Poder Judicial de la Nación JUZGADO FEDERAL DE NEUQUEN 1 FGR 21000091/2013 Neuquén, 21 de octubre de 2013. Y VISTOS: Para dictar sentencia en esta causa caratulada: “GHIANO, LUIS ALBERTO C/ ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL (ANSES) S/ LEY 16.986”, Expte. Nº FGR 21000091/2013, de la que RESULTA: 1) Que a fs. 7/15 comparece el Sr. Luis Alberto Ghiano, por medio de apoderado, a iniciar acción de amparo contra Social, la Administración tendiente a Nacional lograr que de la se Seguridad declare la inconstitucionalidad del art. 9 de la ley 24.463, del art. 4 USO OFICIAL del Decreto 1199/2004, de los arts. 9 y 10 de la ley 26.417 y del art. Seguridad 9 de la Social, Resolución y se 6/2009 ordene el de cese la de Secretaría los de descuentos efectuados en su haber jubilatorio con fundamento en dicha normativa y subsidiariamente, que ellos se limiten al porcentaje previsto por la Circular DP Nº 45/12 (15% sobre el excedente del haber máximo fijado en $ 13.770,83). También pide el cese de los descuentos concretados desde diciembre de 2012 en concepto de impuesto a las ganancias, y la restitución de las sumas indebidamente retenidas desde julio de 2012 por ambos motivos. Tras fundar la procedencia de la vía elegida, el presentante relató que su mandante se acogió a la jubilación ordinaria en el marco de la ley 24.241 en el mes de julio de 2012, habiéndose desempeñado hasta entonces como gerente de la Sucursal Neuquén del Banco de la Nación Argentina. Desde entonces, señala, se aplica a su beneficio la deducción prevista por el art. 9 de la ley 24.463, en un monto superior al 30% del haber bruto devengado. Sostiene por otro lado que ANSES aplica la reducción sin más y disminuye la jubilación al tope máximo sin respetar la metodología vigente, que sólo admite descuento del 15% aplicado sobre el importe en que el previsional excediera aquél límite máximo, fijado un haber por la Circular ANSES 45/12 en $ 13.770,83. En cuanto a la deducción efectuada en concepto de impuesto a las ganancias, anuncia que ella le fue efectuada sin aviso previo a partir de los haberes del mes de diciembre CP Poder Judicial de la Nación de 2012, lo que configura desde su punto de vista una vía de hecho. Opina que la quita resulta confiscatoria considerando su magnitud ($ 5.828,56 en julio y agosto de 2012, y $ 6.494,29 a partir de septiembre) doctrina sentada por la Corte Suprema en el marco de la de Justicia Nación en “Actis Caporale” (Fallos 323:4216) de la según la cual, son inconstitucionales los topes máximos cuando su aplicación provoca una merma del haber jubilatorio superior al 15%. El criterio, añade, fue confirmado en “Tudor, Enrique José” (Fallos 327:3251). Cita jurisprudencia de la Cámara Federal de la Seguridad Social en el mismo sentido. USO OFICIAL En cuanto a la retención del impuesto a las ganancias, alega que el descuento se comenzó a materializar de manera intempestiva “sin norma legal o administrativa” que lo justifique desde diciembre de 2012, sin que con antelación se hubiese aplicado. Afirma que no se dictó ningún acto administrativo previo y no se comunicó tampoco el inicio del descuento al interesado, estimando por ello que la conducta configuró una vía de hecho en el marco del art. 9 inc. a) de la ley 19.549. Cita jurisprudencia del ámbito provincial que desautorizó un descuento de similar naturaleza efectuado en esas mismas condiciones a un beneficiario del sistema provincial previsional. Enumera las normas que tutelan los derechos que entiende conculcados con la conducta reseñada -arts. 14, 14 bis y 17 de la Constitución Nacional-. Subsidiariamente, pide que se aplique el descuento en el modo previsto por el art. 9 de la Resolución 6/2009 SSS. Pidió una medida cautelar que fue rechazada a fs. 16/17, ofreció prueba, introdujo el caso federal y pidió que oportunamente se dicte sentencia haciendo lugar a la demanda. 