De los incentivos a los efectos devastadores de los flujos internacionales de capital: Implicaciones para el manejo macroeconómico Arnoldo Camacho y Allan Rodríguez CEN 181 Junio1999 Documento en Proceso. Escrito por Arnoldo Camacho, profesor de INCAE y Allan Rodríguez investigador de INCAE. Este trabajo busca estimular la reflexión sobre marcos conceptuales novedosos, posibles alternativas de abordaje de problemas y sugerencias para la eventual puesta en marcha de políticas públicas, proyectos de inversión regionales, nacionales o sectoriales y de estrategias empresariales. No pretende prescribir modelos o políticas, ni se hacen responsables el o los autores ni el Centro Latinoamericano de Competitividad y Desarrollo Sostenible del INCAE de una incorrecta interpretación de su contenido, ni de buenas o malas prácticas administrativas, gerenciales o de gestión pública. El objetivo ulterior es elevar el nivel de discusión y análisis sobre la competitividad y el desarrollo sostenibles en la región centroamericana. El contenido es responsabilidad, bajo los términos de lo anterior, de CLACDS y no necesariamente de los socios contribuyentes del proyecto. Julio, 1999 1. 1.1 INTRODUCCIÓN. El auge de los flujos internacionales de capital. La mejora en el entorno económico mundial y los procesos de apertura y reforma en países en desarrollo han favorecido la reactivación de los flujos internacionales de capital. Algunas de las transformaciones más importantes han llevado a que: (1) los flujos privados sean significativamente mayores que los flujos oficiales; (2) los países en desarrollo reciban más de un 40 porciento de los flujos privados; (3) se hayan ampliado la gama de proyectos financiados; (4) haya aumentado la importancia relativa de los flujos privados de un 4 a un 20 porciento del Producto Interno Bruto para países en desarrollo entre 1990 y 1996; y, (5) los flujos financieros se canalicen al financiamiento de bonos corporativos y participaciones directas en capital, en vez de financiamiento a través de la banca comercial. (World Bank (1997). A pesar de la tendencia general al aumento de los flujos privados netos durante los noventas, éstos han respondido tanto en el volumen como en la asignación a la aparición de crisis en mercados emergentes. Aunque las condiciones económicas de los países industrializados afectan la disponibilidad de los flujos, como se observa en el Cuadro 1, los flujos privados netos cayeron en 1994, después de la crisis mexicana, y en 1997, después de la crisis del sudeste asiático. Esto revela claramente que las condiciones de los países en desarrollo también inciden sobre la disponibilidad de recursos. A la variabilidad en el volumen se han sumado cambios importantes en la distribución de los flujos, como se observa en la Figura 1. Estos cambios han sido más significativos entre Asia y América Latina y el Caribe, reflejando en gran medida la reacción de inversionistas extranjeros ante los eventos en dichas regiones. Esto sugiere que la revisión en la asignación de recursos a nivel global considera los incentivos relativos entre regiones, y que el deterioro de una región no llevó necesariamente a la pérdida de confianza de otras regiones o mercados emergentes durante las primera crisis financieras. Para incrementar los flujos de capital las recomendaciones tradicionales sugieren que los países deben contar con incentivos para atraer inversión directa, pero también promover la estabilidad económica para dar un carácter más permanente y reducir la volatilidad de la inversión en cartera. El propósito de este estudio es el de identificar y medir el efecto que tienen diferentes factores sobre el comportamiento de los flujos de 3 inversión en cartera, cuyo efecto tiende a ser más relevante para el manejo económico de corto plazo en países en desarrollo. Esto permitirá generar recomendaciones para reducir su volatilidad y maximizar las ventajas que el ingreso de los mismos tiene sobre el manejo macroeconómico. Cuadro 1 Flujos netos de capital privado (miles de millones de US$) Flujos Privados Netos Países en Desarrollo Africa Asia Medio Oriente y Europa Latinoamérica y el Caribe Economías en Transición Economías recien industrializadas 1992 124.9 119.7 1993 162.4 142.0 1994 147.2 116.2 1995 191.5 149.4 1996 259.3 216.3 1997 181.5 144.6 0.0 21.0 42.8 55.9 7.7 2.8 53.4 22.6 63.3 12.1 9.0 62.4 -1.0 45.8 17.3 10.9 89.2 12.2 37.1 29.5 12.9 101.2 19.1 83.1 28.6 6.8 34.2 15.7 87.9 30.0 -2.5 8.3 13.6 12.6 14.3 6.8 Fuente: Perspectivas de la Economía Mundial, Fondo Monetario Internacional, Diciembre 1997. Figura 1: Flujos privados de capital (participaciones según regiones) 50.0 Africa 45.0 40.0 Asia % Participación 35.0 30.0 25.0 Medio Oriente y Europa 20.0 15.0 Latinoamérica y El Caribe 10.0 5.0 0.0 -5.01992 Economías en Transición 1993 1994 1995 1996 1997 Año 4 1.2 La naturaleza de los flujos de capital. Los flujos internacionales de capital pueden son clasificados como inversión directa extranjera, asociada con la compra de un interés superior al 10 % en empresas particulares, o, alternativamente, como inversión en cartera mediante la compra de activos de capital en porcentajes inferiores al 10 %, o instrumentos financieros. La inversión directa extranjera se manifiesta cuando existen oportunidades de inversión atractivas y un compromiso probado del país con la estabilidad económica. La inversión en cartera responde más a incentivos de corto plazo asociados con elevados rendimientos financieros o ganancias potenciales de capital que resultan de la venta anticipada de títulos valores. Aunque algunos estudios han sugerido que la inversión directa puede ser tan volátil como la inversión en cartera (Claessens et al, (1995); Calvo y Reinhart, (1995)), otros estudios parecen demostrar que la inversión directa extranjera es relativamente permanente y estable, en tanto que la inversión en cartera es muy volátil (Agosin et al, 1996). La naturaleza de los flujos tiene importantes implicaciones en países en desarrollo. La inversión directa extranjera parece incidir positivamente sobre el ritmo de crecimiento del país y en la promoción de sectores de bienes transables a largo plazo. En contraste, los flujos de inversión en cartera tienen implicaciones importantes para el manejo macroeconómico y la estabilidad de corto plazo. En condiciones económicas favorables los flujos financieros dan más flexibilidad al manejo de las políticas económicas, reduciendo la presión sobre el mercado financiero y cambiario, llevando a la baja en tasas de interés y a favoreciendo la estabilidad cambiaria. Sin embargo, en condiciones desfavorables la salida de capitales parece acentuar la magnitud de los problemas económicos internos y el efecto de shock externos, lo que genera un aumento significativo en tasas de interés y un ajuste masivo en el tipo de cambio. 2. 