Examen de la situación mundial de las especies altamente

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FAO DOCUMENTO TECNICO DE PESCA 337
Examen de la
situación
mundial de las
especies
altamente
migratorias y
las poblaciones
transzonales
INDICE
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
Roma, 1994
© FAO
2
PREPARACION DE ESTE DOCUMENTO
Se preparó una versión anterior de este documento en respuesta a una petición
específica de los países del Pacífico Sur, como información básica para la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre las poblaciones de peces cuyos territorios
se encuentran dentro y fuera de las zonas económicas exclusivas y las poblaciones
de peces altamente migratorias, celebrada en Nueva York en julio de 1993. A pesar
del esmero puesto en la elaboración de este texto, es posible que se hayan deslizado
algunas imprecisiones, dado el carácter sumamente disperso de la información
disponible sobre algunas poblaciones o pesquerías.
El presente estudio ha sido preparado por S.M. García, con la colaboración de J.F.
Caddy, J. Csirke, D. Die, R. Grainger, J. Majkowski y el personal del Servicio de
Información, Datos y Estadísticas de pesca. El proyecto definitivo fue revisado por D.
Spencer y L. Garibaldi y ultimado por W. van Kessel. La parte gráfica es obra de P.
Lastrico y E. D'Antoni.
Distribución:
Departamento de Pesca de la FAO
Oficiales Regionales de Pesca de la FAO
Directores de Pesca
Organizaciones Regionales e
Internacionales de Pesca
Departamento de Pesca de la FAO.
Examen de la situación mundial de las especies altamente migratorias y las
poblaciones transzonales.
FAO Documento Técnico de Pesca. No. 337. Roma, FAO. 1994. 75p.
RESUMEN
El presente documento contiene información sobre las pesquerías y la situación de
las poblaciones de algunas especies altamente migratorias y transzonales. La
sección sobre las especies altamente migratorias se ocupa de las especies
enumeradas en el Anexo pertinente de la Convención de 1982 sobre el Derecho
del Mar, a saber túnidos, peces de pico, tiburones oceánicos, tortugas marinas,
japutas, dorados y papardas, así como de otras especies de importancia actual o
potencial para las pesquerías de alta mar con comportamiento migratorio pero que
no aparecen en dicho Anexo (como las especies semejantes a los túnidos, el
calamar, el jurel oceánico, etc.), de las que se sabe muy poco. No se incluyen los
mamíferos marinos ni el salmón. Se llega a la conclusión de que muchos de los
recursos están gravemente reducidos o agotados, lo que ilustra el carácter no
sostenible de la pesca de alta mar. Se estudian también las grandes poblaciones
transzonales, región por región, identificando las especies implicadas, las
pesquerías y, cuando las circunstancias lo permiten, la situación de las poblaciones
y los problemas de ordenación. Se observa que hay más poblaciones transzonales
que las que han sido objeto de atención internacional. Se subraya la importancia de
las especies transzonales pelágicas especialmente en torno a los países insulares,
destacándose además algunos de los problemas de ordenación.
3
INDICE
INTRODUCCION
1. CONSIDERACIONES GENERALES
2. ESPECIES ALTAMENTE MIGRATORIAS
2.1
Túnidos y especies afines
2.1.1 Recursos
2.1.2 Pesquerías
2.1.3 Situación de las poblaciones
2.1.4 Ordenación de las pesquerías
2.2
Tiburones oceánicos
2.2.1 Recursos
2.2.2 Pesquerías
2.2.3 Situación de las poblaciones y problemas de ordenación
2.3
Tortugas marinas
2.4
Japutas y palometes
2.5
Papardas
2.6
Dorados
2.7
Especies que podrían ser altamente migratorias
3. ALGUNAS POBLACIONES TRANSZONALES
3.1
Pacífico noroccidental
3.2
Pacífico nororiental
3.3
Pacífico sudoccidental
3.4
Pacífico sudoriental
3.5
Atlántico noroccidental
3.6
Atlántico nororiental
3.7
Mediterráneo
3.8
Atlántico centro-oriental
3.9
Atlántico centro-occidental
3.10 Atlántico sudoccidental
3.11 Atlántico sudoriental
4. CONCLUSIONES Y DEBATE
OBRAS CITADAS
ANEXO 1
4
INTRODUCCION
En el decenio que siguió a la aprobación de la Convención de 1982 sobre el Derecho
del Mar (en adelante, la Convención de 1982), la redistribución de la riqueza de los
mares se llevó a cabo en la forma prevista, lo que ha significado que algunos Estados
costeros han conseguido grandes beneficios y algunos de los Estados que faenan en
aguas distantes han sufrido graves pérdidas. No obstante, se han producido algunos
cambios imprevistos. Los más destacados son la constante inversión en el sector de
las capturas, muchas veces más allá de lo que estaría justificado por motivos
únicamente económicos, y el crecimiento significativo del esfuerzo de pesca en alta
mar fuera del límite de las 200 millas.
Desde los primeros años 80, el crecimiento de las capturas marinas mundiales ha
procedido de cinco especies de escaso valor1, mientras que la mayor parte de las
pesquerías basadas en especies de gran valor han visto estabilizada su producción,
si se exceptúan algunas de las que explotan túnidos, especies afines y cefalópodos.
No obstante, el volumen de las flotas continuó aumentando. Desde 1970, la flota
mundial se ha multiplicado dos veces más que las capturas. En consecuencia, el
exceso de la capacidad de pesca2 ha alcanzado proporciones alarmantes y los
rendimientos del capital consumen el 46 por ciento del total anual de ingresos
obtenidos de todas las capturas desembarcadas. Dado el declive de la tasa de
capturas, parte del exceso de capacidad de la flota se ha transferido a otras ZEE
(cuando son económicamente accesibles) y a las aguas de alta mar.
Las capturas marinas alcanzaron un máximo de 86 millones de toneladas en 1989,
para luego disminuir tres años consecutivos por primera vez en la historia de la pesca.
En el Cuadro 1 pueden verse las estadísticas de capturas registradas de algunas
especies transzonales y altamente migratorias. Se estima que para recuperar los
niveles de abundancia y las tasas de captura de 1970 debería eliminarse el 23 por
ciento del total actual de tonelaje de registro bruto (TRG) de la flota mundial, unos 5,8
millones de TRG, con un costo aproximado de 73 000 millones de dólares EE.UU.
(valor de sustitución). Se estima también que las subvenciones públicas han
alcanzado un volumen aproximado de 54 000 millones de dólares EE.UU. al año
(FAO, 1993a).
Pocos Estados han promulgado leyes que rijan los derechos y obligaciones de los
buques que navegan bajo su pabellón en alta mar. Cuando los Estados han adoptado
normas de fiscalización y se han hecho miembros de comisiones internacionales de
pesca, algunos propietarios de buques han cambiado de pabellón para eludir las
medidas de ordenación. No se sabe bien cuál es el efecto general del cambio de
pabellón, ya que los Estados que otorgan pabellones de conveniencia a buques
pesqueros no proporcionan información al respecto. Sin embargo, según datos
extraídos del Lloyd Register of Shipping, estarían participando en estas prácticas más
de 1 000 buques, es decir, aproximadamente el 20 por ciento de los buques
pesqueros del mundo con más de 500 toneladas de registro. La responsabilidad de
esta situación en virtud del Artículo 117 de la Convención de 1982, recae sobre los
Estados del pabellón.
1
2
Colín de Alaska, jurel chileno, sardina japonesa, anchoveta peruana y sardina de América del Sur
Ilustrado tanto por los resultados económicos negativos como por la sobrepesca de las poblaciones
5
Cuadro 1
Estadísticas de capturas registradas de algunas especies (Fuente: FAO FISHDAB, 1993)
Capturas en miles de t
Especies
Colín de Alaska
Calamares (total)
Ommastrephidae (Illex spp.)
Loliginidae
Tiburones (total)
Papardas (Pacífico)
Jureles (total)
Trachurus picturatus murphyi
T. picturatus symmetricus
Japutas y palometes (total)
Brama
Coryphaena spp.
Tortugas marinas (total)
Principales túnidos, peces depico y
pez espada
1970– 1975– 1980–
74
79
84
4077
4452
4704
745
907
1160
456
444
409
1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991
149
283
1537
173
19
37
0
19
5496
142
334
2346
776
28
54
4
23
7412
132
235
3320
1846
19
92
8
23
4782
6132
1303
51
142
139
274
3589
2149
10
117
6
24
4410
6759
1234
61
198
130
251
3554
1961
12
130
1
23
3833
6724
1824
135
245
138
227
4494
2682
12
144
1
37
2903
6659
1761
112
205
149
347
5203
3246
10
121
8
29
2993
6321
2106
123
231
135
330
5480
3655
13
144
6
26
2360
5736
1769
94
189
147
436
5479
3828
4
152
6
34
1823
1456
1817
2040
2142 2418 2432 2708 2721 2911 3018
Dada la problemática situación de los recursos de alta mar y el conflicto internacional
entre los Estados ribereños y los países que faenan en aguas distantes, el problema
de la ordenación de los recursos de alta mar ha pasado al primer plano de la atención
internacional, a pesar de que estas pesquerías producen sólo el 10 por ciento del
suministro mundial de alimentos. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) se ocupó especialmente de este problema
en la formulación de su Programa 21 (Capítulo 17) relativo a la protección de los
océanos, en el cual se traza el marco de un programa internacional para la
conservación de los recursos marinos vivos de la alta mar (Programa 17C). La FAO
organizó una Consulta Técnica sobre la pesca en alta mar (FAO, 1992b). En la
CNUMAD se recomendó la celebración de una conferencia intergubernamental sobre
las poblaciones transzonales y altamente migratorias, que debería celebrarse en
Nueva York en julio de 1993.
Como contribución al proceso internacional y, más en concreto, como aportación a la
Conferencia Intergubernamental de las Naciones Unidas, el presente documento
contiene información sobre la composición, pesquerías y situación de las poblaciones
de algunas especies altamente migratorias así como de algunas poblaciones
transzonales. Además, se estudian las poblaciones transzonales, región por región,
identificando las especies interesadas, las pesquerías y, cuando ha sido posible, la
situación de las poblaciones y los problemas de ordenación.
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Recursos de la alta mar
Por recursos de alta mar se entienden aquellos recursos que se hallan fuera de los
límites de la jurisdicción nacional. Estos recursos incluyen especies que se
4893
1991
96
189
144
402
5509
3853
2
169
5
37
1255
6
encuentran básicamente distribuidas más allá del límite de las 200 millas, aunque
pueden pasar ciertos períodos de su ciclo vital (por ejemplo, para reproducirse o
alimentarse) en zonas ubicadas dentro de la jurisdicción nacional. Los recursos de
alta mar incluyen también parte de las poblaciones de peces de las ZEE que cruzan el
límite de las 200 millas (poblaciones transzonales) y las especies que realizan
extensas migraciones entre zonas económicas exclusivas y la alta mar a través de
océanos o de numerosas zonas económicas exclusivas. El alcance de su distribución
y la movilidad de las flotas que explotan estos recursos repercute de manera directa
en el tipo de ordenación que debería adoptarse para garantizar la sostenibilidad (por
ejemplo, ordenación de alcance local, regional, oceánico o incluso mundial).
En términos biológicos, y dependiendo del grado de vinculación de los peces con el
fondo del mar, los recursos de la alta mar pueden ser neríticos u oceánicos, con
toda una gama de categorías intermedias (Figuras 1 y 2). Los recursos neríticos de la
alta mar tienen ciclos vitales y zonas de distribución que se limitan en gran medida a
la plataforma continental y al talud superior, pese al hecho de que estas poblaciones
se extienden hasta la alta mar y pueden ser capturadas allí. Los recursos neríticos de
alta mar se encuentran donde no se ha reivindicado aún la zona de las 200 millas (por
ejemplo, frente a China o en el mar Mediterráneo) o donde las plataformas
continentales tienen una extensión de más de 200 millas (por ejemplo en la
plataforma del Pacífico septentrional o en el Flemish Cap, en el Atlántico
noroccidental). Los recursos neríticos pueden ser demersales (es decir, con fuerte
relación y dependencia del fondo del mar) o pelágicos (es decir, que viven en los
estratos superiores del océano y tienen poco contacto con el fondo). Los recursos
demersales de alta mar incluyen fundamentalmente poblaciones transzonales y
algunas poblaciones rigurosamente de alta mar en las cercanías de los montes
submarinos.
7
Figura 1: Illustración de la terminología utilizada en el texto
8
Figura 2: Tipos de recursos de alta mar (desde un punto de vista biológico)
Los recursos oceánicos de alta mar se encuentran distribuidos y son capturados
fundamentalmente más allá del borde exterior de la plataforma continental o recorren
grandes distancias en sus migraciones a través de los océanos, aunque pueden
transcurrir un período fundamental de su ciclo vital en las proximidades de las aguas
costeras y capturarse en abundancia dentro de las ZEE. Estos recursos son
esencialmente pelágicos durante la mayor parte de su ciclo vital, pero existen algunos
recursos demersales en los montes submarinos. Según la base de datos de la FAO,
puede considerarse que hasta 400 especies marinas (50 especies de cefalópodos, 40
de tiburones, 60 de mamíferos marinos y 230 de peces) son exclusiva o
significativamente oceánicas (García y Majkowski, 1992). La información biológica de
que se dispone acerca de estas especies y su estado actual y potencial es
generalmente escasa, salvo quizá en el caso de algunas ballenas y atunes de gran
tamaño, y su ordenación y preservación son objeto de preocupación. La mayoría de
los recursos oceánicos de alta mar están muy dispersos, son difíciles de capturar en
forma económica y resultan sumamente difíciles de evaluar con precisión.
Generalmente son explotados por buques de países que pescan en aguas distantes,
en zonas donde las especies buscadas se concentran con fines de reproducción o
alimentación. La densidad media registrada en alta mar es muy inferior a la de las
zonas de afloramiento y costeras. La biomasa de plancton, peces mesopelágicos, krill
y pequeños peces de presa se acumulan en las estructuras hidrográficas y áreas
críticas donde es posible capturar en forma económica a los depredadores (jureles
oceánicos, algunos gádidos, calamares, túnidos, focas, ballenas, delfines, tiburones,
etc.). La escasez cada vez mayor de recursos costeros como consecuencia de la
sobrepesca en las ZEE es un incentivo para aumentar la presión sobre estas zonas y
sobre las especies, muchas veces frágiles, que las habitan.
Especies altamente migratorias
La Convención de 1982 menciona las especies altamente migratorias en su Artículo
64, en el que se establecen los derechos y obligaciones de los Estados, ribereños o
no, cuyos nacionales capturan estas especies. Se adjuntó al Acuerdo una lista de
especies considerada como altamente migratorias en el momento de elaboración de
la Convención (véase el Anexo 1). No se ofrece ninguna definición válida de
“especies altamente migratorias” (véase también la Figura 2).
En el Artículo 64 se refleja la opinión de que la ordenación de las especies altamente
migratorias requiere la cooperación entre el Estado ribereño y los otros Estados que
capturan tales recursos. Actualmente se observa la tendencia a la firma de acuerdos
de pesca entre países costeros y países que pescan en aguas distantes, a través de
los cuales estos últimos se comprometen a pagar el acceso a los túnidos de las ZEE y
el Estado ribereño fija unilateralmente (o negocia) los contingentes o el número de
licencias (por ejemplo en la zona del Pacífico Sur, Seychelles, Mauricio, Marruecos,
Senegal, etc.). Esta tendencia se ha interpretado algunas veces como el
reconocimiento de facto de un derecho privilegiado del Estado ribereño (Munro,
1993). En la lista de especies altamente migratorias presentada por la Convención se
incluyen especies con alta distribución geográfica, tanto dentro como fuera de la zona
de las 200 millas y dentro de la cual efectúan migraciones de considerable alcance.
Se trata de especies pelágicas, y muchas veces tienen fases neríticas y oceánicas en
su ciclo vital. En esa lista se incluyen 11 túnidos, 12 especies de peces de pico, las
japutas, 4 especies de papardas, dorados (Coryphaena spp.), tiburones oceánicos y
cetáceos (grandes y pequeños). Los mamíferos se tratan por separado (Artículo 65) y
no se tendrán en cuenta en el presente estudio. Es importante observar que hay
especies que realizan migraciones en gran escala pero que no han sido incluidas en
9
la lista. Por ejemplo, no se incluye el Euthynnus lineatus, que es probablemente más
oceánico que las otras dos especies de Euthynnus. Otras tres especies afines a los
túnidos (Acanthocybium solandri, Allothunnus fallai y Gasterochisma melampus)
clasificadas como oceánicas en la base de datos de la FAO tampoco aparecen en esa
enumeración. Muchas otras especies semejantes a los túnidos recorren grandes
distancias en sus migraciones pero sin alejarse nunca del continente y pueden
considerarse también como altamente migratorias o transzonales. Además, algunos
nombres científicos han cambiado desde entonces y la relación, tal como se presenta
actualmente, no es convincente desde un punto de vista científico.
El total de las capturas identificadas y comunicadas a la FAO sobre especies y grupos
de especies que se enumeran en el Anexo I de la Convención de 1982 ha pasado de
1,7 milliones de toneladas en 1970 a 4,3 millones de toneladas en 1991 (Figura 3 y
Cuadro 2).
Poblaciones transzonales
La Convención de 1982 no utiliza el término poblaciones “transzonales”. Su Artículo
63.2 dice lo siguiente: “Cuando tanto en la zona económica exclusiva como en un
área más allá de ésta y adyacente a ella se encuentren la misma población o
poblaciones de especies asociadas …”. Un caso no previsto explícitamente en la
Convención es el de las poblaciones que se encuentran dentro de las ZEE de dos o
más Estados ribereños y en zonas adyacentes de alta mar3. Como el carácter
transzonal de una población es una peculiaridad local (geográfica) relacionada
fundamentalmente con la anchura de la plataforma, las poblaciones transzonales
deben indicarse no sólo por el nombre de la especie (como en el caso de las especies
altamente migratorias) sino también por su ubicación específica (por ejemplo, bacalao
de los Grandes Bancos). En la mayor parte de los casos el límite de esta jurisdicción
es de 200 millas, pero hay lugares donde todavía no se han reivindicado las ZEE (por
ejemplo, en el Mediterráneo). El grado de “transzonalidad” de una especie depende
normalmente de la extensión de la plataforma más allá del límite de la jurisdicción
nacional y de su presencia estacional en la misma. Las poblaciones transzonales
pueden ser demersales o pelágicas y, según la anchura de la plataforma pueden ser
neríticas u oceánicas.