2) Habiéndose dado curso a la acción a fs. 16 y requerido a la Administración Nacional de la Seguridad Social que elabore el informe previsto por el art. 8 de la ley 16.986, el organismo lo presenta a fs. 28/42 alegando su falta de legitimación pasiva para soportar la pretensión tendiente al reintegro de los importes retenidos en concepto de impuesto a las ganancias y el cese de dicha retención. Explicó CP que el ente previsional es un mero agente de Poder Judicial de la Nación retención y que sus funciones –en ese carácter- se encuentran regladas por la Resolución General de la AFIP nº 4139, que indica la incurrido metodología en instrucciones vías del de a seguir. hecho, Niega afirmando organismo recaudador por haber para ello haber seguido las concretar la retención. Cuestiona luego la admisibilidad de la acción por entender que el perjuicio no es actual, pues las normas en función de las cuales se aplicaron los descuentos objetados se encuentran vigentes desde hace larga data, por ausencia de arbitrariedad o ilegalidad manifiestas –asegurando haber actuado en el marco de lo establecido por las leyes 20.628, USO OFICIAL 24.241, 24.463 y Res. Gral. AFIP 4139/96- y por la presencia de otros medios judiciales idóneos –aludiendo al procedimiento previsto por el art. 15 de la ley 24.463-, destacando que el amparo continúa siendo una vía subsidiaria. Opina además que la acción de amparo no sustituye los recursos administrativos que debieron ser intentados en forma previa a acudir a la vía judicial, sin que en la ocasión se encuentre reunido el recaudo exigido por el art. 12 de la ley 25.344, que veda la demanda judicial al Estado Nacional si antes no se interpuso reclamo administrativo previo. Sostiene además que el plazo de caducidad del art. 2 inc. e) de la ley 16.986 –que considera vigente aún tras la reforma constitucional de 1994- se hallaba vencido a la época de inicio de la acción, ya que la primera retención del Impuesto a las Ganancias fue concretada en diciembre de 2012, el tope del art. 9 de la ley 24.463 le fue aplicado desde julio de 2012, y la demanda fue promovida el 4 de abril de 2013. Expidiéndose sobre el fondo de la cuestión, indica que la retención del impuesto a las ganancias tiene base legal en los arts. 1 y 78 inc. c) de la ley 20.628, sin que en su condición de agente de retención tenga la potestad de juzgar sobre alguna eventual exención. Explica que su parte se encuentra obligada a practicar el descuento, deber cuyo incumplimiento le puede generar sanciones. Observa por otro lado que el actor no planteó la inconstitucionalidad de aquéllas normas. En relación al tope máximo previstos por el art 9 de la ley 24.463, refiere que no solo los haberes están CP Poder Judicial de la Nación sujetos a un tope sino que también lo están los aportes previsionales que se deducen del salario de los trabajadores activos, de modo que el titular no aportó ni contribuyó durante su vida laboral sobre el total de sus remuneraciones, sino que lo hizo sobre un tope –que denomina “intrínseco”establecido en el art. 9 de la ley 24.241, de $ 24.473,92 a la época de presentación del informe, por lo que no puede pretender que su haber jubilatorio no se encuentre limitado del modo que, coincidente, lo establece el art. 9 de la ley 24.463 (tope “extrínseco”). Explica la finalidad solidaria y redistributiva del sistema de topes máximos, que se completa con la existencia USO OFICIAL de un haber mínimo vital garantizado a los beneficiarios cuyos aportes no alcanzan para el financiamiento de un piso mínimo. Recuerda que el haber de jubilación no se conforma únicamente con los aportes derivados del esfuerzo personal del trabajador sino también con aportes públicos provenientes de impuestos. Observa por lo demás que la mayor esperanza de vida hace inviable el mantenimiento de haberes jubilatorios altos. Advierte que la fijación de haberes máximos ha sido convalidada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en Fallos 292:312, estableciendo en Fallos 307:1985 que para establecer la solución que corresponde en cada planteo de confiscatoriedad, es preciso determinar si en las circunstancias de la causa aparece o no quebrada la regla de la razonable proporcionalidad, estándar éste, asegura, dejado de lado por las leyes 24.241, 24.463 y 26.417, por lo que la pauta debe entenderse a su juicio en función de la realidad económica de cada actora social. Si bien admite el carácter sustitutivo del salario de los haberes previsionales, y su condición de derecho alimentario, niega que se encuentre vigente la regla de la razonable