2.1 EL ANÁLISIS CONCEPTUAL DE LOS FLUJOS DE CAPITAL. Sobre los determinantes de los flujos. Los patrones asociados con los flujos de capital pueden ser analizados en función de los denominados factores de empuje (push) y los factores de atracción (pull) (P. Montiel (1996)). Los factores de empuje están relacionados con las condiciones económicas de los países en desarrollo y con consideraciones de mejora en riesgo y/o reducción de rendimientos que resultan de la diversificación de carteras. Como la 5 inversión directa extranjera está asociada con inversión productiva está es favorecida por la globalización de la producción mundial y la liberalización del comercio. La globalización ha dado paso al desarrollo de grupos supranacionales, en tanto que la liberalización del comercio ha aumentado el mercado potencial de estas empresas. La innovación financiera, los adelantos tecnológicos y la reducción en costos de transporte y comunicaciones también favorecen la inversión en cartera. Desde la perspectiva de los países receptores de capital los factores de empuje funcionan como elementos exógenos, los cuales determinan principalmente la disponibilidad de recursos extranjeros. Los factores de atracción en cambio están relacionados con las condiciones económicas y las oportunidades a la inversión que ofrecen los países en desarrollo, los cuales afectan de manera significativa la distribución de los flujos como resultado de los incentivos específicos de cada país o región. El crecimiento económico sostenido, la eliminación de distorsiones internas, una mayor orientación hacia el mercado externo e incentivos específicos a la inversión extranjera facilitan la atracción de recursos directos por parte de países en desarrollo. Las oportunidades de inversión que ofrecen estos países, los incentivos y ganancias potenciales que perciben los inversionistas, y, la eficiencia de sus mercados financieros y de capital parecen ser determinantes en el volumen de inversión en cartera que cada uno recibe. 2.2 Un marco conceptual para el análisis de los flujos. El estudio de los flujos de capital se puede realizar relacionando los factores de empuje y factores de atracción con los efectos ingreso y sustitución del análisis del análisis económico. En este sentido, el aumento en la disponibilidad no debería afectar la distribución de los recursos si las correlaciones de riesgo y rendimiento entre países y los incentivos específicos de cada uno no cambiaran. En estas condiciones, las participaciones relativas en los flujos de fondos deberían permanecer constantes. La distribución de los flujos por su parte se puede hacer de manera análoga considerando el equivalente microeconómico del efecto sustitución, respondiendo variaciones en las correlaciones de riesgo y los niveles de incentivos que ofrece cada país o región. Sin embargo la sustitución en la distribución de los flujos de capital, los cuales se podrían definir como efecto diversificación, y efecto incentivos. El efecto diversificación resulta de la posibilidad de mejorar el rendimiento o reducir el riesgo que deriva de las correlaciones relativas entre países, y resultaría en una asignación específica de recursos a cada mercado o país independiente de los incentivos que este ofrezca. El efecto incentivos afecta la asignación de recursos como respuesta a las ganancias 6 esperadas en cada mercado por los inversionistas individuales. El efecto de estas dos consideraciones sugiere que en ausencia del efecto diversificación, las fluctuaciones en las participaciones como respuesta a cambios en los incentivos serían diferentes a las observadas, dependiendo del grado de correlación y el efecto que éste tenga sobre el riesgo y rendimiento de la cartera. Agregando las consideraciones anteriores se podría decir que el comportamiento de los flujos de capital comprende tres componentes asociados con la disponibilidad, los incentivos, y la diversificación de las carteras internacionales. Para ilustrar esto, podemos considerar un mundo con dos posibles países receptores X y Y, como se presenta en la Figura 2, en donde las curvas 1-1, 2-2, y 3-3 ilustran combinaciones equivalentes en términos de preferencias de riesgo de los inversionistas internacionales. La Figura 2a ilustra un aumento en la disponibilidad de recursos sin cambio en los incentivos de cada uno y sin consideraciones de diversificación. Como se observa, la mayor disponibilidad de recursos llevaría a un aumento en el volumen recibido por cada uno de los países, al pasar del punto A en la curva 1-1, al punto B en la curva 2-2, pero, sin cambio en la proporción de la asignación de recursos. La Figura 2b ilustra un cambio en los incentivos de un país con respecto al otro, sin cambios en la disponibilidad global de recursos y sin consideraciones de diversificación. En este caso se modificarían las preferencias de los inversionistas internacionales, lo que llevaría a una revisión de las proporciones pero no del monto global de recursos asignados a estos países. 7 La Figura 2c representa el efecto combinado de cambios en la disponibilidad de recursos y los incentivos específicos a la inversión en cada uno de los países. Es claro en este caso que un aumento simultáneo en la disponibilidad y en los incentivos llevaría a una revisión de las proporciones en que se asignan los recursos hacia cada uno de los países. La Figura 2d introduce la idea de la diversificación como un elemento adicional en el análisis. En este caso, el aumento en la disponibilidad explicaría la transición entre el punto A en la curva 1-1, a un punto cercano a B en la curva 2-2. Un cambio en los incentivos explicaría el paso del punto B al punto C en la curva 2-2, en donde se revisarían las proporciones en que se asignan los recursos entre países. El paso entre el punto C en la curva 2-2 al punto D en la curva 3-3 sería el resultado de introducir el concepto de diversificación. En este caso, la reasignación como resultado del cambio en 8 los incentivos se vería amortiguada por las consideraciones sobre las ventajas de la diversificación, que introduciría un elemento adicional en cuanto a preferencias de los inversionistas internacionales. El separar el análisis en estos tres componentes permite establecer mejor la causalidad de los flujos de capital. La disponibilidad de recursos, asociada con el efecto ingreso, va estar dominada principalmente por las condiciones económicas y preferencias de los inversionistas de países industrializados, lo que actúa en gran medida como un factor exógeno a los países en desarrollo. Esto sugiere que para efectos prácticos lo que más puede ser influenciado por estos países es lo relacionado con la asignación de recursos, asociado con el efecto sustitución. En este respecto, el ofrecer los incentivos correctos es relevante pues aumentaría la capacidad de un país o región de capturar una mayor proporción de los recursos disponibles. Sin embargo, si existe una alta correlación positiva en cuanto a desempeño macroeconómico y oportunidades de inversión entre los países que compiten por recursos, parece