Socialización de cachorros basada en la salud

No. 20
Socialización de cachorros
basada en la salud integral
Edición de
Aniversario
MVZ, MenC, Martha Elena Castro Guzmán
Master en Etología Clínica
Clínica privada de Etología Clínica Veterinaria.
Coordinadora de Bienestar Animal,
Zoológico Los Coyotes
Fotografía: Cortesía MVZ. Carlos Lorenzana® Virbac.
Socialización de cachorros basada en
Resumen
Para tener salud integral los cachorros necesitan cuidados preventivos, desparasitación,
vacunas, socialización, educación, y adiestramiento. Estos últimos, los aspectos
conductuales también contribuyen a evitar su muerte debido a que los problemas de
conducta son la principal causa de abandono y eutanasia en perros menores de un año.
Las clases de socialización en las que se adiestra, educa y socializa al cachorro, tienen
efectos positivos permanentes en su desarrollo y bienestar, contribuyen en la identificación
y prevención de problemas de conducta, permiten el aprendizaje del propietario y
asegura una mejor convivencia entre la mascota, el propietario y el veterinario.
Este artículo contiene una breve explicación de el desarrollo de la conducta y un
programa para llevar a la práctica las clases de socialización. Son grandes los beneficios
y es una práctica divertida que debemos considerar como veterinarios profesionales
dedicados a las pequeñas especies.
Introducción
En la Ciudad de México se calcula que hay aproximadamente 3 millones de perros, de
los cuales una tercera parte deambula por las calles, una de las causas es que el perro
comenzó a ocasionar problemas por su comportamiento y las personas decidieron
abandonarlo. Según la Secretaría de Salud del Distrito Federal, cada año se capturan 40
mil perros, de los cuales 26 mil son sacrificados. La principal causa de muerte en cachorros
menores de un año son los problemas de comportamiento, y supera a la suma total de las
causas médicas por que frecuentemente los propietarios tienen dificultades para manejar
a sus mascotas en procedimientos de higiene o medicación, educación, entrenamiento
y conductas patológicas como fobia, ansiedad y agresión. Estas circunstancias generan
molestia a la sociedad, perdidas emocionales a los propietarios y financieras para los
veterinarios, por estos motivos prevenirlo con las clases de socialización temprana en
cachorros son la mejor acción que podemos hacer.
En este trabajo se debe incluir técnicas de educación, entrenamiento de obediencia
básica, socialización con personas de diversas edades, cachorros, perros adultos,
animales de otras especies con las que se planee convivencia y habituación a estímulos
de todos los sentidos, manejo de higiene y médico pero por supuesto se debe trabajar
con plena conciencia de que el aprendizaje debe ser divertido. Desde los primeros meses
de vida se puede conseguir la adaptación a la familia, sociedad y medio ambiente y si
el Médico Veterinario Zootecnista tiene el contacto con la familia y el cachorro en los
primeros meses de su desarrollo deberá ser capaz de conciliar el cuadro de vacunación
con las clases de socialización para contribuir realmente a la salud integral de los perros
de compañía.
Desarrollo del comportamiento canino
en cachorros
Actualmente las etapas del desarrollo del comportamiento en los cachorros han sido
divididas en cuatro periodos:
Prenatal
En esta etapa los embriones pueden reaccionar a algunos estímulos sensoriales, y
desarrollar diferentes características reacciónales y emocionales, tienen una sensibilidad
táctil a la palpación en el abdomen de la hembra gestante y la capacidad para dejar
Publicación Trimestral de Actualización Científica y Tecnológica
No.20 Realizado por VIRBAC MÉXICO S.A. de C.V.
División Animales de Compañía
la salud integral
Edición de
Aniversario
de responder gracias al proceso de habituación. A demás hay
intercambio de información y efecto del estrés de la madre sobre
los fetos que se ven reflejadas en competencias sensoriales,
motoras, inmunitarias y cognitivas inferiores a las que expresan
los cachorros que se desarrollaron en un ambiente favorable.
comienza a incrementarse gradualmente hasta que entre las
diez y doce semanas provoca la disminución de la exploración.
