Agua: Gestión de un recurso escaso y compartido

Anuncio
LA AIF EN ACCIÓN
Agua: Gestión de un recurso escaso y compartido
L
a seguridad del recurso hídrico es fundamental para aliviar la pobreza.
Sin embargo se prevé que el número de personas en zonas con escasez
de agua aumentará de 1.000 millones en 2005 a 3.500 millones en 2025.
Las naciones más pobres del mundo, y en especial las comunidades
de menos recursos que viven en estas, serán los más afectados por su
deficiente gestión.
La Asociación Internacional de Fomento (AIF), el fondo del Banco Mundial
para los países más pobres del mundo, cumple una función excepcional:
su labor abarca diversos sectores, instituciones y países involucrados
en la gestión de los recursos hídricos. El Banco ha demostrado ser un
“intermediario imparcial” al mediar en cuestiones sensibles de alcance
transnacional, unificar políticas en diferentes sectores de la economía y
establecer vínculos entre infraestructura y gestión ambiental, participación
social y desarrollo institucional. Una mayor atención del Banco Mundial
al cambio climático ayudará principalmente a las economías de los países
de la AIF, que dependen en medida apreciable de los sectores vulnerables
a los efectos del clima, tales como la agricultura, la silvicultura y la pesca,
de un suministro confiable de agua y de otros recursos naturales.
En su calidad de tal, y en colaboración con otros donantes, la AIF destina
volúmenes cruciales de financiamiento a naciones que, de otro modo,
tendrían muchas dificultades para realizar inversiones a largo plazo
y de forma ininterrumpida en la gestión de los bienes públicos a fin de
contribuir a la seguridad del agua.
Datos básicos
• Mientras que la población mundial se triplicó durante el siglo XX, el uso del agua
aumentó seis veces.
• Los cultivos de riego dan cuenta de alrededor del 70% del agua usada en todo el mundo
y de más del 90% en algunas regiones donde escasea este recurso.
• Los países de bajo ingreso que reciben financiamiento de la AIF representan cerca del 80% de las naciones que más sufren la falta de acceso a este vital elemento.
• Hay más de 260 ríos en el mundo que atraviesan más de un país, lo que plantea
oportunidades y desafíos excepcionales, sobre todo en África.
• Entre los ejercicios de 2000 y 2009, el financiamiento total de la AIF destinado a la gestión de recursos hídricos ascendió a aproximadamente US$1.300 millones,
distribuidos en 107 proyectos.
Los proyectos de gestión de los recursos hídricos suelen tener un profundo impacto. Según datos
extraídos de operaciones de financiamiento recientes, ese tipo de apoyo ha incrementado los ingresos
agrícolas, disminuido las pérdidas provocadas por inundaciones, contribuido a la cooperación regional,
reducido la acumulación de sedimentos y mitigado las enfermedades transmitidas por el agua. Varios
países que reciben financiamiento de la AIF están realizando progresos considerables en la gestión de
este elemento, ya que han establecido la base necesaria de políticas y capacidades. Para consolidar
y ampliar esos logros, así como profundizar sus efectos en el alivio de la pobreza y el desarrollo
sostenible, hará falta un apoyo constante y flexible.
nnn
CONTEXTO SECTORIAL
El agua: Un vínculo que nos une
Mientras que la población mundial se triplicó en
el último siglo, el uso del agua aumentó seis
veces. Los cultivos de riego dan cuenta de
alrededor del 70% del agua usada en todo el
mundo y de más del 90% en algunas regiones
donde escasea este recurso. Asimismo, los
países de ingreso bajo prestatarios de la AIF
constituyen alrededor del 80% de las naciones
en que se registran los mayores niveles de falta
de agua (véase el mapa).
Estudios analíticos demostraron la existencia
de vínculos entre el abastecimiento de agua
y casi todos los tipos de actividad económica,
El índice de pobreza del agua muestra el grado de incidencia que tiene la escasez de agua
en las poblaciones humanas.