lógico suponer que las reasignaciones no se darán en gran magnitud, pues esto no contribuiría significativamente a la reducción de riesgo que resulta de la diversificación. En cambio, si la correlación fuera negativa, las consideraciones de diversificación podrían llevar a una reasignación mucho mayor de los recursos disponibles entre estos países. Al introducir el efecto diversificación se hace posible entender un poco más el comportamiento de los flujos de capital durante crisis financieras. En particular, se puede argumentar que mientras exista la percepción por parte de los inversionistas internacionales de que el deterioro macroeconómico de una región es algo puntual y de que exista luna limitada correlación entre esta región y otras regiones que compiten por recursos, es probable que ante una crisis particular se de una migración de recursos entre ambas, más que un retiro desde todas las regiones que compiten por recursos y las regiones suplidoras de las mismas. Este puede ser el caso de la crisis mexicana de 1994, que llevó a una reasignación importante entre los países latinoamericanos y los países del sudeste asíatico. Este también parece ser el caso en la primera fase de la crisis del sudeste asíatico, en donde se dio una reasignación entre ésta región y los países latinoamericanos, mientras los inversionistas internacionales hayan considerado que no existía una correlación importante entre los indicadores macroecómicos de ambas regiones. Sin embargo, es claro que las repercusiones de la crisis del sudeste asiático han ido más allá de los flujos financieros. En efecto, la caída de las económicas asiáticas ha llevado a la caída en la demanda global de importantes productos de exportación de algunos países latinoamericanos, lo que en la segunda fase ha llevado al deterioro marcoeconómico de los mismos. Como resultado, los inversionistas internacionales han reconocido la correlación positiva entre lo que sucede entre ambas regiones, llevando a una fuga masiva de capitales 9 desde América Latina, aun a pesar del buen desempeño y compromiso con la estabilidad económica de estos países. En estas circunstancias, se han reducido las ventajas de la diversificación entre ambas regiones, y al efecto sustitución se ha sumado un efecto ingreso significativo, resultado del retiro masivo de recursos por parte de inversionistas internacionales. El análisis de ambas crisis parece llevar a la conclusión de que existe también una asimetría en cuanto al efecto de una crisis originada en una región y las repercusiones sobre otras regiones, en vista de que una crisis en países latinoamericanos no parece haber generado serias implicaciones en el sudeste asiático, en tanto que una crisis en ésta última región parece haber incido significativamente en la primera, aunque no inmediatamente. Esta última consideración es importante, pues podría sugerir que los inversionistas están dispuestos a permanecer en una región, de manera especulativa y con una perspectiva cortoplacista, en tanto consideren que la crisis no está próxima a desencadenarse. Más grave aún es el hecho de que este comportamiento especulativo pueda retardar el inicio de la crisis, en la medida en que los flujos internacionales permitan más flexibilidad al manejo económico, pero puedan eventualmente amplificar la magnitud de la misma, cuando se da el retiro masivo de los recursos. Para propósitos de análisis en este estudio, se considerarán las participaciones relativas en los flujos internacionales de los países en desarrollo, y no los flujos absolutos. Esto permite descontar el efecto disponibilidad o ingreso, el cual desde la perspectiva de los países receptores es exógeno, para concentrarse en el efecto sustitución. Este a su vez se puede modelar como compuesto por dos componentes, uno fijo que corresponde a las ventajas de la diversificación, suponiendo que las correlaciones de riesgo y rendimiento son bastante estables entre los países considerados, y, uno variable que resulta de la respuesta específica de los flujos a las características propias de los países individuales. El análisis de las participaciones permitirá establecer en que medida los incentivos específicos y la diversificación inciden sobre los flujos internacionales, así como el papel que el comportamiento especulativo pueda tener en explicar la magnitud de los mismos. 2.3 Sobre los incentivos específicos a los flujos de cartera. En los estudios iniciales los flujos de cartera han sido explicados básicamente por tres factores: un incentivo financiero, un incentivo cambiario, y, consideraciones de riesgo de país. En el análisis de Cuddington (1986, 1987) y en el modelo de Dooley(1986) los flujos de capital se dan como respuesta a diferenciales de riesgo entre residentes y no residentes, las cuales generan oportunidades de ganancias financieras y de 10 capital de corto plazo. En particular, se supone que un exceso de rendimiento financiero fomenta el ingreso de capitales, en tanto que rezagos en el ajuste cambiario desincentivan los flujos al aumentar la probabilidad de que el rendimiento al inversionista extranjero se vea eliminado con ajustes masivos al tipo de cambio. Lo innovador de los estudios fue el introducir consideraciones sobre el riesgo de país como elemento desalentador de los flujos de capital. Por lo general se asume que los inversionistas internacionales aumentan la tasa de descuento para evaluación de proyectos, en tanto que los inversionistas descuentan una prima de riesgo de país para obtener el rendimiento esperado a la inversión en cartera. En ambos casos el aumento en el riesgo de país desincentiva los flujos de capital. Sin embargo, estos modelos realizan el análisis desde la perspectiva estática, sin considerar la posibilidad de que los mercados operen en condiciones de desequilibrio parcial, o en entornos en donde se haga necesario hacer revisiones constantes en la asignación de recursos en el corto plazo, lo que lleve a introducir consideraciones intertemporales en la asignación de recursos y modifiquen los patrones de los flujos de capital. 3. 