Santiago, seis de diciembre de dos mil trece. Oídos los intervinientes y teniendo presente: 1º Que el Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, en la causa O-1601-2011 dictó sentencia el 28 de diciembre de 2013 mediante la cual, resolviendo un petición de mera certeza concluyó que existe una unidad económica empresarial de las empresas recurrentes de nulidad Amec Chile Ingeniería y Construcción Ltda., Amec International Ingeniería y Construcción Limitada, Amec Cade Servicios de Ingeniería Limitada, Amec Cade Ingeniería y Desarrollo de Proyectos Limitada, Amec Soth America o Agra Energy Services y Amec Americas Limited, y en consecuencia el sindicato de Empresa de Profesionales de CADEIDEPE queda facultado para afiliar a cualquier trabajador que preste servicios actualmente o en el futuro para alguna de las empresas mencionadas y representar a cualquier trabajador afiliado a cualquiera de la antes mencionadas empresas. 2º Que en contra de la mencionada sentencia se han deducidos recursos de nulidad que se mencionan a continuación. 3º Que la demandada Amec Chile Ingeniería y Construcción Ltda., fundamenta su recurso de conformidad con lo señalado en el artículo 477 del Código del Trabajo, puesto que estima que la sentencia recurrida contiene una serie de errores de derecho que influyen en lo dispositivo del fallo y que le causan un agravio solamente reparable con la anulación de la sentencia mediante el recurso deducido. Plantea que las normas infringidas por la sentencia son el artículo 507 del Código del Trabajo, en relación con el artículo 3 del mismo cuerpo legal, artículo 3 del Código Civil, artículos 6, 7, 19 N° 16, 19 N° 19 y 19 N° 24 de la Constitución Política de la República; y artículos 456 y 459 N° 4; 212, 216, 220 N° 2 y 4; 303, 306, 315, 334, y 334 Bis B, del Código del Trabajo. En forma subsidiaria a la causal de nulidad invocada, interpone el recurso por las causales señaladas en el artículo 478 letras b), y e) del Código del Trabajo. Pide se rechace la demanda en todas sus partes, todo ello en consideración con los argumentos planteados. 4º Que la primera causal de nulidad esgrimida como principal es la del artículo 477 del Código del Trabajo por haber sido dictada la sentencia con infracción de ley que influye en lo dispositivo del fallo. Ello por cuanto ha existido infracción del artículo 507 del Código del Trabajo, en relación con los artículos 3, 212, 216, 220 Nº 2 y 4, 303, 306, 315, 334 Y 334 Bis B del mismo Código, artículos 6, 7 y 19 N° 16,19 y 24 de la Constitución Política de la República, artículo 4 del Código Orgánico de Tribunales, y Artículo 3 del Código Civil. La infracción al artículo 507 del Código del Trabajo, en relación con el artículo 3 del mismo cuerpo legal, estima que se produce por cuanto la sentencia crea e inventa sanciones y/o consecuencias jurídicas no previstas en dicha norma para el ilícito laboral del subterfugio y lo da por configurado sin atención a la conducta típica establecida en la norma. Señala que el Tribunal a quo resuelve que las empresas demandadas constituyen una "unidad económica que ha incurrido en subterfugios previstos en el inciso segundo del artículo 507 del Código del Trabajo" y que, en consecuencia, "el sindicato demandante queda facultado para: a) Afiliar a cualquier trabajador que preste servicios actualmente, o en el futuro, para alguna de las empresas demandadas; b) Representar a cualquier trabajador en calidad de afiliado o adherente que mantenga relación laboral vigente con cualquiera de las empresas demandadas, al momento de encontrarse su organización sindical en un proceso de negociación colectiva." Conforme lo señala la sentencia recurrida, la norma del artículo 507 del Código del Trabajo que establece como ilícito laboral el establecimiento de razones sociales distintas que impliquen para los trabajadores disminución o pérdidas de derechos laborales individuales o colectivos, al constituir "un límite normativo objetivo para la descentralización productiva", contemplaría la posibilidad de declarar la existencia de una unidad económica empresarial; ello, por cierto, no obstante que los autores citados en la propia sentencia reconozcan la debilidad de nuestra legislación y la ausencia de norma expresa. Entiende que lo anterior constituye una infracción manifiesta al tenor literal del artículo 507 precitado, en relación con el artículo 3 del mismo cuerpo legal, toda vez que la norma que sirve de sustento para la resolución dispone en forma expresa y excluyente una sanción y consecuencia diversa a la aplicada el tribunal para la ocurrencia del pretendido subterfugio, con una multa a beneficio fiscal y la responsabilidad del empleador directo en el pago de las obligaciones laborales. Hace ver que el artículo 3 del Código del Trabajo, en sus incisos segundo y tercero señala que “Para los efectos de la legislación laboral y de seguridad social, se entiende por empresa toda organización de medios personales, materiales e inmateriales, ordenados bajo una dirección, para el logro de fines económicos, sociales, culturales o benéficos, dotada de una individualidad legal determinada. Las infracciones a las normas que regulan las entidades a que se refiere este artículo se sancionarán de conformidad con lo dispuesto en el artículo 507 de este Código.". A su vez, argumenta que, el artículo 507 del Código del Trabajo, en sus incisos segundo y siguientes, dispone que “El que utilice cualquier subterfugio, ocultando, disfrazando o alterando su individualización o patrimonio y que tenga como resultado eludir el cumplimiento de las obligaciones laborales y previsionales que establece la ley o la convención, será sancionado con una multa a beneficio fiscal de 10 a 150 unidades tributarias mensuales, aumentándose en media unidad tributarla mensual por cada trabajador afectado por la infracción, cuyo conocimiento corresponderá a los Juzgados de Letras del Trabajo, con sujeción a las normas establecidas en el Título I de este Libro. Plantea que de esta manera quedan comprendidos dentro del concepto de subterfugio, a que se refiere el inciso anterior, cualquier alteración realizada a través del establecimiento de razones sociales distintas, la creación de identidades legales, la división de la empresa, u otras que signifiquen para los trabajadores disminución o pérdida de derechos laborales individuales o colectivos, en especial entre los primeros las gratificaciones o las indemnizaciones por años de servicios y entre los segundos el derecho a sindicalización o a negociar colectivamente. El empleador quedará obligado al pago de todas las prestaciones laborales que correspondieren a los trabajadores quienes podrán demandarlas, en juicio ordinario del trabajo, junto con la acción judicial que interpongan para hacer efectiva la responsabilidad a que se refiere el inciso segundo." Entiende el recurrente que como se puede apreciar del tenor literal de las normas citadas, nuestro legislador ha tipificado como ilícito el subterfugio laboral, entendiéndose por tal cualquier alteración realizada a través del establecimiento de razones sociales distintas, la creación de identidades legales, la división de la empresa, u otras que signifiquen para los trabajadores disminución o pérdida de derechos laborales individuales o colectivos; contemplando para su ocurrencia una sanción expresa y específica, cual es, una multa a beneficio fiscal (10 a 150 UTM, aumentada en media UTM por cada trabajador afectado por la infracción) y la responsabilidad directa del empleador efectivo respecto del PAGO de todas las obligaciones laborales que correspondieren a los trabajadores. En complemento a lo anterior, dispone que el pago de los derechos laborales a que queda obligado el empleador debe hacerse efectivo a través un juicio ordinario en el cual, además, se haga efectiva la multa correspondiente. Plantea que el referido artículo, a diferencia de lo pretendido por el tribunal a quo, no establece como sanción -ni siquiera indirectamenteuna recalificación del concepto de empresa que prescinda de la individualidad. Dicha disposición, tampoco establece como sanción o consecuencia jurídica para la ocurrencia de un subterfugio laboral, la pretendida figura y consecuencias de la "unidad económica empresarial" que el Juez A Quo concluye existiría en la especie; figura que, por lo demás, no tiene reconocimiento alguno en nuestra legislación laboral, según se desprende de la propia sentencia recurrida, en la cual el Tribunal, recurre a la cita de una serie de autores que bien tratan de materias ajenas a nuestra legislación por ser extranjeros, o bien, siendo nacionales, reconocen en forma expresa -según cita la propia sentenciala debilidad de nuestra legislación y la ausencia de norma que resuelva la actual estructura societaria que en los últimos años se da en materia laboral. Ante la constatación de la supuesta dirección o interés común de las demandadas, el Tribunal podría haber señalado que todas las empresas constituían una sola empresa para efectos laborales, sin embargo no lo hizo ni podía hacerlo. Ello, debido a que (a) el Sindicato demandante no solicitó en su demanda que las empresas demandadas fueran declaradas una sola empresa para efectos laborales; (b) el artículo 507 del Código del Trabajo no lo contempla de forma alguna; y (c) el texto del artículo 3 del mismo cuerpo legal lo impide expresamente al limitar el concepto de empresa a la existencia de una individualidad legal determinada. A este respecto, se debe tener presente que lo establecido en el artículo 507 del Código del Trabajo para castigar el subterfugio laboral constituye una sanción de derecho estricto que, en virtud del principio de legalidad v las normas constitucionales sobre la materia, no puede ser eludida ni cambiada por el Tribunal. En efecto, conforme a lo dispuesto por el artículo 6 de la Constitución Política de la República, el Tribunal no puede inventar sanciones, crear nuevas instituciones laborales y atribuirles consecuencias jurídicas no previstas en la ley. Además, la sentencia recurrida infringe lo dispuesto en el artículo 507 del Código del Trabajo, al tener por configurado el ilícito laboral subterfugio sin establecer las conductas típicas que lo configuran (cuales son la alteración de la individualidad o patrimonio), las obligaciones laborales o previsionales eludidas, ni cuál sería la verdadera empresa o empleador y cuáles serían las ficticias. A este respecto, se debe destacar que la existencia de empresas relacionadas no puede, ni en los hechos ni en el derecho, implicar en sí mismo un subterfugio laboral, como erradamente lo pretende la sentencia recurrida. En nuestro ordenamiento, no existe obligación legal de fusionar una o más empresas en