sentencia de 6 de Diciembre de 2013, Rol N° 137-2012

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Santiago, seis de diciembre de dos mil trece.
Oídos los intervinientes y teniendo presente:
1º Que el Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, en
la causa O-1601-2011 dictó sentencia el 28 de diciembre de 2013
mediante la cual, resolviendo un petición de mera certeza concluyó que
existe una unidad económica empresarial de las empresas recurrentes de
nulidad Amec Chile Ingeniería y Construcción Ltda., Amec International
Ingeniería y Construcción Limitada, Amec Cade Servicios de Ingeniería
Limitada, Amec Cade Ingeniería y Desarrollo de Proyectos Limitada,
Amec Soth America o Agra Energy Services y Amec Americas Limited,
y en consecuencia el sindicato de Empresa de Profesionales de CADEIDEPE queda facultado para afiliar a cualquier trabajador que preste
servicios actualmente o en el futuro para alguna de las empresas
mencionadas y representar a cualquier trabajador afiliado a cualquiera de
la antes mencionadas empresas.
2º Que en contra de la mencionada sentencia se han deducidos
recursos de nulidad que se mencionan a continuación.
3º Que la demandada Amec Chile Ingeniería y Construcción Ltda.,
fundamenta su recurso de conformidad con lo señalado en el artículo 477
del Código del Trabajo, puesto que estima que la sentencia recurrida
contiene una serie de errores de derecho que influyen en lo dispositivo
del fallo y que le causan un agravio solamente reparable con la anulación
de la sentencia mediante el recurso deducido.
Plantea que las normas infringidas por la sentencia son el artículo
507 del Código del Trabajo, en relación con el artículo 3 del mismo
cuerpo legal, artículo 3 del Código Civil, artículos 6, 7, 19 N° 16, 19 N°
19 y 19 N° 24 de la Constitución Política de la República; y artículos 456
y 459 N° 4; 212, 216, 220 N° 2 y 4; 303, 306, 315, 334, y 334 Bis B, del
Código del Trabajo.
En forma subsidiaria a la causal de nulidad invocada, interpone el
recurso por las causales señaladas en el artículo 478 letras b), y e) del
Código del Trabajo. Pide se rechace la demanda en todas sus partes, todo
ello en consideración con los argumentos planteados.
4º Que la primera causal de nulidad esgrimida como principal es la
del artículo 477 del Código del Trabajo por haber sido dictada la
sentencia con infracción de ley que influye en lo dispositivo del fallo.
Ello por cuanto ha existido infracción del artículo 507 del Código del
Trabajo, en relación con los artículos 3, 212, 216, 220 Nº 2 y 4, 303, 306,
315, 334 Y 334 Bis B del mismo Código, artículos 6, 7 y 19 N° 16,19 y
24 de la Constitución Política de la República, artículo 4 del Código
Orgánico de Tribunales, y Artículo 3 del Código Civil.
La infracción al artículo 507 del Código del Trabajo, en relación
con el artículo 3 del mismo cuerpo legal, estima que se produce por
cuanto la sentencia crea e inventa sanciones y/o consecuencias jurídicas
no previstas en dicha norma para el ilícito laboral del subterfugio y lo da
por configurado sin atención a la conducta típica establecida en la norma.
Señala que el Tribunal a quo resuelve que las empresas
demandadas constituyen una "unidad económica que ha incurrido en
subterfugios previstos en el inciso segundo del artículo 507 del Código
del Trabajo" y que, en consecuencia, "el sindicato demandante queda
facultado para: a) Afiliar a cualquier trabajador que preste servicios
actualmente, o en el futuro, para alguna de las empresas demandadas; b)
Representar a cualquier trabajador en calidad de afiliado o adherente que
mantenga relación laboral vigente con cualquiera de las empresas
demandadas, al momento de encontrarse su organización sindical en un
proceso de negociación colectiva."
Conforme lo señala la sentencia recurrida, la norma del artículo
507 del Código del Trabajo que establece como ilícito laboral el
establecimiento de razones sociales distintas que impliquen para los
trabajadores disminución o pérdidas de derechos laborales individuales o
colectivos, al constituir "un límite normativo objetivo para la
descentralización productiva", contemplaría la posibilidad de declarar la
existencia de una unidad económica empresarial; ello, por cierto, no
obstante que los autores citados en la propia sentencia reconozcan la
debilidad de nuestra legislación y la ausencia de norma expresa.