3.1 MODELO DE AJUSTE DINÁMICO DE LOS FLUJOS DE CAPITAL. El análisis dinámico de los flujos. El modelo utilizado en este estudio parte de la relación básica planteada por Dooley y Cuddinghton, en donde los flujos financieros se dan como respuesta a incentivos financieros, incentivos cambiarios y consideraciones de riesgo de país, como lo indica la expresión general siguiente: Ffi = Ffi (cte, Ii) (1) En donde Ffi representa el volumen neto de los flujos, cte la constante asociada con el componente diversificación, la cual no responde al nivel de los incentivos, e Ii como vector de incentivos que incluye el incentivo financiero, el incentivo cambiario, y la prima de riesgo de país. Sin embargo, el reconocimiento de que shocks de corto plazo generan condiciones de desequilibrio parcial hacen necesario plantear el modelo en términos dinámicos. El supuesto básico del modelo es que los flujos de capital llevan a una relación de equilibrio estable de largo plazo entre la participación de un país y los incentivos que este mismo ofrece para la 11 inversión financiera y la inversión en activos de capital. Sin embargo, como elemento dinamizador del modelo se asume que los inversionistas internacionales revisan en el corto plazo la asignación de recursos y la distribución de las participaciones en función de los incentivos de este período, y de la participación e incentivos del período anterior. Esto permite introducir el concepto de errores o desequilibrios intertemporales en la asignación de recursos, lo que introduce una variable adicional en la explicación de los patrones que siguen los mismos. La consideración del desequilibrio intertemporal permite generar un modelo autorregresivo de retardos distribuidos en donde la participación en un período depende del nivel de la participación en el período anterior, y de los incentivos en este período y en el período anterior. El equilibrio de ajuste dinámico queda especificado como se indica a continuación: ffi = α0 + α1 . ffi(-1) + β0. Ii + β1. Ii(-1) + εi (2) En donde ffi representa la participación en los flujos internacionales hacia o desde un país ffi, α0 es la constante asociada con la diversificación, ffi(-1) es la participación en el período anterior, e Ii e Ii(-1) son los incentivos de este período y del período anterior, respectivamente. La solución de largo plazo. La solución de equilibrio de largo plazo sería una en donde se estabilizarían las participaciones (ffi = ffi (-1)), así como los incentivos (Ii = Ii(-1)) entre regiones, lo que permite replantear la expresión (2) como sigue: ff i = α0 + α1 . ffi + β0. Ii + β1. Ii + εi (3) Resolviendo para las participaciones, se obtiene la solución de equilibrio de largo plazo, como se indica a continuación: ffi = ( α0/ (1- α1)) + (( β0 + β1)/(1-α1)) . Ii + ε´i (4) La expresión (4) es equivalente al modelo propuesto por estudios anteriores sobre flujos de capital representado en la ecuación (1). El ajuste de corto plazo. Tal como lo establecen los supuestos en el corto plazo, es común que en países en desarrollo persistan desequilibrios internos resultado de shocks, distorsiones en los rendimientos, desalineamientos cambiarios o incremento en el riesgo de país. Para el análisis de las situaciones de corto plazo se pueden aplicar a la ecuación (2) las transformaciones propuestas 12 por Engle y Granger (1991) para modelar relaciones económicas de largo plazo. Esto requiere primero restar y sumar un rezago de las participaciones ffi(-1) (variable endógena), y luego, restar y sumar el término βo.Ii(-1). Aunque esto deja inalterada la relación de equilibrio, las transformaciones de Engle y Granger generan sucesivamente las siguientes expresiones: ffi - ffi(-1) = α0 + α1 .ffi(-1) - ffi (-1) + β0. Ii + β1. Ii(-1) + εi (5) , ∆ffi = α0 + ( α1 - 1) . ffi(-1) + β0.Ii - βo.Ii(-1) + β0.Ii(-1) + β1.Ii(-1) + εi , ∆ffi = α0 + (α1-1).ffi(-1) + β0.∆Ii + (βo+β1).Ii(-1) + ει (6) (7) En donde operador ∆ (diferencias) representa la magnitud de cambio absoluto en el nivel de una variable de un período a otro. Finalmente, factorizando el coeficiente del rezago de la participación: ∆fi = β0. ∆Ii + (α1-1) . {ffi(-1) - (α0/(1-α1)) - ((βo+β1)/(1- α1)).Ii(-1) } + εi (8) La expresión obtenida presenta dos componentes de interés. El primer término, β0. ∆Ιi, relaciona el cambio en la participación de un período a otro, ∆fi, con el cambio en el nivel de los incentivos específicos a la inversión. Este componente está asociado con la respuesta de corto plazo en cada país o región ante los efectos desestabilizadores de shocks en el mercado financiero, el mercado cambiario, o en la prima de riesgo de país. El segundo término consta de a su vez de dos componentes. El primero asociado con la expresión {fi(-1) - (α0/(1-α1)) - ((βo+β1)/(α1-1)).Ii(-1 }, representa el nivel de desequilibrio observado en el período anterior entre la participación de ese período y la solución de equilibrio de largo plazo, la cual se hubiera dado en ausencia de efectos desestabilizadores. El coeficiente (α1-1) que multiplica esta expresión refleja el ajuste en las participaciones de un período a otro como respuesta al nivel de desequilibrio del período anterior con respecto a la solución de largo plazo. Esto último sugiere que los inversionistas internacionales tienen una visión de largo plazo, la cual también incide sobre las decisiones de corto plazo. El modelo generado por la transformación de Engle y Granger permite estudiar el ajuste en las participaciones como respuestas a los shocks de corto plazo y a los desequilibrios acarreados de períodos anteriores. De acuerdo al modelo, el equilibrio de largo plazo es estable si el coeficiente (α1-1) es negativo y con valor absoluto inferior a uno. Esto indica que una participación excesiva en un período generará una disminución en la participación para el período siguiente, y viceversa. Aun más, entre más cercano es (a1 -1) a -1, mayor la proporción y por ende la velocidad de 13 ajuste y convergencia al equilibrio de largo plazo. Un coeficiente positivo o mayor a uno en valor absoluto llevaría a soluciones alternativas, por lo que el equilibrio no sería único, y ninguna posición sería estable en presencia de shocks externos o internos. 3.2 El análisis de los incentivos. La cuantificación de los incentivos parte de las condiciones de equilibrio de paridad cubierta de las tasas de interés y paridad de compra de las monedas. La condición de paridad cubierta de tasas de interés establece que el equilibrio de flujos financieros se obtiene cuando el rendimiento financiero interno es igual al rendimiento financiero externo ajustado por la devaluación esperada y por condiciones de riesgo de país. La expresión de paridad requiere: ip = i* + e + σp (9) En donde ip es la tasa de interés doméstica; i* es la tasa de interés internacional; e es la devaluación esperada; y, σp es la prima de riesgo de país. Adicionalmente, se puede considerar la recomendación de paridad de poder de compra como condición de equilibrio a nivel de flujos de bienes, la cual genera una recomendación para el manejo cambiario, como sigue: ep = p - p* (10) En donde ep es la recomendación de devaluación de paridad cambiaria; p es la inflación doméstica; y, p* la inflación internacional. Si esta condición se agrega a la condición de paridad de las tasas de interés, se obtiene una recomendación de equilibrio que establece el rendimiento financiero depende de los rendimientos en mercados internacionales, el equilibrio en el flujo de bienes, y el riesgo país, como se indica: ip - i* - ep - σp = 0 (11) De manera similar se puede generar una expresión análoga para explorar los rendimientos a la inversión en activos de capital, la cual establecería el rendimiento de activos de capital en el mercado doméstico en comparación con el rendimiento de estos activos en los mercados internacionales, del equilibrio en el mercado de bienes, y del riesgo de país, como sigue: kp - k* - ep - σp = 0 (12) En donde kp y k* son los rendimientos sobre activos de capital en el mercado doméstico y en el mercado internacional, respectivamente. 