proporcionalidad entre uno y otro, la que sostiene, es imposible de mantener por el sistema público, considerando que los trabajadores deben encauzar sus ahorros a través de otros instrumentos que preserven al adquirir el status previsional el nivel de vida alcanzado en actividad. Plantea el caso federal y pide que oportunamente se rechace la acción de CP amparo interpuesta, con costas. Poder Judicial de la Nación 3) Corrido traslado a la actora de la documental ofrecida como prueba por ANSES y contestado el mismo, a fs. 68 se ordenó la producción de las pruebas ofrecidas por las partes. Producida a fs. 75/82 la informativa a ANSES, a fs. 85 se llamó AUTOS para dictar sentencia; y CONSIDERANDO: I. Que el actor pretende que se declare la inconstitucionalidad de las normas que fijan un haber máximo jubilatorio y se ordene el cese de los descuentos efectuados en su haber jubilatorio por tal motivo, requiriendo, subsidiariamente, que ellos se limiten al porcentaje previsto por la Circular DP Nº 45/12 (15% sobre el excedente del haber máximo fijado en $ 13.770,83). También USO OFICIAL pide el cese de los descuentos concretados desde diciembre de 2012 en concepto de impuesto a las ganancias, y la restitución de las sumas indebidamente retenidas desde julio de 2012 por ambos motivos. La demandada cuestiona la admisibilidad de la acción, niega su legitimación pasiva en lo atinente a la retención efectuada en concepto de impuesto a las ganancias y defiende la validez constitucional del sistema de topes máximos para los haberes jubilatorios. II. Analizando metodológicas, procedencia las formal primeramente, objeciones de la vía por dirigidas a intentada, razones atacar ellas la pueden sistematizarse de la siguiente manera: a) falta de perjuicio actual y e) de vencimiento del plazo de caducidad del art. 2 inc. la ilegalidad judiciales ley 16.986; b) manifiestas; c) idóneos; y d) ausencia de presencia omisión de arbitrariedad de otros intentar el o medios reclamo administrativo previo. En relación al primero aspecto (a), la accionada entiende que el perjuicio no es actual, pues las normas en función de las cuales se aplicaron los descuentos objetados se encuentran vigentes desde hace larga data, asegurando además que el plazo de caducidad del art. 2 inc. e) de la ley 16.986 se encuentra vigente aún tras la reforma constitucional de 1994, y había vencido a la época de inicio de la acción, ya que la primera retención del Impuesto a las Ganancias fue concretada en diciembre de 2012, el tope del art. 9 de la ley 24.463 le fue aplicado desde julio de 2012, y la demanda fue promovida el 4 de abril de 2013. CP Poder Judicial de la Nación Cabe recordar que tras la reforma constitucional de 1994, se debatió doctrinaria y jurisprudencialmente si la ley 16.986 –y en particular, las previsiones que imponían recaudos de admisibilidad no contemplados ni derivados del texto constitucional- mantenía su vigencia. Sobre el punto, explican Sergio Gustavo Fernández y Luis María Márquez en “Jurisprudencia concordada sobre la caducidad en la acción de amparo - El artículo 2°, inciso e) de la ley 16.986 frente al nuevo texto constitucional” (Publicado en: LA LEY 1999-C, 1140) que la jurisprudencia ha interpretado en general que Constitución Nacional no USO OFICIAL bloque de las entenderse admisibilidad expreso o de la que constitucional, de la derogadas acción que resulten de tal nuevo art. 43 de la ha producido una derogación en disposiciones únicamente el ley 16.986, aquellas lo condiciones hubieren incompatibles suerte que debiendo sido con subsisten de el de modo texto entonces los recaudos de admisibilidad establecidos por dicho precepto, mientras no se opongan Constitución a la letra Nacional y espíritu (conf. de la CNFed. Contenciosoadministrativo, sala I, 22/5/96, LA LEY, 1997-D, 694; íd: sala III, 18/3/95, "Pérez, A. c. Ministerio de Cultura y Educación" en LA LEY, 1996-E, 97, fallo N° 94.825). En este sentido, el plenario de la Cámara Federal Civil y Comercial “Capizzano de de Galdi, Capital Federal Concepción c/ dictado en autos Instituto de Obras Sociales” (LL-1999-E-401), consideró compatible con el art. 43 de la C.N. la exigencia del art. 2 inc. e) de la ley 16.986 -que requiere que la