INTEGRACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE EN LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO OCTUBRE 2002 A. 1. B. 1. 2. 3. 4. 5. C. 1. 2. 3. D. 1. 2. 3. 4. 5. E. Introducción: El Territorio Europeo .......................................................................................... 2 La Política Territorial en la Unión Europea..................................................................................... 3 Las zonas del territorio europeo y las políticas de la UE............................................................ 8 Las áreas urbanas y el medio ambiente............................................................................................ 8 Las áreas rurales y el medio ambiente; Las Zonas de Montaña ..................................................... 10 Hacia una Gestión integral de las zonas costeras........................................................................... 12 Las áreas periféricas, islas y otras zonas con problemas estructurales........................................... 13 La Red Natura 2000 ....................................................................................................................... 15 Efectos sobre el territorio de las políticas comunitarias ........................................................... 17 Las Redes Transeuropeas............................................................................................................... 17 La Política Agrícola Común .......................................................................................................... 18 La Investigación y Desarrollo Tecnológicos.................................................................................. 19 Ordenación del territorio, medio ambiente y Financiación Comunitaria............................... 19 Cooperación Territorial: Iniciativa Comunitaria INTERREG III .................................................. 20 Las Areas Rurales: Iniciativa Comunitaria Leader+ y Programas PRODER ............................... 22 Areas Urbanas: Iniciativa Comuntiaria URBAN y POMAL ......................................................... 24 El Programa Operativo Local y el Eje 5 en Regiones Objetivo 1 .................................................. 26 Instrumento Financiero LIFE......................................................................................................... 26 Actuaciones que se proponen para integrar ordenación del territorio, medio ambiente y Fondos Estructurales ................................................................................................................... 27 1 MEDIO AMBIENTE Y ORDENACION DEL TERRITORIO A. Introducción: El Territorio Europeo La Unión Europea, con una extensión de 3.236.000 km2, una población de más de 372 millones de personas, y una densidad de población de 115 hab/km2, dispone de un territorio que agrupa una gran diversidad de paisajes, climas y culturas, y al mismo tiempo, tras Japón y Estados Unidos, es la tercera región mundial por su nivel de riqueza, medida en términos de renta per capita. Dentro de este territorio, destacan las zonas costeras, pues la longitud del litoral asciende a cerca de 60.000 km, frente a los 20.000 km de U.S.A y a los 30.000 km de Japón, y en ellas se concentra cerca de un tercio de la población urbana de la U.E. Por otro lado, existen otras áreas geográficas que han gozado históricamente de una identidad específica como el Mediterráneo, los Alpes, el Danubio o el mar Báltico, y al mismo tiempo, existen regiones periféricas o insulares que han padecido por un cierto aislamiento con respecto al territorio central europeo, como Grecia, los Países Escandinavos o incluso el Reino Unido e Irlanda, aunque parte de estos seculares problemas de aislamiento han ido desapareciendo en los últimos años gracias a grandes infraestructuras como el túnel bajo el Canal de La Mancha o el puente entre Dinamarca y Suecia. Finalmente nos encontramos con regiones ultraperiféricas con una problemática muy específica reconocida expresamente por el Tratado de Amsterdam en su artículo 299, como Canarias, Madeira y Azores, la Guayana Francesa, Martinica, Guadalupe y Reunión. Los principales factores que condicionan y condicionarán la evolución del territorio europeo en los próximos años son en primer lugar, la elevada concentración de población y de actividades económicas en la zona central europea, en el eje BerlinLondres-París-Milán, y en general una elevada concentración de la población europea en ciudades medianas y grandes; en segundo lugar el abandono del medio rural; y en tercer lugar, los movimientos migratorios procendentes de Africa y el Este europeo. De hecho, en la Unión Europea se ha producido un intenso proceso de urbanización, concentrándose la población y la actividad en áreas espaciales reducidas, mientras el resto del territorio queda en posición marginal. Pero las alteraciones del medio no sólo quedan reducidas a estas aglomeraciones urbanas, ya que éstas, en cuanto grandes consumidores de suelo, agua, energía y recursos naturales y grandes generadores de contaminación y residuos, imponen crecientes demandas de uso sobre el espacio no urbano, donde se concentran aquellas actividades que por su escasa rentabilidad o precisamente- sus problemas ambientales, se ven expulsadas del medio urbano u trasladan muchos de dichos problemas al medio rural (producción de energía, almacenamiento de residuos, etc). Por todo ello, la atención al desarrollo sostenible de las ciudades debe ser una de las principales prioridades de la ordenación del territorio europeo en los próximos años, pero aún así, el mayor reto para la vertebración del territorio europeo en los próximos años será la ampliación hacia el Este en una Unión Europea que pasará de 15 a probablemente 28 Estados miembro, incrementando su población en aproximadamente un 30% y su superficie aproximadamente en un 35% (un 58% si 2 sumamos Turquía). Cerca del 65% de la población de estos países se agrupa en zonas fronterizas con la actual U.E. Por otro lado, el desarrollo económico de los países candidatos se sitúa muy por debajo de la media comunitaria, y sólo algunas zonas, como el entorno de Budapest, Praga y Sofía superan a algunas de las regiones más desfavorecidas de la actual U.E., las infraestructuras de transporte o de medio ambiente son muy deficientes y se está produciendo una gran marginación económica entre las zonas más próximas a la U.E., donde se está concentrando una mayor actividad y las situadas más al Este. 1. La Política Territorial en la Unión Europea Existen grandes diferencias entre las distintas zonas del territorio europeo. Algunas de estas diferencias, como las culturales y las naturales, deben intentar conservarse, pero otras, las económicas y las sociales, deben corregirse. En ambos casos se hace necesario vertebrar de algún modo este amplio territorio mediante el establecimiento de unas bases u orientaciones que guíen las acciones de las instituciones comunitarias y de los estados miembros. De hecho, la importancia de la ordenación territorial ya había sido manifestada en el ámbito del Consejo de Europa con la aprobación de la Carta Europea de Ordenación del Territorio1, que define la Ordenación del Territorio como "la expresión espacial de las políticas económica, social, cultural y ecológica de una sociedad", y la considera como "una disciplina científica, una técnica administrativa y una política concebida como un enfoque interdisciplinario y global, cuyo objetivo es un desarrollo equilibrado de las regiones y la organización física del espacio según un concepto rector"; sus objetivos serían: 1.2.3.4.- La mejora de la calidad de vida La gestión responsable de los recursos naturales. La protección del medio ambiente El desarrollo socioeconómico equilibrado de las regiones Sin embargo, la necesidad de vertebrar el territorio europeo se encuentra ya de entrada con un importante obstáculo, puesto que el Tratado de la Unión no contempla una política europea de ordenación territorial, que sigue siendo competencia de los estados miembros. A pesar de ello, desde los años 80 la Comunidad Europea viene prestando cierta atención a la ordenación territorial. Hay que tener en cuenta, en primer lugar, que la cohesión económica, social y medioambiental de la U.E. precisa también de una cierta cohesión del territorio comunitario, y en segundo lugar, que las políticas comunitarias inciden en gran medida sobre el territorio, condicionando en la práctica la planificación y el modelo de territorio que realizan los Estados. La primera reunión informal de los ministros responsables de ordenación territorial de los Estados miembro tuvo lugar en Nantes en 1889, y en ella se puso de manifiesto la necesidad de iniciar una reflexión sobre el futuro del territorio europeo, que se concretó en la elaboración de la Perspectiva Europea de Ordenación del Territorio (PEOT), que más tarde dio lugar a la Estrategia Territorial Europea (ETE) adoptada en el Consejo informal de Ministros responsables de la ordenación del territorio de la U.E., celebrado en Postdam en mayo de 1999. 1 Aprobada en la Conferencia Europea de ministros de ordenación del territorio, de 23 de mayo de 1983. 3 Esta Estrategia Territorial Europea ha integrado los principios y objetivos de la Unión Europea tal y como quedaron reflejados en el Tratado adoptado en Amsterdam, especialmente en lo que se refiere a la cohesión económica y social, a conseguir un desarrollo equilibrado y sostenible y la conservación del patrimonio natural y cultural europeo. La ETE se configura así como un documento jurídicamente no vinculante que establece un marco para mejorar las diferentes políticas comunitarias que tienen efectos sobre el territorio y la cooperación entre ellas, así como entre los Estados, las regiones y las ciudades. Esta Estrategia pretende lograr, en primer lugar, un territorio europeo más competitivo, tanto a escala global como dentro de las diferentes zonas y ámbitos geográficos de la Unión. En segundo lugar, pretende orientarse hacia un desarrollo sostenible, es decir, el progreso económico debe implicar la integración de los aspectos medioambientales en las demás políticas, y la propia conservación del medio ambiente y de la biodiversidad deben ocupar el centro de las iniciativas europeas de ordenación territorial. En tercer lugar, considera que el territorio europeo debe organizarse de forma solidaria, con el objetivo de lograr una cohesión económica y social. Esta solidaridad ha de procurar la superación de tres problemas fundamentales de la Unión: las desigualdadades económicas y desequilibrios territoriales, el aislamiento de las periferias y la exclusión social. La Ordenación del Territorio a escala europea, parte del reconocimiento de que la definición de las estrategias sectoriales europeas está condicionando la vertebración del territorio continental (redes transeuropeas de carreteras, de ferrocarril, de telecomunicaciones, de