CAPITULO 3 Las maravillas del espacio interno Desde que el Sputnik entró en órbita y los seres humanos pusieron el pie sobre la luna más tarde, el espacio exterior ha cautivado nuestra imaginación. Cada año surgen nuevos lo. gros en este campo y se abren nuevas perspectivas a la exploración espacial. Los astronautas americanos y los cosmonautas soviéticos son, en verdad, los héroes y heroínas de nuestra época. Aunque hemos logrado notables progresos y alcanzado distantes planetas, tristemente, no estamos más cercn del corazón de nuestro prójimo. En verdad, hoy nos encontramos al borde de un precipicio; un paso en falso y este bello planeta nuestro, con sus miríadas de formas de vida, será destruido. Sólo hay un camino para lograr la paz y felicidad perdurables: Debemos hacer nuestro el reto de lo que he llamado "espacio interior". Para viajar al espacio interior tenemos que aprender cómo elevarnos sobre la conciencia del cuerpo. Este cuerpo humano es la plataforma de lanzamiento; el Naam, Shabd o Verbo es el vehículo espacial; el Satgurú o Maestro es el piloto y sistema de guía y el amor es el combustible que necesitamos para este viaje interno. Dados estos cuatro requisitos, no hay razón para que no podamos regresar a nuestra Fuente, el Creador, durante este mismo período de vida. Este es el mensaje eterno de los místicos. 47 LAS MARAVILL AS DEL ESPACIO INTERNO Desde tiempos inmemori ales, los santos y profetas nos han Jidw que así como tenemos mundos y universos externos. también tenemos mundos y universos internos. Nos han hablado del viaje a estos mundos internos y en las escrituras de las grandes religiones encontram os referencia s de tales viajes místicos, cuyo fin último es la comunión del alma con su Creador. Por unos pocos siglos, en aras de la ciencia, la humanida d, particular mente en el Occidente , ha ignorado la realidad interna. Pero la misma ciencia está redescubr iendo esta antigua sabiduría. Empezan do con el libro del Dr. Raymond Moody, Vida desp11és de la Vida, investigad ores médicos han registrado las experienc ias "después de la muerte" de muchas personas declarada s clínicame nte muertas pero que revivieron . Con esta evidencia , los médicos están comenzan do a tomar conciencia acerca de la existencia de una vida después de la muerte o de una vida antes de esta vida. Se están dando ú1e1Ha de que hay una conciencia individua l que 110 perece al morir el L"llerpo y que mientras está en él, se identifica con éste pero no es él. Es una concienci a que es capaz de separarse del cuerpo y de ver y oír sin la ayuda de los órganos corporale s, cuando se presenta una crisis inesperad a. En efecto, esta verdad es el fundamen to de las tradicione s esotéricas y religiosas legadas a nosotros desde los tiempos más remotos. Tales tradicione s no sólo manifiest an que el .ser humano es una entidad espiritual , una entidad que sobrevive a la muerte física, sino que también afirman que es posible para dicha entidad o alma, elevarse sobre el cuerpo mientras todavía vive y entrar, a voluntad, en los reinos que existen má'>, allá de lüs mundos físicos. Viajar .por el espacio externo puede ser un nuevo concepto para la ciencia, pero viajar hacia el espacio interno ha sido parte integral del misticism o desde los albores de la historia. Si deseamos explorar las maravilla s del espacio interior, debemos experimen tarlo por nosotros mismos. Nuestro cuerpo físico es la plataform a de lanzamien to para ir hacia el espacio interior. Los santos, los profetas y las escrituras nos 48 LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO dicen que el nacimiento humano es la única forma de vida en la que podemos lograr la realización de Dios. El cuerpo humano es el templo que el Señor Dios ha construido con sus propias manos. El no reside en los templos levantados por 'l~s manos humanas. Reside en el templo que El mismo ha h~cho. Todos los santos y las escrituras dicen que el nacimiento humano es la cima y corona de la creación, porque de las 8.4 millones de especies de vida, sólo en la forma humana tenemos la dorada oportunidad de realizar la unión de nuestra alma con el Creador. Los musulmanes se refieren al nacimiento humano como Ashraf-ul-makhlugat y los hindués lo llaman nar-naraini-deh. Las escrituras cristianas dicen que Dios hizo al hombre a su propia imagen. Se dice que cuando los