17-08-05 | Diario LaU | Sociedad Versiones sobre el ser humano Estudios científicos demuestran que compartimos el 98,5 por ciento de las secuencias de ADN con el chimpancé y que el concepto de “raza”, lejos de responder a cuestiones genéticas, es fundamentalmente de índole cultural, político y económico. La vieja disputa acerca de si el hombre desciende o no del mono estaría saldada: “El hombre no desciende del mono, el hombre es un mono africano”, aseguró Alberto Kornblihtt, investigador y biólogo molecular. Las afirmaciones precedentes fueron realizadas por el investigador en la charla “Versiones sobre el ser humano: ¿está todo escrito en los genes?”, ofrecida en la Sociedad Científica durante el ciclo que organiza el Centro Cultural Ricardo Rojas. Estudios paleontológicos y moleculares de ADN de los simios actuales (el orangután, el gorila, el hombre y los chimpancés) indican que “la divergencia entre nuestros ancestros, los monos africanos y el orangután existió hace 15 o 16 millones de años”. Una rama derivada de ese ancestro dio vida al orangután mientras que otra rama permitió el origen de todos los monos africanos: de estos últimos solamente sobrevivió el homo sapiens. “Por lo tanto, nuestro pariente más cercano es el chimpancé, con el cual compartimos aproximadamente el 98,5 por ciento de nuestra secuencia de ADN”, afirmó el investigador de la UBA. Los estudios para completar la secuencia del genoma de los chimpancés “están por finalizar y serán vitales para definir cuáles son aquellos aspectos que nos hacen humanos por diferencias genéticas y los que nos hacen humanos por otras diferenciaciones”. Descifrar la disposición que los genes tienen en nuestras células permite conocer un poco más acerca de nuestro origen. El ADN es la sustancia portadora de la información genética y se encuentra en los cromosomas del núcleo celular. Genoma se llama “a todo el ADN de los cromosomas y a los genes que éstos contienen. Los genes son segmentos de ADN, cada uno de los cuales codifica para una proteína”. Resultados de las investigaciones indicaron que “sólo un 30 por ciento del genoma humano está compuesto por genes, es decir, porciones que son capaces de dar órdenes para fabricar proteínas. El 70 por ciento restante, que también es ADN, constituye las llamadas regiones intergénicas”, cuya función está siendo estudiada. Sin embargo, se cree que las regiones intergénicas “cumplieron una función en la evolución de los vertebrados, es decir, en el camino por el cual cada especie de vertebrado llegó a ser como es”, reveló Kornblihtt. Investigaciones sobre el genoma en las que se analizó un mismo segmento de ADN entre centenares de humanos de distintos orígenes, permitieron también arribar a importantes conclusiones: “Se comprobó que la secuencia de ADN es muy similar, presentando en promedio 3,7 cambios entre un individuo y otro, cada 10.000 letras leídas. Esto quiere decir que los genomas de seres humanos de distintos orígenes son aproximadamente 99,9 por ciento idénticos entre sí”, manifestó el director del departamento de Fisiología y Biología molecular de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. Lo antedicho confirma entonces que el concepto de raza es precisamente “un concepto sociológico, cultural, económico, político y discriminatorio”, dijo Kornblihtt y añadió “un europeo puede compartir muchas más variantes de secuencia de ADN con un asiático o un africano que con otro europeo del mismo color de piel. Dos personas negras pueden distar mucho más genéticamente entre sí que cualquiera de ellos respecto de un blanco”. Verdades científicas como la que se describe anteriormente encierran una importancia que excede el campo de la genética y se transforman en herramientas valiosas para aplicar en el campo del estudio sociológico. Volviendo al origen del humano desde la genética, “la observación nos indica que la especie humana es muy reciente: si fuera más antigua, hubiera tenido tiempo para cambiar el ADN y hoy tendríamos una gran diversidad de individuos. Tenemos 200 mil años como especie, lo que representa un período muy breve en la historia de la vida dentro de la Tierra”, declaró. Así como el surgimiento del homo sapiens pudo haber ocurrido “por accidente”, la extinción de la especie humana está dentro de las posibilidades. “La extinción de las especies no es un fenómeno artificial; es una fenómeno natural que ha ocurrido en la tierra numerosas veces”. Fuente: (Télam-UBA)