gasoductos y energía, etc) y que es necesario, dentro del máximo respeto a las competencias de los Estados, una cierta ordenación del territorio a nivel europeo. Esta ordenación, según lo acordado en la Estrategia, debe partir de una serie de opciones políticas claras, y debe ser la premisa que oriente el conjunto de las políticas comunitarias para incorporar a las mismas la dimensión territorial. Los puntos de partida son los siguientes: • Desarrollo de un sistema urbano policéntrico y más equilibrado en la U.E. basado en - el refuerzo de varias grandes áreas de integración económica, con “clusters” de ciudades y redes urbanas interconectadas y en estrecha cooperación territorial. - el fortalecimiento de ciudades y regiones urbanas dinámicas, atractivas y competitivas, en especial las ciudades-puerta de acceso a la U.E., así como desarrollar métodos eficaces para contener la expansión urbana incontrolada, fomentando la ciudad compacta, de pequeñas distancias, la gestión inteligente del ecosistema urbano y promoviendo la diversificación de base económica. - La promoción del desarrollo endógeno, la diversidad y la eficacia de los espacios rurales, a través de estrategias de desarrollo adaptadas a los potenciales específicos de cada zona, reforzando las ciudades pequeñas y medianas en el medio rural e impulsando una agricultura sostenible, las energías renovables y un turismo respetuoso con el medio ambiente. - Una mayor asociación entre el campo y la ciudad, integrando la periferia rural de las grandes ciudades en las estrategias de 4 • • desarrollo de las regiones urbanas sin pérdida de su identidad rural y aumentando su calidad de vida, y fortaleciendo las pequeñas ciudades rurales. Fomentar estrategias integradas de transporte y comunicaciones que favorezcan el acceso equitativo a las infraestructuras y al conocimiento mediante..... - un planteamiento integrado que mejore las conexiones a las redes de transporte y el acceso al conocimiento. - un desarrollo policéntrico que refuerce las redes de transporte secundarias y sus interconexiones con las Redes Transeuropeas, con sistemas regionales de transporte público eficaces, y un mejor acceso de toda la población a las infraestructuras de telecomunicaciones y a su utilización, especialmente la prestación de servicios universales de telecomunicaciones a las regiones de baja densidad de población a precios asequibles. - una utilización eficaz y sostenible de las infraestructuras, mejorando la articulación entre las políticas de desarrollo territorial y uso del suelo con la planificación del transporte y telecomunciaciones, la reducción de los efectos negativos de las zonas que sufren congestión del tráfico por carretera, reforzando medios de transporte menos contaminantes, fomentando la integración en redes multimodales, o garantizando una utilización eficaz de las infraestructuras existentes antes de diseñar otras nuevas. - La difusión de la innovación y el conocimiento, integrando en las estrategias de desarrollo territorial la promoción de la innovación, la educación, la formación, o la I+D; facilitando la rápida difusión de las innovaciones o impulsando la oferta y la demanda de tecnologías y comunicación. Desarrollar y proteger el patrimonio natural y cultural europeo mediante una gestión inteligente, que asegure la pervivencia de la identidad regional y de la diversidad de los mismos y en particular..... - optimizando el potencial de desarrollo que suponen la naturaleza y el patrimonio cultural, mediante un enfoque creativo que evite el abandono y deterioro de los mismos. - conservando y desarrollando el patrimonio natural, mediante la consolidación de la red Natura 2000, integrando el mantenimiento de la biodiversidad en las políticas sectoriales, elaborando estratedias integradas de desarrollo territorial para las zonas protegidas, utilizando instrumentos económicos para reconocer el valor económico de dichas zonas. - Gestionando adecuadamente los recursos hídricos, mejorando el equilibrio entre el suminsitro y la demanda, desarrollando instrumentos económicos de gestión, fomentando la cooperación transnacional, conservando y recuperando las zonas húmedas. - Gestionando de forma creativa los paisajes culturales, conservando y valorizando los mismos en el marco de estrategias integradas de desarrollo territorial, mejorando la coordinación de actuaciones sectoriales que afectan al paisaje, y recuperando de forma creativa los paisajes dañados. - Gestionando de forma creativa el patrimonio cultural mediante estrategias integradas y actuaciones de choque, prestando atención a los conjuntos urbanos merecedores de protección, y promoviendo la construcción de edificios nuevos de alta calidad arquitectónica. 5 No obstante, según reconoce la propia Estrategia, estas opciones no puden ni deben aplicarse de la misma manera en todas las zonas de la Unión Europea, sino de forma diferenciada en función de las acaracterísticas económicas, sociales y medioambientales de cada una de ellas. Por ello, la ETE ha identificado una serie de taréas clave para impulsar una política territorial europea: • • • • • • • La promoción de la integración en redes de las regiones urbanas La mejora de la accesibilidad como concidión previa de un policéntrico La creación de euro-corredores El refuerzo de las ciudades y regiones situadas junto a las fronteras de la U.E. La conservación y desarrollo de la biodiversidad El desarrollo del patrimonio cultural europeo para conservar la europea La necesidad de una atención prioritaria a la gestión integrada de costeras desarrollo exteriores identidad las zonas Junto a la Estrategia Territorial Europea han surgido otras iniciativas que pretenden impulsar la vertebración del territorio europeo. Así, por ejemplo, el segundo informe sobre la cohesión económica y social de la U.E. de enero de 2001 examina por primera vez el asunto de la cohesión del territorio comunitario, y se ha creado un Observatorio sobre Ordenación del Territorio Europeo (ESPON) que tiene entre sus objetivos contribuir a aumentar la dimensión europea de la ordenación territorial, desarrollar elementos para aplicar la Estrategia Territorial Europea, facilitar la coordinación entre los diferentes niveles regionales de toma de decisiones y servir de punto de encuentro entre gobernantes y científicos. También es necesario hacer mención del Programa TERRA, iniciado en 1997 al amparo de la financiación para proyectos innovadores contemplada en el artículo 10 del FEDER para el período 1994-1999. Este programa se consideró como un laboratorio para probar nuevos instrumentos y métodos de ordenación territorial en el ámbito de la Unión Europea, en el que participaron 63 socios locales o regionales de 11 Estados miembro, agrupados en 15 proyectos que afectaban a zonas costeras, cuencas fluviales, zonas rurales de difícil acceso, zonas que sufren la erosión, o zonas con patrimonio cultural y natural en peligro. Al mismo tiempo, la U.E. ha concedido una especial importancia a la cooperación entre los Estados y las regiones para el desarrollo del territorio europeo, con la publicación de un primer informe en 19912, que daría paso al Programa Europa 2000. Este informe puso de manifiesto la interdependencia creciente de los territorios de la Unión Europea, y la necesidad de fortalecer vínculos entre diferentes regiones dentro de áreas geográficas amplias (Area Mediterránea, los Alpes, el Mar del Norte o el Arco Atlántico ) para mejorar la vertebración del territorio a escala regional. La cooperación del territorio en el contexto de la Unión Europea es un reto sin precedentes para poder superar los problemas de aislamiento y fragmentación y lograr un territorio más competitivo y equilibrado. El análisis realizado inicialmente por el Programa Europa 2000 ha dado lugar a una serie de áreas geográficas de cooperación regional o transnacional bien definidas, que han sido recogidas por la 2 Comisión Europea: “Europa 2000: perspectivas de desarrollo del territorio de la Comunidad” 1991 y “Europa 2000+: Cooperación para la ordenación del territorio Europeo” 1994 6 Iniciativa Comuntiaria INTERREG III, que financia acciones de cooperación en dichos ámbitos territoriales. Así, dentro de la Unión Europea se han identificado las siguientes áreas territoriales de cooperación para INTERREG III B): Mediterráneo occidental Espacio Atlántico Europa noroccidental Mar Báltico Periferia septentrional Caribe Oceano índico Espacio alpino Sudoeste europeo Mar del norte Centro, Danubio, Adriático y Sudeste Archimed Azores-Madeira, Canarias Para INTERREG III C) se han establecido sólo 4 áreas de cooperación: Europa Meridional Europa Nororiental Europa Noroccidental Europa Oriental Y finalmente habría que mencionar la importancia del urbanismo a nivel de ordenación del territorio local, que no debe ser ajena a todo el proceso de vertebración del territorio europeo ya que junto a la ordenación del territorio a escala más o menos global, la ordenación urbana surge como un elemento esencial para materializar un territorio competivivo y viable para el desarrollo sostenible. Si la política de ordenación del territorio no es competencia de la Comunidad Europea, Parece lógico que la política urbanística sea gestionada a escala local, pero si queremos conseguir el objetivo de vertebrar el territorio europeo, las políticas urbanísticas municipales deben integrar los objetivos globales de la Unión Europea, no obstante, debe existir una plena incorporación de los objetivos de la Unión Europea y de vertebración del territorio europeao a las políticas urbanísticas municipales y de hecho, las Instituciones Comunitarias han prestado una especial atención al medio urbano, como por ejemplo en la propia Estrategia Territorial Europea, o en la Política Regional y los Fondos Estructurales. Los problemas medio ambientales globales están ligados inevitablemente a los estilos de vida y a los modelos urbanos de usos del suelo, y por tanto, es imprescindible la reflexión sobre ellos para plantear modelos que permitan conciliar el desarrollo urbano y la mejora de las condiciones de vida con la preservación de los recursos naturales. Estos modelos deberían integrarse en el planeamiento urbanístico, y para garantizar este enfoque, la Comunidad Europea ha regulado la necesidad de someter a una Evaluación Ambiental3 los planes de ordenación del terrirorio urbano y rural cuando sea previsible que puedan tener efectos significativos sobre el medio ambiente. La Constitución Española4 incluye la ordenación del territorio entre las competencias susceptibles de ser adoptadas por las Comunidades Autónomas y de hecho, éstas la han asumido como competencia exclusiva, en sus respectivos Estatutos de Autonomía, de tal manera que tanto la potestad legislativa como la ejecutiva o de gestión corresponden al ámbito regional. 3 Directiva 2001/42/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de junio de 2001, relativa a la evaluación de los efectos de determinados planes y programas sobre el medio ambiente 4 Artículo 148, 1º, 3. 