Por lo tanto en términos fisiológicos es el espacio de tiempo
comprendido entre el inicio de la madurez sensorial y la madurez
de las estructuras nerviosas que controlan el miedo..
La inducción a la preferencia alimenticia se ve influenciada
por el tipo de alimento que consume la hembra gestante ya
que promueve que sus cachorros busquen más activamente el
alimento que ella consumió durante la gestación.
Los ojos del cachorro se abren a la segunda semana de vida,
sigue fácilmente los movimientos de humanos y perros, los
oídos son funcionales a la tercera semana, los dientes brotan
aproximadamente el día veinte. El cordón espinal madura y se
mieliniza proporcionando capacidad sensorial y motora para
adquirir las habilidades de locomoción, ingestión y eliminación.
Neonatal
El cachorro al nacer duermen alrededor del 90 % del día y el
resto del tiempo mama entre periodos de tres o cuatro horas.
Su capacidad motriz está limitada, pero se arrastra y estimula el
reflejo de hurgar cuando toca con el morro al compañero de la
camada o a la madre y activa el reflejo labial al tocar el pezón.
Su sensibilidad táctil y del gusto está bien desarrollada. Es ciego,
anósmico y sordo pero con el desarrollo neurológico adquiere
progresivamente más habilidades motoras y sensoriales en base
a las experiencias por esta razón proporcionar una estimulación
adecuada contribuye positivamente en su aprendizaje y
adaptación al estrés.
Transición
Inicia con la abertura de los ojos y termina cuando se
abre el canal auditivo, pero no se limita al desarrollo de las
competencias sensoriales y motoras que le permiten adquirir
los comportamientos complejos que requiere para la vida en
jauría, también es el periodo en que el cachorro se apega a la
madre y adquiere el proceso de impregnación (la identificación
del congénere en relación al comportamiento social y sexual).
El tiempo que dedica a dormir se reduce al 70% y 65% en los
periodos de vigilia y a demás de alimentarse comienza a explorar,
orinar y defecar fuera del nido.
Socialización
La etapa de socialización es un periodo que abarca desde
la tercera y hasta la décima segunda semana de vida, su límite
no es fijo porque está influenciado por diferentes factores (las
experiencias, la raza y las diferencias individuales).
El inicio depende del desarrollo sensorial y motor del animal,
cuando los órganos de los sentidos son mínimamente funcionales
y la coordinación motora le permite explorar el entorno para
interactuar con otros individuos.
Desde un punto de vista comportamental, el cachorro desarrolla
muchos nuevos comportamientos clasificados en cuatro
elementos básicos: autocontroles, comunicación, jerarquía y
desapego.
Los juegos, la exploración y la madre, le permiten al cachorro
desarrollar respuestas de autocontrol motriz organizadas y
reguladas en tres fases, apetitiva, consumatoria y de estabilización
que determina la parada de la conducta. La secuencia disfuncional
de este proceso tiene relevancia para comprender el síndrome de
hipersensibilidad – hiperactividad.
También durante el juego aprenden los comportamientos
socialmente aceptables y a inhibir la mordida. Cuando el cachorro
muerde fuerte y ocasiona dolor, el compañero de juego chilla y
deja de jugar, al mismo tiempo que la madre se acerca y gruñe
para castigar al que mordió, de esta forma aprenden a ser menos
agresivos durante sus interacciones sociales.
El cachorro aprende a comunicarse a través de su sistema
sensorial, aprende las normas jerárquicas para interaccionar
correctamente con sus congéneres, respetando el orden de
acceso a la comida, algunos emiten posturas de agresión y otros
de apaciguamiento para acercarse a ella. Con la socialización,
especialmente entre las tres y ocho semanas, aprende a pertenecer
a la especie canina y a convivir con otras especies.
Los mecanismos para el proceso de desapego aún no están bien
definidos, se sugiere que hay mecanismos hormonales, afectivos
y cognitivos. La perra se vuelve menos tolerante, los dientes que
brotaron en los cachorros hace doloroso el amamantamiento y
quizá también los cambios morfológicos de los cachorros estén
involucrados.