3
En el presente documento ambos tipos de poblaciones se consideran como transzonales
10
Figura 3: Captures de especies altamente migratorias y poblaciones
transzonales (Fuente: FIDI, FAO)
Normalmente se suele suponer que las poblaciones transzonales son
fundamentalmente “residentes” de las ZEE (es decir, su biomasa global se encuentra
en gran parte dentro de las ZEE) que la “desbordan” una millas hacia alta mar y
quizás sólo de forma estacional (Figura 2). Esta “adyacencia” implica probablemente
que debe haber cierta continuidad geográfica entre las ZEE y las partes transzonales
de la población. Es importante comprender que cuando una plataforma tiene más de
200 millas de extensión, es toda la combinación de especies la que se considera
transzonal, y no solamente la especie que se desea pescar.
Además, algunas poblaciones podrían ser fundamentalmente “residentes en alta mar”
(es decir, su biomasa global se encontraría en gran parte fuera de las ZEE) y
“penetrar” marginalmente en las ZEE (Figura 2). La mayor parte de las especies de
alta mar se encuentran dentro y fuera del límite de las 200 millas, bien al mismo
tiempo o sucesivamente (por ejemplo durante las varias fases de su ciclo vital), y
podrían considerarse como “transzonales”, al menos desde un punto de vista
puramente biológico. Esta observación reviste especial importancia en el caso de los
pequeños Estados insulares que tienen una plataforma diminuta (el arrecife y la
laguna) en medio de un inmenso ecosistema oceánico. Los recursos de sus arrecifes
son puramente nacionales pero sus recursos oceánicos, que representan una
proporción enorme de los recursos marinos de que disponen para su desarrollo, son
transzonales o altamente migratorios. Esta situación especial hace que los recursos
de los pequeños estados insulares sean muy vulnerables a la pesca en alta mar y
explica probablemente la gran preocupación de estos países por la pesca
incontrolada en esas aguas. Independientemente de que sus recursos oceánicos
puedan ser considerados o no como transzonales en términos jurídicos, son
11
transzonales en términos biológicos y merecen el mismo tipo de ordenación
coordinada.
Cuadro 2
Capturas de especies altamente migratorias
Especies
Atún blanco
Atún común
Patudo
Listado
Rabil
Atún aleta negra
Bacoreta
Bacoreta oriental
Atún del sur
Melva y melvera
Japutas y palometes
Marlines
Veleros
Pez espada
Otros peces de pico
Papardas
Dorados
Tiburones oceánicos
Total
Capturas de 1991 en t
168 797
30 182
238 353
1 556 732
1 011 764
2 107
20 787
156 312
12 398
206 099
168 853
48 228
7 364
67 142
57 777
402 210
37 062
62 386
4 254 553
La distinción biológica entre especies transzonales y altamente migratorias no
siempre es clara. El jurel chileno, por ejemplo, que llega hasta unas 1 500 millas de
las ZEE de Chile y Perú, es un caso particular de población transzonal que, desde el
punto de vista biológico, podría ser tan “altamente migratoria” como algunos de los
pequeños túnidos mencionados en la Convención de 1982. Ya se ha señalado que
algunas de estas pequeñas especies de túnidos tropicales realizan migraciones
limitadas fuera de las ZEE, sobre todo cuando su ciclo vital se reduce
significativamente como consecuencia de la pesca.
Poblaciones sedentarias sin deplazamientos ni mezclas
El recurso puede estar fijo (coral) o enterrado (almejas). La población completa
pertenece al Estado ribereño. Cada compartimiento puede explotarse por separado,
pero la desaparición de la población que desova en un compartimiento puede afectar
al otro.
Población de difusión reducida, escaso desplazamiento y escasa mezcla
Los compartimientos que ocupan las poblaciones pueden ordenarse por separado
con pequeño margen de error. La desparición de un compartimiento de la población
que desova puede afectar a la reproducción en el otro.
Población de grand difusión, amplios desplazamientos aleatorios y mezcla intensa
En lo que respecta a la ordenación, las poblaciones deben considerarse una sola. La
ordenación debe ser idéntica a ambos lados. Las deficiencias de la ordenación en uno
de los compartimientos afectarán directamente al contiguo.
Migraciones ontogénicas salientes
12
La población debe considerarse una sola entidad. Ciertas medidas (cuotas de pesca,
tamaño de la malla, controles del esfuerzo) pueden ser distintas para cada zona.
Deben ordenarse como pesquerías secuenciales
Población con migraciones estacionales
La población debe considerarse unitaria en la ordenación. Deben tenerse en cuenta
las pautas estacionales.
Figura 4: Los diferentes tipos de poblaciones transzonales
Las estimaciones sobre el número de poblaciones transzonales suelen ser muy
insuficientes debido a varios factores:
•
si estas especies no son explotadas (especialmente por flotas extranjeras en
las zonas adyacentes de alta mar) no hay conflicto de intereses y no son
objeto de atención internacional;
13
•
sólo suelen mencionarse las especies que se desean pescar, cuando en
realidad todo el conjunto de especies es transzonal4, y en todo plan de
ordenación deberían incluirse también las correspondientes especies
capturadas incidentalmente.
Los problemas de ordenación de las poblaciones transzonales dependen de sus
características biológicas y, en especial, del nivel de mezcla entre los lugares de alta
mar y las ZEE donde habitan las poblaciones (Figura 4). En los casos donde esta
mezcla es considerable (probablemente, en la mayorías de ellos) debido a la
dispersión aleatoria y a migraciones ontogénicas o estacionales, las poblaciones
deberían ordenarse como si se tratara de una sola unidad, y las medidas de
ordenación deberán armonizarse en toda la superficie de distribución de la población.
Es sumamente difícil, dada la escasez de datos relacionados con las poblaciones
transzonales, evaluar la dimensión económica real del problema de estas poblaciones
(al menos en lo que se refiere a los desembarques registrados). Con el fin de poder
disponer de un orden aproximado de magnitud, y teniendo en cuenta el análisis que
se realiza posteriormente zona por zona, se han calculado los desembarques
registrados de las especies conocidas como “transzonales” o “probablemente
transzonales”. Las cifras de los Cuadros 3 y 4 deberán tomarse con extrema
precaución. No hay ninguna información fiable en este sentido ni la habrá mientras no
se ponga en marcha un sistema adecuado de presentación y acopio de la
información. El total de las capturas (en las ZEE y zonas de alta mar adyacentes) ha
pasado de 5,8 millones de toneladas en 1970 a 12,4 millones en 1991, tras alcanzar
un máximo de 13,7 millones de toneladas en 1988–89 (Figura 3). En 1991 el total de
las capturas era de aproximadamente 11,4 millones de toneladas de calamares y
peces demersales y 1 millón de toneladas de túnidos y especies afines, incluidas las
especies altamente migratorias (Cuadro 3).
4
En el Artículo 63.2 se dice “poblaciones de especies asociadas”
Cuadro 3
Capturas en 1991 de poblaciones transzonales o potencialmente
transzonales, por región
(Capturas en miles de t)
División estadística (región
oceánica)
21 (Atlántico noroccidental)
27 (Atlántico nororiental)
31 (Atlántico centro-occidental)
34 (Atlántico centro-oriental)
37 (Mediterráneo)
41 (Atlántico sudoccidental)
47 (Atlántico sudoriental)
51 (Indico occidental)
57 (Indico oriental)
61 (Pacífico noroccidental)
67 (Pacífico nororiental)
71 (Pacífico centro-occidental)
Especies semejantes a los
túnidos
0.9
0.3
30.6
7.2
97.5
3.0
0.5
86.7
44.2
281.0
0
239.4
Otras
especies
739.1
437.0
0
0
58.4
782.5
0
0
0
3 905.6
1 372.2
0
Total
740.0
437.3
30.6
7.2
155.9
785.5
0.5
86.7
44.2
4 186.6
1 372.2
239.4
14
77 (Pacífico centro-oriental)
81 (Pacífico sudoccidental)
87 (Pacífico sudoriental)
246.2
1.2
26.9
5.8
90.1
4 017.6
Total
1 065.6
11 408.3
252.0
91.3
4 044.5
12
473.9
De estas cifras parece deducirse que el Pacífico noroccidental y sudoriental son los
dos centros principales de poblaciones transzonales (sobre todo demersales),
seguidas del Pacífico nororiental y el Atlántico sudoccidental.
Cuadro 4
Captures en 1991 de poblaciones transzonales o potencialmente
tranzonales, por especies
Especies
Platija americana
Bonito del Atlántico
Bacalao del Atlántico
Halibut
Carite atlántico
Fletán negro
Illex illecebrosus
Carite lucio
Calamar pálido
Gallineta nórdica
Merluza norteamericana
Mendo
Limanda
TOTAL ATLÁNTICO NOROCCIDENTAL
(Area 21)
Bonito del Atlántico
Bacaladilla
Illex illecebrosus
TOTAL ATLÁNTICO NORORIENTAL (Area
27)
Bonito del Atlántico
Carite atlántico
Carite chinigua
Peces voladores nep
Illex illecebrosus
Carite lucio
Carites nep
Peto
TOTAL ATLÁNTICO CENTROOCCIDENTAL (Area 31)
Bonito del Atlántico
Semejantes a los
túnidos
Otras
especies
51 342
85
422 625
3 544
538
69 181
15 743
328
19 564
23 000
105 973
15 152
20 250
951
746 374
305
433 745
3 226
305
436 971
2 399
19 359
231
1 568
4
5 565
726
774
30 622
1 918
4
15
Peces voladores nep
Tasarte
Peto
Carite lusitánico
TOTAL ATLÁNTICO CENTRO-ORIENTAL
(Area 34)
Bonito del Atlántico
Jurel
Caballa del Atlántico
Bacaladilla
Merluza europea
Jureles nep
Jurel mediterráneo
Tasarte
Todarodes sagittatus sagittatus
TOTAL MEDITERRÁNEO (Area 37)
Salilota australis
Tramas, doradillos nep
Merluza argentina
Bonito del Atlántico
Carite atlántico
Jurel de altura
Peces voladores nep
Granaderos
Illex argentinus
Carite lucio
Merluza de cola
Merluza patagónica
Austromerluza negra
Pota festoneada
Polaca
TOTAL ATLÁNTICO SUDOCCIDENTAL
(Area 41)
Bonito del Atlántico
Peto
Carite lusitánico
TOTAL ATLÁNTICO SUDORIENTAL (Area
47)
Peces voladores nep
Carite del Indo-Pacífico
Peces linterna
Atún tongol
Carite estriado
Carites nep
Carite rayado
457
399
645
3 795
7 214
0
25 997
10 083
7 220
11 626
39 047
22 114
32 081
9
97 504
7 775
58 448
57
3
521 312
1 887
26
316
664
14 858
77 428
67
9 686
1 944
2 232
3
154 941
2 960
782 464
473
12
485
90
9 483
2 210
29 414
32 447
12 673
372
0
16
Peto
TOTAL OCEANO INDICO OCCIDENTAL
(Area 51)
Peces voladores nep
Carite del Indo-Pacífico
Atún tongol
Carite estriado
Carites nep
Carite rayado
Peto
TOTAL OCEANO INDICO ORIENTAL (Area
57)
Colín de Alaska
Peces voladores nep
Carite del Indo-Pacífico
Volador japonés
Carite oriental
Atún tongol
Carites nep
Todarodes pacificus
TOTAL PACÍFICO NOROCCIDENTAL (Area
61)
Colín de Alaska
TOTAL PACÍFICO NORORIENTAL (Area 67)
Peces voladores nep
Carite del Indo-Pacífico
Carite oriental
Atún tongol
Carite estriado
Carites nep
Peto
TOTAL PACÍFICO CENTRO-OCCIDENTAL
(Area 71)
Bonito del Pacífico oriental
Peces voladores nep
Jibia gigante
Carite sierra
Carites nep
TOTAL PACÍFICO (Area 77)
Atún tongol
Carite estriado
Reloj anaranjado
Oreosomatidae
Carites nep
TOTAL PACÍFICO SUDOCCIDENTAL (Area
1
86 690
0
2 039
14 360
1 080
13 697
12 181
850
44 207
0
3 521 306
620
627
6 328
247 855
17 370
8 212
384 310
281 012
3 905 616
1 372 187
1 372 187
32 432
7 950
1 427
115 293
60 385
21 399
537
239 423
0
1 315
44
5 846
5 404
2
246 188
5 846
20
69 440
20 646
1 137
1 157
90 086
17
81)
Jurel chileno
Bonito del Pacífico oriental
Peces voladores nep
Carite sierra
Merluza de cola
TOTAL PACÍFICO SUDORIENTAL (Area 87)
TOTAL MUNDIAL
3 852 928
25 357
85
1 473
26 915
1 065 636
164 679
4 017 607
11 415 600
Las dos próximas secciones se ocupan, respectivamente, de las especies altamente
migratorias y las poblaciones transzonales. En la relativa a las especies altamente
migratorias se tienen en cuenta no sólo las especies enumeradas en la Convención
de 1982 (túnidos, peces de pico, marlines, tiburones oceánicos, tortugas marinas,
japutas, dorados y papardas) sino también otras especies de importancia comprobada
o potencial para las pesquerías de alta mar con características biológicas semejantes
(por ejemplo, especies semejantes a los túnidos, calamares, jurel oceánico, etc., de
las que se sabe muy poco). En relación con cada uno de estos grupos se describen,
cuando es posible, los recursos, las pesquerías y la situación actual de las
poblaciones. No se examinan en estas páginas los siguientes recursos de alta mar:
•
•
•
•
Mamíferos marinos, ya que el tema es demasiado complejo para poderlo
abordar aquí con detalle;
Recursos antárticos;
Recursos mesopelágicos, que podrían ser transzonales en algunas zonas
pero que, en el momento actual, no son ni económicamente importantes ni
motivo de conflicto internacional;
El salmón que, en cuanto especie anadroma, se contempla en un artículo
diferente de la Convención de 1982 (Artículo 66).
2. ESPECIES ALTAMENTE MIGRATORIAS
2.1 Túnidos y especies afines
2.1.1 Recursos
El suborden Scombroidei suele designar normalmente a los túnidos y especies
semejantes a los túnidos, y está integrado por verdaderos túnidos, peces de pico,
peces espada y especies semejantes a los túnidos distribuidas a lo largo y ancho de
las zonas tropicales y templadas del mundo (Mapas 1 a 6). Muchas de estas especies
tienen inmenso valor comercial o para la pesca deportiva.
El atún (Thunnini) comprende 13 especies5 y 4 géneros: Thunnus, Euthynnus,
Katsuwonus y Auxis (melva y melvera). Las especies de mayor valor comercial
pertenecen al género Thunnus. El atún común (Thunnus thynnus) se encuentra en
los Océanos Pacífico y Atlántico. El atún del sur (T. maccoyii) vive en el Atlántico,
Indico y Pacífico. El patudo (T. obesus) el rabil (T. albacares) y el atún blanco (T.
alalunga) se encuentran en los tres océanos. El listado (Katsuwonus pelamis),
18
especie comercialmente importante de valor relativamente menor, está también
distribuido en los tres océanos. Las citadas especies suelen considerarse por lo
general como las principales especies de túnidos desde el punto de vista comercial.
Pueden efectuar largas migraciones a través de los océanos (en menor medida en los
casos del rabil y el listado) y se consideran como altamente migratorias en la
Convención de 1982.
5
La mayor parte de ellas incluidas entre las “especies altamente migratorias” en el Anexo I de la Convención de 1982
Otras especies de túnidos “altamente migratorias” son de carácter más nerítico y
viven junto a las plataformas, alrededor de las islas y archipiélagos y no emigran a
través de los océanos. En esta categoría se encuentran especies de menor valor
comercial del grupo Thunnini, como los Euthynnus spp. (bacoretes y barrilete
negro) o el atún de aleta negra (T. atlanticus), que, no obstante, aparecen incluidos
en el Anexo I de la Convención de 1982.
El atún tongol, Thunnus tonggol (del Océano Indico oriental), tiene un
comportamiento semejante pero es una de las dos especies de Thunnini (la otra sería
el Euthyunnus lineatus) que no se ha incluido en la lista de especies altamente
migratorias.
Los peces de pico (Istiophoridae) comprenden las agujas (Makaira spp.), peces vela
(Istiophorus spp.) y marlines (Tetrapturus spp.). El pez espada (Xiphiidae)
comprende sólo una especie (Xiphias gladius). Si se exceptúan dos especies de
marlines, todas las especies de peces de pico y de pez espada tienen una distribución
geográfica muy amplia, pero no todas ellas se encuentran necesariamente en todos
los océanos. Estas especies constituyen un alimento excelente y son también muy
valiosas en la pesca deportiva. Todas ellas se incluyen en la Convención de 1982.
Otras especies semejantes a los túnidos que revisten importancia para las pesquerías
y no se mencionan en el Anexo I de la Convención de 1982 son dos especies de los
mares australes, el atún lanzón (Allothunnus fallai) y el atún chauchera
(Gasterochisma melampus)6, el peto (Acanthocybium solandri), los bonitos
(Cybiosarda, Orcynopsis, Sarda) y los carites (Scomberomorus spp.). Ofrecen
considerables posibilidades para muchos países en desarrollo y se capturan en
actividades de pesca artesanal y deportiva. La mayor parte de estos recursos son
compartidos por dos o más países, y es probable que las poblaciones rebasen el
límite de las 200 millas. Su situación es desconocida o muy poco conocida y no está
claro si deben incluirse en el Anexo I de la Convención de 1982 o no.
Dada la ausencia de una definición biológica y jurídica comúnmente aceptada de las
especies altamente migratorias, la situación es incierta y la relación de especies
contenida en la Convención de 1982 parece incompleta y, en algunos casos,
arbitraria.
6
Ambas especies ofrecen un potencial significativo y son capturadas ahora incidentalmente en la pesquería japonesa
del atún del sur
19
Mapa 1: Distribución de las pesquerías de atún blanco (tomado de Bartoo, 1987.