caso de compra o adquisición por parte de otra - como sucede en la especie, según se evidencia de lo constatado por el propio sentenciador - y, por lo mismo, la mantención de sus individualidades legales y sus operaciones no constituye en sí mismo un ilícito laboral o subterfugio. En tal orden de ideas, la sentencia recurrida al declarar que en la especie existiría un subterfugio laboral y que las empresas demandadas constituyen una "unidad económica empresarial", permitiendo al sindicato demandante afiliar a trabajadores actuales y futuros de todas las demandadas y facultarlo para negociar colectivamente con todas las demandadas, ha infringido manifiestamente el artículo 507 del Código del Trabajo, en relación con el artículo 3 del mismo cuerpo legal y el principio de legalidad contemplado en el artículo 6 de la Constitución Política de la República; toda vez que crea e inventa sanciones o consecuencias jurídicas diversas a aquellas expresamente contempladas en la norma para la ocurrencia del ilícito laboral del subterfugio; ello, además, sin establecer en forma concreta quién sería el empleador efectivo ni los elementos de la conducta típica regulada en el artículo 507 del Código del Trabajo. El concepto de "unidad económica empresarial" establecido por la sentencia recurrida, no está previsto ni contemplado en la ley laboral, como tampoco se encuentran contempladas en la misma las consecuencias jurídicas que inventa el juez y la cuales se traducen en la creación de una suerte de "sindicato de unidad económica" y la posibilidad de una "negociación colectiva ínter unidad económica". Con ello, la sentencia recurrida vulnera, además, el mandato constitucional contenido en el artículo 19 N° 19 que reconoce el "El derecho de sindicarse en ¡os casos y forma que señale la ley" -y no el juez- al crear de forma más que ingeniosa la afiliación sindical en supuestos ajenos y diversos a los contemplados en nuestra legislación. También hay infracción al artículo 19 N° 24 de la Constitución Política de la República, incurriendo en vulneración manifiesta del derecho de propiedad de las demandadas al privarles de los atributos y facultades inherentes al dominio con la creación artificial y extralegal de la figura "unidad económica empresarial". Atendido a que la figura que establece la sentencia no se encuentra contemplada en norma legal alguna, no es de extrañar que el sentenciador de primer grado olvide incluir en la sentencia los nuevos capítulos del Código Laboral que regulen cómo, cuándo y de qué forma deberían negociar colectivamente las "unidades económicas", como asimismo, cómo se conformarían y qué derechos tendrían los sindicatos de "unidades económicas". Ello, evidencia la inconsistencia de la sentencia y la imposibilidad material y legal de que la misma subsista en el tiempo, toda vez que ésta es irreconciliable e impracticable con el ordenamiento jurídico existente. Infracción al artículo 212 del Código del Trabajo sobre el derecho a sindicalización "conforme a la ley", artículo 216 del mismo Código sobre tipos de organizaciones sindicales reconocidas por ley, y a las normas sobre negociación colectiva a nivel de empresa (artículos 303, 306, 315, 334, y 334 Bis B, del Código del Trabajo). Cuando la sentencia recurrida inventa y establece este concepto extralegal de "unidad económica" y lo vincula al sindicato demandante señalando que (i) éste puede afiliar empleados de cualquiera de las empresas que la sentencia determina que integran la "unidad económica" y (ii) que éste puede negociar colectivamente con esta "unidad económica" (que no tiene personalidad jurídica ni patrimonio propio), está creando por la vía judicial una organización sindical no reconocida ni regulada por la ley, atribuyéndoles derechos, prerrogativas y obligaciones correlativas para esta unidad económica, que tampoco existe en derecho. Al obrar de esta manera, la sentencia recurrida viola el artículo 212 del Código del Trabajo en cuanto éste dispone que el derecho a crear organizaciones sindicales debe "sujetarse a la ley y a los estatutos de las mismas". Es evidente que el "sindicato de unidad económica" no está reconocido por la ley, y ello se evidencia no sólo porque la ley no lo contempla, sino que, además, debido a quo la ley tampoco contempla la existencia de las unidades económicas pretendidas por la sentencia. Consecuente con lo anterior, la sentencia vulnera y pretende modificar - en su intento de colegislador - el artículo 216 del mismo cuerpo legal, al crear un nuevo tipo de organización sindical, cual es, el "sindicato de unidad económica"; cuestión que se encuentra vedado constitucionalmente al juez. Consistentemente con lo anterior, el artículo 334 Bis B del mismo cuerpo legal dispone que "5/ los empleadores a quienes se presentó el provecto de contrato colectivo, manifiestan su intención de negociar en forma conjunta, dentro del plazo establecido en el inciso primero del artículo anterior, deberán integrar una comisión negociadora común,..." El tenor literal de los preceptos citados, revela lo ya dicho en los puntos anteriores en el sentido que la sentencia recurrida no sólo viola normas legales y constitucionales individuales sino que es un flagrante atentado al orden público jurídico laboral y al estado de derecho: de modo tal que su existencia es irreconciliable con el ordenamiento jurídico laboral existente hoy en día en nuestro país. Lo mismo ocurre con la norma del artículo 315 y las demás disposiciones del Libro IV, Título II del Código del Trabajo que han sido diseñadas para regular la negociación colectiva obligatoria a nivel de empresa. El "efecto dominó" del fallo recurrido sobre el ordenamiento jurídico laboral positivo es casi infinito. En este mismo sentido, cuando la sentencia recurrida obliga a las demandadas -por la vía de la unidad económica- a negociar colectivamente en forma conjunta, viola también la parte final del artículo 306 del Código del Trabajo, que dispone que no son materia de negociación colectiva "... aquellas ajenas a la empresa". Infracción al artículo 220 N° 2 y 4 del Código del Trabajo, en relación con el artículo 3 del Código Civil, incurriendo en vulneración manifiesta de las normas sobre legitimación activa y efecto relativo de la sentencia, al extender la sentencia sus efectos a terceros que no han sido válidamente representados en juicio y que no son parte alguna del mismo. Finalmente, la sentencia recurrida al resolver como lo hizo y otorgar efectos a su resolución respecto de trabajadores cuyos derechos el sindicato demandante no tenía la facultad de representar en juicio según expresamente fuera reconocido al acogerse la excepción de falta de legitimación activa en el acápite II, letra B, de la sentencia infringe lo dispuesto en el artículo 220 N° 2 y 4 del Código del Trabajo que regula expresamente la extensión de la representación sindical de los miembros de un sindicato, y lo dispuesto en el artículo 3 del Código Civil que establece que las sentencias sólo pueden tener efecto o fuerza obligatoria respecto de las causas en que se pronuncian, siendo las únicas excepciones las sentencias relativas a la filiación de una persona y aquella que determina la calidad de heredero; que no es el caso de autos. Así, la sentencia de primer grado al extender sus efectos respecto de terceros ajenos al juicio - los cuales incluso ven perjudicada su libertad sindical con la resolución impugnada - infringe lo dispuesto en el artículo 3 precitado y las normas sobre legitimación en juicio, las cuales, de haber sido aplicadas correctamente, debieron necesariamente haber llevado al rechazo de la demanda, ya que al carecer el sindicato de un elemento de la acción no procede conceder el amparo jurídico en los términos solicitados en la demanda. Influencia en lo dispositivo del fallo. De haberse aplicado correctamente la disposición legal del artículo 507 del Código del Trabajo, en relación con los artículos 3, 212, 216, 220 N° 2 y 4, 303, 306, 315, 334 y 334 Bis B del mismo cuerpo legal, artículos 6, 7 y 19 números 16, 19 y 24 de la Constitución Política de la República, y artículo 4 del Código Orgánico de Tribunales, la sentencia no podría haber declarado y resuelto que mi representada y las demás demandadas constituyen una "unidad económica que ha incurrido en subterfugios previstos en el inciso segundo del artículo 507 del Código del Trabajo" y que, por ello, "el sindicato demandante queda facultado para: a) Afiliar a cualquier trabajador que preste servicios actualmente, o en el futuro, para alguna de las empresas demandadas; b) Representar a cualquier trabajador en calidad de afiliado o adherente que mantenga relación laboral vigente con cualquiera de las empresas demandadas, al momento de encontrarse su organización sindical en un proceso de negociación colectiva". Ello, toda vez que el artículo 507 del Código del Trabajo establece - en armonía con las demás normas citadas -una sanción y consecuencias jurídicas concretas, específicas y diversas de las señaladas por la sentencia recurrida para la ocurrencia del ilícito laboral constitutivo del subterfugio, cuales son: una multa a beneficio fiscal (10 a 150 UTM). En consecuencia, tal como lo señala la sentencia en el apartado II, letra B, al Sindicato, aumentada en media UTM por cada trabajador afectado por la infracción) y la responsabilidad directa del empleador efectivo respecto del PAGO de todas las obligaciones laborales que correspondieren a los trabajadores; ambas sanciones que deben hacerse efectivas por los trabajadores dentro del marco de un juicio ordinario. De haberse ajustado la sentencia de primer grado al tenor de la norma del artículo 507 del Código del Trabajo en relación con el artículo 3 del mismo cuerpo legal, haber respetado el principio de legalidad (artículos 6 y 7 de la Constitución Política de la República), las garantías constitucionales del artículo 19 N° 16, 19 y 24 y las normas sobre afiliación y constitución sindical y negociación colectiva (artículos 212, 216, 303, 306, 315, 334 y 334 Bis B, del Código del Trabajo), y de no haberse excedido el Tribunal de las facultades que expresamente le confiere la ley (artículo 4 del Código Orgánico de Tribunales); debería haber rechazado la solicitud del sindicato demandante en orden a declarar a todas las empresas demandadas una unidad económica empresaria, por no existir en nuestro derecho norma alguna que establezca dicha figura y, en el evento de estimarse que en la especie efectivamente había un subterfugio laboral, debió haber aplicado las sanciones expresamente reguladas para tal efecto y no, como lo hizo, haber creado en forma adhoc y carente de todo fundamento legal; una sanción y consecuencias jurídicas inexistentes y contrarias a derecho. Asimismo, incluso en el evento de que el artículo 507 del Código del Trabajo estableciere efectivamente la figura de la "unidad económica empresarial" pretendida por la sentencia (que reiteramos, no es el caso), de haber aplicado el sentenciador de primer grado correctamente el mandato legal contenido en los artículos 220 N° 2 y 4 del Código del Trabajo y 3 del Código Civil, tampoco podría haber resuelto extender las consecuencias de la figura creada por el sentenciador a terceros ajenos a autos y cuyos derechos no sólo no han sido representados en juicio, sino que, además se ven claramente perjudicados por la sentencia recurrida al dejarlos Impedidos de negociar colectivamente en forma inmediata. Lo anterior, debido a que, conforme al efecto relativo de las sentencias contenido en el artículo 3 del Código Civil, las sentencias sólo producen efectos entre las partes que son parte del proceso, no siendo aplicables, oponibles ni vinculantes a terceros que no tengan la calidad de parte en el mismo. Por lo anterior, de haberse aplicado correctamente las disposiciones legales infringidas y en análisis, el Tribunal necesariamente debería haber rechazado la demanda de autos. 