acción de amparo sea interpuesta dentro de los quince días hábiles a partir de la fecha en que el acto fue ejecutado o debió producirse- y por ello, de acuerdo a la doctrina allí sentada, el mismo mantiene su vigencia luego de sancionada la reforma constitucional de 1994. La mayoría de los integrantes del Tribunal de Alzada de este juzgado (Excma. Cámara Federal de Apelaciones de General Roca), en su anterior composición, también han sostenido en sentido coincidente que aquél recaudo es todavía exigible –con la disidencia del Dr. Barreiro, que ha opinado que tras la reforma constitucional de 1994, el requisito del art. 2 inc. e de la ley 16.986 no conserva su operatividad- CP Poder Judicial de la Nación (SI 15/2008), sin que a la fecha, y con su nueva integración, el criterio haya sido convalidado o modificado. Aquella fue también la opinión vertida por la suscripta en “ZUMOS TRADING S.A. C/ PODER EJECUTIVO NACIONAL –MINISTERIO DE ECONOMÍA, ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS- S/ AMPARO”, Expte. Nº 338, Folio 333, Año 2003 (SD del 14/4/2008). De modo que será necesario verificar si al momento de interponerse la demanda el 4 de abril de 2013 (fs. 15 vta.) aquél plazo había ya transcurrido “a partir de la fecha en que el acto fue ejecutado o debió producirse” (art. 2 inc. e ley 16.986). USO OFICIAL Pero para hacerlo, será imprescindible recordar que la jurisprudencia ha sostenido desde antiguo que en ciertos supuestos, la caducidad de la acción de amparo no se produce si la conducta lesiva se renueva periódicamente, pues se está ante un incumplimiento continuado. Así se ha decidido justamente en relación a los descuentos operados en los haberes previsionales (Cfr. CFSS, 25/2/97, Portos José c/ ANSES, DT-1997-B-2143; reiterado el 02/11/1998 en Alvarez de Arcaya, Martha S. y otros c/ Administración Nac. de la Seguridad Social, DT, 1999-B-1441, con nota de Amanda Lucía Pawlowski de Pose; en igual sentido, CNFed. Civil y Com., sala I, sentencia del 12/10/95 dictada en autos Guezamburu c/ Instituto de Obra Social, publicado en LL-1996-C-509). El criterio ha sido avalado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación el 07/11/2006, en “Mosqueda, Sergio c. Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados” (Fallos Corte: 329:4918; publicado también en LA LEY 18/12/2006, 7 - DJ 27/12/2006, 1239 - IMP 2007 –enero, 87 - LA LEY 05/03/2007, 5, con nota de Néstor P. Sagüés), ocasión en la cual decidió dejar sin efecto la sentencia que rechazó por extemporánea la acción de amparo interpuesta contra una obra social a efectos de que restableciera al actor la cobertura de las prestaciones interrumpidas —en el caso, rehabilitación kinesiológica por discapacidad motora—, “ya que, el art. 2 inc. e) de la ley 16.986, en cuanto impone la necesidad de presentar la demanda de amparo dentro de los 15 días hábiles a partir de la fecha en que el acto fue ejecutado o debió producirse, no es un escollo insalvable CP Poder Judicial de la Nación cuando con la acción incoada se enjuicia una arbitrariedad o ilegalidad continuada, originada tiempo antes de recurrir a la justicia, pero mantenida al momento de accionar y también en el tiempo siguiente.” (Del dictamen de la Procurador Fiscal subrogante que la Corte hace suyo). La doctrina es aplicable a nuestro supuesto, pues el acto lesivo se renueva mensualmente al ser periódicamente descontado de los haberes del actor el tributo y aplicado el tope máximo, y por ello, no es de aplicación al caso el art. 2 inc. e) de la ley 16.986. Aun así, corresponde verificar si la circunstancia de que la demanda haya sido intentada ocho meses después de USO OFICIAL efectuado el primer descuento proveniente del art. 9 de la ley 24.463, y tres meses después de la retención del impuesto a las ganancias, configurada la constituye urgencia un que obstáculo el para instituto considerar constitucional requiere para su procedencia. Útil es recordar que quien pretenda utilizar esta acción, “no debe probar el carácter subsidiario respecto del proceso ordinario. Debe demostrar el supuesto de hecho requerido por la norma, esto es, la idoneidad. De tal modo deberá presentar al juez una situación de urgencia tal, para la que la medida solicitada