Entiende que lo anterior constituye una infracción manifiesta al
tenor literal del artículo 507 precitado, en relación con el artículo 3 del
mismo cuerpo legal, toda vez que la norma que sirve de sustento para la
resolución dispone en forma expresa y excluyente una sanción y
consecuencia diversa a la aplicada el tribunal para la ocurrencia del
pretendido subterfugio, con una multa a beneficio fiscal y la
responsabilidad del empleador directo en el pago de las obligaciones
laborales.
Hace ver que el artículo 3 del Código del Trabajo, en sus incisos
segundo y tercero señala que “Para los efectos de la legislación laboral y
de seguridad social, se entiende por empresa toda organización de medios
personales, materiales e inmateriales, ordenados bajo una dirección, para
el logro de fines económicos, sociales, culturales o benéficos, dotada de
una individualidad legal determinada. Las infracciones a las normas que
regulan las entidades a que se refiere este artículo se sancionarán de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 507 de este Código.".
A su vez, argumenta que, el artículo 507 del Código del Trabajo,
en sus incisos segundo y siguientes, dispone que “El que utilice cualquier
subterfugio, ocultando, disfrazando o alterando su individualización o
patrimonio y que tenga como resultado eludir el cumplimiento de las
obligaciones laborales y previsionales que establece la ley o la
convención, será sancionado con una multa a beneficio fiscal de 10 a 150
unidades tributarias mensuales, aumentándose en media unidad tributarla
mensual por cada trabajador afectado por la infracción, cuyo
conocimiento corresponderá a los Juzgados de Letras del Trabajo, con
sujeción a las normas establecidas en el Título I de este Libro.
Plantea que de esta manera quedan comprendidos dentro del
concepto de subterfugio, a que se refiere el inciso anterior, cualquier
alteración realizada a través del establecimiento de razones sociales
distintas, la creación de identidades legales, la división de la empresa, u
otras que signifiquen para los trabajadores disminución o pérdida de
derechos laborales individuales o colectivos, en especial entre los
primeros las gratificaciones o las indemnizaciones por años de servicios
y entre los segundos el derecho a sindicalización o a negociar
colectivamente. El empleador quedará obligado al pago de todas las
prestaciones laborales que correspondieren a los trabajadores quienes
podrán demandarlas, en juicio ordinario del trabajo, junto con la acción
judicial que interpongan para hacer efectiva la responsabilidad a que se
refiere el inciso segundo."
Entiende el recurrente que como se puede apreciar del tenor literal
de las normas citadas, nuestro legislador ha tipificado como ilícito el
subterfugio laboral, entendiéndose por tal cualquier alteración realizada a
través del establecimiento de razones sociales distintas, la creación de
identidades legales, la división de la empresa, u otras que signifiquen
para los trabajadores disminución o pérdida de derechos laborales
individuales o colectivos; contemplando para su ocurrencia una sanción
expresa y específica, cual es, una multa a beneficio fiscal (10 a 150
UTM, aumentada en media UTM por cada trabajador afectado por la
infracción) y la responsabilidad directa del empleador efectivo respecto
del PAGO de todas las obligaciones laborales que correspondieren a los
trabajadores. En complemento a lo anterior, dispone que el pago de los
derechos laborales a que queda obligado el empleador debe hacerse
efectivo a través un juicio ordinario en el cual, además, se haga efectiva
la multa correspondiente.
Plantea que el referido artículo, a diferencia de lo pretendido por el
tribunal a quo, no establece como sanción -ni siquiera indirectamenteuna recalificación del concepto de empresa que prescinda de la
individualidad. Dicha disposición, tampoco establece como sanción o
consecuencia jurídica para la ocurrencia de un subterfugio laboral, la
pretendida figura y consecuencias de la "unidad económica empresarial"
que el Juez A Quo concluye existiría en la especie; figura que, por lo
demás, no tiene reconocimiento alguno en nuestra legislación laboral,
según se desprende de la propia sentencia recurrida, en la cual el
Tribunal, recurre a la cita de una serie de autores que bien tratan de
materias ajenas a nuestra legislación por ser extranjeros, o bien, siendo
nacionales, reconocen en forma expresa -según cita la propia sentenciala debilidad de nuestra legislación y la ausencia de norma que resuelva la
actual estructura societaria que en los últimos años se da en materia
laboral.