Índice de pobreza del agua (WPI, por sus siglas en inglés)
Esta información es el resultado del trabajo en programas y no debe tomarse como definitiva
Pobreza del agua
(A menor calificación, mayor es el problema)
Sin
información
Grave (WPI 35-47,9)
Alta (WPI 48-55,9)
Media (WPI 56-61,9)
Media baja (WPI 62-67,9)
Légende des composantes de l’IPE : R – Ressources, A – Accès, C – Capacité, U – Utilisation, E – Environnement
2
Baja (WPI 68-78)
incluidos los sectores agrícola, manufacturero,
energético y de transporte, y asimismo las
condiciones para hacer negocios.
Según las proyecciones, el cambio climático
alterará el volumen, la intensidad y la
frecuencia de las precipitaciones, lo que
afectará directamente la magnitud y el
régimen de las escorrentías, las inundaciones
y las sequías. En el caso de las regiones que
ya son altamente vulnerables a la variabilidad
del clima, los impactos potenciales en todos
los sectores que dependen del agua (desde el
suministro domiciliario de agua y la agricultura
hasta la salud y el medio ambiente) podrían
causar estragos en las economías y los medios
de subsistencia.
Principales tendencias
Para muchos países, la gestión de los recursos
hídricos es una esfera compleja y relativamente
nueva. Requiere que se tomen medidas en los
planos jurídico, institucional y de políticas,
mientras se abordan los impactos directos a
nivel de comunidades. Además, dicha gestión
se ve complicada por los efectos y la influencia
de otros sectores, como la contaminación
industrial, la intensificación de la explotación agrícola y la generación de energía
hidroeléctrica. Algunas de las principales
tendencias y prioridades relacionadas con
el manejo de los recursos hídricos son
las siguientes:
Las tensiones relativas a la distribución y los
derechos de agua están aumentando en el plano
local, nacional y regional.
• Comprender mejor los vínculos que existen
El cambio climático plantea riesgos para las
inversiones del Banco Mundial en este sector.
La institución revisó su cartera para
comprender su nivel de exposición al fenómeno
climático. Desde los ejercicios de 2006 a 2008,
las inversiones comprendían 191 proyectos
en 83 países con un compromiso total de
US$8.800 millones, así como 220 proyectos en
tramitación para los ejercicios de 2009−2010
por compromisos de contribución previstos de
US$11.300 millones. Según las proyecciones,
alrededor de la mitad de la cartera del
Banco en este ámbito enfrentaría riesgos
medianos o altos de exposición a los impactos
del cambio climático en el año 2030.
•
La revisión también ilustra que el Banco Mundial
ya está respondiendo a este desafío. De los
191 proyectos aprobados durante los ejercicios
de 2006−08, el 35% consideraba estrategias
para reducir los efectos del cambio y/o la
variabilidad del clima, inclusive medidas de
adaptación y/o mitigación. Sin embargo, sólo
el 20% de la cartera activa de proyectos aborda
estos fenómenos.
•
•
•
•
•
•
•
entre los distintos sectores económicos
de los países en materia de abastecimiento
de agua.
Fortalecer las instituciones a fin de lograr una
gestión eficaz de las cuencas hidrográficas y
a nivel local.
Crear y poner en marcha mecanismos
novedosos para compartir los beneficios
económicos, sociales y ambientales del agua.
Gestionar los recursos hídricos allende las
fronteras nacionales.
Contribuir al desarrollo de una infraestructura
hídrica ecológicamente sostenible para su
almacenamiento y otros usos.
Identificar y ejecutar medidas para usar este
elemento de manera más eficiente.
Hacer frente a los desafíos relacionados
con la gestión de los recursos hídricos
derivados de la rápida urbanización y los
cambios en los patrones del uso del agua a
medida que aumenta la tensión entre el uso
urbano y el rural.
Mitigar la contaminación de los recursos
hídricos para proteger el medio ambiente y
facilitar la reutilización del agua.
Acelerar esfuerzos para examinar y desarrollar
la energía hidroeléctrica como fuente de
energía renovable inocua para el clima.
3
• Elaborar una serie de opciones de adaptación
y mitigación para enfrentar la variabilidad
hidrológica y el cambio climático en la
gestión de los recursos hídricos.