seres humanos fueron creados, aún a los ángeles se les pidió inclinarse ante ellos, porque si desean fundirse con el Creador, primero tienen que asumir la forma humana. Entonces, el cuerpo humano es la plataforma de lanzamiento para remontarnos al espacio interior. Por eso, tenemos que invertir la atención del mundo externo y entrar al interno. La atención o surat es el atributo del alma. Actualmente, nuestra atención va hacia afuera a través de los sentidos. Tenemos nueve aberturas: dos ojos, dos oídos, dos fosas nasales, la boca y las dos aberturas inferiores. Nuestra atención está atrapada en los placeres sensuales. Idealmente, nuestra alma debería estar controlando a la mente y ésta a los sentidos. Pero la situación es al contrario. Somos almas encarnadas y ambas, el alma y la mente, viven juntas dentro del cuerpo humano. Los sentidos arrastran a la mente y como alma y mente están unidas, también nuestra alma es arrastrada por los placeres sensuales. Así, somos incapaces de escapar a los atractivos del mundo externo y de invertir nuestra atención hacia los mundos internos. ¿No es extraño que por una parte Dios nos haya ordenado llevar una vida ética y espiritual, mientras que por la otra, haya llenado de tentaciones cada paso del sendero? Nuestra condición ha sido descrita apropiadamente por el gran sufí persa, .Khwaja Hafiz: "El hombre ha sido atado a 49 LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO una balsa y abandonado en medio de los altos mares con la advertencia: ¡Ten cuidado, no sea que tus ropas se mojen!" Es en este aprieto que el hombre se da cuenta de su desamparo. Entonces grita desde el fondo de su corazón y le ora a Dios para que venga en su rescate. Gurú Gobind Singh, el décimo Gurú de los sikhs, ha dicho que Dios escucha más rápido el llanto de una hormiga que el trompeteo de un elefante. Uno de mis versos, en urdú, dice: S11n11e ga rooh parwaaz dey kc dck/1 zaraa, Qan:c/1 lwi 11sey aaw:: dey ke dekh zarna. El está dispuesto a esrncliaril' si sola111c11te c/crns t11 espíritu. El está 11111 cerca de tí, L/á11111/o, con seguridad rcspo11derá. Dios escucha el llanto que sale de los corazones y almas de los buscadores sinceros. El envía, desde los más elevados cielos, a los santos o Maestros para que nos rescaten de las garras de los deseos y enredos mundanos. Nos enseñan a invertir la atención, del mundo externo al interno y nos llevan de regreso al Hogar, a través del contacto directo, de primera mano, con el Verbo o Sagrado Naam. Así como tenemos una nave para ir al espacio externo, utilizamos el vehículo del Sagrado Naam o Verbo para viajar a través del espacio interior. Gurú Nanak, dice: El Naam creó todos los m1111dos y 1111iversos El Naam sostie11e toda vida y creación. La 'Luz de Dios y la Música de las Esferas son las manifestaciones primarias del Poder Creador que dieron lugar a la existencia de las regiones interiores, a todos los universos, a la humanidad y a todas las demás especies de vida. Desde el comienzo del tiempo, ha sido Ley de Dios que quien desee obtener la comunión de su alma con el Creador, lo hará a través del cpntacto directo con la Luz de Dios y la Música de las Esferas. 50 LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO Dado que necesitamos el vehículo del Naam o Verbo para viajar por el espacio interior, surge la pregunta: "¿Cómo podremos abordar este vehículo?" Según el Surat Shabda Yoga, el método más natural es conectando la atención o surat con el Poder del Naam n Verbo. Uniendo la atención con el Shabd podemos reunirla con su Fuente. El proceso de la meditación empieza cuando nos concentramos en el más elevado asiento del alma dentro del cuerpo, conocido como tercer ojo u ojo único. Cuando nuestra atención es concentrada en el centro del ojo, la oscuridad que i11icialmente vemos, es disipaJ<.1 y percibimos Jireclc1111enle l.:i Luz Je Dios. Junto con la visión interna, comenzamos a escuchar el Verbo de Dios, el no interpretado Shabd o Música Celestial. Esta práctica es conocida como bhajan o escuchar la Corriente de Sonido. A medida que la conciencia se concentra en el foco del ojo, sentimos que el cuerpo se adormece. Las corrientes motoras que sostienen las diferentes funciones corporales quedan intactas, pero las corrientes sensorias comienzan a retirarse hacia arriba. Este proceso de retiro es similar al que se