CONSEJO GENERAL DEL PODER JUDICIAL LA REDUE INFORMA -------Comunicado conjunto Mercantil nº 11/2013 Civil nº 6/2013 (Comunicado no oficial, sólo a título informativo) ENRIQUE GARCÍA-CHAMÓN CERVERA Audiencia Provincial de Alicante [email protected] JACINTO JOSÉ PÉREZ BENÍTEZ Audiencia Provincial de Pontevedra [email protected] JOSE FRANCISCO COBO SAÉNZ Audiencia Provincial de Navarra [email protected] CLÁUSULAS ABUSIVAS. EXAMEN DE OFICIO EN SEGUNDA INSTANCIA. Estimados/as compañeros/as: El TJUE ha dictado la sentencia (asunto C-397/11), de 30 de mayo de 2013 en la que vuelve a insistir en su doctrina sobre el control de oficio de las cláusulas abusivas en contratos celebrados con consumidores, en el marco de la Directiva 93/13/CEE. En el caso se trataba de un litigio sostenido frente a un tribunal húngaro sobre la ineficacia parcial de un contrato de préstamo que contenía claramente cláusulas abusivas. El tribunal de apelación húngaro planteaba, además de la posibilidad del control de oficio, la cuestión de si podía examinar el tribunal de apelación el carácter abusivo de una condición general de la contratación, pese a que ésta no hubiera sido objeto de examen en primera instancia, considerando que en apelación, con arreglo a su derecho nacional, no podían tenerse en cuenta, por regla general, hechos nuevos ni practicarse nuevos medios de prueba. El TJUE reitera su doctrina sobre el control de oficio, (“intervención positiva, ajena a las partes del contrato”), cuando el juez cuente con todos los elementos de hecho y derecho necesarios. Seguidamente, y sobre la base argumental de los principios de equivalencia y efectividad, el Tribunal afirma que “…cuando un tribunal nacional, que conoce en apelación de un litigio sobre la validez de cláusulas incluidas en un contrato celebrado entre un profesional y un consumidor sobre la base de un formulario redactado previamente por ese profesional, está facultado según las reglas procesales internas para apreciar cualquier causa de nulidad que derive con claridad de los elementos presentados en primera instancia, y para recalificar en su caso, en función de los hechos acreditados, el fundamento jurídico invocado para sustentar la invalidez de esas cláusulas, debe apreciar, de oficio o previa recalificación del fundamento jurídico de la demanda, el carácter abusivo de las referidas cláusulas a la luz de los criterios de dicha Directiva.” Como se ve, el pronunciamiento va ligado a las posibilidades conferidas por el Derecho nacional al tribunal de apelación, en particular para apreciar la nulidad de oficio y para alterar la causa de pedir en relación con los hechos alegados en la demanda. Seguidamente, reiterando su doctrina sobre los efectos que en el contrato ha de producir la declaración de nulidad de una cláusula por abusiva, afirma que “el artículo 6, apartado 1, de la Directiva 93/13 debe interpretarse en el sentido de que el juez nacional que constate el carácter abusivo de una cláusula contractual está obligado, sin esperar a que el consumidor formule una solicitud a ese efecto, a deducir todas las consecuencias que según el Derecho nacional nacen de esa constatación, para cerciorarse de que el consumidor no quede vinculado por esa cláusula, por un lado, y por otro debe apreciar, en principio según criterios objetivos, si el contrato afectado puede subsistir sin esa cláusula”, Finalmente añade, en respuesta a la cuestión de si esa apreciación de oficio es posible aunque la competencia para conocer de acciones que pretenden declarar la invalidez de cláusulas abusivas corresponda a otro tribunal, que “la Directiva 93/13 debe interpretarse en el sentido de que el tribunal nacional que haya constatado de oficio el carácter abusivo de una cláusula contractual debe aplicar en cuanto sea posible sus reglas procesales internas de modo que se deduzcan todas las consecuencias que, según el Derecho interno, nacen de la constatación del carácter abusivo de la referida cláusula, para cerciorarse de que el consumidor no queda vinculado por ésta.” Como anexo a este texto podéis encontrar la sentencia completa. ENRIQUE GARCÍA-CHAMÓN CERVERA JACINTO JOSÉ PÉREZ BENÍTEZ JOSE FRANCISCO COBO SAÉNZ J 2