Para conseguir el capital intelectual y
financiero destinado a mejorar la seguridad
del agua, se necesita el apoyo conjunto a
largo plazo de numerosos participantes, entre
ellos instituciones financieras internacionales,
organismos bilaterales de ayuda y asociaciones
no gubernamentales y de la sociedad civil.
Desafíos
La gestión de los recursos hídricos abarca
distintos sectores, aptitudes, instituciones y,
algunas veces, países. El agua permite múltiples usos y puede ser un bien público o privado
dependiendo de su destino. Ello contribuye a la
posibilidad de que surjan disputas en torno a su
propiedad y administración. Las iniciativas relacionadas con la gestión de los recursos hídricos
por lo general carecen de un flujo constante
de ingresos, lo que profundiza las dificultades
de las finanzas públicas que ya soportan una
excesiva carga impositiva. Debido a que afectan
diversas zonas y sectores sociales y económicos,
muchas reformas e iniciativas vinculadas con
la gestión del agua requieren un alto nivel
de coordinación. Por lo tanto, se necesita la
colaboración de los actores comunitarios, nacionales e internacionales y también de sectores
tan diversos como el agrícola y el hidroeléctrico. Asimismo, la variedad de instrumentos
necesarios para abordar cuestiones relativas
a los recursos hídricos comprenden desde
estudios analíticos hasta procesos participativos
e inversiones en obras estructurales y civiles.
No es de extrañar entonces que se requiera un
compromiso a largo plazo en este sector.
Contribuciones de la AIF
La labor desempeñada por la AIF en este sector
se rige por la estrategia sectorial en materia de
recursos hídricos de 2003.
4
Allí se destaca la necesidad de abordar
las cuestiones relativas a la gestión y
al desarrollo, y emprender al mismo
tiempo reformas institucionales y
mejoras en materia de infraestructura.
A fin de integrar mejor la gestión de los recursos
hídricos en los planes de desarrollo y programas
nacionales, se recomienda que las estrategias
de asistencia a los países en materia de recursos
hídricos se formulen en consulta con los gobiernos
de los países clientes. Hasta la fecha, se han
elaborado 18 planes de ese tipo para países que
reciben financiamiento de la AIF.
El financiamiento total de la Asociación
para la gestión de recursos hídricos sumó
US$1.300 millones en 107 proyectos durante
los ejercicios de 2000−09. Los recursos para
esta área llegaron a un monto inédito de
US$334 millones en el ejercicio de 2008. Pero
en el siguiente año, sólo fueron US$145 millones,
menos de la mitad del período anterior.
Durante el ejercicio de 2009, todos los fondos
comprometidos se repartieron en tres regiones
—Asia meridional (35%), África (33%) y Oriente
Medio y Norte de África (32%)— y se concentraron en el sector rural (58%) y de abastecimiento de agua (32%).
Debido a la naturaleza de la gestión de los
recursos hídricos, no se dispone de mediciones
del impacto total. No obstante, los resultados
obtenidos en el terreno en relación con las
actividades de la AIF pueden dividirse en seis
áreas cruciales.
Marco jurídico y de políticas
En la mayoría de los países, sobre todo en los
prestatarios de la AIF que luchan contra la falta
de capacidad y desarrollo institucional, el Banco
presta considerable atención a los componentes
básicos de la gestión de los recursos hídricos,
es decir, el desarrollo de marcos jurídicos y
de políticas. En efecto, un elevado porcentaje
de los proyectos de este tipo que reciben
financiamiento de la AIF incluyen componentes
institucionales o de políticas. En Tanzanía, por
ejemplo, el financiamiento de la AIF respaldó la
formulación de la política nacional de recursos
hídricos, que fue adoptada por el Gabinete en
2002 y constituyó posteriormente la base de la
estrategia nacional de desarrollo de ese sector.
Debido a lo anterior, el agua y la gestión de
los recursos hídricos actualmente ocupan un
lugar privilegiado entre las prioridades de la
visión nacional de desarrollo. Análogamente,
el financiamiento de la AIF ha respaldado la
formulación de leyes en materia de recursos
hídricos en Yemen y Senegal. En ambos casos,
la reforma de las políticas estuvo acompañada
de medidas sectoriales específicas.