7 Ello con independencia de que sobre el mismo territorio que la Comunidad Autónoma gestiona, se superpongan acciones de competencia estatal e incluso europea, que puedan condicionar la facultad de las regiones para realizar la ordenación del territorio. Es el caso de la planificación general de la economía, ferrocarriles y transportes terrestres que atraviesen varias Comunidades Autónomas, defensa nacional, etc. Ante esta situación, lo que se impone, y así lo ha subrayado en diferentes ocasiones el Tribunal Cosntitucional, es una necesaria cooperación y coordinación entre las diferentes Administraciones Públicas con competencias concurrentes sobre un mismo territorio, a fin de garantizar un uso responsable y prudente de los recursos naturales y la adecuada protección de los mismos. B. Las zonas del territorio europeo y las políticas de la UE 1. Las áreas urbanas y el medio ambiente El 80% de la población de la Unión Europea vive en las ciudades y en asentamientos urbanos, de ahí la importancia de que las zonas urbanas sean tenidas especialmente en consideración y ser protagonistas esenciales de las políticas de cohesión económica y social y de protección del medio ambiente. Además, las zonas urbanas desempeñan un papel fundamental en la economía europea como centros de comercio, comunicación, creatividad y patrimonio cultural, pero, al mismo tiempo, y como consecuencia del modelo de desarrollo urbano escogido y llevado adelante en las últimas décadas, las ciudades son enclaves donde se concentran numerosos problemas ambientales: elevado consumo de energía y de recursos naturales, producción de residuos y contaminación, etc. Además, la influencia ejercida por los grandes núcleos urbanos y por los de tamaño medio sobre las zonas rurales circundantes es considerable, rompiéndose el equilibrio "campo-ciudad", y degradando el entorno de las zonas urbanas. Al mismo tiempo, los problemas ambientales desencadenados por las zonas urbanas desbordan fronteras regionales y nacionales, afectando a los compromisos internacionales contraídos por la UE, como los que conciernen al Convenio sobre Cambio Climático y otros. Las ciudades son los sistemas que mayor presión e impacto ejercen sobre el conjunto de ecosistemas de la Tierra y, como ya quedó patente en la cumbre de Río de Janeiro, la lucha por la sostenibilidad se ganará o se perderá en las ciudades. La construcción del futuro dependerá, en buena medida, de los modelos de gestión que adoptemos hoy para nuestras urbes. La actual tendencia urbana se ajusta a un modelo de ciudad "difusa", expandida sobre el territorio, con un gran consumo de suelo, y que para su organización y funcionamiento precisa de elevados consumos de energía y recursos naturales, así como de complejos y costosos medios de transporte. Todo ello para llegar a unos sistemas urbanos simples y repetitivos, ineficientes, y que ejercen una alta presión sobre el entorno. El modelo de ciudad "mediterránea", compacta y compleja, con menor dependencia del transporte y menor ocupación del territorio, menor consumo de energía y de recursos, y con mayor integración del medio rural en su entramado, debe ser reactivado como sistema urbano que limita su impacto sobre el medio ambiente y proporciona mayores niveles de calidad de vida a sus habitantes. 8 Esta faceta de la política ambiental ha sido analizada por la Comisión Europea en repetidas ocasiones, especialmente a raíz de la elaboración del “Libro Verde sobre el medio ambiente urbano”. Al año siguiente de su publicación, en 1990, el Consejo adoptó una Resolución en la que reconocía la importancia del Libro Verde e invitaba a la Comisión a crear un grupo de expertos formado por representantes nacionales y expertos independientes con la misión de: • • • integrar los objetivos ambientales en las futuras estrategias de planificación urbana y ordenación del territorio asesorar a la Comisión sobre las posibilidades de desarrollar la dimensión del medio ambiente urbano en la política ambiental de la Comunidad considerar las posibilidades de aumentar la contribución de la Comunidad a la mejora del medio ambiente urbano El grupo de expertos sobre el medio ambiente urbano está mayoritariamente integrado por representantes de los ministerios de medio ambiente de cada uno de los Estados miembros de la Unión y por una serie de organizaciones europeas e internacionales con intereses en los temas urbanos. Cabe citar entre ellas: el Consejo de Europa, el Consejo de Municipios y Regiones de Europa, Eurociudades, la Academia Europea del medio ambiente urbano, la Fundación Europea para la mejora de las condiciones de vida y de trabajo, el Consejo Internacional de iniciativas ambientales locales (ICLEI), la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), la Federación Mundial de Ciudades Unidas (FMCU) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). A principios de 1993, como resultado de los debates del grupo de expertos junto con los servicios de la Comisión Europea se puso en marcha el proyecto de ciudades sostenibles. La primera fase del proyecto se extendió de 1993 a 1996 período en el que el grupo de expertos se centró en la elaboración y difusión del informe sobre las ciudades sostenibles, presentándose un primer informe de las ciudades sostenibles en octubre de 1994, y el informe final “Ciudades europeas sostenibles”, en octubre de 1996. Los principales objetivos del programa ciudades sostenibles son: • • • • contribuir a la sensibilización en materia de sostenibilidad en los asentamientos urbanos europeos; fomentar un intercambio de experiencias de amplio alcance; divulgar ejemplos de mejores prácticas de sostenibilidad a nivel local, y a largo plazo, formular recomendaciones con las que tratar de influir en la política, desde el nivel local y regional hasta la Unión Europea y los Estados miembros, tal como propugnaba la Resolución del Consejo de 1991. La campaña de las ciudades europeas sostenibles se puso en marcha en la primera conferencia sobre ciudades sostenibles, celebrada en la ciudad danesa de Aalborg en 1994, y de la que surgió la denominada Carta de Aalborg. Posteriormente se celebró una segunda conferencia europea de ciudades sostenibles, en Lisboa en octubre de 1996, en la que se adoptó el denominado “Plan de acción de Lisboa”. Además de estas Conferencias, se han puesto en marcha otras iniciativas como la creación de la “Red de ciudades sin coche”, la elaboración de una “Guía de buenas prácticas”, o una base de datos de proyectos ejemplares desde el punto de vista de la sostenibilidad urbana. 9 Por otro lado, la política de la Comunidad Europea para las zonas urbanas ha quedado expuesta recientemente en la Comunicación de la Comisión, de octubre de 1998, titulada "Marco de Actuación para el Desarrollo Urbano Sostenible en la Unión Europea", que define cuatro objetivos de actuación interdependientes: - - Acrecentar la prosperidad económica y el empleo en las pequeñas y grandes ciudades. Fomentar la igualdad, la integración social y la regeneración en las zonas urbanas. Proteger y mejorar el medio ambiente urbano, impulsando y agrupando toda una serie de iniciativas que afectan a la calidad del medio ambiente en las ciudades (energía, transportes, residuos, calidad del aire y el agua, ruido, suelos contaminados, biodiversidad, espacios verdes, etc.). Contribuir a un buen gobierno urbano y a la participación ciudadana. Se trata de una estrategia medioambiental que evite que los costes del desarrollo urbano recaigan en su entorno inmediato, en las zonas rurales circundantes, en las regiones, en el propio planeta y, desde el punto de vista de la sostenibilidad, en las futuras generaciones. La Estrategia Territorial Europea atribuye un papel fundamental a las ciudades y a las regiones metropolitanas en el desarrollo y la competitividad de las regiones europeas, siempre y cuando el crecimiento de las ciudades supere las contradicciones de los modelos experimentados en los últimos años, controlando la expansión, favoreciendo la mezcla de funciones y grupos sociales, diversificando las actividades económicas y facilitando el acceso a las infraestructuras y los servicos básicos y en particular el transporte. 2. Las áreas rurales y el medio ambiente; Las Zonas de Montaña Una gran parte del territorio europeo está constituido por áreas rurales dedicadas a la agricultura, la ganadería y la silvicultura, actividades que han modelado el paisaje europeo durante siglos. El paisaje, en cuanto parte del legado cultural y natural europeo es un elemento fundamental en la ordenación territorial y en consecuencia, las diferentes políticas con incidencia territorial deben tener en cuenta la conservación del mismo y su diversidad. Una de las causas principales de deterioro del paisaje rural en muchas zonas es el abandono de actividades agrícolas, ganaderas y forestales tradicionales por falta de competitividad económica, agravándose el problema con el consiguiente despoblamiento, especialmente en las zonas marginales, que normalmente coinciden con las de mayor valor natural y cultural. La política con mayor incidencia sobre las áreas rurales es, como resulta lógico, la Política Agrícola Común, que desde un primer momento tomó conciencia de los problemas específicos de estas zonas rurales marginales arbitrando medios para evitar las consecuencias adversas de los mercados agrícolas sobre las mismas, especialmente a raiz de la aprobación de la Directiva 268/75/CEE relativa a una acción Comunitaria en apoyo de las explotaciones de las zonas de montaña y zonas desfavorecidas. Estas medidas han contribuido a mantener la población, sus actividades y empleos, así como la protección del paisaje y el medio ambiente en cerca del 56% de la 10 superficie cultivada de la Unión Europea. Estas medidas se han reforzado tras la aprobación de la Agenda 2000 y el Reglamento (CE) nº 1257/1999 del Consejo, de 17 de mayo de 1999, sobre la ayuda al desarrollo rural, que contempla la posibilidad de conceder ayudas específicas a las zonas con limitaciones medioambientales específicas. La política agrícola común establece incluso unos criterios a tener en cuenta para objetivizar el concepto de zona de montaña. Se considera que dichas zonas cubren el 30% de la superficie total de la U.E. y el 20% de las superficies agrarias y quedan definidas por los siguientes criterios: - altitud superior a los 1.000 metros fuertes pendientes, superiores al 20% combinación de altitud y pendiente cuando sean zonas situadas a más de 600 metros de altitud y con una pendiente mínima del 15% Dentro del territorio rural, las zonas de montaña siempre han sido objeto de una especial atención en el ámbito de la política agraria y de desarrollo rural. Pero aún así, la fragilidad de dichas zonas desde el punto de vista social, económico y medioambiental y la importancia de las funciones que cumplen para la sociedad en su conjunto, reclaman la adopción