Reproducido por cortesía de US Nat. Mar. Fish. Serv.)
Mapa 2: Distribución de ;as pesqurías de patudo (tomado de Bartoo, 1987.
Reproducido por cortesía de US Nat. Mar. Fish. Serv.)
20
Mapa 3: Distribución de las pesqurías de atún común y atún del sur (tomado de
Bartoo, 1987. Reproducido por cortesía de US Nat. Mar. Fish. Serv.)
Mapa 4: Distribución de las pesquerías de listado (tomado de Bartoo, 1987.
Reproducido por cortesía de US Nat. Mar. Fish. Serv.)
21
Mapa 5: Distribución de las pesquerías de rabil (tomado de Bartoo, 1987.
Reproducido por cortesía de US Nat. Mar. Fish. Serv.)
Mapa 6: Distribución de las pesquerí de marlín (tomado de Bartoo, 1987.
Reproducido por cortesía de US Nat. Mar. Fish. Serv.)
2.1.2 Pesquerías
La mayor parte de los túnidos y especies afines se capturan comercialmente con
varios métodos (caña y línea, jareta y palangre) en todos los océanos (Mapas 1 a 6).
Los dos primeros métodos se utilizan para los peces que se encuentran próximos a la
superficie del agua (por ejemplo, listado y rabil relativamente pequeño, atún balnco y
atún común y atún del sur), mientras que el tercero de ellos se reserva para el
pescado que vive en aguas más profundas (por ejemplo, grandes atunes comunes y
22
atunes del sur, patudos, rabiles, atunes blancos, peces de pico y peces espada).
Estas dos últimas especies son capturadas principalmente de forma incidental. La
mayoría de las capturas con jareta y caña y línea se comercializan como pescado en
conserva, mientras que las capturas con palangre, si se exceptúan las de atún blanco,
se venden fundamentalmente en el mercado del sashimi7. Otros artes utilizados son
los curricanes, líneas de mano, redes de deriva, trampas y arpones. Muchas veces se
emplean dispositivos de agregación de peces naturales o artificiales conjuntamente
con las jaretas o las líneas de mano. En el Cuardo 5 pueden verse algunos datos
sobre las embarcaciones pesqueras, sus pabellones y técnicas.
En 1991, dieciséis países, más los agrupados en el apartado “Otros nep”8, capturaron
el 90 por ciento de todos los atunes señalados en la Convención de 1982 (Figura 5).
Otros ochenta países registraron capturas que representaron el 10 por ciento del total.
De los dieciséis países con mayor volumen de capturas sólo cinco informan a la FAO
sobre el número y composición de sus flotas atuneras9. Hay discrepancias evidentes
en los datos presentados sobre las capturas. Por ejemplo, Panamá registra 17 700
toneladas de capturas correspondientes a 444 embarcaciones recogidas en el
Lioyds's Register (unas 40 t por embarcación y año) mientras que Venezuela señala
82 800 t para sus 80 embarcaciones del Lloyd's Register (unas 1 000 t por
embarcación), lo que demuestra la existencia de considerables defiencias en la
información por parte de los buques que enarbolan pabellones de conveniencia.
En el Cuadro 6 puede verse un resumen sobre las pesquerías y situación de las
poblaciones, por especie y por océano. El total de las capturas anuales de túnidos y
otras especies afines ha registrado un aumento constante, pasando de un promedio
aproximado de 1,9 millones de toneladas en los primeros años 70 a 4,2 millones en
1990. Las capturas de las principales especies comerciales de túnidos pasaron de 1,4
a 2,8 milliones de toneladas, de los cuales el 66 por ciento correspondería al Pacífico,
el 16 por ciento al Atlántico y el resto al Océano Indico. El listado y el rabil
representan el 45 y el 35 por ciento de las capturas, respectivamente. En el Pacífico
se produce el 71 por ciento de las capturas mundiales de listado, el 66 por ciento de
rabil, el 58 por ciento de patudo y el 53 por ciento de atún blanco.
7
Mercado para el atún de alta calidad que debe consumirse crudo, fundamentalmente en el Japón
Las capturas de 1982 dentro de esta categoría se refieren exclusivamente al atún capturado en el Océano Atlánitco
por embarcaciones de Ecuador, Islas Caimán, Malta, Marruecos, México, Noruega, Panamá, Vanuatu y Venezuela,
agregadas para respetar el caráctar confidencial de los datos. Las capturas del Pacífico se refieren al total del atún
capturado por Costa Rica, Colombia, Chipre, El Salvador, España, Honduras, Islas Caimán, Panamá, Perú, Vanuatu y
la antigua URSS (FAO, 1993b)
9
Ecuador, Ghana, México, República de Corea y Taiwán (Prov. de China, que aparece en la Figura 5 en el apartado
correspondiente a otros Países de Asia)
8
Cuadro 5
Resumen de las flotas atuneras que faenan total o parcialmente en alta mar
Area
Pacífico nororiental
Arte
curricán
pabellón principal
EE.UU., Canadá
Pacífico sudoriental
palangre
Japón, República de Corea, Taiwán
red de
cerco
palangre
caña y
línea
Vanuatu, Venezuela, México, Panamá,
Var.
República de Corea, Taiwán, Japón
atún blanco, rabil, patudo
Japón
listado
Pacífico centro-oriental
Pacífico sur y centrooriental
Especies deseadas
atún blanco
patudo, atún blanco,
Rabil
rabil, listado
23
red de
cerco
Indico oriental
palangre
Indico centro-occidental red de
cerco
palangre
Aántico oriental
red de
cerco
Atlántico centrooccidental
Japón, Taiwán, República de cerco
Filipinas, Var.
Japón, Taiwán, República de Corea
atún, patudo, rabil
Francia, España, Japón, Var.
listado, rabil
Taiwán, República de Corea, Japón
patudo, rabil
Francia, España
listado, rabil
palangre
Japón, República de Corea,Taiwán,
Var.1
atún, patudo, rabil, atún
blanco
palangre
Japón
atún
listado, rabil
Var. = principalmente, pabellones de conveniencia, no se incluyen las flotas atuneras
nacionales (por ejemplo, Hawai, Fiji, Islas Salomón, Maldivas, Senegal, etc.).
Figura 5: Capturas de túnidos en 1991, desglosadas por principales países
pescadores, y porcentaje acumulativo de las capturas totales
(especies enumeradas en el Anexo I de la Convención de 1982 sobre el Derecho
del Mar)
La situación de las pesquerías mundiales es muy dinámicas. En los primeros años 80,
parte de las flotas francesa y española que utilizaban redes con cerco de jareta se
desplazaron desde el Atlántico hasta el Océano Indico, lo que contribuyó de forma
significantiva al aumento de las capturas en este océano, que se duplicaron con
creces entre los primeros años 80 y 1989. La mayor parte de los cerqueros
estadounidenses han dejado de faenar en el Pacífico Oriental debido a las capturas
incidentales de delfines, y algunos de ellos se han transladado al Pacífico occidental,
donde la República de Corea y Taiwán (Prov. de China) han iniciado también
considerables operaciones con embarcaciones de este tipo. Aproximadamente dos
tercios de las principales especies comerciales de atún son capturadas por países
24
dedicados tradicionalmente a la pesca de túnidos10, pero en muchos países en
desarrollo11, el sector atunero está creciendo con rapidez, incluido el sector artesanal.
10
11
Japón, Taiwán (Prov. de China). España, República de Corea, EE.UU. y Francia
Indonesia, Filipinas, México, Venezuela, Maldivas, Ecuador, Panamá, Ghana, Islas Salomón
Cuadro 6
Principales países pescadores de túnidos, total de las capturas y estado de explotación, por
océano y por especie o grupo de especie
Océano Especie
Capturas (en miles de toneladas)
Estado
Principales países
de
pescadores (1990) 1970– 1975– 1980– 1985 1986 1987 1988 1989 1990
1974 1979 1984
explotación
Atlántico Atún
blanco
España, Taiwán
(Prov. de China)
78
72
64
73
75
64
67
64
69
Norte: P
Sur: ? E
Japón, España,
Patudo Portugal, Francia,
Ghana
51
53
66
77
60
49
57
70
65
PoE
Atún
común
16
23
22
26
21
20
25
23
23
Oeste: A
Este: A
75
85
131
114 115 108 142 115 133 ? M
86
124
142
148 133 136 130 155 159
Listado
Rabil
Francia, España,
Italia, Japón
España, Ghana,
Francia, Brasil
España, Francia,
Venezuela, Taiwán
(Prov. de China)
Peces
España, Italia,
de pico
EE.UU., Argelia,
y pez
Japón
espada
Total de los
principales
túnidos, peces de
pico y pez
espada
Pequeños
Turquía, México,
túnidos y
Ghana, Senegal
escombridos
OCÉANO ATLÁNTICO TOTAL
Indico Atún
Taiwán (Prov. de
blanco China)
República de Corea,
Patudo Taiwán (Prov. de
China), Japón
Atún del
Japón, Australia
sura
Maldivas, España,
Listado
Francia, Indonesia
España, Francia,
Rabil
Omán, Taiwán
(Prov. de China)
21
21
29
42
41
45
52
54
51
Este: P
Oeste: ?
Marlín azul
y blanco: P
Velero: E
Pez espada:
E
327
378
454
480 445 422 473 481 500
88
86
121
100 86
415
464
575
580 531 528 593 589 612
11
11
16
9
28
42
41
19
40
?P
16
33
37
43
47
49
54
40
43
P
50
38
43
35
27
26
23
19
16
A
38
34
63
137 149 169 205 238 221 L o M
30
38
55
101 118 129 180 154 180 P
106 120 108 112
25
Peces
Taiwán (Prov. de
de pico
China), Sri Lanka,
y pez
India, Japón
espada
Total de los
principales
túnidos, peces de
pico y pez
espada
Pequeños
India, Sri Lanka,
túnidos y
Pakistán, Emiratos
escómbridos
OCÉANO INDICO, TOTAL
Pacífico
Taiwán (Prov. de
China), Japón,
Atún
blanco EE.UU., República
de Corea
Japón, República de
Patudo
Corea
Atún
Japón, EE.UU.,
común
Japón, EE.UU.,
Filipinas, Indonesia,
Listado
Taiwán (Prov. de
China)
Rabil
México, EE.UU.,
Japón, Filipinas,
Indonesia
7
10
17
151
161
224
342 387 433 521 486 514
56
86
140
214 221 262 278 278 285
207
247
364
556 608 695 799 764 799
121
118
104
105 108 110 116 162 124
83
125
111
124 150 150 121 128 150 P
20
19
19
11
395
506
666
661 815 756 935 868 885 M
300
390
400
Este: P
476 542 602 586 627 648 Centro y
Este: L
60
62
57
Peces
de pico Japón, Taiwán
59
(Prov. de China)
y pez
espada
Total de los principales túnidos, peces
978
de pico y pez espada
Pequeños
Indonesia, Japón,
túnidos y
Thailandia,República 340
escómbridos
de Corea Filipinas,
OCÉANO PACÍFICO, TOTAL
1318
Total, todos los océanos, principales
1456
túnidos, peces de pico y pez espada
Total, todos los océanos, pequeños
484
túnidos y escómbridos
Total, todos los túnidos y peces
1940
similares
a
18
14
66
18
12
73
18
6
76
16
9
76
14
Pez espada:
6
6
81
1278 1362 1434 1695 1703 1840 1870 1894
369
532
627 641 695 815 874 918
1647 1894 2061 2336 2398 2655 2744 2812
1817 2040 2256 2527 2558 2834 2837 2908
541
793
941 948 1063 1213 1260 1315
2358 2833 3197 3475 3621 4047 4097 4223
Comprende el atún del sur capturado en el Pacífico y el Atlántico
Símbolos: ? - incierto o desconocido,
L = ligeramente explotado,
M - moderadamente explotado,
P - plenamente explotado,
E - excesivamente explotado, y
A - agotado
M
Norte: P
Sur: P
?
Pez espada:
M
26
Los mercados del atún son de alcance mundial, ya que los productos se intercambian
libremente entre las distintas regiones y países. Los valores desembarcados de la
mayor parte de las especies se sitúan entre 1 000 y 2 000 dólares EE.UU./t, si se
exceptúa el atún común (20 000 dólares EE.UU./t)12 y patudo (8 000–12 000 dólares
EE.UU./t). Las especies más importantes, en lo que respecta al total de los ingresos
obtenidos por las flotas que las capturan, son el rabil, el patudo y el listado (Figura 6),
cada una de las cuales aportóa estas flotas más de 1 800 millones de dólares EE.UU.
en 1991).
Las capturas de los túnidos que no se incluyen entre las principales especies
comerciales han aumentado de forma significativa, pasando de aproximadamente 500
000 toneladas en los primeros años 70 a 1,5 milliones de toneladas en 1990. Sólo el
10 por ciento de estas capturas está integrado por peces de pico y peces espada,
capturados principalmente en el Pacífico y el Atlántico. Como la mayor parte de las
especies secundarias, prescindiendo de los peces de pico y peces espada, son
capturadas fundamentalmente en países en desarrollo por pesquerías artesanales y
algunas veces son desechadas por las pesquerías industriales o no se identifican
debidamente, las estadísticas sobre sus capturas son menos fiables. El rapidísimo
crecimiento de las capturas entre 1970 y 1990 puede deberse en parte a la mejor
calidad de las estadísticas. Las capturas de 1990 estuvieron integradas
fundamentalmente por carite oriental (247 000 toneladas), melva y melvera (215
000 t), atún tongol (141 000 t), carite estriado (115 000 t), bacoreta oriental (98
000 t), pez espada (77 000 t), Bonito del Pacífico oriental (54 000 t), carites (46
000 t) y carite del Indo-Pacífico (43 000 t). Ello arroja un total de más de 400 000 t
de pescado.
2.1.3 Situación de las poblaciones
En el Cuadro 6 pueden verse algunos detalles referentes a la situación de las
poblaciones. Teniendo en cuenta las considerables dudas sobre su situación, cabe
pensar que muchas poblaciones de las principales especies comerciales de túnidos
están plenamente explotadas. Algunas de ellas están sobreexplotadas13 o agotadas.
De las 20 poblaciones de las principales especies de túnidos, 14 se encuentran en
dicho estado, mientras que cinco están entre ligera y moderadamente explotadas,
siendo incierta la situación del resto. Las tendencias de las capturas por especies y
océanos desde 1970 son las que pueden verse en las Figuras 7–9.
12
El valor desembarcado del atún común se ha multiplicado por seis desde 1982 debido a la disminución de las
capturas y los valores actuales representan una presión cada vez mayor sobre estas poblaciones
13
En el presente documento por sobrepesca se entiende la sobrepesca de reclutamiento (es decir, la que se produce
cuando la tasa anual de reclutamiento se ha visto afectada por el agotamiento de la población reproductora)
27
Figura 6: Ingresos totales en dólares EE.UU.y porcentajes obtenidos en 1991
por las flotas atuneras, por especie (especies enumeradas en al Anexo I de la
Converción de 1982 sobre el Derecho del Mar)
Atún blanco. La población de atún blanco del Atlántico Norte parece estar
intensamente explotada. En el Atlántico meridional, la explotación supera el nivel de
rendimiento máximo sostenible, pero no se conoce bien el grado exacto de
sobreexplotación. En el Océano Indico, esta población de atún blanco puede estar
fuertemente explotada, pero la evaluación es poco segura. En el Pacífico
septentrional parece estar plenamente explotada, pero en situación estable. En el
Pacífico Sur, los estratos de aguas profundas de este recurso (los grupos de más
edad) están ahora fuertemente explotados. Partiendo de los datos relativos a esa
pesquería, el rendimiento máximo sostenible se estimó en 31 000–37 000 t, pero
podría aumentar mediante la pesca superficial, aunque ello podría repercutir
negativamente en las tasas de captura con palangre. Quizá no sea sostenible el
volumen total de capturas con redes de deriva, palangre y curricán de los últimos
años 80, pero el esfuerzo de pesca se ha reducido después del cierre de la pesquería
con grandes redes pelágicas de deriva en 1991.
Patudo. En el Atlántico, el patudo se captura en el nivel de máximo rendimiento
sostenible (estimado en 67 000–76 000 t), o por encima de él. En el océano Indico se
captura intensamente, pero la situación de sus poblaciones parece ser satisfactoria.
En el Pacífico, la población de patudo se explota en niveles próximos al rendimiento
máximo sostenible (139 000–170 000 t en lo que respecta a la pesquería con
palangre).
Atún común y atún del sur. En el Atlántico oriental y el Mediterráneo, las
reducciones del esfuerzo de pesca, especialmente las dirigidas a los ejemplares
pequeños, podrían aumentar el rendimiento a largo plazo. En el Atlántico occidental
se considera que esta población está sobrepescada y la biomasa de adultos es ahora
únicamente del 10 al 23 por ciento del nivel en 1970. En el Pacífico septentrional, la
situación del atún común es poco conocida, pero parece que está sobreexplotado
desde el punto de vista de rendimiento por recluta, y el reclutamiento sería muy
variable. Es probable que se pueda aumentar el rendimiento por recluta elevando la
edad mínima de captura a los 2,5 años. El atún del sur del Indico, Pacífico y Atlántico
28
meridional está sobreexplotado; su biomasa reproductora ha registrado un continuo
descenso, al menos hasta 1990. La mayor parte de los análisis recientes parecen
revelar una disminución del reclutamiento entre 1975 y 1983, pero no ha sido posible
determinar los niveles posteriores de reclutamiento.
Listado. En el Atlántico, el listado parece estar moderadamente explotado, aunque
hay dudas al respecto. En el océano Indico, la población de listado parece
encontrarse en buena situación, pero su potencial es en gran parte desconocido. Las
capturas de listado pueden aumentar probablemente en el Pacífico oriental, central y
occidental.