Ante la constatación de la supuesta dirección o interés común de
las demandadas, el Tribunal podría haber señalado que todas las
empresas constituían una sola empresa para efectos laborales, sin
embargo no lo hizo ni podía hacerlo. Ello, debido a que (a) el Sindicato
demandante no solicitó en su demanda que las empresas demandadas
fueran declaradas una sola empresa para efectos laborales; (b) el artículo
507 del Código del Trabajo no lo contempla de forma alguna; y (c) el
texto del artículo 3 del mismo cuerpo legal lo impide expresamente al
limitar el concepto de empresa a la existencia de una individualidad legal
determinada.
A este respecto, se debe tener presente que lo establecido en el
artículo 507 del Código del Trabajo para castigar el subterfugio laboral
constituye una sanción de derecho estricto que, en virtud del principio de
legalidad v las normas constitucionales sobre la materia, no puede ser
eludida ni cambiada por el Tribunal. En efecto, conforme a lo dispuesto
por el artículo 6 de la Constitución Política de la República, el Tribunal
no puede inventar sanciones, crear nuevas instituciones laborales y
atribuirles consecuencias jurídicas no previstas en la ley.
Además, la sentencia recurrida infringe lo dispuesto en el artículo
507 del Código del Trabajo, al tener por configurado el ilícito laboral
subterfugio sin establecer las conductas típicas que lo configuran (cuales
son la alteración de la individualidad o patrimonio), las obligaciones
laborales o previsionales eludidas, ni cuál sería la verdadera empresa o
empleador y cuáles serían las ficticias.
A este respecto, se debe destacar que la existencia de empresas
relacionadas no puede, ni en los hechos ni en el derecho, implicar en sí
mismo un subterfugio laboral, como erradamente lo pretende la sentencia
recurrida. En nuestro ordenamiento, no existe obligación legal de
fusionar una o más empresas en caso de compra o adquisición por parte
de otra - como sucede en la especie, según se evidencia de lo constatado
por el propio sentenciador - y, por lo mismo, la mantención de sus
individualidades legales y sus operaciones no constituye en sí mismo un
ilícito laboral o subterfugio.
En tal orden de ideas, la sentencia recurrida al declarar que en la
especie existiría un subterfugio laboral y que las empresas demandadas
constituyen una "unidad económica empresarial", permitiendo al
sindicato demandante afiliar a trabajadores actuales y futuros de todas las
demandadas y facultarlo para negociar colectivamente con todas las
demandadas, ha infringido manifiestamente el artículo 507 del Código
del Trabajo, en relación con el artículo 3 del mismo cuerpo legal y el
principio de legalidad contemplado en el artículo 6 de la Constitución
Política de la República; toda vez que crea e inventa sanciones o
consecuencias jurídicas diversas a aquellas expresamente contempladas
en la norma para la ocurrencia del ilícito laboral del subterfugio; ello,
además, sin establecer en forma concreta quién sería el empleador
efectivo ni los elementos de la conducta típica regulada en el artículo 507
del Código del Trabajo.
El concepto de "unidad económica empresarial" establecido por la
sentencia recurrida, no está previsto ni contemplado en la ley laboral,
como tampoco se encuentran contempladas en la misma las
consecuencias jurídicas que inventa el juez y la cuales se traducen en la
creación de una suerte de "sindicato de unidad económica" y la
posibilidad de una "negociación colectiva ínter unidad económica".
Con ello, la sentencia recurrida vulnera, además, el mandato
constitucional contenido en el artículo 19 N° 19 que reconoce el "El
derecho de sindicarse en ¡os casos y forma que señale la ley" -y no el
juez- al crear de forma más que ingeniosa la afiliación sindical en
supuestos ajenos y diversos a los contemplados en nuestra legislación.