4° Que el abogado Eduardo Vásquez Silva en representación de las sociedades Amec Cade Servicios de Ingeniería Ltda. y Amec Cade Ingeniería y Desarrollo de Proyectos Limitada, deduce recurso de nulidad en contra de la sentencia de 28 de diciembre de 2011, por haber esta incurrido en errores de derecho, lo que de acuerdo al artículo 477 en relación al artículo 479 del Código del Trabajo hace posible este recurso, dado que el error que se reclama ha influido en lo dispositivo del fallo lo que hace que influya sustancialmente en el mismo. En el presente caso el sentenciador de primer grado ha realizado una contravención formal de la ley, desde que prescindió del mandato impuesto en los artículos 3, 2126, 334 y 507 del Código del Trabajo y 1437 y 1511 del Código Civil. Señala en primer lugar que el sentenciador no aplicó el artículo 3 del Código del Trabajo que exige respecto de una empresa la existencia de una individualidad legal determinada por lo que no puede estimarse que dos o más empresas con identidades legales claramente diferenciadas, sean consideradas una misma entidad para efectos laborales. Indica que el sentenciador, al plantear en el considerando 10.1 que a su juicio existe una norma que le permite soslayar la definición de empresa que establece la norma mencionada, cuál sería el artículo 507 del mismo código, señalando que esta se introdujo para desvincular la realidad empresarial de la ficción de la persona jurídica. Plantea que de esta manera el sentenciador entiende que del artículo 507 del Código del Trabajo es el que regula la situación de autos, y lo hace de una manera tal, que erróneamente lo interpreta, tal como el artículo 3 del Código del Trabajo, de una manera equivocada. Ello por cuanto el artículo 507 mencionado no permite desatender el concepto de empresa establecido en el artículo 3 del mismo código. Ello queda claro en la historia del establecimiento de la ley, cuando en la discusión de la ley 19.759 que introdujo la norma del artículo 507 del Código del Trabajo, rechazó ampliar expresamente el concepto de empresas y desligarlo de la identidad legal determinada. Al mismo tiempo, menciona el recurrente, que el sentenciador olvidó que la ley 19.759 que ha invocado, y que reguló la negociación colectiva con sindicatos interempresa, siendo esta la única manera de negociación en esta situación. En segundo lugar plantea el recurrente que en la aplicación del artículo 507 del Código del Trabajo, se comete una nueva infracción al declarar que existe un subterfugio, sin que previamente acreditado dolo o mala fe de parte de las demandadas. A este respecto el sentenciador dice que se trataría de un ilícito de resultado, bastando la lesión a los derechos del trabajador, sin importar la intencionalidad o dolo del empleador, lo que contraviene la interpretación que reiteradamente ha sustentado la Excma. Corte Suprema que el subterfugio requiere de dolo o intencionalidad para eludir sus obligaciones laborales. Platea el recurrente que de esta manera se ha producido una abierta infracción a la norma del artículo 507 del Código del Trabajo, fallado en contra de ella, al no establecer previamente la existencia de un subterfugio o dolo con intencionalidad de perjudicar a los trabajadores. En tercer lugar el recurrente entiende que ha existido una infracción de ley al declarar la existencia de un subterfugio sin precisar en qué habría este consistido, la época en que habría ocurrido y cual o cuales serian las empresas que incurrieron en el mismo. La única mención que ser hace es al momento que el sentenciador declara en su fallo que este se configuraría al constatar antecedentes facticos tales como la división o modificación de razones sociales, pero en ninguna parte en la sentencia se dice cuales serian tales modificaciones o divisiones sociales. En cuarto lugar plantea la recurrente que ha habido infracción de ley al contravenirse el texto del artículo 507 del Código del Trabajo al tenor de lo que señala el artículo 1.511 del Código Civil, al declarar la existencia de un subterfugio, pero desatiende la sanción que se establece para tal infracción, cual es una distinta a la que aplica el juez. Señala que el artículo 507 mencionado sanciona el subterfugio aludido con una multa de 10 a 150 UTM y el empleador deberá ser condenado al pago de las deudas laborales del trabajador. Pero aquí el sentenciador se aparta de la norma, al sancionar estableciendo una obligación solidaria para todas las demandadas, facultando al sindicato demandante para afiliar a cualquier trabajador actual o futuro de las compañías demandadas, y participar en el proceso de negociación colectiva de cualquiera de ellas. Añade el recurrente que el artículo 1437 del Código Civil señala como fuente de las obligaciones del contrato, así contrato, delito, cuasidelito y la ley fuera de estas la doctrina ha señalado también como fuente las obligaciones la declaración unilateral de voluntad y el enriquecimiento sin causa. A su vez en materia de solidaridad como el artículo 1511 del mismo código establece que tal obligación establecida en virtud de la convención, el testamento o de la ley. En este caso de ninguna las fuentes referidas es posible defender de forma directa la idea de que el grupo de empresas como tal, de verse obligado a realizar una negociación colectiva "dentro de la empresa", con prescindencia de las distintas personas jurídicas en cuyo interior se inserta los sindicatos, como lo pretende el fallo impugnado. De esta manera la supuesta fuente de la obligación solidaria que alega el sentenciador, cuál es la ley, debe ser interpretada en estas materias en forma estricta y no extensiva, por lo que no puede intentarse señalar que un grupo de empresas está obligada solidariamente a realizar una negociación colectiva con el o los sindicatos de éstas, por el solo hecho de que se interprete en forma flexible el concepto de empresa laboral. Como quinto, señala el recurrente que el fallo incurre en infracción de ley al contravenir lo dispuesto en los artículos 216, 230 y 334 del Código del Trabajo, al conceder al sindicato facultades que violan las normas vigentes sobre organizaciones sindicales y negociación colectiva. Desde el momento en que el fallo en cuestión establece que el sindicato podrá afiliar a cualquier trabajador que preste servicios actualmente, o en el futuro, para alguna de las empresas demandadas, estimando que las empresas demandadas constituyen una unidad económica empresarial, aparece que tal concepto no lo define la ley ni tiene existencia legal en el ámbito del derecho del trabajo. De esta manera el tribunal no puede dejar a la facultad del sindicato para afiliar cualquier trabajador de alguna de las empresas demandadas en base a un concepto que no tiene expresión legal, sin transgredir en forma flagrante lo que dispone el artículo 216 y el artículo tres del código trabajo. Añade que el fallo también faculta al sindicato para representar a cualquier trabajador en calidad de afiliado o alguien que mantenga razón laboral vigente con cualquiera de las empresas demandadas, al momento de encontrarse su organización sindical en un proceso de negociación colectiva, declaración que violan las normas sobre tal negociación que radica en la empresa esta actividad con un sindicato de empresa y que exige el consentimiento de los demás empleadores, si se pretende afectar a terceras. Para ello basta citar el inciso primero del artículo 315 del código del trabajo que establece la negociación colectiva se inicia con la presentación de un proyecto de contrato colectivo por parte de los sindicatos con grupos negociadores de la respectiva empresa. Y a su vez el artículo 334 del menú cuerpo legal señala que dos o más sindicatos de distintas empresas, un sindicato inter empresas o una federación o confederación, podrán presentar proyectos de contrato colectivo de trabajo, en representación de sus afiliados y los trabajadores que adhieren a él, a los empleadores respectivos, en la medida que las organizaciones sindicales respectivas lo acuerden en forma previa con el o los empleadores respectivos, por escrito ante ministro de fe. De esta manera la especie el fallo no solamente vulnera el derecho de las demandadas de aceptar o no negociar colectivamente con trabajadores que no son de su empresa, sino que también transgrede el derecho los trabajadores de cada una de las empresas demandadas de conferir tal presentación a la organización sindical de que se trate. Indica el recurrente que todas las infracciones anteriormente descritas influido sustancialmente dispositivo del fallo por lo que han deducido el presente recurso nulidad, solicitando que sea acogido y se dicte una sentencia reemplazo desestime la demanda en todas sus partes con costas. 