Rabil. La población de rabil del Atlántico oriental se explota en un nivel próximo al de
rendimiento máximo sostenible. Las capturas de 1990 (147 000 t) fueron superiores al
rendimiento máximo sostenible estimado (132 000 t), debido a la abundancia de
algunas clases de edad, pero el esfuerzo pesquero pareció ser ligeramente inferior al
que correspondería el rendimiento máximo sostenible. No se conoce bien la situación
de la población del Atlántico occidental. En el océano Indico, el rabil no parece estar
amenazado de sobreexplotación, a pesar del enorme crecimiento de las capturas
durante los 10 últimos años. No obstante, deben efectuarse más investigaciones para
poder determinar con exactitud cuál es su estado. En el Pacífico occidental y central
la mayor parte de los análisis recientes parecen sugerir que sería sostenible la
duplicación de las actuales capturas. En el Pacífico oriental, la población disminuyó
entre los años 70 y 1982 y luego creció, debido al intento de capturar ejemplares
mayores (mejorando el rendimiento por recluta) y como consecuencia del mayor
reclutamiento, que se ha estabilizado desde 1985. Esta población parece estar ahora
plenamente explotada o en niveles próximos a la plena explotación.
29
30
Figura 8: Tendencias de las capturas de túnidos en el Océano Pací (especies
enumeradas en el Anexo I de la Convención de 1982 sobre el Derecho del Mar)
31
Figura 9: Tendencias de las capturas de en el Océano Indico (especies
enumeradas en el Anexo de la Convención de 1982 sobre el Derecho del Mar)
Peces de pico y pez espada.
Es posible que la aguja azul y el marlín blanco del Atlántico se encuentren
sobreexplotados. Hay cierta preocupación por la situación del pez vela en el Atlántico
32
occidental y todavía mayor por la del pez espada en el Atlántico. Las estadísticas
relativas a los peces de pico y al pez espada del Indico y el Pacífico son incompletas,
siendo también limitada la información biológica básica. Por ello, el conocimiento
sobre el material reproductor de estas poblaciones es generalmente insuficiente. La
explotación del pez espada parece ser insuficiente en el Océano Indico y moderada
en el Pacífico.
En resumen, algunas especies de túnidos se encuentran todavía en una situación
aceptable, con niveles relativamente bajos o moderados de explotación, como ocurre
en los casos del listado en todos los océanos, el atún blanco en el Atlántico, y el
rabil en el Pacífico occidental y central. Otras poblaciones se ven sometidas a fuerte
presión, por ejemplo el rabil en el Pacífico oriental y en el Atlántico. Otras son
explotadas por encima de su rendimiento máximo sostenible, por ejemplo el atún
común en el Atlántico oriental y el mar Mediterráneo, el atún blanco en el Atlántico
meridional y, quizá, el patudo en el Atlántico. Finalmente, algunos recursos de
túnidos se consideran agotados, por ejemplo, el atún común y el atún del sur en el
Atlántico. La situación del rabil en el Atlántico occidental y del atún común en el
Pacífico no se conoce debidamente. El grado de explotación de las restantes
poblaciones puede calificarse entre fuerte y excesivo. De esta evaluación se deduce
que las especies de túnidos con mayor longevidad, que requieren protección más
atenta, están o sobreexplotadas o agotadas, mientras que las especies con ciclo vital
más breve se encuentran todavía en situación relativamente aceptable.
Por lo general falta información sobre la situación de las poblaciones de especies
costeras semejantes a los túnidos, ya que normalmente es muy poca la investigación
realizada sobre ellas.
2.1.4 Ordenación de las pesquerías
Acuerdos internacionales
La FAO preparó, como base previa a la creación de la Comisión del Atún del Océano
Indico un estudio y análisis completo de los organismos internacionales encargados
de la ordenación del atún (Shomura y Jayewardene, 1992). Algunos de los Estados
cuyos nacionales capturan túnidos cooperan en comisiones internacionales
especializadas, como la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), en el
Pacífico Oriental, la Comisión Internacional para la Conservación del Atún del
Atlántico (CICAA), la Comisión de Pesca para el Océano Indico, de la FAO, la
Comisión de Pesca del Indo-Pacífico, también de la FAO, y el Acuerdo Trilateral sobre
el Atún del Sur (entre Australia, Japón y Nueva Zelandia). La Comisión del Pacífico
Sur (CPS) realiza estudios científicos sobre los túnidos de la zona que es
competencia de la Comisión, mientras que el Organismo de Pesca del Foro para el
Pacífico Sur (FFA) se encarga de regular el acceso a los recursos de atún dentro de
la jurisdicción de sus países miembros. La Convención de Wellington entró en vigor
en 1991 en el Pacífico Sur en repuesta a las actividades de pesca con redes de
deriva de atún blanco del sur y ha dado lugar a negociaciones sobre un acuerdo para
la ordenación del atún blanco del Pacífico sur. Hay también varias actividades en
curso con el objeto de establecer oficialmente nuevos organismos de ordenación del
atún en otros lugares del mundo, entre ellos el Acuerdo sobre la pesca del atún del
Pacífico oriental (EPTA), la Organización de Pesca del Atún del Océano Pacífico
Oriental (OAPO), la Organización del Atún del Océano Indico Occidental (WIOTO) y la
Comisión del Atún del Océano Indico (CAOI), de la FAO.
La CIAT, la CICAA y la CPOI recopilan datos y efectúan evaluaciones conjuntas sobre
toda la zona de distribución de las poblaciones. No es así en el Pacífico, donde la
33
CIAT y el FFA/CPS abarcan sólo una parte de la zona interesada. La atribución de
competencias en toda la zona de distribución es condición necesaria (pero no
suficiente) para una ordenación adecuada, y la situación del Pacífico podría mejorar
en este sentido.
Problemas de ordenación
La principal preocupación es la conservación de los agotados recursos de atún.
Algunos países han manifestado su inquietud al respecto, y este tema se recogió en
los debates en torno a la Convención sobre el comercio internacional de especies
amenazadas de fauna y flora silvestres (CITES). Se trata de un ejemplo claro de
especie altamente migratoria que recorre inmensas distancias, en la mayor parte de
los casos a través de aguas costeras, donde es muy vulnerable al riesgo acumulado
de la pesca en un gran número de lugares distintos, lo que representa un caso clásico
de pesquería de “guantelete” en todas las fases de su ciclo vital, tanto ejemplares
jóvenes como adultos de 30 ños de edad. Esta situación, en la que el riesgo de
captura crece a lo largo de todo su ciclo vita, requiere un mecanismo especial de
ordenación. Sólo así se conseguirá proteger y mejorar la situación de estas
poblaciones. La recuperación de estas especies tan longevas requerirá tiempo y una
estrategia de ordenación a largo plazo con rígidas medidas encaminadas a reducir las
tasas de explotación y proteger las tallas pequeñas antes de que maduren
sexualmente y puedan efectuar una contribución substancial a la reproducción de la
población.
En la Consulta Técnica de la FAO sobre la pesca en alta mar, celebrada en Roma del
7 al 15 de septiembre de 1992, la CIAT subrayó “el alto grado de superposición entre
las actuales organizaciones relacionadas con el atún, que aumentará conforme vaya
creciendo el número de órganos regionales”. Podría conseguirse mayour eficiencia si
los órganos regionales colaboraran más estrechamente, por ejemplo mediante un
“mecanismo común”. La necesidad de un mecanismo mundial de ordenación de los
túnidos se debe al hecho de que la mayor parte de las embarcaciones pesqueras que
se dedican a la captura a la captura de estas especies pueden seleccionar
prácticamente a cualqiera de las poblaciones al desplazarse por las distintas regiones
y océanos. No obstante parece que un organismo mundial podría encontrar las
mismas dificultades que las distintas comisiones si los reglamentos de ordenación de
ordenación son ignorados por los Estados que no son parte de la Convención.
Otro problema grave en la mayor parte de las pesquerías es la falta de tradición y de
mecanismos para el control directo del esfuerzo de pesca, de limitaciones globales
del tamaño de las flotas y de asignación explícita de los recursos. A pesar de ello, se
ha conseguido evitar hasta ahora14 una situación grave de sobreexplotación, en la
mayor parte de los casos gracias a las limitaciones impuestas por un mercado
bastante saturado así como a las grandes posibilidades de expansión hacia otras
especies o áreas. En el futuro, al aumentar la demanda y los precios, la falta de
controles de esfuerzo y de mecanismos de asignación puede dar lugar a la extensión
de la sobrepesca y al agotamiento de los túnidos más pequeños y, actualmente, de
menos valor.
En los últimos años, algunos países costeros han comenzado a controlar el acceso de
los flotas atuneras de altura a sus ZEE (por ejemplo, México y, más recientemente,
los Estados Unidos). Otros países cobran a las naciones que pescan en aguas
distantes por sus actividades de captura de túnidos en sus ZEE (por ejemplo, algunos
países del Pacífico Sur, Senegal, Marruecos) y están determinando de manera
unilateral el número de embarcaciones autorizadas y el volumen que puede
capturarse. Las posibles consecuencias son importantes. Por un lado, esta
circunstancia ha sido considerada por algunos especialistas como reconocimiento
34
implícito de un derecho privilegiado del Estado ribereño a la explotación de las
especies altamente migratorias cuando se encuentran en sus ZEE (Munro, 1993). Por
el otro, se pone de manifiesto la existencia de un problema de ordenación ya que, en
ausencia de un acuerdo internacional sobre el total de capturas admisibles, el
volumen total de las flotas y la asignación de recursos entre los distintos Estados, es
probable que la competencia entre los Estados ribereños que intentan obtener el
mayor partido posible de un recurso común internacional lleve a formas de
explotación insostenibles.
El rendimiento global potencial de los túnidos y otros recursos semejantes depende
de la combinación de técnicas de pesca utilizadas, ya que los distintos métodos
oftrecen distintas posibilidades de seleccionar a los diferentes grupos de edad. Se
puede mejorar el rendimiento en algunos casos (por ejemplo, en el del atún blanco y
el rabil en el Atlántico y el atún común y el atún del sur) protegiendo a los ejemplares
pequeños o inmaturos y seleccionado con mayor precisión a los grupos de mayor
edad. El cumplimiento de las normas sobre tallas recomendadas por la CICAA,
especialmente en el caso del atún común del Mar Mediterráneo, deja todavía bastante
que desear. La protección de las tallas pequenñas puede ser ineficaz a escala global
en el caso de poblaciones con alta mortalidad, como el listado, o inútil (o inaceptable)
a nivel local en lugares donde la emigración es intensa. En tales casos, las
interacciones bioeconómicas entre los varios segmentos de la pesquería deben
estudiarse cuidadosamente para evaluar los efectos generales y locales de las
medidas de ordenación Se han efectuado propuestas sobre el establecimineto de un
mecanismo mundial de ordenación del atún.
Un problema preocupante es la captura incidental de delfines en las redes de cerco,
especialmente en las pesquerías del rabil del Pacífico oriental. Las actividades de
investigación, seguimiento y ordenación han conseguido, con gran eficacia, reducir la
mortalidad incidental de delfines. Muchas empresas conserveras no aceptan ya
atunes capturados juntamente con delfines. Este embargo ha tenido consecuencias
en las operaciones de pesca en el Pacífico oriental, donde la intensidad pesquera ha
disminuido (algunas embarcaciones se han desplazado al Pacífico occidental). La
necesidad de proteger a los delfines tendrá como consecuencia el abandono o la
reducción del volumen de capturas de grandes rabiles, normalmente asociados a los
delfines. Ello puede tener como consecuencia una concentración del esfuerzo en los
ejemplares más pequeños, característicos de los bancos “sin delfines”, lo que no
representaría precisamente la forma más indicada de explotación del atún.
14
Con excepción de las poblaciones de atún
2.2 Tiburones oceánicos
2.2.1 Recursos
Hay unas 350 especies de tiburones y la mayor parte de ellas se alejan
considerablemente de la costa o transcurren una fase de su ciclo vital en aguas
costeras (Compagno, 1984). En los Mapas 7 y 8 puede verse la distribución de
algunos grandes tiburones neríticos y oceánicos. Los tiburones neríticos se
encuentran con frecuencia entre la zona costera y la parte exterior de la plataforma
así como en los taludes, y pueden en algunos casos “penetrar” en alta mar, cuando la
plataforma es lo bastante ancha. Los grandes tiburones oceánicos se distribuyen
esencialmente en alta mar y a veces realizan largas migraciones de más de 1 000 km,
35
pero pueden encontrarse también muy cerca de la costa y, por ello, es probable que
“penetren” en las ZEE, sobre todo las de los países insulares.
Los tiburones son capturados en forma incidental en muchas pesquerías oceánicas y
costeras, pero ahora se capturan deliberadamente con palangres, líneas de mano y
algunas veces arrastres de fondo. Son también objecto codiciado de la pesca
deportiva. Las pesquerías del tiburón han aumentado de número recientemente como
consecuencia de la expansión del mercado de carne y productos del tiburón.
2.2.2 Pesquerías
Son pocas las pesquerías de tiburón bien documentadas. Los países con mayor
volumen de capturas pertenecen a Asia y Europa, destacando Taiwán (Prov. de
China), Japón, la República de Corea, Francia, Noruega, Rusia, España y el Reino
Unido, y en los Estados Unidos está aumentando el interés de los consumidores. Por
lo general, las estadísticas de capturas presentadas a la FAO no reflejan debidamente
las capturas reales, y el desglose por especies de las capturas registradas es
insuficiente. Dado el posible alcance de los descartes y la información insuficiente de
las capturas incidentales15 las series cronológicas disponibles no son una indicación
fiable de la extracción total del mar y podrían considerarse, en la mejor de los casos,
como valores mínimos, indicativos quizá de las tendencias. La captura deportiva de
tiburones es también considerable, sobre todo en algunos países, y la falta de
información sobre su magnitud aumenta la incertidumbre sobre el volumen de las
capturas de tiburón en todo el mundo.
15
Sobre todo cuando se desembarcan en forma de aletas de tiburón. Las exportaciones de este producto han subido
un 60 por ciento, en lo que respecta al volumen, y un 180 por ciento en ciento en cuanto al valor en los diez últimos
años. Las importaciones de aletas de tiburón han aumentado igualmente un 70 y un 250 por ciento en lo que se
refiere al volumen y al valor, respectivamente, durante el mismo período (FAO FISHDAB, 1993).
Mapa 7: Distribución de los tiburones neríticos (tomado de Garcia y Majkowski,
1992. Reproducido por cortesía del Law of the Sea Institute, Univ. Hawaii)
36
Mapa 8: Distribución de los tiburones oceánicos (tomado de Garcia y
Majkowski, 1992. Reproducido por cortesía del Law of the Sea Institute, Univ.
Hawaii)
Las capturas registradas han crecide de forma constante desde los años 40 hasta la
actualidad. Según los datos presentados a la FAO (1993b), en 1991 se
desembarcaron aproximadamente 700 000 t de peces cartilaginoso, de las cuales
unas 220 000 t se identificaron como rayas, 170 000 t como tiburones y 310 000 t no
llegaron a identificarse. En conjunto, los desembarques de titurones identificados has
pasado de 148 000 t en 1970–74 a 170 000 t en 1991. Por desgracia, las estadísticas
revelan que los mayores aumentos de desembarques corresponden al groupo
registrado por la FAO bajo el apartado de elasmobranquios sin identificar. Ello
denyestra la dificultad de analizar las tendencias específicas de cada especie en las
pesquerías de elasmobranquios a escala mundial. NO obtante, es interesante señalar
que los desembarqyes registrados de tiburones pelágicos han disminuido ligeramente
durante los 20 últimos años mientras que, en los diez últimos años, los desembarques
registrados de peces demersales han aumentado ligeramente. Ello puede ser indicio
de una sobrepesca global de tiburones oceánicos y de una mayor utilización de las
capturas incidentales de elasmobranquios en las pesquerías denersales. No obstante,
dada la importancia de las capturas no identificadas, la interpretación de estas
tendencias mundiales es muy arriesgada.
Los galludos represenan una parte considerable be los desembarques de tiburón.
Este group domina los desembarques de tiburón en el Atlántico y el Pacífico
septentrionales y, aunque la mayor parte de las capturas proceden de la zona de la
plataforma continental, algunos ejemplares se capturan a profundidades de hasta
900m. La mielga forma parte de la pesquería demersal de especies múltiples qye se
encuentra en el Atlántico noroccidental y puede constituir una población transzonal en
ese lugar y frente a la costa del Canadá. Los desembarques de mielga en el Atlántico
noroccidental (área de pesca 21 de la FAO) comunicados a la FAO en 1990/91
37
sumaron un volumen aproximado de 14 000 t. Los desembarques de galludos en todo
el mundo ascendieron aproximadamente a 47 000 t durante el mismo período.
Los jaquetones son en su mayor parte especies oceánicas. El marrajo sardinero
(Lamna nasus), que pertenece a este grupo, es capturado en cantidades consierables
con líneas y redes de enmalle los océanos septentrionales y meridionales. Las
capturas de los océanos septenrionales se comunican periódicamente a la FAO, pero
las de los mares australes tienen un volumen mucho mayor que el que se señala en
las informaciones. Varias poblaciones de marrajos del Atlántico septentrional parecen
haberse agotado en los años 60, debido a la pesca intensiva. De hecho, las capturas
registradas de jaquetones han disminuido recientemente en todo el mundo,
descendiendo desde un máximo de 44 000 t en 1984 a 14 500 t en 1991. El mapa de
la distribución del marrajo (Mapa 7) indica que este tiburón representa un recurso
transzonal en la plataforma del Atlántico y el Pacífico septentrional, así como en
Australia, Nueva Zelandia, Perú, Chile, Argentina y Sudáfrica.
El tiburón salmón (Lamma ditropis) es una especie común en el Pacífico
septentrional. Se captura incidentalmente y muchas veces se descarta en las
pesquerías con redes de deriva de calamar y salmón así como en los palangres
utilizados en Asia. El interés por esta especie está aumentando en Alaska. Las
poblaciones pueden haberse agotado también desde mitad de los años 50
(Compagno, 1988).
Los marrajos carite y dientuso (Isurus paucus y I. oxyrinchus) son capturados
incidentalmente por los palangres pelágicos tropicales. El marrajo dientuso (I.
oxyrinchus) está ampliamente distribuido entre los 40°S y 50°N y representa una
especie importante para las pesquerías con red de enmalle y palangre por la calidad
de su carne. Es también estimado en la pesca deportiva por su energía una vez
capturado. Las cifras de capturas son bajas.
