Riesgos por el manejo inadecuado de pitayas

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PERSPECTIVA
Ciencia y tecnología
Aimeé Muñiz Machuca
E
l consumo de pitayas que presenten
rasgaduras en su cáscara puede originar
problemas de salud pública, porque
se trata de un fruto que mal manejado
propicia la multiplicación de elementos
patógenos, indicó Refugio Torres Vitela, del
laboratorio de microbiología sanitaria, del
Centro Universitario de Ciencias Exactas
e Ingenierías, con base en un estudio
microbiológico al respecto.
El estudio de este fruto autóctono,
el primero realizado con un enfoque
microbiológico, nació del interés manifestado
por los japoneses en el mismo con fines
medicinales.
El análisis del fruto, cuya temporada
abarca los meses de junio, julio y agosto,
fue hecho con base en pitayas adquiridas
en mercados y una selección directa de
los lugares donde lo cosechan (la zona de
Ciudad Guzmán, principalmente).
Dicho estudió demostró diferencias
entre las pitayas que poseían una rotura en
su cáscara y las intactas.
“Los frutos sin aperturas tenían una
menor proporción de microorganismos,
algo lógico, al contrario de aquellos con
alguna violación en su cubierta. Después nos
dimos a la tarea de ver qué sucedía si lo que
ingresaba era un patógeno (como salmonella
y disteria), y si tal fruto es un buen sustrato
para una bacteria patógena.
“Seleccionamos los dos patógenos e
hicimos estudios para ver si se multiplicaban,
sobrevivían o morían en este sustrato y
encontramos que sí es bueno para los
mismos, de manera que es factible que si
estas pitayas durante su comercialización
son expuestas a fuentes y mecanismos
de contaminación, los patógenos pueden
encontrar condiciones propicias para
multiplicarse y causar problemas de salud
pública. Eso es totalmente nuevo, porque
nadie ha estudiado la pitaya”.
Ante este problema, Torres Vitela
indicó que es vital cuidar el tiempo de
cosecha y seleccionar las pitayas para ser
comercializadas.
En lo que respecta al uso industrial de
estos frutos, por ejemplo la elaboración de
mermeladas de pitaya, es posible eliminar
los patógenos con un tratamiento, y para
su exportación pueden ser controlados los
tiempos de cosecha, en los que estarían
previstas sus fases de maduración, dato
importante a la hora de su traslado.
La investigadora aseguró que el problema
estaría en su consumo directo, sobre todo si
tomamos en cuenta que serían exportados
los mejores frutos y dejarían los más dañados
para consumo interno.
“Si está rota la cubierta y el azar
determina el ingreso de algún patógeno,
quedó demostrado que podemos tener un
problema de salud pública. Aquí habría
que aplicar buenas prácticas en el manejo
de la cosecha del fruto, su comercialización,
educar a la gente para que consuma aquel
que se encuentra herméticamente cerrado
y que el que tenga apertura sea cocido con
azúcar o sometido a un tratamiento térmico
que garantice la eliminación de los posibles
riesgos por microorganismos”.
Agregó que la pitaya, como otros frutos
y vegetales, se está estudiando en diferentes
partes del mundo para la extracción de
ciertos constituyentes y para conocer sus
propiedades con fines terapéuticos.❖
INTERNET
Riesgos por el manejo
inadecuado de pitayas
Durante su comercialización son expuestas a fuentes de contaminación
Interés de los jóvenes por temas científicos
11 por ciento del total de la población estudiantil de la preparatoria regional
de Arandas participa en el concurso internacional Leamos ciencia para
todos, organizado por la SEP, Conacyt y el Fondo de Cultura Económica.
Aimeé Muñiz Machuca
Con una participación de 87 estudiantes, la
preparatoria regional de Arandas “Doctor
Juan López y López”, del SEMS, se sumó
este año al concurso internacional Leamos
ciencia para todos, organizado por la
Secretaría de Educación Pública, el Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología y el Fondo
de Cultura Económica.
Más allá de propiciar la lectura de las
ciencias, el concurso, cuya premiación será
en mayo de este año, se ha convertido en
un promotor del interés hacia los temas
científicos, al decir de Olga Herminia
Díaz, responsable del programa de
lecto-escritura y promotora del certamen
en esta preparatoria, de manera que
algunos estudiantes se dieron a la tarea de
informarse más al respecto.
Destacó que esta es la primera vez que la
preparatoria participa en un concurso de tal
índole con un verdadero interés por parte de
los estudiantes, más allá de la obligatoriedad
de sentarse a leer libros de la colección
Leamos ciencia para todos, del FCE.
El concurso es para jóvenes de 12 a 25
años y está dividido en tres categorías: A
(12 a 15 años), B (16 a 18) y C (19 a 25), y
los participantes deben hacer un resumen,
reseña crítica o ensayo, respectivamente.
En la preparatoria participó el 11 por
ciento del total de la población estudiantil
y se trabajó con apoyo de los maestros, de
manera interdisciplinaria, esto es, que si
un estudiante tenía dudas de física, por
ejemplo, buscaba ayuda del maestro de esa
materia, y lo mismo en los casos de química,
biología y salud, etcétera.
“Esto demuestra que la ciencia puede
estar al alcance de los más jóvenes. Los
muchachos estuvieron muy interesados,
preguntones y ellos, de acuerdo a sus
intereses buscaban alguna lectura y un texto
con el que pudieran trabajar después”.
Puesto que esperan una participación
de al menos seis mil trabajos, serán 100
los premiados con un primero, segundo y
tercer lugares, con 6,500 pesos, 4,500 y 2,500,
respectivamente, además de diploma y un
lote de libros.
Los primeros lugares de la categoría C se
harán acreedores de becas para el programa
Verano de la investigación científica.
Fue precisamente ésta, además del
dinero en efectivo, una de las principales
motivaciones para algunos estudiantes:
la posibilidad de trabajar a lado de un
científico, con miras, en algunos casos, de
ejercer la investigación en un futuro.
“Para algunos fue algo inicial
(comenzar a leer), pero aún así tenían
buena disponibilidad y no les causó mucho
problema; hubo a quien se le facilitó más y
otros que me dijeron ‘maestra, a este tema
no le entiendo o necesito saber más’, pero
el apoyo de los maestros fue importante y
eso nos facilitó mucho la participación de
los muchachos.
“Incluso a algunos estudiantes les
despertó la inquietud de ser investigadores
científicos. Fue algo muy bonito, porque
preguntaban y les quedaban mil ideas en
su cabeza”.
Más informes sobre este certamen, en
la página: http://www.universia.net.mx/
contenidos/universidades/pags/fondoce/
index.jsp.❖
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