La socialización puede continuar aún después de finalizar el
periodo sensible, sin embargo, por motivos relacionados con la
maduración de las estructuras nerviosas que evocan el miedo,
puede ser lento y difícil. Durante el periodo juvenil también
se requiere de continuar la socialización secundaria, en caso
contrario, la socialización primaria adecuada puede afectarse y
haber un retroceso.
El final está relacionado con una respuesta intensa de miedo
a estímulos desconocidos que a partir de las cinco semanas
2
Socialización de cachorros
Consecuencias de la falta
de socialización
Se recomienda que los cachorros permanezcan con su madre y
compañeros de camada hasta las siete semanas de edad, porque
con ellos desarrolla la identidad con su propia especie, después
de esta edad el cachorro está menos inhibido y puede socializarse
con personas de todo tipo que no sean de la familia.
La etapa de socialización tiene efectos marcados en el
comportamiento que el cachorro desarrollará en el futuro.
Los cachorros de cuatro a siete semanas de edad que se
desarrollan en un entorno ambiental restringido pueden tener
un comportamiento exploratorio incrementado en situaciones
novedosas y hasta pueden ser hiperactivos, estos no evaden
los estímulos como el piquete con un alfiler o quemadura con
un cigarro. Los cachorros aislados del contacto humano hasta
las diez y seis semanas de edad muestran deficiencias en la
interacción con otro perro, humano o un simple juguete cuando
salen del aislamiento. La ausencia de estímulos y socialización en
este periodo crítico ocasiona efectos detrimentales, predispone
a hiperactividad, aprendizaje lento, miedo a niños, perros o
personas ajenas a la familia, fobias a ruidos, agresividad y
conducta de predación hacia niños.
El cuadro de vacunación
y la socialización
Uno de los más grandes éxitos de la ciencia veterinaria moderna
ha sido el control de las enfermedades infecciosas a través del
desarrollo y la implementación de los programas de vacunación.
Este éxito está tipificado por la rápida declinación en el predominio
de las enfermedades infecciosas caninas clave causadas por el
virus del moquillo canino, (CDV), el adenovirus canino (CAV) y el
parvovirus canino (CPV) siguientes a la introducción de vacunas
con virus vivos eficazmente modificados.
Sin embargo, en muchos países en desarrollo, estas enfermedades
infecciosas clave permanecen comunes, como lo fueron en otra
época en las naciones desarrolladas y son la mayor causa de
mortalidad en pequeños animales.
La mayoría de los cachorros están protegidos por anticuerpos
derivados maternalmente (MDA) en las primeras semanas de
vida. En general, la inmunidad pasiva se va debilitando entre las 8
y los 12 semanas de vida a un nivel que permite la inmunización
activa. Los cachorros con poca MDA pueden ser vulnerables (y
capaces de responder a la vacunación) a una edad más temprana,
mientras otros pueden tener MDA a tales niveles que resultan
incapaces para responder a la vacunación hasta las 12 semanas
de edad. Por lo tanto ninguna política de vacunación primaria
podrá cubrir todas las situaciones posibles. Las recomendaciones
actuales en vacunación sugieren que se debe administrar una
vacunación inicial desde las 8 hasta las 12
3
semanas de edad seguida por una segunda vacunación de 3 a 4
semanas más tarde, y una tercera que se aplica entre las 14 y las
16 semanas.
Las vacunaciones deberían considerarse sólo como un componente de un amplio plan preventivo individualizado de cuidados
de la salud basado en la edad, raza, estado de salud, medio
ambiente (exposición potencial a agentes dañinos), estilo de vida
(contacto con otros animales) y hábitos de viaje de la mascota.
Todos los perros deberían recibir un primer refuerzo 12 meses
después de la conclusión de la primera serie de vacunación.
Actualmente se considera que el protocolo de inmunización
básica se define como el conjunto del régimen del cachorro más
este primer refuerzo. El refuerzo de los 12 meses también asegurará
la inmunidad de los perros que pudieran no haber respondido
adecuadamente a la serie de vacunación del cachorro.
En México la salud preventiva con vacunas en los cachorros ha
sido muy reforzada en la educación del veterinario y como es
comprensible por su preocupación se ha encargado eficientemente
de transmitirlo al propietario la necesidad de aplicar las vacunas y
de incluir la prescripción tajante de evitar que el cachorro salga a
la calle mientras no haya terminado su cuadro de vacunación.
