VIII. LAS CAPITULACIONES OTORGADAS CONTRA LEGEM, CONTRA LAS BUENAS COSTUMBRES O LIMITATIVAS DE LA IGUALDAD DE LOS CÓNYUGES. TIPO DE ACCIÓN IMPUGNATORIA El Código civil, dispone en el artículo 1315 q u e "El régim e n e c o n ó m i c o del m a t r i m o n i o será el q u e los cónyuges estipulen en capitulaciones m a t r i m o n i a l e s , sin otras limitaciones que las establecidas en este Código". Es, en definitiva, la p r o c l a m a c i ó n del principio de libertad de estipulación. P e r o c o m o h a s e ñ a l a d o l a d o c t r i n a 1 7 5 , este principio no es absoluto, e n c o n t r á n d o s e sometido a sus límites naturales, que, no son otra cosa que concretas aplicaciones, a este supuesto, de las genéricas limitaciones q u e la a u t o n o m í a privada tiene en el Código civil. Vistas c o n anterioridad las limitaciones relativas a requisitos de capacidad y forma, la enunciación contenida en el artículo 1315 hay que p o n e r l a en relación con la del artículo 1328 que se circunscribe a las estipulaciones insertadas en las capitulaciones m a t r i m o n i a l e s . Este artículo p r e c e p t ú a q u e "Será nula cualquier estip u l a c i ó n contraria a las Leyes o a las b u e n a s costumbres o (175) DIEZ-PICAZO, L., Comentarios a las reformas del Derecho de familia, vol. II, Tecnos, Madrid, 1984, "op. cit.", pp. 1492-1493. Dice que no se hace alusión concreta a las limitaciones genéricas del artículo 1255 del Código civil, pero no es difícil extraer la conclusión de que son aplicables a nuestro caso. 123 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS limitativa de la igualdad de derechos que corresponda a cada cónyuge". Conviene precisar que la diferencia existente entre el artículo 1328 y el artículo 1255 se contrae a la referencia de aquél a la igualdad de derechos de los cónyuges 176. No puede dudarse que la declaración de nulidad establecida de forma expresa en el artículo 1328 no es más que la aplicación a este supuesto concreto del principio general consagrado en el artículo 6.3 del Código civil: nulidad de pleno derecho de los actos contrarios a las normas imperativas. De igual forma que lo preceptuado en el artículo 6.4: los actos realizados al amparo del texto de una norma que persigan un resultado prohibido por el ordenamiento jurídico, o contrario a él, se considerarán ejecutados en fraude de ley y no impedirán la debida aplicación de la norma que se hubiere tratado de eludir 177. La doctrina entiende que se trata de una nulidad parcial. Será nulo el pacto que vaya en contra de los límites establecidos en el artículo 1328, no del resto del contenido capitular. El principio de conservación del negocio exige admitir la validez de las restantes estipulaciones, en tanto en cuanto no sean contrarias a otra norma imperativa 178. (176) AMORÓS GUARDIOLA, M., Comentarios a las reformas del Derecho de familia, vol. II, "op. cit.", pág. 1537. Se configura, "op. cit.", pág. 1538, como un principio constitucional que informa la legislación positiva y vincula a todos los poderes públicos; es decir, como un principio general del derecho. Aunque no estuviera recogido en el Código, actuaría con fuerza vinculante como principio general y serviría de límite a la autonomía de la voluntad. (177) ALMAGRO N O S E T E , J., C o m e n t a r i o del Código civil. Coordinad o r Ignacio S i e r r a Gil de la Cuesta, T. VI, Arts. 1088 al 1314, Bosch, B a r celona, 2000, en especial al c o m e n t a r el art. 1275, p á g . 605, dice, "op. cit.", que en los contratos con causa ilícita la causa ha de ser contraria a una norma imperativa, tanto si la contradicción entre acto y norma se constata de forma directa como si es manifestación de un fraude de ley. (178) A M O R Ó S G U A R D I O L A , M., C o m e n t a r i o s a l a s r e f o r m a s d e l Derecho de familia, vol. II: Ello plantea, dice éste autor, "op. cit.", 124 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES Esta nulidad es de pleno derecho. La invalidez se da frente a todos, salvó lo dispuesto en el artículo 1335 respecto a los terceros de buena fe. No necesita ser declarada. pp. 1546-1547, un problema común a todos estos supuestos de nulidad parcial: hasta qué punto es posible considerar válida sólo una parte más o menos extensa de las capitulaciones cuando las personas intervinientes en ellas han querido su contenido como un todo. Problema de interpretación del contenido capitular de acuerdo con el propósito práctico querido por las partes, y de admitir su eficacia parcial siempre que no se rompa la unidad de ese fin pretendido por las partes. Cfr. STS 30 de abril de 1990, (Ponente: Sr. Martínez- Calcerrada), "EL DERECHO", 1990/4540 (Debe tenerse presente que la referencia al artículo 1316 del Código civil, a de sobreentenderse al actual artículo 1328 del mismo Cuerpo legal): "todo lo cual conduce a, sin embargo, y a pensar de lo razonado, no admitir en su misma integridad los citados motivos al perseguirse en los mismos la inviabilidad absoluta de todo el complejo capitular verificado en las tres escrituras públicas modificativas, que por el tiempo transcurrido han proyectado su operatividad dentro del tráfico jurídico, por lo que enjuiciando el motivo decimonoveno del recurso en el que se denuncia que la sentencia recurrida ha infringido por igual vía jurídica del art. 1316 propugnando así una nulidad parcial en cuanto que de dichas capitulaciones se anulase sólo la adjudicación de los bienes inmuebles a favor de las esposas demandadas, pudiendo quedar como válido todo lo demás en favor del principio