Repensando el rol del preceptor – Problemas practicas y desafios

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Repensando el rol del Preceptor. Problemas, prácticas y desafíos1
“El preceptor en la educación secundaria obligatoria”
Mayo de 2012
1
Trabajo desarrollado por Fundación Cimientos para el CEPP. Este documento ofrece una síntesis de
contenidos a desarrollar en la capacitación para preceptores y coordinadores pedagógicos durante los
meses de junio/octubre de 2012.
ÍNDICE
1. Cambios y desafíos en la escuela secundaria, cambios en el rol del
preceptor ....................................................................................................................... 3
1.1.
El crecimiento de la escuela secundaria .......................................................... 3
1.2.
El preceptor como parte del proyecto escolar.................................................. 5
2. Orientaciones para el acompañamiento de las trayectorias escolares de los
jóvenes. ......................................................................................................................... 7
2.1.
¿Por qué acompañar?...................................................................................... 8
2.2. ¿Como identificar situaciones que podrían poner en riesgo la escolaridad de
los alumnos? ............................................................................................................... 9
2.3. ¿Qué espacios e instrumentos puede aprovechar el preceptor para identificar
situaciones de riesgo escolar?.................................................................................. 10
2.4.
Pasos para la orientación de los alumnos...................................................... 11
2.4.1. Construir el vínculo con los adolescentes............................................... 12
2.4.2. Relevar información sobre la situación de los adolescentes .................. 12
2.4.3. Identificar principales demandas y necesidades..................................... 14
2.4.4. Planificar las intervenciones.................................................................... 14
2.5. Estrategias para acompañar .......................................................................... 15
A.
Espacios grupales de trabajo con los jóvenes............................................ 15
B.
La entrevista individual ............................................................................... 16
2.6. ¿Qué contenidos se pueden trabajar con los alumnos? ................................ 17
2.7.
3.
¿Cómo involucrar en el trabajo del preceptor a las familias? ........................ 20
CASOS – Algunas situaciones que pueden presentarse................................ 21
CASO Nº 1: “LOS CAMBIOS CUESTAN” .............................................................. 21
CASO Nº 2: “MEJOR EN EQUIPO” ........................................................................ 23
CASO Nº 3: “¿Y SI LO HACEMOS EN GRUPO?” ................................................. 25
CASO Nº 4: “A RENDIR LAS PREVIAS”................................................................ 27
4.
En síntesis ........................................................................................................... 30
5.
Bibliografía citada............................................................................................... 31
2
1. Cambios y desafíos en la escuela secundaria, cambios en el rol del
preceptor
La reforma de la escuela secundaria es uno de los principales desafíos de la
educación en Argentina. Orientado desde su matriz conceptual hacia la universidad el
modelo de escuela secundaria fue a lo largo del siglo XX objeto de múltiples
adaptaciones que no lograron modificar sus características estructurales. La Escuela
Secundaria que conocemos es heredera del modelo de los “liceos franceses”, una
propuesta pensada para los sectores medios y altos que iban a acceder a estudios
universitarios con posterioridad. En tal sentido, no se pensaba que los alumnos
deberían comprender los ejes conceptuales fundamentales de la física en dos horas
semanales, sino que esa aproximación les permitiría seleccionar en el futuro, si la
carrera universitaria que querían continuar era ingeniería, o bioquímica o alguna
vinculada a dicha disciplina.
En tal sentido, decimos que la escuela secundaria estaba pensada con un sentido
propedéutico, es decir, pensando en garantizar un objetivo hacia otro nivel y no un
sentido en sí misma: formar jóvenes para integrarse al mercado de trabajo, garantizar
competencias para seguir aprendiendo, etcétera.
1.1. El crecimiento de la escuela secundaria
El incremento de la matrícula en la educación básica de las últimas tres décadas del
siglo XX se tradujo en el ingreso de nuevos sectores sociales a la escuela secundaria,
provocando no solo un crecimiento cuantitativo de la matrícula del nivel sino también
una transformación cualitativa a partir del incremento de la heterogeneidad y
diversidad del alumnado. Esto ha dado lugar a un conjunto de problemas irresueltos
que merecen creciente atención.
En el transcurso de las últimas décadas la escuela secundaria perdió parte del sentido
que movilizaba a sus actores en un contexto de creciente masividad y diversificación
en el perfil del alumnado. Desde la vuelta a la democracia, la matrícula del nivel creció
significativamente al punto de triplicar los alumnos que existían en el año 1983.
Pero como dijimos anteriormente, las escuelas del nivel secundario fueron pensadas
como parte de un nivel preparatorio para estudios superiores destinado solo a algunos
sectores sociales, los que pretendían acceder a estudios universitarios. En tal sentido,
el modelo pedagógico que se había estructurado en otro contexto y con otros
objetivos, empezó a mostrar los síntomas de su desajuste con la nueva realidad y las
nuevas poblaciones a las que tenía que atender. Algunos de esos síntomas eran:
•
Un currículum fragmentado en múltiples espacios curriculares, cuyo objetivo se
centraba en realizar un primer acercamiento a las diferentes áreas del
conocimiento, con el objeto de definir el tipo de estudios superiores que cada
alumno pretendería realizar en el futuro.
•
Un modelo de organización del trabajo docente cercano al de las
universidades, organizado por horas cátedra, cuya identidad es la materia que
dictan, no la escuela ni los cursos que atienden.
•
Un modelo de organización institucional articulado pedagógicamente por
departamentos reunidos por disciplinas afines, y una coordinación
administrativo-organizacional gestionada por el rector.
3
•
Un modelo de evaluación y promoción cercano al de la organización
universitaria, en el que cada materia se evalúa en forma independiente, -y es
preciso aprobarlas casi todas para promover y graduarse-.
Algunas de estas características que se mantienen, sostienen un modelo de escuela
pensada para otros alumnos y ese contrato original aparece en el imaginario de
algunos docentes que muestran dificultades para trabajar con sus alumnos, en la
realidad actual. Un trabajo reciente (López, 2010) señala la existencia de una “brecha
valorativa” derivada de, en muchos casos, del prejuicio o la valoración negativa que los
docentes hacen de sus alumnos. En trabajo de campo de la investigación a la que
refiere “fue habitual encontrar docentes que en las entrevistas marcaran como
dificultad para la enseñanza aspectos de los alumnos tales como su apariencia, sus
costumbres o consumos culturales, aspectos de la vida privada de su familia, u otros
atributos cuya sola mención ponía en evidencia valoraciones negativas o
discriminatorias de los docentes hacia sus alumnos. Estos hallazgos se agudizaban
cuando los alumnos provenían de grupos sociales cuya presencia es nueva en las
aulas, como los indígenas, pobres, marginales, especialmente cuando se trata de
docentes del nivel medio, quienes suelen mostrar una gran dificultad para interactuar y
crear un clima de diálogo con los adolescentes de hoy”. (López, 2010, 8)
Los altos índices de fracaso y abandono escolar, dan cuenta de las dificultades
del modelo de escuela secundaria tradicional para responder de manera
apropiada a los cambios producidos en las últimas décadas. Las espasmódicas e
inconclusas reformas de las últimas décadas no permitieron que sedimentaran formas
alternativas de resolución de los problemas que las escuelas secundarias enfrentan en
los nuevos escenarios económicos, sociales y culturales.
El currículum fragmentado en múltiples espacios curriculares condiciona la mirada
sobre los alumnos y sobre sus trayectorias educativas al interior de la institución.
Resulta difícil para los profesores construir una mirada integral de los jóvenes y su
experiencia escolar, cosa que solamente logran construir, en muchos casos, los
preceptores y directivos. Así, cada estudiante es para sus docentes, en algún sentido,
anónimo, ya que raramente llega a ser plenamente conocido por quienes son
responsables de la enseñanza.
El trabajo antes mencionado señala que el estancamiento o reducción de la matrícula
en el segundo ciclo del nivel secundario alerta sobre dos cuestiones.
“Por un lado, sobre la dificultad de avanzar hacia la plena escolarización y la
universalización de la educación secundaria en contextos en que aún hay una
proporción significativa de familias que viven en condiciones de pobreza o de
marginalidad. Es decir, el crecimiento de la matrícula en el ingreso, no se refleja en el
egreso, por el hecho de que el fracaso y la deserción son muy altos, y la escuela no ha
encontrado los dispositivos apropiados para trabajar con esos alumnos, y
acompañarlos en su proceso de escolarización.
Para ello es necesario repensar la institución educativa, para que pueda establecer un
diálogo basado en el reconocimiento de cada alumno a partir de su propia identidad,
generando de este modo una relación que, lejos de expulsarlos de las aulas, logre
retenerlos en ellas hasta que puedan completar el nivel medio”. (López, 2010: 8)
Frente al “anonimato” y la falta de reconocimiento, se requiere volver a “mirar y
acompañar” a los alumnos, construir una mirada integral acerca de ellos, de sus
trayectorias personales en general y educativas en particular. Se trata de
vincularse a ellos desde una perspectiva integral y no solamente cognitiva, atenta a
dos ejes al mismo tiempo: uno pedagógico, que los alumnos aprendan más y mejores
4
conocimientos, y otro social, tratar de asegurar que completen su trayectoria educativa
y se formen como personas capaces de integrarse activamente a la sociedad.
Escuchar, mirar y acompañar son cruciales para asegurar una adecuada
comprensión por parte de los actores escolares de la cambiante y compleja
realidad de los jóvenes a los que atienden.