Desde el punto de vista del cuidado del comportamiento, se
ha descuidado las recomendaciones que permiten al cachorro
desarrollarse socialmente de manera adecuada, es más creemos
que se debe elegir entre una prevención infecciosa y una prevención
comportamental, este conflicto es motivo de controversia entre
los veterinarios, sin embargo existen opciones profesionales en
ambos aspectos para proporcionar de forma más segura la salud
integral.
Como bien dice Ian Dunbar, los cachorros requieren
“inmunización” social y educacional, por lo tanto a los dos meses
pueden asistir a las clases de socialización, sin embargo en la
realización de estas clases se deben tomar precauciones como las
siguientes:
1.
2.
3.
4.
5.
Realizarlas en un lugar cerrado
Seguro
Previamente desinfectado
Solo debe haber cachorros vacunados
De preferencia en similares condiciones de vacunación
Conforme crezcan los cachorros y avancen en su proceso de
inmunización podrán aventurarse en zonas menos seguras porque
es igualmente importante la salud física y la salud psicológica.
Edición de
Aniversario
Clases de socialización
Los beneficios de las clases de socialización básicamente consisten en formar mascotas
obedientes, bien socializadas y con conductas apropiadas, propietarios responsables y
vínculos fuertes entre el propietario, la mascota y el veterinario. Las evidencias indican que
los cachorros con este tipo de vivencia permanecen más frecuentemente con sus propietarios
originales cuando han cumplido 1 año de vida.
Los objetivos para cuatro sesiones son: educar al propietario y cachorro, enseñarles los
comportamientos normales y los anormales que pueden convertirse en un problema, en
otras palabras, prevenir problemas de conducta.
1. Socializar al cachorro, para que se desarrolle como una mascota obediente y con
bienestar. El cachorro aprende como jugar y divertirse al enfrentarse adecuadamente
a diferentes personas, niños, ruidos, perros, gatos y estímulos novedosos. Enseñar los
comandos de sentado, quieto, venir al llamado, caminar junto y echado, utilizando la
técnica de refuerzo positivo.
2. Enseñar a los propietarios los comportamientos normales y los que pueden ser un
problema potencial (mordida, ladrido, eliminación, etc.).
3. Asegurar que las visitas al veterinario sean experiencias agradables en las que permita
el manejo clínico necesario.
4. Educar a los propietarios en otros aspectos para cuidar a su mascota como nutrición,
limpieza de dientes, baño, cepillado y corte de uñas.
Las clases son de una hora, una vez por semana y durante cuatro semanas, para cachorros
de ocho a diez y seis semanas de edad. Se debe considerar raza y temperamento para formar
los grupos de cinco a seis cachorros que deberán tener por lo menos su primera vacuna. Es
importante que acudan todos los miembros de la familia, incluyendo los bebes.
PRIMERA CLASE: Inicia con una introducción donde el propietario mencionará el nombre,
raza, edad y que problemas ha tenido con su mascota, después se animará a los cachorros
uno por uno al juego, suspendiendo al más rudo para enseñarle a jugar (juego controlado)
y comentar con sus propietarios los aspectos del comportamiento normal. En esta clase se
les enseña como usar el refuerzo positivo y la corrección adecuadamente.
El instructor muestra como adiestrar en los comandos de “ver a los ojos” y “sentarse”,
explicando a las personas porque son importantes para una convivencia en armonía. El
instructor primero muestra la técnica para conseguirlo y después los propietarios lo hacen
uno por uno.
4
Socialización de cachorros
Es importante enfatizar sobre la tolerancia a ser tocado, el cachorro siempre debe permitir
las caricias en pies, orejas, hocico y cuerpo para ser examinados fácilmente. Los propietarios
tendrán la tarea de explorar estas zonas diariamente para conseguir que acepte el manejo
para acariciarlo cuando come o tiene algún juguete, cepillarlo, limpieza dental, corte de uñas
y aplicación de vacunas. Se recomienda terminar después de contestar las preguntas de los
propietarios, con un juego controlado de los cachorros.
