Sachs CJ. Analgésicos orales para dolor agudo no específico . Oral Analgesics for Acute Nonspecific Pain. American Family Physician, March 1, 2005; 71: 913-18. Disponible en: http://www.aafp.org/afp/20050301/913.html Traducción: Enrique Vergés Gorostiza Reseña: Manuel Cué Brugueras Gran parte de la literatura acerca de analgésicos orales define la eficacia de un analgésico específico como la proporción de pacientes que necesitan tomar ese analgésico para experimentar al menos una reducción del 50 por ciento en el dolor en comparación con el placebo. El concepto del número necesario a tratar (NNT) es una vía particularmente útil de expresar este resultado. Se refiere al número de pacientes que tienen que utilizar el tratamiento para que un paciente se beneficie. Por ejemplo, cuando se dice que el acetaminofeno tiene un NNT de cuatro comparado con placebo, significa que por cada cuatro pacientes que tomen acetaminofeno en vez de placebo, por lo menos un paciente experimentará una disminución del 50 por ciento en el dolor. Los otros tres pacientes pueden tener una disminución significativa en el dolor (por ejemplo, del 40 o 30 por ciento), pero esto no se refleja en el NNT. Mientras más bajo es el NNT, mayor es la probabilidad de que un paciente determinado alcance una reducción del 50 por ciento en el dolor. Esta revisión se concentra en los analgésicos orales más comúnmente utilizados para el dolor agudo disponibles en los Estados Unidos: acetaminofeno, antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), inhibidores de la ciclooxigenasa–2, opiáceos y tramadol. Acetaminofeno El acetaminofeno es un analgésico único sin un mecanismo claramente definido. En un metaanálisis de 40 ensayos con la participación de 4,171 pacientes que comparó el acetaminofeno con placebo para el dolor postoperatorio, el acetaminofeno en una dosis de 1,000 mg tuvo un NNT de 4.6 (intervalo de confianza del 95 por ciento, de 3,8 a 5,4) para al menos 50 por ciento de alivio del dolor contra el placebo. Las dosis inferiores fueron menos eficaces. Estudios comparativos directos entre el acetaminofeno (dosis de 1,000 mg) y los AINEs demuestran que los AINEs son más eficaces que el acetaminofeno en algunas situaciones (por ejemplo: el dolor dental y menstrual), pero proporcionan analgesia equivalente en otras (por ejemplo: cirugía ortopédica y dolor de cabeza por tensión). Aspirina La aspirina es un analgésico eficaz para el dolor agudo, pero no ha demostrado ser más eficaz que dosis iguales de acetaminofeno. También ha demostrado un peor perfil de seguridad que el acetaminofeno. Eficacia de los AINEs tradicionales Los AINEs son excelentes analgésicos con ninguna diferencia clínicamente importante en cuanto a eficacia entre fármacos específicos. Son superiores al acetaminofeno para algunos tipos de dolor y en muchas circunstancias de dolor agudo proporcionan analgesia igual a la de las dosis de inicio usuales de los narcóticos. No obstante, a diferencia de los narcóticos que carecen de una dosis límite, los AINEs tienen una dosis máxima por encima de la cual no se obtiene analgesia adicional. Se puede utilizar dosis más altas de AINEs para efectos antiinflamatorios. Sin embargo, esta revisión se concentra solamente en las dosis utilizadas para analgesia. Fuerte evidencia respalda el uso de AINEs sin prescripción para la dismenorrea y el dolor agudo después del parto. En un metaanálisis de 12 ensayos clínicos controlados y aleatorizados de analgésicos para dismenorrea, el ibuprofeno (Motrin) y el naproxeno (Aleve, Naprosyn) fueron igualmente eficaces, y ambos fueron mejores que el acetaminofeno y la aspirina. Para la dismenorrea, el acetaminofeno no fue mejor que el placebo. Solo el naproxeno tuvo efectos secundarios peores que los del placebo. El ibuprofeno ha mostrado eficacia similar a una combinación de acetaminofeno, codeína, y cafeína para el dolor del perineo después del parto, con menos efectos secundarios. Los efectos secundarios pueden limitar el uso de los AINEs. Los efectos secundarios más graves incluyen sangramiento y perforación gastrointestinal (GI), disfunción renal, y disfunción plaquetaria. El ibuprofeno proporciona un excelente perfil de seguridad GI que no es significativamente diferente del placebo en dosis de 800 a 1,200 mg por día. Dosis más altas de naproxeno e ibuprofeno están asociadas con efectos secundarios GI similares a otros AINEs. Datos epidemiológicos también respaldan el uso de