Por otro lado, la segunda cuestión, radica en que en los últimos años las políticas
públicas pusieron en foco el problema de la inclusión social y educativa lo que se
tradujo, entre otras cosas, en la ampliación de la obligatoriedad escolar hasta el fin de
la escuela secundaria (Ley 26206) y eso supone que las escuelas secundarias deben
hacer frente a los desafíos emergentes de estas múltiples transformaciones. Resulta
indispensable resaltar este punto: la inclusión educativa se ha instalado de manera
definitiva en la agenda de prioridades políticas y sociales de la mano de la
afirmación del derecho a la educación y la escuela secundaria tiene que revisar
sus formas tradicionales de funcionamiento para adaptarse a los cambios en
curso. Incluir más y enseñar mejor son los desafíos del futuro y uno no puede
ser desligado del otro.
La experiencia internacional demuestra que no existe una agenda de inclusión que
pueda desarrollarse, sin estar acompañada de una de calidad. Los chicos se quedan
en la escuela porque aprendan, porque se sientan acompañados, y porque le
encuentran sentido al esfuerzo educativo realizado. En tanto la escuela no pueda
transformar algunas matrices estructurales, la estrategia de contención y
acompañamiento debe caer en los preceptores que deberían reducir o simplificar su
dedicación a las tareas administrar para integrarse a la tarea de contener y
acompañar a los alumnos de modo que puedan aprender y crecer.
1.2. El preceptor como parte del proyecto escolar
Los preceptores desarrollan su labor cotidiana en el marco de las regulaciones y
directivas del sistema educativo y de las características que asume la gestión de cada
una de las instituciones educativas. Como señalamos, los cambios en la sociedad y en
la educación transforman las condiciones en las que desarrollan su trabajo y los ejes
en torno a los cuales este se articula.
El modelo de escuela secundaria tradicional de tipo propedéutico suponía la
existencia de un modelo familiar que acompañaba la escolaridad de
adolescentes y jóvenes. Hoy existen mayores dificultades y es la escuela misma la
que debe encargarse de acompañarlos en la construcción de un orden personal y de
encuadres que faciliten su integración al orden escolar.
Por otro lado, la vigencia de un modelo escolar caracterizado por la fragmentación
curricular colisiona con las necesidades de los nuevos adolescentes y jóvenes que
entran a la escuela secundaria. A estos les resulta muy difícil adaptarse a un esquema
de organización del tiempo y de las relaciones que obstaculiza la construcción de
vínculos personalizados con los docentes, y supone la atención a una multiplicidad de
contenidos en forma simultánea sin tener asegurados la formación previa, la
autonomía personal y el apoyo familiar necesarios.
El ausentismo y las bajas calificaciones son predictores de la deserción escolar.
Los preceptores, por las características de su vínculo con los estudiantes – son
quienes comparten la mayor cantidad de tiempo escolar con los alumnos- están en
mejores condiciones que otros actores escolares para escuchar, mirar y acompañar a
los jóvenes. Son entonces quienes pueden prestar atención a estos y otros
indicadores y poner en movimiento los mecanismos institucionales de apoyo a la
escolaridad de los estudiantes.
5
De hecho, los preceptores cumplen en muchas escuelas muchas de estas
funciones y algunas otras que las dinámicas cotidianas les imponen. Son actores
centrales en el funcionamiento de las escuelas secundarias ya que sostienen una
parte importante de la construcción de vínculos y de las estrategias de integración que
las escuelas secundarias tradicionales, por su lógica de funcionamiento, habitualmente
obturan; es decir, generalmente los preceptores se encargan de “conectar” lo que la
estructura escolar “fragmenta”.
Como señala una investigación reciente “en los últimos años, se observa que los
preceptores, con variados rasgos de artesanalidad, desarrollan tareas afines a la
construcción de vínculos, la adaptación al nivel, la construcción del lugar de
estudiantes y la incorporación de pautas de convivencia. El cargo de preceptor ha
sufrido modificaciones, sosteniendo o cambiando su denominación (como, por
ejemplo, auxiliar docente o asistente pedagógico). (Niedzwiecki, 2010: 129)
De todos modos esto no es un fenómeno generalizado. Esto es así porque la
redefinición del rol de los preceptores en las escuelas secundarias no ha sido
objeto de un abordaje sistemático por parte de las políticas públicas que
asegure pautas comunes de trabajo y un mínimo de saberes compartidos.
La reglamentación vigente da cuenta parcialmente de estos cambios. Establece que
los jefes de preceptores como coordinadores responsables del Equipo de Preceptores
tienen como funciones, entre otras:
2. Participar en el diseño y evaluación del Proyecto Educativo Institucional.
5. Promover junto al equipo de preceptores, acciones tendientes a educar a los
alumnos en una convivencia armónica acorde a las prácticas de una ciudadanía
democrática.
10. Articular acciones con profesores, programas de tutorías y equipos de
orientación y otros actores institucionales.
13. Intervenir junto a los preceptores, y en colaboración con programas de
tutorías, en la resolución de los conflictos que afecten a los alumnos/as,
ejerciendo una acción mediadora y de preservación de la convivencia,
informando sobre cualquier situación de riesgo social o educativo que pueda
afectar a los mismos.
22. Cumplimentar y elevar diariamente el "Parte Diario General" con las
novedades de funcionamiento que se hubieren producido y el informe sobre
asistencias, inasistencia o falta de puntualidad de los alumnos y del personal
docente.
Los preceptores, según la normativa, Equipo Auxiliar Docente del establecimiento
tienen funciones como:
1. Cuidado y seguimiento de los alumnos, procurando su integración grupal,
interesándose por los problemas que tengan los mismos y orientándolos en la
búsqueda de soluciones.
2. Colaborar con el profesor/tutor-profesor del curso en el acompañamiento y
formación integral de los alumnos.
6. Atender a los alumnos, en caso de ausencia del profesor, organizando
propuestas previamente planificadas que permitan un mejor aprovechamiento de
ese tiempo.
7. Cumplir y hacer cumplir a los alumnos las pautas acordadas en el Sistema
Escolar de Convivencia y en el Reglamento Interno de la escuela.
6
12. Tomar los recaudos necesarios para favorecer la asistencia y puntualidad de
los alumnos.
13. Comunicar a las autoridades escolares cualquier situación de carácter grave
que afecte a los alumnos y/o cualquier circunstancia que requiera de medidas
especiales o de prevención.
14. Cumplir tareas de organización y cuidado de los alumnos durante actos
escolares, salidas didácticas, etc.
17. Colaborar en la orientación de los padres y/o adultos responsables
privilegiando aquellas situaciones que requieran de un seguimiento especial, a
efectos de mantenerlos informados sobre los aspectos que hacen a la
convivencia, al cumplimiento de actividades académicas y a la asistencia a
clases.
Así, “desde el punto de vista de la reglamentación, corresponde a los preceptores
cumplir tareas orientadas a la organización escolar, el orden y la disciplina. Sin
embargo, se observa una labor que excede el cumplimiento de dichas prescripciones;
abarca un conjunto de tareas más sutiles y complejas. Una variedad de prácticas
desbordan ese conjunto de prescripciones que los preceptores realizan a diario. Las
mismas van desplegándose, intuitivamente, artesanalmente, frente a los desafíos y
problemas que se presentan a los preceptores en las escuelas”. (Niedzwiecki, 2010:
127)
Las transformaciones en el rol que efectivamente desempeñan en las escuelas
secundarias los preceptores suponen un desplazamiento de aquellas tradicionalmente
asociadas al control punitivo hacia otras orientadas al acompañamiento de los
alumnos. A lo largo del tiempo “la función del preceptor entrega imágenes que oscilan
entre dos formas de garantizar el orden o dos modos de control: una tendiente a la
rigidez disciplinaria, la distancia y el control punitivo; y otra, más contemporánea,
ligada a la presencia cercana, el acompañamiento afectivo y la puesta de interés en el
establecimiento de vínculos en distintos niveles: entre los mismos compañeros de
curso, entre alumnos y profesores, y también entre padres, profesores y alumnos”.
(Niedzwiecki, 2010: 128)
Pese a la amplitud y el carácter estratégico de esas funciones los requisitos para
acceder al cargo de preceptor son mínimos y la capacitación que habitualmente
brindan las políticas educativas para quienes están desempeñando el cargo es
escasa.
2. Orientaciones para el acompañamiento de las trayectorias escolares de los
jóvenes.
Para los jóvenes, la significatividad de los adultos en el contexto escolar esta vinculada
principalmente a la escucha, el acompañamiento y a las oportunidades ofrecidas.
Los preceptores allí ocupan un lugar significativo. Los jóvenes los ven como la figura
más cercana a ellos y con menor rotación en la escuela, que no se encuentra
atravesada por el halo de autoridad y distancia que pueden tener los docentes o el
directivo. En ocasiones, la significatividad se construye en base al compañerismo, la
confianza y el apoyo crítico de las elecciones que puedan tomar los jóvenes.2
2
Los primeros resultados de una investigación en curso sobre trayectorias postescolares, que indaga
sobre la figura de personas significativas para los jóvenes durante su paso por la escuela, el preceptor
7
El rol del preceptor incluye un sinnúmero de tareas sutiles y complejas. En los últimos
años las tareas del preceptor adquirieron un perfil mucho más vinculado con el
acompañamiento personalizado, la contención afectiva, la construcción de lazos,
convirtiéndose en actores claves para el acompañamiento de las trayectorias
escolares de los alumnos dentro de la escuela, facilitando así el ingreso, la
permanencia y la finalización de la educación secundaria.