5° Que el abogado Rodolfo Fuenzalida Sanhueza en representación de Amec Americas Limited deduce recurso de nulidad en contra la sentencia de 28 diciembre 2011 en virtud de la cual se dio lugar a la demanda de declaración de mera certeza de existencia de unidad económica empresarial, resolviendo que su representada pese a ser una sociedad extranjera de inversión, sin inicio de actividades, que no tiene trabajadores ni domicilio en Chile, forma parte de una inexistente unidad económica con el resto de las demandadas, y por lo tanto el sindicato demandante queda entonces facultado para afiliar, representar, en los procesos de devoción colectiva, a cualquier trabajador que actualmente un el futuro le preste servicios a su representada en Canadá, lugar en que se encuentra su domicilio. Fundamenta su recurso lo que dispone el artículo 477 del código trabajo, y ello en relación con lo que dispone el artículo 478 letras a), b) y e) del mimo cuerpo legal. La primera causal esgrimida, esto es la del artículo 478 letra a) del Código del Trabajo la fundamenta en que esta sentencia ha sido dictada por un juez incompetente puesto que su representada es una sociedad extranjera de inversión, que no tiene indicios de entidades en Chile, sino en Canadá, y que no tiene relación laboral con persona alguna, ni chilena ni extranjera, en nuestro país, tal como fue acreditado en el proceso, y que su única relación con Chile es ser dueña de parte de alguna de las sociedades demandadas en estos autos. Hace presente que la sociedad no tiene actividad en Chile, tampoco tiene contratado trabajadores para ella, razón por la cual es imposible que pueda participar proceso de negociación colectiva puesto que no tiene vínculo laboral dependencia con ningún trabajador. Su único vínculo es ser parte de la propiedad de otras empresas demandadas. La segunda causal de nulidad alegada es la contemplada en las letras b) y e) del artículo 478 del Código del Trabajo, la que hace consistir en la circunstancia de que la sentencia se dictó con omisión a los requisitos establecidos en el artículo 459 Nº 4 del código del trabajo, toda vez que resolvió rechazar la excepción de incompetencia sin analizar la prueba que le fue aportada y sin dar fundamento legal alguno. Tal como consto el proceso aportó copia impresa la consulta de la situación tributaria hecha a la página WEB del Servicio de Impuestos Internos, en la que se indica que Amec Américas no tiene inicio de actividades en Chile, además de haberse acompañado un certificado con su respectiva producción en que consta que se trata de una sociedad canadiense con domicilio en ese país para efectos tributarios. También el mencionado servicio contestó un oficio enviado por el tribunal en que se indicó que tal sociedad no tiene inicio de actividades en Chile. Pese a lo anterior el tribunal de primer grado omitió pronunciamiento tanto de la incompetencia alegada como de las pruebas aportadas. Como tercera causal de nulidad reclama la recurrente que el tribunal ha hecho una declaración de una figura jurídica inexistente en nuestro derecho, cuál es la de unidad económica empresarial, con lo cual se ve infringiendo el artículo 477 y 478 letra e) en relación con el artículo 459 Nº 5 del código del trabajo. Ello se produce desde la sentencia declaró que el sindicato de empresas profesionales de Cade-Idepe y son los demandantes de autos, quedan facultados para afiliar y o representar en los procesos de negociación colectiva a cualquier trabajador que actualmente un el futuro le presta servicios a su representada, fundando lo que esta formaría parte de una unidad económica empresarial, constituían su conjunto por todas las sociedades demandadas, emana de un hecho en el sistema jurídico no contempla, puesto que no existe fuente legal que reconozca la existencia de la figura de la unidad económica empresarial, y por tanto, es ilegal sustentar una decisión judicial con los derechos y obligaciones que ello emana, en una invención jurídica, por la cual el tribunal se arroga facultades nativas que no tiene y que más aún son prohibidas. Plantea este recurrente que para que proceda la acción de mera certeza que se ha intentado, se requiere necesariamente la existencia acumulativa de los siguientes requisitos a) una norma jurídica y consagre el derecho que se pretende declarar; b) falta de claridad en el sentido y alcance de la norma jurídica; c) que la norma contemple expresamente la procedencia de la acción de mera certeza. Entiende que ningún los tres requisitos incurre en el caso y aún así el sentenciador hace una declaración de unidad económica empresarial, lo que constituye una abierta infracción a las leyes que regulan la materia. Lo anterior, de acuerdo plantea el recurrente, se debe que la sentencia erróneamente el artículo 507 del código del trabajo como única forma de justificar la improcedente declaración de existencia de unidad económica empresarial, puesto que la legislación laboral chilena no reconoce al concepto, y por tanto, los tribunales laborales al ser de derecho y especiales, no puede por intermedio de la sentencia definitiva extralimitarse en sus facultades, declarando situaciones jurídicas existentes con la sola finalidad de justificar sus decisiones, ello contraviene derechamente los estándares de certeza jurídica que se requieren en un estado de derecho. Más aún, en el presente caso el sentenciador ha forzado la interpretación de la citada norma incurriendo en una infracción que has influido sustancialmente lo dispositivo del fallo. Lo anterior se verifica desde el momento en el tribunal de primera instancia considere que la ley 19,759, que pretendía enmendar el artículo 3º del código del trabajo, habría introducido el artículo 507 del mismo cuerpo legal el cual reconoce y supone expresamente la existencia de sociedades diversas, en cualquiera de las formas que el derecho civil y mercantil permite, recogiendo un largo desarrollo doctrinal superado el absurdo, a estas alturas del desarrollo empresarial integrado globalmente, de identificar siempre a la persona jurídica con la realidad de la empresa. Dicho lo anterior, y con la intención de explicar lo son, el juez cita parcialmente el artículo 507 antes señalado tomando la parte que señala que el que utilice cualquier subterfugio, ocultando, disfrazando o alterando su individualización o patrimonio y que tengan como resultado eludir el cumplimiento de las obligaciones. Pero tal interpretación es equivocada puesto que mencionada norma no establece que los tribunales ordinarios del trabajo es de un facultados para declarar la existencia de una unidad económica empresarial, sino que sólo establece una tabulación de multas para quienes califiquen dentro de los supuestos que ese artículo desde. Para entender el sentido y alcance de tal norma hay que conocer a la íntegramente y no sólo una parte de la misma. Es por todo lo anterior que solicita se acoja el presente recurso nulidad, se invalida el fallo y se dicte una de reemplazo en que se rechaza la demanda. 6° Que Constanza Contreras Stange en representación de Amec International Ingeniería y Construcción Ltda. deduce recurso de nulidad en contra de la sentencia de 28 diciembre 2011 mediante la cual se dio lugar a una demanda de mera certeza en la cual se declaró unidad económica empresarial y ocurrencia de subterfugio, ocultando al sindicato demandante para afiliar a cualquier trabajador que preste servicios actúan de buena el futuro para alguna de las empresas demandadas, y para representar a cualquier trabajador en calidad de afiliado o adherente y mantenga relación laboral vigente con cualquiera las empresas demandadas al momento de iniciar dicha organización un proceso de negociación colectiva. Estima en primer lugar que tal sentencia ha sido dictada con una evidente infracción de derecho por lo que de acuerdo al artículo 477 del Código del Trabajo este recurso plenamente procede alude que tal infringidas las normas del artículo 507 del mencionado código en relación al artículo 3 del mismo cuerpo legal, artículo 3 del código civil, artículos 6, 7, 19 Nº 19 y 24 de la Constitución Política de la República, artículos 456 y 459 Nº 4, 212, 216, 220 nº 2 y 4, 303, 306, 315, 334, 334 bis b) del Código del Trabajo. Ello por cuanto el sentenciador efectuó un razonamiento contrario a derecho de la primera norma citada, esto es el artículo 407 del Código del Trabajo al establecer y crear soluciones secuencias jurídicas no previstas en este artículo, como en ninguna otra norma legal, para la ocurrencia del ilícito laboral denominado subterfugio, infringiendo con ello el principio de legalidad y las normas constitucionales y legales sobre la actuación de los órganos del estado, constitución y libertad sindical, derecho de propiedad colectiva. Además de crear sanciones y consecuencias jurídicas diversas a aquellas expresa y taxativamente establecidas en el artículo 507 del Código del Trabajo, las que son derechos que, y permitir la aplicación o exigibilidad de la sentencia recurrida respecto de terceros ajenos al presente juicio y cuyos derechos no han sido debidamente representados en autos. Además reclama que no se ha hecho un análisis completo de toda la prueba vertida en la causa. En forma subsidiaria alega la causal del artículo 478 letras b) y e) del Código del Trabajo, por cuanto su entender ha existido una infracción a las leyes reguladoras de la prueba. En cuanto recurso principal fundamenta el recurso especialmente en la infracción al artículo 507 del Código del Trabajo en relación al artículo 3 del mismo cuerpo legal puesto que realiza una creación e invención de sanciones y consecuencias jurídicas no previstas en tales normas para el ilícito laboral del subterfugio, que por cierto no existe, y tener por un configurado el mismo sin atención a la conducta típica establecida en la norma. Lo anterior se produce desde el momento en que el tribunal de primer grado resuelve constituyen una unidad económica que ha incurrido en su previstos en el inciso segundo del artículo 507 del Código del Trabajo y que, en consecuencia, el sindicato demandante está facultado para afiliar a cualquier trabajador que preste servicios actualmente o en el futuro para las empresas demandadas, representar a cualquier trabajador en calidad de afiliado o adherente que mantenga relación laboral vigente con cualquier de las empresas demandadas, al momento de encontrarse su organización sindical en un proceso de negociación colectiva. Plantea la recurrente conforme lo señala la sentencia, la norma del artículo 507 del Código del Trabajo que establece como ilícito laboral el establecimiento las razones sociales distintas que impliquen para los trabajadores disminución o pérdida de derechos laborales o individuales o colectivos, al constituir "límite normativo objetivo para la descentralización productiva", contemplaría la posibilidad de declarar la existencia de una unidad económica empresarial; ello, por cierto, no obstante que los autores citados por el propio tribunal reconozcan la debilidad de nuestra legislación y la ausencia de norma expresa. De esta manera entiende que lo anterior constituye una infracción manifiesta al tenor liberal de la norma citada, en relación con el artículo 3 del mismo cuerpo legal, toda vez que la norma que sirve de sustento para la resolución dispone en forma expresa y excluyente una sanción y consecuencias diversa a la aplicada por el tribunal para el caso de la ocurrencia del pretendido subterfugio. Lo anterior por cuanto el mencionado