experimenta en el momento de la muerte. Sin embargo, cuando es practicado bajo la guía de un Adepto, es un proceso sin dolor y lleno de felicidad. Comienza con el Simran o visión interna y es grandemente acelerado, durante el Bhajan o audición interna, cuando nos concentramos en la Música interna. Al trascender completamente el cuerpo, contemplarnos la forma radiante interna de nuestro Maestro. Ahora, nos damos cuenta de que, a diferencia de cualquierr otro profesor o amigo, el Maestro está siempre con nosotros y, en cierto sentido, más cerca de nosotros que nosotros mismos. Al comprender que el nos está guiando y protegiendo constantemente, nos colocamos bajo su dirección y él nos guía etapa tras etapa, durante el resto de nuestra jornada sin reposar hasta que seamos uno con el Creador. Además de una plataforma de lanzamiento y de un vehículo para viajar por el espacio, necesitamos también un piloto y un sistema de guía. En el caso del espacio externo, miles 51 LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO de técnicos y científicos recolectan y proveen de datos al computador para capacitar a quienes están en la nave espacial con el fin de que viajen en forma segura. Pero pílra viajar hacia el espacio interior sólo necesitamos la ayuda del Adepto espiritual. Es el Maestro viviente quien nos da la guía necesaria y nos lleva en el vehículo del Sagrado Verbo o Naam hasta nuestro destino final. Nos enseña cómo elevarnos sobre la conciencia del cuerpo y nos concede una experiencia directa de la Luz de Dios y de la Música de las Esferas. Con frecuencia, me han cuestionado el porqué la necesidad del Maestro viviente o Gurú si deseamos seguir el sendero espiritual. La gente dice: "Hemos tenido grandes maestros tales como Budha, Mahavira, Cristo, el Profeta Mahoma, Gurú Nanak y otros. ¿Por qué entonces necesitamos un Maestro viviente?" Es sorprendente que ésto nos preocupe sólo en el campo de la espiritualidad. En casi todos los demás quehaceres humanos, claramente aceptamos la necesidad de un profesor viviente. En el campo de los estudios académicos, sabemos que no hay substituto para el profesor viviente, para aprender cualquiera de las ciencias de la humanidad. Así, enviamos nuestros hijos a la escuela y cuando han crecido, Jos colegios y universidades. Si deseamos hacer un experimento en el área de la física, con seguridad buscamos un profesor que sea competente en esta materia. No nos importa si él o ella vienen de alguna nación en particular o si pertenecen a alguna tradición religiosa específica. Lo que nos importa es su competencia en la respectiva disciplina. Igual sucede con cualquiera de las artes. Si es nuestro deseo aprender un arte, tenemos que estudiarlo a los pies de un artista. Yo soy poeta y tuve que ir a donde uno de los principales poetas de la lengua urdú, de la época, Janan Shamim Karhani, quien me enseñó todo lo referente a la prosodia y demás refinamientos de la poesía. Si no hay substituto para un profesor viviente en las actividades profanas ¿por qué no aceptamos el mismo principio en el campo de la espiritualidad? En verdad, en el caso ª 52 LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO del sendero místico, hay dos razones adicionales especiales por las que debemos tener un guía o Maestro viviente. Cristo dijo que cuando le hablaba a las multitudes, lo hacía en parábolas, pero que a sus discípulos se dirigía en términos directos. Las escrituras describen las experiencia s y revelacione s internas legadas a nosotros por los santos, sabios y profetas. Ellos, con frecuencia, se refieren a regiones más allá del alcance de nuestro intelecto y entonces, recurren a la parábola, a la alegoría o al símbolo. Si no tenemos la guía de un Hombre-Di os, que haya recorrido por sí mismo los planos internos, que viaje internamen te cada día, en realidad, muchas veces al día, tomaremos como figurativo lo que tiene un significado literal y viceversa. Las escrituras son invaluables como registros de las revelaciones pasadas, pero si queremos entender su verdadera importancia , necesitamo s la ayuda de un Adepto viviente. Ellas, son como la Bella Durmiente que regresó a la vida sólo cuando recibió el beso de un príncipe viviente. En verdad, el Maestro, el Hombre-Di os, el profesor viviente, con su toque mágico da vida a los libros sagrados del pasado y los hace hablar con tal