El contenido que se presenta en este apartado pretende contribuir a fortalecer las
acciones que en muchos casos por iniciativa personal o institucional los preceptores
vienen realizando. Este es un primer intento de sistematizar y poner por escrito
algunas estrategias que, se espera, sirvan como disparador para intercambios que
enriquezcan la práctica cotidiana y que puedan constituirse, a partir de la propia
experiencia, en propuestas de la misma institución escolar.
2.1. ¿Por qué acompañar?
Acompañar supone reconocer la importancia de compartir algo con otro y de construir
juntos experiencias significativas. Distintos aportes teóricos y experiencias contribuyen
a destacar la importancia de un acompañamiento que guíe y oriente la trayectoria de
cada uno de los estudiantes, en pos de un desarrollo responsable, comprometido y
autónomo.
Nuestra sociedad es responsable de acompañar el camino de cada joven. El desafío
consiste en buscar nuevas y mejores formas de entender a los adolescentes,
ayudándolos a crecer y a desarrollarse como personas.
Las bases del acompañamiento están edificadas sobre la convicción de que todos los
jóvenes tienen condiciones para desarrollar una trayectoria escolar positiva y de
que para hacerlo pueden apoyarse en sus familias, en sus docentes y en personas
significativas que caminan junto a ellos. El acompañamiento se presenta como una
instancia de orientación educativa, complementaria a la escuela, y como un espacio de
apoyo para el desarrollo de una mejor escolaridad. En el espacio de acompañamiento
se busca dar a “lo escolar” un espacio especial para ser pensado, reflexionado,
asumido e incluso disfrutado.
Quien acompaña debe tener en cuenta las características peculiares de cada
estudiante, con sus límites, metas y desafíos. A través de este proceso, se intenta
estimular a los estudiantes, para que puedan construir la capacidad de dirigir sus
propias vidas.
En la vida de los jóvenes, la escuela es la principal vía de integración e inclusión. “La
escuela es la única institución pública donde nadie está de más. En eso consiste
la inclusión total: ingresar, permanecer y egresar haciendo del estar una
experiencia dialogada de conocimiento” (Gagliano, 2005).
aparece de forma espontánea en los relatos de los jóvenes como colaboradores del paso por la
escuela. Los jóvenes entrevistados destacan positivamente a varios de los integrantes de sus escuelas.
En su mayoría identifican tener buen trato con preceptores y docentes así como valoran sus tareas
(Cimientos, 2011). Igualmente, en la investigación “Escuela Media en riesgo. Tutores al Rescate”
(Cimientos, 2010) se menciona a los preceptores, junto con los tutores y psicólogos, como los nuevos
mediadores: no sólo los intermediarios entre los alumnos y la escuela o entre los alumnos y el
conocimiento, sino también entre alumnos y familia, familia y escuela, etc. Desde este rol, la institución
habilita lugares de escucha y reconocimiento de los jóvenes en tanto alumnos y en tanto sujetos.
8
¿Por qué un acompañamiento?
Porque es importante contar con un espacio
para compartir con otros y plantear sus
dificultades, y encontrar a alguien que los
oriente y motive dándole sentido al proceso
educativo;
Porque su trayecto escolar puede verse
fortalecido si cuentan con una orientación
personalizada, que se adapte y tenga en
cuenta
las
capacidades,
intereses
y
circunstancias personales de cada uno;
Porque el acompañamiento les permite
comprometerse, ser responsables y lograr su
autonomía;
Porque, según los mismos jóvenes:
- “ Es más fácil hacer las cosas de a dos”;
- “Porque tenés alguien que te escucha “;
- “Porque hay alguien que cree en vos”
¿Por qué educativo?
Porque en nuestro país la educación
media es obligatoria y es responsabilidad
de todos garantizar el cumplimiento de ese
derecho;
Porque
la
educación
es
una
herramienta que ayuda a romper el círculo
de la pobreza y la exclusión;
Porque la escuela es para los jóvenes un
espacio fundamental de inclusión e
integración;
Porque la escuela es un lugar de
socialización, en donde se aprenden
contenidos, pero también están los amigos
y profesores que pueden ser modelo de
vida;
Porque
la
educación
brinda
herramientas para que los jóvenes se
desenvuelvan
de
manera
libre
y
responsable y sean protagonistas de su
proceso educativo;
Porque, según los mismos jóvenes:
- “La educación es importante para un
futuro mejor”
- “Porque estudiar significa ser alguien
en la vida por ejemplo: abogada,
maestra, enfermera”.
i
2.2. ¿Como identificar situaciones que podrían poner en riesgo la escolaridad
de los alumnos?
Pensar al preceptor en su rol de orientador de los alumnos supone pensar y diseñar
intervenciones de tipo proactivo, antes de que surjan los problemas. De esta
manera, se procura estar alerta, mejorar las condiciones existentes, y tratar de
anticiparse a posibles situaciones que pudieran surgir tanto a nivel individual como
grupal, y que podrían poner en riesgo la escolaridad de los jóvenes.
9
Estas son sólo algunas situaciones que podrían
poner en riesgo la escolaridad de los jóvenes.
¿Qué otras podrías sumar?
Responsables adultos muy ausentes
Crisis familiares
Maternidad / Paternidad
Problemas con profesores
Changas que se superponen con horario
escolar
Fracaso escolar sin antecedentes
Adicciones
Inasistencias reiteradas
Violencia intra/extra escolar
Problemas frecuentes de conducta
Nacimiento de hermanos
Adicionalmente se espera que se puedan generar instancias de desarrollo, lo que
implica una orientación que atiende a todos los aspectos del desarrollo humano,
considerando de este modo al individuo en un continuo crecimiento hacia el su
desarrollo integral.
2.3. ¿Qué espacios e instrumentos puede aprovechar el preceptor para
identificar situaciones de riesgo escolar?
El preceptor es quien físicamente se encuentra más próximo a los alumnos y de forma
casi permanente, por su dedicación horaria y el rol que ocupa. Es de esperarse que
por estos motivos haya desarrollado algunas estrategias para acompañar a los
jóvenes en su tránsito por la escuela.
El preceptor cuenta con algunos espacios que puede aprovechar o herramientas a las
que prestar especial atención con el objetivo de identificar aquellas situaciones o
casos que requieren de un acompañamiento o seguimiento más cercano:
CONTROL DE LA ASISTENCIA. Es el momento para identificar si algún alumno
“desaparece algunos días”, si llega sistemáticamente tarde, si falta reiteradamente un
día de la semana en particular.
La síntesis estadística de la cantidad de
ausentes, presentes, retrasos y tardanzas
diarias, es una herramienta fundamental para
poder tener una mirada más amplia, no sólo
del grupo sino de cada uno de los alumnos.
10
El Ministerio de Educación de la Nación
acerca recursos para las escuelas para la
prevención del ausentismo escolar a partir del
seguimiento de la asistencia. Más información
en la página:
http://portal.educacion.gov.ar/secundaria/unca
tegorized/proyecto-para-la-prevencion-delabandono-escolar/
HORAS LIBRES. Resultan una buena ocasión para charlar de lo que les pasa, les
preocupa, conocerlos, es el momento en que es posible conversar libremente. Es un
espacio que el preceptor puede aprovechar para lograr un mejor conocimiento de su
grupo.
RECREOS. Si bien las tareas de control absorben una parte importante de la actividad
de los preceptores en los recreos, es posible que durante los mismos, los alumnos
puedan compartir sus preocupaciones extra-escolares, dificultades que exceden lo
académico y escolar, pero que impactan directamente. Es, por otro lado, una ocasión
para estar atentos a lo que los jóvenes comparten en esos espacios y la forma en que
lo hacen.
CUADERNOS DE COMUNICACIONES. Si bien la comunicación con los padres es en
ocasiones difícil, involucrarlos en la escolaridad de sus hijos es importante. Mantener
la comunicación y estar atentos a aquellos que se acercan espontáneamente a la
escuela para hablar sobre sus hijos, es clave.
BOLETINES. Es importante que el preceptor, frente al boletín, pueda tener una mirada
integral sobre el alumno, teniendo en cuenta su desempeño en todas las materias, y
del curso, para identificar dificultades puntuales con alguna asignatura.
¿Más de la mitad del curso se lleva el tercer trimestre de matemática?
Como preceptor no se puede pasar por alto esta información. ¿Te pasó
alguna vez? ¿Cómo interviniste? ¿Pudiste hablar con el profesor?
PRESENCIA CONTINUA: los preceptores son las personas que más tiempo pasan
con los chicos en la escuela. Además de compartir el mismo horario de ingreso y
egreso de los alumnos, trabajan cerca de ellos, próximos en el espacio. En las tareas
cotidianas de ese tiempo compartido, en la rutina, es importante estar atentos a lo que
comparten los alumnos.
La presencia y estabilidad de los preceptores en la escuela no es un
factor menor. En un contexto en la que muy pocas cosas son estables
para los jóvenes, ellos valoran y mucho los vínculos que se sostienen en
el tiempo, y son fundamentales para acompañar a los jóvenes en su
trayectoria escolar.
2.4. Pasos para la orientación de los alumnos
La acción orientadora del preceptor es un proceso de ayuda a los alumnos para que,
conociéndose cada vez más a si mismos y conociendo los ámbitos en los que se
desarrolla su vida y sus relaciones (familia, escuela, barrio), aprenda a pensar, a
informarse, a enriquecerse a partir de la experiencia de otros, a decidir y a realizar lo
decidido.