También hay infracción al artículo 19 N° 24 de la Constitución Política
de la República, incurriendo en vulneración manifiesta del derecho de
propiedad de las demandadas al privarles de los atributos y facultades
inherentes al dominio con la creación artificial y extralegal de la figura
"unidad económica empresarial".
Atendido a que la figura que establece la sentencia no se encuentra
contemplada en norma legal alguna, no es de extrañar que el sentenciador
de primer grado olvide incluir en la sentencia los nuevos capítulos del
Código Laboral que regulen cómo, cuándo y de qué forma deberían
negociar colectivamente las "unidades económicas", como asimismo,
cómo se conformarían y qué derechos tendrían los sindicatos de
"unidades económicas". Ello, evidencia la inconsistencia de la sentencia
y la imposibilidad material y legal de que la misma subsista en el tiempo,
toda vez que ésta es irreconciliable e impracticable con el ordenamiento
jurídico existente.
Infracción al artículo 212 del Código del Trabajo sobre el derecho
a sindicalización "conforme a la ley", artículo 216 del mismo Código
sobre tipos de organizaciones sindicales reconocidas por ley, y a las
normas sobre negociación colectiva a nivel de empresa (artículos 303,
306, 315, 334, y 334 Bis B, del Código del Trabajo).
Cuando la sentencia recurrida inventa y establece este concepto
extralegal de "unidad económica" y lo vincula al sindicato demandante
señalando que (i) éste puede afiliar empleados de cualquiera de las
empresas que la sentencia determina que integran la "unidad económica"
y (ii) que éste puede negociar colectivamente con esta "unidad
económica" (que no tiene personalidad jurídica ni patrimonio propio),
está creando por la vía judicial una organización sindical no reconocida
ni regulada por la ley, atribuyéndoles derechos, prerrogativas y
obligaciones correlativas para esta unidad económica, que tampoco existe
en derecho.
Al obrar de esta manera, la sentencia recurrida viola el artículo 212
del Código del Trabajo en cuanto éste dispone que el derecho a crear
organizaciones sindicales debe "sujetarse a la ley y a los estatutos de las
mismas". Es evidente que el "sindicato de unidad económica" no está
reconocido por la ley, y ello se evidencia no sólo porque la ley no lo
contempla, sino que, además, debido a quo la ley tampoco contempla la
existencia de las unidades económicas pretendidas por la sentencia.
Consecuente con lo anterior, la sentencia vulnera y pretende
modificar - en su intento de colegislador - el artículo 216 del mismo
cuerpo legal, al crear un nuevo tipo de organización sindical, cual es, el
"sindicato de unidad económica"; cuestión que se encuentra vedado
constitucionalmente al juez.
Consistentemente con lo anterior, el artículo 334 Bis B del mismo
cuerpo legal dispone que "5/ los empleadores a quienes se presentó el
provecto de contrato colectivo, manifiestan su intención de negociar en
forma conjunta, dentro del plazo establecido en el inciso primero del
artículo anterior, deberán integrar una comisión negociadora común,..."
El tenor literal de los preceptos citados, revela lo ya dicho en los
puntos anteriores en el sentido que la sentencia recurrida no sólo viola
normas legales y constitucionales individuales sino que es un flagrante
atentado al orden público jurídico laboral y al estado de derecho: de
modo tal que su existencia es irreconciliable con el ordenamiento jurídico
laboral existente hoy en día en nuestro país.
Lo mismo ocurre con la norma del artículo 315 y las demás
disposiciones del Libro IV, Título II del Código del Trabajo que han sido
diseñadas para regular la negociación colectiva obligatoria a nivel de
empresa. El "efecto dominó" del fallo recurrido sobre el ordenamiento
jurídico laboral positivo es casi infinito.
En este mismo sentido, cuando la sentencia recurrida obliga a las
demandadas -por la vía de la unidad económica- a negociar
colectivamente en forma conjunta, viola también la parte final del
artículo 306 del Código del Trabajo, que dispone que no son materia de
negociación colectiva "... aquellas ajenas a la empresa".