de una estrategia de gestión integrada, tal y como ha propuesto el Parlamento Europeo5,. Se trataría de una estrategia similar a la propuesta de gestión integrada de las zonas costeras, en la que el concepto de zona de montaña no tendría que coincidir necesariamente con el establecido por la PAC. El documento del Parlamento considera que dicha Estrategia integrada es necesaria, entre otras, por las siguientes razones: • Representan un patrimonio de recursos vitales para la vertebración europea (agua, bosques de valor ecológico, hábitats y especies animales y vegetales, valores culturales y paisajes únicos). • Prestan enormes servicios ecológicos, culturales y de ocio al conjunto de la sociedad y ésta debe devolver a las zonas de montaña parte de los beneficios que recibe. • Estas zonas sufren en su mayor parte un importante retraso en infraestrucutras y servicios con respecto al resto del territorio rural. • Existe un riesgo real de despoblamiento irreversible de dichas zonas con la consiguiente pérdida de conocimientos tradicionales de gestión del territorio, de los recursos naturales y de protección del medio ambiente, • Es realmente dfícil mantener la gestión tradicional agrícola, gandera o forestal en condiciones de mercado, sin una política de apoyo específico a las mismas. Por otro lado, la ampliación de la Unión Europea supondrá la incorporación a su territorio de numerosas zonas de montaña. Algunas de ellas son continuidad geográfica de las existentes en Estados miembros de la Unión, lo que refuerza la necesidad de un enfoque integrado para todas estas zonas. La Estrategia Territorial Europea ha analizado también la importancia de las áreas rurales en la vertebración del territorio europeo y la necesidad de que el desarrollo sostenible de dichas zonas se base en el descubrimiento de sus propias potencialidades y el intercambio de experiencias, adaptándolas a sus propias 5 Parlamento Europeo. Documento de trabajo “Hacia una Política Europea para las Zonas de Montaña” REF: AGRI 111 A, septiembre 1999. 11 características, desde la perspectiva de que las áreas rurales europeas necesitan tratos diferenciados y no políticas homogéneas. La ETE también ha reconocido la necesidad de que dentro de las áreas rurales se preste una atención especial a los territorios más desfavorecidos, diversificando la economía rural para evitar una excesiva dependencia respecto a estructuras monosectoriales y las subvenciones, de modo que se generen nuevas perspectivas de creación de empleo y fuentes de ingresos para la población rural. También propone el establecimiento de una nueva relación de complementariedad entre el campo y la ciudad, especialmente en la periferia rural de las ciudades, con el objetivo de conseguir una planificación más eficaz del uso del suelo, conservar un entorno natural de calidad en la proximidad de las ciudades, de fácil acceso al ciudadano urbano, y permitir a los habitantes de la zona rural beneficiarse de los servicios y la sinergia de la proximidad de la ciudad sin perder su estilo de vida, preservándolos de la presión urbanizadora. 3. Hacia una Gestión integral de las zonas costeras Las zonas de costa de la Unión Europea, considerando como tal la franja próxima al mar de entre 40 y 60 km de ancho, concentran entre el 40 y el 60% de la población europea y en algunos Estados como Dinamarca, Grecia y Portugal, este porcentaje se aproxima al 70%. Esta concentración de población, así como la afluencia masiva de turistas en determinadas épocas del año crea numerosas presiones y problemas de gestión del territorio y de deterioro medioambiental. Recientemente se ha añadido para muchas de estas zonas el problema ocasionado por la sobreexplotación de los recursos pesqueros locales y el consiguiente ajuste de la flota, con pérdida de puestos de trabajo y de la cultura asociada a la pesca. Además, el riesgo del cambio climático puede traer sobre las zonas de costa nuevos problemas, tales como temporales de efectos devastadores, desaparición de playas, aumento de la erosión, inundaciones, etc., y es necesario disponer de instrumentos de gestión flexibles que permitan afrontarlos con eficacia. Todo esto, unido a que en las zonas costeras se encuentran ecosistemas de gran valor ecológico y productividad económica, llevó al Consejo6 a solicitar a la Comisión la elaboración de una estrategia integrada de gestión para dichas zonas, cuya propuesta ha sido presentada en el año 20007. Dicha Comunicación toma como premisa la necesidad de un enfoque estratégico integrado) y asimismo destaca también la importancia de establecer una cooperación y coordinación efectiva con los países o regiones vecinas que comparten las mismas zonas costeras. Para la Comisión, dicho enfoque estrategico debe tener en cuenta también la Estrategia de Desarrollo sostenible de la Unón Europea y el Sexto Programa de Acción de la Comundiad en materia de medio ambiente y basarse en los siguientes principios: 6 Resolución del Consejo de 6 de mayo de 1994. Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo sobre la gestión integrada de las zonas costeras: una estrategia para Europa. COM (2000) 547. 7 12 • • • • • • • necesidad de que las zonas costeras se gestionen como territorio desde un enfoque integrado y global, que tenga en cuenta la interdependencia entre los sistemas naturales y todas las actividades humanas que inciden sobre los mismos (pesca, acuicultura, agricultura y ganadería, turismo, industria, energía, transporte, minería, gestión de residuos, etc. Perspectiva a largo plazo que tenga en cuenta el principio de cautela y las necesidades de las generaciones futuras. Disponer de una sólida base científica que permita planificar las actuaciones más adecuadas. Soluciones específicas adaptadas a las características peculiares de cada zona costera. Trabajar en sintonía con los procesos naturales, respetando la capacidad de carga de los ecosistemas. Participación de todos los interlocutores bajo el principio de responsabilidad compartida. Utilizar una amplia gama de instrumentos (marco jurídico y administrativo, planificación estratégica e instrumentos urbanísticos, compra de terrenos y ampliación del dominio público, acuerdos voluntarios con los usuarios de la costa, incentivos económicos y fiscales, mecanismos de la política de desarrrollo regional, etc. Además, la Comunicación de la Comisión insiste em que el hecho de que proponga este enfoque bajo estos principios para las zonas costeras, no significa que este tipo de estrategias no sean válidas y necesarias para otros territorios homogéneos de la Unión Europea, ya que se trata de principios básicos de buena gestión territorial. Por otra parte, la Estrategia Territorial Europea también ha considerado entre las taréas clave para la vertebración del territorio europeo la necesidad de establecer un modelo de gestión integrada para las zonas costeras, considerando que constituye uno de los principales retos para el desarrollo territorial a escala europea. 4. Las áreas periféricas, islas y otras zonas con problemas estructurales Dentro del territorio de la Unión Europea podemos encontrar una serie de territorios que por su aislamiento, su carácter fronterizo, su despoblamiento, o por encontrarse lejos de los centros de decisiones políticas y económicas, presentan desventajas estructurales que dificultan su integración y su participación en las políticas europeas (mercado único, sociedad de la información, etc) y dificultan la vertebración territorial europea y su cohesión económica y social. Estas regiones son las que han sufrido un mayor aislamiento tradicionalmente, y como consecuencia de ello un menor desarrollo económico, una mayor emigración y un mayor envejecimiento de su población. Sin embargo, ello les ha permitido conservar un estilo de vida propio, una naturaleza prácticamente intacta, y unos valores culturales ya perdidos en las zonas más urbanizadas de la U.E. El Comité de las Regiones8 ha recomendado la elaboración de un a política integrada específica para estas zonas periféricas en el marco de los objetivos de los Fondos 8 Dictamen del Comité de las Regiones sobre “el futuro de las regiones periféricas de la U.E.” D.O. C/315 , de 13.10.1998 13 Estructurales, además de otras medidas especiales en el marco de la regulación de las ayudas de estado y de las normas fiscales. De entre estas regiones, una problemática muy específica la presentan los territorios insulares de la Unión Europea. Aproximadamente 450 islas se encuentran habitadas y mantienen una población de cerca de 14 millones de personas. Estas regiones padecen una serie de desventajas estructurales vinculadas precisamente a su carácter insular, que supone un serio obstáculo para su desarrollo socioeconómico, como demuestra el hecho de que la mayor parte de ellas continuen teniendo una renta per capita inferior al 75% de la media comunitaria. Esto se ve agravado por la circunstancia de que muchas de estas regiones sean además ultraperiféricas, como en el caso de Canarias, Madeira y Azores, Guadalupe, Martinica y Reunión. Como consecuencia de su aislamiento respecto al continente europeo, estas zonas soportan un elevado coste añadido de los transportes, las comunicaciones y las infraestructuras; escasez de fuentes de energía, agua, recursos pesqueros; dificultades para la gestión de los residuos; falta de un entorno económico para las empresas, etc. El carácter especial de dichas zonas, estos territorios ha sido reconocido expresamente por el Tratado de la Unión Europea en su artículo 158 y por la Declaración nº 30 adoptada también en Amsterdam, que establece que el Derecho Comunitario deberá tener en cuenta las desventajs de dichas regiones y que cuando ello se justifique, se puedan adoptar medidas específicas en favor de las mismas para integrarlas mejor en el mercado interior en condiciones equitativas. Aún cuando estas zonas han sido objeto de atención especial por parte de la Política regional y especialmente por los Fondos Estructurales en los últimos años, sus especiales dificultades hacen necesario un trato diferenciado, como ha solicitado en Parlamento Europeo9. Este trato especial deberá reflejarse no sólo en las ayudas estructurales, sino en toda la legislación y en todas las políticas comunes. El Comité Económico y Social de la Comunidad Europea ha señalado10 que la última reforma de los fondos estructurales para el período 2000/2006 no ha prestado atención suficiente a los problemas de las regiones insulares y además muchas de ellas tampoco han sido consideradas objetivo 1, y advierte con precupación que la ampliación hacia el Este de la U.E. puede suponer un mayor olvido y aislamiento de las islas, que aumentarán su carácter periférico, además de la pérdida de la condición de región beneficiaria del objetivo 1 para la mayor parte de ellas. El CES también considera que la Estrategia Territorial Europea debería haber prestado una mayor atención a estas zonas si realmente se quiere vertebrar el territorio europeo en su totalidad. No obstante las soluciones deberán tener en cuenta las grandes diferencias entre unas islas y otras, tanto por razón de su población, de su clima, como de la distancia al centro económico de la U.E. Finalmente, mencionar que en los últimos años, se está planteando que las con baja densidad de población tengan un trato diferenciado en el conjunto de los Fondos Estructurales por sus especiales dificultades para dotarse de servicios e 9 Resolución del Parlamento Europeo de 16 de mayo de 1997, relativa a una política integrada adaptada a las especificidades de las regiones insulares de la Unión Europea. DO C /167 de 2-6-1997. 