La teoría Agustiniana, tiene conceptos claves las cuales son unidad, número, igualdad, proporción y orden, la más básica es la unidad, no sólo en el arte sino que también en la realidad, a partir de ésta se forman unidades que dan la posibilidad de originar la proporción, la medida y el número, de éste ultimo se puede llevar al orden en donde hay un ordenamiento por partes iguales y desiguales. San Agustín, distingue una belleza que pertenece a las cosas en cuanto forman un todo y otra belleza que corresponde a una adaptación, tenía claro que la unidad era uno que era el todo, y ese todo era Dios, sus esfuerzos en estas creencias religiosas llego a creer un punto de vista filosófico a conclusiones que coincidieran con los dogmas religiosos. Tuvo un gran alcance que fue la incorporación de la “Teoría de las ideas” platónica a la teología cristiana, según su explicación, las ideas son la parte divina de cada ser, la que proviene de Dios. La obra en la que San Agustín concentró, quizás, el mayor peso de su doctrina fue “La Ciudad de Dios” obra compuesta por 22 tomos y en la que explica su teoría sobre la función y autoridad de la Iglesia y “une” definitivamente pensamientos procedentes del platonismo con la doctrina que será la base del catolicismo - e incluso del protestantismo. Santo Tomas de Aquino, tuvo un pensamiento de acuerdo a su época ya que él estuvo en un periodo donde predominaban las influencias platónicas y las neoplatónicas, donde se encontraba el ya nombrado anteriormente San Agustín o Agustín de Hipona donde recibió de parte de él dos causas que explicaban la existencia de Dios, nombrare solo una de Platón donde toma su idea de “participación” para explicar la relación entre el ser y los seres, del mismo modo que Platón explicaba la relación de las ideas con las cosas. La principal influencia procede de la religión, la idea de Dios como ser. Estas influencias tuvieron éxito ya que una de sus doctrinas fue prácticamente el pensamiento oficial de la iglesia durante muchos siglos. La doctrina de Santo Tomas de Aquino en torno a la belleza es una contemplación visual donde la percepción de la belleza es una especia de conocimiento que consiste en abstraer la forma que hace un objeto ser lo que es, la belleza depende de la forma. Él decía que la belleza tenía 3 características: 1-. Integridad o perfección: objetos rotos o deteriorados o incompletos, son feos. 2.- Debida proporción o armonía: se refiere a cierta relación entre el objeto y quien lo percibe: por ejemplo, el que el objeto claramente visible sea proporcionado a la vista. 3.- Luminosidad, claridad o brillantez: se relaciona con la luz como símbolo de belleza y verdad divina. La teoría de la interpretación, fue una práctica que impusieron los padres primitivos en orden a aclarar, conciliar y sistematizar los restos bíblicos para defender de los enemigos externos al cristianismo y de las desviaciones heréticas, sus métodos fueron adoptados por orígenes, quien distinguió tres niveles de sentido en la escritura que era el literal, el moral y el espiritual o místico. Esta teoría en resumen fue de gran importancia para la historia posterior de la estética ya que plantearon cuestiones sobre la naturaleza de la metáfora y el símbolo, tanto en la literatura como en la teología, también se inicio la reflexión en torno a los problemas generales de la interpretación de obras artísticas, finalmente expuso la posibilidad de una filosofía de las formas simbólicas, en donde el arte se pudiera entender como una especie de símbolo. Estética en la Edad Media, en ésta época existe un tipo de belleza puramente accesible y de la armonía moral de esplendor religioso y metafísico, está marcada en la importancia de los símbolos iconográficos del arte medieval, adquiere la realidad moral, psicológica y sentimental del hombre de la época, donde el arte expresa la pretensión de amar a Dios pero ese amor espiritual no niega al atractivo que suponen los objetos sensibles. Para los cartujos, la desconfianza hacia la belleza exterior (del cuerpo) entra en la contemplación de la belleza interior (del alma) así resplandecen de una belleza interior más vívida. No cabe duda de que los hombres y las mujeres medievales disfrutan de la belleza no fijándose exclusivamente en la autonomía de lo artístico o de la realidad de la naturaleza, sino en un captar todas las relaciones sobrenaturales entre el objeto y el cosmos, en percibir el significado metafísico-religioso de la verdad. Existió también en la Edad Media la óptica y perspectiva, donde ésta última no es una reflexión intelectual sobre lo percibido por los ojos, sino el modo de ver a través del intelecto, primero con la mente y después con la vista, era un arte que ensañaba el modo de representar en una superficie los objetos, en la forma y disposición con que aparecen a la vista. Se empleaban 3 elementos: 1-. El cuerpo u objeto que se desea representar 2-. La posición del observador (punto de vista) 3-. El plano en que se ha de representar (plano del cuadro), que en ocasiones se substituye por una superficie curva, como en las pinturas en bóveda y cúpulas de edificios o en los panoramas sobre grandes superficies cilíndricas, etc. La óptica es la rama de la física que estudia el comportamiento de la luz sus características y sus manifestaciones. Abarca el estudio de la reflexión, la refracción, las interferencias, la difracción, la formación de imágenes y la interacción de la luz con la materia. La naturaleza se ve desde un punto de vista nuestro y somos nosotros quienes le damos valor, el hombre es referencia y medida de todo lo representado. Marisú Schaffhauser Galeb Estética Digital y Multimedia - Image & Art