ibuprofeno primero al escoger un AINE. Eficacia de los AINEs selectivos para la COX-2 Los AINEs tradicionales inhiben las enzimas ciclooxigenasa–1 (COX-1) y ciclooxigenasa-2 (COX-2). La mayoría de los efectos analgésicos de los AINEs se han atribuido a su inhibición de la COX –2, mientras que sus efectos secundarios indeseables han sido atribuidos a su inhibición de la COX–1. En años recientes, tres nuevos medicamentos orales por prescripción (celecoxib (Celebrex), rofecoxib (Vioxx) y valdecoxib (Bextra) ) han sido comercializados en los Estados Unidos; ellos inhiben selectivamente la COX–2 sin inhibir la COX-1 . Teóricamente, estos medicamentos pudieran proporcionar analgesia igual a la de los AINEs tradicionales sin muchos de los efectos secundarios. Un metaanálisis del más viejo inhibidor de COX–2 , celecoxib, mostró eficacia de aceptable a buena para el dolor postoperatorio con un NNT de 4.5 (intervalo de confianza del 95 por ciento, de 3.3 a 7.2) comparado con placebo. Ensayos comparativos han confirmado que los inhibidores de COX–2 son más o menos eficaces que los otros AINEs. Mietras que los inhibidores de COX–2 están asociados con mayores eventos cardiovasculares trombóticos, los cuales compensan el número mayor de efectos adversos GI graves observados con los otros AINEs. Eficacia de los opiáceos Los opiáceos son analgésicos potentes y apropiados para el dolor agudo de moderado a severo. Ninguna evidencia sustancial respalda la noción de que cualquier otro narcótico tenga mayor eficacia o menos efectos secundarios que la morfina (Duramorph). La morfina oral regular demora una hora en surtir efecto mientras que formulaciones de acción sostenida pueden demorar de dos a cuatro horas. Aunque el uso de morfina oral desempeña un papel en el tratamiento del dolor crónico, el tratamiento narcótico oral del dolor agudo muy a menudo supone el uso de codeína, propoxifeno (Darvon), hidrocodona (Vicodina) y oxicodona (Roxicodona). La hidrocodona generalmente se considera el analgésico narcótico oral más potente que no requiere documentación de prescripción especializada. Sin embargo, ninguna literatura compara la hidrocodona con otros narcóticos orales. En dosis terapéuticamente equivalentes, diferentes narcóticos son propensos a producir niveles similares de efectos secundarios tales como estreñimiento, depresión respiratoria y cardiovascular, náusea y prurito. Tramadol El tramadol, un analgésico único que posee cualidades opiáceas y noradrenérgicas, ha sido promocionado como que tiene seguridad mejorada y un potencial de abuso disminuido. Un ensayo clínico controlado y aleatorizado que comparó dosis sencillas de tramadol e hidrocodona-acetaminofeno en 68 pacientes con dolor en el tejido blando encontró índices de dolor significativamente inferiores en pacientes que recibieron hidrocodonaacetaminofeno, incluso utilizando una dosis inadecuada de 5 mg de hidrocodona con 500 mg de acetaminofeno. El tramadol también ha demostrado ser ineficaz para el dolor ortopédico postoperatorio. El tramadol puede causar neurotoxicidad grave en cantidades cinco veces superiores a la dosis usual. Resumiendo, cuando se valora la eficacia, efectos secundarios, y costo, la evidencia respalda un algoritmo de tratamiento para la terapia contra el dolor agudo que comience con acetaminofeno o ibuprofeno para dolor de ligero a moderado y que progrese hacia el uso de narcóticos (hidrocodona u oxicodona) en combinación con acetaminofeno o ibuprofeno para el dolor severo. Los inhibidores de COX-2 proporcionan analgesia igual a la de los AINEs tradicionales para muchas condiciones dolorosas, pero carecen de un mejor perfil de seguridad en el tratamiento del dolor agudo y son significativamente más costosos. Ellos pueden ser una opción para algunos pacientes en quienes el acetaminofeno ha sido ineficaz y los otros AINEs están contraindicados, debido a episodios anteriores de sangramiento GI. El acetaminofeno en dosis de hasta 1,000 mg es la opción inicial para la mayoría del dolor agudo de ligero a moderado. La autora indica que ella no tiene ningún conflicto de interés. Fuentes de financiamiento: ninguna reportada. El contenido clínico se ajusta a los criterios de la AAFP para la educación médica continuada basada en evidencia (EB CME en inglés). La EB CME es el contenido clínico presentado con recomendaciones prácticas respaldadas por evidencia que ha sido revisada sistemáticamente por una fuente aprobada por la AAFP.