Los zorros (Alopias vulpinus, A. supercilliosus y A. pelagicus) son otro grupo
importante en el que se incluyen especies costeras y oceánicas. Son capturados por
planagreros de Rusia y Japón en el Pacífico Central y océano Indico septentrional. El
zorro pelágico capturado también aguas situadas frente a California y el noreste de
los Estados Unidos.
El tiburón azul (Prionace glauca) está distribuido a lo largo y ancho de las aguas
templadas y tropicales y se considera el tiburón oceánico abundante en el Pacífico
oriental y en Atlántico, donde es capturado frecuentemente de forma incidental por las
redes de deriva y palangres destinados a la captura del atún (Litvinov, 1989). Emigra
hacia el norte en el verano y hacia el sur en el invierno y se concentra en los montes
submarinos. Se sabe que emigra periódicamente en el sentido de las agujas del reloj
a través del Atlántico septentrional. Se captura en el Pacífico septentrional de forma
incidental en la pesquería de la pota gigante con redes de deriva en las que queda
atrapada mientras intenta atacar a las potas. Se captura también abundantemente
con línea y anzuelo, arrastres pelágicos y arrastres de fondo. Esta especies fue la
más importante en el total de 7 000 t de tiburón desembarcadas en el Japón en los
primeros años 70 (Gulland, 1971).
El tiburón oceánico (Carchrhinus longimanus) y el tiurón jaquetón (Carcharhinus
falciformis) son capturados incidentalmente en las pesquerías de todo el munod con
palangre, red de cerco y línea de mano. Otras especies significativamente presentes
en alta mar y capturadas esencialmente con palangres destinados a la captura de
túnidos y peces de pico son el tiburón cocodrilo (Pseudocarchrias kamoharai) y la
tintorea tigre (Galeocerdo curvier, aunque esta última está estrechamente asociada
a la plataforma continental.
38
El enorme (hasta 18 m de longitud) e inconfundible tiburón ballena (Rhincodon
typus) se encuentra en el área intertropical (de los 30°N a los 30°S). Esta especie
altamente migratoria, el mayor pez del mundo, se alimenta de plancton y pequeñas
especies pelágicas. Es el único tiburón queno se captura nunca con palangre y
normalmente se cobra con redes o arpones (por ejemplo, en Sengegal, Pakistán,
India y Taiwán (Prov. de China)). El peregrino (Cetorhinus maximus), otra especie
con alimentación ciliar, es capturado abundantemente en China y el Japón;
Compagno (1988) indica que las pesquerías de esta especie costera-pelágica no han
sido nunca sostenibles.
2.2.3 Situació de las poblaciones y problemas de ordenación
No hay información suficiente sobre las posibilidades y situación de la mayor parte de
las poblaciones. La mayoría de los tiburones oceánicos antes enumerados son
vivíparos u ovovíparos con canibalismo uterino (excepto en el género Carcharhinus y
los que tienen alimentación ciliar). Su fecundidad es baja, crecen lentamente y son
muy longevos. En consecuencia, tienen poca capacidad de recuperación frente a la
pesca y presentan un elevado riesgo de sobrepesca de reclutamiento. Holden (1977),
basándose en los estudios de casos disponibles, formuló algunas dudas sobre la
sostenibilidad de las pesquerías del tiburón. Los ejemplos del hundimiento de las
pesquerías del marrajo sardinero en el Atlántico septentrional, el Galeorhinus
zyopterus en California, la mielga escocesa-noruega y el cazón australiano (NMFS,
1985) ilustran claramente ese peligro. Muchos expertos opinan que la mayor parte de
las poblaciones de tiburones sólo pueden producir rendimientos sostenibles muy
bajos, muchas veces con tasas inferiores al 10 por ciento de su biomasa. Por
desgracia, como los tiburones sólo se capturan muchas veces incidentalmente, es
muy difícil ordenar sus poblaciones para conseguir niveles de producción sostenibles.
Los tiburones deberían ser objeto de una ordenación tan cuidadosa como la de los
pequeños cetáceos, pero han recibido sin duda menos atención por parte de los
grupos de ecologistas y los medios de comunicación. Quizá ello se deba en parte al
hecho de que la imagen de los tiburones ante la opinión pública no es muy positiva.
Los grandes tiburones pelágicos fueron considerados, hasta hace muy poco, como
capturas incidentales sin ninguna utilidad, y en el mejor de los casos sólo se
conservaban sus aletas. Por ello, tradicionalmente no se ha llvado ningún registro de
sus capturas. En años más recientes, la tendencia hacia el desembarque de tiburones
enteros ha mejorado probablemente la recopilación de datos sobre dichas capturas;
no obstante, en la mayor parte de las pesquerías los datos son insuficientes para la
evaluación de las poblaciones. La fragilidad a la explotación demostrada por las
poblaciones de tiburones no está necesariamente reñida con el aumento de los
desembarques registrados en los últimos 50 años, aumento que podría explicarse por
la combinación de los siguientes factores:
•
•
•
•
mayor aprovechamiento de las capturas incidentales y, por consiguiente,
mejor información sobre ellas;
expansión de las zonas de pesca por efecto de las flotas de gran radio de
acción;
desarrollo de los mercados y de pesquerías específicas en los países
desarrollados;
desplazamiento de los ecosistemas hacia las especies carroñeras (mielgas,
rayas).
39
De hecho, hay algunas señales de que muchas poblaciones se han agotado como
consecuencia de la pesca o han sufrido una grave sobreexplotación.
Gulland (1971) observó que el potential mundial de los tiburones no podría ser más
que de unos centenares de miles de toneladas y que la comparación de las capturas
mundiales con esta estimación muy aproxmativa del potential de las poblaciones con
el fin de hacerse una idea de la actual presión de pesca no era demasiado útil por
varia razones. En primer lugar, las estasísticas son imprecisas. Además estas
comparaciones no rebelarían el probable agotamiento local de varias especies y
poblaciones y, sin una buena serie cronológica de las capturas, sería imposible
interpretar el coeficiente entre capturas y potencial. En concreto, los coeficientes
bajos podrían deberse tanto a un bajo nivel de pesca como al agotamiento. Dada la
importancia del tiburón en el ecosistema oceánico, la falta de interés de la comunidad
científica y de los órganos regionales de pesca por estas especies debería suscitar
cierta preocupación.
2.3 Tortugas marinas
Aunque las tortugas marinas no se incluyeron en la lista de especies altamente
migratorias de la Convención de 1982, su distribución geográfica es muy extensa y
sus migraciones son de gran amplitud. La mayor parte de las capturas se producen
en las zonas costeras, directamente en las playas cuando el desove o en aguas
costeras en las pesquerías con red de enmalle. Las pesquerías con grandes redes
pelágicas de deriva son también una posible causa de mortalidad para estas tortugas.
No se conoce con exactitud la estructura de estas poblaciones, pero muchas de ellas
son consideradas como especies en peligro. Son capturadas a mano cuando se
encuentran en tierra o se pescan accidentalmente en los transmallos, trampas,
arrastres e incluso en los palangres utilizados para la pesca de túnidos y peces de
pico. Es muy difícil determinar la abundancia de estas especies y no hay
prácticamente ninguna evaluación sobre sus poblaciones. Las estadísticas sobre las
capturas de tortugas son, al parecer, muy deficiente y en el caso de los huevos no
hay prácticamente ninguna información. Las capturas registradas, que habían
alcanzado un total aproximado de 5 500 t en 1970–74 y llehado a un máximo de 7
400 t en 1975–80 disminuyeron de forma constante desde entonces hasta situarse en
sólo 1 255 t en 1991 (Cuadro 1). No se conocen las razones de este descenso. En
general, las capturas no deberían considerarse como buen índice de la abundancia
de las poblaciones, y su disminución podría ser resultado de las restricciones del
mercado. No obstante, dada la fragilidad de los animales y en ausencia de una
explicación alternativa convincente, la información disponible podría interpretarse
como muestra de una disminución de los recursos. El catálogo de la FAO sobre las
tortugas del mundo (Marquez, 1990) revela que cuatro especies tienen un carácter
claramente oceánico:
La caguama (Caretta caretta) realiza probablemente largas migraciones siguiendo las
corrientes templadas (Corriente de California, Kuroshio, Gulf Stream). Se ha divisado
en el mar abierto pero es muy poco lo que se sabe sobre su distribución en alta mar.
Se han localizado importantes lugares de anidamiento en todos los océanos. Esta
especie se explota normalmente por su carne, cuero, grasa y huevos (en forma
ilegal). El total de las capturas registradas bajó de 480 t en 1970–74 a 185 t en 1988,
exclusivamente en el Atlántico central. En los últimos años, se capturaron 32 000
ejemplaqres frente a la costa atlántica de los Estados Unidos y 10 500 en el Golfo de
40
México. Se han señalado muertes accidentales como consecuencia de la voladura de
una plataforma petrolífera.
La tortuga verde (Chelonia mydas) puede recorrer miles de kilómetros desde los
criaderos hasta las zonas donde encuentra abundante alimentación. Algunas
poblaciones (por ejemplo, en las islas Ascensión) emigran 2 000 km a través del
océano y han demostrado cierta tendencia a volver al lugar de origen. Se capturan
con un gran número de artes y a mano, fundamentalmente por su carne y huevos.
Está muy generalizada la recolección furtiva. Las capturas registradas han bajado
desde 400–500 t en los años 70 a 300– 350 t en los últimos años 80. Se considera
que esta especie está en peligro y aparece inckuida en la CITES. Sucomercio
internacional está prohibido desde los últimos años 70 pero persosten pesquerías
locales de “subsistencia” en muchos lugares del mundo.
La tortuga carey (Erethmochelys imbricata) es la más tropical de todas las tortugas
marinas. Parece que parte de la población no es migratoria. Son pocos los datos
disponibles sobre las posibles migraciones transoceánicas, aunque se supone su
existencia entre grupos de islas en Oceanía. Esta especie es explotada por su
“concha”, carne y huevos. No obstante, según la IUCN sería una especie en peligro.
Como efecto de las restricciones impuestas por la CITES, las exportaciones han
disminuido considerablemente desde 1979. El total de las importaciones de conchas
de carey elaboradas en el Japón fue de 25 y 29 t en 1987 y 1988 respectivamente. El
comercio mundial japonés de conchas de tortuga entre 1970 y 1986 representa el
equivalente de 600 000 ejemplares adultos (Ogren, 1989, pág. 108). Las capturas
registradas han oscilado entre 240 y 370 t, pero parece que las cifras no son precisas.
Son raras las agrupaciones de estas tortugas para el anidamiento.
La tortuga laúd (Dermochelys coriacea) se adapta a aguas más frías, tiene una
distribución muy anplia, anida en zonas tropicales y subtropicales y la distribución de
los ejemplares adultos se extiende desde 40°S a 60°N. No hay ninguna prueba de
que se haya visto perturbada la distribución general de esta especie. En el Atlántico
occidental se han observado tendencias ascendentes en lo que respecta a la
abundancia de nidos (Ogren, 1989, pág. 149), pero la interpretación de este hecho no
es clara. Esta tortuga, capturada accidentalmente en redes de deriva y palangres, se
considera todavía una especie en peligro en toda su zona de distribución y aparece
incluida en al Anexo 1 de la CITES. Su situación se ha visto especialmente agravada
en el Asia sudoriental, y las perspectivas futuras no parecen muy brillantes en el
Atlántico occidental (Ogren, 1989, págs. 151–152). No se han localizado capturas
registradas de esta especie, aunque es seguro que se capturan en todas las aguas
donde están distribuidas.
Se están realizando esfuerzando esfuerzos (por ejemplo, en el Golfo de México y en
Indonesoa) para reducir la mortalidad de las tortugas en las pesquerías del camarón
con arrastre mediante la utilización de dispositivos de explosión de tortugas que
permiten la huída selectica de éstas si quedan capturadas accidentalmente en los
arrastres.
2.4 Japutas y palometes
Las japutas y palometes registradas en las estadísticas de la FAO comprenden una
heterogénea agrupación de diferentes familias (Bramidae16, Formionidae y
Stromateidae). El total de sus capturas ha pasado de 37 000 t en 1970–74 a 115 000–
140 000 t al final de los años 80. Las Bramidae (Brama spp.) son una importante
familia de peces oceánicos pero la información disponible al respecto es muy escasa.
41
La Brama japonica, en el Pacífico, tiene una distribución antitropical. Constituye una
importante captura incidental en la pesquería del calamar Ommastrephes bartrami
con redes de deriva y quizá también en la pesquería del salmón, pero muchas veces
los ejemplares capturados se desechan. Beamish y McFarlane (1989) estimaban
aproximadamente estos descartes en 300 000 t partiendo de un coeficiente 1:1 entre
calamar y japutas en las redes. La Brama brama, en el Atlántico, tiene también una
distribución antitropical y se explota en aguas próximas a la costa española y en el
Africa occidental. Los desembraques registrados pasaron de 200 t en 1970–75 a 7
000 t en 1988. Esta especie se vende en fresco en españa y parece que se utiliza
para la transformación en harina de pescado en los arrastreros industriales que
faenan frente a la costa de Africa occidental. La Brama dussumieri es tropical, su
distribución quizá sea la más “oceá”nica (alta mar) de todas las Brama, y es
capturada incidentalmente por los arrastreros que pescan camarón en aguas
profundas. Otras especies importantes capturadas incidentalmente con palangre son
la Taractichthys spp. (capturada junto con la Brama brama frente a las costas
españolas y en los palangres japoneses del Pacífico) y la Taractes spp. Se
desconocen por completo el potencial y la situación de estas poblaciones.
16
En el Anexo I de la Convención de 1982 sólo se incluyen las Bramidae
2.5 Papardas
La paparda del Pacífico (Cololabis saira17 tiene una zona de distribución que penetra
también en aguas de altura, aun cuando la mayor parte de las capturas se producen
cerca de la plataforma, donde desova. Hay tres poblaciones en el Pacífico
septentrional, una en el noroeste a lo largo de la costa del Pacífico japonés, otra en el
Mar del Japón otra en el Pacífico central. Según Chikuni (1985) está última población
oceánica no se ha explotado nunca de forma comercial. Al parecer, la población
noroccidental ha sido intensivamente explotada y las capturas han disminuido,
pasando de aproximadamente 500 000 t en los últimos años 50 a 235 000–350 000 t
en los 80 (Cuadro 1). Las poblaciones actualmente explotadas parecen estarlo
plenamente y no es de prever ningún aumento de las capturas. No se conoce el
potencial de las poblaciones de altura.
2.6 Dorados
Los dorados (Coryphaena hippurus y C. equoiselis) aparecen incluidos en el Anexo I
de la Convención de 1982. Tienen distribución muy amplia en todas las aguas
oceánicas, junto a la costa de las islas y aguas más adentro frente a las masas
continentales, más allá de la influencia de la escorrentía del agua. Son capturados por
las líneas utilizadas paraq la pesca a la cacea del atún y, en algunas ocasiones, con
redes de cercr y redes de deriva. Su captura se está desarrollando como
consecuencia de la utilizaci5on más generalizada de dispositivos de agregación de
peces. Gulland (1971) opinaba, partendo de datos muy limitados, que el potencial
mundial podría ser de aproximadamente un million de tonekadas. Las capturas
actuales comunicadas a la FAO se referen únicamente al C.hippurus, lo que
demostraría probablemente la imprecisión con que se determina la composición de
las unas 19 000 t en 1970–74 a 23 000 t en 1975–80 y 30 000–37 000 t en 1988. Las
capturas registradas corresponden fundamentalmente al Pacífico septentrional (60–70
por ciento).
42
2.7 Especies que podrían ser altamente migratorias
En la Sección 2.1 sobre túnidos y especies afines se señalan varias especies de
importancia para las pesquerías (Thunnus tonggol, Allothunnus fallai, Gasteroschisma
melampus, Acanthocybium solandri, Scomberomorus spp.) que no se incluyen en la
Convención de 1982 a pesar de que tienen en común muchas de las características
de algunas de las especies allí recogidas.
17
Aparece incluida en el Anexo I de la Convención de 1982 junto con Scomberesox spp.
La familia Exocoetodae (peces voladores) es un grupo que podria revestir gran
importancia, en especial para los países insulares; sin embargo, no se incluye en la
Convención de 1982, a pesar del becho de que parece pertenecer al mismo conjunto
de especies oceánicas que el dorado (Coryphaena spp.) Los géneros más
importantes son los siguientes: Exocoetus, Cypselurus, Hirunduchthys, Cheilopogon y
Prognichthys. Algunas especies son neríticas, pero muchas de ellas son
decididamente oceánicas. Sus pautas de migración y la estructura de sus poblaciones
no son bien conocidas. El total de los desembarques registrados ha variado entre 60
000 t y 90 000 t en los dos últimos decenios, sin que se haya podido observar una
tendencia clara. Aproximadamente el 70 por ciento procede del Pacífico, el 20 por
ciento del Océano Indico y el 10 por ciento del Atlántico. Mahon (1990) fija en 4 000–5
000 toneladas las capturas correspondientes a las islas del Caribe oriental, y la mayor
parte de las mismas serían de Hirundichthys. No se conoce el potencial de estas
pesquerías. Según Suda (1973), el potential de las capturas mundiales podría ser de
unas 100 000 toneladas en las áreas costeras, más un potencial desconocido en las
oceánicas.
El pez luna, de la familia Molidae, es un extraño de la fauna oceánica del que hay
muy poca información. Sólo existen tres esoecies en todo el mundo. Es capturado
incidentalmente en las pesquerías con redes de enmalle y se consume el mundo en el
Mediterráneo. Nunca tendrá importancia para las pesquerías, pero reviste interés
desde el punto de vista de la conservación de la biodiversidad. El escolar de canal
(Gempylus serpens), el escolar negro (Lepidocybium flavobrunneum) y el escolar
clavo (Ruvettus pretiosus), de la familia Gempylidae, son especies que se capturan
cerca de la costa pero que realizan grandes migraciones mar adentro. Todas ellas
forman parte habitual de las capturas incidentales de las pesquerías de túnidos con
palangre; lo mismo ocurre con los lanzones (Alepisaurus ferox y A. brevirostris).