10 Dictamen del Comité Económico y Social sobre “Directrices para acciones integradas a favor de las regiones insulares de la Unión Europea tras el Tratado deAmsterdam (artículo 158). DO C/268 de 19-92000. 14 infraestructuras y el sobrecoste que supone dotar a las mismas en igualdad de condiciones con el resto del territorio de la U.E. En cierta manera, este criterio ya se tuvo en cuenta con la consideración de objetivo 1 de las regiones del Norte de Suecia y Finlandia. Laponia y otras regiones están planteando esta cuestión de cara a la reforma de los Fondos Estructurales que se producirá tras la incorporación de los países candidatos del Centro y Este de Europa. 5. La Red Natura 2000 La conservación de la naturaleza en la Unión Europea tiene como marco jurídico básico la Directiva CEE/92/43 relativa a la protección de los hábitats de la flora y fauna silvestres, y la Directiva CEE 79/409 para la protección de las aves. El establecimiento de una red europea de espacios naturales protegidos, denominada Natura 2000, es el elemento clave para el desarrollo de la política europea de conservación de las especies y los hábitats en los próximos años, incluyendo entre ellas tanto Zonas de Especial Conservación (ZEC) como Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPAs). A fin de que dicha red sea suficientemente representativa de la diversidad natural europea, el territorio se ha dividido en regiones biogeográficas, lo cual supone un enfoque altamente innovador, ya que por primera vez una normativa comunitaria estructura el territorio no por fronteras administrativas, sino por regiones naturales. Así, a los efectos de la aplicación y selección de zonas de la Red Natura 2000, se establecieron 5 regiones biogeográficas, Alpina, Atlántica, Mediterránea, Macaronesia y Continental, de las que las 4 primeras están presentes en el Estado español. Posteriormente, con la incorporación de Finlandia y Suecia, se añadió a este enfoque la región Boreal. Regiones Biogeográficas Superficie % del territorio de la U.E. Mediterránea 27.2 Atlántica 24 Continental 20.3 Alpina 8 Macaronesia 0.3 Boreal 20.2 Fuente: CTE-CN diciembre de 2000 Nº Hábitats Nº Especies 142 118 135 100 38 84 386 132 173 165 151 99 La Adhesión de nuevos países a la U.E. aumentará la riqueza y diversidad natural del territorio, incorporando nuevas regiones biogeográficas, ya que conforme al mapa del Consejo de Europa, del que depende el secretartiado del Convenio de Berna, en los Estados que actualmente no son miembro de la Unión Europea y están negociando su incorporación, se localizan otras 5 regiones biogeográficas (Anatolia, Artico, Mar Negro, Estepas y Panonia). En la actualidad11, se han designado como Lugares de Importancia Comunitaria para la Red Natura 2000 por los Estados miembro 14.901 zonas, que suman 436.756 km2, un 13´7% del territorio de la U.E., y se han designado como Zonas de Especial 11 Eurobarómetro Natura 2000. 11/04/2002. 15 Protección para las Aves 2.827 zonas, que suman 229.480 km2 y representan un 7’1% del territorio de la U.E. España ha propuesto 1.208 LIC, que suman 115.505 km2, que representan un 23% del territorio español y el 26’5% de la superficie de todas las LIC europeas; y ha designado 303 ZEPA, que suman 61.832 km2, que representa un 12’2% del territorio español y el 27% de la superfice de todas las ZEPA europeas. Los Estados miembro no sólo han quedado obligados a elaborar esta lista de hábitats, sino también a establecer, para las Zonas Especial de Conservación, las medidas de conservación necesarias, ya sea mediante la adopción de planes de gestión específicos para dichos lugares o integrados en otros planes de desarrollo, ya sea mediante la adopción de medidas reglamentarias, administrativas o contractuales, que respondan a las exigencias ecológicas de los tipos de hábitats del Anexo I y especies del Anexo II presentes en dichos lugares. Estas medidas son de la máxima transcendencia desde el punto de vista de la ordenación territorial. De hecho, las zonas Natura 2000 deberán tenerse en cuenta en todos los instrumentos de planificación territorial y urbanística a efectos de dotarlos de la máxima protección jurídica y por supuesto, deberán ser tenidos en cuenta por la planificación global o sectorial del desarrollo regional (infraestructuras de transporte, comunicaciones, energía, planes de desarrollo rural, planes de transformación agraria, programas agroambientales, programas de turismo, etc), ya sea con carácter orientativo o vinculante. Por otro lado, las zonas Natura 2000 son uno de los condicionantes principales para el resto de las políticas sectoriales en cuanto los proyectos que se deriven de las mismas vayan a ser cofinanciados por los Fondos Estructurales o el Fondo de Cohesión, exigiéndose en todo caso garantizar que dichos proyectos no van a incidir negativamente sobre dichas zonas y que en su caso se hayan adoptado las medidas preventivas, correctoras o compensatorias necesarias. La transposición de la Directiva Habitat al ordenamiento jurídico español se realizó mediante el Real Decreto 1997/1995 y posteriormente en el Real Decreto 1193/1998, de 12 de junio, por el que se modifica el Real Decreto 1997/1995, de 7 de diciembre, por el que se establecen medidas para contribuir a garantizar la biodiversidad mediante la conservación de los hábitats naturales y de la flora y fauna silvestres. La legislación básica del Estado en materia de conservación de la naturaleza la constituye la Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, modificada por la Ley 40/1997 y la Ley 41/1997, además, mediante el Real Decreto 439/1990, de 30 de marzo, se regula el Catálogo General de Especies Amenazadas. Esta Ley, desde el punto de vista de la ordenación del territorio, incluye la figura de los Planes de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN), que deberán elaborarse, por norma general, con carácter previo a la declaración de un espacio natural protegido, si bien alguna Comunidad Autónoma ha utilizado esta figura con un ámbito más amplio al de un espacio natural concreto. Como es lógico, muchas de las Zonas Natura 2000 están llamadas a ser espacios naturales protegidos por la legislación estatal o autonómica y en consecuencia, deberán disponer de un Plan de ordenación de los recursos naturales. 16 Los PORN están inspirados en los planes urbanísticos, y sobre todo en los Planes de ordenación territorial, de donde toman su propia naturaleza. Sus determinaciones son obligatorias y ejecutivas en todo lo que se refiera a las materias propias de la Ley 4/1989, constituyéndose además dichas determinaciones como límite para el resto de los instrumentos de ordenación territorial y teniendo carácter indicativo para los demás planes o programas sectoriales. C. Efectos sobre el territorio de las políticas comunitarias Muchas de las políticas comunitarias tienen un claro efecto territorial, ya que las acciones derivadas de las mismas modifican las relaciones entre los territorios, modelan la economía, la sociedad y el paisaje. Es el caso de las denominadas redes transeuropeas, la política agrícola común y también la política de medio ambiente, todas ellas relacionadas con la Política regional y los Fondos Estructurales y el Fondo de Cohesión. El refuerzo de las diferentes políticas comunitarias en las sucesivas reformas de los Tratados de la Comunidad Europea ha llevado a que cada vez éstas tengan una mayor influencia sobre la planificación de las políticas de ordenación del territorio de los diferentes Estados miembro. 1. Las Redes Transeuropeas La Unión Europea tiene entre sus objetivos, tal y como recoge el Tratado de Amsterdam en su artículo 3, letra n), el fomento de la creación y desarrollo de redes transeuropeas, y el artículo 129 B precisa que la Comunidad impulsará dicho objetivo en lo que se refiere a las infraestructuras de transporte, telecomunicaciones y energía. El artículo 129 B también precisa que la acción de la Comunidad Europea deberá favorecer la interconexión y la interoperatividad de las redes nacionales así como el acceso a dichas redes y en particular, tener en cuenta la necesidad de establecer enlaces entre las regiones insulares, sin litoral y periféricas, y las regiones centrales de la U.E., siempre con el objetivo último de reforzar la cohesión económica y social del territorio europeo y de favorecer el desarrollo del mercado interior sin dificultades. Dada su importancia, la propia Comunidad ha dispuesto un régimen específico de financiación12 de dichas infraestructuras cuando estas sean consideradas de “interés común”. Estas redes son fundamentales para vertebrar el territorio europeo y al mismo tiempo son un factor esencial a tener en cuenta por los responsables regionales y estatales al ejercer sus funciones de ordenación territorial. El ámbito del transporte es el que hasta la fecha ha concentrado la mayor parte de la atención y recursos económicos destinados a las Redes Transeuropeas y de entre ellos destaca el ferrocarril de alta velocidad, que por sus especiales carácterísticas influirá muy decisivamente en el cambio de orientación de las relaciones económicas de numerosas regiones a la vez que servirá para descongestionar el tráfico por 12 Reglamento (CE) 2236/95 del consejo, de 18 de septiembre de 1995, por el que se determinan las normas generales de concesión de ayudas financieras comunitarias en el ámbito de las redes transeuropeas. Modificado por Reglamento (CE) 1655/1999. 