es el medio apto. La violación a que da lugar la acción debe ser manifiesta. Este requisito debe ser demostrado por el accionante, prima facie, y su falta de prueba autorizará al rechazo in límine de la acción". Opina el autor que de la subsidiariedad establecen límites instituto. No cabe débil que "Mediante estos dos elementos y la evitan caer en violación la una manifiesta desnaturalización "sumarización" se del total, generalizada, que sacrificaría valores o principios de rango superior (art. 18, Const. Nac.), ya que la Justicia requiere "siempre" de un tiempo propio, que si le es privado, produce consecuencias "irreparables" a los fines específicamente "de la justicia". (Ricardo Lorenzetti ha "Las normas fundamentales de expresado en su derecho privado" obra (Editorial Rubinzal Culzoni, pág. 298). La subsidiariedad débil a que alude el Magistrado de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el párrafo que antecede es la derivada de la fórmula utilizada por el CP Poder Judicial de la Nación art. 43 de la Constitución Nacional, que supedita la admisibilidad de la acción a la inexistencia de “otro medio judicial más idóneo” para ventilar la cuestión. Su interpretación ha dado lugar a divergencias doctrinarias. Por un lado, algunos autores opinan que la acción de amparo mantiene el carácter subsidiario, residual, como vía excepcional y heroica, que se le atribuía en forma previa a la incorporación del instituto en la Carta Magna, tal como lo señalara el miembro informante de la Comisión, Convencional Díaz, en el seno de la Convención Constituyente -y lo sostiene con énfasis Néstor Pedro Sagués en “Nuevamente sobre el rol directo o subsidiario de la acción de amparo (A USO OFICIAL propósito de la voluntad del constituyente)”, LA LEY 1995-D, 1517-. Por el otro, hay quienes sostienen que luego de 1994, el amparo es una acción-directa, utilizable siempre que sea la más idónea para lograr el reconocimiento de los derechos afectados. (Cfr. Rivas, Adolfo A., “El amparo y la nueva Constitución de la República Argentina”, LA LEY 1994-E, 1330). Pero inclusive en este marco, aceptando que se trata de una acción directa, la dificultad estriba en definir el concepto de “idoneidad”, para lo cual no podrá prescindirse, como opina el doctrinario ahora Magistrado del Alto Tribunal, de la evaluación que se realice sobre la presencia de la urgencia. Resulta destinada a claro que sustituir o la acción reemplazar de amparo los no demás está medios ordinarios para la solución de las controversias, y procederá solo cuando demuestre ser más idónea que aquellos para la protección del derecho. En nuestro caso, nos encontramos con un acto administrativo que se encontraría firme –no se ha alegado haberlo impugnado mediante la vía prevista por el art. 15 de la ley 24.463- en el cual se fijó un contiene una deducción por previsto por el 9 art. aplicación de la ley haber inicial que del tope 24.463 y máximo normas modificatorias y complementarias, según surge del Detalle del Beneficio obrante a fs. 54/55 y 58/59 del expediente administrativo agregado por cuerda (aprobado por Resolución 298 según allí consta), de todo lo cual el actor habría tomado conocimiento al menos el 29 de agosto de 2012 a través CP Poder Judicial de la Nación de la UDAI Olavarría según documental por él mismo aportada a fs. 3 (aunque ya a partir del recibo de haberes de julio de 2012 agregado a fs. 6, emitido el 12 de julio de ese año, tuvo conocimiento del descuento efectuado en virtud del art. 9 de la ley 24.463 ahora objetado). De modo que el Sr. Ghiano dejó transcurrir más de ocho meses para acudir a la sede jurisdiccional a formular su planteo, lo que permitiría descartar que se presente la urgencia típica del instituto. Explica Néstor Sagüés en su “Derecho Procesal Constitucional, Acción de Amparo” (Edición julio de 2009, Editorial Astrea, pág. 270) que en definitiva, se trata de USO OFICIAL verificar si el demandante ha actuado con “una celeridad razonable, de acuerdo con las particularidades del caso”, y si no lo ha hecho -esto es, si no ha actuado con premura-, el amparo no sería admisible. Es que si bien, como lo reconoce Néstor P. Sagüés en el comentario publicado en LA LEY 2007-B, 128, aludiendo a la