La acción del preceptor podrá llegar tan lejos como su competencia y su tiempo lo
permitan. Requiere una preparación y un conocimiento específico sobre el alumno y su
familia.
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¿Que se espera del rol del preceptor?
Tiempo con los alumnos y sus familias
Observación, del grupo y de la relación personal, del alumno y su
familia
Reflexión, para poder diseñar las intervenciones y los objetivos de
trabajo con los alumnos
Cercanía con los alumnos, pero a la vez firmeza, para acompañar a
lo jóvenes en sus reflexiones y aceptación de sus responsabilidades
Perseverancia, para perseguir el logro del objetivo
Disponibilidad, para la consulta
Sensibilidad, para comprender el alcance de su intervención
Convicción, de la acción que está realizando
Capacidad de trabajo en equipo, para sumar y convocar a otros
actores, como gabinete, directivos, docente.
A continuación se presentan algunos pasos por los que debería transitar el preceptor
para poder acompañar a los alumnos.
2.4.1. Construir el vínculo con los adolescentes
Es el primer paso necesario para constituirse como referente y de este modo poder
acompañar a los jóvenes en sus trayectorias educativas. Con los preceptores, los
chicos están todos los días, la mayor parte del día, y en ese tiempo charlan, piensan,
resuelven sus conflictos y su tránsito por la escuela.
Este trabajo artesanal de construcción de vínculos, requiere tiempo y dedicación. Se
trata de un proceso de trabajo, que se va realizando de a poco, día a día, a través de
pequeñas acciones.
La cercanía afectiva, el trato informal, el tuteo, la relación personal, la atención a la
diversidad, son algunas de las nuevas condiciones inmanentes a su trabajo. Ahora
bien, para realizarlas es preciso poner en juego un plus de habilidades personales,
comunicacionales, expresivas, afectivas, imaginativas, creativas y sensibles, que no
están explicitadas formalmente en la descripción de su tarea.
2.4.2. Relevar información sobre la situación de los adolescentes
El vínculo generado con los alumnos permite acceder a información necesaria para el
acompañamiento de sus trayectorias educativas. Teniendo presente este objetivo, el
preceptor, debe estar atento a 3 dimensiones fundamentales para el desarrollo integral
del alumno:
-
La escolar
-
La personal (individuo social)
-
La vocacional
12
Estar al tanto de esta información es clave para identificar situaciones de riesgo. Es
necesario ir relevándola en distintos momentos, tanto individuales como grupales. No
se trata de hacer un cuestionario e ir preguntando punto por punto, sino más bien ir
generando preguntas a partir de la información que los mismos adolescentes van
compartiendo. La idea es que no sientan como un interrogatorio.
Son “portadores de información extra institucional, conocedores de la historia de vida
de sus alumnos”. Tienen mucha información sobre los alumnos, saben lo que les
pasa, los conocen.
No sólo es importante prestar atención a las situaciones puntuales o circunstanciales
por las que atraviesan los alumnos, sino también a las condiciones de vida más
generales en las que se encuentran. Los preceptores son muchas veces los que
conocen los detalles de esas condiciones; saben por ejemplo si un chico se encuentra
en medio de un proceso judicial, si está bajo libertad asistida, si tiene que trabajar o si
está desempleado, si sufre maltrato o abuso familiar, si tiene problemas con las
drogas, si debe cuidar a sus hermanos y encargarse de las tareas de la casa, si
reciben beca, si algún familiar está preso, etc., etc., etc.
Es fundamental que el alumno tenga confianza con el preceptor. Esta confianza se
basa en la certeza del alumno de que su preceptor será responsable y cuidadoso con
la información que le brinda el alumno. Cualquier cosa que el alumno haya compartido
con el preceptor y que manifieste que quiere que sea un secreto, se deberá trabajar
con el alumno sobre la conveniencia de comunicar determinada información a otras
personas (padres, directivos, profesores), buscando el acuerdo del alumno como
primera opción. Sin embargo, habrá situaciones en las que el preceptor deberá hablar
con el alumno para que entienda que es su responsabilidad pedir ayuda en otros
espacios y habilitar otros canales.
¿Recordás la última vez que un alumno te contó algo y te pidió que mantuvieras
el secreto? ¿Cómo procediste?
Toda esa información, es utilizada como insumo (no siempre consciente) en el trabajo
de construcción de vínculos que los preceptores forjan con los alumnos; y en
consecuencia se transforma en herramienta de lectura e interpretación de lo que
ocurre en la escuela, que a su vez sirve de orientación para la intervención.
Es recomendable contar con la información del alumno y su familia a
mano. Es conveniente llevar alguna ficha o anotar algunos datos en algún
cuaderno o registro que utilices, para que esta información sea de fácil
acceso y este siempre disponible para cuando la necesites.
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2.4.3. Identificar principales demandas y necesidades
Puede suceder que los adolescentes compartan una diversidad de demandas y/o
necesidades referidas a cuestiones educativas o que afecten lo educativo. Estas
demandas pueden ser reconocidas y expresadas por los mismos adolescentes, o bien
puede ser que las dificultades educativas no sean percibidas y reconocidas como
tales. En este último caso también se incluyen situaciones donde lo educativo no
forma parte de sus intereses inmediatos.
El preceptor debe estar atento para poder identificar las necesidades y el contexto en
el que se inscriben, donde pueden presentarse situaciones que impliquen todo un
proceso de construcción de la demanda educativa. (Re)Instalar y hacer visibles esas
necesidades para los mismos adolescentes pueden ser una de las primeras tareas del
preceptor, para poder acompañar y orientarlos para que puedan percibir e identificar
estas demandas implícitas como una demanda propia en la que necesitan de
acompañamiento y orientación. Una vez que los adolescentes pudieron identificar
esto, corresponde poner en marcha distintas acciones orientadas a la solución de las
mismas.
El preceptor debe identificar cuáles necesidades o demandas resultan prioritarias y
exigen una intervención inmediata. De este modo, el eje del trabajo con los alumnos
irá cambiando en función de la urgencia de las demandas identificadas en cada
momento.
2.4.4. Planificar las intervenciones
Una vez que el preceptor pudo relevar información sobre aquellos aspectos que
impactan en la trayectoria escolar de los adolescentes, identificando las demandas
que giren en torno a este aspecto, corresponde planificar y poner en marcha una serie
de estrategias orientadas a acompañar a los adolescentes y orientarlos en la
superación de sus dificultades.
Acompañar a los adolescentes en sus trayectorias educativas, tiene que ver con un
proceso, en donde lo educativo se trabaja habilitando espacios de reflexión y acción.
Se trata de identificar, junto a los adolescentes, qué habilidades, herramientas o
hábitos necesitan incorporar, desarrollar o reforzar, para enriquecer su trayectoria
escolar.
Se trata también de orientar, confiar, motivar e incentivar a los adolescentes para que
continúen en la escuela. De generar preguntas y construir juntos las respuestas, de
orientar en la resolución de los problemas y dificultades que se presentan. Estar
presente, preguntar cómo les está yendo en sus estudios, cómo les fue en la semana
o si tienen algún examen pronto. Se podrán trabajar desde cuestiones amplias, como
puede ser el valor de la educación, pero también sobre aspectos más concretos, como
puede ser el brindar técnicas de estudio, orientaciones sobre como desenvolverse
mejor en clase o herramientas para organizar mejor el tiempo, entre otros.
En este sentido el preceptor debe mostrarse disponible y atento a las necesidades del
grupo en general y de cada adolescente en particular.
14
En este proceso resulta fundamental activar recursos y trabajar en RED en
función de las estrategias y modalidades de abordaje definidas
conjuntamente con la escuela. La escuela no siempre podrá dar respuesta a
todo, por lo que en muchas oportunidades las respuestas consistirán en
generar redes de trabajo, de articular la propia intervención con otras
instituciones, centros médicos, programas públicos, espacios recreativos,
etc., generando de este modo una propuesta de abordaje integral.
Se trata de ir generando una red de recursos a través de la cual los
adolescentes vayan encontrando respuestas a sus demandas.
¿Qué programas o políticas públicas se llevan a cabo en la escuela o
en su entorno a los que se pueda recurrir?
¿Qué organismos públicos –centros de salud, organismos de
minoridad y familiar, etc.- ha mapeado la escuela como parte de su
entorno?
2.5. Estrategias para acompañar
A partir de conocer cómo se conforma el grupo y al mismo tiempo las características
de cada uno de los chicos que lo integran, y de identificar las demandas y necesidades
de los jóvenes, se espera que el preceptor pueda “activar” ciertos recursos e
intervenciones. Se proponen dos estrategias principales para abordar las
situaciones que podrían poner en riesgo la trayectoria escolar de los alumnos.
A. Espacios grupales de trabajo con los jóvenes
Los preceptores desarrollan cierta habilidad para el manejo de grupos, ya que buena
parte de su tarea se desarrolla en el contacto con el grupo, más allá de las
individualidades.
La dinámica de trabajo grupal ocupa un lugar central en el día a día del preceptor.