de la conservación del negocio, debe compartirse la referida denuncia al impugnar el contenido de esas capitulaciones matrimoniales que ocasionan el perjuicio o damnifican los derechos de la actora como legítimo acreedor de los codemandados si bien ampliable a todos los actos de carácter económico-patrimonial -liquidación y adjudicación de bienes y derechos- que determinaron la, distribución del caudal ganancial entre los respectivos esposos y las correspondientes bases atributivas a cada interesado y, en su caso, las constataciones regístrales a que se refiere el art. 1322.1 CC, en su anterior redacción de la L 2 mayo 1975, ya que, se insiste, la desigual adjudicación de bienes a unos o a otras fue la causa determinante del fraude apreciado de la sustracción de las garantías y, en definitiva, de la infructuosa gestión de cobro de la actora y liberándose así de consiguiente, la adjudicación de los bienes inmuebles efectuada que, de esta forma podrán afectarse al pago de la deudas sociales como lo es la del crédito de la demandante, por los que ha de estimarse el recurso en esos términos con los efectos correspondientes, y sin precisarse examinar el resto de los motivos del mismo. 125 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS a u n q u e tal declaración p u e d e resultar conveniente p a r a destruir la apariencia de legalidad del acto n o t a r i a l m e n t e formalizado 179 . Así las cosas, se ha dicho que las capitulaciones matrimoniales sólo p u e d e n ser r a d i c a l m e n t e nulas (nulidad absoluta o de pleno derecho) en aquéllos supuestos de ilicitud o i n m o r a l i d a d del contenido (artículo 1328 del Código civil) 180 . En éste sentido el Tribunal S u p r e m o ha dicho que "La ilicitud causal que prevé el art. 1275 CC, conforme a reiterada jurisprudencia, supone la concurrencia de causa, pero resulta viciada por oponerse a las leyes o a la moral en su conjunto, cualesquiera que sean los medios empleados para lograr tal finalidad, elevándose el móvil a la categoría de causa en sentido jurídico, ya que aquél imprime a la voluntad la dirección finalista ilícita y reprobable del convenio (Cfr. TS SS 8 Feb. 1963, 2 Oct. 1972, 22 Nov. 1979 y 14 Mar. y 11 Dic. 1986), descansando a su vez la ilicitud de la causa en la finalidad negocial inmoral o ilegal común a todas las partes (Cfr. TS SS 22 Dic. 1981 y 24 Jul. 1993)." 181 Igualmente: "Para estimar causa contractual ilícita ha de partirse de la concurrencia efectiva de causa, pero que resulta viciada por ser contraria a las leyes o a la moral en su conjunto, cualesquiera que sean los medios empleados para lograr tal finalidad, elevándose el móvil a la categoría de causa en sentido jurídico, conforme declaró la jurisprudencia, ya que el móvil impulsa la voluntad reprochable del convenio alcanzado, con lo que la ilicitud causal tiene apoyo en la finalidad negocial ilegal o inmoral que se pretende, común (179) AMORÓS GUARDIOLA, M., Comentarios a las reformas del Derecho de familia, vol. II, pp. 1546- 1547. (180) MARTÍNEZ-CALCERRADA GÓMEZ, L., Comentario del Código civil, Coordinador Ignacio Sierra Gil de la Cuesta, T. VII, Arts. 1315 al 1789, en especial al comentar el art. 1335, "op. cit.", pág. 53. (181) STS 1.a S 13 Marzo de 1997 (Ponente: Sr. Villagómez Rodil) LA LEY, 1997, 4500. 126 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES a todas las partes obligadas (Cfr. TS SS 8 Feb. 1963, 2 Oct. 1972, 22 Nov. 1979, 14. Mar. y 11 Dic. 1986 y 13 Mar. 1997)."182 En este o r d e n de cosas y, en sede de capitulaciones matrimoniales, el Tribunal S u p r e m o ha precisado que: "Instaurada en nuestro derecho civil común la posibilidad de modificar el régimen patrimonial de bienes por el que se rige un matrimonio, ha de tenerse en cuenta que toda estipulación capitular tiene el carácter y tratamiento legal de acto a título oneroso, por lo que las normas del régimen matrimonial pactado nunca producen atribuciones a título lucrativo, y esta idea fundamentales común a nuestro derecho, al derecho francés e incluso al derecho anglosajón, y sostenida por la doctrina de modo unánime. La modificación del régimen matrimonial realizada durante el matrimonio no perjudicará en ningún caso los derechos ya adquiridos, por terceros, y éstos podrán en su caso acudir a la acción rescisoria (art. 1291.3), siempre de carácter subsidiario (art. 1294), teniendo además los acreedores acciones contra el cónyuge deudor (art. 1401) y contra el no deudor en los bienes que las nuevas capitulaciones le adjudiquen, así como, según el art. 1402, conservan los acreedores de la sociedad de gananciales los mismos derechos que les reconocen las leyes en la partición y liquidación de herencias, por lo que hecha la partición los acreedores pueden exigir por entero el pago de su crédito a cualquiera de los herederos (art. 1084). Consecuencia de todo lo anterior es que la modificación, aun de carácter real, del régimen matrimonial, difícilmente puede cumplir la finalidad que se dice por el actor que perseguían él y su esposa cuando maquinaron el cambio de régimen matrimonial. Siguiendo estos razonamientos, esta Sala ha desestimado repetidamente acciones de nulidad de escri(182) STS 1.a S 14 Junio de 1997 (Ponente: Sr. Villagómez Rodil) LA LEY, 1997, 7594. 