17 carretera de corredores muy saturados. Esta opción no sólo traerá numerosos beneficios económicos y sociales, sino también desde el punto de vista medioambiental. No es la única modalidad de transporte que se fomenta, ya que también seconsideran de interés comunitario los transportes marítimos y las vías fluviales interiores. Por otro lado, las redes de telecomunicaciones tienen como objetivo aumentar la disponibilidad de las nuevas tecnologías y la sociedad de la información para favorecer la igualdad de oportunidades económicas y sociales de todos los ciudadanos con independencia de su localización geográfica. Ello resulta especialmente importante para vertebrar el territorio y superar las tradicionales dificultades de comunicación y marginación de numerosas zonas rurales o de difícil acceso, mejorando la calidad de vida y estableciendo mejores condiciones para el desarrollo de actividades económicas, y facilitando el acceso de productos o servicios locales al mercado. Finalmente, las redes de la energía, tanto en el ámbito de la electricidad como del gas proporcionarán una mayor seguridad y competitividad a los suministros, ofreciendo mayores opciones a los consumidores y permitiendo el desarrollo de nuevas actividades o nuevos enfoques como está ya ocurriendo con la cogeneración, mediante la combustión de gas. No obstante, estas redes pueden suponer también una notable presión sobre el territorio, tanto sobre el suelo como sobre el paisaje, y por ello la ordenación territorial debe anticiparse a los posibles efectos adversos derivados del trazado de las conducciones y tendidos, las instalaciones de producción y almacenamiento, etc. Además, debe tenerse en cuenta que las grandes redes de energía no tienen acceso muchas zonas, por lo que resulta fundamental impulsar el desarrollo de soluciones locales específicas, basadas en la explotación de energías renovables, 2. La Política Agrícola Común Desde su creación, ha sido determinante para la evolución del territorio rural europeo, al incidir a través de los precios de los mercados o a través de las ayudas estructurales en las rentas de los agricultores, en el tipo de cultivo, en la estructura de las explotaciones y en el modo de gestión de los recursos naturales. Las primeras consecuencias de la PAC fueron la intensificación, la concentración y la especialización de la producción agraria, con efectos negativos sobre los territorios más marginales y sobre los métodos de gestión de los recursos tradicionales que mantenían el equilibrio de los ecosistemas y del paisaje, con pérdida de población, abandono de taréas y cultivos tradicionales y disminución de biodiversidad natural y diversidad paisajística. Las sucesivas reformas de la PAC, fundamentalmente a partir de 1992, y de forma muy especial en 1999, están articulando elementos para corregir en cierta medida estos efectos negativos, mediante el establecimiento de indemnizaciones compensatorias para las zonas desfavorecidas, el apoyo a prácticas compatibles con la conservación del medio natural y del paisaje, o con el condicionamiento de las ayudas de las OCM al cumplimiento de unas determinadas buenas prácticas que aseguren una mínima protección del medio ambiente. La aplicación de los instrumentos de la PAC debería vincularse de forma más estrecha a la ordenación territorial, teniendo en cuenta las posibilidades que ésta ofrece para beneciar a los territorios de mayor valor ecológico y menor valor agrario. En estas zonas las opciones de desarrollo deben basarse en la diversificación de la economía 18 rural y el mantenimiento de sistemas agrarios tradicionales por su valor paisajístico y medioambiental, y en la elaboración de productos de calidad. 3. La Investigación y Desarrollo Tecnológicos El fomento de la I+D es una de las claves para el progreso socioeconómico de la sociedad, para la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y para la protección del medio ambiente. Desde este punto de vista, los objetivos de la I+D coinciden plenamente con los de la ordenación terrotorial y en consecuencia debe establecerse una relación estrecha entre ambas. Por ello, la vertebración territorial, especialmente la de las regiones menos favorecidas, debe tener en cuenta la necesidad de realizar un importante esfuerzo de apoyo a actividades propias de investigación e innovación, con especial atención al desarrollo del potencial de los recursos endógenos del propio territorio. Paralelamente, debe potenciarse la difusión y aplicación de los resultados de la I+D en todo el territorio de la Unión, incluyendo las comarcas rurales y otras zonas desfavorecidas. D. Ordenación del territorio, medio ambiente y Financiación Comunitaria La política regional de la Comunidad, y particularmente los Fondos Estructurales, es una de las principales políticas comunitarias con incidencia territorial. Su objetivo básico es conseguir la cohesión económica y social del territorio de la Unión Europea contribuyendo a corregir los desequilibrios territoriales existentes entre los diferentes Estados y regiones que la integran. La propia política regional ha querido reforzar, en la reforma de los Fondos Estructurales realizada en 1999 para el período 2000/2006, la dimensión y la coherencia territorial de los mismos, estableciendo tipologías territoriales para la orientación de los Fondos, como por ejemplo, las zonas urbanas, las zonas costeras, las zonas fronterizas, las zonas rurales, etc. Se pretende aplicar enfoques integrados que optimicen las sinergias de la aplicación de diferentes fondos en una misma zona, utilizándolos desde una perspectiva integrada y desde la cooperación entre agentes y territorios. Para la Comisión Europea13, los Fondos Estructurales deben contribuir a los objetivos de la Estrategia Territorial Europea, reduciendo las diferencias existentes entre las regiones centrales y las periféricas de la U.E.. Las diferentes estrategias de desarrollo regionales también deben tener en cuenta estos objetivos dentro de una visión más amplia de su propio territorio, que no sólo tenga en cuente su país o región, sino toda la Unión en su conjunto, de forma que el desarrollo de cada región o comarca contribuya a favorecer la aparición de nuevas zonas de integración económica lejos de la potente zona central europea e interconectadas todas ellas entre sí. Para contribuir a estos objetivos, los Fondos Estructurales han establecido una serie de programas o Ejes específicos de financiación con clara incidencia territorial, entre los que se mencionan los siguientes: 13 Comisión Europea. “Los Fondos Estructurales y su coordinación con el Fondo de Cohesión, Directrices para los programas del período 2000-2006”. Año 1999. 19 1. Cooperación Territorial: Iniciativa Comunitaria INTERREG III14 La Iniciativa Comunitaria INTERREG III tiene como objetivo fomentar la cooperación entre las zonas fronterizas de la Unión Europea y entre los distintos territorios y regiones que comparten unas características comunes con el objetivo de vertebrar el territorio de la U.E. y eliminar las situaciones de aislamiento y marginación que han caracterizado a las regiones fronterizas y periféricas con respecto al desarrollo económico del resto del territorio. Los capítulos en que se divide INTERREG III son los siguientes: • INTERREG III A: Cooperación Transfronteriza. Su objetivo es promover la cooperación transfronteriza entre autoridades de países vecinos que cuenten con una frontera administrativa a través de asociaciones o acuerdos de cooperación, en proyectos que contribuyan a la integración de dichas zonas en el proceso de desarrollo regional de los territorios en los que se enmarcan. Entre las acciones que se pueden realizar dentro de este apartado figuran el desarrollo urbano, rural y costero, así como la protección del medio ambiente. Por ejemplo: - Análisis de la zona transfronteriza. • Preparación de orientaciones y planificación conjunta de la gestión de la zona, incluida el área transfronteriza, como una unidad geográfica integrada (incluida la prevención de catástrofes naturales y tecnológicas). • Promoción de los marcos multisectoriales para la utilización del suelo. • Planificación y protección de las zonas transfronterizas, en particular los parajes de importancia comunitaria como las zonas protegidas en el marco de NATURA 2000. - Desarrollo urbano: • Preparación de orientaciones comunes para la planificación y gestión de las zonas situadas entre aglomeraciones urbanas cercanas a las fronteras, con especial atención a los principios y directrices del “Marco de actuación para el desarrollo urbano sostenible” (COM(98) 605 final). • Cooperación entre las zonas urbanas y rurales para fomentar el desarrollo sostenible. • Renovación y desarrollo del casco antiguo de las ciudades mediante una estrategia común de carácter transfronterizo (exceptuando la vivienda). • Planificación de zonas industriales transfronterizas. Desarrollo rural: • Diversificación de las actividades para aumentar las nuevas oportunidades de empleo o generar ingresos adicionales en la población rural. • Desarrollo rural transfronterizo, principalmente mediante la comercialización y promoción de productos de calidad; fomento de las actividades turísticas y artesanales; mejora de las condiciones de vida, renovación y desarrollo de las aldeas y conservación del patrimonio rural; desarrollo y mantenimiento de determinadas zonas transfronterizas protegidas. 14 Comunicación de la Comisión Europea a los Estados miembro, de 28 de abril de 2000 por la que se fijan las orientaciones para el período 2000-2006 de los programas Interreg III. DOCE C143 de 23 de mayo de 2000 Comunicación de la Comisión Europea a los Estados miembro, de 7 de mayo de 2001 por la que se fijan las orientaciones del capítulo C de Interreg III. 20 • Mejora, desarrollo sostenible y conservación de los recursos forestales transfronterizos y extensión de la superficie arboladas, sin perjuicio de lo dispuesto en el Capítulo VIII del Reglamento del FEOGA sobre desarrollo rural (incluida la prevención de catástrofes naturales en zonas montañosas). - Desarrollo costero: • Preparación de orientaciones comunes para la planificación y gestión de las zonas costeras. • Protección del medio ambiente costero mediante la prevención, el control y la restauración de las zonas degradadas, la retirada de residuos y la creación o el uso común de los recursos y las infraestructuras (incluido el tratamiento de aguas residuales). • Protección de la calidad de los recursos hídricos terrestres y marítimos de las zonas litorales. -Protección del medio ambiente mediante la prevención (incluidas las catástrofes naturales y tecnológicas), seguimiento, rehabilitación de entornos degradados, uso racional de la energía, reciclado y eliminación de residuos y creación o utilización común de recursos e infraestructuras (incluido el tratamiento de aguas residuales). • INTERREG III B: Cooperación Transnacional Su objetivo es fomentar la cooperación transnacional entre las autoridades nacionales, regionales y locales, contribuyendo a un mayor grado de integración territorial en las grandes agrupaciones de regiones europeas, y a una mayor integración territorial con los países candidatos y otros países vecinos. Dentro de este apartado se pueden financiar aquellas actuaciones que contribuyan a fomentar la conservación del medio ambiente y la buena gestión del patrimonio cultural y de los recursos naturales, en particular los recursos hídricos, como por ejemplo: • • • • • • • • • Actividades que contribuyan a impulsar el desarrollo de una red ecológica europea (NATURA 2000), para unir las zonas protegidas de importancia regional, nacional, transnacional y comunitaria. Rehabilitación creativa de los paisajes culturales degradados por la actividad humana, incluidas las zonas amenazadas de abandono agrícola o degradadas por abandono agrícola, en el marco de estrategias integradas de ordenación territorial. Promoción innovadora de la riqueza natural y cultural de las regiones rurales como potencial para el desarrollo de un turismo sostenible, sobre todo en zonas escasamente pobladas. Fomento de la cooperación para la protección y el desarrollo creativo del patrimonio cultural. Formulación de estrategias comunes de gestión de riesgos en zonas propensas a las catástrofes naturales. Elaboración y puesta en práctica de estrategias y acciones integradas para la prevención de inundaciones en cuencas hidrográficas transnacionales. Elaboración y puesta en práctica de estrategias y acciones integradas relativas al territorio de cooperación transnacional para la prevención de sequías. Gestión concertada de las aguas litorales. Promoción de las energías renovables. 