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I. Introducción
La Dirección General de Tributos y la Agencia Tributaria han establecido en las últimas
Consultas e Instrucciones relativas a sociedades civiles profesionales, la importancia del
sometimiento a la Ley 2/2007, de 15 de marzo, a los efectos de evitar la tributación en el
Impuesto sobre Sociedades.
El presente trabajo trata de recordar los aspectos fundamentales de esta norma y adjunta un
modelo de escritura pública de constitución de sociedad civil profesional
II. ¿Qué es una sociedad profesional?
La Sociedad Profesional se constituye para el ejercicio en común de una actividad profesional.
Por actividad profesional hemos de entender cualquiera que para el ejercicio de la misma
requiera una titulación universitaria oficial o una titulación profesional y la inscripción en el
correspondiente Colegio Profesional.
Habrá ejercicio en común de la actividad profesional cuando los actos propios de la actividad
se realicen bajo la razón o denominación social y le sean atribuidos a la sociedad los derechos y
obligaciones inherentes de la actividad profesional.
Entre otras obligaciones, y en garantía de terceros, la propia exposición de motivos de la Ley
explica que el ejercicio a través de una sociedad profesional no puede desnaturalizar las
normas deontológicas aplicables que sería aplicables a los propios profesionales actuando sin
esta sociedad profesional.
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III. Objeto Social
El objeto social únicamente podrá recoger el ejercicio de una o varias actividades profesionales
siempre que no sean incompatibles entre sí (ej. Abogados y auditores).
III. Composición y Administración
Será socio profesional:
la persona física que reúna los requisitos para poder ejercer la actividad (titulación
más inscripción)
- las Sociedades Profesionales que participen en otra Sociedad Profesional
La mayoría del capital social y de los derechos de votos (sociedades capitalistas, ej. Sociedad
limitada)) o la mayoría del patrimonio social y número de socios (sociedades personalistas, ej.
Sociedad civil) debe pertenecer a los socios profesionales.
La Administración de la sociedad, cualquiera que sea el órgano elegido, también deberá estar
en manos de socios profesionales, al menos en la mayoría más uno en caso de órganos
colegiados). Las decisiones de los órganos de administración colegiados requerirán del voto
favorable de la mayoría de los socios profesionales.
No podrán ser socios profesionales aquellos que estén inhabilitados para el ejercicio de la
profesión y aquellos en los que concurra causa de incompatibilidad.
IV. Otorgamiento de escritura
El contrato de sociedad profesional deberá formalizarse en escritura pública en la que
constarán los siguientes datos:
a) Los propios de la forma social adoptada (ej. Sociedad civil, sociedad limitada, etc.).
b) La identificación de los otorgantes, expresando su carácter profesional o no. Es decir
será obligatorio que en la reseña de los datos de identificación se haga constar la
profesión de los otorgantes profesionales. También se hará constar su número de
colegiado. Para acreditar el carácter profesional de los socios y su número de colegiado
deberá aportarse el correspondiente certificado del Colegio profesional
correspondiente que deberá quedar incorporado a la escritura matriz para insertar en
las copias.
c) El colegio profesional al que pertenezcan.
d) La constitución del seguro que la propia Ley exige.
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V. Inscripción
Una vez otorgada la escritura, ésta deberá ser objeto de inscripción en el Registro Mercantil,
adquiriendo en ese momento la sociedad profesional su personalidad jurídica.
Igualmente, la sociedad profesional deberá inscribirse en el Registro de Sociedades
Profesionales del Colegio Profesional correspondiente a su domicilio.
VI. Desarrollo de la actividad profesional y responsabilidad disciplinaria
La sociedad profesional y los profesionales que actúen en su seno ejercerán la actividad
profesional que constituya su objeto social de conformidad con el régimen deóntológico y
disciplinario de la correspondiente actividad profesional.
VII. Participación en beneficios y pérdidas
El contrato social será el que determine el régimen de participación de los resultados de la
sociedad profesional. A falta de disposición, los beneficios se distribuirán y las pérdidas, en su
caso, se imputarán en proporción a la participación de cada socio.
En caso de acordarse que el reparto de beneficios se haga en función de la contribución de
cada socio a la buena marcha de la sociedad, éste podrá basarse, tanto en criterios cualitativos
como cuantitativos. Los estatutos deberán recoger cuáles son esos criterios cualitativos o
cuantitativos que se han tenido en cuenta para el reparto de beneficios.
EL acuerdo deberá ser aprobado o ratificado por la junta o asamblea de socios con las
mayorías que se establezcan en el contrato social aunque no podrán ser inferiores a la mayoría
absoluta del capital, incluida dentro de ésta, la mayoría de los derechos de voto de los socios
profesionales.
VIII. Responsabilidad de la sociedad profesional y de los profesionales
El responsable de las deudas derivadas de actos profesionales será la sociedad y con ella
solidariamente los profesionales, socios o no, que hayan intervenido en la provocación del
daño, conforme a las reglas de responsabilidad contractual o extracontractual que
correspondan. Con la Ley se homogeneizó para todas las profesiones el régimen de
legitimación pasiva.
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Asimismo, la Ley exige la obligatoriedad de contratar un seguro de responsabilidad civil
profesional que asegure los daños originados como consecuencia del ejercicio de su objeto
social.
Conviene señalar que la Disposición Adicional Segunda de la Ley establece una extensión de
este régimen de responsabilidad a aquellos supuestos en que dos o más profesionales
desarrollen colectivamente una actividad profesional pero que no se hayan constituido en
sociedad profesional con arreglo a la nueva Ley y, además, en caso de que dicho ejercicio
colectivo se lleve a cabo sin adoptar ninguna forma societaria, todos los profesionales que lo
desarrollen responderán solidariamente de la responsabilidad derivada del ejercicio de la
profesión.
IX. Régimen de los socios
1.- La condición de socio es intransmisible, salvo consentimiento de todos los socios
profesionales, o por la mayoría en caso de autorización expresa en el contrato social.
2.- Los socios profesionales podrán separarse de la sociedad
3.- Todo socio profesional podrá ser excluido por las causas previstas en el contrato social, por
infringir gravemente los deberes para con la sociedad o los deontológicos y por resultar
inhabilitado.
X. Arbitraje
La Ley establece la posibilidad del arbitraje para todas las cuestiones entre socios, entre socios
y administradores y entre cualquiera de éstos y la sociedad, incluso en las de mayor calado,
como la separación, exclusión de socios o la determinación de la cuota de liquidación.
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