127 JOSÉ MARÍA CUTTLLAS TORNS turas de capitulaciones a instancias de terceros (así se comprueba en la S 7 Nov. 1992 y en las que ésta cita). Siendo los capítulos por su propia naturaleza actos jurídicos cuyo tratamiento es el de los onerosos, difícilmente podría ser impugnado como carente de causa y precisamente por uno de sus otorgantes, pero lo cierto es que en el caso de autos la Sala de instancia, en uso legítimo de su función de valorar las pruebas, obtiene la convicción de que tales capitulaciones fueron absolutamente simuladas, conclusión a la que llega, como normalmente se llega para acreditar la simulación, a través de la prueba de presunciones, y los recurrentes no plantean ni un solo motivo para destruir los hechos base de dichas presunciones ni para combatir las consecuencias obtenidas según reglas del criterio humano por existir enlace preciso y directo entre ambos."183 Los precedentes fundamentos jurídicos d e b e n p o n e r s e en relación c o n la doctrina q u e el Alto Tribunal establece en la siguiente sentencia: "se acusa la infracción del art. 1302 CC en relación con los arts. 1261 y 1300 CC así como la jurisprudencia aplicable. En esencia el razonamiento de este motivo primero, discurre sobre la amplitud del concepto de legitimación con respecto a los negocios jurídicos nulos de pleno derecho frente al más restringido y limitado a las partes de aquellas otros simplemente anulables. Como quiera que el tema controvertido se refiere a nulidad de unas capitulaciones matrimoniales y éste se rige por las reglas de los contratos (art. 1335), no puede excluirse, fundándose, como se funda, la nulidad en cuestión, en la falta de causa, a la sociedad adora y recurrente del ámbito de las personas legitimadas para instarla y pretenderla, pues el art. 1302 se refiere a los contratos que pueden ser anulados en los términos del art. 1300 y a los contratos en los que no concurran los requisitos que expresa el art. 1261. Mas la sentencia (183) STS 1.a S 26 Noviembre de 1993 (Ponente: Sr. Marina MartínezPardo) LA LEY, 1994-1, 498. 128 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES impugnada, acaso, con poca fortuna en la redacción, no es contraria a los citados principios, ni los contraviene, antes bien establece que no encontrándose la sociedad adora incursa en los supuestos del art. 1302, y no teniendo, por ello, en este sentido legitimación, tampoco cabe que se le reconozca la legitimación más abierta que propugna la doctrina y la jurisprudencia en los casos de nulidad absoluta porque la «acción de impugnación por simulación no es pública, sino que es necesario para su eficaz ejercicio que quien actúe procesalmente con dicha finalidad tenga un interés jurídico protegible por el órgano jurisdiccional» -SS 30 Jun. 1944 y 30 May. 1958-, circunstancias que, en modo alguno, concurren en el caso de autos, no ya porque, al estar reconocido por la actora que la deuda del demandado sólo existía desde los meses de Nov. y Dic. 1986, ya que el demandado, con anterioridad y posterioridad al otorgamiento de las capitulaciones matrimoniales, cumplía con toda normalidad las obligaciones contraídas con la actora -absolución del representante legal de ésta a las posiciones 8.a a 10.a de las que le fueron formuladas en su prueba de confesión judicialy ningún interés jurídicamente protegible podía tener para impugnar unas capitulaciones matrimoniales realizadas con cerca de 3 años de antelación a la existencia de la deuda, sino, incluso, porque, como se mantiene en la sentencia de primera instancia, estableciendo el art. 1317 CC -como también se establecía en el 1322 según la normativa legal vigente con anterioridad a la modificación operada por la L 13 May. 1981- que la modificación del régimen económico matrimonial realizada durante el matrimonio no perjudica en ningún caso los derechos ya adquiridos por terceros, lo que hizo que el TS mantuviera en abundante jurisprudencia -SS 13 Jun. 1986, 10 Sep. y 14 Oct. 1987, 24 Nov. 1988 y 25 Ene. y 20 Mar. 1989- que a tales efectos es innecesario pedir la nulidad de las escrituras de capitulaciones matrimoniales y liquidación de la sociedad legal de gananciales, ya que lo que aquel precepto consagra es una responsabilidad ex lege, inderogable por la voluntad de los particulares, que para 129 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS nada incide en la validez de las adjudicaciones y que, en su consecuencia, no se requiere para su efectividad de declaración de ineficacia o nulidad de clase alguna; con mucha mayor razón habrá de estimarse así en supuestos, como el de autos, en que el interés que legitimaría a la actora para el ejercicio de la acción de nulidad no es sino una deuda contraída con posterioridad al otorgamiento de las capitulaciones matrimoniales instaurando el régimen de separación, y que, en virtud de su inscripción en los Registros Civil y de la Propiedad, ha de perjudicar a terceros que no podrán alegar ignorancia del carácter de los bienes que con anterioridad pudieran haber ostentado la categoría de gananciales o del régimen económico matrimonial por el que se rige la sociedad conyugal. En definitiva la sentencia impugnada sostiene la doctrina tradicional del TS conforme a la cual los terceros sólo pueden ejercitar la acción de nulidad si les perjudica la relación contractual o pueden ver sus derechos burlados o menoscabados, pero no si son extraños a tal situación, según una constante línea jurisprudencial que va desde las lejanas SS 23 Sep. 1895, 18 y 19 Abr. 1901, 23 Nov. 1903, o las de 26 Nov. 1946, 11 Abr. 1953, 31 Mar. 1959 y 26 Oct. 1965 (TS S 5 Nov. 1990). Por tanto sucumbe el motivo."184 De t o d o ello p u e d e n s a c a r s e las siguientes conclusiones: 1.a) Es cierta la afirmación doctrinal de q u e en la a c t u a l i d a d brilla p o r s u a u s e n c i a u n a u n i d a d j u r i s p r u d e n c i a l e n e l Tribunal S u p r e m o , e n m a t e r i a d e i m p u g n a ción u o p o n i b i l i d a d e s de modificación de r é g i m e n económico-matrimonial, situación que propicia la conflictividad. E n m u c h a s ocasiones, tal situación p r o viene de p l a n t e a m i e n t o s procesales defectuosos, lo q u e p u e d e h a c e r q u e resulte difícil o p t a r p o r la r e s o l u c i ó n a d e c u a d a , de tal forma q u e , p o r ejemplo, frente a u n a d e m a n d a q u e c o n t i e n e e x c l u s i v a m e n t e la referencia a la a c c i ó n revocatoria, p u e d e r e s u l t a r i n c o n g r u e n t e sancio(184) STS, 1.a, 15 de marzo de 1994 (Ponente Sr. Almagro Nosete) LA LEY, 1994-3, 266. 