Infracción al artículo 220 N° 2 y 4 del Código del Trabajo, en
relación con el artículo 3 del Código Civil, incurriendo en vulneración
manifiesta de las normas sobre legitimación activa y efecto relativo de la
sentencia, al extender la sentencia sus efectos a terceros que no han sido
válidamente representados en juicio y que no son parte alguna del
mismo.
Finalmente, la sentencia recurrida al resolver como lo hizo y
otorgar efectos a su resolución respecto de trabajadores cuyos derechos el
sindicato demandante no tenía la facultad de representar en juicio según
expresamente fuera reconocido al acogerse la excepción de falta de
legitimación activa en el acápite II, letra B, de la sentencia infringe lo
dispuesto en el artículo 220 N° 2 y 4 del Código del Trabajo que regula
expresamente la extensión de la representación sindical de los miembros
de un sindicato, y lo dispuesto en el artículo 3 del Código Civil que
establece que las sentencias sólo pueden tener efecto o fuerza obligatoria
respecto de las causas en que se pronuncian, siendo las únicas
excepciones las sentencias relativas a la filiación de una persona y
aquella que determina la calidad de heredero; que no es el caso de autos.
Así, la sentencia de primer grado al extender sus efectos respecto
de terceros ajenos al juicio - los cuales incluso ven perjudicada su
libertad sindical con la resolución impugnada - infringe lo dispuesto en el
artículo 3 precitado y las normas sobre legitimación en juicio, las cuales,
de haber sido aplicadas correctamente, debieron necesariamente haber
llevado al rechazo de la demanda, ya que al carecer el sindicato de un
elemento de la acción no procede conceder el amparo jurídico en los
términos solicitados en la demanda.
Influencia en lo dispositivo del fallo.
De haberse aplicado correctamente la disposición legal del artículo
507 del Código del Trabajo, en relación con los artículos 3, 212, 216, 220
N° 2 y 4, 303, 306, 315, 334 y 334 Bis B del mismo cuerpo legal,
artículos 6, 7 y 19 números 16, 19 y 24 de la Constitución Política de la
República, y artículo 4 del Código Orgánico de Tribunales, la sentencia
no podría haber declarado y resuelto que mi representada y las demás
demandadas constituyen una "unidad económica que ha incurrido en
subterfugios previstos en el inciso segundo del artículo 507 del Código
del Trabajo" y que, por ello, "el sindicato demandante queda facultado
para: a) Afiliar a cualquier trabajador que preste servicios actualmente, o
en el futuro, para alguna de las empresas demandadas; b) Representar a
cualquier trabajador en calidad de afiliado o adherente que mantenga
relación laboral vigente con cualquiera de las empresas demandadas, al
momento de encontrarse su organización sindical en un proceso de
negociación colectiva". Ello, toda vez que el artículo 507 del Código del
Trabajo establece - en armonía con las demás normas citadas -una
sanción y consecuencias jurídicas concretas, específicas y diversas de las
señaladas por la sentencia recurrida para la ocurrencia del ilícito laboral
constitutivo del subterfugio, cuales son: una multa a beneficio fiscal (10 a
150 UTM).
En consecuencia, tal como lo señala la sentencia en el apartado II,
letra B, al Sindicato,
aumentada en media UTM por cada trabajador afectado por la infracción)
y la responsabilidad directa del empleador efectivo respecto del PAGO
de todas las obligaciones laborales que correspondieren a los
trabajadores; ambas sanciones que deben hacerse efectivas por los
trabajadores dentro del marco de un juicio ordinario.
De haberse ajustado la sentencia de primer grado al tenor de la
norma del artículo 507 del Código del Trabajo en relación con el artículo
3 del mismo cuerpo legal, haber respetado el principio de legalidad
(artículos 6 y 7 de la Constitución Política de la República), las garantías
constitucionales del artículo 19 N° 16, 19 y 24 y las normas sobre
afiliación y constitución sindical y negociación colectiva (artículos 212,
216, 303, 306, 315, 334 y 334 Bis B, del Código del Trabajo), y de no
haberse excedido el Tribunal de las facultades que expresamente le
confiere la ley (artículo 4 del Código Orgánico de Tribunales); debería
haber rechazado la solicitud del sindicato demandante en orden a declarar
a todas las empresas demandadas una unidad económica empresaria, por
no existir en nuestro derecho norma alguna que establezca dicha figura y,
en el evento de estimarse que en la especie efectivamente había un
subterfugio laboral, debió haber aplicado las sanciones expresamente
reguladas para tal efecto y no, como lo hizo, haber creado en forma adhoc y carente de todo fundamento legal; una sanción y consecuencias
jurídicas inexistentes y contrarias a derecho.
