La estética musical desde la antigüedad Hasta el siglo xx Enrico FubIni Madrid, Editorial Alianza, año 2005 CapÃ-tulos I y II Informe de lectura Al hacer un recorrido por la historia de la música occidental, nos podremos dar cuenta de la repercusión que alcanzaron las diversas teorÃ-as realizadas por los grandes personajes de esta época, la magnitud que adquirió la música dentro de la cultura de esta civilización, y a pesar de las desavenencias que tuvo a través del tiempo pudo conseguir el lugar y la gran importancia que se merece dentro de las demás artes. 1. Desde Homero Hasta los Pitagóricos A pesar de que existen pocos registros concernientes a la época anterior a Platón y Aristóteles, se puede señalar que la cultura musical griega estaba constituida bajo diversos aspectos: teóricos, prácticos y filosóficos, en esta sociedad la música tenÃ-a una relación directa con algunas disciplinas como la religión, la medicina, la poesÃ-a, la danza, pedagogÃ-a y principalmente la astronomÃ-a y filosofÃ-a. Como se mencionó anteriormente, la información que se obtiene de estos siglos es muy escasa, ya que los testimonios adquiridos son de épocas posteriores, y además es necesario discernir entre la veracidad de los antecedentes históricos y los mitos y leyendas, pero es importante destacar que estos últimos constituÃ-an un aporte fundamental, pues los griegos formulaban en ellos sus ideas musicales. La expresión uovolkn, estaba ligada a otras actividades como la danza, la gimnasia y mayormente a la poesÃ-a, pero todas tenÃ-an su centro en la música. Éste concepto perduró a través del tiempo, llegando a estar presente en los poemas homéricos, éstos poemas tenÃ-an una gran importancia pues eran apreciados por el gran valor informativo que entregaban en la temática musical, asimismo aludÃ-an a la función que adquirÃ-a la música y la perspectiva social del músico. Sin duda, y por supuesto como lo menciona este libro, hay diversos autores de antaño que hacen mención de los variados pensamientos que existen en relación a la temática musical, (Plutarco, siglo III d.C., página 42), en este párrafo el autor hace referencia a las ocasiones, en que según Homero, se debÃ-a llevar a cabo la música, y claro está que la función que ésta cumplÃ-a era de un sentido completamente servicial, al contrario del pensamiento que en la actualidad se posee, que es más bien de deleite. Durante el perÃ-odo homérico, la música comienza a perder el poder terapéutico−religioso, y toma un sentido más hedonista, una muestra de ello se encuentra precisamente en la obra La Odisea en donde la imagen del músico adquiere un sentido más profesional. También la figura del aedo comienza a tomar mayor importancia, y ya consta de un repertorio más amplio y de acuerdo a cada momento (banquetes, ceremonias, etc.) y por supuesto se acompaña de su cÃ-tara o lira. Claro está que una de las caracterÃ-sticas principales de la cultura griega, tiene relación con sus creencias mitológicas, y acá se hace mención al canto como un don divino. Si bien en el siglo VI a.C., la música ya tenÃ-a un rol indispensable, ésta no disponÃ-a de muchos especialistas a nivel más profesional, es por esto que no se sabe a ciencia cierta si hubiese formado parte de un ideal. Gradualmente la noción de educación musical 1 comenzó a surgir luego que el poeta− músico se tornara más atento a los efectos éticos de la música y muchas sospechas hacen presumir que la música a partir del siglo VII y VI, empezó a ser a parte del ideal educativo. Un personaje muy importante dentro de la historia musical de occidente, es Terpandro, se dice que fue él quien estableció la enseñanza musical en la ciudad de Esparta y además quien perfeccionó la lira y aumento su número de cuerdas de cuatro a siete, de alguna forma para expresar la preeminencia de ésta sobre la flauta. A pesar que estos dos sucesos son de gran importancia, al que se le da mayor valor es a que Terpandro serÃ-a el inventor de los VÓUOL, referente a esté tema existen diversas hipótesis: (Alcmán, página 46) en relación a un trozo de su fragmento da alusión a la melodÃ-a, también Aristóteles, dice