14 La liberalización de mercados sin perfecta movilidad de capital. El reconocimiento de que los mercados financieros y de capital no están totalmente integrados y de que tanto las tasas de interés como los tipos de cambio han sido liberalizados en la mayoría de los países en desarrollo llevan al constante incumplimiento de las relaciones de paridad. Aun así, es de esperar que los flujos de bienes y de capitales lleven a relaciones estables de equilibrio en los mercados financieros y cambiarios, en los cuales es posible exista un exceso de rendimiento financiero o cambiario producto de la imperfecta movilidad de capital. Estas consideraciones tienen dos implicaciones importantes. Primero, refuerza el supuesto de comportamiento de los flujos de capital como una relación de largo plazo, sujeta a fluctuaciones de corto plazo resultado de los desequilibrios temporales y de shocks e innovaciones en los mercados financieros y cambiarios, así como de fluctuaciones en las percepciones de los inversionistas extranjeros sobre el riesgo de país. Segundo, las condiciones de equilibrio propuestas por los criterios de paridad pueden replantearse como desigualdades para identificar las situaciones de desequilibrio, resultado de niveles de rendimientos financieros y/o de capital y del tipo de cambio diferentes a la recomendación de paridad. Así: in > i* + en + σp > 0 in < i* + en + σp < 0 (13) (14) En donde ahora in es el nivel de equilibrio interno de las tasas de interés y en es el nivel de ajuste al tipo de cambio generado en el mercado. Si se manifiesta la condición (13) se dan incentivos para la entrada de capital e inversión en moneda nacional, en tanto que si se presenta la condición (14), se dan desincentivos a la inversión en moneda nacional, se promueve la salida de capital y/o la dolarización. Para separar los incentivos como variables explicativas de los flujos de inversión en cartera, se puede incorporar a las desigualdades la recomendación de devaluación de paridad, como sigue: (in - ep - i*) - (en - ep) - σp (15) Asimismo, reconociendo que en ausencia de riesgo de país, la recomendación de paridad cubierta para el manejo de tasas de interés se puede plantear como sigue: ip = i* + ep (16) 15 La ecuación (15) puede ser descompuesta en tres factores que explican los incentivos a los flujos de capital, como se indica a continuación: (in - ip) - (en - ep) incentivo incentivo financiero cambiario >= < 0 - σp incentivo de país. (17) De igual manera se puede plantear la desigualdad con respecto a los rendimientos de activos de capital, como se indica a continuación: (kn - k*) - (en - ep) - σp > = < 0 (18) El incentivo financiero. Los incentivos financieros derivan de diferencias entre el nivel interno de los rendimientos financieros y la recomendación de rendimiento generada por la ecuación de paridad cubierta de tasas de interés (en ausencia de desalineamientos cambiarios y de riesgo de país). En la mayoría de los países en desarrollo los mercados financieros han sido liberalizados y los rendimientos financieros son determinados por condiciones de oferta y demanda de mercado. Sin consideraciones de riesgo de país, los flujos de capital se darían hasta el punto en que este diferencial haya sido agotado. El nivel de los incentivos financieros puede reflejar oportunidades de inversión o ser resultado de desequilibrios internos. Si los excesos de rendimiento reflejan excelentes oportunidades de inversión, los mismos alientan la entrada de capitales, y pueden contribuir a la baja en las tasas de interés sin generar efectos desestabilizadores a nivel macroeconómico. Sin embargo, si los rendimientos financieros elevados son resultado de desequilibrios macroeconómicos, como déficits fiscales, estos solo atraen recursos de corto plazo, y su salida podría amplificar la magnitud de los problemas económicos. El incentivo cambiario. El incentivo cambiario se presenta en casos en que la devaluación nominal es superior al nivel sugerido por la recomendación de paridad. En estos casos, es poco probable que se dé un ajuste masivo al tipo de cambio, por lo que se incentivan los flujos de capital y la inversión en moneda nacional si existen incentivos financieros. Sin embargo, cuando se presenta un rezago en el ajuste cambiario aumenta la probabilidad de una corrección y esto desalienta los flujos financieros. Estos casos se dan en situaciones en que el tipo de cambio se usa como ancla nominal en programas de estabilización, o cuando el régimen cambiario es de mercado y existe un 16 excedente permanente o temporal de divisas (remesas familiares, incremento en precio de bienes de exportación, etc.). En la medida en que el rezago sea percibido como un elemento permanente, es posible para un país atraer fondos financieros de largo plazo hasta que el arbitraje lleva al ajuste en tasas de interés. En estos casos los recursos externos aumentan la disponibilidad de recursos en el mercado financiero y reducen el costo de endeudamiento de las empresas favoreciendo la puesta en marcha de proyectos de largo plazo. Sin embargo, cuando el rezago es temporal, es probable que los flujos financieros sean de tipo especulativo y de corto plazo. La inestabilidad de los flujos financieros internacionales aumenta la volatilidad de las tasas de interés y el riesgo financiero de las empresas, las cuales operan con un horizonte de corto plazo, lo que limita la inversión privada y el crecimiento económico. El riesgo de país. A diferencia de incentivo financiero y del incentivo cambiario que son afectados por consideraciones de corto plazo, el riesgo de país tiende a ser resultado de consideraciones de mediano y largo plazo. Entre estas se incluyen factores relacionados con la solidez de las bases económicas, la consistencia en el manejo de las políticas macroeconómicas y la estabilidad política. El riesgo de país se mide tradicionalmente mediante el uso de índices (The Economist Intelligence Unit, Institutional Investor, Euromoney, etc.). Los índices se calculan sobre una base de 0 a 100 (mayor a menor riesgo), y pueden ser interpretados como la probabilidad de recuperar la inversión. A partir de estos índices es posible calcular la prima de riesgo de país en función del rendimiento de una inversión segura (por ejemplo bonos del tesoro de los Estados Unidos) y la comparación entre índices de riesgo de un país y el del país cuyo activo libre de riesgo se utiliza como referencia. La condición de paridad en función de riesgo establece que: rip . IR i = rj * IRj (18) En esta ecuación rip es el rendimiento interno requerido en el país i en la moneda de referencia, rj es el rendimiento del activo de riesgo del país j, e IRi e IRj son los índices de riesgo de los respectivos países. En