Las instituciones y el fortalecimiento
de la capacidad
En la gestión de los recursos hídricos participan
instituciones del ámbito local, nacional, internacional y de las cuencas hidrográficas.
En Yemen, la ley del agua condujo a la creación
del Ministerio de Agua y Medio Ambiente para
consolidar la gestión pública y apoyar un
sistema integrado para la gestión de los recursos
hídricos. Esta plataforma dio lugar a la Comisión
de la cuenca de Sana, que demostró capacidad
para adoptar decisiones sustanciales desde
una perspectiva multisectorial. El proyecto de
ordenación de la cuenca de Sana (2003−09) fue
la primera iniciativa en Yemen destinada a
abordar la crisis provocada por el agotamiento
de las aguas subterráneas.
En el ámbito local, el financiamiento de la
AIF permitió aumentar la participación de
los interesados locales en la gestión del agua
con la creación de asociaciones de usuarios
de este recurso. En dicho país, se establecieron
34 asociaciones de usuarios de agua para regadío
en un período de tres años en la cuenca de
Sana, junto con 15 grupos de usuarios de agua
para recarga.
En China, los proyectos de la cuenca de Tarim
(1991−97 y 1998−2004) dieron lugar al primer
sistema integrado de gestión de cuencas
hidrográficas en pleno funcionamiento del país.
En India, los nuevos métodos de planificación
participativa de las microcuencas hidrográficas han dado lugar a planes muy integrados,
preparados por las comunidades con un
mayor grado de compromiso e identificación.
En el marco de un proyecto financiado con
US$100,4 millones de la AIF, entre 2001 y 2007
se crearon 4.300 grupos de agricultores
divididos por área y 738 usuarios de microcuencas para respaldar la ejecución de proyectos
y operaciones a más largo plazo. Según
evaluaciones recientes, más del 70% de estos
grupos funciona eficazmente, lo que permite
la participación de todas las comunidades en
el desarrollo de las cuencas hidrográficas.
Se otorga poco reconocimiento o importancia
a la función vital que cumplen las aguas
subterráneas en el ciclo mundial del agua
y tampoco a los enormes beneficios que se
obtienen de la gestión adecuada de tales
aguas como parte de la gestión de este recurso
en términos generales. El Banco Mundial
está abordando, en el plano internacional,
la necesidad de contar con una estrategia
para promover la buena gestión de las aguas
subterráneas y formar una coalición amplia
orientada al cambio. Mediante esta iniciativa
se promoverán enfoques alternativos para su
actual uso. La buena gestión de este recurso
es una alta prioridad en muchos países de la
AIF y fue destacada como una tarea mundial
emergente en el Cuarto Foro Mundial del Agua,
celebrado en México en 2006. Este tema fue
abordado a través de un proceso consultivo
en el Quinto Foro Mundial del Agua, realizado
en Turquía en 2009.
Gestión transfronteriza de los ríos
Hay más de 260 ríos en el mundo que atraviesan
varios países, lo que plantea oportunidades y
desafíos excepcionales, sobre todo en África.
5
El financiamiento de la AIF generó beneficios
para los sectores energético, ambiental y
agrícola de Senegal, Malí y Mauritania gracias
a las inversiones en infraestructura, equipamiento e instituciones de gestión transfronteriza en la cuenca del río Senegal.
En Mozambique se estableció una Oficina
Internacional de Ríos dentro del Departamento
de Recursos Hídricos, con lo que se logró mejorar
la capacidad técnica para evaluar ese tipo de
recursos y los planes relativos a las cuencas
hidrográficas, y consolidar la capacidad técnica
para entablar diálogos con otros países sobre
derechos ribereños y cuestiones relacionadas
con la gestión de tales cuencas. La gestión de
los recursos hídricos se perfila cada vez más
como un medio para afianzar la paz y estabilidad
regionales, así como de la gestión y asignación
más eficaz de los recursos hídricos.