130 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES nar de oficio la solución adecuada 185. 2.a) Las capitulaciones matrimoniales difícilmente pueden ser impugnadas por carencia de causa 186, y ello por la sencilla razón de que toda estipulación capitular tiene el carácter y tratamiento legal de acto a título oneroso, por lo que las normas del régimen matrimonial pactado nunca producen atribuciones a título lucrativo. 3.a) Las capitulaciones pueden ser perfectamente impugnables mediante una acción de nulidad de pleno derecho, como consecuencia de tener causa contractual ilícita, y ello cualesquiera que sean los medios empleados para lograr tal finalidad, elevándose el móvil a la categoría de causa en sentido jurídico, ya que el móvil impulsa la voluntad reprochable del convenio alcanzado, con lo que la ilicitud causal tiene apoyo en la finalidad negócial ilegal o inmoral que se pretende, común a todas las partes obligadas 187 . 4.a) Los terceros sólo pueden ejercitar la acción de nulidad si les perjudica la relación contractual o pueden ver sus derechos burlados o menoscabados, pero no si son extraños a tal situación. Pero lo bien cierto es que la última jurisprudencia, arrancando posiblemente de la Sentencia de 10 de septiembre de 1987 188, ha venido decantándose y entendiendo que el artículo 1317 del Código civil consagra una responsabilidad ex legem, inderogable por la voluntad de los (185) GUILARTE G U T I É R R E Z , V. G e s t i ó n y r e s p o n s a b i l i d a d de los bienes g a n a n c i a l e s , "op. cit", p á g . 587; GONZÁLEZ POVEDA, R, La modificación de las capitulaciones matrimoniales y los terceros acreedores, "op. cit.", pág. 50. (186) Apoyando su inhabilidad o su difícil prosperabilidad, SANCIÑENA ASURMENDI, C, Régimen económico matrimonial del comerciante, "op. cit." pp. 174 y ss. (187) En contra RAGEL SÁNCHEZ, L.F., El acreedor frente a la disolución de la sociedad de gananciales, Centenario del Código civil. Asociación de profesores de Derecho civil, Vol. II, Editorial Centro de Estudios Ramón Areces, Madrid, 1990, pág. 1671. (188) STS, 1.a, (Ar. 6046). 131 JOSÉ MARÍA COTILLAS TORNS particulares, que para nada incide en la validez de las adjudicaciones y que, en su consecuencia, no requiere para su efectividad de declaración de ineficacia o nulidad de clase alguna 189. Hay que tener presente que el artículo 1317 del Código civil tiene como uno de los elementos de su supuesto de hecho que cuando se modifique el régimen ya debe estar adquirido el derecho; dicho con más precisión, tiene que haberse producido con anterioridad a la inscripción de tal modificación en el Registro Civil y de la Propiedad, si la alteración capitular afecta a un inmueble, y en el Registro Mercantil si uno de los consortes es comerciante. Entonces ¿qué ocurre, cómo debe accionarse cuando el crédito surge con posterioridad a los capítulos matrimoniales y la tal modificación haya sido motivadamente planificada con el fin de causar perjuicio a un futuro crédito y hacer desaparecer las garantías a un acreedor de próxima y muy probable existencia? La cuestión es polémica y no exenta de dificultades. Puede decirse que en la actualidad existen cuatro líneas de actuación o tendencias: 2) La primera será incuestionablemente el no perjuicio o la llamada inoponibilidad de la alteración del régimen económico matrimonial si el mismo adolece de falta de publicidad en el Registro Civil o está en discordancia con lo que resulte de la "toma de razón" en el Registro de la Propiedad cuando, como consecuencia del nuevo régimen económico matrimonial, las capitulaciones matrimoniales afecten a inmuebles; es decir, los terceros de buena fe, especialmente protegidos por el Registro inmobiliario, no verán alterada su posición jurídica. Pero debe tenerse en (189) Advertir que las argumentaciones seguidamente expuestas proceden casi en su integridad de mi Comentario a la STS 1.a, 25 febrero 1999, "Modificación de régimen económico.matrimonial: Nulidad absoluta de las capitulaciones matrimoniales por carencia de causa", EL DERECHO, 9 febrero 2000, Número 1133, pp. 1 y ss. 132 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES cuenta que ello no significa que los terceros, en general, estén concernidos y obligados, por la publicidad del Registro inmobiliario al margen de lo que resulte del Registro Civil, que es, en definitiva, el que hace público para todos el régimen económico modificado. Asimismo, cuando uno de los consortes es comerciante, sólo cabe oponer los capítulos matrimoniales frente a terceros acreedores de buena fe, surgidos de los actos de comercio celebrados, desde el momento de su inscripción en el Registro Mercantil, sin perjuicio de la previa inscripción en el Registro Civil. En los supuestos en que las capitulaciones matrimoniales aparezcan inscritas