artículo 3 del Código del Trabajo, en sus inciso segundo y tercero señala que para los efectos de la legislación laboral y de seguridad social, se entiende por impresa toda organización de medios personales, materiales e inmateriales, ordenados bajo una dirección, para el logro de fines económicos, sociales, culturales beneficios, dotados de una individualidad legal determinada. El último inciso señalar que las infracciones a las normas que regulan las entidades a que se refiere este artículo se sancionarán por un gran con lo dispuesto en el artículo 507 de ese código. Y finalmente el artículo 507 del Código del Trabajo en sus inciso segundo y siguientes dispone que el que utilice cualquier subterfugio, ocultando, disfrazando o alterando su individualización o patrimonio y que tengan como resultado eludir el cumplimiento de las obligaciones laborales y tradicionales que establece la ley o la convención, será sancionado con una multa beneficio fiscal de 10 a 150 unidades tribunales mensuales, aumentándose en media unidad tributaria mensual por cada trabajador afectado por la infracción, cuyo conocimiento corresponderá a los juzgados de letras del trabajo, con sujeción a las normas establecidas en el Título I de ese Libro. A su vez esta norma señala que quedan comprendidos dentro del concepto de subterfugio, a que se refiere inciso anterior, cualquier alteración realizada a través del establecimiento de razones sociales distintas, la creación de identidades legales, la división de la empresa, u otras que signifiquen para los trabajadores disminución o pérdida de derechos laborales individuales o colectivos, en especial entre los primeros y las gratificaciones por las indemnizaciones por años de servicios y entre los segundos el derecho a sindicalización o a negociar colectivamente. Esta manera, entiende el recurrente que la recesión literal de las normas citadas, el legislador ha tipificado como ilícito laboral, entendiéndose por tal cualquier alteración realizada a través del establecimiento de razones sociales distintas, la creación de identidades legales, la división de la empresa, u otras que signifiquen para los trabajadores disminución o pérdida de derechos laborales o individuales o colectivos; contemplando para su ocurrencia una sanción expresa y específica, cuál es una multa beneficio fiscal que se aumenta en la medida establecida por cada trabajador afectado, y la responsabilidad ética del empleador respecto del pago de las obligaciones laborales y correspondían a los trabajadores, esto último debiendo efectuarse por intermedio del juicio ordinario ante los tribunales del trabajo. Es así que el referido artículo, a diferencia de lo pretendido por un tribunal de Belgrado, no establece como sanción, ni siquiera indirectamente, una recalificación del concepto de empresa que prescinde de la individualidad legal de cada una de las demandadas conforme a la definición establece el artículo 3 del Código del Trabajo. Dicho precepto, tampoco establece como son sólo consecuencia jurídica para la ocurrencia de uso laboral la pretendida figura de la "unidad económica empresarial" a que el juez concluye existiría en la especie, figura que por lo demás no tiene ningún reconocimiento de nuestra legislación laboral, tal como lo reconoce el juez. Añade a lo anterior el recurrente que el artículo 507 del Código del Trabajo, al llegar el subterfugio laboral establece una sanción de leyes que, en virtud del principio de legalidad, no puede ser obviada ni cambiada por el tribunal. Lo anterior por cuanto de acuerdo a lo que dispone el artículo 6 de la Constitución Política de la República, el tribunal no puede inventar soluciones, crear nuevas laborales y atribuibles consecuencias jurídicas no previstas en la ley, a pretexto de las sanciones que establece el legislador no son suficientes para subsanar situaciones que en lo personal le parecen injustas. A lo anterior cabe añadir que la sentencia da por configurado sido laboral del subterfugio pero sin establecer las conductas típicas que lo configuran, las obligaciones laborales adicionales, ni cuál sería la verdadera empresa o empleador y cuáles serían las ficticias. Y a este respecto cabe destacar que la existencia de empresas relacionadas no puede implicar por sí mismo un subterfugio laboral como raramente se pretende la sentencia. En nuestro ordenamiento jurídico, no existe obligación legal de fusionar una o más empresas en caso de compra o adquisición por parte de otra, como sucede la especie, según se evidencia del constatado dentro de sentenciador, y por lo mismo la mantención de sus individualidades legales y sus operaciones no constituye en sí mismo un ilícito laboral o subterfugio. Entiende el recurrente que exigió le pese una infracción a los artículos 6 y 7 de la Constitución Política de la República en relación al artículo 4 del Código Orgánico de Tribunales lo que se manifiesta al vulnerar el principio de legalidad al crear e inventar soluciones diversas expresamente contemplados en la legislación para la sanción del subterfugio laboral. Ello ocurre desde el momento en que el juez se aparta establece el artículo 507 del Código del Trabajo que establece una sanción de multa para el caso de la existencia de un subterfugio, estableciendo la sanción diversa, arrogándose para y atribuciones que pertenecen exclusiva y excluyentemente al poder legislativo, por cuanto el concepto de "unidad económica empresarial" establecido la sentencia, no está previsto y contemplado en la ley laboral, como tampoco se encuentren contempladas en la misma las consecuencias jurídicas que dispone y las cuales se traducen en la suerte de un "sindicato de unidad económica" y la posibilidad de una negociación colectiva en la misma. Y también plantea el recurrente éxito infracción al artículo 19 Nº 16 y 19 de la Constitución Política de la República, desde el momento en que hay una vulneración manifiesta de la garantía constitucional de negociación colectiva a nivel de empresa, del principio de legalidad asociado a la modalidad y procedimientos de negociación colectiva y la libertad de sindicalización. También violación del orden público jurídico laboral al crear e inventar la sentencia son seres diversas a las ex prestamente contempladas en la legislación para la sanción de subterfugio laboral. Indica que desde el momento en que la sentencia en el concepto extralegal de unidad económica como sanción para el supuesto subterfugio para luego otorgar al sindicato el derecho a lo establecido en la ley para afiliar a trabajadores de cualquiera de las demandadas y negociar colectivamente, la sentencia infringe expresamente la garantía constitucional del artículo 19 Nº 16 de la Constitución Política de la República que establece el derecho a negociar colectivamente a nivel de empresa y ánimo tiempo implícito de legalidad en virtud del cual la ley, y no el juez, regresen a las modalidades de negociación colectiva y los procedimientos adecuados para lograr en ella una solución justa y pacífica. El sistema legal laboral actualmente vigente está fundado sobre el principio de la negociación colectiva a nivel de empresa, de modo que sólo con la voluntad de las partes y los términos de la propia ley permite se puede negociar colectivamente interempresas. Alterar lo anterior, por justo y necesario que parezca al juez, está fuera de sus atribuciones de manera que no puede hacer una relación de este tipo, puesto que choca con la armonía del resto del ordenamiento jurídico laboral. A su vez también infracción al artículo 19 Nº 24 de la Constitución Política de la República, que se manifiesta en la vulneración del derecho de propiedad de las demandadas al privarle sus atributos y facultades inherentes al dominio con la creación artificial y extralegal de la figura de la "unidad económica empresarial". Esto ocurre desde momentos la sentencia crea como son sólo consecuencia para el supuesto subterfugio este concepto extralegal de "unidad económica empresarial", debió la leche propiedad es la empresa y de las demás demandadas, toda vez que priva ilegalmente sus propietarios los atributos y facultades esenciales del dominio por cuanto la sentencia impone a las demandadas una suerte de fusión de empresas que configurarían el referido su refugio judicial, estableciendo ciertas obligaciones a esta figura resultante, consistente en la negociación colectiva "a nivel de unidad económica" y el reconocimiento de la filiación, huelgas sindicales y otros institutos sindicales asociados a esta suerte de "sindicato de unidad económica”. También entiende que hay una relación al artículo 212, 216, 303, 306, 315, 334 y 334 bis B del Código del Trabajo, norma todas relativas al derecho a sindicalizarse conforme a la ley en diversos tipos de recesión sindical es reconocida por la misma, y el de negociación colectiva nivel de empresa. Todo ello sucede desde el momento en que el sentenciador establece el concepto extralegal de "unidad económica empresarial" y lo vincula al sindicato demandante estableciendo que puede afiliar a empleados de cualquiera las empresas que la sentencia determina y que puede negociar en su presentación colectivamente. De esta manera se violan abiertamente todo las normas citadas que establecen que las organizaciones sindicales deben sujetarse a la ley y los estatutos de las mismas y a su vez la negociación deberá realizarse con la empresa a la cual pertenece salvo la existencia de un acuerdo en que todos concurran o la voluntad de hacerlo con más de una, lo que siempre requería acuerdo previo. Y también tiende la recurrente que existe una infracción al artículo 220 Nº 2 y 4 del Código del Trabajo en relación con el artículo 3 del Código Civil, lo que se manifiesta en las normas sobre legitimación activa y efecto radiola sentencia, al extender la en sus efectos a terceros que no han sido válidamente representados en juicio que no son parte alguna del mismo. Ello ocurre desde el momento en que el sentenciador resuelve otorgar efectos de su sentencia respecto a trabajadores cuyos derechos del sindicato demandante no tenía carecía de facultades para representarlos en juicio, y debido a que la sentencia solamente afecta a quienes válidamente han intervenido en el mismo, no pueden extender sus efectos a quienes no lo han hecho. Por todo lo anterior que solicita el recurrente se acoge presente recurso nulidad, se invalida sentencia y se dicte una de reemplazo en que se rechaza en todas sus partes la demanda. En forma subsidiaria la recurrente ha deducido también el recurso de nulidad por la causal del artículo 478 letra e) en relación al artículo 459 Nº 4 del Código del Trabajo. Lo fundamenta en que la última norma citada obliga al sentenciador a analizar toda la