SEGUNDA CLASE: Se inicia con una sesión corta y controlada de juego. Los cachorros
tímidos nunca deben ser forzados porque incrementarían su miedo. Todos los cachorros
muestran uno a uno los comandos aprendidos de la clase previa, mientras, se resuelven
las preguntas de los propietarios al respecto. En esta clase se les enseñan los comando de
“echado” y “acudir al llamado”, se explica la importancia y ventajas de que los aprendan,
sobre todo que son muy fáciles de enseñar en perros de 10 kilos y más complicado en adultos
de 50 kilos.
Las personas aprenderán como desalentar comportamientos indeseables, eliminación en
lugares inadecuados, brincar, morder, ladrar y destruir objetos. La clase concluye con otro
juego controlado para finalizar el entrenamiento en forma positiva.
TERCERA CLASE: se inicia con el juego controlado, en esta clase se les anima al juego a los
cachorros miedosos que se colocan debajo de las sillas o piernas de su dueño, cuidándolos
de los que son bulliciosos y brincan sobre ellos bruscamente. Los comandos de las dos clases
previas son revisados con cada cachorro y dueño en el momento de su turno. “Quieto” es
el comando que aprenden en esta sesión. Primero lo muestra el instructor y después cada
propietario lo practica. En este momento es bueno manejar el juego de “pasar el cachorro”.
El cachorro pasara de propietario en propietario y será examinado de oídos, hocico y cuerpo,
el cachorro estará aprendiendo a dejarse manejar por personas diferentes a las que conoce.
Adquirirán consejos para conseguir la posición de líder sin usar la fuerza o reprimendas. Esta
clase concluye con otra sesión de juego. Los periodos de entrenamiento incluyendo los de
casa deben ser cortos y terminar con algo divertido.
CUARTA CLASE: Como siempre las lecciones comienzan con una sesión de juego para
gastar algo de su energía. Los comandos para demostrar las habilidades del cachorro son
desplegados de uno en uno y se hacen comentarios al respecto. En esta sesión se les anima
a los propietarios para vestir con disfraces y a producir ruidos sin amenaza mientras los
cachorros juegan y aprenden a ignorar los estímulos del propietario. Para este nivel de manejo
se puede introducir un perro adulto y si es posible un gato o cualquier especie habituada y
socializada con perros.
Las clases concluyen con un juego de competencia de habilidades y una ceremonia de
graduación.
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Edición de
Aniversario
Conclusión
Thomson W R. et al. ya estudiaban 50 décadas atrás, los efectos del confinamiento
y las experiencias en cachorros sobre el comportamiento social cuando llegan a la
etapa adulta.
La importancia de las clases de socialización temprana, está bien documentada, sin
embargo, tenemos dos paradigmas que obstaculizan su realización. Las recomendaciones
que los veterinarios les damos a los propietarios de no sacar a las mascotas hasta concluir
todo su cuadro de vacunación y las indicaciones de comenzar el entrenamiento entre los
seis y ocho meses de edad.
Los cachorros de ocho semanas pueden ser socializados sin riesgos de salud y pueden
aprender de manera más fácil con refuerzo positivo las mismas cosas que aprenden a los
seis o siete meses, con conciencia, las recomendaciones de higiene y cuidados podemos
obtener los beneficios que aporta la socialización temprana, estaremos dando un paso
más por el camino de la “actualización” veterinaria en México.
Las clases de socialización temprana al veterinario le permite identificar y prevenir los
problemas de conducta, facilita el manejo en las visitas a la clínica y estética, perder menos
pacientes por problemas de conducta y obtener ingreso económico por este concepto.
Al propietario se les educa en los aspectos relacionados al cuidado de la mascota, le
resulta más económico que algunos entrenamientos, obtiene mejor comportamiento
y respuesta a los comandos del adiestramiento por lo tanto hay menos riesgo de que
abandonen, sacrifiquen o regalen a sus perros. En general se consigue una mayor
conciencia, responsabilidad y simpatía entre el veterinario, el cliente y su perro.
Las clases son fáciles de organizar, divertidas y en pocas palabras beneficiosas para la
sociedad.
Literatura Citada
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THE WORLD SMALL ANIMAL VETERINARY ASSOCIATION (WSAVA). Journal of Small Animal Practice Vol 48 September 2007
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