Estas instancias favorecen el desarrollo de habilidades sociales, brindando a los
adolescentes la experiencia de estar acompañados y de ser comprendidos en sus
dificultades, la posibilidad de compartir entre pares, recibir ayuda y, a su vez, ofrecer
ayuda. Brinda también la oportunidad de aprender con otros, de escucharse, de
trabajar juntos, contribuyendo en gran medida al crecimiento personal y a la
construcción de nuevos aprendizajes. En estos espacios los adolescentes trabajan
juntos para encontrar soluciones a distintas problemáticas, se acompañan, alientan y
motivan mutuamente. Se enriquecen compartiendo experiencias que les son
familiares, cobrando especial relevancia lo referido a sus trayectorias educativas: no
estar yendo a la escuela, estar aburridos de ir, estar muy motivados, querer pensar en
un proyecto a futuro, no saber cómo organizarse.
A partir de que el preceptor aprovecha los espacios grupales de los que dispone, se
puede generar un espacio de trabajo que a la vez se constituya como grupo de
pertenencia positivo para todos sus integrantes, en donde se promueva continuamente
el valor de la educación y del crecimiento personal.
El preceptor cumplirá la función de moderador, observando a todos los integrantes y
asegurándose de que en cada momento de trabajo grupal todos los miembros tengan
15
su momento o espacio de protagonismo. Los espacios grupales deben ser momentos
de diálogo, de escucha y de conocimiento mutuo.
Además de los espacios grupales en los que se incluye a todo el grupo de un curso,
los preceptores en ocasiones también podrán trabajar en grupos más pequeños
conformados con distintos criterios, con el objetivo de abordar diferentes temas, por
ejemplo:
-
Por afinidad. Un preceptor puede observar que algunos alumnos mantienen
una buena relación, y, en función de ello, conformar un grupo de trabajo.
-
Por compartir situaciones similares. Puede suceder que algunos alumnos estén
atravesando una situación similar: falta de motivación frente a la escuela,
muchas materias pendientes, etc. En función de ello, el operador puede
conformar un grupo de trabajo para abordar la situación específica por la que
estén atravesando todos.
-
Por intereses comunes. Este criterio es útil en caso que el preceptor observe
que distintos alumnos compartan intereses similares, cómo puede ser buscar
trabajo, aprender a armar su CV, interés en alguna actividad extraescolar,
deportiva o recreativa.
El trabajo en grupo no necesariamente tiene que ser con un único curso. Muchas
escuelas organizan espacios de trabajo por niveles, o con todos los cursos de un año
escolar, o por objetivos de trabajo específico, incluyendo alumnos de distintos años o
niveles.
¿Cómo fue tu última experiencia de trabajo con un grupo de alumnos?
¿Qué temas trabajaste? ¿Cómo organizaste el grupo de trabajo?
B. La entrevista individual
La dinámica de trabajo individual complementa y fortalece las intervenciones grupales,
en la medida que son estrategias que permiten acompañar a los adolescentes desde
su singularidad.
El empezar a trabajar más sistemáticamente de manera individual con los puede darse
ya sea por una demanda explícita por parte del adolescente (“quiero contarte algo
cuando tengas un tiempo”), o por una demanda implícita, que haya surgido a partir de
alguna situación identificada por el preceptor, a partir por ejemplo, de algunos de los
espacios o herramientas que se mencionaron anteriormente.
Las entrevistas individuales pueden generar en los adolescentes cierto monto de
ansiedad y nerviosismo, e inclusive, en algunas ocasiones, puede darse que los
adolescentes se sientan incómodos. De allí la importancia de trabajar en el
establecimiento de los vínculos previamente, generando que los adolescentes se
sientan cómodos en el trato personal.
16
Los encuentros individuales deben ser vividos como un espacio de
confianza, de aprendizaje, de crecimiento y apertura y no como una
instancia de control. El preceptor no debe controlar que los adolescentes
estén haciendo las cosas bien, sino más bien preguntarles cómo están,
que necesitan y en qué encuentran dificultad. No se trata de juzgarlos si no
de brindarles un espacio de escucha y orientarlos en la formulación de
diversos propósitos que los ayuden a superar sus dificultades.
2.6. ¿Qué contenidos se pueden trabajar con los alumnos?
A partir de que el preceptor cuenta con información suficiente para identificar cuáles
son los temas importantes para el grupo que tiene a cargo y para cada adolescente en
particular, puede diseñar estrategias adecuadas para abordarlos.
A fin de orientar al preceptor se presenta una propuesta de contenidos a ser abordada
por el preceptor en los espacios que comparta con los jóvenes. Se trata de mirar el
todo y de planificar las intervenciones de acuerdo a un objetivo general, común al
grupo que se acompañe y particular a cada situación, de ir trabajando en cada
oportunidad distintas temáticas, en vistas a alcanzar los objetivos propuestos.
Los contenidos pueden trabajarse tanto a nivel individual como grupal y tienen por
objetivo orientar y enriquecer las intervenciones del preceptor. Es él quien debe
seleccionar los contenidos pertinentes para cada caso, como así también formular los
objetivos y estrategias a implementar.
Es importante tener en cuenta los momentos claves en la escolaridad
de cada uno de los adolescentes y el calendario escolar, planificando
actividades concretas en función de ello. Algunas situaciones a
considerar son las siguientes.
¿Algún otro momento clave en la vida escolar de los
chicos?
- Fechas de exámenes / materias previas
- Vuelta a la escuela luego de las vacaciones
- Incorporación a la escuela secundaria
- Egreso /finalización de la escuela
- Momentos de cierre de las notas
- Transición del ciclo básico al ciclo orientado
- …………………………………………………………………………
- …………………………………………………………………………
- …………………………………………………………………………
17
Los contenidos que se presentan a continuación son algunas de las líneas que puede
tomar el preceptor, y que se vinculan con las cuestiones relacionadas a su “vida
escolar”, es decir a todos aquellos aspectos vinculados estrechamente a su proceso
de enseñanza y aprendizaje, que se presentan en la escuela.
Diagnóstico Inicial
Dialogar con los chicos acerca de cuáles son las materias que le presentan mayor
complejidad y cuáles son las materias que más atraen su interés, a fin de que logren
tomar conciencia de su situación particular frente a dicho contenido (vínculo con el
mismo).
Análisis de las causas y consecuencias de las decisiones que toman
Conversar con los chicos acerca de porque creen que no lograron aprobar esas áreas
(esto les ayuda a tomar conciencia de la situación y descubrir las debilidades
/dificultades /déficit para revertirlos). Y viceversa.
Fomentar las consultas de sus dudas
Sugerirles acercarse a sus profesores para aclarar dudas, solicitar una nueva
explicación de un tema no comprendido, realizarles consultas de bibliografía, etc.
Estimulando de este modo su participación activa durante las clases.
Promover la ayuda de un compañero con mejor desempeño
Estudiar en grupo o con algún compañero que haya logrado aprobar porque ha
incorporado y se ha apropiado del contenido. El hecho de que compartan un lenguaje
común, la misma edad e intereses también comunes promueve el aprendizaje en
forma cooperativa con beneficios tanto para el que se encuentra en el rol de
“enseñante” como aquel que “aprende”.
Incentivar a los alumnos con mayor rendimiento para que ofrezcan su ayuda a sus
compañeros con dificultades de aprendizaje en alguna materia.
Organización del material para ejercitarse y estudiar
Solicitarle que dividan un cuaderno por materia y realicen allí los ejercicios y
resúmenes, cuadros o mapas conceptuales, que luego traerán a las entrevistas.
También pueden rehacer las evaluaciones no aprobadas. De esta manera podremos
inferir el tiempo que dedicó a su preparación y los ayudamos a desarrollar la
autonomía en el estudio.
Pedir la carpeta a un compañero para completar temas inconclusos.
Promover competencias básicas
Proponer actividades para que los alumnos logren desarrollar dominios en los cuales
se detectó cierta dificultad. Actividades que podrán realizar y luego presentarán en las
entrevistas tales como: leer y analizar un texto, buscar palabras desconocidas en el
diccionario, resolver cálculos sencillos, ejercicios de ortografía y puntuación, investigar
acerca de determinado tema, preparar un resumen, etc.
Búsqueda de un apoyo escolar específico
Para casos muy particulares y en contenidos con mayor grado de complejidad.
Cuando registran materias previas o han reprobado el examen en varias ocasiones.
Incentivar el orden, la prolijidad y la pulcritud en la presentación
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Tanto en carpetas como en trabajos prácticos. Orientarlos en cuanto a la legibilidad de
la escritura, el cuidado y orden de los lugares donde se va estudiar. Mantener el
material didáctico en buenas condiciones.
Orientaciones prácticas para el estudio
Constituye una guía de procedimientos y pasos a seguir para la preparación de una
determinada materia humanística / teórica o exacta, con el objeto de formar o reforzar
buenos hábitos. Consiste en una planificación del estudio, que incluye:
- Organización eficiente del tiempo: correcta distribución de horarios de estudio y
descanso o recreación (calendario organizador). Preparación de exámenes con la
correcta antelación.
- Selección de un ámbito adecuado: (sin ruidos excesivos ni interrupciones)
- Selección y organización del material: (consultas bibliográficas, visita a bibliotecas)
- Prever tiempo para repaso y revisión.
Recomendaciones para preparar una prueba escrita u oral
Recurso muy eficiente para la preparación de evaluaciones parciales e integradoras
(fin del ciclo escolar). Entre los pasos podemos mencionar
- Toma de apuntes
- Elaboración de síntesis y resúmenes
- Elaboración de esquemas y mapas conceptuales
- Análisis de casos
- Técnicas para mejorar la concentración frente a los exámenes
Incentivación del alumno
A fin de obtener una óptima motivación frente al estudio y a las responsabilidades
escolares, es fundamental que se pueda motivar al alumno desde lo cotidiano.
