Proposición con punto de acuerdo, por el que se exhorta a la SEP a establecer de manera obligatoria en los programas de estudio la materia de educación musical en todas las escuelas de nivel básico, a cargo del diputado José Manuel Agüero Tovar, del Grupo Parlamentario del PRI El suscrito, José Manuel Agüero Tovar, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional en la LXI Legislatura de la Cámara de Diputados, con fundamento en el artículo 79 del Reglamento de la Cámara de Diputados someto a consideración de esta asamblea los siguientes Antecedentes Desde hace bastante tiempo los científicos están investigando de qué manera afectan la música y la armonía al desarrollo cerebral, especialmente en aquellas personas que estudian música y en las que se evidenciaron mayores interconexiones neuronales que en aquellas personas que son indiferentes a la música o que no estudian ningún instrumento musical. Estudios recientes han comprobado que el ritmo musical, las melodías y la armonía musical estimulan varias áreas particulares del cerebro, lo cual sugiere que la música puede ser utilizada para ayudar en casos de problemas del habla y en varios tipos de problemas intelectuales vinculados a la vez con el cerebro y con los sonidos. El doctor Mark Tramo, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard. “La música es biológicamente una parte de la vida humana tanto como lo artístico en sí mismo es parte de la pasión humana.”, agrego. El doctor Gottfreid Schlaug, del Centro Médico Israelí de la ciudad de Boston, ha reportado que el cerebelo es más grande de lo normal en estudiantes masculinos de música clásica que en hombres que no estudian música. Se han utilizado equipos de resonancia magnética nuclear para comparar los cerebros de 32 instrumentistas clásicos diestros con los de otros 24 hombres también diestros que no tocaban ningún instrumento musical. Él ha encontrado una diferencia de 5 por ciento en el volumen de sus cerebelos. “Encontrar evidencia como esta es muy importante. La estructura del cerebro parece adaptarse y predisponerse a la música. Debe dejarse en claro que los músicos mencionados no han nacido con estas diferencias en comparación con las otras personas comparadas. Una investigadora en neuropsiquiatría del Instituto de Neurología McGill, de Montreal, en Canadá, ha estudiado las respuestas emocionales a la música entre gente que ni estudia ni escucha habitualmente música. Los mapeos cerebrales mostraron que algunas partes definidas del cerebro responden especialmente a la música armónica pero no a los sonidos más brutos, vinculados a los ruidos fuertes e inarmónicos. Cuando, en el estudio mencionado, se pasaba de música placentera y armoniosa a música menos placentera y más ruidosa, las áreas mencionadas dejaban de mostrar actividad para pasar a mostrar actividad en un área específica del cerebro llamada “parahipocampal Gyrus”. Consideraciones Vemos hoy en día como una necesidad esencial la obligatoriedad de la materia de música, no sólo por los antecedentes antes mencionados, sino por los beneficios que de ello se obtendría, entre los más importantes están los siguientes: acelera o retarda las principales funciones orgánicas (ritmo cerebral, circulación, respiración, digestión y metabolismo); incrementa o disminuye el tono y la energía muscular; modifica el sistema inmunitario; altera la actividad neuronal en las zonas del cerebro implicadas en la emoción, e incrementa la resistencia para el trabajo y para las actividades de alto rendimiento, entre otros. Psicológicamente, la música puede despertar, evocar, estimular, robustecer y desarrollar diversas emociones y sentimientos. Es una fuente de placer, y puede provocar catarsis y sublimaciones. También puede traer a la memoria olores y colores, y modificar el estado de ánimo del oyente y su percepción del espacio y del tiempo, suscita el placer estético y mueve a la reflexión; incita y favorece la expresión de uno mismo e induce a la colaboración intergrupal y al entendimiento cultural. Intelectualmente, la música desarrolla la capacidad de atención y favorece la imaginación y la capacidad creadora; estimula la habilidad de concentración y la memoria a corto y largo plazo y desarrolla el sentido del orden y del análisis. Facilita el aprendizaje al mantener en actividad las neuronas cerebrales, y ejercita la inteligencia, ya que favorece el uso de varios razonamientos a la vez al percibir diferenciadamente sus elementos, y sintetizarlos en la captación de un mensaje integrado, lógico y bello. Terapéuticamente hablando, la música se utiliza en el tratamiento de dolencias, hipertensión arterial, ansiedad, depresión, estrés, y alteraciones del sueño, se emplea en la rehabilitación de pacientes psicóticos, niños autistas y adolescentes con trastornos del comportamiento. Se ocupa del mantenimiento, la restauración y el acrecentamiento de la salud, tanto física como mental, mediante técnicas específicas se pueden estimular los neurotransmisores endógenos del cerebro, de tal forma que provoquen reacciones químicas que mejoren, aceleren o favorezcan el aprendizaje, en el individuo. La melodía influye directamente sobre el ámbito de la afectividad, se relaciona con estados subjetivos de placer-displacer, alegría-tristeza. El ritmo, en su condición de elemento dinámico, actúa como un estimulante del estado físico y anímico. Recordemos que estamos en una etapa de competitividad no sólo a nivel nacional sino a nivel internacional para que nuestra juventud obtenga cada vez mejores oportunidades y desarrollo, no sólo en el ámbito personal, sino también en el profesional. La música como parte integral del desarrollo del alumnado posee la capacidad de cambiar nuestros estados de ánimo, puede alegrarnos o calmarnos, dependiendo del ritmo, instrumento u tono que se prefiera, por lo que es considerado como otro medio de expresión, que manifiesta lo que sentimos pero no podemos decir con palabras o imágenes, además de esto como se ha mencionado con anterioridad, se sabe que la música incrementa el aprendizaje, mejora el funcionamiento integral del cerebro y las habilidades de comunicación. Siendo este un beneficio mucho mayor si se adquiere la habilidad de tocar algún instrumento musical como lo son la guitarra, la flauta, el piano u el violín. Los procesos de enseñanza y aprendizaje, que constituyen, en buena medida, la razón de ser de este tipo de prácticas musicales dentro de los procesos educativos tienen lugar en el centro medular de la institución y que están afectados por un conjunto de relaciones mutuas entre ellos. Así, por ejemplo, la efectividad de la labor docente de un profesor no es independiente de la consideración que de él posean sus compañeros y la dirección; la eficiencia del aprendizaje de los alumnos está condicionada por el clima escolar de que goce el centro educativo; ambas circunstancias están afectadas por el liderazgo de la dirección y por la eficacia de la acción directiva y éstos, a su vez, son estimulados por los buenos resultados y por el reconocimiento y apoyo de la comunidad educativa. De ahí la necesidad de situar las acciones de mejora de la calidad en una perspectiva de gestión suficientemente amplia. Dentro de un medio que goce de la enseñanza y aprendizaje del arte musical. Por lo antes expuesto someto al pleno de esta soberanía el siguiente Punto de Acuerdo Único. Se exhorta a la Secretaria de Educación Pública para que dentro de los programas de estudio se establezca, de manera obligatoria, la materia de educación musical en todas las escuelas a nivel básico. Palacio Legislativo de San Lázaro, a 15 de noviembre de 2011. Diputado José Manuel Agüero Tovar (rúbrica)