en el Registro Civil y no en el Registro de la Propiedad, cuando esa alteración capitular afecta a un inmueble, la mera indicación en el primero de los registros no le otorga eficacia respecto de terceros, ni la mención en el Registro Civil suple la falta de inscripción en el de la Propiedad. El Registro Civil carece de efecto de la fe pública. El Registro Civil no puede ofrecer garantías sobre la publicidad de hechos o pactos que modifiquen la titularidad de los bienes o su disponibilidad, pues por su propia naturaleza no es apto para la publicidad de las titularidades reales 190. En todos estos supuestos, corno se comprenderá fácilmente, resultará indiferente la posterioridad del crédito para que pueda prosperar la previsión del artículo 1317 del C.C. 2) Otra de ellas sería aquella sostenida por algunas sentencias del Tribunal Supremo donde se establece que "aunque el requisito de la anterioridad del crédito constituye la hipótesis ordinaria, tampoco pueden descartarse los nacidos con posterioridad a la enajenación impugnada (190) Cfr. STS, 10 marzo 1998, (El Derecho, 98/968) y SAP de Pontevedra de 16 abril 1997 (La Ley, 1997, 8698); Vid. LARRONDO LIZARRAGA, "Jurisprudencia Patrimonial Comentada 1995-1998", Centro de Estudios Regístrales, Madrid, 1999, pp. 140 y ss., y 869 y ss. 133 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS si se demuestra que se llevó a cabo en consideración del crédito futuro y a fin de privar de garantías a un acreedor de próxima y muy probable existencia" 191 . 3) En contra de la precedente línea jurisprudencial se muestra PASQUAU LIAÑO 192, quien dice que no es aplicable a los casos en que el crédito nace con posterioridad a las capitulaciones matrimoniales que se impugnan. Si se consigue -dice— probar el fraude en tales supuestos, entonces el acreedor podrá y deberá acudir a la acción pauliana, sin que el principio de irretroactividad frente a terceros de las alteraciones del régimen matrimonial constituya obstáculo alguno. Pero hay que tener en cuenta que la rescisión por fraude de acreedores es subsidiaria, es decir, que un acreedor no pueda obtener satisfacción de su crédito de otro modo. Además, ha de tratarse de un crédito anterior al acto fraudulento o perjudicial, aunque cabe que, aun siendo posterior el crédito al acto que se trata de rescindir, proceda llevar a cabo esta actuación porque de las circunstancias concurrentes se deduzca con claridad la intención defraudatoria del mencionado acto respecto del titular del crédito que después se ha constituido, apareciendo que sí se había tenido en cuenta al realizarlo, si no es que se había realizado en atención a él 193. A ello se ha objetado que por qué condenar a estos terceros a la tortuosa vía de la rescisión por fraude de acree(191) SSTS 2 marzo 1981 (Ar.882); 17 febrero 1986 (Ar. 684); 17 noviembre 1987 (Ar. 8406) y 8 julio 1988 (La Ley, 1988-4, 10870-R). En la doctrina española se muestra partidario de ésta posibilidad BLASCO GASCÓ, "Modificación del régimen económico matrimonial...", "op. cit." pp. 623 y ss. (192) "Comentario a la STS de 24 de noviembre de 1988", en CCJC, núm. 18, pág. 1029. (193) Vid. MORENO QUESADA, Comentarios al Código civil y Compilaciones Forales, Dirigidas por Manuel Albaladejo, T. XVII, vol. 2, Edersa, Madrid, 1981, pp. 101 y ss.; ORDUÑA MORENO,"La acción rescisoria en la jurisprudencia del Tribunal Supremo", Barcelona, 1988, pp. 88 y ss. y STS 28 marzo 1988, La Ley, 1988-1, 499). 134 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES dores, aliviada ciertamente por el juego de las presunciones, y negarles la más objetiva, sencilla y segura del art. 1317. No se trata de extender la hipótesis del art. 1317 del Código civil hasta el punto de neutralizar, siquiera en grado mínimo, los principios de libertad y mutabilidad de las capitulaciones matrimoniales, sino de extenderla a todos los supuestos en que la modificación se busca de propósito para causar un perjuicio a un tercero. De admitirse esta idea, deberá probarse no sólo el perjuicio sino la relación de causalidad entre éste y la modificación del régimen económico matrimonial del que deriva 194. Lo que no parece ofrecer ninguna duda frente a una modificación del régimen económico, debidamente inscrito en los Registros que procedan, es la dificultad de probar un perjuicio por el tercer acreedor insatisfecho. Además, no podemos olvidar la libertad de la modificación del régimen económico matrimonial (arts. 1325, 1326 del C.c. y sus concordantes). Aquí el perjuicio se queda como absolutamente corto, irrelevante para pretender aplicar el artículo 1317 del Código civil, por muy cómodo y deseable que fuera para el acreedor que se considera frustrado. Y no se olvide que, como seguidamente veremos, el artículo 1317 del Código civil contempla sólo el perjuicio pero no el fraude, que es lo que aquí y en estos supuestos creo que importa demostrar. Por otro lado, la acción rescisoria también se presenta con ciertas dosis de duda razonable. Y ello, por su propia naturaleza. Su subsidiariedad; la incertidumbre jurisprudencial respecto a la exigencia del crédito anterior o posterior al negocio impugnado; el plazo de caducidad y, por último, la demostración, ya sea presuntivamente, del ánimo defraudatorio, aunque ciertamente esto, inexcusablemente, también es necesario en las acciones de nulidad. La más reciente tendencia jurisprudencial no exige la pro(194) BLASCO GASCÓ, "Modificación del régimen económico matrimonial..", "op. cit."', pág. 625. 135 JOSÉ MARÍA COTILLAS TORNS moción de pleito previo para acreditar la insolvencia del deudoras. 