exactitud, que al principio puede tomarnos casi por sorpresa. El conocimien to, sin embargo, es sólo una parte del dominio de la espiritualid ad y además, la más pequeña. El misticismo se apoya en última instancia, en la experiencia directa de primera mano. No es un sendero de dogma o creencia ciega. Un santo ha dicho: "A menos que vea con mis propios ojos, no creeré ni siquiera en lo que mi Maestro diga". Nosotros mismos necesitamo s experiment ar la realidad interna. Necesitamo s viajar al espacio interno. La ayuda del Maestro viviente es crucial si queremos lograr el correcto entendimiento de nuestras escrituras. Es aún más indispensab le cuando vamos a emprender la tarea de ir internamen te. Necesitamos a alguien que haya recorrido el espacio interior, que haya viajado a través de las muchas regiones internas y se haya fundido con Dios. En verdad, si queremos tener éxito, 53 LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO es tan definitivo el papel del Adepto viviente, que su importancia difícilmente puede ser enfatizada. Es él quien primero nos trae a Sus pies, porque como dice un dicho sufí: "El amor primero emana del corazón del Amado". Todos somos ovejas extraviadas. No podemos encontrar el camino sin la ayuda del pastor. Ni siquiera estamos capacitados para reconocer nuestro pastor. Es el Hombre-Dios, quien por su profunda compasión, se apiada de nosotros y nos atrae con su radiación. Trae consigo los inexplicables tesoros del Señor Mismo, ocupándose solamente de su distribución. El no mira nuestros fracasos, nuestras limitaciones, nuestros pecados. Si lo hiciera, ¿quién podría ser digno de este don divino? El gran regalo que nos concede es la iniciación o contacto con el Poder del sagrado Verbo o Naam. El Maestro no es un mortal corriente, sujeto a las limitaciones de la existencia individual. Siendo uno con el Señor, comparte sus atributos. Aunque nos guía a cada paso, en cada vuelta, somos inconscientes de su cuidado permanente. Sin embargo, una vez nos elevamos, le vemos llevándonos bajo sus alas protectoras y ayudándonos, etapa tras etapa, a recorrer los planos espirituales interiores. La tremenda complejidad y los peligros potenciales del viaje ai espacio exterior hacen necesaria la utilización desistemas de guía especiales, dirigidos por científicos, en centros de control desde la tierra. El Maestro viviente realiza una función similar. Aunque esté a miles de millas de distancia, provee guía y asistencia al discípulo en todo momento, a través del poder de la transferencia de pensamiento. Entonces, de nuevo, viajar al espacio interior conlleva aún mayores riesgos que viajar al espacio exterior. El sendero se encuentra obstaculizado por distracciones y tentaciones. No es fácil ir más allá del alcance de. la mente, la cual, es un adversario sumamente sutil y encuentra millones de formas para retener al alma dentro de su ámbito. Si llegamos con éxito a nuestro destino final, se debe al omniabarcante amor y gracia del Maestro. Somos incapaces de impulsarnos por nosotros mis54 LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO mos. Sin su guía, dirección y protección constantes, nos perderíamos miles de veces antes de pasar siquiera por los niveles preliminare s de Ja jornada. Mi propio Maestro, Hazur Baba· Sawan Singh Ji, solía decir: "Trátame como si fuera tu hermano mayor o tu padre. Trátame como a un viejo amigo o a tu profesor. Escucha lo que te digo y practica Jo que te he enseñado. Una vez que vayas internamen te, podras llamarme con el nombre que gustes". Cuando viajamos al espacio exterior, necesitamo s un combustible especial para nuestra nave. El combustible corriente no puede servirnos para recorrer el camino que tenemos por delante. Para el viaje al espacio interior también necesitamos un combustible especial, el combustible del amor divino. Si queremos lograr la meta final de ser uno con Dios, sólo podremos hacerlo desarrollan do amor por El y por toda Su creación. La palabra "amor" aflora fácilmente a nuestros labios y hablamos muchísimo de la hermandad del hombre y de la necesidad de la comprensió n y la compasión, pero esto sólo lo hacemos desde un nivel intelectual. No es más que una declaración verbal. No creemos en el amor en lo más profundo de nuestro corazón, en lo más profundo de nuestra alma. Los santos hablan del amor que permea cada