Energía hidroeléctrica
La energía hidroeléctrica hace un aporte muy
importante al crecimiento de las fuentes
renovables. Su aumento de capacidad supera
por lejos a las fuentes eólicas, biológicas,
geotermales y solares. Gran parte de este
incremento se ha producido en economías
desarrolladas y emergentes. En el ejercicio
de 2009, la AIF aportó fondos adicionales para
componentes de rehabilitación de la energía
hidroeléctrica en el marco del Proyecto de
Financiamiento Complementario de Pamir en
Tayikistán y para la electrificación de aldeas
a través de microsistemas de hidroelectricidad
en el Proyecto de Desarrollo de Energía de
Nepal. La Asociación también continúa
respaldando el financiamiento para proyectos
de rehabilitación de energía hidroeléctrica
en África como parte del Proyecto de Gestión
Sostenible de los Ecosistemas y Desarrollo
de los Recursos Hídricos en Níger y el Proyecto
de Energía Renovable de Armenia.
6
Agricultura
En muchos países de ingreso bajo, la mayoría
de las personas se dedica a la agricultura. Por
lo tanto, es un sector crucial para lograr metas
en materia de reducción de la pobreza mundial.
Los recursos de la AIF destinados al sector
aumentaron sostenidamente durante los últimos
años. Sin embargo, la proporción de los fondos
de la institución dedicados a la agricultura
se mantuvo inalterada en alrededor del 9%
en el período de los ejercicios de 2004−08,
antes de dispararse al 16%, o US$2.200 millones,
en el ejercicio de 2009. La mayor porción de
recursos para el sector agrícola se destinó a
África al sur del Sahara, seguido en segundo
lugar de África meridional. El riego y el drenaje
figuran a la par con la agricultura general
como los principales subsectores dentro
de los compromisos anuales de la AIF con
la agricultura.
Debido a una serie de factores, los precios
mundiales de los alimentos aumentaron a más
del doble entre 2006 y mediados de 2008. A fines
de ese mismo año, disminuyeron entre 30% y 40%,
pero luego sufrieron nuevas alzas hasta junio de
2009. El fuerte encarecimiento de comienzos de
2008 generó un aumento abrupto en los costos
de los alimentos básicos en muchos países en
desarrollo y dio pie a disturbios civiles en casi
40 naciones en 2008. Al mismo tiempo, el precio
de los insumos agrícolas, como el combustible y
los fertilizantes, se triplicó y mermó fuertemente
la rentabilidad de los pequeños agricultores.
Se estima que de no mediar una adecuada
respuesta colectiva, el aumento de los precios
mundiales de los alimentos podría condenar
a otros 100 millones de personas de países
de ingreso a caer por debajo de la línea
de pobreza.
El Informe sobre el desarrollo mundial 2008:
Agricultura para el desarrollo generó un amplio
y renovado consenso sobre la importancia de
este sector para el desarrollo. El documento
insta a los donantes a aumentar las inversiones
y el apoyo al sector, así como a forjar nuevas
alianzas mundiales. Además, pide un enfoque
más estratégico y mejoras para estimular
el desarrollo y el funcionamiento de los
mercados. En 2008, en respuesta al aumento
en el precio de los alimentos, los asociados
adoptaron un rumbo estratégico y concertado
bajo la coordinación del Secretario General
de las Naciones Unidas. En mayo de 2008, el
Banco Mundial dio inicio a su Programa para
hacer frente a la crisis mundial de alimentos.
Con el respaldo de otros donantes, el fondo de
financiamiento rápido por US$1.200 millones
ayudó a acelerar la asistencia para los países
que más lo necesitan, la mayoría de los cuales
reciben financiamiento de la AIF. Debido a la alta
demanda generada, en abril de 2009 el Directorio
del Banco aumentó el tope del programa a
US$2.000 millones. La Asociación también prestó
su apoyo a intervenciones de productividad
agrícola a través de dicho mecanismo. En
Nepal, por ejemplo, se respaldan pequeños
programas de riego a través de donaciones
comunitarias, junto con la distribución de
semillas y fertilizantes. Para poner en práctica
las propuestas contenidas en el citado informe
de 2008 y expandir considerablemente el apoyo
a la agricultura, el Banco Mundial prepara en
la actualidad un Plan de acción para los
ejercicios de 2010−12. Una de las prioridades
estratégicas que se consideran es la necesidad
de aumentar la productividad agrícola a través
de una mejor gestión del agua en zonas de riego
y de secano.
