En verdad, nadie sabe con certeza el origen del nombre de la

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En verdad, nadie sabe con certeza el origen del
nombre de la capital de la República Oriental del Uruguay:
Montevideo. Así, entre tantas versiones, la que me parece
más probable es la que menciona el grito de un vigía. Me
imagino que todo ocurrió así:
Era el mes de enero de 1520. El mar aquel día estaba
tranquilo, una brisa suave agitaba las velas y los primeros
rayos de sol surgían en el horizonte. José Manuel Delgado, uno de los
marineros, el vigía de la expedición de Fernando de Magallanes, luchaba
contra el sueño que casi lo vencía. ¿Qué diría su padre, un profesor de latín,
que lo había educado con
esmero, si lo viera ahora
encima de un mástil
vigilando el mar, buscando
por gaviotas u otras aves
marinas y por señales de
tierra? Lo había preparado
para ser un “casi hidalgo”,
pero no esperaba que su
hijo escogiese la vida
aventurera de los marineros,
los verdaderos héroes de
los descubrimientos.
Mientras José Manuel se
esforzaba por mantenerse despierto, avistó algo que lo sobresaltó: por detrás
de la neblina de la mañana, observó un monte en forma de sombrero. Abrió
bien los ojos y después se los refregó. Sí, ¡allá estaba! José Manuel sabía que
la mayoría de los marineros estaba durmiendo y, como era un bromista, decidió
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que los despertaría de un modo inusitado para contarles sobre el monte.
Gritaría algo que no pudiesen comprender. Por eso gritó en latín:
—¡Móntem vídeo! ¡Móntem vídeo! ¡Móntem vídeo! [¡Yo vi un monte!]
Los marineros se despertaron atónitos pensando qué cosa terrible estaría
ocurriendo. Corrieron todos hacia uno de los lados del barco y, cuando vieron
el monte, comprendieron la broma de José Manuel, que se reía mucho arriba
del mástil.
Aquel mismo día, Francisco Albo, también integrante de la expedición,
escribió en su “Diario de Viaje”: “Martes del dicho [enero de 1520] estábamos
en derecho del Cabo de Santa María [Punta del Este]. De allí corre la costa
leste [este] oeste i [y] la tierra es arenosa i [y] en derecho del cabo ai [hay] una
montaña hecha como un sombrero al cual pusimos nombre Montevidi.” ¡Qué
pena! Francisco Albo no sabía latín tan bien como José Manuel, por eso hasta
hoy persiste esa confusión acerca del nombre de esa bellísima ciudad llamada
Montevideo.
Basado en <http://www.montevideanos.com/origen.htm>
y <http://www.mundomatero.com/estampas/origen.html>,
accedidos en 12 sep. 2007.
FORTALEZA DEL CERRO
VISTA ACTUAL DEL CERRO DE MONTEVIDEO
DONDE ESTÁ LA FORTALEZA DEL CERRO
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