Consideramos que en este plano es muy importante el vínculo que pueda establecer
con su preceptor, ya que favorecerá el aprendizaje, y por consiguiente su desarrollo
personal.
Promover actitudes positivas frente a las dificultades
Desarrollar, desplegar su capacidad de resiliencia. Esto será de vital importancia a la
hora de enfrentar y superar obstáculos que se presenten durante su proceso de
enseñanza-aprendizaje.
Promocionar la buena conducta en el ámbito escolar
Para que pueda obtener un buen vínculo con sus docentes y sus compañeros.
Estimulando acciones solidarias y cooperativas para con su prójimo.
Promover valores esenciales para el desarrollo personal
El respeto, el compromiso, la honestidad, el esfuerzo, la sinceridad, la perseverancia,
etc. Aquí es importante también nuestro compromiso recordando que se educa con el
ejemplo.
Análisis de Cuentos con valor pedagógico
Constituye un excelente recurso para abordar este aspecto, ya que los ayuda a
pensar, a reflexionar ante determinadas situaciones. Es maravilloso leer las
respuestas de los chicos y como esto los ayuda a discernir, arribar a conclusiones, a
mejorar la expresión y manifestar sus ideas, mejorar la comprensión lectora, etc. (y
19
observar cómo a través de la lectura se involucra toda la familia), retomando la idea de
que estos son dominios que deberían tener incorporados aunque en gran número de
casos no es así.
Proyecto de vida
Poder conversar con los chicos sobre su futuro, sus objetivos, que quieren hacer
cuando salgan de la escuela. Es un tema que sobre todo en los últimos años genera
mucha ansiedad en los alumnos.
La importancia de planificar y registrar
Hacer un seguimiento y planificación de lo que el preceptor quiere trabajar con los
jóvenes permite que sus acciones y las del alumno estén orientadas a favorecer su
trayectoria escolar. Llevar un registro simple sobre lo que se trabaja con cada alumno
permitirá dar una continuidad al trabajo y a la intervención desde la escuela.
2.7. ¿Cómo involucrar en el trabajo del preceptor a las familias?
El preceptor es el principal nexo entre la familia y la escuela. Cada alumno y cada
familia son únicos. Esto requiere de parte del preceptor una labor paciente para
conocer y trabajar con las familiar.
Lo verdaderamente importante en la relación preceptor-familia es que por medio de
ella se puede lograr en buena parte uno de los objetivos fundamentales de la actividad
educativa: que la familia y la escuela marchen juntas en la consecución de las mismas
metas educativas.
El alumno, al ser un menor de edad transitando la adolescencia, necesita de la figura
de un adulto que lo acompañe en su escolaridad. Es fundamental que el preceptor
este en contacto con la familia, ya que deben trabajar en forma conjunta. La
información que brinda la familia ayuda al preceptor a tener un conocimiento más
profundo del alumno. A su vez, el preceptor debe informar a la familia acerca de
aspectos significativos del alumno en la escuela, como desempeño escolar, carácter,
relación con los compañeros y los docentes, aptitudes destacadas, etc.
La comunicación constante con la familia redunda positivamente en el desempeño
académico de los alumnos. La información que proporcione la familia sobre la
trayectoria educativa de los alumnos permitirá al preceptor identificar aspectos que
son significativos en el trabajo escolar, particularmente respecto a las inquietudes de
docentes y tutores. Esta información contribuirá a que el preceptor defina, junto con los
tutores y los maestros, acciones específicas para enriquecer el desempeño de los
alumnos y determinar qué tipo de colaboración se requiere de la familia en los casos
que se considere necesario.
La comunicación entre el preceptor y los padres de familia necesita ser
recíproca, así las familias también tendrán la oportunidad de recibir información sobre
la
situación escolar de sus hijos y su desempeño en la convivencia escolar.
20
La familia desde la casa puede acompañar al alumno trabajando en conjunto con la
escuela para fomentar cambios, superar dificultades, cumplir propósitos de trabajo,
etc. Se busca lograr un trabajo articulado entre familia y la escuela.
Es importante que el preceptor identifique un responsable adulto dentro del grupo
familiar, que sea una persona significativa para el alumno, al que el preceptor pueda
recurrir en caso de ser necesario. El preceptor acompañará a partir del diálogo con el
responsable adulto, orientando a la familia para que pueda ayudar al alumno a
organizar espacios para estudiar y estimularlo a tener un buen desempeño escolar.
Cabe señalar que muchas veces las familias no acompañan a sus hijos en la escuela
porque no sabe cómo hacerlo. En las entrevistas que el preceptor pueda tener con
las familias se le dan herramientas para que pueda tomar un rol más activo en la
escolaridad de sus hijos, repercutiendo esto en toda la dinámica familiar.
Algunos ejemplos para involucrar a las familias
Cuando se trabajó con los alumnos y estos asumieron un compromiso concreto
(ej. estudiar tantas horas semanales) se le puede pedir apoyo al responsable
adulto para que el alumno pueda cumplir con el propósito que se fijo.
Recomendar al responsable adulto que se muestre interesado por la escolaridad
del alumno. Que pueda revisar los cuadernos y carpetas de los alumnos, que se
acerque a dialogar con los profesores con los que el alumno tiene alguna
dificultad, etc.
Cuando el alumno plantea alguna inquietud o dificultad, motivar a que lo hable con
su familia primero. Trabajar con los alumnos para que sean ellos también los que
compartan sus preocupaciones con sus familias.
Pedirle al alumno que realice alguna actividad concreta con el responsable adulto,
que puede o no estar vinculada a lo estrictamente escolar. Esto ayudará a
fortalecer el vínculo del alumno con su familia.
Convocar a responsables adultos, en forma individual o grupal. Para ellos también
es importante sentirse acompañados y saber que a las familias de los otros
alumnos también atraviesan por las mismas dificultades que ellos.
3. CASOS – Algunas situaciones que pueden presentarse
CASO Nº 1: “LOS CAMBIOS CUESTAN”
Los meses transcurren y Micaela nota que Pablo logró integrarse bien al grupo de
pares, comparte con sus compañeros los recreos, se junta para realizar trabajos en
otras casas y hasta se anotó en el torneo de fútbol en el que participan otros alumnos
de su división; pero cerró el primer trimestre, desaprobó siete de las doce materias que
tiene y ya acumuló diez inasistencias (entre ellas cuatro a Educación Física que se
dicta a contra turno y cuatro producto de llegadas tarde).
De las materias que tiene bajas sólo habló con dos profesores, porque ellos se
acercaron, y le dijeron que notaban una buena predisposición de su parte pero que
estaba muy flojo en contenidos y además casi no participaba en las clases. En ese
momento la profesora de Francés se enteró que Pablo era nuevo en la escuela y que
no había tenido nunca ese idioma hasta este año, se comprometió a darle una mano,
21
pero al haberle puesto un dos en el primer trimestre es candidato a rendirla a fin de
año.
Problema:
1. El alumno ya acumuló muchas inasistencias.
2. Tiene varias materias desaprobadas, entre ellas cuatro que son nuevas dado
que en la otra escuela la orientación era distinta.
3. Sus padres no finalizaron la escuela primaria, con lo cuál se sienten impedidos
a la hora de ayudarlo con su recorrido escolar.
Acciones implementadas por la preceptora:
1. Lee el legajo del alumno, allí se entera que ninguno de sus padres finalizó la
escuela primaria y que sus hermanos son menores, uno de nueve años y el
otro de siete.
2. Decide realizar una entrevista individual con el alumno.
En un comienzo la preceptora nota que Pablo está algo tenso y decide romper el hielo
diciéndole que la charla que está teniendo con el ya la tuvo con el resto de los chicos
que provienen de otros colegios. De esta manera el alumno dejó de sentir que lo
llamaron por algo en particular que no andaba bien y se soltó a conversar. Respondió
acerca de cómo se siente en la nueva escuela, qué cosas llamaron su atención
(contestó “que no haya ningún lugar con pasto en toda la escuela”), qué diferencias
hay entre su casa nueva y la de antes y qué cosas extraña de su vida en Florencio
Varela.
Con el correr de la conversación Pablo se fue aflojando, recién en ese momento
Micaela cree que es conveniente preguntar acerca de su familia. Cómo es su relación
con los padres, cómo se reparten las tareas domésticas y con quién/es comparte sus
vivencias escolares. Es ahí cuando el alumno cuenta con cierta vergüenza que sus
padres no entienden las cosas que le mandan y que nadie lo ayuda. En Varela tenía
una prima que estaba cursando el profesorado para enseñanza primaria y era a ella a
quién recurría cuando algo en la escuela se complicaba.
Micaela le propone a Pablo tener una entrevista como la de recién pero invitando a su
mamá, ya que le gustaría conocerla y cree que puede darle algunas sugerencias para
que lo acompañe y lo ayude a revertir su situación escolar.
El alumno accede y vuelve al curso, se lo nota más aliviado y entusiasmado, ya que
Micaela le dijo que ante cualquier consulta no dudara en acercarse a ella, lentamente
va sintiéndose local en la que es hasta el momento su “nueva escuela”.
3. Cita por cuaderno de comunicaciones a Juana, la mamá de Pablo y realiza una
entrevista con los dos.
