El Derecho de la Competencia en El Salvador 1. Una breve reseña del Derecho de la Libre Competencia en El Salvador El proceso de regulación de la libre competencia en el Salvador se inició en la década de los noventa, aunque con la Constitución de la República de 1886, ya existía la prohibición de constituir monopolios. El año 1992 se dictó la ley de protección a los consumidores, en el año 1996 una nueva ley de consumidores derogó la anterior. Norma que se dictó en concordancia con las disposiciones de la nueva Constitución de 1983 y la promoción del desarrollo económico y social. Por último, después de nueve años de gestión legislativa, la Ley de Competencia de El Salvador fue aprobada en el año 2004, por medio del Decreto Legislativo n° 5.283. Según disposición expresa de la ley, ésta entra a regir a partir del año 2006. Asimismo, desde la antigua Constitución de la República de 1886 se consagró la protección a la libertad de empresa, como se puede ver en el artículo n° 33 de dicha norma que se transcribe a continuación: “Artículo 33.- Toda industria es libre, y solo podrán estancarse en provecho de la Nación, y para administrarse por el Ejecutivo, el aguardiente, el salitre y la pólvora. No habrá monopolio de ninguna clase, ni prohibiciones a titulo de protección á la industria. Exceptúanse únicamente los relativos á la acuñación de moneda y á los privilegios que, por tiempo limitado, conceda la ley á los inventores ó perfeccionadores de alguna industria” Este artículo garantizaba los derechos a la libre actividad empresarial y la libre competencia, a la vez que prohibía los monopolios con excepción de la acuñación de la moneda y los derechos de propiedad industrial. Por último, el artículo n° 33 consagraba la posibilidad de establecer monopolios estatales, por medio de la institución del “estanco” para los casos del “aguardiente, el salitre y la pólvora”. 2. Los organismos encargados de la libre competencia en El Salvador y sus principales funciones Con la expedición de la Ley de Competencia el legislador le dio naturaleza administrativa a los procesos relacionados con el Derecho de la Competencia. De esta forma, crea la Superintendencia de Competencia como una autoridad de naturaleza administrativa competente para decidir cualquier caso relacionado con violaciones a la libre competencia y responsable de velar por el buen funcionamiento de la competencia en El Salvador. Anteriormente, eran los Tribunales de Orden Mercantil y la Corte Suprema de Justicia como última instancia, quienes estaban facultados para decidir sobre estas materias. 1 2.1. Superintendencia de Competencia como Órgano Colegiado La Superintendencia de Competencia es una institución de Derecho Público, con personalidad jurídica, patrimonio propio, de carácter técnico, autonomía administrativa y presupuestal. Además, la Superintendencia está adscrita con el Poder ejecutivo a través del Ministerio de Economía. Por otra parte, al ser la Superintendencia una persona jurídica, se le otorga al Superintendente su representación legal, la dirección superior y la supervisión de las actividades de la misma. Ésta estará fiscalizada por una firma de auditores externos que cumplen sus funciones por períodos de un año y tienen el deber de rendir informes al Consejo Directivo. El patrimonio de la Superintendencia está constituido por recursos provenientes del Estado, por bienes muebles e inmuebles que adquiera para desarrollar sus funciones, por las donaciones que reciba de distintas fuentes y otros ingresos que oportunamente señale el legislador. La máxima autoridad de la Superintendencia es el Consejo Directivo, conformado por el Superintendente y dos Directores, todos nombrados por el Presidente de la República, por períodos de cinco años, y quienes se denominan conjuntamente directores propietarios; el Superintendente es quien preside el Consejo. Por su parte, habrá directores suplentes, también designados por el Presidente de la República. La ley es clara al exigir la presencia de los tres directores en cualquier reunión, ya sean propietarios o suplentes para poder tomar cualquier decisión, y ésta deberá ser tomada por mayoría. El Superintendente es el único de los miembros del Consejo Directivo que debe tener dedicación exclusiva y sólo podrá dedicarse simultáneamente a la docencia universitaria, siempre que esta función no interfiera en el desarrollo de sus funciones como Superintendente. 3. Algunos aspectos sobre el procedimiento El procedimiento puede ser iniciado de oficio o a solicitud de parte. Habrá un emplazamiento de 30 días para que el solicitante manifieste lo que considere necesario y solicite pruebas adicionales. Con las pruebas presentadas se fijará un plazo no mayor a 20 días para que se formulen los alegatos por escrito. Una vez que se integre el expediente y se terminan las investigaciones, se emite una resolución dentro de un plazo no mayor a 12 meses. Todas estas resoluciones son susceptibles de apelación, dentro de los 15 días siguientes a la notificación. 2