Asimismo, incluso en el evento de que el artículo 507 del Código
del Trabajo estableciere efectivamente la figura de la "unidad económica
empresarial" pretendida por la sentencia (que reiteramos, no es el caso),
de haber aplicado el sentenciador de primer grado correctamente el
mandato legal contenido en los artículos 220 N° 2 y 4 del Código del
Trabajo y 3 del Código Civil, tampoco podría haber resuelto extender las
consecuencias de la figura creada por el sentenciador a terceros ajenos a
autos y cuyos derechos no sólo no han sido representados en juicio, sino
que, además se ven claramente perjudicados por la sentencia recurrida al
dejarlos Impedidos de negociar colectivamente en forma inmediata. Lo
anterior, debido a que, conforme al efecto relativo de las sentencias
contenido en el artículo 3 del Código Civil, las sentencias sólo producen
efectos entre las partes que son parte del proceso, no siendo aplicables,
oponibles ni vinculantes a terceros que no tengan la calidad de parte en el
mismo.
Por lo anterior, de haberse aplicado correctamente las disposiciones
legales infringidas y en análisis, el Tribunal necesariamente debería
haber rechazado la demanda de autos.
4° Que el abogado Eduardo Vásquez Silva en representación de las
sociedades Amec Cade Servicios de Ingeniería Ltda. y Amec Cade
Ingeniería y Desarrollo de Proyectos Limitada, deduce recurso de nulidad
en contra de la sentencia de 28 de diciembre de 2011, por haber esta
incurrido en errores de derecho, lo que de acuerdo al artículo 477 en
relación al artículo 479 del Código del Trabajo hace posible este recurso,
dado que el error que se reclama ha influido en lo dispositivo del fallo lo
que hace que influya sustancialmente en el mismo. En el presente caso
el sentenciador de primer grado ha realizado una contravención formal de
la ley, desde que prescindió del mandato impuesto en los artículos 3,
2126, 334 y 507 del Código del Trabajo y 1437 y 1511 del Código Civil.
Señala en primer lugar que el sentenciador no aplicó el artículo 3
del Código del Trabajo que exige respecto de una empresa la existencia
de una individualidad legal determinada por lo que no puede estimarse
que dos o más empresas con identidades legales claramente
diferenciadas, sean consideradas una misma entidad para efectos
laborales. Indica que el sentenciador, al plantear en el considerando 10.1
que a su juicio existe una norma que le permite soslayar la definición de
empresa que establece la norma mencionada, cuál sería el artículo 507
del mismo código, señalando que esta se introdujo para desvincular la
realidad empresarial de la ficción de la persona jurídica.
Plantea que de esta manera el sentenciador entiende que del
artículo 507 del Código del Trabajo es el que regula la situación de autos,
y lo hace de una manera tal, que erróneamente lo interpreta, tal como el
artículo 3 del Código del Trabajo, de una manera equivocada. Ello por
cuanto el artículo 507 mencionado no permite desatender el concepto de
empresa establecido en el artículo 3 del mismo código. Ello queda claro
en la historia del establecimiento de la ley, cuando en la discusión de la
ley 19.759 que introdujo la norma del artículo 507 del Código del
Trabajo, rechazó ampliar expresamente el concepto de empresas y
desligarlo de la identidad legal determinada.
Al mismo tiempo,
menciona el recurrente, que el sentenciador olvidó que la ley 19.759 que
ha invocado, y que reguló la negociación colectiva con sindicatos
interempresa, siendo esta la única manera de negociación en esta
situación.