estos casos, dado el rendimiento del activo libre de riesgo y los índices de riesgo de país, el rendimiento requerido en la moneda de referencia se obtiene como: rip = rj * ( IRj / IRi ) (19) La prima de riesgo se obtiene como la diferencia entre el rendimiento requerido en la moneda de referencia y el rendimiento del activo libre de riesgo: 17 σp = rpi - rj (20) Esta prima se aplica tanto a inversiones financieras como inversiones en activos de capital. El efecto de la misma es elevar el rendimiento requerido a la inversión financiera así como la tasa de rendimiento al capital por encima de lo que generan las consideraciones de paridad cubierta de tasas de interés o de rendimientos sobre el capital. El efecto combinado del incentivo financiero, cambiario y de riesgo de país. En teoría, entre mayor es la prima de riesgo de país, mayores son los incentivos financieros y cambiarios requeridos, y menores los incentivos para la atracción de capital. No obstante, la evidencia derivada de eventos recientes parece sugiere que inconsistencias entre el incentivo financiero, el incentivo cambiario y el riesgo de país pueden llevar a conclusiones algo diferentes. Un aumento en el riesgo de país generalmente es el resultado de un deterioro macroeconómico y se traduce en un aumento de tasas de interés, ajustes al tipo de cambio, y deterioro en la rentabilidad de inversiones productivas. Para inversionistas conservadores e informados, esto es la señal para iniciar la revisión de su asignación de recursos. Sin embargo, si se produce un rezago en el ajuste cambiario, esto podría llevar al ingreso de tipo especulativo y por corto plazo de recursos de inversión en cartera. Esto parece ser el caso observado en la reciente crisis de mercados asiáticos, en donde algunos inversionistas institucionales afirman haber comenzado a hacer revisiones en sus carteras al observar que las bases macroeconómicas (fundamentos) eran débiles, mientras que otros esperaron hasta los momentos previos a la crisis para realizar ajustes. En estas condiciones, se podría decir que los flujos de inversión en cartera en condiciones de fragilidad económica retardan el inicio de una crisis, pero tienen efectos devastadores porque su eventual salida acentúa la magnitud de la misma. 3.3 Hipótesis del modelo de ajuste con corrección de error. El resultado de las transformaciones sugeridas por Granger y Engel genera un modelo de análisis dinámico de desequilibrio con corrección de error para alcanzar el equilibrio de largo plazo. El modelo general contiene la siguiente hipótesis general: 18 La distribución de los flujos financieros hacia los países en vías de desarrollo depende de consideraciones relacionadas con las ventajas de la diversificación y los incentivos específicos que cada país. Aunque existe una relación única y estable de largo plazo, la distribución de los flujos en el corto plazo responde a cambios en el nivel de los incentivos y a desequilibrios generados en períodos anteriores. De la hipótesis general derivan hipótesis específicas, las cuales son probadas a través del signo y significancia de los coeficientes del modelo de ajuste dinámico con corrección de error. Estas hipótesis son las siguientes: 1. Un exceso de rendimiento financiero (in - ip > 0) alienta la entrada de capitales. 2. El rezago cambiario (en - ep < 0) desincentiva la entrada de capitales. 3. Un mayor riesgo de país desincentiva la entrada de capitales. 4. El ajuste de corto plazo responde de la misma manera ante cambios en los incentivos. 5. Una participación excesiva en un período es corregida en el período siguiente. 6. La corrección es en tal proporción que lleva a un equilibrio único y estable de largo plazo. 4. ESTIMACIÓN Y RESULTADOS. 4.1 La cuantificación de los flujos. El modelo fue estimado utilizando datos anuales de la cuenta de capital de la balanza de pagos, la cual detalla los flujos netos de inversión privada y de inversión en cartera (subdividida en activos de capital y activos financieros) 1. Los flujos fueron medidos en términos porcentuales para eliminar el efecto de variaciones en la disponibilidad de fondos tiene entre períodos (efecto ingreso). Los incentivos fueron medidos utilizando como nivel de referencia indicadores de los Estados Unidos (en representación de las condiciones de países industrializados). La base de datos utilizada se presenta en el Anexo 1. Se utilizó un panel de datos anuales que contiene series de tiempo de 1988 a 1995 para 8 de los principales países receptores de flujos de capital (Argentina, Brasil, Chile, México, China, Indonesia, Malasia y Tailandia). El 1 Se utilizaron datos de las Estadísticas Financieras Internacionales que publica el Fondo Monetario Internacional para asegurar la consistencia en el manejo de datos de sección cruzada. 19 uso de un panel de datos mejora el análisis por dos razones: (1) la estimación del modelo utilizando datos de un solo país no captura el efecto total de los incentivos sobre los patrones de los flujos, en vista de que los incentivos de un país se miden en comparación con los indicadores de países industriales, y la efectividad de los mismos se ve afectada por el nivel de incentivos de otros países receptores; (2) para la mayoría de los países sólo existen series anuales de datos, por lo que para el período de análisis el número limitado de datos generaría problemas de grados de libertad. El uso de un panel de datos también mejora la eficiencia de los estimadores porque incorpora las siguientes restricciones a la estimación: Σ ffi = 100 Σ ∆ffi = 0 (21) (22) En donde Σ ffi es la suma de participaciones de los países considerados, Σ ∆ffi es la suma de variaciones en las participaciones. La primera condición es importante porque considera la distribución global de los flujos como respuesta a los incentivos de cada país en el modelo de largo plazo. La segunda condición establece la restricción de que la revisión de asignación de recursos sin efecto ingreso requiere la salida de flujos de unos países en favor de otros como respuesta a cambios en incentivos o al acarreo de desequilibrios de períodos anteriores. 4.2 Prueba de co-integración. La estimación de un modelo de ajuste dinámico con corrección de error requiere que las series correspondientes a las participaciones en los flujos financieros (variable endógena) y los incentivos (variables exógenas) estén co-integradas. Esta condición es necesaria para evitar generar estimadores inconsistentes o regresiones que solo reflejan relaciones casuales y no causales o lógicas entre variables. Para que las series estén co-integradas se requiere que los residuos del componente de largo plazo (ecuación (4)) tengan un orden de integración de 1 o 02. Por lo tanto, la prueba de cointegración se realiza aplicando una prueba de correlación de primer orden al residuo, o, alternativamente, la prueba de Dickey-Fuller Aumentada (ADF) al residuo y a su primera diferencia. Para que las series estén co-integradas, basta con que el residuo o la primera diferencia sean series estacionarias. Los resultados del test de cointegración se muestran en el Anexo 2. Las pruebas fueron aplicadas tanto a los datos cada país como al panel global. Como se observa, tanto el residuo o la primera diferencia es estacionaria para los países individuales y 2 Un análisis detallado de esta condición se encuentra en Adam, C. (1998). 