prueba rendida, los hechos que estime probados y el razonamiento que conduce a esa estimación. Entiende que de la sola lectura de la sentencia el juez llega al convencimiento de que las empresas demandadas constituyen una unidad económica, a pesar de no haber siquiera analizado toda la prueba rendida y derechamente desmerecer la prueba confesional, testimonial documental rendida por su representada, que es absurdamente pertinente, relevante, con este consistente en que se hubiese rechazado la demanda de autos. Entiende el recurrente que se aprecia claramente la omisión de la prueba rendida el acuerdo establece considerando 7º establece el juez que no reproducirá ritualmente la prueba instrumental presentada y transcribirá y ilegalmente lo dicho por las fuentes y las, justificando lo anterior con el descarté consiente se obedece a criterios del sobreabundancia pero dando preferencia a otros medios de prueba más confiables. Es decir el tribunal en forma completamente arbitraria e ilegal decide prescindir de toda aquella prueba que en su opinión y a juicio del mismo, sin expresar fundamentos, así lo considera sobre abundante, no confiable, indirecta e inútil para resolver el asunto controvertido con lo cual se vulnera la norma antes menciona. Entiende que de esta manera se ha producido un juzgamiento para seleccionar solamente aquellas pruebas que entiende el recurrente favorecerían a una de las partes. A modo de ejemplo indica que todos los documentos presentados indican que las empresas demandadas funcionan con una inmunidad legal, patrimonial, de forma de operación, de estructura de mando y administración totalmente diferente. Se presentan los balances los tres últimos años las respectivas empresas, los reglamentos internos y las actas de constitución de comités paritarios de cada una de ellas, los registros y libros de asistencia independientes y separados para cada empresa, las órdenes de servicio y respectivas facturas emitidas por las mismas a fin de pagar los servicios subcontratados entre unas y otras. Asimismo, además de los documentos acompañados se omite la declaración de los testigos Aguilar y Cárdenas que mencionaron que por un lado AIL desarrolla proyectos de minería y medioambiente mientras que AMCA en el desarrollo de gestión de los negocios de energía y procesos, y por último AMCHI no tiene actividades en el área de ingeniería, sino que realiza actividades de apoyo en la gestión de finanzas, recursos humanos, contabilidad y de apoyo legal de las otras dos empresas. Agrega que también se omitiera revisar las declaraciones. Entiende de esta manera es el recurrente que se ha incurrido en la causal de nulidad y también permite anular del fallo dictado una sentencia reemplazo en que se rechace la demanda interpuesta. Como segunda causal subsidiaria se plantea la del artículo 478 b), en relación al artículo 456 del Código del Trabajo. Ello por cuanto al realizar el juez un análisis parcial de la prueba rendida infringe manifiestamente las normas de la sana critica. Plantea el recurrente en la especie existe una manifiesta infracción a las normas de la sana crítica, por cuanto el sentenciador sostiene en el fundamento 9º que las sociedades de Chile tiene giros complementarios, constituyendo su actividad económica esencial la prestación de servicios de ingeniería para la gran minería, sin perjuicio de otros hacia la industria forestal, por la parte expone en el mimo fundamento tales sociedades disponen de un modelo de organización por unidades también complementario, en unidad de negocios. Y banqueros encuentran en evidente contradicción con lo también sostenido por el sentenciador en el sentido de que las sociedades Amec Cade tienen un giro amplio dedicado principalmente a la implementación y ejecución de proyectos de ingeniería, y por otro lado dice que las sociedades desarrollan en su orgánica interna lo que denominan unidades de negocio. La primera tiene las denominadas mineras y metales y tierra y medioambiente. Las sociedades Amec Cade disponen de la denominada energía y procesos. Entiende el recurrente que la causal invoca se funda en que las conclusiones de parte el sentenciador es producto de un análisis parcial de la prueba rendida en la, lo que infringe manifiestamente las normas de la sana crítica. En primer lugar el sentenciador concluye que la empresa tendría giros complementarios a pesar de reconocerse que los hechos los negocios y actividades a los cuales se dedican son distintos, y en segundo término porque se incurre en la contradicción al señalar por una parte las empresas Amec Cade estarían dedicadas a la implementación institución decretos de ingería, pero por otro lado, se reconoce que de la misma dependería únicamente la unidad de negocios de energía y proceso, mientras que de AIL estarían las unidades de minería y metales y la de tierra y medioambiente. Gran trascendencia más aún a partir de señala el sentenciador en cuanto a que la sociedad en Chile tiene giros complementarios, constituyendo su actividad económica esencial la prestación de servicios de ingeniería para la gran minería, cuando como hemos visto, las empresas .Amec Cade y Amchi tienen nada que ver con la especialidad de la minería de AIL. De lo anterior concluye el recurrente incisión y ser razonado el sentenciador conforme a las reglas de la sana crítica, y no han concluido lógicamente que las actividades realizadas por las diversas empresas así como las unidades de negocios o actividades a la se especializa no serían complementarias, sino que independientes entre sí, lo que hace que en definitiva que todas aquellas empresas con letra y totalmente independiente la una de la otra, desde el punto de vista jurídico y laboral. Indica que lo anterior se desprende además de la prueba documental aportada en el listado de 213 proyectos que mencionó el sindicato demandante sólo se acreditó las empresas participaban en conjunto en aproximadamente cuatro de ellos; y de acuerdo al detalle de clientes se evidencia que los de cada una de las empresas son totalmente absurdamente diversos, a lo que cabe agregar que los clientes de las empresas Amec Cade o Amca ni siquiera son en su mayoría empresas mineras; en el listado alfabético que indica el detalle de las últimas contrataciones realizadas por Amec Cade entre los años 2008 y 2011 se desvirtúa lo que señala la demandante de que las contrataciones de trabajadores serían realizadas única y exclusivamente por AIL, puesto que mediante ese documento, omitido la sentencia, se acredita que durante estos años estas empresas contrataron la misma o mayor cantidad de trabajadores; y finalmente todos los documentos que acreditan que las empresas Amec-Cade, AIL y Amchi funcionan con una individualidad legal, patrimonio, forma de operación, estructura de mando y administración totalmente diferentes, son los balances de los tres últimos años las empresas, los reglamentos internos, las actas de constitución de comités paritarios de cada una de ellas, las órdenes de servicio y respectivas facturas con las que se paga los servicios contratados entre unas y otras así como con terceros, los contratos de prestación de servicios entre las mismas empresas y también con otras diferentes, los certificados de los bancos agregando que tienen cuentas diferentes, la muestra aleatoria de los contratos de trabajo de los trabajadores, los registros civiles de asistencia separados y diferentes de cada empresa, los certificados emitidos por el encargado recurso humano señalando los beneficios existentes y que son diferentes unos de otras, las liquidaciones de remuneraciones y comprobantes de pago de cotizaciones de seguridad social, todo ello por mencionar sólo algunas de ellas las que fueron omitidas las pruebas analizadas por el juez y en forma arbitraria. Todo lo anterior entiende el recurrente son errores en que incurre el tribunal y que manifiestamente infringen la manera de cómo debe apreciarse la prueba puesto que las reglas a la clínica no están establecidas en forma facultativa por el sentenciador sino que lo obliga a valorarla de manera completa. No se aplica el sistema de libre convicción. Es por todo lo anterior que solicitó el recurrente que se anule el fallo en cuestión, acogiéndose esta manera el recurso planteado, y dictándose uno de reemplazo en el cual se rechace la demanda planteada en todas sus partes. 7° Que el abogado Rodolfo Fuenzalida Sanhueza en representación de Amec South America Limited deduce recurso de nulidad en contra la sentencia de 28 diciembre 2011 en virtud de la cual se dio lugar a la demanda de declaración de mera certeza de existencia de unidad económica empresarial, resolviendo que su representada pese a ser una sociedad extranjera de inversión, sin inicio de actividades, que no tiene trabajadores ni domicilio en Chile, forma parte de una inexistente unidad económica con el resto de las demandadas, y por lo tanto el sindicato demandante queda entonces facultado para afiliar, representar, en los procesos de devoción colectiva, a cualquier trabajador que actualmente un el futuro le preste servicios a su representada en Canadá, lugar en que se encuentra su domicilio. Fundamenta su recurso lo que dispone el artículo 477 del código trabajo, y ello en relación con lo que dispone el artículo 478 letras a), b) y e) del mimo cuerpo legal. La primera causal esgrimida, esto es la del artículo 478 letra a) del Código del Trabajo la fundamenta en que esta sentencia ha sido dictada por un juez incompetente puesto que su representada es una sociedad extranjera de inversión, que no tiene indicios de entidades en Chile, sino en Canadá, y que no tiene relación laboral con persona alguna, ni chilena ni extranjera, en nuestro país, tal como fue acreditado en el proceso, y que su única relación con Chile es ser dueña de parte de alguna de las sociedades demandadas en estos autos. Hace presente que la sociedad no tiene actividad en Chile, tampoco tiene contratado trabajadores para ella, razón por la cual es imposible que pueda participar proceso de negociación colectiva puesto que no tiene vínculo laboral dependencia con ningún trabajador. Su único vínculo es ser parte de la propiedad de otras empresas demandadas. La segunda causal de nulidad alegada es la contemplada en las letras b) y e) del artículo 478 del Código del Trabajo, la que hace consistir en la circunstancia de que la sentencia se dictó con omisión a los requisitos establecidos en el artículo 459 Nº 4 del código del trabajo, toda vez que resolvió rechazar la excepción de incompetencia sin analizar la prueba que le fue aportada y sin dar fundamento legal alguno. Tal como consto el proceso aportó copia impresa la consulta de la situación tributaria hecha a la página WEB del Servicio de Impuestos