En segundo lugar plantea el recurrente que en la aplicación del
artículo 507 del Código del Trabajo, se comete una nueva infracción al
declarar que existe un subterfugio, sin que previamente acreditado dolo o
mala fe de parte de las demandadas. A este respecto el sentenciador dice
que se trataría de un ilícito de resultado, bastando la lesión a los derechos
del trabajador, sin importar la intencionalidad o dolo del empleador, lo
que contraviene la interpretación que reiteradamente ha sustentado la
Excma. Corte Suprema que el subterfugio requiere de dolo o
intencionalidad para eludir sus obligaciones laborales.
Platea el
recurrente que de esta manera se ha producido una abierta infracción a la
norma del artículo 507 del Código del Trabajo, fallado en contra de ella,
al no establecer previamente la existencia de un subterfugio o dolo con
intencionalidad de perjudicar a los trabajadores.
En tercer lugar el recurrente entiende que ha existido una
infracción de ley al declarar la existencia de un subterfugio sin precisar
en qué habría este consistido, la época en que habría ocurrido y cual o
cuales serian las empresas que
incurrieron en el mismo.
La única
mención que ser hace es al momento que el sentenciador declara en su
fallo que este se configuraría al constatar antecedentes facticos tales
como la división o modificación de razones sociales, pero en ninguna
parte en la sentencia se dice cuales serian tales modificaciones o
divisiones sociales.
En cuarto lugar plantea la recurrente que ha habido infracción de
ley al contravenirse el texto del artículo 507 del Código del Trabajo al
tenor de lo que señala el artículo 1.511 del Código Civil, al declarar la
existencia de un subterfugio, pero desatiende la sanción que se establece
para tal infracción, cual es una distinta a la que aplica el juez. Señala que
el artículo 507 mencionado sanciona el subterfugio aludido con una
multa de 10 a 150 UTM y el empleador deberá ser condenado al pago de
las deudas laborales del trabajador. Pero aquí el sentenciador se aparta
de la norma, al sancionar estableciendo una obligación solidaria para
todas las demandadas, facultando al sindicato demandante para afiliar a
cualquier trabajador actual o futuro de las compañías demandadas, y
participar en el proceso de negociación colectiva de cualquiera de ellas.
Añade el recurrente que el artículo 1437 del Código Civil señala
como fuente de las obligaciones del contrato, así contrato, delito,
cuasidelito y la ley fuera de estas la doctrina ha señalado también como
fuente las obligaciones la declaración unilateral de voluntad y el
enriquecimiento sin causa. A su vez en materia de solidaridad como el
artículo 1511 del mismo código establece que tal obligación establecida
en virtud de la convención, el testamento o de la ley. En este caso de
ninguna las fuentes referidas es posible defender de forma directa la idea
de que el grupo de empresas como tal, de verse obligado a realizar una
negociación colectiva "dentro de la empresa", con prescindencia de las
distintas personas jurídicas en cuyo interior se inserta los sindicatos,
como lo pretende el fallo impugnado. De esta manera la supuesta fuente
de la obligación solidaria que alega el sentenciador, cuál es la ley, debe
ser interpretada en estas materias en forma estricta y no extensiva, por lo
que no puede intentarse señalar que un grupo de empresas está obligada
solidariamente a realizar una negociación colectiva con el o los
sindicatos de éstas, por el solo hecho de que se interprete en forma
flexible el concepto de empresa laboral.
Como quinto, señala el recurrente que el fallo incurre en infracción
de ley al contravenir lo dispuesto en los artículos 216, 230 y 334 del
Código del Trabajo, al conceder al sindicato facultades que violan las
normas vigentes sobre organizaciones sindicales y negociación colectiva.
Desde el momento en que el fallo en cuestión establece que el sindicato
podrá afiliar a cualquier trabajador que preste servicios actualmente, o en
el futuro, para alguna de las empresas demandadas, estimando que las
empresas demandadas constituyen una unidad económica empresarial,
aparece que tal concepto no lo define la ley ni tiene existencia legal en el
ámbito del derecho del trabajo. De esta manera el tribunal no puede dejar
a la facultad del sindicato para afiliar cualquier trabajador de alguna de
las empresas demandadas en base a un concepto que no tiene expresión
legal, sin transgredir en forma flagrante lo que dispone el artículo 216 y
el artículo tres del código trabajo.