La reunión comienza primero con Juana y Micaela, cada una se presenta y la
preceptora aprovecha la ocasión y completa las planillas que adeudaban
Una vez que llega Pablo conversan acerca de la situación escolar del alumno, la
mamá sabía todas las notas ya que siempre mira su cuaderno de comunicaciones,
esto agilizó la entrevista. (Cabe aclarar que en todo momento la mamá se mostró
desbordada por los cambios y por las demandas de las nuevas escuelas. Sus hijos
menores también andan flojos y no encuentra dónde mandarlos para que refuercen las
tareas.)
La preceptora intenta calmar la ansiedad de la señora y comparte con ellos otras
experiencias de alumnos que se han tenido que mudar y han pasado por situaciones
similares a la de Pablo y con el tiempo han salido adelante. Conversan, también,
22
acerca de la edad y todo lo que implica la mudanza y la adaptación al nuevo colegio.
En todo momento la preceptora busca ser un referente para la familia y poder atender
a las demandas que tengan.
A su vez les reitera, ya que por cuaderno lo había hecho, que en esta escuela las
llegadas tarde se computan como media falta y Pablo ya acumuló varias, con lo cual
podría quedarse libre. Esto toma por sorpresa a la mamá, queda claro que no había
reparado en ese punto al leer la nota en el cuaderno.
Por último Micaela sugiere a Juana que se acerque a una Centro Cultural que está a
pocas cuadras del colegio, ya que allí dictan apoyo escolar para niños y cree que
podría servirle de ayuda para sus otros hijos.
La mamá se retira sumamente agradecida con la preceptora y se compromete a
ayudar a Pablo desde el lugar que le ha sugerido en la reunión.
Logros / Resultados:
1. Pablo cambió notoriamente su actitud en clase, participa mucho más y de a
poco se va ganando la confianza de sus docentes.
2. Al finalizar el segundo período le quedaron 3 materias bajas.
3. En este trimestre disminuyó el número de llegadas tarde.
4. Aun sigue faltando a las clases de Educación Física.
Notas del caso Nº 1
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------CASO Nº 2: “MEJOR EN EQUIPO”
Javier inicia la tarde tomando lista en quinto año B. Otra vez Macarena faltó a la
escuela, la docente de Matemática acota: “enferma no está, porque yo la veo en la
calle todos los días. No me sorprende las dos más grandes eran iguales a ella” (hace
referencia a dos hermanas mayores de Macarena que asistieron al mismo colegio y
fueron alumnas suyas).
Al volver a la preceptoría Javier toma el registro de asistencias y corrobora que ya
hace 5 días que la alumna no está concurriendo a clases.
Lo primero que decide hacer es llamar a la casa. Allí contesta la alumna quien se
excusa diciendo que estaba engripada, pero que al día siguiente volverá a la escuela.
Javier observa ahora el recreo y nota que Macarena está sola, ya no se junta con su
grupo de amigas como lo hacía antes. Pregunta a otras alumnas que están cerca y
una le cuenta a modo de rumor: “La dejaron tirada porque anduvo con el novio de la
amiga…” “…además desde que está trabajando en ese boliche de Recoleta está re
cambiada”. Esto no es la primera vez que el preceptor lo escucha por lo que cree que
no es un simple comentario de mujeres.
23
El preceptor intuye que detrás del alejamiento de las amigas y de las ausencias
prolongadas de Macarena, está pasando algo importante, que no es cosa de chicos y
mucho menos si se trata de una joven de 17 años. En ese momento recuerda que la
semana anterior, en la sala de profesores, escuchó al docente de Historia hablar
acerca de lo dispersa que notaba a la alumna y el descenso notorio que había tenido
en su materia, cosa que lo sorprendió dado que Macarena siempre fue una muy buena
alumna.
Problema:
1. Macarena tiene 22 inasistencias injustificadas.
2. En el segundo trimestre bajó marcadamente sus calificaciones.
3. Consiguió un trabajo por la noche y piensa dejar la escuela, está cansada y
necesita la plata.
Acciones implementadas:
1. Javier aprovecha que esa tarde no faltó ningún profesor y se dirige al Equipo
de Orientación Escolar, ya que en esa escuela cuentan con una psicóloga y
una orientadora social.
Allí les presenta la situación de Macarena y de otro alumno que también lo preocupa
por esos días.
La psicóloga es nueva en la escuela y no conoce mucho la historia familiar de la
alumna, por eso prefiere escuchar primero para luego dar una opinión. El caso de
Eugenia, la trabajadora social, es distinto. Si bien nunca tuvo ningún asunto que
atender de Macarena, sí los ha tenido y sobrados con sus hermanas; es por eso que
conoce y cree saber por donde viene el problema.
“Macarena y sus hermanas son hijas de distintas parejas que ha tenido su mamá,
quién por diversos motivos hace unos seis años se inició como trabajadora sexual.
Esto repercutió de manera diferente en sus tres hijas. La mayor quien para ese
entonces estaba terminando la secundaria, se casó con un hombre bastante mayor
que ella y ya tiene dos hijos; logró obtener el título y hoy en día se dedica al cuidado
de los chicos. La del medio dejó la escuela cuando comenzaba cuarto año y empezó a
trabajar haciendo fotos para una agencia de publicidad, y es con quien vive hoy
Macarena. Y por último la menor de las tres chicas, siguió con su vida como si nada le
pasara y fue siempre uno de los mejores promedios de su curso.
Este año su mamá dio a luz en el mes de marzo a un varón fruto de una nueva pareja,
que conoció trabajando, y se fue a vivir a Formosa ya que consideró que sus hijas
estaban mejor sin ella.”
Javier al escuchar el relato de la orientadora social comenzó a entender porque le
costaba tanto llegar a Macarena y de donde venían esas relaciones tan conflictivas
que entablaba con los varones. Evidentemente ella no tuvo nunca un referente
masculino y no veía porque iba a encontrarlo en la escuela, cuando para lo único que
la buscaban sus compañeros era para invitarla a salir, porque según ellos es la más
linda del colegio.
El preceptor dejó asentada su preocupación y quedó el volver a comunicarse con las
chicas del equipo si notaba algo más. Ellas acordaron tomar cartas en el asunto,
comenzando por citar a Macarena para conversar un rato.
2. Javier consulta entre los preceptores más antiguos quiénes tuvieron de
alumnas a las hermanas de Macarena. Se entera que fue Claudia y decide
tomar unos mates con ella para conversar sobre el tema que lo preocupa.
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3. La orientadora social y la psicóloga citan a Macarena para conversar, invitan a
Claudia a la reunión porque tiene muy buena relación con la alumna y aun
sigue en contacto con sus hermanas, conoce su historia.
Logros / Resultados:
1. Macarena se comprometió a no dejar la escuela, pero continuará trabajando.
Pese a eso, la psicóloga le recomendó que buscara otra cosa ya que el trabajo
nocturno puede traer aparejadas situaciones no favorables para su futuro.
2. Dado que situaciones como la de Macarena se repiten en casi todos los años,
el Equipo de Orientación Escolar en conjunto con el Equipo Directivo deciden
armar un taller para los alumnos de la escuela. Abordarán el tema de la
explotación sexual, dicen que es mejor prevenir que curar y aquí parece que
las alarmas sonaron a tiempo.
Recomendaciones:
1. Tejan redes de acción, tanto intraescolares como extraescolares, pero
recuerden que si la situación es tan delicada cuanto más se resguarde la
privacidad del alumno mejor. No es necesario etiquetar a nadie a la hora de
buscar ayuda.
Notas del caso Nº 2
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CASO Nº 3: “¿Y SI LO HACEMOS EN GRUPO?”
Rocío llega a la preceptoría y encuentra un cartelito que dice “no viene Fanego, llamó
hace diez minutos, toma licencia por dos semanas; y Gómez llega más tarde.” En ese
momento piensa en clonarse… Al darse cuenta que eso no es posible busca la
manera de cubrir los dos cursos.
Al día siguiente, mientras intenta completar el registro de asistencias, llega la
profesora de Literatura y le dice: “¡Los chicos cada vez se portan peor! No puede ser
que estén durante todo el día sin hacer nada, así es imposible que se concentren con
las materias de los profesores como yo que nunca faltamos”. Rocío le responde:
“Mariana te entiendo, y estoy de acuerdo con vos, pero para mi también en difícil estar
25
en más de un curso a la vez. De todas maneras voy a conversar con ellos por el tema
de la conducta.”
Las semanas pasan y esta idea de clonarse cada vez se vuelve más frecuente en su
cabeza; no es que esté delirando de fiebre es que los docentes faltan con más
regularidad y ya no sabe como ocupar esos momentos, y a la vez cumplir con las
tareas administrativas que tiene a cargo.
Ante esta realidad no sólo de sus años sino de la escuela en general piensa en varias
alternativas y decide juntarse con la orientadora social, cree que ella puede darle una
mano con la idea que tiene en mente.
Problema:
1. El ausentismo docente se volvió moneda corriente y los alumnos pasan varias
horas en la semana sin clases.
2. Los profesores que concurren a trabajar se quejan porque los chicos están
mucho tiempo sin hacer nada y encima no prestan atención en sus horas.
Acciones implementadas:
1. Realiza una actividad grupal.
Ella tiene a cargo los dos primeros años, el A y el B. Los chicos en el mes de abril
siguen diciéndole “seño” con lo cual la adaptación a la secundaria aun no ha
finalizado; y en este caso es ventajoso. Junta a los dos cursos en un solo salón, esto
en la primaria es común y por eso quizás aceptan con gusto.
Una vez que los casi sesenta alumnos logran ubicarse les cuenta que todos los años
durante los primeros meses tiene ese tipo de reuniones con sus cursos. En ese
momento aprovecha para dar algunas indicaciones administrativas, y luego les pide
que cada uno responda en una hoja las preguntas que ella les dictará a continuación.