Internos, en la que se indica que Amec South América no tiene inicio de actividades en Chile, además de haberse acompañado un certificado con su respectiva producción en que consta que se trata de una sociedad canadiense con domicilio en ese país para efectos tributarios. También el mencionado servicio contestó un oficio enviado por el tribunal en que se indicó que tal sociedad no tiene inicio de actividades en Chile. Pese a lo anterior el tribunal de primer grado omitió pronunciamiento tanto de la incompetencia alegada como de las pruebas aportadas. Como tercera causal de nulidad reclama la recurrente que el tribunal ha hecho una declaración de una figura jurídica inexistente en nuestro derecho, cuál es la de unidad económica empresarial, con lo cual se ve infringiendo el artículo 477 y 478 letra e) en relación con el artículo 459 Nº 5 del código del trabajo. Ello se produce desde la sentencia declaró que el sindicato de empresas profesionales de Cade-Idepe y son los demandantes de autos, quedan facultados para afiliar y o representar en los procesos de negociación colectiva a cualquier trabajador que actualmente un el futuro le presta servicios a su representada, fundando lo que esta formaría parte de una unidad económica empresarial, constituían su conjunto por todas las sociedades demandadas, emana de un hecho en el sistema jurídico no contempla, puesto que no existe fuente legal que reconozca la existencia de la figura de la unidad económica empresarial, y por tanto, es ilegal sustentar una decisión judicial con los derechos y obligaciones que ello emana, en una invención jurídica, por la cual el tribunal se arroga facultades nativas que no tiene y que más aún son prohibidas. Plantea este recurrente que para que proceda la acción de mera certeza que se ha intentado, se requiere necesariamente la existencia acumulativa de los siguientes requisitos a) una norma jurídica y consagre el derecho que se pretende declarar; b) falta de claridad en el sentido y alcance de la norma jurídica; c) que la norma contemple expresamente la procedencia de la acción de mera certeza. Entiende que ningún los tres requisitos incurre en el caso y aún así el sentenciador hace una declaración de unidad económica empresarial, lo que constituye una abierta infracción a las leyes que regulan la materia. Lo anterior, de acuerdo plantea el recurrente, se debe que la sentencia erróneamente el artículo 507 del código del trabajo como única forma de justificar la improcedente declaración de existencia de unidad económica empresarial, puesto que la legislación laboral chilena no reconoce al concepto, y por tanto, los tribunales laborales al ser de derecho y especiales, no puede por intermedio de la sentencia definitiva extralimitarse en sus facultades, declarando situaciones jurídicas existentes con la sola finalidad de justificar sus decisiones, ello contraviene derechamente los estándares de certeza jurídica que se requieren en un estado de derecho. Más aún, en el presente caso el sentenciador ha forzado la interpretación de la citada norma incurriendo en una infracción que has influido sustancialmente lo dispositivo del fallo. Lo anterior se verifica desde el momento en el tribunal de primera instancia considere que la ley 19,759, que pretendía enmendar el artículo 3º del código del trabajo, habría introducido el artículo 507 del mismo cuerpo legal el cual reconoce y supone expresamente la existencia de sociedades diversas, en cualquiera de las formas que el derecho civil y mercantil permite, recogiendo un largo desarrollo doctrinal superado el absurdo, a estas alturas del desarrollo empresarial integrado globalmente, de identificar siempre a la persona jurídica con la realidad de la empresa. Dicho lo anterior, y con la intención de explicar lo son, el juez cita parcialmente el artículo 507 antes señalado tomando la parte que señala que el que utilice cualquier subterfugio, ocultando, disfrazando o alterando su individualización o patrimonio y que tengan como resultado eludir el cumplimiento de las obligaciones. Pero tal interpretación es equivocada puesto que mencionada norma no establece que los tribunales ordinarios del trabajo es de un facultados para declarar la existencia de una unidad económica empresarial, sino que sólo establece una tabulación de multas para quienes califiquen dentro de los supuestos que ese artículo desde. Para entender el sentido y alcance de tal norma hay que conocer a la íntegramente y no sólo una parte de la misma. Es por todo lo anterior que solicita se acoja el presente recurso nulidad, se invalida el fallo y se dicte una de reemplazo en que se rechaza la demanda. INADMISIBILIDAD. 8° Que en lo que dice relación con los recursos de nulidad interpuestos por Amec Americas Limited y Amec South America Limited, cabe señalar que su texto es casi idéntico. En ambos recursos se señalan como causal de nulidad la del artículo 477 del Código del Trabajo como también las causales del artículo 478 letras a), b y e) la última en relación a los artículos 459 Nº 4 y 5 del Código del Trabajo. Al desarrollarlas en el cuerpo del escrito indica que la primera causal de nulidad es la del artículo 478 a) del Código del Trabajo por haber sido dictada la sentencia por un tribunal incompetente; la segunda causal es la del artículo 478 e) en relación al artículo 459 Nº 4 y la tercera causal de nulidad es la del artículo 478 e) en relación al artículo 459 Nº 5 del Código del Trabajo. 9° Que los recursos de invalidación interpuestos son de carácter formal y de derecho estricto, razón por las cuales, con arreglo a lo dispuesto en los artículos 477 y siguientes del Código del Trabajo que lo regulan, en el escrito de interposición que los motiva, el recurrente debe cumplir con las siguientes exigencias legales: a) Indicar las garantías constitucionales o normas legales que se hubiesen infringido; b) Si el recurso se funda en distintas causales, indicar si éstas se invocan de manera conjunta o subsidiaria; c) Precisar el modo en que el o los vicios invocados han influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, ocasionando el consiguiente perjuicio a la parte recurrente; y finalmente, d) Debe contener las peticiones concretas que se someten a la decisión de esta Corte. 10° Que en la especie, los escritos de nulidad mencionados no cumplen con el requisito enunciado en la letra b) del motivo precedente, por cuanto no señala la forma en que se interponen las causales del artículo 478 del Código del Trabajo en relación a la primera causal enunciada, esto es, la del artículo 477 del mismo cuerpo legal, razón suficiente para rechazarlo, pues esta Corte no se encuentra en condiciones de determinar el sentido de la argumentación de la recurrente. 11° Que en efecto, el artículo 478 del Código Laboral, en su parte final y luego de describir taxativamente los motivos específicos de nulidad, establece “si el recurso se fundare en distintas causales, deberá señalarse si se invocan conjunta o subsidiariamente” requerimiento que al tenor del libelo, no ha sido cumplido, puesto que la recurrente en ninguna parte del mismo, señala o precisa la forma en que invoca las causales en las que funda su recurso, (salvo al referirse acerca de los dos últimos motivos de nulidad), omisión que en atención a la naturaleza del arbitrio en estudio no puede ser suplida ni menos subsanada en esta instancia, por carecer el tribunal de la facultad para privilegiar una causal en lugar de otra y suplir de esta forma la omisión que se constata. En razón de lo anteriormente razonado, corresponde declarar inadmisibles los mencionados recursos de nulidad. FONDO 12º Que en síntesis el recurso de nulidad interpuesto por Amec Chile Ingeniería y Construcción Ltda. ampliamente descrito en los fundamento 3º, es posible señalar que este se fundamenta en la infracción al artículo 477 del Código del Trabajo por cuanto la sentencia se ha dictado en infracción manifiesta principalmente del artículo 507 del mismo cuerpo legal y otras normas legales que invoca, y también ha vulnerado las normas sobre la apreciación de la prueba, lo que configuraría la causal del artículo 478 b) del código del trabajo y también la letra e) de la citada norma al no dictarse el fallo de acuerdo a la normativa formal que la ley señala. 13º Que en lo que se refiere a la causal de infracción de ley alegada, que se desarrolla en el fundamento 3º, cabe indicar que la causal de infracción de ley, está referida a la labor de juzgamiento del juez al aplicar la normativa vigente a un caso particular, lo que se manifiesta en su sentencia. Al realizar tal labor, el juez puede contravenir formalmente el texto de la ley; no aplicarla; hacer una aplicación que no corresponde; o efectuar una errónea interpretación y aplicación. Y existe la exigencia en la causal de nulidad invocada que el error de derecho cometido por el juez tenga una influencia sustancial en la decisión, con lo que debe existir una relación de causa a efecto entre el error cometido y la decisión adoptada por el sentenciador. 14º Que el sentenciador de primer grado luego de realizar una revisión de los elementos de prueba atingentes a la cuestión planteada, concluye que: a) Las empresas AMEC corresponden a un grupo de empresas con presencia mundial y tienen sociedades constituidas en Chile; b) En Chile, aquellas involucradas en este proceso, se constituyen como sociedades de responsabilidad limitada; c) Se identifica en todas ellas una confusión de altos directivos, quienes integran en diversas épocas los órganos de gobierno y control de unas y otras; d) Los gerentes generales reportan las sociedades controladoras en el extranjero (Londres o Vancouver); e) Samir Brikho es el jefe máximo corporativo mundial; está en Londres y viene a veces a Chile. Todos los altos directivos concurren a los encuentros con él; f) Las sociedades en Chile tienen giros complementarios, constituyendo su actividad económica esencial la prestación de servicios de ingeniería para la gran minería, sin perjuicio de otros de orientación hacia la industria forestal de la AMCA, la que se desarrolla en la ejecución sucesiva y paralela de un significativo número de proyectos; g) Los proyectos de ingeniería son ejecutados por la empresa AMCA y por AIL, quienes tienen el grueso de los trabajadores (Aproximadamente 300 la primera y 600 la segunda, en un número variable); h) AMCHI sirve a ambas mediante un outsourcing formal, pues es de propiedad de esta y una de las AMCA, en servicios de back office: finanzas, personal, asesoría legal, servicios administrativos, etc. de, manera exclusiva (en los hechos, son perjuicio de la posibilidad estatutaria de no ser así, a las demás empresas. Se ha reconocido en estrados por su defensa que no se hace control formal previsto en el artículo 183 del Código del Trabajo; i) AMCA subcontrata trabajadores de AIL y ésta lo hace otras veces, con los de AMCA; j) En la ejecución de los proyectos coinciden los trabajadores de todas ellas en el domicilio de las empresas AMCA, en la comuna de Ñuñoa, lugar donde también hay, a lo menos un empleado de AMCHI; k) Disponen de un modelo de organización por Unidades también complementario, en Unidades de Negocios; l) Tienen procesos estándar aplicados en el grupo mundial de control de procesos de trabajo (Convero, capacitaciones, régimen de recopilación de información sobre intereses y expectativas laborales) m) se vacunan todos juntos. 