átomo, cada célula de nuestro ser. Es un amor que mira hacia Dios y hacia todo ser humano; es un amor que no desatiende esta vida o e:>te mundo por la vida del más allá o el mundo del más allá. Es un amor que contempla toda la creación como obra de Dios, haciéndono s ver que si fracasamos en el amor hacia las criaturas de Dios, ya sea un ser humano, un ave o una bestia, fracasaremo s en amar al Creador. Es un amor que nos inspira de la forma como lo hizo con San Francisco de Asís, quien consideraba a un simple burro como a su propio hermano. La ciencia espiritual nos invita a ser íntegros o seres humanos cabales. Estamos constituido s de tres partes: cuerpo, 55 LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO mente y alma. Tenemos un cuerpo físico y es apenas natural que nos desarrollemos físicamente y aseguremos la salud de nuestro cuerpo. Del mismo modo, tenemos un intelecto y hacemos todo el progreso posible en el campo intelectual. En verdad, en los últimos años, los logros en el campo de la ciencia y de la tecnología han sido tan espectaculares que ya nos han comunicado con el universo que nos rodea. Pero junto con el cuerpo y el intelecto tenemos el alrna, la cual anima a estos dos y hasta ahora, la hemos menospreciado. Los santos y los sabios nos dicen que también debemos desarrollarnos espiritualmente. Es sólo haciendo ésto que podemos esperar convertirnos en seres completamente integrados y darnos cuenta del potencial oculto que yace dentro de nosotros. En una de mis giras, conocí a un astronauta que había ido a la luna y hablamos del viaje a través del espacio interior y exterior. Existen paralelos entre los dos, expliqué, los cuales están relacionados el uno con el otro. Dijo que cuando la nave despegó de la tierra, no era más que un científico cuya mente estaba ocupada por completo en la difícil misión a la que había sido enviado. Sin embargo, cuando completó está misión e iba de regreso a casa, su mente comenzó a expandirse hasta los planetas y cuerpos celestes ante él. Este planeta madre, rodeado de un halo azul, lucía tan exquisitamente hermoso que se llenó de amor por todo lo que abarca, por todas las formas de vida que sustenta. Había abandonad.o esta tierra como científico y ahora regresaba casi como un místico. El día que salimos de nuestro planeta, nuestra personalidad adquirió una dimensión interplanetaria. Si viajando al espacio exterior podemos transformar así nuestra forma de percepción, imagínense lo que podría lograrse viajando al espacio interior. Es significativo que los más grandes exponentes del amor universal que el mundo ha conocido, hayan sido los santos y los místicos, los Maestros del espacio interior. Son ellos quienes nos han hecho comprender la Paternidad de Dios y la hermandad del hombre. El amor, según ellos, 56 LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO no es algo abstracto sino una realidad viviente. Ellos son encarnaciones del servicio y del sacrificio. Los anales del misticismo y de la espiritualidad están llenos de mártires que voluntariamente dieron sus vidas por amor a la humanidad. Para nosotros, en el mundo exterior, Ja unidad de toda vida es una suposición mental o un concepto intelectual, pero cuando vamos internamente, nuestra visión se hace más sutil. Al avanzar en el sendero interior, percibimos cada vez más la Luz de Dios que irradia cada objeto a nuestro alrededor. Sólo cuando vemos que toda Ja creación es sustentada por Ja misma vida, la misma Luz, podemos finalmente amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Entonces, adquirimos la humildad infinita de los santos, porque a los ojos de quien puede ir al espacio interior a voluntad, tanto Ja más insignificante como Ja más elevada de las criaturas, son bendecidas con la divinidad. Si amamos a cada criatura no puede haber enemigo ni extranjero, tampoco habrá lugar para el odio ni la desconfianza, la violencia o la guerra. Viviríamos en perfecta armonía y paz como hijos del mismo Padre. Esta es la meta hacia la cual los místicos y los santos han estado siempre dirigiendo nuestros pasos. Ellos vienen a nosotros diciéndonos: "No somos el cuerpo sino espíritu. ¿Por qué sacrificarlo todo por él? Aprende a elevarte sobre la conciencia del cuerpo y explora las maravillas del espacio interior. Descubre por tí mismo tu propia divinidad y Ja de toda la creación". 57