Participa en Unidad de Centro. La figura tradicional de los partidos políticos es la afiliación o la militancia. Esta figura garantiza la totalidad de los derechos que se pueden tener en un partido. Sin embargo desde hace tiempo está cambiando la mentalidad de los ciudadanos y la forma de relacionarse con los partidos. El punto principal es que la plenitud de los derechos solo los disfruta un reducido número de militantes o afiliados, aquellos que ocupan cargos orgánicos ejecutivos en el partido. La mayoría de los afiliados actúan como simples fans pagando la entrada y aplaudiendo. El hecho de que esta situación no ha causado rechazo se puede atribuir a alguna de las siguientes causas. A) Se identifican con el ideario y se han apuntado al no tener otra forma de relacionarse con el partido. B) Realmente son simples fans. Su motivación no es tanto los ideales del partido sino el rechazo a otros ideales y por tanto a otros partidos. Normalmente no tienen interés en participar en la vida del partido sino que simplemente necesitan una bandera. Sin desmerecer la figura del afiliado o militante, normalmente muy minoritarios que realmente se siente comprometido con el proyecto e incluso tiene aspiraciones políticas o pretende desempeñar un cargo en el partido, es necesario establecer otro tipo de relaciones para los ciudadanos que no forman parte de este grupo pero quieren ser parte del partido. Cuando los dirigentes de los partidos clásicos establecieron como única posibilidad la figura de afiliación o militante partían de la premisa que la ciudadanía piensa y siente como ellos y por tanto están imponiendo unas normas de conducta estrictas a cualquier ciudadano interesado pero lo que están presentado una opción muy poco atractiva a muchísimos de sus votantes que tienen la sensación de que la afiliación implica participar en una lucha constante para demostrar que se es fiel al proyecto y a unos principios que se han jurado con sangre. Y no se equivocan porque en la mayoría de los casos es así. La influencia de la opinión de los ciudadanos que ya no se sienten obligados rendir una pura pleitesía sino que cada vez presentan una actitud más crítica hacia los partidos es cada vez más fuerte gracias a las redes sociales. Para tratar de favorecer la cercanía del ciudadano a sus organizaciones algunos de los partidos de reciente creación han establecido la figura del simpatizante y en otros se ha tratado de diferenciar el militante, es decir el cargo ejecutivo, del simple afiliado, estableciendo diferentes derechos y deberes. Pero la realidad es que estos intentos no son más que parches sobre estructuras clásicas que salvo algún caso chirrían al intentar poner en marcha estos proyectos. Porque no solo es necesario el reconocimiento de las diferentes figuras sino que también es necesario establecer los mecanismos de participación del ciudadano, afiliado o no, en el partido. Y esto implica diseñar el partido desde su inicio contando con estos requerimientos, dando mucha importancia a las herramientas de participación y a su uso. Al ser Unidad de Centro un partido de nueva creación se han enfocado las formas de participación de una forma más flexible y progresista. Junto a la figura del Afiliado y la del Simpatizante incorporamos la figura del Inscrito. La figura del Inscrito corresponde al ciudadano que no siendo ni afiliado ni simpatizante se inscribe en Unidad de Centro para participar en la vida del partido. Al registrarse como Inscrito no se adquiere la condición de militante por lo que no está obligado por los Estatutos ni por el Manifiesto Fundacional. Incluso puede ser militante de otro partido, militar, juez y todas aquellas personas que no pueden militar en un partido político. La figura del Inscrito es la forma que tienen los ciudadanos de participar en la vida de un partido político aunque no coincidan en el 100% con sus ideales. O la oportunidad para militantes de otros partidos explorar formar de participación novedosa. A diferencia del inscrito de Podemos, que es realmente un afiliado o militante la figura del Inscrito de Unidad de Centro está perfectamente definida en los estatutos y en la WEB del partido y no es un militante, es un ciudadano al que se le consulta determinadas cuestiones, se le invita a determinadas votaciones y se le da la oportunidad de presentar propuestas políticas e incluso puede desempeñar cargos en el partido. Es como una universalización de la controvertida figura del independiente. La figura del Inscrito permite un conocimiento mutuo previo a un compromiso más definitivo como es la afiliación. La inscripción es una forma segura, discreta y con garantías de independencia para relacionarse con Unidad de Centro. A todos los efectos tiene las mismas garantías que un afiliado. España está en un momento de cambios importantes. Se derrumban castillos que parecían inexpugnables y se presentan alternativas nuevas que pocos conocían hace un año. ¿Te vas a perder la oportunidad de formar parte de este cambio? Afíliate, hazte simpatizante o inscríbete en Unidad de Centro y participa del cambio que viene.