UTILIZACIÓN DEL AIRE AMBIENTAL VS OXÍGENO AL 100% EN LA REANIMACIÓN DEL NEONATO ASFÍCTICO. REPERCUSIÓN INMEDIATA Y A MEDIO PLAZO. Máximo Vento Torres Profesor Titular. Jefe de Servicio de Pediatría y Neonatología Hospital Virgen del Consuelo. Valencia La transición del estado fetal en un entorno líquido, donde el intercambio gaseoso se realiza a través de la placenta, a la respiración espontánea en un medio aéreo, supone una serie de complejos cambios fisiológicos que no son siempre llevados a término de manera satisfactoria. Según recientes estadísticas, aproximadamente un 5% a un 10% de los recién nacidos requieren algún tipo de intervención al nacimiento (1), y entre un 1% y un 10% de los nacidos en el medio hospitalario requieren ventilación asistida (2). La asfixia intraparto es responsable de una de cada cinco muertes de neonatos, si incluimos todos los países del mundo, y según opinión de los expertos, estas cifras se podría reducir drásticamente mediante la mejoría de las técnicas y preparación de los equipos humanos que realizan las maniobras de reanimación (3). La asfixia prolongada, mediante los mecanismos de la isquemia y/o la hipoxia, da lugar a la muerte de numerosas células y el daño subsiguiente a numerosos tejidos. Por lo tanto, es esencial el restablecimiento precoz del flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno para la supervivencia de los órganos, pero al mismo tiempo, es durante ese periodo de reperfusión cuando se puede producir una amplificación del daño como se demostró en trabajos ya clásicos en fisiología y fisiopatología (4,5). Así, en la asfixia intraparto, con su bradicardia e hipotensión acompañantes, es una situación típica de isquemia que se sigue de una reperfusión cuando se realizan las maniobras de reanimación. La asfixia provoca la disfunción de numerosos órganos e incluso algunas veces puede dar lugar a un daño permanente, particularmente a nivel del sistema nervioso central. Durante la reperfusión de tejidos isquémicos, se generan radicales libres de oxígeno que son responsables en gran medida del daño tisular. Estudios experimentales han revelado que las dos fuentes principales de estas especies reactivas son: 1) la oxidación de hipoxantina a xantina y a ácido úrico por mediación de la xantina oxido-reductasa y 2) la acumulación de leucocitos neutrófilos en los tejidos isquémicos y reperfundidos. El bloqueo de cualquiera de ambos mecanismos producirá un efecto beneficioso, reduciendo el daño durante la reperfusión (6). Nuestra exposición se va a centrar en la repercusión sobre el estrés oxidativo y la generación de radicales libres de oxígeno de la reanimación utilizando diferentes concentraciones de oxígeno (100% o 21%). Desde un punto de vista teórico, la disminución de la fracción inspiratoria de oxígeno, reduciría la concentración de oxígeno a nivel tisular y por ende, disminuiría el sustrato necesario para la generación de radicales superóxido, hidroperóxido e hidroxilo. Estudios en animales de experimentación han demostrado la efectividad de la reanimación con aire ambiental que ha sido capaz de normalizar tanto los parámetros clínicos como bioquímicos con igual o superior efectividad al oxígeno puro (7). En un ensayo inicial (8) y posterior en un estudio prospectivo, multicéntrico controlado llamado Resair 2 (9) pudimos evidenciar que en una amplia serie de recién nacidos asfícticos con peso superior a 1000 gramos, la utilización de aire ambiental no mejoraba la supervivencia frente al uso del oxígeno puro, pero los recién nacidos eran reanimados con la misma eficacia. Es más, la utilización de aire ambiental parecía acortar el tiempo necesario para la recuperación de los neonatos asfixiados como se podía deducir de los valores del test de Apgar, tiempo necesario para el inicio de la primera inspiración espontánea y emisión del primer llanto. En un