3. ALGUNAS POBLACIONES TRANSZONALES
En la presente sección se estudiarán las poblaciones transzonales, desglosadas por
subregiones. Desde el comienzo, conviene indicar que no siempre son claras las
diferencias biológicas entre las dos categorías legales (es decir, las poblaciones
altamente migratorias y las transzonales). En la sección anterior se ha observado
frecuentemente que muchas de las especies que se encuentran en alta mar podrían
incluirse en uno u otro grupo. Los cefalópodos oceánicos requieren especial atención
en este sentido. Su distribución en todo el océano y su caráter oceánico los convierte
en uno de los mejores ejemplos de recursos de alta mar (Mapas 9 y 10 a,b). Los
calamares neríticos (Loligo spp., Illex spp. y Todarodes spp.) realizan migraciones de
varios centenares de kilómetros (Caddy, 1989), normalmente a lo largo de la costa, en
las plataformas profundas y taludes, pero desbordan fácilmente la línea de
demarcación cuando se extienden más allá de las 200 millas. La estructura de las
43
poblaciones y las pautas de migración de los calamares oceánicos son mucho menos
conocidas pero, dado su breve ciclo vital (los calamares son especies esencialmente
anuales), se puede deducir con toda probabilidad que las migraciones son de alcance
limitao, posiblemente como las de los calamares neríticos. En el presente documento,
y mientras no se disponga de información más precisa sobre sus migraciones, los
calamares oceánicos (Ommastrephidae) podrían considerarse como poblaciones
que, si bien no sonexclusivamente de altura, tienen un componente significiativo de
alta mar. De los diez géneros de esta familia, seis forman la base de algunas
pesquerías y la familia representa la mitad de las capturas mundiales de cefalópodos.
Se subdivide en tres subfamilias. Dos de ellas son esencialmente neríticas (Illicinae y
Todarodinae) y una más oceánica (Ommastrephinae).
Puede verse un análisis más completo del potencial de los calamares oceánicos en
García y Majkowski (1992), del que se ha tomado la siguiente información. Los
ejemplares jóvenes de calamares oceánicos son explotados fundamentalmente
mediante redes fijas y redes de cerco en la plataforma, mientras que los adultos son
más bien capturados por las embarcaciones calamareras (en el pasado, con grandes
redes pelágicas de deriva) sobre todo el Pacífico septentrional y el Atlántico
sudoccidental. Las capturas de calamares pasaron de 745 000 t en los primeros años
70 a unos 2 millones de toneladas en los últimos 80 y primeros 90. Las capturas de
calamares oceánicos (Ommastrephidae) han oscilado entre 250 000 y 460 000 t
durante el mismo período.
Aunque la información sobre los calamares neríticos ha mejorado desde el primer
estudio sobre el potencial de los recursos mundiales realizado por la FAO (Gulland,
1971), la información sobre los calamares oceánicos fuera del Pacífico continúa
siendo muy escasa, aun en el caso de las Ommastrephidae. Según cálculos muy
aproximativos (Gulland, 1971), el potencial de los calamares oceánicos sería de
“varios millones de toneladas pero por debajo de los 100 millones de toneladas”. En el
cuadro 7 (tomado de García y Majkowski, 1992) se resume la situación de las
principales especies y regiones oceánicas.
La mayor parte de estas cifras deben considerarse con cautela, pero en conjunto
revelan que hay un gran potencial si se puede fomentar la pesca en forma económica.
La situación de estos recursos no es muy bien conocida. El Symplectoteuthis
oualaniensis delPacífico centro-oriental está muy poco explotado y la población del
océano Indico está probablemente virgen. La población de Dosidicus gigas en el
océano Pacífico sudoccidental debe estar muy poco explotada y las poblaciones de
Mesonychoteuthis hamiltoni y Gonatopsis borealis están también vírgenes. En la
sección 3.1. puede verse la situación del Ommastrephes bartrami.
44
Mapa 9: Distribución de los calamares neríticos (tomado de Garcia y Majkowski,
1992. Reproducido por cortesía del Law of the Sea Institute, Univ. Hawaii)
Mapa 10a: Distribución de los calamares oceánicos (tomado de Garcia y
Majkowski, 1992. Reproducido por cortesía del Law of the Sea Institute, Univ.
Hawaii)
45
Mapa 10b: Distribución de los calamares oceánicos (continuado) (tomado de
Garcia y Majkowski, 1992. Reproducido por cortesía del Law of the Sea Institute,
Univ. Hawaii)
Cuadro 7
Océanos y especies
PACÍFICO SEPTENTRIONAL
Ommastrephes bartrami
Ommastrephes borealijaponica
Symplectoteuthis oualaniensis
Gonatopsis borealis
TOTAL Ommastrephidae
TOTAL Calamares
PACÍFICO SUR
Dosidicus gigas (California)
Dosidicus gigas (Total Sur)
INDICO
Symplectoteuthis oualaniensis
ATLANTICO
Ommastrephes pteropus
MARES AUSTRALES
Mesonychoteuthis hamiltoni
TODOS LOS OCEANOS
1) Okutani, 1977;
2) Voss,1973;
Potencial (toneladas)
380 0001
130 0001
100 0002
6 0001
500 0003
5 000 000–50 000 0003
300 0004
1 000 000–1 500 0004
2 000 0005
1 600 000–2 500 0006
1 000 000–1 500 0007
< 100 000 0008
90 000 0007
46
3) Jefferts, 1986;
4) Roper et al., 1984;
5) Zuev y Gutsal, 1990;
6) Zuev et al., 1990;
7) Klumov ly Yukhov, 1975;
8) Gulland, 1971.
3.1. Pacífico noroccidental
En esta región la plataforma es una de las más extensas de todos los océanos y sus
recursos figuran entre los más ricos del mundo.
El colín de Alaska (Theragra chalcogramma) tiene amplia distribución en el Pacífico
septentrional (Mar de Bering, Mar de Okhotsk) y es un buen ejemplo de lo que podría
considerarse como una importante población transzonal. Su estructura no es bien
conocida y podría haber doce poblaciones en la región del Pacíficol occidental
(Chikuni, 1985). Se trata de un animal pelágico o semipelágico en sus cinco primeros
años de vida, que luego se va convirtiendo en un recurso demersal cuando madura
sexualmente. El total de las capturas aumentó de forma constante en el Pacífico
septentrional pasando de 300 000 t en los años 50 a aproximadamente 4 millonoes de
toneladas en los primeros 70 y 6,7 millones en los últimos años (Cuadro 1). Se trata
del mayor volumen de una sola especie en el Pacífico septentrional (con la exceptión
reciente de la sardina). Esta población ha sido explotada por los Estados Unidos, la
antigua Unión Soviética, China, Japón, República de Corea y Polonia. En los últimos
años 80, aproximadamente el 25-30 por ciento de los desembarques del Mar de
Bering procedían de la zona conocida con el nombre de Donut Hole, pequeñol
enclave situado en alta mar (Mapa 11). El Peanut Hole es un enclave semejante, pero
en ell Mar de Okhotsk. Este recurso se considera plenamente explotado a escala
mulndial (Chikuni, 1985). Lal situación de la población del Pacífico nororiental es
satisfactoria, con una biomasa de 8,8 millones de toneladas (Arnason yl Trodsen,
1989). La ordenación de este recurso en las aguas internacionales del Mar de Bering
(Donut Hose y Peanut Hole) ha suscitado numerosas controversias. La biomasa del
Mar de Bering, estimada en 13 millones de toneladas, ha disminido al parecer a un
ritmoanual del 10 por ciento (Shapiro, 1990) y las tasas de captura han sido
excesivas. Otro problema se relaciona con el posible efecto de una mayor explotación
del colín que constituye el alimento de los mamíferos marinos (cetáceos, leones
marinos de Steller). Puende decirse que estas poblaciones fueron saqueadas. Las
caputras en el Donut Hole han bajadode 1 millón de toneladas en los últimos años 80
a 22 000 ten 1992. En agosto de 1992, los Estados Unidos, Rusia, Japón, Polonia,
República de Corea y China han aprobado una moratoria de las capturas después de
que hubiera desaparecido, al parecer, la mayor parte de la biomasa (Munro, 1993).
47
Mapa 11: El Donut Hole, en el mar de Béring (Pacífico septentrional)
Las pesquerías en la pota saltadora (Ommastrephes bartrami) comenzaron con unas
capturas de 14 000 t en 1974, tras la situación de sobrepesca del Todarodes en el
Mar del Japón en los años 60 (Osako y Murata, 1983) y la búsqueda de nuevos
caladeros en alta mar, a raíz del establecimiento de las ZEE en los primeros años 70.
Esta pesquería se extendió aguas adentro entre 1974 y 1980 llegando a los 170°E, y
oscila estacionalmente entre los 39°N y los 49°N (Jefferts, 1986). La pesca con redes
de deriva comenzó en 1978 en aguas próximas al Japón y se extendió rápidamente
por el centro del Pacífico septentrional entre los 170°E y los 160°O. En 1986 sólo el
Japón capturaba ya aproximadamente 150 000 t y se estimaba que las
embarcaciones de Corea y Taiwán efectuaban un volumen semejante de capturas
(Beamish y McFarlane, 1989). El total de las capturas sería por lo tanto del orden de
las 300 000 t, cifra próxima al potencial total estimado. Esta pesquería fue regulada
por el Japón tras los conflictos surgidos en 1979 entre la pesca con calamareras y con
redes de enmalle, quedando estas últimas confinadas a las aguas que se
encontraban a más de 100 km de la costa. La ordenación de esta pesquería incluye
limitaciones de las capturas incidentales, pero los conflictos internacionales con las
pesquerías del salmón y el atún son intensos y difíciles de resolver en ausencia de un
organismo internacional con competencias sobre todas las especies afectadas.
Jefferts (1986) opina que estas poblaciones han estado totalmente explotadas desde
1978. Jefferts (1986) menciona también que la población de Ommastrephes bartrami
del Pacífico noroccidental puede haber estado plenamente explotada desde 1978.
48
Beamish y McFarlane (1989) consideran que el total estimado de capturas de esta
especie en el Pacífico septentrional, del orden de 300 000 t, se encontraba próximo al
potencial total estimado. Por lo tanto, este recurso puede estar plenamente explotado
en el Pacífico septentrional.
Otras especies que podrían ser también transzonales en la plataforma y talud del
Pacífico septentrional son los cefalópodos (Onychoteuthys borealjaponica y
Gonatopsis borealis), la gallineta del Océano Pacífico (Sebastes alutus) ya
sobrepescada en los años 60 (Chikuni, 1985), el Pentaceros richardsoni y el alfonsino
besugo (Beryx splendens).
3.2 Pacífico nororiental
En el Pacífico nororiental, el chicharro ojotón (Trachurus picturatus symmetricus) se
encuentra a todo lo largo de la costa de América del Norte y su presencia aguas
adentro es bien conocida. Hay una pesquería costera del T. picturatus symmetricus
frente a California y esta especie se captura también frente a México. Constituye una
captura incidental de la pesca a la cacea del salmón de América del Norte, pero se
desecha en el mar. Finalmente, es explotada por las flotas extranjeras de arrastre que
se dedican a la captura de bacaladilla del Pacífico en alta mar (MacCall et al., 1980).
Los desembarques han presentado considerables variaciones, oscilando entre 10 000
y 73 000 t desde los años 40, en relación con la situación de la pesquería de la
sardina. Bajaron desde 28 000 t por término medio en 1975–79 a unas 10 000 t en los
últimos años 80. Esta especie se encuentra también mar adentro, más allá de la zona
de las 200 millas frente a los Estados Unidos y el Canadá.
La biomasa de la población en desove de T. picturatus symmetricus sel ha estimado
al menos en 1,5 millonoes de t(MacCall et al., 1980) El potencial no se conoce con
precisión y puede oscilar entre 50 000 y 290 000 toneladas cortas.
3.3 Pacífico sudoccidental
Se han encontrado en esta área dos tipos de recursos transzonales. Por un lado, las
zonas continentales (Australia) y las grandes islas (Nueva Zelandia) tienen
plataformas de extensión suficiente para poder presentar los convencionales
problemas de las poblaciones transzonales. Por el otro, los pequeños oaíses
insulares tienen una extensión diminuta de plataforma en medio de un inmenso
ecosistema oceánico, y gran parte de sus recursos son oceánicos y se museven entre
las ZEE y alta mar.
El reloj anaranjado (Hoplostethus atlanticus) se encuentra len las zonal profoundas
del talud en la mayor parte de los océanos pero sólo hay pesquerías orientadas a este
recurso en Australia y Nueva Zelandia. Esta especie puede vivir hasta cien años y
madura entre los 20 y 25 años de edad. Debido a ello y a la lógical lentitud de su
crecimiento, las tasas máximas de captura sostenible son entre el 1 y el 5 por ciento
de la biomasa virgen. Las actuales tasas de captura son más elevadas en la mayor
parte de los lugares, lo que significa que se trata de pesquerías insostenibles. La
explotación de estas especies comenzó en los primeros años 80 en Nueva Zelandia y
se extendió a Australia en 1986. Los pescadores buscan las grandes concentraciones
de poblaciones en desove que se encuentran en zonas muy localizadas. Como esta
especie tiende a concentrarse en grandes bancos para el desove, las elevadas tasas
locales de captura pueden ocultar un descendimiento general de las poblaciones, que
sólo se haría patente cuando estuviera ya próximo el colapso de esta población. Una
49
peculiaridad del reloj anaranjado es que, debido a la edad en que alcanza la madurez
y a su longevidad, los efectos de la excesiva presión de pesca continuarán influyendo
en esta población entre 20 y 25 años después. El agotamiento de esta especie parece
obvio, pero las capturas han continuado aumentado conforme se han ido
descubriendo nuevos caladeros. La extensión de la Challenger Plateau de Nueva
Zelandia, más allá de las 200 millas, da origen a una población transzonal (Mapa 12).
Esta especie es explotada por Australia, Japón, Rusia, República de Corea y
Noruega. Tanto la biomasa como la tasa de captura han disminuido rápidamente en
los últimos años (Meltzer, 1992) y se estima que la actual biomasa es un 20 por ciento
de la original. Ello es demostración de una sobrepesca muy por encima del nivel
correspondiente al rendimiento máximo sostenible y, en los dos últimos años, el total
de las capturas admisibles ha tenido que reducirse de 12 000 a 1 900 t, mientras que
Nueva Zelandia controla las capturas de flotas extranjeras fuera de la zona sometida
a su jurisdicción.
Dada la lentitud en la renovación de estas pesquerías, puede existir la tentación de
recurrir a la “pesca por rachas”18 por razones económicas. Se requieren prácticas de
ordenación muy prudentes para conseguir la conservación y producción estable de
este tipo de recursos.
18
Rapido agotamiento de los recursos durante un breve perfodo de tiempo, seguido
de otro más largo en que se prohibirfa la pesca pera permitir la recuperación de las
poblaciones
50
Mapa 12: Challenger Plateau, en el Pacífico sudoccidental
Aunque las capturas realizadas en las concentraciones de poblaciones de reloj
anaranjado en desove están prácticamente libres de capturas incidentales, al menos
un grupo de especies se captura de forma significativa en esta pesquería, las
Oreosomatidae (Allocyttus verrucosus, A. niger, Neocyttus rhomboidalis,
Pseudocyttus maculatus), de las que Australia y Nueva Zelandia capturan unas 20
000 t. Hasta hace muy poco, estas especies se desechaban pero en los últimos años
los pescadores han tratado de conservarlas e incluso de capturarlas deliberadamente.
Alcanzan profundidades de más de 1 000 m y pueden representar otra población
transzonal de importancia desconocida en esta zona.
51
Los recursos oceánicos transzonales de los pequeños países de la zona son
fundamentalmente túnidos y especies afines (por ejemplo,elcarite
estriado(Scomberomorus commerson), los calamares y los tiburones oceánicos,
pesce vol;adores y dorados, de los que ya se ha hablado más arriba. Conviene
recordar también que los pequeños cetáceos, anuque no se consideran en el
presente documento, representan también un posible recurso transzonal. Dada la
relativa importancia de los recursos oceánicos en la economía insular, para conseguir
una sostenibilidad a largo plazo denería ponerse en marcha un sistema de ordenación
regional19 que tenga en cuenta toda la zona de distribución de los recursos.
19
Este sistema debería garantizar el control de la mortalidad total de las especies
como consecuencia de la pesca, bein en términos de capturas admisibles o de
tamaño de las flotas, y servir de foro para la negociación de las asignaciones
nacionales
3.4 Pacífico sudoriental
Una población importante y escasamente explotada de Ommastrephidae, el potón
del Pacífico (Dosidicus gigas), se encuentra en el Pacífico suboriental, desde
California hasta la punta meridional de América Latina (Mapa 9). Esta población con
rendimiento de hasta 19 000 t., parece estar en gran parte sin explotar y actualmente
se captura deliberadamente en las ZEE de México (Golfo de California) y Perú, así
como fuera de la ZEE peruana.
El jurel chileno (Thachurus picturatus murphyi) desove en toda la extensión oceánica
comprendida entre Nueva Zealandia y Chile y parcece ser capaz de completar todo
su ciclo vital en la convergencia del Pacífico meridional, sin necesidad de penetar en
la zona nertítica (Bayley, 1989). La estructura poblacional y la posible subdivision de
sus especies son todavía motivo de discusión (Parrish, 1989). En la costa de América
Latina, esta especie se encuentra fundamentalmente frente a Perú y Chile entre
1°30'N y 58°S y puede extender su destribución más hacia el norte durante algunos
períodos de condiciones climáticas anómalas (El Niño). Su distribución puede llegar
hasta 900 millas mar adentro, según la distribución de las larveas, cubriendo una
extensión de 1.7 millones de km2 (Mathisen y Tsukayama, 1986).
En los dos últimos decenios esta especie ha protagonizado uno de los mayores
aumentos de las capturas mundiales de peces, que pasaron de unas 170 000 t en
1970–74 a 3,8 millones de t en 1990. Esta pesquería se desarrolló frente a Chile y
Perú después del hundimiento de la anchoa, gracias en parte al aumento de la
superficie acupada por esta población y su biomasa (Tsukayama y Santander, 1987).