regla del art. 2 inc. e) de la ley 16.986, la misma resulta —como cualquier otra de caducidad— “antipática para los litigantes (en particular, por la premura con que deben actuar), ...”, ella es “perfectamente lógica dentro de la arquitectura del amparo, pensado como una acción rápida y expeditiva (art. 43, Constitución): si tal proceso constitucional debe tener su tónica de necesaria celeridad, también debe ser diligente quien lo interpone. La vivacidad, por cierto, debe comprometer a todos. Y cuando el actor o su letrado demora su articulación más allá de un lapso razonable, está dando a entender, además, que no necesita ocurrir con urgencia a los tribunales para discutir su derecho por medio del amparo, y que, en cambio, puede ir a los procedimientos normales, administrativos o judiciales, para formular su reclamo”. En este sentido, no entiendo configurada la urgencia para obtener la respuesta jurisdiccional que la vía escogida requiere, que pudo eventualmente haber tramitado por la vía especial del art. 15 de la ley 24.463, lo que permite desechar la la admisibilidad de acción, sin que resulte necesario evaluar los demás aspectos traídos a decisión – aunque no esté demás señalar que tras la reforma constitucional operada en 1994, la existencia de remedios administrativos derecho CP para tutelar el afectado dejó de Poder Judicial de la Nación perjudicar la admisibilidad de la acción, como lo hacía con antelación a ella en función del art. 2 inc. a) de la ley 16.986, pues conforme lo destaca Agustín Gordillo en su obra "Tratado de Derecho Administrativo", 2da. Edición, Tomo 2, pág.XII-14, al dejarse sentado en el nuevo art. 43 que la acción de amparo es “expedita”, se eliminó la exigencia de todo recaudo FERREYRA, previo a su interposición (Cfr. “LUDUEÑA DE MARÍA ANGÉLICA C/ ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS –DIRECCIÓN GENERAL IMPOSITIVA S/ AMPARO”, Expte. Nº 255,Folio 390, Año 2004, SD del 8/11/2007 de este mismo juzgado, y “MARTIN, CARLOS MARÍA C/ ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS – ESTADO NACIONAL S/ AMPARO LEY USO OFICIAL 16.986”, Expte. Nº FGR 21000257/2012, SD del 14/06/13)-. Por lo demás, en relación a la pretensión vinculada con el cese Impuesto a y repetición las Ganancias, de lo cabe retenido señalar en que concepto ANSES se el ha limitado a aplicar el art. 79 inc. c) la ley 20.628 y su reglamentación –en cuanto regula el procedimiento a seguir por los agentes inconstitucionalidad “IZQUIERDO, JORGE de retención-, absoluta ALBERTO – ha norma sido BIONDI, aquélla cuya descartada JUAN JULIO en + denunciantes C/ ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS S/ AMPARO LEY 16.986”, Expte. Nº FGR 21000296/2012 (SD del 6/5/13), donde se explicó que la validez constitucional sólo queda afectada cuando se demuestra que el tributo abonado ha resultado confiscatorio en el marco de la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación allí reseñada, por lo que no se encontraría presente la manifiesta arbitrariedad e ilegalidad en el actuar que demanda la acción. Cabe recordar que recientemente el Máximo Tribunal ha señalado que “...el amparo es un proceso excepcional, utilizable en delicadas y extremas situaciones en las que, por carencia de otras vías aptas, peligra la salvaguarda de derechos fundamentales, y exige circunstancias muy particulares caracterizadas por la presencia de arbitrariedad o ilegalidad manifiesta que, ante la ineficacia de los procedimientos ordinarios, originan un daño concreto y grave, sólo eventualmente reparable por esta vía urgente y expeditiva (Fallos: 310:576 y 2740; 311:612, 1974 y 2319; 314:1686; 317:1128; 323:1825 y 2097; 330:1279, entre muchos CP Poder Judicial de la Nación otros). (“Provincia de San Luis c. Estado Nacional s/ amparo” S. 945. XLV. del 23 de noviembre de 2010). En dicho precedente se recordó también que “…la doctrina sobre el alcance de la acción de amparo y su carácter de vía procesal excepcional no ha sido alterada por la inclusión en la reforma constitucional de 1994 del artículo 43. Esta norma, al disponer que "toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no exista otro medio judicial más idóneo" mantiene el criterio de excluir la acción cuando por