4) La última de las opciones posibles, a mi entender, sería la acción de nulidad por causa ilícita y/o simulación 196. (195) cfr. STS, 14 abril 1998 (El Derecho, 98/2609). Esta es la que ha decidido el Tribunal Supremo en la sentencia de 25 febrero de 1999, "EL DERECHO", 99/2923: "En el primer motivo, los litigantes que ostentaron condición de parte demandante en los dos procesos de tercería de dominio acumulados, denuncian inaplicación del artículo 1325 del Código Civil, en relación al 1532 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, para combatir la declaración de nulidad absoluta, que integra el fallo de la sentencia recurrida, respecto a la escritura de capitulaciones matrimoniales otorgadas el 30 de enero de 1984 por los esposos D. Manuel y D.ª M.ª Cruz, en la que vinieron a establecer el régimen de separación de bienes y llevaron a cabo la distribución y adjudicación del patrimonio que dicen ganancial. Conviene decir de inmediato que D. Manuel fue condenado en causa penal por delito de estafa, ya que adquirió mercaderías (pulpa granulada) con pacto de pago al contado, para su reventa, valiéndose de la sociedad insolvente 'A., S.A.', que utilizó como pantalla y mecanismo defraudatorio, a fin de ocultar su personalidad, ya que la realidad comercial pone de manifiesto que era quien la manejaba, y en la que su esposa D.ª M.ª Cruz era socia mayoritaria. Al efectuar el pedido de las mercaderías no le asistía voluntad de proceder a su pago, generando tal conducta la deuda por la que fue condenado penalmente, respondiendo toda su actuación maquinadora al fin decidido de causar perjuicio económico a los proveedores, lo que efectivamente logró y consumó, conforme a los hechos probados de la sentencia penal pronunciada, con vinculación en el ámbito civil, en cuanto a los datos fácticos integrantes del tipo criminal que se define y castiga (sentencias de 20-3-1975, 233-1976, 26-9-1994, 11-5-1995 y 18-3-1996, y muchas más). En la ejecutoria penal se embargaron, entre otros, los inmuebles que en la escritura de capitulaciones matrimoniales se adjudicaron a la esposa. La sentencia recurrida declaró la nulidad de dicha escritura por ilicitud negocial de la causa y si bien el artículo 1325 del Código civil se autoriza a los cónyuges a modificar o sustituir el régimen económico matrimonial por el que se venían rigiendo, ello ha de verificarse de acuerdo con la legalidad, pues el artículo 1328 sanciona con nulidad las estipulaciones contrarias a las leyes, que es lo que acontece en el caso que nos ocupa. El argumnto básico del motivo consiste en que el pedido de los generos tuvo lugar en el mes de noviembre de 1984, y por tanto fue posterior (196) 136 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES al otorgamiento de la escritura de 30 de enero de dicho año, lo que no es de recibo casacional ni actúa para justificar la insolvencia patrimonial que promovió e instauró D. Manuel, cuando integran hechos probados, con efectividad de este extraordinario recurso, que el otorgamiento de la referida escritura correspondía 'al conjunto de actos configuradores del iter criminis integrantes de la defraudación, de los que el suministro de la pulpa granulada constituye la última fase o culminación del proceso previo', que encuentra apoyo en la base fáctica de la sentencia penal pronunciada. De esta manera la argumentación de los recurrentes hace supuesto de la cuestión, al resultar evidente y así se declara la relación intensa de la escritura de capitulaciones matrimoniales con la estafa perpetrada, correspondiendo todo ello a una operación defraudatoria integrada por actividades preparatorias perfectamente planificadas. La nulidad de las relaciones jurídicas también procede cuando se proyecta sobre actuaciones futuras, que se idean para perjudicar los legítimos derechos de los terceros, como aquí sucede, con respecto al título de la tercerista, que no se reputa apto para levantar el embargo de lo trabado y excluirlo de la vía del apremio penal, lo que hace decaer el motivo, pues ha de protegerse a los terceros que no han causado la nulidad, pero que resultan directamente afectado por la misma y en los que repercute negativamente, toda vez que han resultado insatisfechos económicamente. Tercero.-No se puede alegar y sostener que existe causa verdadera y lícita en la escritura de capitulaciones con solo el argumento de que el crédito mercantil contraído fue posterior a dicho escritura, por lo que se reproduce el alegato ya estudiado en el motivo primero. La causa existe, pero se presenta ilícita atendiendo al fin perseguido. Resulta de destacar que en la adjudicación de bienes que los esposos llevaron a cabo en el documento notarial de 30 de enero de 1984, se atribuyó a la esposa-tercerista la totalidad de los inmuebles e incluso bienes privativos del marido y a éste dos camiones y una furgoneta antiguos, acreditando un desequilibrio económico tan notorio, que hay que reputarlo programado, buscado y querido por dichos interesados con fines defraudatorios de futuro, como efectivamente se produjo, al darse la realidad constatada que dio lugar al proceso penal hecho referencia. En contra de lo sostenido por los recurrentes, con visión parcial e interpretación interesada del material probatorio, ha de concluirse que produce mantener la decisión de los juzgadores de la instancia, en cuanto que la causa de la distribución de los bienes matrimoniales no resulta real, cierta y efectiva como declaró la sentencia 16-9-1988, por lo que la relación contractual creada carece de causa verdadera, suficiente, lícita y exigible, lo que determina su nulidad absoluta (Sentencia de 10 Diciembre de 1996), y opera en el sentido de que, al faltar el requisito esencial de acreditación del efectivo dominio de los bienes que fueron embargados, hace improsperables las tercerías panteadas. 