reciente estudio (10) prospectivo, randomizado y cegado procedimos a reanimar a un grupo de recién nacidos con asfixia moderada (Apgar al minuto 3-4) con oxígeno al 100% y aire ambiental. Se determinaron parámetros clínicos (frecuencia cardíaca, respiratoria, tensión arterial, pulsoximetría, tiempo de inicio del primer llanto, y tiempo de instauración de una respiración espontánea y mantenida) así como marcadores de estrés oxidativo (Cociente glutatión oxidado [GSSG) / glutatión reducido (GSH)] y enzimas antioxidantes [superóxido dismutasa (SOD), catalasa (CAT) y glutatión peroxidasa (GPx)]. Como en el estudio Resair 2 (9), no obtuvimos diferencias significativas en cuanto a la efectividad de la reanimación independientemente de la FiO2 utilizada. Sin embargo, el tiempo necesario para la instauración de un patrón estable de respiración espontánea fue menor en el grupo reanimado con aire ambiental. Es decir, que este grupo precisó un tiempo de reanimación significativamente menor que el grupo reanimado con oxígeno puro. El segundo hallazgo más importante fue la evolución del estrés oxidativo. En las determinaciones realizadas en los primeros minutos posparto, se evidenció un estrés oxidativo reflejado en una disminución de los valores del cociente GSH/GSSG en ambos grupos frente al grupo control (recién nacido normales que no precisaron reanimación). Sin embargo, en estadios posteriores, a las 72 horas de vida y a los 28 dias posparto se evidenció una progresiva normalización del cociente GSH/GSSG en el grupo reanimado con aire ambiental mientras que, los signos de estrés oxidativo persistían en el grupo reanimado con oxígeno puro. En un estudio posterior, hemos podido comprobar como hay una correlación directa entre los valores de paO2 superiores a los valores fisiológicos (Ž 100 mmHg) y la concentración de glutatión oxidado (GSSG) en sangre total (11). Los datos relativos a las paO2 obtenidos durante los primeros minutos de vida ind icaron que en los neonatos reanimados con oxígeno puro se detectaron valores suprafisiológicos de paO2 con relativa frecuencia y con una duración de varios minutos, a pesar de que los valores de saturación de la oxihemoglobina determinados por pulsoximetría estuvieran dentro del rango considerado normal. Es durante este período de hiperoxia cuando se produce un incremento de la concentración de GSSG, al mismo tiempo que de las enzimas antioxidantes SOD, CAT y GPx. Como dato significativo adicional cabría destacar un incremento inicial de la glutatión reductasa (regeneradora del GSH a partir del GSSG), que sin embargo no es capaz de normalizar el estado redox intracelular. De nuestros datos (11) se deduce que, en primer lugar, la utilización del oxígeno en altas concentraciones puede retrasar la instauración de la respiración espontánea, lo que motiva una más prolongada necesidad de ventilación artificial y por ende la insuflación de más cantidad de oxígeno al tejido pulmonar del neonato. No sabemos exactamente cual puede ser el motivo de la más prolongada necesidad de ventilación con presión positiva, aunque especulamos que se puede tratar de una sobresaturación de los quimioreceptores arteriales. Sin embargo, el hecho de tener que ventilar por más tiempo supone una grave agresión al tejido pulmonar del recién nacido asfíctico. En un reciente artículo (12) se ha podido demostrar como la utilización de oxígeno puro en la reanimación de cerdos recién nacidos ocasiona la aparición de cantidades significativamente mayores de radicales libres de oxígeno medidos por quimioluminiscencia en el tejido pulmonar. Es más, estos autores hallaron que la formación de especies reactivas de oxígeno era muy superior en situación de asfixia previa que cuando se administraba oxígeno en grandes cantidades a animales que no habían sido asfixiados previamente (12). Por lo tanto la combinación de asfixia