Agenda Digital: efectos de las medidas adoptadas por

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MEMO/10/426
Bruselas, 20 de septiembre de 2010
Agenda Digital: efectos de las medidas adoptadas
por la Comisión para el despliegue de la banda
ancha rápida y ultrarrápida en Europa
(Véanse también los documentos IP/10/1142, MEMO/10/424, MEMO/10/425 y
MEMO/10/427)
La Comisión Europea ha adoptado hoy tres medidas complementarias
destinadas a facilitar el despliegue y la asimilación de la banda ancha rápida
y ultrarrápida en la UE. El acceso de todas las empresas y todos los
ciudadanos europeos a conexiones de Internet rápidas y ultrarrápidas es
uno de los objetivos fundamentales tanto de la Agenda Digital para Europa,
plan con el que la UE se propone maximizar la repercusión social y
económica de las tecnologías de la información y la comunicación (véanse
los documentos IP/10/581, MEMO/10/199 y MEMO/10/200), como de la
Estrategia Europa 2020 para un crecimiento inteligente, sostenible e
integrador (véase el comunicado de prensa IP/10/225). Las medidas
presentadas hoy plasman el nuevo enfoque regulador del acceso a las
nuevas redes de fibra de alta velocidad, proponen un programa quinquenal
aplicable al espectro radioeléctrico para garantizar, entre otros aspectos, la
disponibilidad del espectro para la banda ancha inalámbrica, y exponen las
mejores vías de fomentar la inversión pública y privada en redes de banda
ancha rápidas y ultrarrápidas. Los ejemplos que figuran a continuación
ilustran los beneficios que estas medidas aportarán a los ciudadanos y a las
empresas.
Consumidores – el mundo digital al alcance de la mano
Uno de los objetivos del «paquete de banda ancha» es asegurar que los ciudadanos
tengan un acceso ultrarrápido a Internet que les permita comprar, crear, aprender,
relacionarse con otros internautas e interaccionar en línea y, de ese modo, participar
de lleno en la sociedad digital actual. Demasiadas personas siguen, hoy en día,
atrapadas en el carril lento de Internet por carecer de acceso a una conexión de alta
velocidad.
Por ejemplo, las velocidades de conexión superiores a 50 Mbps permiten realizar
exámenes médicos con fines diagnósticos a distancia. Ello permite ofrecer el mejor
servicio de diagnóstico posible a cualquier paciente en cualquier lugar de la UE, y
asegurar un apoyo permanente a distancia a los profesionales de la salud que
atienden a las personas frágiles o enfermas a domicilio.
La propuesta de asegurar una coordinación de la gestión del espectro radioeléctrico
en toda la UE garantizaría el desarrollo de servicios innovadores de banda ancha
inalámbrica en las zonas rurales (donde es posible que las redes de banda ancha
fijas de alta velocidad no resulten viables desde el punto de vista económico) y en
otros lugares. Estos servicios amplían la oferta de opciones de Internet actualmente
disponibles para los consumidores. Además, los servicios inalámbricos pueden
personalizarse, lo que no solo resulta práctico sino que además puede aumentar la
seguridad de los pagos en línea. Dichos servicios se hallan disponibles en cualquier
momento y lugar y aportan ventajas prácticas muy concretas: saber cuándo va a
llegar un autobús; encender la calefacción de camino a casa o poder consultar un
mapa local con información sobre los servicios de la zona.
La Recomendación de la Comisión sobre las redes NGA fomentará una inversión
esencial en redes de fibra ultrarrápidas al aportar seguridad reguladora a los
operadores de telecomunicaciones y garantizar el equilibrio adecuado entre la
necesidad de fomentar la inversión y la de salvaguardar la competencia. Como
consecuencia, los ciudadanos podrán acceder a servicios rápidos y ultrarrápidos de
Internet a precios competitivos.
Habitantes de las zonas rurales y aisladas – conexión de las
comunidades
Uno de los objetivos de la Agenda Digital es facilitar Internet de banda ancha básica
a todos los europeos (incluidos los habitantes de las zonas aisladas) de aquí a
2013, y velar por que todos los europeos tengan acceso a Internet de velocidades
superiores (30 Mbps o más) de aquí a 2020. No obstante, los elevados costes de la
creación de nuevas infraestructuras, combinados con la menor densidad de la
demanda, pueden disuadir a las empresas de telecomunicaciones de instalar la
infraestructura de banda ancha necesaria, especialmente en la difícil coyuntura
financiera actual.