Rocío sabe que en algún momento necesitará esa información (nombre y apellido,
dónde nacieron, cómo se compone su familia, con quién/es viven, en dónde, qué
hacen en sus ratos libres, de qué cuadro son, etc.).
2. Se reúne con la orientadora social y le realiza una propuesta.
Rocío le propone a la orientadora social armar un proyecto para llevar adelante con los
cursos en los momentos que quedan libres por ausencia de los docentes. La idea es
buscar en conjunto alguna actividad comunitaria que puedan desempeñar los chicos
en la escuela.
De esta manera estarían acompañando a los alumnos en un proceso de búsqueda y
de descubrimiento de otras realidades, y a la vez atenderían a esta dificultad que
aparece en casi todas las instituciones, la falta de personal.
3. Plantea el proyecto en la reunión de preceptores y luego con el equipo
directivo.
Rocío en esta oportunidad realiza la presentación formal del proyecto, primero en la
reunión con el jefe de preceptores y luego con el equipo directivo de la escuela.
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Logros / Resultados:
1. El equipo directivo aprobó el proyecto.
2. Los chicos comenzaron a trabajar en la confección de juegos de mesa, los
mismos fueron donados a la sala de pediatría de un hospital cercano. El
contacto lo realizó la orientadora social.
3. Un grupo reducido de alumnos participó personalmente en la entrega del
material lúdico.
4. El ausentismo docente no logro reducirse, pero los alumnos han modificado
notoriamente el comportamiento en las horas de clase. El proyecto ayudó
también a que se afianzara el vínculo con la preceptora.
Notas del caso Nº 3
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CASO Nº 4: “A RENDIR LAS PREVIAS”
Esta comenzando el mes de mayo y Hernán ya empieza indagar acerca de las mesas
para las previas, como tiene mucho trabajo en esos días prefiere estar prevenido al
momento de comenzar a notificar a los alumnos.
Luego, al salir al recreo, conversa con los chicos y les consulta sobre las materias que
adeuda cada uno. Si bien es una información que puede consultar en planillas, cree
conveniente conversarlo ya que de esa manera también involucra a los chicos. Al
volver a la preceptoría le avisan que la docente se siente mal y deberá ir a cubrir el
curso. Si bien eso le demorará las tareas que estaba realizando, aprovecha para
dialogar con los chicos sobre los exámenes pendientes. Ese tema preocupa y ocupa
mucho a Hernán. En la charla salen cosas interesantes, los alumnos manifiestan su
descontento y su desconcierto a la hora de pedir los temas, de conseguir el material y
de planificar su agenda de estudio.
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Problema:
1. La mayoría de los alumnos del último año han llegado hasta allí adeudando
materias. Algunas son de los primeros años y eso les dificulta más el poder
rendirlas.
Acciones implementadas:
Hernán realizó un taller con sus alumnos, con el objetivo de brindarles herramientas a
los alumnos para que puedan rendir los exámenes. De esta manera, se propuso
acompañarlos en la búsqueda del material necesario, de planificar junto a ellos una
agenda semanal en la que puedan destinar el tiempo necesario para cada asignatura y
de pensar estrategias que los orienten en el tema de estudio. Hernán realizó las
siguientes actividades
Actividad 1 – Presentación
Cada uno de los alumnos presentó a su compañero de la derecha, luego los demás
compañeros completan si conocen algo más sobre ese chico. Entre las preguntas que
hizo Hernán incluyó ¿Qué materias quedaron pendientes y de qué años escolares? y
¿alguna estrategia que implementó hasta ese momento para prepararla?
Actividad 2 - Técnica de organización y planificación “TAREAS”
Hernán preparó una hojita para cada uno. Esa hoja decía:
Usted debe salir de su casa a las 9:15hs, hacer una serie de tareas y estar de regreso
a las 13:00hs. Para recorrer el camino de su casa a la estación se tarda 30min. La
oficina donde debe pagar los impuestos cierra a las 10 horas. Los negocios y el
correo cierran a las 12hs. y la panadería abre después de las 11hs. El recorrido debe
hacerse a pie.
Las tareas son las siguientes:
1. Llevar unos zapatos al zapatero
2. Llevar un saco a la tintorería
3. Retirar la bicicleta que dejé para cambiar la rueda
4. Mandar un paquete de 10kg por correo
5. Pagar los impuestos en la oficina
6. Comprar pan
7. Comprar ½ kg de papas
8. Esperar a unos amigos que llegan en tren a las 12:30hrs
9. Comprar un libro
10. Comprar una leche en polvo en el supermercado
Cada alumno/a escribió el orden en el que haría todas las tareas. Luego Hernán guió
al grupo comparando las respuestas y reflexionando acerca de la organización y
planificación, en este caso, respecto a las materias que deben rendir. Para eso, hizo
una lluvia de ideas con los chicos sobre los pasos necesarios para preparar una
materia. Luego se discutió el orden de las mismas y se reflexionó acerca de ello.
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Actividad 3 – ¿En qué condiciones estoy para rendir?
Por último, Hernán preparó otra hojita para que los chicos trabajen, en la que debían
ubicar en el recuadro correspondiente el nombre de la/las materias que tenían que
rendir, según su situación.
Estoy en el horno!!!
Todavía me falta…
Estoy listo/a para
rendir!!!
Esto permitió trabajar con los chicos el por qué están en esa situación, qué les falta,
qué podrían haber hecho y aún no hicieron….
Para terminar el encuentro, Hernán propuso al grupo que asumiera tres compromiso
claro para tener buenos resultados en las mesas de evaluación. Los chicos se
propusieron: armar grupos de estudio, asistir a clases de apoyo y buscar los
programas de las materias.
Logros / Resultados:
1. Los alumnos se presentaron a rendir, no todos lograron aprobar.
2. Los mismos chicos se acercaron al preceptor para pedirle que los acompañe
con otro taller al momento de presentarse en las mesas de diciembre.
3. El jefe de preceptores implementó ese taller en los otros cursos y varios
alumnos pudieron rendir satisfactoriamente las asignaturas que adeudaban.
Notas del caso Nº 4
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4. En síntesis
Construir el rol de acompañante pedagógico es una tarea compleja, pero que puede
dar grandes satisfacciones cuando uno observa los resultados logrados. Cada chico
que es retenido en la escuela y que logra aprender, mejora significativamente las
posibilidades de tener una vida digna, de construir un espacio personal sano para su
desarrollo y crecimiento.
El rol del preceptor, aparece como clave en la actual estructura de la escuela
secundaria, en tanto la fragmentación del modelo pedagógico requiere de una figura
que articule una visión integral de los alumnos, de sus trayectorias escolares, de sus
relaciones con los demás alumnos, con sus docentes, y entre ellos, la escuela y sus
familias.
El desafío es construir una relación de proximidad, sin perder la asimetría, es decir, la
comprensión de que más allá de cuestiones formales, el preceptor es un adulto, un
profesional que forma parte del equipo profesional de la escuela, no es un par del
alumno. Sin embargo, tiene que ser capaz de construir una relación de gran
confiabilidad que le permita acceder a las dificultades que atraviesa, a las situaciones
que lo preocupan, y poder ayudarlo.
Estar cerca de los chicos no implica abandonar el espacio de la norma y la ley, sino
todo lo contrario. El preceptor no puede ser “cómplice” de la transgresión, tiene que
poder hablar de los problemas, buscar soluciones, encontrar caminos alternativos con
el alumno, sin volverse “cómplice” de las lógicas trasgresiones de los adolescentes y
jóvenes. ¿Es eso posible? Seguramente, se trata de que la cercanía se construya a
partir de la confiabilidad, la sinceridad, la presencia, y que los chicos reconozcan al
preceptor por su compromiso con ellos, más allá de que a veces deba “ubicarlos” y
ordenarlos. La gran ventaja de ese “impar” es que no es un amigo, como tantos que
los chicos tienen, es un “distinto” que puede ayudarme, que no me dice lo que quiero
escuchar, sino lo que me ayuda a “ordenarme” y recorrer mi trayectoria escolar con
éxito y mayor satisfacción.
El preceptor debe tomar conciencia de la importancia de su rol, de lo estratégico que
resulta en el actual ordenamiento de la escuela secundaria, y de la importancia de que
pueda relacionarse con los profesores como pares, que trabajen juntos para lograr
aprendizajes exitosos de los alumnos.
Este material es una primera propuesta para empezar a institucionalizar un rol
que existe en muchas escuelas, pero que no ha sido “institucionalizado” como
tal y que requiere ser conceptualizado para poder incorporarlo a los esquemas
ordinarios de funcionamiento de la escuela.
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5. Bibliografía citada
•
Gagliano, R. (2005) “Esferas de la experiencia adolescente. Por una nueva
geometría de las representaciones intergeneracionales”, en Anales de la
educación común. Adolescencia y juventud. Año 1 números 1-2. Septiembre.
Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires,
p.211
•
López, N. (2010) “Entre el universalismo y la discriminación: desafíos de la
educación”, en PNUD (2010) Aportes para el desarrollo humano en Argentina/
2010 Desarrollo humano, inclusión y calidad educativa. Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo, Argentina.
•
Niedzwiecki, D. (2010) “Preceptores. De la reproducción normativa a la
construcción artesanal de vínculos” en Propuesta Educativa N° 34, FLACSO,
Buenos Aires.
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