137 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS Es incuestionable que debe existir una relación de medio a fin entre las capitulaciones matrimoniales y la defraudación de los derechos de los terceros. El Tribunal Supremo, en la Sentencia de 25 de febrero de 1999, establece como primer requisito para declarar la nulidad, la relación intensa de la escritura de capitulaciones matrimoniales con una operación defraudatoria integrada por actividades preparatorias perfectamente planificadas. Además, extiende, amplía o proyecta la nulidad de las relaciones jurídicas sobre actuaciones futuras ideadas para perjudicar los legítimos derechos de los terceros. Conviene distinguir, pues, entre fraude de acreedores y perjuicio. A este respecto se ha dicho por la doctrina que el género es el perjuicio y la especie el fraude. Y ello en base a que si hay fraude hay perjuicio, pero puede haber perjui- Tiene declarado esta Sala (Ss. de 22-11-1991, 17-2-1992, 4-2-1994, entre otras) que la apreciación, tanto de la existencia de causa válida, como de causa falsa, es cuestión de hecho, de la competencia del Tribunal 'a quo', previo examen y valoración del material probatorio y su labor ha de ser respetada en casación en tanto, como en este caso sucede, no se demuestre la equivocación de dicha apreciación o la concurrencia de otra causa verdadera y suficiente. En cuanto a la donación basta lo que se deja analizado en el motivo anterior, por lo que la denuncia que mantiene el motivo tercero, de aplicación indebida de los artículos 1275 y 1276 del Código Civil resulta improcedente. Cuarto.-El rechazo de los motivos anteriores provoca el del cuarto, en el que se aporta inaplicación del artículo 1091, al pretender sostener una vez más la validez de las referidas capitulaciones matrimoniales y donación a los hijos menores, para imponerlas a la parte contraria que trabó el embargo en el proceso penal. Se insiste en hacer supuesto de lacuestión y se aporta alegación de que la recurrida D.ª leopalda tenía que haber demandado a los administradores de las sociedades. La sentencia combatida rechazó con acierto la excepción de falta de litisconsorcio pasivo; también se aduce que debió de ejercitar la acción rescisoria, con lo que se desvirtúa y aparta del recurso, planteando cuestión no debatida en el pleito". 138 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES ció sin h a b e r fraude, salvo q u e se p r e t e n d a u n a objetivac i ó n t o t a l d e l a i d e a d e f r a u d e 197. Establecido lo anterior, surge i n m e d i a t a m e n t e la preg u n t a relativa a si s u b y a c e en el a r t í c u l o 1317 del C ó d i g o civil u n a p r e s u n c i ó n d e f r a u d e d e l o s a c r e e d o r e s . D o c t r i n á l m e n t e l a c u e s t i ó n n o e s p a c í f i c a 19S; p e r o c o m o d i c e D i e z - P i c a z o , e l a r t í c u l o 1317 d e l C ó d i g o civil c o n t i e n e d o s proposiciones jurídicas de signo distinto: la p r i m e r a es la regla de la m o d i f i c a b i l i d a d del r é g i m e n e c o n ó m i c o ; la s e g u n d a es la regla de la irrelevancia de las modificaciones r e s p e c t o d e l o s d e r e c h o s d e t e r c e r o s 1 9 9 . S i ello e s a s í , choca abiertamente la presunción de fraude con la mutab i l i d a d d e l r é g i m e n e c o n ó m i c o e s t a b l e c i d a e n l a ley. A d e m á s , el a r t í c u l o 1317 no d e t e r m i n a la validez o invalidez de las c a p i t u l a c i o n e s y su m o d i f i c a c i ó n sino q u e establece la i n o p o n i b i l i d a d a l t e r c e r o o t e r c e r o s q u e p o r ello q u e d e afectado. E s , en definitiva, el m a n t e n i m i e n t o de la incolum i d a d de los derechos de terceros en los c a m b i o s de régim e n 200. E n t r a , p u e s , en j u e g o el p r i n c i p i o de la b u e n a fe y su c o n s e c u e n c i a de q u e no r e s u l t a lícito ir c o n t r a los p r o pios actos. (197) vid. ORDUÑA MORENO, "La acción rescisoria en la jurisprudencia...", "Ob. cit."', y BLASCO GASCÓ, "Modificación del régimen económico matrimonial y perjuicio de terceros: la norma del artículo 1317 del CC", "Ob. cit", pág. 604. (198) En favor de la m i s m a se manifiestan CERDA GIMENO, "Las capitulaciones matrimoniales tras la reforma de 1981", 1982-1, Documentación Jurídica, núm. 33 a 36, pág. 277 y PUIG SALELLAS, "La reforma de la Compilació en materia de relacions economiques entre cónyuges", en II Jornades de Dret cátalà a Tossa, 1982, pp. 102 y ss.; en contra BLASCO GASCÓ, "Modificación del régimen económico matrimonial ...", "op. cit.", pp. 603 y ss. MÁS BADÍA, M.a D., La tercería de dominio ante el embargo de bienes gananciales, pág. 210 y nota 23. (199) Comentarios a las Reformas del Derecho de Familia, II, Madrid, 1984, pp. 1497-1498. (200) PEÑA BERNALDO DE QUIRÓS, "Derecho de Familia", Madrid, 1989, "op. cit", pág. 202. 