las circunstancias del caso concreto se requiere mayor debate y prueba y por tanto no se da el requisito de "arbitrariedad o ilegalidad manifiesta" en USO OFICIAL la afectación de los derechos y garantías constitucionales, cuya demostración es imprescindible para la procedencia de aquélla (Fallos: 306:788; 275:320; 319:2955y 323:1825 296:527; entre 302:1440; otros)” 305:1878; (considerando quinto). Es que “Para que sea procedente la vía del amparo, resulta preciso que la conducta u omisión lesiva sea ilegal o arbitraria y se muestre con una magnitud tal que pueda ser captada de manera fácil e indudable, es decir, que tal virtualidad jurídica, se presente como manifiesta.” (Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Jujuy, 1996/08/16, Soruco, Rubén D. y otros c. Municipalidad de Tilcara, LA LEY, 1997-B, 39 - DJ, 1997-1-721). De modo que si a la falta de urgencia advertida se suma la ausencia de arbitrariedad o ilegalidad manifiesta en el actuar estatal, la acción de amparo no es el remedio procesal apropiado para ventilar el reclamo. Todo lo expuesto conduce a declarar inadmisible la acción de amparo articulada, lo que torna inconducente el análisis de su fundabilidad. Con costas al accionante perdidoso toda vez que quedando el caso comprendido en las disposiciones de la ley 16.986, su art. 14 fue considerado de aplicación preeminente sobre el art. 21 de la ley 24.463 por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en “De la Horra, Nélida c. Administración Nac. de la Seguridad Social”, (16/03/1999 , LA LEY 2000-A , 623, Fallos Corte: 322:64). Sin acreditada CP la perjuicio condición de de advertir cada que no se profesional encuentra frente al Poder Judicial de la Nación Impuesto al Resolución Valor General Agregado 689/99 en de el la modo AFIP exigido y por por la razones de economía procesal, se procederá igualmente en este estado a regular los honorarios de los profesionales intervinientes según la actuación cumplida por cada uno, dejando aclarado que sólo corresponderá adicionar el 21% del Impuesto al Valor Agregado de aquellos profesionales que acrediten su condición de Responsables Inscriptos ante aquél Tributo. Por todo lo expuesto, RESUELVO: amparo ejercida 1) por DECLARAR LUIS INADMISIBLE ALBERTO GHIANO la acción contra de la ADMINISTRACION NACIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL tendiente a USO OFICIAL que se declare la inconstitucionalidad del art. 9 de la ley 24.463, del art. 4 del Decreto 1199/2004, de los arts. 9 y 10 de la ley 26.417 y del art. 9 de la Resolución 6/2009 de la Secretaría de Seguridad Social, y se ordene el cese de los descuentos efectuados en su haber jubilatorio con fundamento en dicha normativa y subsidiariamente, que ellos se limiten al porcentaje previsto por la Circular DP Nº 45/12 (15% sobre el excedente del haber máximo fijado en $ 13.770,83), así como al cese de los descuentos concretados desde diciembre de 2012 en concepto de impuesto a las ganancias, y la restitución de las sumas indebidamente retenidas desde julio de 2012 por ambos motivos. 2) Con costas al actor perdidoso. Tomando como punto de partida las pautas previstas por el art. 6 de la ley 21.839, regulo los honorarios del Dr. MARCELO DANIEL IÑIGUEZ, actuando en doble carácter por el actor, en la suma de pesos DOS MIL QUINIENTOS ($ 2.500), y los de la Dra. ANA LUCÍA GIMÉNEZ MEHDI, por su actuación como patrocinante de la misma parte a fs. 84, en la de pesos CINCUENTA ($ 50); los del Dr. JORGE VELA, actuando como apoderado por ANSES, en la suma de pesos NOVECIENTOS VEINTE ($ 920) y los de la Dra. ANABELLA RAZETTO, patrocinante de la misma parte, en la de pesos DOS MIL TRESCIENTOS ($ establecido por los 2.300). Todo de conformidad con lo arts. 7,9,11 y 36 de la ley 21.839. Los honorarios regulados devengarán en caso de mora un interés a la tasa pasiva promedio que publica mensualmente el Banco Central de la República Argentina. 3) Exímase a las partes judicial (art. 13 inc. f ley 23.898). CP del pago de la tasa Poder Judicial de la Nación Notifíquese y regístrese. Firme que sea, devuélvase a ANSES el expediente administrativo agregado por cuerda, a cuyo fin se librará oficio de estilo. USO OFICIAL MARIA CAROLINA PANDOLFI JUEZ FEDERAL CP