Ya existen diversas operaciones exitosas
financiadas por la AIF que están vinculadas a
la gestión del agua y el sector agrícola. Algunas
de ellas también han generado importantes
beneficios ambientales. A continuación se
presenta una breve reseña de tres proyectos
ya finalizados.
Los Proyectos de Riego Agrícola en la República Kirguisa (2000−2013) buscaron mejorar la
productividad de los cultivos y con ese objetivo
se distribuyó el agua de manera confiable
y sostenida en antiguas fincas estatales y
colectivas en siete regiones administrativas.
Una de las actividades centrales incluyó el
fortalecimiento de los servicios para unas
450 asociaciones de usuarios del agua, incluyendo
capacitación y apoyo. El proyecto también se
centró en rehabilitar la infraestructura agrícola
administrada por organizaciones de usuarios
que habían cumplido ciertos hitos y en mejorar
su funcionamiento y mantenimiento. Se lograron
avances considerables en crear y desarrollar
organizaciones de usuarios de agua. Las unidades
de apoyo específicas se ganaron el respeto y la
confianza de los consumidores y desempeñaron
una función clave en la creación y eficacia
de sus asociaciones. Más de 50.000 personas
recibieron capacitación y se inscribieron
formalmente unas 450 organizaciones con
166.000 miembros para administrar zonas
de riego por un total de 710.000 hectáreas
o alrededor del 70% de las tierras de riego
del país.
Además, se recuperó la infraestructura
de 121.000 hectáreas administradas por
63 asociaciones de usuarios de agua. Actualmente, los agricultores del 80% de los
sistemas recuperados reciben casi el total
de su demanda de riego. Las tarifas por el
servicio de riego se han duplicado en promedio
y las tasas de recaudación de parte de las
asociaciones de usuarios se acercan casi al
100% del total correspondiente. Un proyecto
de seguimiento se enfoca hoy en día en
continuar prestando asistencia a estas instituciones y también en trabajos adicionales
de recuperación.
El Proyecto de Ordenación de las Cuencas
Hidrográficas y Mejora del Riego de las Pequeñas
Explotaciones en Tanzanía (1996−2004) abordó
algunas cuestiones ambientales de alcance
nacional relacionadas con los recursos hídricos,
con especial atención a problemas concretos
en las dos mayores cuencas. En él se prestó
apoyo al mejoramiento del acceso al agua
7
y su utilización por pequeños propietarios
de ingreso bajo en 15 sistemas de riego
mejorando la gestión de los recursos hídricos y
la calidad de la infraestructura y aumentando
la participación de las partes interesadas.
Un total de 1.500 agricultores recibieron
capacitación en gestión de planes de riego,
técnicas de producción agrícola, agroindustria
y gestión financiera y liderazgo. A través de
una combinación de actividades, que incluyen
políticas sobre derechos y tarifas por el agua,
el rendimiento de los cultivos aumentó a más
del doble en más de 5.000 hogares, mientras
que los ingresos agrícolas se triplicaron.
El Segundo Proyecto de Rehabilitación de la
Meseta de Loess (1999−2005) en China, respaldó
uno de los mayores programas mundiales
de control de la erosión en esa fuertemente
degradada meseta. Su objetivo fue reconvertir
esa zona pobre de China en una superficie de
producción agrícola sostenible. El proyecto
aumentó considerablemente la productividad
agrícola, mejoró y diversificó los ingresos de las
explotaciones, limpió el medio ambiente y creó
las condiciones para la conservación sostenible,
tanto del agua como del tejido social. Durante
el desarrollo del proyecto, el ingreso anual per
cápita de las familias beneficiarias –alrededor
de 1,9 millones de personas– aumentó a más
del doble. En tanto, la producción per cápita
de cereales aumentó en 78% y la cubierta
vegetal en la zona de influencia, del 17,3% al
33,5%. La prohibición de realizar actividades
de pastoreo adoptada en el marco del proyecto
y ejecutada en la mayor parte de la Meseta de
Loess cambió drásticamente el paisaje de
una vasta región de China. El aumento de los
ingresos y las perspectivas de contar con
una base sostenible de recursos naturales
permitieron a los agricultores invertir en una
amplia gama de empresas y programas sociales
que han beneficiado a toda la comunidad.