20 en el panel de datos. Esto permite afirmar que las variables endógenas y exógenas están co-integradas, y que la estimación de un modelo dinámico con corrección de error generará estimadores consistentes para los parámetros. 4.3 Especificación del modelo y metodología de estimación. La estimación para modelos de ajuste dinámico con corrección de error puede llevarse a cabo como modelos de ecuación simple o por etapas. La estimación de una sola ecuación tiene incorporada la solución de largo plazo, por lo que los coeficientes de la misma deben ser obtenidos de manera indirecta. Esto genera un problema de identificación si tanto el componente dinámico y el componente de largo plazo son especificados con un término constante. Los procedimientos por etapas proceden estimando primero el componente de largo plazo, para luego incorporar el residuo del mismo como variable explicativa a la estimación del modelo de ajuste dinámico. Sin embargo, estos procedimientos generan problemas de eficiencia pues podrían existir diferentes combinaciones alternativas que explican la cointegración de las variables en la solución de largo plazo. La especificación del modelo de flujos de capital utilizada en este estudio supone que solo existe una constante en el componente de largo plazo del modelo, la cual está asociada con el efecto diversificación de los inversionistas internacionales. Esto hace posible utilizar los métodos de estimación de una sola ecuación, para obtener de manera indirecta los coeficientes del modelo de largo plazo. El modelo fue estimado entonces utilizando mínimos cuadrados ordinarios (MCO), y aplicando pruebas de diagnóstico para identificar problemas econométricos y aplicar procedimientos correctivos. El análisis de los residuos reveló la posibilidad de un cambio estructural en el componente de corto plazo a partir de 1993. El mismo fue incorporado utilizando una variable ficticia para capturar el efecto que el mismo tiene sobre el nivel de los coeficientes. Un detalle de la prueba de residuos recursivos utilizada para identificar el cambio estructural se presenta en el Anexo 3. Asimismo, se detectaron posibles problemas de multicolinealidad, derivados de la alta correlación que existe entre la prima de riesgo país, el incentivo financiero y el incentivo cambiario. Para mejorar la eficiencia de los estimadores se procedió con la estimación de un modelo entre la prima de riesgo y los incentivos financiero y cambiarios. La estimación reveló que el incentivo financiero era el único necesario para capturar el efecto de la 21 correlación entre la prima de riesgo y los incentivos. A partir de este modelo se calculó el residuo de la prima de riesgo (no explicado por el incentivo financiero), y se utilizó este como proxy para capturar el efecto de riesgo de país en la estimación del modelo. Las correlaciones entre variables y el modelo estimado para calcular el residuo se presentan en el Anexo 4. El análisis subsiguiente del modelo no reveló la presencia de problemas de autocorrelación entre los residuos o de heterocedasticidad. Los resultados del modelo final se presentan en el Cuadro 2. Un detalle gráfico de la bondad de ajuste y del comportamiento de los residuos se presenta en la Figura 3. Cuadro 2 Coeficientes estimados para el ajuste en participaciones en flujos financieros ________________________________________________________ Variable Coeficiente Error Std. T-Stat Prob. (T) C 10.87562 3.045891 3.570586 0.0009 CINFI 0.012174 0.003759 3.238361 0.0023 DCIF 0.061585 0.013212 4.661416 0.0000 CINCA 0.057658 0.019290 2.988981 0.0045 DCCA 0.031351 0.015445 2.029896 0.0483 DRP 3.496182 1.051341 3.325450 0.0018 DDRP -3.173741 2.493244 -1.272936 0.2096 PART(-8) -0.883658 0.047217 -18.71480 0.0000 INFI(-8) 0.010041 0.002808 3.576067 0.0008 INCAM(-8) 0.070936 0.020000 3.546714 0.0009 RP(-8) 3.097546 0.895545 3.458838 0.0012 ________________________________________________________ R-squared 0.910082 R-2 ajustado 0.890100 DW stat 2.112807 F-statistic 45.54565 Prob(F-stat) 0.000000 22 Figura 3 Valores estimados y valores observados de ajuste a las participaciones en flujos financieros 400 300 200 100 0 60 -100 40 -200 20 0 -20 -40 -60 10 15 20 25 30 Residual 5. 5.1 35 40 Actual 45 50 55 60 Fitted INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS. La versión estructural del modelo. Como se observa en el Cuadro 2 y en la Figura 3, un modelo de ajuste dinámico con corrección de error permite explicar la reacción de los flujos financieros ante cambios en los incentivos a la inversión, y ante desequilibrios de corto plazo con respecto al equilibrio de largo plazo. No solo no se puede predecir más del 90 % de la variación de la participación, sino que todos los coeficientes resultan estadísticamente significativos. 23 El modelo estimado puede ser representado en sus tres componentes básicos, el equilibrio a largo plazo, la velocidad del ajuste ante desequilibrios con respecto a la posición de largo plazo, y, la reacción de corto plazo ante cambios en los incentivos, como se indica a continuación: Equilibrio de largo plazo ffi = 12.308 + 0.011. Infi + 0.080.Incam + 3.506. σp (23) Reacción ante cambio en los incentivos ∆σp ∆σp Período 1987-1992: ∆ ffi = 0.012. ∆Infi + 0.058. ∆Incam + 3.496. Período 1993-1995: ∆ ffi = 0.074. ∆Infi + 0.089. ∆Incam + 0.322. Velocidad de ajuste (α1-1) = -0.884 5.2 El equilibrio de largo plazo. Los resultados del modelo permiten establecer que la asignación de flujos financieros está asociada de manera directa por los incentivos financieros, cambiarios y de riesgo de país (factores de atracción), así como por consideraciones de diversificación de los inversionistas internacionales (factores de empuje). En particular, un exceso de rendimiento financiero por encima del nivel requerido por la paridad cubierta de tasas de interés favorece la entrada de recursos financieros. Sin embargo, rezagos en el ajuste al tipo de cambio requerido para cumplir con la condición de paridad de compra de las monedas incide negativamente en la asignación de los mismos. Desde la perspectiva del inversionista internacional los resultados obtenidos para el incentivo financiero y el incentivo cambiario son consistentes con las hipótesis específicas planteadas, en vista de que el eventual ajuste en el tipo de cambio aumenta el riesgo y podría eliminar el incentivo financiero neto de la inversión. El resultado más interesante que deriva del modelo es que la participación en flujos financieros aumenta en función directa a la prima de riesgo de país. Este resultado revela