15º Que una vez establecidos los hechos el juez realiza un análisis de las normas de derecho que le son aplicables al caso como también referencia a la jurisprudencia existente al efecto. Para ello hace un extenso análisis en el fundamento 10, para luego en los fundamentos 11 a 13 razona de que manera el derecho analizado se aplica a los hechos que se han dado por establecidos en la causa. 16º Que del análisis de los hechos y del derecho, concluye el sentenciador que las empresas AMEC son una unidad económica, dando lugar de esta manera a las pretensiones del sindicato demandante. 17º Que el razonamiento efectuado por el tribunal y las conclusiones fácticas a que arribó la sentenciadora, a la luz de los elementos del juicio, aparece correcto y acertado. En efecto, esta Corte, consciente del impulso económico y expansión de las empresas, advierte la interrelación existente entre diversas compañías, que por las características de tales vinculaciones y para efectos de certeza jurídica laboral, en definitiva resulta contener elementos comunes que permiten catalogarlas como una unidad económica, concepto doctrinal y jurisprudencial arraigado en el Derecho Laboral chileno, conforme al desarrollo mercantil referido. 18º Que, el recurrente en su recurso, lo que realiza constituye es una crítica a las conclusiones fácticas a que arribó el sentenciador, unido a un análisis propio de los antecedentes del juicio, que lo llevan a concluir la existencia de las infracciones legales y constitucionales denunciadas. A lo anterior cabe señalar que el recurso de nulidad es uno de derecho estricto, y en este caso deben respectarse los supuestos facticos establecidos en el juicio. El recurso esta desarrollado en la base de la divergencia que el recurrente advierte en la interpretación realizada por el juez y aquella que ella sustenta. 19º Que finalmente sobre este punto, huelga señalar que la circunstancia que el recurrente disienta de la justificación que de las normas invocadas efectúa la sentenciadora, no puede constituir la causal de nulidad del artículo 477 del Código del Trabajo que se invoca. En efecto, el que el recurrente no comparta el razonamiento jurídico de la jueza, pretenda uno nuevo y se limite a confrontar su sentir frente a la del tribunal indica que el arbitrio no puede prosperar, más aún cuando el soporte que lo cimenta va contra los hechos establecidos. 20º Que de esta manera, el razonamiento de la sentenciadora al subsumir los hechos establecidos en las normas que ha aplicado, fue el producto de un proceso intelectual el que si bien no es compartido por el recurrente no cabe dudas que fue serio y particularmente fundado, motivo por el cual se desechará el recurso de nulidad por no concurrir en la especie el vicio denunciado. 21º Que subsidiariamente el recurrente ha deducido recurso de nulidad fundado en la causal del artículo 478 letras b) y e) del Código del Trabajo por cuanto estima que la sentencia se dicto con manifiesta infracción a las normas sobre apreciación de la prueba de acuerdo a las reglas de la sana critica; y en segundo lugar en cuanto la se dictó con omisión a los requisitos del artículo 459, 495 o 501 inciso final del cuerpo legal citado. 22º Que de acuerdo al orden que expone el recurrente en su escrito las causales de nulidad se analiza primeramente la del artículo 478 letra e) del Código del Trabajo en relación a como lo desarrolla con el artículo 459 Nº 4 del señalado código. Plantea en síntesis que no se respeta la exigencia del análisis de toda la prueba rendida y desmerece la prueba confesional, testimonial y documental rendida, lo que especialmente se presenta al momento en que el juez declara que no reproducirá ritualmente la prueba instrumental ni la transcribirá, salvo que sea el necesario para el razonamiento de la sentencia. A este respecto cabe señalar que la norma legal citada exige, entre otros requisitos, que la sentencia contenga el análisis de toda la prueba rendida, los hechos que estime probados y el razonamiento que conduce a esta estimación. Una cosa es transcribir toda la prueba, que es lo que el recurrente echa de menos, y otra es hacerse cargo de ella analizándola. La normativa vigente lo que exige es que sea posible seguir claramente cuál es el razonamiento del juez, que este se pueda reproducir. En el presente caso de la lectura de la sentencia se puede apreciar que el juez se hace cargo de la prueba, la cita y analiza, y de ella extrae las consideraciones que le sirven de base para dar por establecidos los hechos que servirán de base a la aplicación del derecho. Hace un análisis de las probanzas que se le han presentado. La circunstancia que el juez expresamente señale que no transcribirá toda la prueba, no quiere decir con ello que prescindirá de ella, como deja entrever el recurrente, o que solamente utilizará aquella que le permita llegar a una conclusión adquirida de antemano, como también indirectamente lo plantea. Ello no es más que declarar cual es la manera de cómo estructurará su sentencia, sin perjuicio de lo más que extenso que será transcribir la abundante y extensa rendida. 23º Que también como causal subsidiaria el recurrente deduce la del artículo 478 letra b) del Código del Trabajo, la que fundamenta principalmente en que en el caso de autos se ha hecho un análisis parcial de la prueba rendida, con lo que se infringe manifiestamente las reglas de la sana critica. A este respecto cabe señalar que en lo que dice relación al reclamo de que el juez ha hecho0 un análisis parcial de la prueba, no hace el recurrente ninguna mención a cuales serian las probanzas omitidas. Sólo se hace una mención genérica a ello al señalar que la prueba rendida permite arribar a una conclusión diferente, pero no dice a cual de todas aquellas aportadas se refiere. De esta manera cabe rechazar esta parte de sus alegaciones. El segundo motivo dentro de la misma causal es que con lo anterior se vulneran las normas de la sana crítica. Al realizar una lectura del recurso se advierte que al recurrente lo que le causa agravio es que el sentenciador llegue a una conclusión diversa a la que analiza el litigante. Hace un extenso análisis de parte de su prueba y estima que no es posible llegar a una conclusión distinta a la que él plantea. Lo anterior no constituye ninguna infracción a las reglas de la sana critica, puesto que no se está atentando contra los principios de la lógica, los científicamente afianzados ni las reglas de la experiencia. El que el sentenciador llegue a una conclusión distinta a la que estima el recurrente no es otra cosa que hacer el juez uso de de sus facultades jurisdiccionales, para las que está perfectamente dotado por mandato legal. 24º Que respecto del recurso de nulidad interpuesto en representación de las sociedades Amec Cade Servicios de Ingeniería Ltda. y Amec Cade Ingeniería y Desarrollo de Proyectos Limitada, este se funda en la causal del artículo 477 del Código del Trabajo el que está ampliamente expuesto en el fundamento 4º de este fallo y que en síntesis particularmente lo dirige por no haberse aplicado correctamente lo que establece el artículo 3 del Código del Trabajo como el artículo 507 del mismo cuerpo legal. 25º Que los fundamentos en que se basa este recurso de nulidad son básicamente los mismos que se han analizado precedentemente, por lo que para no repetirlos estos sentenciadores hacen referencia a los considerandos 13 a 20 de este fallo, lo que se dan por expresamente reproducidos, lo que hacen llegar a la misma conclusión anterior, de rechazo del recurso planteado. 26º Que Amec International Ingeniería y Construcción Ltda. dedujo también recurso de nulidad en contra de la sentencia de primera instancia y lo hace en forma principal por la causal del artículo 477 del Código del Trabajo al estimar, en síntesis, que ha existido una infracción de derecho que influye sustancialmente en lo dispositivo del fallo, en lo que se refiere principalmente a lo que disponen los artículos 3 y 507 del Código del Trabajo. En forma subsidiaria plantea su recurso por las causales del artículo 478 letra e) y b) del Código del Trabajo, esto es por haber el tribunal llegado a una conclusión sin haber analizado toda la prueba rendida y en segundo lugar por haber una evidente infracción a la apreciación de a la prueba por intermedio de las reglas de la sana critica, ello al arribar a una conclusión con un análisis parcial de la prueba rendida. 27º Que el recurso planteado, con distintas palabras, plantea los mismos argumentos que el recurso analizado en primer lugar en esta sentencia, se tal manera que para no repetir los mismo fundamentos, estos sentenciadores se remiren a lo analizado en los considerandos 13º a 20º para la causal del artículo 477 del Código del Trabajo y a los fundamentos 21º a 25º para las causales del artículo 478 del mismo cuerpo legal. 28º Que en atención a lo expuesto en los fundamentos precedentes corresponde el rechazo de los recursos de nulidad deducidos en autos. Por estas consideraciones y de acuerdo con lo dispuesto en los artículos 477 478 y 482 del Código del Trabajo se decide: a) Se declaran inadmisibles los recursos de nulidad deducidos por Amec Americas Limited y Amec South America Limited, deducidos en contra de la sentencia de veintiocho de diciembre de dos mil once, dictada por el por el Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, en la causa O-1601-2011; b) Se rechazan los recursos de nulidad interpuestos por Amec Chile Ingeniería y Construcción Ltda.; Amec Cade Servicios de Ingeniería Ltda.; Amec Cade Ingeniería y Desarrollo de Proyectos Limitada.; y Amec International Ingeniería y Construcción Ltda. Regístrese, comuníquese y archívese. Nº 137-2012 Redacción del ministro Sr. Jorge Dahm Dictada por los ministros Sr. Jorge Dahm Oyarzún, Sra. Dobra Lusic Nadal y abogado integrante Sr. Patricio González Marín. Autorizado por el (la) ministro de fe de esta Corte de Apelaciones. En Santiago, a seis de diciembre de dos mil trece, notifique en secretaría por el estado diario la resolución precedente.