El Programa sobre una política del espectro radioeléctrico propuesto por la
Comisión permitiría reservar parte del dividendo digital (las radiofrecuencias
liberadas por el paso de la radiodifusión analógica a la digital) para el uso de
tecnologías de banda ancha inalámbrica. Se trata de una cuestión especialmente
importante dado que la banda ancha inalámbrica puede facilitar conexiones de alta
velocidad a los habitantes de las zonas aisladas –o de otras zonas– donde la
instalación de una línea fija puede ser inviable desde el punto de vista económico.
La Comisión solicita a los Estados miembros que intensifiquen su intervención y
expidan rápidamente a los operadores licencias para la explotación de las bandas
espectrales que ya hayan sido técnicamente armonizadas al nivel de la UE para el
uso de banda ancha inalámbrica, y que abran la banda de 800 MHz a la banda
ancha inalámbrica de aquí a 2013.
Por último, la Comunicación sobre banda ancha indica las mejores formas de
fomentar la inversión pública y privada en redes rápidas y ultrarrápidas, recurriendo,
entre otros medios, a los Fondos Estructurales de la UE y al Banco Europeo de
Inversiones.
Pequeñas y medianas empresas: un acceso más rápido a la «nube»
Muchas PYME son incapaces de hacer frente a los elevados costes de algunas
aplicaciones informáticas para empresas, situación que les impide disfrutar de los
aumentos de productividad que esos programas generan.
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Las conexiones de banda ancha de alta velocidad permitirían a las PYME
conectarse a los servicios «en nube». Se trata de aplicaciones o herramientas que
se almacenan en un servidor de Internet y a las que pueden acceder las empresas
según y cuando las necesitan. A menudo, este sistema resulta mucho más rentable
para las empresas que la compra de programas caros que solo se utilizan de forma
ocasional.
Para explotar plenamente las posibilidades de la «computación en nube», las
empresas necesitan el ancho de banda superior, la velocidad, la fiabilidad y la
seguridad que garantiza la conectividad de la próxima generación.
Como parte de la Agenda Digital para Europa, la Comisión se ha comprometido
además a desarrollar una estrategia de «computación en nube» para toda la Unión,
especialmente para los ámbitos de la administración pública y la ciencia.
Operadores de telecomunicaciones – fomento de la inversión y
apertura de las redes a los operadores existentes y nuevos
Según las estimaciones de la Comisión, los sectores público y privado tendrían que
invertir entre 180 000 y 270 000 millones de euros para asegurarse de que al menos
la mitad de los hogares europeos puedan abonarse a conexiones de banda ancha
de 100 Mbps o más de aquí a 2020. Una cuantiosa proporción de dichos fondos se
destinaría a inversiones en redes de fibra destinadas a complementar o sustituir las
redes de hilo de cobre tradicionales, que sólo pueden ofrecer velocidades de
Internet limitadas.
La Recomendación de la Comisión sobre las redes de acceso de nueva generación
indica la forma en que los reguladores nacionales de telecomunicaciones deberían
regular el acceso a las redes de fibra ultrarrápidas, asegurando un equilibrio
apropiado entre la necesidad de propiciar las inversiones y la de salvaguardar la
competencia.
Conforme a lo dispuesto en el artículo 19 de la Directiva marco sobre
telecomunicaciones (2002/21/CE), los reguladores nacionales están obligados a
otorgar una máxima consideración a la Recomendación de la Comisión y a justificar
toda desviación respecto de la misma. La Recomendación aporta seguridad
reguladora a los operadores de telecomunicaciones existentes y nuevos de toda la
UE, creando así un entorno estable para las inversiones.
Por ejemplo, al fijar tarifas de acceso en función de los costes para las empresas
con posiciones dominantes en los mercados nacionales de banda ancha, los
reguladores habrán de tener en cuenta los importantes riesgos asumidos por las
empresas que hayan realizado cuantiosas inversiones en redes de fibra, lo que
generalmente se plasmará en la concesión de una prima de riesgo.
Además, la Comisión desea asegurarse de que otros proveedores dispongan del
acceso y los incentivos necesarios para competir en los mercados de banda ancha.
La Recomendación salvaguarda la competencia en los mercados NGA mediante la
concesión a los nuevos participantes en el mercado de un acceso adecuado a las
nuevas infraestructuras de fibra, lo que permitirá a esos operadores establecer su
negocio e invertir progresivamente en su propia infraestructura. La Recomendación
deja a los reguladores nacionales un margen suficiente para promover el acceso
equitativo al mercado y la competencia al nivel de las infraestructuras.
La Comisión ha dejado también claro que los reguladores pueden ser flexibles a la
hora de abordar las diferencias del mercado en las zonas urbanas y rurales. Por
ejemplo, cuando la competencia sea intensa o cuando se alteren las dinámicas del
mercado, los reguladores nacionales podrán adaptar en consecuencia sus medidas
reguladoras e incluso retirarlas.