que los VÓUOL llevan ese nombre debido a que los hombres antes de conocer la escritura, cantaban las leyes con el fin de no olvidarlas. A pesar de todos los supuestos, la naturaleza de este término es simplemente de carácter filológico *. * Filológico: tiene relación con el tema gramatical y lingüÃ-stico, como se escribe. El significado literal de VÓUOL, es ley y según algunos testimonios, principalmente el de Platón, éstos debieron simbolizar: la música concebida conforme a una rÃ-gida ley, es decir, se mantenÃ-a una estructura totalmente estricta, en la que no estaba permitido cambiar de tono, y mucho menos hacer algún tipo de improvisación. Alrededor del siglo V a. C. se comenzó a ver un crecimiento de las escuelas musicales, primero en Esparta, como se mencionó anteriormente, creada por Terpandro y la segunda, por otros músicos, a los que se les alude los concursos atléticos, más conocidos en ese tiempo como Gimnopedias. Diversos autores hacen mención a la doctrina pitagórica de la siguiente manera: la naturaleza del número es la que nos permite conocer, nos sirve de guÃ-a y nos enseña acerca de cuanto produce duda y se ignora. No podrÃ-amos comprender nada si no existiera el número y su sustancia. Si bien el número arreglando en el alma todas las cosas con la inteligencia, vuelve comprensibles éstas y la relaciones que se forman entre si, en armonÃ-a con el intelecto y las hace palpables y las concreta, permitiéndose distinguir entre las ilimitadas de las limitadas. En sÃ-ntesis el número es el núcleo de todas las cosas* La naturaleza más profunda, tanto de la armonÃ-a como del número se revela con precisión a través de la música. Damón fue un filósofo−músico, parte de sus ideas están contenidas en el discurso que dio en el Areópago, principalmente éste se trato sobre la música y el valor educativo que esta tenÃ-a para la juventud, y el concepto entre el mundo de los sonidos y el mundo ético. Éste discurso tiende a oficializar la educación musical, y sin duda la repercusión que éste tuvo en notable, ya que Damón defendió a un gran nivel la música, y posterior a este discurso comenzó una polémica con aquellos que aún le daban más importancia a la gimnasia. Un punto importante de la teorÃ-a de Damón dice que la música no solo puede enseñar al espÃ-ritu sino también modificar sus malas tendencias. * Desde el punto de vista de lo pitagóricos. 2. Platón, Aristóteles y la crisis del pitagorismo. El pensamiento musical griego, hasta Platón fluctuó, sin lugar a dudas entre diversas doctrinas, la mayorÃ-a tiene relación con las virtudes mágicas y sobrenaturales de la música, y otras con la mÃ-stica pitagórica de los números. 2 A pesar que Platón tomó doctrinas ajenas, es necesario decir que el mayor interés de su pensamiento musical consiste en que la música se transforma por sÃ- misma en uno de los centros focales de su filosofÃ-a, y según lo que explica el autor reformar las auténticas ideas musicales de platón, se torna muy complicado debido a los problemas que la música plantea a través de su obra. Platón se desvÃ-a del pensamiento pitagórico, y la estética de Damón, en donde se considera el arte y la música en particular como objetos de placer sensibles y por esto se condenan, pero si se relaciona con la tradición homérica, en lo relacionado a considerar la música como fuente de placer. La eventualidad de considerar la música bajo dos lados opuestos aparece claramente. (Platón, Libro VII de La República). Entonces, según Platón, existen dos tipos de música: la que se oye, y la que no, y obviamente la segunda vendrÃ-a siendo digna de un filósofo, más aún la reflexión de ésta música es un filosofar. En innumerable oportunidades Platón menciona el concepto de que la gimnasia es una medicina para el cuerpo y el de la música para el alma, dice que fueron los dioses quienes entregaron estos dos artes a los seres humanos, y una apreciación bastante acertada que hace el autor, es el que logre combinar en la medida perfecta o justa la gimnasia y la música, es digno de ser llamado músico perfecto y armonioso. La idea de música predilecta con respecto a la