Beneficios ambientales y sociales
En la cuenca de Senegal, las actividades
experimentales indican que iniciativas como
8
mejorar el saneamiento y la distribución de
medicamentos y mosquiteros podrían reducir
directamente en un 40% la mortalidad infantil
debido a la diarrea y en un 50% debido a la
esquistosomiasis y otros parásitos intestinales.
Estas iniciativas piloto sentaron las bases
de una estrategia destinada a reducir las
enfermedades transmitidas por el agua en
las cuencas hidrográficas. Actualmente, dicha
estrategia se está ejecutando como parte del
proyecto de gestión de los recursos hídricos
con objetivos múltiples respaldado con
financiamiento de la AIF.
En Pakistán, la mejora de los cursos de agua
ha dado lugar a un ahorro de aproximadamente
85.000 acres por pie y a la reducción del
anegamiento y el peligro de inundaciones en
numerosas aldeas. En otros proyectos de la AIF,
el uso más eficiente del agua permitió destinar
parte de este recurso a la regeneración de
activos ambientales río abajo.
Los proyectos de protección contra las
inundaciones respaldados con financiamiento
de la AIF correspondientes a Uganda, la
República Kirguisa y Bangladesh reforzaron
la protección de las poblaciones, la infraestructura y los bienes. Mediante el Proyecto
de Gestión Ambiental del Lago Victoria
se redujo el volumen de jacintos de agua
a niveles aceptables y se descubrieron
especies de peces, que se creían extintas,
en los lagos satélite.
Intervenciones intersectoriales
Los proyectos de gestión de los recursos
hídricos suelen abarcar más de un sector
y combinar iniciativas de inversión que
entrañan tanto el desarrollo institucional
como el fortalecimiento de la capacidad.
Los conocimientos especializados abarcan
desde estudios analíticos hasta administración
pública, marcos jurídicos, participación de la
población y salvaguardias ambientales.
Variación del régimen de
precipitaciones en torno a la media
Crecimiento del PIB
Año
Cambio porcentual en el crecimiento del PIB
Variación porcentual del régimen
de precipitaciones en torno a la media
Etiopía: Índice de lluvias y crecimiento del PIB
Fuente: Banco Mundial, 2006.
La AIF puede integrar diversos instrumentos de
gestión de los recursos hídricos en programas
coherentes y coordinados. Los estudios analíticos han mejorado la comprensión de los
países acerca de la importancia del agua en el
desarrollo y el alivio de la pobreza y han creado
un nuevo paradigma de gestión e inversiones.
Por ejemplo, las investigaciones realizadas en
el marco de la estrategia de asistencia relativa
a los recursos hídricos de Etiopía (2006) dieron
lugar a la elaboración de modelos aplicables
a toda la economía de ese país. Según esos
modelos, las proyecciones de las tasas de crecimiento del producto interno bruto (PIB) medio
anual pueden disminuir considerablemente si
se tiene en cuenta la variabilidad de las precipitaciones. La correlación entre las precipitaciones y el PIB total se ilustra en el gráfico más
abajo. La comparación destaca la importancia
de considerar la variabilidad en el flujo del agua,
ya sea proveniente de precipitaciones, ríos o
incluso el movimiento de las napas subterráneas,
a la hora de evaluar el desempeño económico.
Asociaciones mundiales y regionales
El Banco también convoca a asociados para
promover ideas innovadoras respecto de la
gestión integrada de los recursos hídricos.
Dado el amplio alcance de las necesidades e
iniciativas relacionadas con la gestión del agua,
este tipo de colaboración ha revestido gran
importancia.