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Por último, la Recomendación apoya decididamente las medidas de co-inversión en
las redes NGA y permite fijar precios más bajos de acceso al bucle de fibra
desagregado a cambio de comprometerse por adelantado con contratos a largo
plazo o por determinados volúmenes.
Regiones: uso óptimo de los fondos de la UE
Los Fondos Estructurales y de Desarrollo Rural de la Unión pueden utilizarse para
facilitar la construcción de infraestructura de banda ancha y fomentar la penetración
de Internet en las zonas rurales. Por ejemplo, con cargo al periodo de financiación
2007-2013 de los Fondos Estructurales de la UE, se asignó un importe total de
2 300 millones de euros a las inversiones en infraestructuras de banda ancha y otro
de 12 900 millones de euros a los servicios de la sociedad de la información;
además, se destinó a la financiación de la banda ancha un importe adicional de 360
millones de euros procedente del Fondo de Desarrollo Rural. Se trata de una
actividad consiguiente a la aclaración aportada el pasado año sobre la aplicación de
las reglas en materia de ayudas estatales para el despliegue de la banda ancha,
que otorgó a las autoridades nacionales y regionales la confianza necesaria para
planificar sus propios proyectos de infraestructuras (véase el documento
IP/09/1332).
No obstante, las regiones de la UE encuentran a veces dificultades a la hora de
asignar los fondos disponibles. Por ejemplo, hasta la fecha solo se ha comprometido
para la banda ancha un 18 % de la dotación de los Fondos Estructurales, frente a
una media del 27 % para todos los demás sectores abarcados por el Fondo. En
2011, la Comisión publicará directrices sobre la inversión en banda ancha
destinadas a las autoridades locales y regionales a fin de fomentar la absorción total
de los fondos de la UE. Además, invitará a los interesados a un simposio a escala
de la UE sobre las buenas prácticas de la aplicación de las TIC en las distintas
regiones y en las zonas rurales. Los intercambios de buenas prácticas en cuanto a
la ejecución de los proyectos de banda ancha se fomentarán y respaldarán
mediante la reinauguración en versión multilingüe del Portal Europeo de Banda
Ancha (www.broadband-europe.eu/).
Inversores: desarrollo de los instrumentos de financiación de la banda
ancha
Desafortunadamente, numerosos inversores potenciales en redes de fibra de banda
ancha de alta velocidad se ven disuadidos por la longitud del periodo de reembolso
de la inversión y las incertidumbres en cuanto a las tasas de rendimiento. Los
proyectos locales de banda ancha promovidos por los organismos regionales
tienden a ser demasiado modestos o carecen de la experiencia necesaria para
atraer el interés de las grandes instituciones financieras.
El Banco Europeo de Inversiones (BEI) dedica ya una media de 2 000 millones de
euros anuales a los proyectos de banda ancha viables desde el punto de vista
económico. Está previsto que la participación del BEI aumente a medida que el
Banco reoriente su estrategia de préstamo hacia las prioridades de Europa 2020.
Por lo general, la contribución directa en capital del Banco es menos importante que
el efecto catalítico positivo de su intervención sobre la inversión privada: en efecto,
el sector bancario y otros promotores privados tienen una mayor inclinación a invertir
en un proyecto de banda ancha ya respaldado por el BEI.
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La Comunicación sobre la banda ancha de la Comisión anuncia una nueva
cooperación entre el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y la Comisión Europea en
cuyo marco presentarán, de aquí a la primavera de 2011, propuestas concretas de
instrumentos de financiación de la banda ancha que complementarán a los actuales
medios de financiación de la infraestructura.
Antes de que finalice el año 2013, la Comisión reforzará y racionalizará el uso de la
financiación de la banda ancha de alta velocidad mediante los instrumentos de la
UE que se inscriben en el marco financiero actual (FEDER, PERD, FEADER, RTE,
PIC).
Medio ambiente: una Europa más verde y segura
El Programa sobre una política del espectro radioeléctrico garantizará además la
disponibilidad de radiofrecuencias para determinadas prioridades estratégicas como
la protección del medio ambiente, la lucha contra el calentamiento global, la
protección civil, las operaciones de socorro y el transporte. Por ejemplo, los Estados
miembros tendrían que proteger las radiofrecuencias necesarias para la vigilancia
de la atmósfera y la superficie de la Tierra y poner determinadas radiofrecuencias a
disposición de tecnologías inalámbricas que permiten ahorrar energía como las
redes de energía inteligentes y los sistemas de contadores inteligentes.
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