Al final de los años 70, la antigua Unión Soviética buscando nuevos caladeros fuera
de las ZEE y se desarrolló una pesquería con un rendimiento de 500 000 a 600 000
t/año, primero a lo large y en exterior de las ZEE de Perú y Chile. Después de 1985
esta pesquería se extendió hacia el oeste a lo largo de la deriva occidental entre 39° y
45° Sur llegando hasta los 80–120° Oeste y quizá más allá, con desplazamientos
estacionales siguiendo la oscilación de la convergencia subtropical del Pacífico
meridional (Parrish, 1989), y las capturas de la flota de la antigua Union Soviética
llegaron a 1,1 millón de toneladas en 1989 y 1990. Hay también una pesquería activa
protagonizada por Chile y el Perú
La mortalidad total de T. picturatus murphyi, estimada a partir de las curvas de
capturas en Perú y Chile, oscila entre 0.57 y 0.90 valor bastante elevado para una
especie tan longeva (10–15 años). En 1983, las tasas de explotación calcudas a partir
del coeficiente entre capturas y biomasa acústica (8,9 millones de t) en la ZEE del
52
Perú y Chile fueron del orden del 16 al 25 por ciento, la que indica que este recurso
estaba intensamente explotado (al menos a escala local). No obstante, estos valores
deben considerarse con precaución, ya que los datos utilizados no se referían a la
totalidad de los recursos ni de las extracciones (Mathisen y Tsukayama, 1986). No se
conoce la situación del conjunto de esta población en el Pacífico Sur.
3.5 Atlántico noroccidental
Las poblaciones transzonales aquí consideradas son las que desbordan los límites de
las ZEE de Canadá, Groenlandia y la CEE y las poblaciones exclusivamente
capruradas por Estados ribereños pero que penetran en aguas internacionales más
allá del límite de las 200 millas. Estas poblaciones son evaluadas por la Organizació
de Pesquerías del Atlántico Noroeste (NAFO), de la que son miembros todos los
Estados ribereños con execpción de los Estados ?Unidos y una gran proporción de
los países que pescan en aguas distances cuyas flotas faenan más allá de las 200
millas de la costa. La mayor parte de las pesquerías importantes son demersales y,
en buena medida, tienen como principal objetivo el bacalao, aunque se capturan
incidentalmente diversos peces de fondo.
La mayor parte de las poblaciones demersales de esta zona se encuentran bajo la
jurisdicción de los países ribereños si se exceptúan dos pequeños lugares, la “nariz” y
la “cola” de la región conocida con el nombre de Grandes Bancos, que se extiende
más allá del límite de las 200 millas, y Flemish Cap (Mapa 13). Las especies que se
encuentran en esta plataforma transzonal son el bacalao del Atlántico (Gadus
morhua), la platija americana (Hippoglossoides platessoides), la gallineta dorada
(Sebastes marinus), el mendo (Glyptocephalus cynoglossus), el halibut
(Hippoglossus hippoglossus), el fletán negro (Reinhardtius hippoglossoides), la
limanda (Pleuronectes ferruginaeus) y los granaderos (Macrouridae). Otros recursos
transzonales de esta zona son la caballa del Atlántico (Scomber scombrus) y los
calamares neríticos (Loligo pealei e Illex illeceabrosus).
53
Mapa 13: La “cola” y la “nariz” de los Grandes Bancos (Atlántico noroccidental)
Los Estados ribereños del Atlántico noroccidental redujeron fuertemente o por
completo las actividades de pesca en aguas distantes realizadas en sus ZEE en los
años 70 y, con excepción de las poblaciones en la punta de Grandes Bancos y
Flemish Cap, así como de aquellas sobre las que han solicitado asesoramiento los
Estado ribereños, la ordenación de las 200 millas de las plataformas en la parte que
da la mar se ha llevado a cabo bajo los auspicios de la NAFO. Esta organización ha
tratdo de mantener el nivel de las poblaciones o seguir una estrategia de
reconstrucción de las mismas capturando las poblaciones agotadas por debajo del
nivel correspondiente al rendimiento máximo sos tenible (fRMS). Es probablemente
correcto decir que todas las poblaciones transzonales de pesca de fondo en esta
zona son capturadas cuando menos en el nivel fRMS y que la NAFO reconoce que las
“poblaciones de peces de fondo… se encuentran ahora, por lo general, en la peor
situación de todos los tiempos”. Se han puesto en práctica contingentes restrictivos
para la captura del bacalao, platija americana, gallineta y otras poblaciones de peces
de fondo gravemente agotadas (NAFO, 1992).
54
Las causas del fuerte descenso reciente de los recursos de bacalao en los Grandes
Bancos, que ha provocado el nivel más bajo de biomasa conocido hasta la fecha, son
varias: fluctuaciones de reclutamiento asociadas a los cambios climáticos, aumento
de la depredación de ejemplares jóvenes de bacalao por unas poblaciones cada vez
mayores de focas de Groenlandia, reducción de un alimento importante del bacalao
(el capelán), desacuerdo sobre los objetivos de ordenación entre los países que
participan en esta pesquería, insuficiente declaración de los desembarques y capturas
por los países no miembros de la NAFO y consiguiente incertidumbre de las
previsiones científicas.
La producción en las zonas septentrionales del Atlántico noroccidental está
condicionada por el medio ambiente. Ya se ha señalado su sobre el bacalao. Hay
también pruebas de que el descenso de la población de platija americana se debe no
a la sobrepesca sino a los cambios de la temperatura ambiente. Es un hecho bien
conocido que la abundancia y capturas de caballa y bacalao son más altas en las
zonas septentrionales cuando las aguas marinas son más templadas, lo que influye
en el reparto de estas poblaciones, no sólo entre los Estados ribereños adyacentes
sino entre ellos y las pesquerías de alta mar.
La disminución de las poblaciones transzonales de peces de fondo en Flemish Cap y
en la narizy la cola de los Grandes Bancos, ha suscitado numerosas controversias
sobre la necesidad de aumentar la eficia de las comisiones pesqueras internacionales
y de aclarar los intereses de los Estados ribereños en la regulación de las pesquerías
basadas en la parte de las poblaciones transzonales que se encuentran más allá de
sus ZEE. Aunque la superficie que se encuentra fuera de la zona de las 200 millas
canadiense es relativamente pequeña, una parte mucho más significativa de esta
población puede encontrarse, por efecto de la migración, en esos lugares durante
determinados períodos del año. Este caso ilustra también las dificultades con que se
encuentran las comisiones que carecen de medios independientes para evitar la
parcialidad de las informaciones estadísticas y de las actividades de supervisión de
los paíse participantes, sobre todo cuando dichas informaciones tienen
consecuencias directas sobre los contingentes asignados al año siguiente. La inercia
de los mecanismos de asignación de contigentes es palpable, particularmente en un
período en que la disminución de la abundancia no se reflejó claramente en todas las
evaluaciones. La consecuencia del descenso de las poblaciones en las comunidades
costeras, que se hizo patente en 1992, ha sido el cierre de las pesquerías domésticas
decretado por el Gobierno canadiense, seguido de un conjunto de medidas de
indemnización para ayudar a los pescadores de una provincia con alto desempleo y
pocas alternativas laborales.
A continuación se presenta un breve resumen de la situación actual de estas
poblaciones:
Bacalao del Atlántico. El total de las capturas de esta población de bacalao del
Atlántico noroccidental, anteriormente muy abundante, creció rápidamente después
de 1959 ya que las flotas de aguas distantes explotaron intensamente las
concentraciones de esta población que se producen durante el desove y antes de él;
el nivel máximo de capturas se alcanzó en 1968 (800 000 t), y luego se registró un
descenso constante hasta 1978. Las capturas costeras disminuyeron también,
bajando de 160 000 t a 35 000 t en 1974. En 1992 la pesquería nacional canadiense
del bacalao se suspendió por la desastrosa situación de esta población, y al parecer
algunos países que pescan fuera de las 200 millas se han comportado también
voluntariamente con bastante moderación. Estudios recientes del bacalao del
Atlántico septentrional han demostrado que la abundancia y distribución de esta
población varía según las condiciones climáticas: el bacalao fue menos abundante en
55
la parte septentrional de su zona de distribución durante “la pequeña era glacial” en
los siglos XI a XIII: por el contrario, la mezcla de poblaciones de Islandia y Canadá
nororiental, aunque no generalizada, demuestra que estas poblaciones no están
genéticamente aisladas. Ello puede tener repercusiones para los acuerdos de reparto
a largo plazo.
Gallineta dorada. Esta especie, de gran longevidad, se encuentra en la plataforma y
el talud del Atlántico noroccidental. Es de lento crecimiento y su resistencia es escasa
frente a una actividad pesquera sin restricciones. La mayor parte de las poblaciones
se agotaron durante el período de explotación internacional que precedió a la
ampliación de las jurisdicciones, y sólo recientemente se ha observado cierta
recuperación en el caso de las poblaciones (dentro de las ZEE) con las que se ha
llevado a cabo una política de recuperación a largo plazo. Las poblaciones
transzonales están agotadas y debería realizarse un esfuerzo de reconstrucción de
las mismas.
Peces planos. La platija americana se encuentra en los Grandes Bancos y es
capturada generalmente junto con el eglefino en la pesquería mixta de arrastre del
bacalao. En los últimos años, las poblaciones septentrionales de eglefino del Atlántico
occidental han sido poco abundantes. Ello se debe en parte (en lo que respecta a los
peces planos) a su alta vulnerabilidad a la pesca, así como a su lento crecimiento y
pequeña dimensión. En las capturas con arrastre en la zona de los Grandes Bancos
ha habido un nivel significativo de descartes de peces planos pequeños. Otros peces
planos, como el halibut, son ahora relativamente poco frecuentes y no son objeto de
una pesquería dirigida. Se encuentra en aguas algo más templadas que el fletán
negro, especie de aguas frías y profundas que ha sido objeto de pesquerías
reguladas en los últimos años.
Varias especies de aguas profundas se encuentran en zonas del talud en torno al
Atlántico septentrional y son capturadas por arrastreros especializados. Las únicas
especies que revisten actualmente importancia son los granaderos (Macrouridae).
Capelán. Se trata de una pequeña especie pelágica que desova en aguas costeras y
cuya presencia se ha registrado en los Grandes Bancos, donde desempeña un papel
importante en la dieta del bacalao y los mamíferos marinos. Los sondeos acústicos
son muy importantes en la evaluación de estas y otras poblaciones pelágicas, dado
que, como ocurre con otras pequeñas especies pelágicas que habitan en
cardúmenes, las capturas comerciales no constituyen un índice preciso de la
magnitud de las poblaciones. Esta especie no es importante en cuanto población
transzonal pero se menciona aquí porque algunos informes científicos recientes han
aconsejado que no se realicen fuertes capturas en las zonas de desove próximas a
las aguas costeras por el efecto que ello podreía tenere sobre los desoves futureos y
sobre las poblaciones de bacalao que se alimentan de ellas. Ello demuestra la
relación entre ordenación de las poblaciones depredadoras transzonales y otras
poblaciones de presa más nacionales.
Caballa del Atlántico. Las poblaciones de Scomber scombrus del Atlántico
noroccidental se incluyen en una sola unidad de ordenación, a pesar de la existencia
de dos zonas de desove en el Golfo de San Lorenzo y entre Cape Cod y CDabo
Hatteras;ambos grupos invernan en el Golfo de Maine y más al sur, y parte de la
población puede traspasar el límite de las 200 millas durante la migración.
Anteriormente fueron objeto de una pesquería intensiva por parte de Estados no
riberenos, que capturaron un máximo de 430 000 t en 1973. Esta pesquería fue
detenida en 1977-78 al ampliarse la jurisdicción de los Esstados Unidos y el Canadá;
y ahora la mayor parate de las capturas se producen dentro de las ZEE.
56
Calamares. Los calamares neríticos son accesibles a las pesquerías situadas en las
plataformas profundas y taludes y, por lo tanto, podriían incluirse entre los recursos
transzonales. El calamar pálido (Loligo pealei) desova en aguas costeras,
depositando los huevos en el fondo de las zonas de plataforma y luego migra aguas
adentro para invernar. Su abundancia, cuantificada por sondeos de investigación
realizados en el período de 1968-87 alcanzaron sus valores más bajos en los últimos
anos 70. La mayor parte de las capturas se obtienen en las ZEE y su contribució a las
poblaciones transzonales de la zona parece mínima. La pota (Illex illecebrosus)
desova en aguas profundas en el borde de la plataforma, donde puede ser
ocapturada por los barcos que pescan en alta mar, y leugo se desplaza hacia el norte
para adentrarse en aguas de la oplataforma con el fin de alimentarse. El volumen de
esta ipoblación parece estar relacionado con factores climaticos, al menos tanto como
con la actividad pesquera, y dichos factores pueden influir también tanto en las
migraciones norete-sur (con fdrecuencia muy amplias) como en los movimientos de
aguas costeras hacia alta mar. El máximo de las capturas de Illex se alcanzó en los
últimos años 70 (90 000- 180 000 t). A partir de entonces las capturas han disminuido
considerablemente (5 000-20 000 t en los años 80) y la población está al menos
plenamente explotada.
3.6 Atlántico nororiental
20
Esta superficie es competencia del CIEM en lo que respecta al asesoramiento sobre
investigación y ordenación, mientras que las actividades propiamente de ordenación
corresponden a la Comisión de Pesquerías del Atlántico Noreoriental (CPANE) y a la
CEE. El Atlántico nororiental tiene solamente tres zonas, no muy amplias, de alta mar:
una extensión pequeña sobre la plataforma continental profunda del Mar de Barents y
dos más al sur en aguas oceánicas más profundas del Mar de Noruega y el Atlántico
septentrional (Mapa 14).
20
Informacióm procedente de ICES, 1992
57
Mapa 14: Zonas de alta omar en el Atlántico nororiental
58
La bacaladilla (Micromesistius poutassou) es uno de los principales recursos
transzonales. Se distribuye en la totalidad de muchas ZEE y en zonas de alta mar
durante su ciclo vital; desova en primavera en el borde de la plataforma al oeste de
Bretana e Irlanda, trasladándose hacia el norte entre Noruega e Islandia, para
alimentarse e invernar. Esta pesquereía se estableció plenamente en 1977 y sus
desembarques alcanzaron un máximo en 1979-80, con más de un millón de
toneladas. Las cdapturas han disminuido posteriormente, bajando a 356 000 t en
1991. Esta población fue objeto de intensa sobrepesca en los ultimos anos 80. Desde
1986, la mortalidad debida a actividades pesquereas ha disminuido y ahora se
encuentra en niveles próximos a la mortalidad natural. Esta población está en
aumento y se considera que desde el punto de vista biológico no se encuentra en
situación de peligro.
La gallineta nórdica21 (Sebastes mentella) es también un importante recurso
transzonal. La gallineta nórdica se encuentra fundamentalmente en alta mar pero se
adentra también en la ZEE de Islandia y Groenlandia. Esta pesquería comenzó en
1982 con una población virgen y los desembarques pasaron de 60 000 t en 1982 a
105 000 t en 1986, para descender posteriormente a 38 000 t en 1989 y 23 000 t en
1991. No se conoce la razón de esta caida. La biomasa puede tener un volumen
aproximado de 800 000 t y no se ha realizado ninguna evaluación cientifica sobre la
situación actual de la población.
Las poblaciones demeresales transzonales de bacalao del Atlántico (Gadus
morhua), eglefino (Melanogrammus aeglefinus) y fletán negro (Reinhardtius
hippoglossoides) se encuentran, juntamente con las de gallineta (en el Mar de
Barents) pero las capturas, en opinión der los cientificos, son insisgnificantes a pesar
de algunas noticias aparecidas en la prensa sobre una pesca intensiva.
Entre las poblaciones transzonales pelágicas se encuentra el arenque (Clupea
harengus). Esta especie desova tradicionalmente en la costa occidental de Noruega,
se alimenta durante el verano al noreste de Islandia y transcurre el invierno al este de
Islandia y norte de las Islas Feroe. Estos habitos parecen haber cambiado en los
últimos anos 60 y la especie transcurre ahora la mayor parte del ano dentro de la
zona noruega. Esta población se está recuperando de su tradicional agotamiento.
Está creciendo de forma progresiva debido a un reclutamiento abundante. La biomasa
actual se encuentra por debajo del nivel mínimo biológicamente seguro de 2,5
millones de t, y la población está dominada por la clase de un solo año (1983). Las
capturas y la mortalidad derivada de la pesca se mantendrán bajas hasta que se
establezca una biomasa más considerable.
Hay estadísticas independientes sobre las capturas de estas poblaciones en las ZEE
y en alta mar, aun cuando la fiabilidad de los datos sobre alta mar es poco segura y
estas poblaciones son evaluadas por los grupos de trabajo del CIEM como unidades
desde el punto de vista de la ordenación, teniendo en cuenta los datos presentados
sobre el conjunto de toda la población.
3.7 Mediterráneo
Los países costeros mediterraneos no han ampliado sus ZEE a las 200 millas y la
mayor parte de ellos tienen todavía un limite de 12 millas. Las plataformas
mediterráneas son por lo genereal muy estrechas y, por consiguiente, hay muy pocas
poblaciones transzonales demeresales. No obstante, en dos de ellas se han
presentado problemas relacionados con poblaciones transzonales: el Golfo de León y
el Golfo de Gabes. En estos dos lugares, la plataforma se extiende más allá del limite
59
de las 12 millas y, por ello, sus recursos son accesibles a otros (por ejemplo,
pescadores espanoles en el Golfo de León y pescadores italianos y griegos en el
Golfo de Gabes). Estos recursos corresponden a agrupaciones de peces del talud y
de la plataforma profunda, entre los que las especies más buscadas son la merluza y
la gamba. El Consejo General de Pesca del Mediterráneo (CGPM) tiene autoridad
para abordar este problema en su integridad y así lo ha hecho en el caso del Golfo de
León.
21
Conviene recordar que al parecer existen dos poblaciones diferentes de Sebastes
mentella, la gallineta de aguas profundas, en las ZEE, y la gallinetea oceanica en alta
mar
Se encuentran recursos transzonales de pequeñas especies pelágicas como las
sardinas en el Mar de Alborán o el jurel en el Mediterraneo central y, muy
probablemente, en todas las aguas situadas más allá de las 12 millas.