• Este fondo se transformó en el nuevo
Programa de Asociación para el Agua de
múltiples donantes, con la participación
adicional de Dinamarca y el Reino Unido.
La iniciativa se centra tanto en la gestión
de los recursos hídricos como en servicios de
agua y saneamiento. Contempla recursos por
US$20 millones y se ejecutará durante los
ejercicios de 2009−2010.
• El Banco Mundial es uno de los tres
organismos de ejecución de otra importante
alianza, el Fondo para el Medio Ambiente
Mundial (FMAM). Este fondo multimillonario,
constituido por varios donantes, aborda
9
peligros cruciales para el medio ambiente
mundial, incluida la degradación de las
aguas internacionales y los contaminantes
orgánicos persistentes.
En 1997, el Banco fue invitado a coordinar el
apoyo internacional en torno a la cuenca del
Nilo y, desde 1999, ha venido promoviendo
el diálogo y respaldando acciones conjuntas,
con especial énfasis en la manera de pensar y
de sentir respecto del uso compartido de las
aguas de dicho río. Actualmente, coordina la
participación en la Iniciativa de la cuenca del
Nilo de 17 asociados multilaterales y bilaterales
en la tarea del desarrollo. Dicha iniciativa,
que abarca a nueve países africanos, ha ayudado
a poner de manifiesto los beneficios comunes
de la gestión de una cuenca hidrográfica
mediante estudios analíticos, comunicaciones
y diálogo con los países.
Perspectivas
Los proyectos de la AIF que se encuentran en
preparación sugieren una marcada tendencia
ascendente en el financiamiento para la gestión
de los recursos hídricos en el futuro inmediato
a medida que la estrategia del Banco sobre
recursos hídricos, la estrategia de asistencia
a los países en materia de recursos hídricos
y el compromiso renovado de la AIF con la
infraestructura se traducen en programas para
los países.
Los países pobres siguen necesitando
gran cantidad de donaciones y
créditos sin intereses para financiar
actividades de gestión de los recursos
hídricos, incluidos estudios analíticos,
institucionales y sobre políticas.
La gestión de los recursos hídricos se perfila
como un desafío básico del desarrollo. Se han
dado importantes primeros pasos, que están
conduciendo a ampliar los proyectos y profundizar su impacto. En Tanzanía y Senegal,
10
la labor inicial en temas de legislación
y fortalecimiento de la capacidad, apoyados
por la AIF, ha dado lugar a estructuras de
gestión de cuencas hidrográficas más amplias
y a la consideración de inversiones significativas en la infraestructura del sector de
energía hidroeléctrica y la regulación de los
recursos hídricos.
En los países que reciben financiamiento de
la AIF, el desafío de alcanzar la seguridad
del agua durará décadas. Requerirá apoyo
constante para fortalecer las instituciones,
la capacidad, los programas de gestión y
la infraestructura. Los siguientes desafíos
específicos son, entre otros:
• Crear una plataforma de infraestructura
adecuada para el abastecimiento de agua,
de manera que el crecimiento dependa
menos de la disponibilidad de agua.
• Velar porque los beneficios de la gestión
de los recursos hídricos se distribuyan en
forma equitativa entre las poblaciones
locales e indígenas, urbanas y rurales.
• Crear mecanismos y coaliciones transfronterizos para la gestión y el aprovechamiento
de los ríos regionales.
• Aumentar el papel que le cabe a la energía
hidroeléctrica como fuente de energía inocua
para el clima.
• Incluir la gestión de las aguas subterráneas,
como parte de gestión de los recursos hídricos,
en la agenda mundial.
• Abordar el cambio y la variabilidad climáticos
de modo práctico, incluidos la mitigación,
la adaptación y el diseño “inteligente” de
programas, instituciones e infraestructura.
Hasta la fecha, el apoyo ha sido moderado,
pero catalizador. El respaldo ininterrumpido
de la AIF será decisivo para asegurar esos logros
e incrementar los beneficios para el alivio de
la pobreza y el desarrollo sostenible.
Julio de 2009
http://www.bancomundial.org/aif
Descargar