verdadera y autentica música, comprendÃ-a la ciencia armónica, las teorÃ-as astronómicas, las doctrinas cosmológicas, las creencias relacionadas con los campos de la ética, la medicina y la ciencia, de los números, quedaba automáticamente excluido del contenido todo lo que representara cualquier conexión con la música realmente oÃ-da. Aristóteles sostiene que a la música se le mira simplemente como un simple entretenimiento, pero los antiguos hicieron de la música una parte fundamental de la educción. Según Aristóteles el fin que tiene la música, es el placer, y por lo mismo se opone totalmente a lo que de alguna forma se pudiera relacionar como una profesión, paradójicamente, este pensamiento se mantiene en la actualidad a pesar del desarrollo cultural que se ha dado a través de la historia, ignorantemente, la mayorÃ-a de las personas consideran que la música no es digna de ser llamada profesión. Sobre este mismo tema continua opinando (Aristóteles, libro VIII de La PolÃ-tica,). Aristóteles para dilucidar las relaciones entre la música y el mundo ético, tenÃ-a dos teorÃ-as: La música tendrÃ-a relación unida con el alma, porque el alma es armonÃ-a y por ésta razón la música puede volver a traer cuando se haya turbado (la armonÃ-a), y la segunda, la música y el alma tiene relación con el concepto de imitación, ya que cierta armonÃ-as melodÃ-as, ritmos, imitan las virtudes, pero a su vez también a los vicios, es por esto que la música cuenta con un poder curativo si se usa con prudencia y conocimiento sobre el espÃ-ritu humano. Aristoxéno fue un discÃ-pulo de Aristóteles, un punto importante a destacar de sus escritos es la importancia que le entrega a la percepción auditiva en orden a la formación de un juicio musical, es importante destacar que dentro de sus teorÃ-as el no hace comparación entre el oÃ-do y el intelecto, a diferencia del pensamiento griego, pero si se puede decir que llega a un resumen selecto, que adquiere una gran importancia en la historia de la estética musical, en donde desvÃ-a el gran interés por el sentido intelectual, hacia los aspectos sensibles de la música, por esta razón se le denominó como el primer humanista, dentro de la civilización occidental. Para Aristoxéno el estudio de la música no solo era teórico (de la armonÃ-a), sino también práctico (de la rÃ-tmica, métrica y de la composición) y por ende, experimental. 3 Para Aristoxéno los modos tienen un carácter totalmente ético, pero se dirÃ-a que tal cualidad estarÃ-a de más, serÃ-a como añadirle a su carácter primordial, la de ser bellos. De la misma forma las melodÃ-as pueden mejorar su carácter. De la época alejandrina es poco lo que se puede mencionar, ya que existen pocos escritos que estén relacionados con la música. De lo que si se puede hacer mención, es que luego de Aristoxéno existen dos corrientes, la pitagórica−platónica y la peripatética. Teofrasto fue un sucesor de Aristóteles en la dirección de la escuela peripatética, su pensamiento musical y el de toda la escuela tendió a dividirse en dos estirpes distintas: la psicologÃ-a de la música y del juicio estético, y la ciencia de la armonÃ-a, que posteriormente no volvió a incorporarse dentro de la filosofÃ-a de la música. Según Cleónides un cientÃ-fico divulgador del pensamiento de Aristoxéno, las partes de la armonÃ-a son siete: las notas, intervalos, géneros, escalas, tono o claves, modulaciones y las composiciones melódicas. Claramente la trascendencia de las teorÃ-as, que los cientÃ-ficos, matemáticos, y diversos filósofos, han dejado en el legado de la historia musical es inmensa, muchos de ellos se esforzaron para lograr entregarle el lugar merecido a la música, a nivel artÃ-stico, filosófico, y también en el educacional, el hecho de poder descubrir y a la vez sentirse parte de aquellos comienzos tan inciertos, que de alguna u otra forma, y gracias a estos grandes personajes, hoy nos permiten disfrutar del arte de la música, como eso, un hermoso y reconocido arte es totalmente enriquecedor. BibliografÃ-a Fubini, Enrico La estética musical desde la antigüedad hasta el siglo xx Madrid, Editorial Alianza año 20005. 4