139 JOSÉ MARÍA COTILLAS TORNS Si se admitiese tal p r e s u n c i ó n de fraude en el artículo 1317 del Código civil, el Tribunal S u p r e m o h u b i e r a p o d i d o decretar la inoponibilidad, sin necesidad de llegar a un efecto o consecuencia de t a n t o rigor c o m o la nulidad, en clara p r e p o n d e r a n c i a del principio del favor negotii 201 . En el supuesto q u e c o n t e m p l a la Sentencia referenciada, al Tribunal S u p r e m o le ha venido de la m a n o y c o n incuestionable vinculación el á n i m o defraudatorio, p o r la existencia de u n a sentencia penal c o n d e n a n d o p o r delito de estafa. Pero surge i n m e d i a t a m e n t e la p r e g u n t a ¿por q u é la exclusión de la acción de rescisión? Con base en los artículo 1291 y ss. del Código civil s o n rescindibles los contratos celebrados en fraude de acreedores, c u a n d o éstos n o p u e d a n d e o t r o m o d o c o b r a r l o q u e se les deba. Ahora bien, la sentencia declara la n u l i d a d absoluta de l a escritura d e capitulaciones m a t r i m o n i a l e s , e n m o d o alguno la rescisión. Ciertamente, debe existir u n a necesaria congruencia de los p r o n u n c i a m i e n t o s judiciales c o n b a s e en las pretensiones y suplicos de las partes. En los varios procedimientos q u e se siguieron, poster i o r m e n t e a c u m u l a d o s , siempre se suplicó la nulidad de la escritura de capitulaciones m a t r i m o n i a l e s p o r c a u s a ilícita y/o simulación, n u n c a la rescisión de las m i s m a s . Es p o r ello q u e el Tribunal S u p r e m o al d e s e s t i m a r el r e c u r s o de casación, acoge las tesis de los j u z g a d o r e s de instancia, favorables a la nulidad, m a n i f e s t a n d o en el F u n d a m e n t o de Derecho Cuarto que: "También se a d u c e q u e debió de ejercitar la acción rescisoria, c o n lo q u e se desvirtúa y (201) Cfr. SAP Barcelona, 3 de marzo de 1997, citada LARRONDO LIZARRAGA, "Jurisprudencia Patrimonial Comentada, 1995-1998", "Ob. cit.", pp. 144 y ss. 140 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES aparta del recurso, p l a n t e a n d o cuestión no debatida en el pleito"202. El centro neurálgico de ésta sentencia y, consecuentemente, la importancia de la m i s m a , en mi opinión, se cent r a e n e l a r t í c u l o 1 3 2 5 d e l C.c. e n r e l a c i ó n c o n e l a r t í c u l o 1328 d e l m i s m o C u e r p o l e g a l . L i b e r t a d y m u t a b i l i d a d d e l r é g i m e n e c o n ó m i c o d e l m a t r i m o n i o , p e r o s i n q u e ello a t e n t e a la L e y o a l a s b u e n a s c o s t u m b r e s o l i m i t e la i g u a l dad de derechos que corresponde a cada cónyuge. En la p r á c t i c a diaria p o d e m o s ver q u e e n las capitulaciones matrimoniales, de forma mayoritaria, se adjudican al cónyuge q u e p o d e m o s l l a m a r pasivo, el núcleo fuerte de los bienes, ya fueran gananciales ya privativos, y al cónyuge activo, lo de m e n o r valor y s u m a s de dinero casi s i e m p r e injustificadas. Por tanto, la igualdad se conculca de p r o p ó sito c o n fines, a l m e n o s p r e s u n t i v a m e n t e , d e f r a u d a t o r i o s . Creo que es aquí donde el Tribunal S u p r e m o p o n e el dedo en la llaga y, previo c u m p l i m i e n t o de los d e m á s e l e m e n t o s d e m o s t r a t i v o s del fraude, s a n c i o n a q u e la c a u s a de la dist r i b u c i ó n de los bienes m a t r i m o n i a l e s no r e s u l t a real, cierta y e f e c t i v a 2 0 3 . No obstante, en esta hipótesis, n a d a infrecuente, parece que lo m á s aconsejable pudiera ser u n a a c u m u l a c i ó n de pretensiones formalizada de m a n e r a eventual o sucesiva, de tal m o d o que desestimada p o r el Juez la primera, p u e d a e n t r a r a c o n o c e r de la s e g u n d a o t e r c e r a 204. (202) vid. GUILARTE GUTIÉRREZ, "Impugnación de capitulaciones matrimoniales en fraude de acreedores", Colección Jurisprudencia Práctica, 20, Tecnos, Madrid, 1991, pág. 24. (203) Vid. CUTILLAS TORNS, "Aplicabilidad y pertinencia de la acción de rescisión por lesión en más de la cuarta parte a la liquidación de la sociedad de gananciales practicada en convenio regulador aprobado judicialmente en base a separación o divorcio promovido por los cónyuges". Revista General de Derecho, Número 630, marzo 1997. (204) Vid. GIMENO SENDRA y otros, "Derecho Procesal. Proceso Civil", Tirant lo Blanch, Valencia, 1993, pp. 107-108. 141 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS Así el Tribunal S u p r e m o ha dicho q u e "Si bien es cierto que las acciones judiciales esgrimidas por uno contra varios únicamente son acumulables en un mismo proceso si proceden de idéntico título o causa de pedir, no puede desconocerse que la conexión causal mencionada en el art. 156 LEC ha de ser reconducida a los fundamentos de hecho aducidos por la parte en cuanto definen el acaecimiento básico de la pretensión, que por razones de economía procesal y de conveniente examen en un solo litigio justifican el tratamiento unitario y la resolución conjunta, evitando decisiones discrepantes, razón por la cual la jurisprudencia propugnó una aplicación flexible de los elementos de tal figura, entendiendo que es admisible la acumulación de acciones a pesar de que el supuesto no se halle literalmente comprendido en la dicción de la norma si tampoco le alcanzan las prohibiciones de los arts. 154 y 157, y no puede ponerse en duda la conveniencia de someter a examen en el mismo proceso la serie de contratos celebrados por los deudores y por los subadquirentes, cuando el fundamento primordial (simulación o rescindibilidad por fraude) abarca a todos ellos y el fin perseguido por el tortuoso proceder, burlar la satisfacción del derecho del acreedor, los colorea igualmente 205 . (205) S T S 1.ª 12 Junio de 1985, RAJ, 1985, 3109, que c i t a la STS de 5 d e m a r z o d e 1956. 142