una asimetría en el efecto de riesgo de país sobre los flujos financieros de capital, puesto que para la inversión directa extranjera un mayor riesgo de país desincentiva la entrada de 24 recursos externos, mientras que el mismo parece favorecer la entrada de recursos financieros. Siguiendo las explicaciones recientes a la crisis del Sudeste asiático, podría argumentarse que los inversionistas internacionales no están en capacidad de percibir oportunamente el aumento en el riesgo de país y ajustar sus posiciones. Sin embargo, esto es poco probable en vista de que cada vez se cuenta con más y mejor información sobre el desempeño y evolución de economías en desarrollo. Aun más, algunos inversionistas afirman haber iniciado la revisión de carteras incluso un año antes de manifestarse la crisis. Entonces, la explicación más plausible parece estar asociada con un comportamiento más oportunista y especulativo del inversionista internacional, el cual parece haber esperado hasta el momento en que se desataron las crisis para sacar sus recursos. Si esto es cierto, la permanencia de los recursos aun en presencia de la fragilidad de estas economías pudiera haber retardado el inicio de la crisis, en tanto que la salida abrupta de los mismos puede haber acentuado la magnitud de la misma. 5.3 Comportamiento de flujos ante shocks de corto plazo. El análisis de respuesta de corto plazo se relaciona primero con el nivel de desajustes en los incentivos. Los resultados obtenidos confirman las hipótesis planteadas en vista de que un aumento en el incentivo financiero, una disminución en el rezago cambiario, o un aumento en el riesgo país generan un aumento en la participación relativa de un país en los flujos globales. El modelo sugiere sin embargo que se ha dado un cambio a partir de 1993 en la reacción de los inversionistas internacionales ante cambios en los incentivos. En particular, la consideración de riesgo de país parece haber cobrado menor importancia en favor de una mayor énfasis en los incentivos financieros y cambiario. Esto puede ser el resultado de la mayor integración de mercados, de innovaciones financieras y de mayor disponibilidad de información, lo que facilita la salida de recursos financieros. Esto permite, de manera especulativa extender la permanencia de recursos en países de alto riesgo, sobretodo si los instrumentos financieros disponibles son de corto plazo. 5.4 La velocidad de ajuste y el equilibrio de largo plazo. El aumento en la asignación de flujos como respuesta a los shocks lleva a un desequilibrio con respecto a la asignación de largo plazo, lo que se constituye en el segundo factor que incide sobre el comportamiento de corto plazo. La evidencia empírica revela que el desequilibrio con respecto a 25 la posición de largo plazo es corregido rápidamente, lo que confirma que la visión de los inversionistas internacionales con respecto a los flujos financieros tiende a ser cortoplacista. Como resultado, la respuesta de corto plazo descrita por el modelo es consistente con la volatilidad observada de los flujos financieros internacionales. 6. LECCIONES PARA EL MANEJO MACROECONÓMICO. La alta volatilidad de los flujos financieros tiene serias implicaciones para el manejo macroeconómico. Cuando un exceso de rendimiento financiero es resultado de excelentes oportunidades de inversión y no se dan desalineamientos cambiarios, el incentivo tiende a ser permanente y los flujos financieros podrían ser estables a pesar de su naturaleza cortoplacista. La mayor disponibilidad de recursos reduciría la presión sobre el mercado financiero y el mercado cambiario, por lo que los flujos no solo no serían desestabilizadores, sino que podrían contribuir al crecimiento económico de largo plazo. Los flujos financieros se convierten en una fuente de inestabilidad cuando los incentivos financieros son resultado de distorsiones en tasas de interés producto de desequilibrios internos, tales como los generados por elevados niveles de deuda pública interna, o cuando existen rezagos cambiarios producto de desequilibrios en la cuenta corriente de la balanza de pagos, o en presencia de shocks externos. En estos casos, aunque el riesgo país empieza a aumentar, los flujos hacia el país no disminuyen en el corto plazo e incluso podrían aumentar por su naturaleza oportunista. Ante una crisis potencial su ingreso y permanencia, aunque temporal, tiende a retardar el momento en que ésta se desata. Sin embargo, una vez que la crisis se manifiesta, la salida de los flujos tiende a acentuar la magnitud del desequilibrio económico o el impacto de shocks externos. En el balance, los flujos financieros pueden ser una bendición, o convertirse en una fuente de perdición para los países en desarrollo. Es claro que estos países deben preocuparse por atraer la inversión directa extranjera, lo cual es posible cuando las oportunidades existen y se dan incentivos apropiados. Los procesos de privatización y la orientación al mercado externo favorecen la entrada de este tipo de capitales. El dilema para los países en desarrollo aquí estriba en desarrollarse tarde, o llegar demasiado tarde al desarrollo no favoreciendo la inversión extranjera, postergando los procesos de privatización, o demorando la integración a los mercados mundiales. 26 Cuando los países están limitados a aprovechar los flujos de inversión financiera en cartera, por un excesivo riesgo de país, o por la falta de oportunidades o incentivos a la inversión directa, se hace fundamental no solo garantizar la estabilidad, mediante una estricta disciplina económica, sino también promover el desarrollo eficiente y competitivo de los mercados financieros y de capital. En presencia de mercados ineficientes o frágiles, los flujos financieros tienden a ser de muy corto plazo, por lo que no contribuyen al crecimiento económico. Más aun, su gran volatilidad acentúa las crisis económicas y el efecto de shocks externos. Finalmente, es claro que la elimininación de distorsiones internas y el manejo cambiario y financiero adecuado son fundamentales para promover la estabilidad interna y el crecimiento económico sostenido. El presente estudio también sugiere que en un mundo en marcha hacia la internacionalización y globalización, la persistencia de distorsiones o desequilibrios internos aumenta la sensibilidad de las economías en desarrollo a los shocks internos y externos, en donde el comportamiento especulativo de los flujos financieros internacionales puede retardar el inicio de las crisis, pero amplificar la magnitud de las mismas. 27 BIBLIOGRAFIA Adam, C. (1998) , “Time Series Econometrics for Developing Countries”, Occasional Paper presented at the “Macroeconomic Management: New Methods and Policy Issues Seminar”, Nairobi, Kenya. Agosin, M, y R. Ffrench-Davis, “Managing capital flows in Latin America”, ODS Discussion Paper no. 8, United Nations, 1996. Banerjeem A, J.Dolado, J. Galbraithm D. 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