21 • INTERREG III C: Cooperación Interregional Su objetivo es fomentar la cooperación entre regiones, contribuyendo a mejorar la eficacia de las políticas e instrumentos de desarrollo y cohesión regionales mediante la conexión en redes, particularmente para las regiones cuyo desarrollo se encuentra retrasado o afectado por procesos de reconversión. Las acciones de cooperación interregional que se pueden financiar, con independencia de la temática concreta seleccionada por las regiones promotoras de cada proyecto, se enmarcan en las siguientes áreas: • • • • Acciones de cooperación para reforzar el intercambio relativo a acciones financiadas por FEDER en Regiones objetivo 1 y objetivo 2. Acciones de cooperación entre regiones que desarrollen acciones innovadoras relativas a los temas de identidad regional y desarrollo sostenible, sociedad del conocimiento y sociedad de la información. Cooperación de regiones que participen en los ámbitos A y B de Interreg. Cooperación en el ámbito del desarrollo urbano sostenible. La dotación financiera en España para cada uno de los programas INTERREG A es la siguiente: - P.O. España-Portugal: con un apoyo financiero del FEDER de 515,5 Meuros, - P.O. España-Marruecos: con una participación del FEDER de 169,4 Meuros, - P.O. España-Francia: con 51,5 Meuros de ayuda. La dotación para los programas INTERREG B donde participa España es de 25´7 millones de euros cada uno, a lo que se añade la zona de Madeira-Azores-Canarias, dotada con 80 Millones Euros. La dotación para INTERREG III C es de 57,4 millones de euros. Las regiones españolas se encuadran en la Europa Meridional, por lo que pueden establecerse acciones de cooperación con regiones de Portugal, Italia, Grecia y Francia, además de Gibraltar. 2. Las Areas Rurales: Iniciativa Comunitaria Leader+15 y Programas PRODER La Iniciativa Comunitaria LEADER+ tiene como objetivo contribuir a mejorar la capacidad de organización de las comunidades locales y mejorar el entorno socioeconómico a fin de favorecer la creación de empleo en el medio rural, evitar el despoblamiento y valorizar el patrimonio cultural y natural bajo un modelo de desarrollo rural integrado. Pretende movilizar a los agentes locales para identificar las carencias y necesidades de los territorios rurales y para buscar soluciones en un marco de innovación y de cooperación con agentes de desarrollo local en otras comarcas, estableciendo redes de cooperación que favorecen el intercambio de experiencias entre los diferentes territorios rurales de la Unión Europea. Las Comunidades Autónomas, dentro de sus correspondientes Programas de Desarrollo Rural, han incluido también los denominados PRODER, cuyos objetivos y 15 Comunicación de la Comisión Europea a los Estados miembros, de 14 de abril de 2000, por la que se fijan orientaciones sobre la iniciativa comunitaria de desarrollo rural (Leader+). DOCE C139 de 18 de mayo de 2000. 22 modelos de gestión son muy similares a los Programas comarcales de la Inciiativa Leader+. Dentro de Leader+ existen tres apartados dentro de los cuales se pueden presentar programas: 1) Estrategias Territoriales de desarrollo rural integrado El objetivo es fomentar el análisis a largo plazo de los problemas y soluciones de un territorio rural, y como consecuencia del mismo conseguir la planificación y aplicación de estrategias de desarrollo rural sostenible, integradas y destinadas a : • Utilizar los nuevos conocimientos y tecnologías a fin de incrementar la competitividad de los territorios rurales, sus productos y servicios. • Mejorar la calidad de vida de las zonas rurales • Valorizar los productos locales facilitando el acceso a los mercados mediante el apoyo a acciones colectivas. • Valorizar los recursos naturales y culturales y en especial de las zonas naturales incluidas en la red Natura 2000. Entre las actuaciones que se pueden financiar se encuentran: • Incrementar la competitividad de productos y servicios, mediante el uso de nuevos conocimientos y tecnologías, acciones de desarrollo tecnológico, viveros de empresas, etc. • Mejora de la calidad de vida en las zonas rurales, mediante acciones tales como la mejora medioambiental de los cascos históricos y zonas antiguas de los municipios rurales; creación de centros culturales, eco-museos, centros de interpretación, museos etnográficos; promoción de la cultura tradicional; rehabilitación arquitectónica de edificios singulares; apoyo al turismo ecológico y actividades en la naturaleza, villas-ecológicas; formación y sensibilización medioambiental. • Valorización de los productos locales, facilitando el acceso al mercado mediante infraestructuras y servicios de tipo colectivo, como en el caso de los productos artesanos, • Valorización de los recursos naturales y culturales especialmente enlas zonas de la Red Natura 2000, mediante acciones como el uso de energías renovables; turismo activo, senderismo y turismo ecológico; gestión de espacios rurales y acciones de protección de los ecosistemas; recogida selectiva de residuos, recuperación de espacios degradados, señalización de espacios naturales, sistemas blandos de depuración de aguas residuales; adaptación ambiental del tejido empresarial rural; viveros forestales para la recuperación de plantas autóctonas, actividades al aire libre; fomento de productos alternativos como plantas medicinales, aromáticas y pequeños frutos; y en general cualquier actividad de valoración de los espacios naturales. 2) Apoyo a la cooperación entre territorios rurales El objetivo es facilitar la cooperación entre territorios de un mismo Estado o entre territorios de varios Estados de la Unión Europea desarrollando una acción común integrada, a ser posible en una misma estructura de coordinación para: • Lograr sumar un conjunto de recursos humanos, financieros, naturales, culturales, etc, que favorezcan crear una masa crítica suficiente para promover un modelo de desarrollo en base a una temática o recurso común. • Buscar complementariedades entre diferentes territorios para potenciar sinergias y optimizar los recursos propios de cada territorio. 23 Se pueden financiar acciones de cooperación de territorios rurales de un mismo Estado (cooperación interterritorial) o de cooperación entre territorios rurales de al menos dos Estados miembros (cooperación transnacional) dentro de una orientación temática concreta, entre las que figura el medio ambiente, 3) Integración en una red El objetivo es fomentar la cooperación en red para intercambiar experiencias, conocimientos y resultados entre todos los territorios Leader, favorecer la información y el aprendizaje de sus miembros e impulsar la existencia de un observatorio Leader a nivel de todo el territorio de la Unión Europea. Los territorios rurales beneficiarios de Leader+ participarán en una red a fin de intercambiar experiencias, impulsar la cooperación entre territorios y facilitar el aprendizaje de los Grupos, especialmente mediante la participación en un Observatorio Leader. Entre las acciones financiables figuran la asistencia a seminarios y reuniones de intercambio de experiencias, conocimientos y resultados; acciones de información y aprendizaje; identificación e intercambio de información sobre buenas prácticas en el ámbito del desarrollo rural, la protección del medio ambiente, la innovación, el uso de nuevas tecnologías y procedimientos, etc; la asistencia desde el observatorio a las Administraciones o a los grupos de acción local; la elaboración de informes de aplicación de Leader, el análisis de resultados, etc. Un ejemplo de los trabajos desarrollados por el Observatorio Europeo Leader y su aplicación al medio ambiente es la publicación en Junio de 2000 del informe “La competitividad medioambiental”16, donde se analiza la importancia del factor medioambiental para el desarrollo del medio rural y los logros conseguidos en Leader II y se contrastan con ejemplos de buenas prácticas en dicho período de programación. 3. Areas Urbanas: Iniciativa Comuntiaria URBAN y POMAL • La Iniciativa Comunitaria URBAN17 tiene como misión contribuir al establecimiento de marcos de desarrollo urbano sostenible, mediante actuaciones de carácter integrado sobre las ciudades, y para ello, los Estados podrán presentar a la financiación comunitaria diversas medidas en el marco de Programas de Iniciativa Comunitaria (PIC) que contribuyan a impulsar la elaboración y aplicación de estrategias innovadoras para la regeneración económica y social sostenible de las poblaciones de ciudades pequeñas y medianas o de los barrios en dificultades de las grandes ciudades, así como el intercambio de conocimientos y experiencias en relación con la regeneración y el desarrollo urbano sostenibles. Gracias a la experiencia de la primera fase de URBAN, se ha incorporado la variable de desarrollo urbano en toda al programación de los Fondos Estructurales a través de los Planes de Desarrollo Regional y los Documentos Unicos de Programación, por lo que en la nueva etapa de URBAN para el período 2000/2006 deberán presentarse 16 Innovación en el mundo rural – Cuadernos de la Innovación nº6 – fascículo 3 Comunicación de la Comisión a los Estados Miembros de 28 de abril de 2000 por la que se fijan las orientaciones de una iniciativa comunitaria relativa a la regeneración económica y social de las ciudades y de los barrios en crisis con el fin de fomentar un desarrollo urbano sostenible - URBAN II 17 24 proyectos que supongan un claro valor añadido sobre aquellos que podrían financiarse con cargo a dichos Planes y Programas. Se valorará el enfoque integrado y el carácter innovador de los proyectos que se presenten, al mismo tiempo que se concentrarán los recursos en un menor número de zonas para conseguir un mayor efecto y optimizar sinergias. Los criterios que han de orientar el desarrollo urbano y por lo tanto la iniciativa Urban no sólo se encuentran en el Documento de Orientaciones de la Comisión Europea para esta Iniciativa Comunitaria, sino también en la Comunicación específica “Marco de actuación para el desarrollo urbano sostenible en la Unión Europea” (COM(98) 605 final). Las actuaciones subvencionables en cada ciudad deben