previa con hiperoxigenación posterior es altamente lesiva. En segundo lugar, se nos plantea un hecho de gran trascendencia desde el punto de vista fisiopatológico. La pregunta es si ¿puede la agresión aguda durante la reanimación provocar consecuencias a largo plazo?. Nuestros datos parecen indicar que la alteración del cociente GSH/GSSG indicativo de estrés oxidativo, se prolonga durante varias semanas en aquellos recién nacidos que han sido reanimados con 100% de oxígeno (10). Los mecanismos más importantes de la producción de especies reactivas de oxígeno durante el proceso de isquemia reperfusion incluyen: 1) la producción de radical superóxido por la xantina oxidasa. Nosotros hemos podido comprobar (10,11) cómo se produce un incremento de la superóxido dismutasa (SOD) en esta situación, y cómo el valor de las enzimas antioxidantes permanece elevado en los pacientes reanimados con 100% de oxígeno incluso a las 4 semanas de vida posnatal (11); 2) la disociación metabólica del protoplasma y las mitocondrías por acción de una reducción incompleta del oxígeno; 3) la liberación de hierro que acompaña a la acidosis y 4) la producción de radical superóxido derivado de los leucocitos neutrófilos (13). Nuestra hipótesis y a ella vamos a dedicar las próximas investigaciones es la de demostrar el vínculo existente entre el estrés oxidativo y la inflamación crónica mediada por la activación de moléculas activadoras de señales intracelulares que pueden desencadenar la activación leucocitaria dando lugar a un proceso inflamatorio crónificado o la cascada de las caspasas y por ende muerte celular programada que amplificaría la zona de lesión inicial causada por el daño agudo isquémico (14). BIBLIOGRAFÍA.(1) Saugstad OD. Practical aspects of resuscitating asphyxiated newborn infants. Eur J Ped. 1998; 157 (Suppl 1): S11-S15. (2) Palme-Kilander C. Methods of resuscitation in low-Apgar-score newborn infants: a national survey. Acta Paediatr. 1992; 81: 739-744. (3) World Health Report. Geneva, Switzerland: World Health Organization; 1995. (4) Parks DA, Granger DN. Contributions of ischemia and reperfusion to mucosal lesion formation. Am J Physiol 1986; 250: G749-G753. (5) McCord JM. Oxygen-derived free radicals in postichemic tissue injury. N Engl J Med 1985; 312: 159-163. (6) Fellman V and KO Raivio. Reperfusion injury as the mechanism of brain damage after perinatal asphyxia. Ped Res. 1997; 41: 599-606. (7) Saugstad OD. Resuscitation with room-air or oxygen supplementation. Clin Perinatol 1998; 25: 741-756. (8) Ramji S, Ahuja S, Thirupuram S, Rootwelt T, Rooth G, Saugstad OD. Resuscitation of asphyctic newborn infants with room air or 100% oxygen. Ped Res 1993; 34: 809-812. (9) Saugstad OD, Rootwelt T, Aalen O and the Resair 2 group. Resuscitation of asphyxiated newborn infants with room air or oxygen: an international controlled trial: the Resair 2 study. Pediatrics 1998; 102: e1-7. (10) Vento M, Asensi M, Sastre J, Pallardo JV, García-Sala F, Viña J. Oxidative stress in moderately asphyxiated term neonates resuscitated with room air versus oxygen. Pediatrics (aceptado para ser publicado en abril 2001). (11) Vento M, García-Sala F, Viña J, Asensi M, Sastre J. The use of room-air ventilation enhances the establishment of a sustained spontaneous respiratory pattern after perinatal asphyxia. Ped Res 2000; 47: 438 A. (12) Kondo M, Itoh S, Isobe K, Kondo M, Kunikata T, Imai T , Onishi S Chemiluniscence because of the production of reactive oxygen species in the lung of newborn piglets during resuscitation periods after asphyxiation load. Ped Res 2000; 47: 524527. (13) Arai H, Kogure K. Brain ischemia and active oxygen. "in" Yagi K, Nakano M (eds) Active Oxygen. 1986; Ishiyakussyupan, Tokyo. Pp 259-274. (14) Taylor DL, Edwards AD, Mehmet H Oxigen metabolism, apoptosis and perinatal brain injury. Brain Pathol 1999; 9: 93- 117.