3.8 Atlántico centro-oriental
La plataforma continental correspondiente a esta zona es bastante estrecha y la
mayor parte de las capturas se producen dentro de las 200 millas, incluidas las
pequenas especies pelágicas como la sardina, la caballa y el jurel. Aparte de los
tunidos y especies afines y, quizá, los tiburones oceánicos, sólo se sabe de una
especie, el jurel de altura (Trachurus picturatus), que emigre entre la costa del Sahara
y los montes submarinos de esas latitudes, llegando quizá hasta Cabo Verde. Esta
posible población transzonal pelágica es explotada por flotas de Europa oriental y por
los países ribereños, pero no se distingue entre sus capturas y las de otras especies
más nerícas de jurel ( T.trachurus y T.trecae). No se sabe nada de su potencial ni
situación.
3.9 Atlántico centro-occidental
En las Antillas Menores, las especies que se encuentran dentro y fuera de las ZEE y
realizan migraciones a través del archipiélago son los peces voladores (Hirundicthys
affinis y Cypselerus cyanopterus) y los dorados (Coryphaena spp.), el peto
(Acantocybium spp.), el atú aleta negra (Thunnus atlanticus), el reabil (T.albacares), el
atún blanco (T. alalunga) y el listado (Katsuwonus pelamis) asi como el pez vela del
Atlántico (Istiophorus atlanticus), el marlín blanco (Tetrapturus albidus) y la aguja azul
del Atlántico (Makaira nigricans), el carite lucio (Scomberomorus cavalla) y los
tiburones oceánicos (Prionace glauca, Carcharhinus longimanus y Isurus oxyrinchus)
(Mahon, 1987).
Según Joseph (1987), las especies migratorias de la region del Caribe fueron el
objetivo directo de algunas pesquerias japonesas en los últimos anos 50 y en los 60, y
los Estados del Caribe Oriental sufrieron el agotamiento de estas poblaciones (en
particular, túnidos y grandes especies afines) sin compartir ninguno de los beneficios.
La Republica de Corea, Taiwan (Prov. de China) y Venezuela iniciaron también sus
actividades en los anos 70 llegando a dominar estas pesquerías en los 80.
La situación es semejante a la descrita en el Pacifico Sur, y el establecimiento de las
ZEE ha mejorado el control de los Estados riberenos sobre el acceso a los recursos,
pero continua el problema de la asignacion de recursos y la ordenacion global. Puede
verse una buena compilacion de las pautas de migració de los recursos pelágicos de
esta región en Mahon (1987).
60
3.10 Atlántico sudoccidental
En el atlántico sudoccidental pueden encontrarse imporetantes especies
transzonales, que se dan tanto dentro de las zonas sometidas a la jurisdicción
nacional como en las regiones adyacentes de alta mar. Este es uno de los pocos
lugares del mundo donde la plataforma continental y el talud llegan mucho más allá
del limite de las 200 millas y por consiguiente las principales poblaciones transzonales
son predominantemente demersales. Hay muy poca información sobre la distribución
de las especies pelágicas neriticas en esta zona. Son mucho menos abundantes y, si
se excluyen las especies altamente migratorias, no hay noticias de ninguna actividad
considerable de pesca de altura de estas especies en la región.
En la parte meridional del área estadistica 41 de la FAO entre 41°50'S y 48°00'S, la
plataforma y el talud patagónicos tienen una superficie total aproximada de 12 323
millas cuadradas, que se extienden más allá del límite de las 200 millas (Mapa 15). En
esta área se encuentran muchas poblaciones demersales importantes stanto en las
aguas jurisdiccionales como en la alta mar adyacente. Se estudian a continuació.
61
Mapa 15: La plataforma patagónica, en el Atlántico sudoccidental
Una proporción considerable de la población total de pota argentina (Illex argentinus)
se encuentra en la zona correspondiente a la plataforma y talud patagónicos, más allá
del límite de las 200 millas. Se estima que entre el 11 y el 35 por ciento de la biomasa
total de esta población está concentrada en esa zona, que es también un importante
caladero de esta especie. El calamar (Loligo spp.) se encuentra también tanto dentro
del límite de las 200 millas como más allá de él. En el pasado entre el 2 y el 12 por
ciento de la biomasa total de calamar se encontraba en esta zona, más allá del límite
de las 200 millas. El total de las capturas de estos dos grupos de especies aumentó
considerablemente, pasando de unas 100 000 t/año en los primeros años 80 a 744
000 y 750 000 t en 1987 y 1989, para luego caer a 550 000 t en 1990. No hay
estimaciones actuales sobre la proporción capturada más allá del límite de las 200
millas, pero en el pasado (1981) hasta el 74 por ciento del total de las capturas de
62
pota argentina aparecian registradas como si se hubieran capturado más allá de las
200 millas. Esas poblaciones son explotadas fundamentalmente por flotas de altura
de la República de Corea, antigua Unión Soviética, Japón, Taiwán (Prov. de China) y
Espana. Tanto las poblaciones de pota argentina como de calamar están plena o
excesivamente explotadas en la plataforma patagónica. La pota festoneada
(Martialia hyadesi de la familia Ommastrephidae) es también explotada actualmente,
al parecer, en la plataforma patagónica y zonas circundantes, pero no hay ninguna
información detallada al respecto. Puede obtenerse mayor información sobre la
distribución, abundancia y explotación de estas poblaciones en Otero et al. (1982),
FAO (1983) y Csirke (1987).
Las merluzas (Merluccius hubbsi y M. polylepis) son las poblaciones de peces
demersales del Atlántico sudoccidental. La merluza argentina (M. hubbsi) tiene una
distribución más costera y es muy abundante, encontróndose raramente más allá del
límite de las 200 millas. La merluza patagónica (M. polylepis) es menos abundante y
se encuentra en el talud patagónico y en la parte exterior de la plataforma continental,
sobre todo en torno a las Islas Malvinas. Debido a la superposición en la distribución y
la dificultad de distinguir entre las dos especies mediante simple inspección, tanto la
merluza patagónica como la merluza común capturadas en alta mar suelen
registrarse normalmente bajo el apartado general de merluza (Merluccius spp.). Es
muy probable que la merluza patagónica sea la que predomina en las capturas en la
plataforma exterior y el talud más allá de las 200 millas. Varios estudios realizados en
el pasado permiten pensar que entre el 2 y el 6 por ciento del total de la biomasa
estimada de estas dos poblaciones se encuentra sobre la plataforma y el talud más
allá de las 200 millas, donde son capturadas por las flotas de altura. Estas dos
poblaciones tienen un total de capturas proximo a las 425 000 t/año. Son explotadas
fundamentalmente por flotas de Argentina y Uruguay que operan sobre todo en zonas
costeras, frente a la cuenca del Río de la Plata y en la plataforma patagónica
septentrional; son también capturadas por flotas españolas y japonesas de altura que
faenan más al sur y más lejos de la costa, en torno a las Islas Malvinas y en la
plataforma patagónica exterior. Se considera que estas poblaciones están
plenamente explotadas y, dada su distribución, no es probable que las operaciones
pesqueras realizadas más allá del límite de las 200 millas puedan tener efectos
apreciables en la abundancia general y total de capturas de estas especies.
La polaca (Micromesistius australis) se encuentra distribuida fundamentalmente en la
plataforma continental y el talud al sur de los 38°S, incluido Burdwood Bank. Se
estima que entre el 1 y el 12 por ciento del total de la biomasa de esta población se
encuentra en la zona de la plataforma y el talud patagónicos más allá de las 200
millas, donde es explotada por las flotas de altura. En 1990, el total de las capturas de
esta especie era de 194 000 t, en su mayoría realizadas por flotas de altura de
Polonia, la antigua Unión Soviética y el Japón. No hay estimaciones actuales sobre la
proporción capturada más allá del límite de las 200 millas, pero en el pasado (1981)
hasta el 70 por ciento del total de las capturas de esta especie tuvo lugar en la zona
situada más allá de las 200 millas. Se considera que esta población está entre
suficiente y moderadamente explotada.
El granadero (Macrourus spp.) se encuentra también distribuido en la parte
meridional de la plataforma y talud patagónicos, y entre el 11 y el 58 por ciento de su
biomasa total se encontraría, según las informaciones disponibles, más allá de las
200 millas. Esta población ha sustentado un total de capturas de 20 000 a 50 000
t/año, la mayor parte de ellas en el borde exterior de la plataforma y talud patagónicos
y por acción de flotas de la antigua Unión Soviética. No hay ninguna información
63
sobre la proporción capturada más allá de las 200 millas en los últimos anos. Se
consideera que esta población está moderadamente explotada.
Se ha senalado también la presencia de otras poblaciones demersales que
desbordan el límite de las 200 millas: congribadejo rosado (Genypterus blacodes),
astromerluza negra (Dissostichus eleginoides), bacalao criollo (Salilota australis),
merluza de cola (Macruronus magellanicus), granadero (Macrourus whitsoni), trama
jaspeada (Notothenia rossii), tramas (Notothenia spp.), tiburones y rayas y calamar
común (Loligo spp.). Se estima que aproximadamente entre el 1 y el 16 por ciento de
su biomasa se encuentra fuera del límite de las ZEE. Estas poblaciones arrojan un
total de 20 000-50 000 t/año y son explotadas por flotas argentinas y flotas de altura
procedentes de la antigua Unión Soviética y de Polonia. No hay información sobre la
proporción de estas especies capturadas fuera de las ZEE en los últimos años. En
términos generales, se considera que estas poblaciones están moderadamente
explotadas.
3.11 Atlántico sudoriental
La plataforma de esta parte de Africa es estrecha y todas las capturas registradas
proceden de las ZEE. No se ha señalado ningún conflicto relativo a poblaciones
transzonales. No es probable que se encuentren grandes recursos transzonales
demersales en esta región, aunque podría haber grandes y pequeñas especies
pelágicas. Un candidato probable a la inclusión entre los recursos transzonales es el
jurel del Cabo. Aunque no se ha descrito ningún jurel oceánico en esta zona,
Wysokinski (1986) señala que se observan concentraciones de Trachurus trachurus
en la plataforma pero también en profundidades de hasta 3 500 m. Los
desembarques de esta especie alcanzaron más de 600 000 t en los primeros años 80,
pero las capturas registradas procedían fundamentalmente de dentro de la zona de
las 200 millas. Otros posibles candidatos serían la japuta (Brama spp.), de la que se
han capturado aproximadamente entre 1 000 y 4 000 t, y algunas peces linterna
(como la Lampanyctodes hectoris), cuyas capturas en 1973 sumaron 40 000 t. La
posible existencia de considerables poblaciones transzonales en esta región es, por lo
tanto, puramente hipotética y dichas poblaciones representarían, en todo caso, una
proporción muy pequeña de los desembarques y del valor económico de las
pesquerías de la región.
4. CONCLUSION Y DEBATE
Muchas poblaciones de túnidos de aguas templadas o tropicales están sometidas a
fuertes presiones. La sobrepesca biológica se ha evitado en muchas ocasiones por
efecto de los impedimentos económicos y mediante la transferencia del esfuerzo
excesivo de pesca a aguas superficiales y a clases de edad más jóvenes, hacia zonas
más alejadas de la costa en los domos y frentes y a otras zonas y océanos. No
obstante, no se pudo evitar la sobrepesca en el caso de los túnidos longevos de alto
valor (en especial el atún), por lo que deberán introducirse considerables mejoras en
la ordenación de esta especie. Los mares australes pueden representar la próxima y
última posible extensión geográfica de los túnidos (Allothunnus fallai) y permitirían
unas capturas todavía más abundantes de rabil y listado. El problema del control del
esfuerzo de pesca, ya importante en algunos lugares y en relación con determinadas
especies (por ejemplo, el atún), se puede generalizar rápidamente si aumenta la
64
presión pesquera en respuesta al crecimiento de la población mundial y de la
demanda.
El problema de las capturas incidentales de delfines ha representado una nueva
dificultad para la ordenación de las pesquerías de los túnidos. La competencia entre
las tradicionales potencias atuneras y la aparición de una industria en los países en
desarrollo22 es cada vez más enconada y el control de los niveles de esfuerzo
internacional puede llegar a convertirse en un importante problema. En ausencia de
consideraciones explícitas sobre la asignación “equitativa” de los recursos, es
inevitable que se intensifiquen los conflictos. Estos pueden dar lugar a la reapertura
del problema de la clasificación de los túnidos como especies “altamente migratorias”
y de los derechos y responsabilidades de los países ribereños en la ordenación de
estas especies en sus respectivas ZEE.
La información sobre los tiburones oceánicos es muy escasa y estos recursos, más
que nuevas posibilidades de aumentar le producción, podrían ofrecer nuevos motivos
de preocupación por lo que se refiere a su desarraollo sostenible; por ello, se necesita
urgentemente un mayor esfuerzo de investigación basado en la ocooperación. Los
mismo podría decirse también de las tortugas marinas.
El comportamiento migratorio de las especies que se enumeran en la Convención de
1982 es variable y la selección de las mismas parece heterogénea y quizá incluso
arbitraria. Hay otros recursos de alta mar con comportamiento semejante pero que no
aparecen en dicha enumeración. Entre ellos, algunos túnidos y muchas especies
afines importantes. Su situación continúa siendo, por lo tanto, poco clara en lo que
respecta a la ordenación. Desde una perspectiva científica y técnica de ordenación de
las pesquerías, sería conveniente explorar la posibilidad de llegar a un acuerdo sobre
la definición operativa del concepto de especie altamente migratoria o examinar la
posibilidad de revisar y actualizar la lista de especies altamente migratorias recogidas
en el Anexo I de la Convención de 1982 con el fin de aclarar exactamente cuáles son
las especies altamente migratorias en oposición a las poblaciones transzonales.
22
Tailandia, República de Corea, Filipinas, México, Venezuela, Maldivas, Ecuador, Panamá, Ghana e Islas Salomón
Muchos recursos demersales que se adentran en las plataformas de alta mar (es
decir, las poblaciones transzonales convencionales) están plenamente explotadas,
por no decir sobreexplotadas, y en algunos casos han dado motivo a conflictos
políticos (por ejemplo, el bacalao del Atlántico, el colín de Alaska o el jurel chileno).
Las grandes especies pelágicas (algunas de las cuales son altamente migratorias en
el sentido de la Convención de 1982) representan importantes “recursos
transzonales”para los países insulares. os progresos en la tecnologiía de fabricación
de redes deberían facilitar la intensificación de explatación por dichos países de
algunas de estas especies, como el dorado, el pez volador y algunas grandes
especies semejantes a los túnidos que actualmente parecen estar insuficientemente
explotadas y cuyo potencial no es bien conocido. No obstante, podrían presentarse
problemas derivados de la captura accidental de especies de escasa resistencia y en
situación crítica desde el punto de vista ambiental (por ejemplo, pequeños cetáceos,
tortugas, etc.).
Los recursos transzonales demersales de alto valor han sufrido los efectos de la
sobrepesca. No es probable que mejore la situación si no se adoptan soluciones
innovadoras y se vence la resistencia política a poner en marcha sistemas que
permitan recopilar datos, promover una evaluación de poblaciones basada en la
cooperación y elaborar y aplicar medidas de ordenación de alcance internacional. Es
preciso limitar las capturas mediante el control del esfuerzo de pesca y, en algunos
casos, pueden ser necesarios complicados sistemas de ordenecaión para las
pesquerías secuenciales. La situación en este sentido sólo parece superficialmente
65
mejor en el caso de las poblaciones altamente migratorias. Entre los grandes
problemas que impedieron el establecimiento de pesquerías responsables en alta
mar, los siguientes están todavía en espera de una solución negocida:
•
•
•
•
•
•
Mejorar la cooperación encaminada a la compilación de datos y evaluación y
ordenación de poblaciones en toda la zona de distribución de los recursos.
Mejorar el control de los Estados sobre los buques de pesca que faenan en
alta mar y regular los sistemas de cambio de pabellón.
Mejorar la capacidad de imposición de los acuerdos regionales.
Abordar con efícacia el problema de la regulación del esfuerzo de pesca
(limitaciones del esfuerzo, total de capturas admisibles y contingentes) y la
asignación de recursos.
Determinar el posible papel de la reglamentación del mercado en la
ordenación de especies múltiples y ecosistemas.
Analizar la posible importancia de la adopción de planteamientos moderados
de ordenación compatibles con un desarrollo sostenible de las pesquerías y
ponerse de acuerdo sobre las distintas posibilidades de aplicación de los
mismos.
Para poner en práctica el Programa 21 adoptado por la CNUMAD en relación con la
alta mar deberán aborarse la mayor parte de estos problemas, y la FAO contribuirá a
ello mediante la elaboración de un Código de conducta para la Pesca Responsable.
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68
ANEXO 1
Especies altamente migratorias enumeradas en el Anexo I de la Convención de 1982
sobre el Derecho del Mar
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
Atún blanco
Atún común
Patudo
Listado
Rabil
Atún de aleta negra
Bacoretes
Atún del sur
Melva y melvera
Japutas
Marlines y agujas
12. Peces vela
13. Pez espada
14. Papardas
15. Dorados
16. Tiburones oceánicos
17. Cetáceos
Thunnus alalunga
Thunnus thynnus
Thunnus obesus
Katsuwonus pelamis
Thunnus albacares
Thunnus atlanticus
Euthynnus alletteratus, E. affinis
Thunnus maccoyii
Auxis thazard, A. rochei
Familia Bramidae
Tetrapturus angustirostris, T. belone, T. pfluegeri,
T. albidus, T. audax, T. georgei, Makaira mazara,
M. indica, M. nigricans
Istiophorus platypterus, I. albicans
Xiphias gladius
Scomberesox saurus, Cololabis saira, C. adocetus,
Scomberesox saurus scombroides
Coryphaena hippurus, C. equiselis
Hexanchus griseus, Cetorhinus maximus, Familia Alopiidae,
Rhincodon typus, Familia Carcharhinidae,
Familia Sphyrnidae, Familia Isuridae
Familia Physeteridae, Familia Balaenopteridae,
Familia Balaenidae, Familia Eschrichtiidae,
Familia Monodontidae, Familia Ziphiidae,
Familia Delphinidae.
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