrir previa orden judicial, que, en la mayoría de los casos, es prácticamente imposible obtener con la prontitud y celeridad que la naturaleza de tales casos requiere (…)115”. Por su parte, Pérez Sarmiento justifica la inclusión de dicha norma, y señala que “(…) el aparte final de este artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal recoge un supuesto de extrema necesidad y urgencia que permite al juez ordenar, incluso por teléfono, fax, telégrafo, correo electrónico, o mediante recado oral, la detención de una persona a solicitud del Ministerio Público. Se trata de aquellos casos donde no existiendo flagrancia, los órganos de policía y la fiscalía reciben información 114 “Artículo 250.- Procedencia. El Juez de control, a solicitud del Ministerio Público, podrá decretar la privación preventiva de libertad del imputado siempre que se acredite la existencia de: (…) En casos excepcionales de extrema necesidad y urgencia, y siempre que concurran los supuestos previstos en este artículo, el Juez de control, a solicitud del Ministerio Público, autorizará por cualquier medio idóneo, la aprehensión del investigado. Tal autorización deberá ser ratificada por auto fundado dentro de las doce horas siguientes a la aprehensión, y en lo demás se seguirá el procedimiento previsto en este artículo.” 115 TAMAYO RODRIGUEZ, José Luis (2003) “Manual Práctico Comentado sobre la Reforma del Código Orgánico Procesal Penal”. Maracay, Venezuela. Editorial TAMHER, C.A., Pág. 250. Doctrina del Ministerio Público 2010 187 súbita y confiable de que un determinado ciudadano está incurso en un delito grave y existe palpable peligro de fuga, y por tal motivo, el Ministerio Público solicita la orden de detención por cualquiera de las vías señaladas (…)116”. Atendiendo a la estructura propia de nuestro proceso penal, y con base en simples razonamientos lógicos, al momento en que el Fiscal del Ministerio Público que conozca de una causa en concreto, solicite una medida de privación judicial preventiva de libertad en contra de un imputado, de conformidad con el supuesto especial, ésta deberá ser realizada y sustentada de manera clara, precisa y contundente, sobre todo atendiéndose a la excepcionalidad de dicha figura procesal. La actividad jurisdiccional dependerá en su totalidad de los argumentos que logre explanar de manera responsable y sustentable el Ministerio Público. Atendiendo a la necesidad de motivación de las decisiones, requerido ello por el artículo 173 del Código Orgánico Procesal Penal, esa actividad del intelecto del juzgador dependerá -inicialmente-, de manera absoluta, del planteamiento que haga el Fiscal de la causa, y de los soportes que se logre proporcionar a tal efecto al órgano jurisdiccional oportunamente. Estas razones o fundamentos del Ministerio Público, servirán igualmente como primer elemento para el ejercicio del derecho a la defensa del imputado en contra de quien se solicita la medida de privación judicial preventiva de libertad, debiendo el mismo conocer las afirmaciones realizadas por su parte contraria, verbigracia el Ministerio Público, so pena de vulneración de uno de los contenidos esenciales del derecho a la defensa. El doctor Juan Montero Aroca, de manera precisa ha señalado, al comentar los contenidos básicos del Derecho a la Defensa que “(…) el contenido esencial se refiere también a que las partes han de conocer todos los materiales de hecho y de derecho que puedan influir en la resolución judicial: 1) De hecho: Cada parte ha de tener la posibilidad real de conocer los materiales de hecho afirmados por la contraria y de poder alegar en contra de ellos; si pudiera existir una alegación de parte que se mantuviera secreta para la otra, se estaría ante uno de los supuestos más claros de vulneración del derecho de audiencia, tanto que podría hablarse de indefensión (…).”117 Siendo de tal relevancia esa posibilidad plena de defensa, que el doctor Alberto Binder ha llegado a señalar que “(…) no se le puede considerar una garantía más, sino que se trata precisamente de aquella que asegura y torna operativas a todas las demás (…).”118 Vale la pena señalar que, si bien en materia penal encuentra plena aplicación el principio iura novit curia, ello habrá de circunscribirse a la actividad intelectiva que realizará el Juzgador con base en los elementos aportados, más en ningún supuesto podría buscarse suplir con dicho principio las alegaciones o fundamentos -claros e integrales- que está obligado a realizar el Ministerio Público, para fundar sus pretensiones. Ello sencillamente perfecciona los procesos penales, transmite la convicción de transparencia en los mismos, y obra en definitiva en beneficio de la real consecución de la Justicia por las vías jurídicas. Sobre esa necesidad de motivación de la solicitud que se realice, ya la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia N° 499 de fecha 8 de agosto de 2007, señaló, entre otras cuestiones, lo siguiente: “(…) Es impretermitiblemente necesario señalar que, para que una aprehensión sea autorizada con fundamento en el último aparte del artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal, debe necesariamente verificarse y constar en la solicitud que presente el Ministerio Público las circunstancias de extrema necesidad y urgencia, tal y como lo señala la norma in comento (…)” El Ministerio Público y el órgano jurisdiccional deben atender en todo momento, que en el supuesto previsto en el último aparte del artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal, para poder decretarse la medida de privación judicial preventiva de libertad, la necesidad existente no debe ser pura y simple, sino que ha de venir revestida de un carácter extremo. En principio, se debe tener presente 116 PEREZ SARMIENTO, Eric Lorenzo (2003) “Comentarios al Código Orgánico Procesal Penal”. Valencia - Caracas, Venezuela. Editores VADELL HERMANOS, Pág. 281. 117 MONTERO AROCA, Juan (1997) “Principios del Proceso Penal. Una explicación basada en la razón”. Tirant lo Blanch, Valencia, España. Pág. 142. 118 BINDER, Alberto (1999) “Introducción al Derecho Procesal Penal”. Ad Hoc, s.r.l. Buenos Aires, Argentina. Pág. 132. Doctrina del Ministerio Público 2010 188 que, ya en el ámbito del derecho penal alemán -base indirecta de nuestro ordenamiento procesal penal vigente, por ser pilar del Código Orgánico Procesal Penal modelo para Iberoamérica-, se ha establecido -por vía doctrinaria y jurisprudencial- que toda medida de coerción personal, por su propia naturaleza debe ser “(…) conducente, necesaria y adecuada (…)”119, siendo en consecuencia imprescindible una argumentación detallada, clara y precisa, que transmita la urgencia previamente razonada y evaluada por el Representante Fiscal. La necesidad de orden jurisdiccional de detención a la cual se ha venido haciendo referencia al analizar esta figura procesal, se enmarca perfectamente dentro del marco constitucional vigente en nuestro país, y la regulación de la libertad personal de todo ciudadano. 119 SCHLUCHTER, Ellen (1999) “Derecho Procesal Penal”. Valencia, España - Thungersheim Frankfurt (Main), Alemania. Pág. 66. Doctrina del Ministerio Público 2010