formar parte de un programa integrado de actuación, por lo que normalmente en cada una de ellas se financia un conjunto de actuaciones que pueden corresponder a los siguientes temas: • Utilización mixta y reurbanización de terrenos abandonados de modo compatible con el medio ambiente. (recuperación de solares abandonados, terrenos contaminados, espacios públicos y zonas verdes, renovación de edificios para actividades económicas y sociales, patrimonio histórico y cultural, formación, etc). • Empresariado y pactos en favor del empleo (apoyo a las PYMES, colaboración entre sector público y privado para fomentar la conciencia ecológica, etc., formación en nuevas tecnologías respetuosas con el medio ambiente, etc). • Integración de marginados y acceso a los servicios básicos • Integración de transporte público y comunicaciones (reorganización del transporte urbano, sistemas de peaje urbano, zonas sin tráfico, sistemas inteligentes de gestión, vehículos de transporte público de bajo consumo energético, caminos y paseos en zonas verdes, carriles-bici, formación, etc). • Reducción y tratamiento de residuos, incluyendo la recogida selectiva que favorezca el reciclado; reducción del consumo de agua y gestión eficiente del agua; reducción del ruido; control de la calidad del aire mediante planes de ación local; reducción del consumo de energías a base de hidrocarburos y fomento de las energías renovables; apoyo a la formación medioambiental. • Desarrollo del potencial de las tecnologías de la sociedad de la información fomentando el acceso a Internet de todos los ciudadanos o el intercambio de experiencias sobre buena gestión urbana. • Mejoras en el gobierno urbano (introducción de indicadores sobre sostenibilidad local, mejora de acceso a la información en materia de medio ambiente y de acceso de los ciudadanos a los procesos de decisión, intercambios de buenas prácticas sobre gestión y sostenibilidad de las ciudades. Los programas también deberán contemplar la realización de acciones para impulsar los conocimientos y el intercambio y la difusión de experiencias y buenas prácticas en relación con la regeneración económica y social de las zonas urbanas y el desarrollo urbano sostenible. 25 A España le corresponden 106 millones de euros en función del reparto indicativo realizado entre Estados según el índice de población urbana y el índice de desempleo de larga duración en dichas zonas. El importe aproximado de financiación para cada proyecto será de unos 10’6 millones de euros. 4. El Programa Operativo Local y el Eje 5 en Regiones Objetivo 1 El Programa Operativo Local (POL) y en particular el Eje 5 de los Programas Operativos Regionales de las regiones Objetivo 1, tiene por objetivo establecer una política de desarrollo urbano sostenible y en particular: • • • • la recuperación del concepto de ciudad frente al de mera urbanización, lograr una ciudad próspera y cohesionada en base a una estrategia global de desarrollo Reducir la huella de la ciudad en el territorio, evitando absorver todo el entorno circundante. Mejorar la ciudad corrigiendo los errores del pasado, reestructurándola, rehabilitándola y optimizando la ocupación del espacio. Estos objetivos son la base de un modelo de desarrollo sostenible para la ciudad y para las poblaciones del medio rural, en el que se fomenta la integración social al mismo tiempo que se mejora la calidad del medio ambiente urbano y se desarrollan infraestructuras básicas para el desarrollo de la comunidad local. En los municipios de menor población, la promoción del desarrollo rural a través de sus recursos endógenos y en especial del turismo, así como la integración del desarrollo urbano y rural mediante el refuerzo del papel de las ciudades pequeñas y medias es otro objetivo de estos programas. Estas actuaciones indirectamente pretenden conseguir el mantenimiento y fortalecimiento de los asentamientos de población en el medio rural o en zonas despobladas 5. Instrumento Financiero LIFE El Instrumento financiero LIFE es el único instrumento específico de la Comunidad Europea para la financiación del medio ambiente con carácter global, al margen de los instrumentos al servicio de la política regional o de convocatorias específicas para temas puntuales (campañas de sensibilización, auditorías ambientales etc). Dicho instrumento fue creado en 1992 mediante el Reglamento CEE/1973/92 y posteriormente modificado por el Reglamento CEE/1404/96, por lo que ha tenido dos períodos de vigencia de cuatro años cada uno, con una dotación de 450 millones de ecu para cada uno de dichos períodos. En el año 2000 se ha iniciado una nueva etapa de Life, con la aprobación del Reglamento CE nº 165/2000, que finalizará previsiblemente en el año 2004, con una dotación financiera ligeramente superior a la de ediciones anteriores, que se distribuirá en un 47% para Life-naturaleza, un 47% para Life-Medio Ambiente y un 6% para LifeTerceros países. Este programa puede intervenir en beneficio del medio ambiente en todo el territorio de la Unión Europea y en las regiones limítrofes y su objetivo es contribuir, por un 26 lado, a la aplicación, actualización y desarrollo de la política comunitaria de medio ambiente y de la legislación en la materia, en particular por lo que se refiere a su integración en otras políticas; y, por otro lado, al desarrollo sostenible de la Comunidad. Life financia actuaciones dentro del ámbito de la conservación de la naturaleza, especialmente dentro de las zonas designadas al amparo de las Directivas CEE/92/43 de protección de los Hábitats y CEE/79/409 de protección de las Aves, así como de las especies prioritarias contempladas en dichas Directivas. Life también financia actuaciones en materia de medio ambiente en cumplimiento de los objetivos de la política ambiental europea, siempre que los proyectos presenten algún enfoque innovador y en concreto, podrán acogerse a LIFE- Medio Ambiente entre otros, los siguientes proyectos y medidas: • • • • Proyectos que integren las consideraciones relativas al medio ambiente y al desarrollo sostenible en la ordenación y el aprovechamiento del territorio, incluidas las zonas urbanas y costeras. Proyectos que fomenten la gestión sostenible de las aguas subterráneas y superficiales. Proyectos que contribuyan a reducir al máximo el impacto medioambiental de las actividades económicas, en especial mediante el desarrollo de tecnologías limpias y una atención particular a la prevención, incluida la reducción de emisiones de gases con efecto invernadero y el turismo sostenible. Proyectos que sean preparatorios para el desarrollo de nuevos instrumentos y acciones de la Comunidad en materia de medio ambiente y para actualizar la legislación y las políticas en materia de medio ambiente Por tanto caben actuaciones relativas a la ordenación del territorio y en particular aquellas que contribuyan a nuevos enfoques territoriales para las zonas costeras y las zonas urbanas, sin excluir otros. E. Actuaciones que se proponen para integrar ordenación del territorio, medio ambiente y Fondos Estructurales 1. Reforzar el análisis territorial en las evaluaciones intermedia y final de los Programas Operativos y DOCUP, y en su caso, estableciendo una estrecha relación de la reprogramación con los instrumentos de ordenación territorial autonómicos. 2. Realizar una evaluación temática sobre el modelo de territorio que están configurando los Fondos Estructurales y el Fondo de Cohesión, detectando los desequilibrios persistentes. 3. Desarrollar los instrumentos de ordenación territorial de las Comunidades Autónomas y adaptarlos en su caso a las nuevas situaciones derivadas de las Redes Transeuropeas, la sociedad de la información y la Red Natura 2000, entre otros. 27 4. Elaborar estrategias integradas de gestión para áreas territoriales específicas y trasladar sus criterios y determinaciones a las acciones desarrolladas en el marco de los Fondos Estructurales y el Fondo de Cohesión y en particular las siguientes: - Las zonas costeras - Las zonas de montaña - El espacio rural - Las zonas Natura 2000 - Las cuencas hidrográficas 5. Elaborar estrategias integradas de desarrollo sostenible para las ciudades y grandes zonas urbanas, (Agenda 21 u otros) que sirvan de criterio para la selección de proyectos elegibles bajo los Fondos Estructurales y el Fondo de Cohesión. 6. Desarrollar los instrumentos urbanísticos a fin de que incorporen criterios de desarrollo sostenible que fomenten la ciudad compacta, tales como el establecimiento de densidades máximas de población y edificación, o de índices de permeabilidad, la reserva de un porcentaje de suelo del municipio que debe estar cubierto por vegetación, ciretior de protección del patrimonio cultural o arquitectura de calidad, la exigencia de reservas dotacionales, la regulación del índice de variedad urbana, la reducción de la contaminación procedente del tráfico motorizado, o desarrollo de las energías renovables para consumo doméstico, la gestión de los residuos o la reducción del consumo de agua, la integración de los elementos del paisaje y la vegetación en la ordenación del suelo urbanizable, la adopción de medidas para la conservación y la recuperación de espacios naturales, fauna y flora silvestres en suelo rústico, etc. 7. Generalizar el uso de la evaluación ambiental con carácter previo a los instrumentos de ordenación territorial, así como de los instrumentos de planeamiento urbanístico. 8. Incluir criterios de conservación y recreación del paisaje natural y cultural y de calidad arquitectónica en la definición de proyectos que vayan a ser financiados por los Fondos Estructurales o el Fondo de Cohesión 9. Impulsar proyectos de cooperación interregional, incluida la transfronteriza que tengan por objeto la mejor ordenación y gestión del territorio, en especial cuando sean espacios comunes como zonas de costa, zonas de montaña, espacios naturales contiguos, etc. 28 Acciones Propuestas Ejes y Medidas contemplados Reforzar el análisis territorial en las evaluaciones Realizar una evaluación temática Desarrollar y adaptar los instrumentos de ordenación territorial de las Comunidades Autónomas Elaborar estrategias integradas de gestión para áreas territoriales específicas Elaborar estrategias integradas de desarrollo sostenible para las ciudades y grandes zonas urbanas Desarrollar los instrumentos urbanísticos a fin de que incorporen criterios de desarrollo sostenible Generalizar el uso de la evaluación ambiental con carácter previo a los instrumentos de ordenación territorial y urbanística Incluir criterios de conservación y recreación del paisaje natural y cultural y de calidad arquitectónica en la definición de proyectos Impulsar proyectos de cooperación interregional, que tengan por objeto la mejor ordenación y gestión del territorio • Asistencia Técnica en los diferentes Programas Operativos • Asistencia Técnica FEDER • INTERREG III –A y B, LIFE • INTERREG III • INTERREG III –A y B, LIFE • Todos los ejes y medidas • INTERREG 29