Añade que el fallo también faculta al sindicato para representar a
cualquier trabajador en calidad de afiliado o alguien que mantenga razón
laboral vigente con cualquiera de las empresas demandadas, al momento
de encontrarse su organización sindical en un proceso de negociación
colectiva, declaración que violan las normas sobre tal negociación que
radica en la empresa esta actividad con un sindicato de empresa y que
exige el consentimiento de los demás empleadores, si se pretende afectar
a terceras. Para ello basta citar el inciso primero del artículo 315 del
código del trabajo que establece la negociación colectiva se inicia con la
presentación de un proyecto de contrato colectivo por parte de los
sindicatos con grupos negociadores de la respectiva empresa. Y a su vez
el artículo 334 del menú cuerpo legal señala que dos o más sindicatos de
distintas empresas, un sindicato inter empresas o una federación o
confederación, podrán presentar proyectos de contrato colectivo de
trabajo, en representación de sus afiliados y los trabajadores que adhieren
a él, a los empleadores respectivos, en la medida que las organizaciones
sindicales respectivas lo acuerden en forma previa con el o los
empleadores respectivos, por escrito ante ministro de fe. De esta manera
la especie el fallo no solamente vulnera el derecho de las demandadas de
aceptar o no negociar colectivamente con trabajadores que no son de su
empresa, sino que también transgrede el derecho los trabajadores de cada
una de las empresas demandadas de conferir tal presentación a la
organización sindical de que se trate.
Indica el recurrente que todas las infracciones anteriormente
descritas influido sustancialmente dispositivo del fallo por lo que han
deducido el presente recurso nulidad, solicitando que sea acogido y se
dicte una sentencia reemplazo desestime la demanda en todas sus partes
con costas.
5° Que el abogado Rodolfo Fuenzalida Sanhueza en representación
de Amec Americas Limited deduce recurso de nulidad en contra la
sentencia de 28 diciembre 2011 en virtud de la cual se dio lugar a la
demanda de declaración de mera certeza de existencia de unidad
económica empresarial, resolviendo que su representada pese a ser una
sociedad extranjera de inversión, sin inicio de actividades, que no tiene
trabajadores ni domicilio en Chile, forma parte de una inexistente unidad
económica con el resto de las demandadas, y por lo tanto el sindicato
demandante queda entonces facultado para afiliar, representar, en los
procesos de devoción colectiva, a cualquier trabajador que actualmente
un el futuro le preste servicios a su representada en Canadá, lugar en que
se encuentra su domicilio. Fundamenta su recurso lo que dispone el
artículo 477 del código trabajo, y ello en relación con lo que dispone el
artículo 478 letras a), b) y e) del mimo cuerpo legal.
La primera causal esgrimida, esto es la del artículo 478 letra a) del
Código del Trabajo la fundamenta en que esta sentencia ha sido dictada
por un juez incompetente puesto que su representada es una sociedad
extranjera de inversión, que no tiene indicios de entidades en Chile, sino
en Canadá, y que no tiene relación laboral con persona alguna, ni chilena
ni extranjera, en nuestro país, tal como fue acreditado en el proceso, y
que su única relación con Chile es ser dueña de parte de alguna de las
sociedades demandadas en estos autos.
Hace presente que la sociedad no tiene actividad en Chile, tampoco
tiene contratado trabajadores para ella, razón por la cual es imposible que
pueda participar proceso de negociación colectiva puesto que no tiene
vínculo laboral dependencia con ningún trabajador. Su único vínculo es
ser parte de la propiedad de otras empresas demandadas.
La segunda causal de nulidad alegada es la contemplada en las
letras b) y e) del artículo 478 del Código del Trabajo, la que hace
consistir en la circunstancia de que la sentencia se dictó con omisión a los
requisitos establecidos en el artículo 459 Nº 4 del código del trabajo, toda
vez que resolvió rechazar la excepción de incompetencia sin analizar la
prueba que le fue aportada y sin dar fundamento legal alguno. Tal como
consto el proceso aportó copia impresa la consulta de la situación
tributaria hecha a la página WEB del Servicio de Impuestos Internos, en
la que se indica que Amec Américas no tiene inicio de actividades en
Chile, además de haberse acompañado un certificado con su respectiva
producción en que consta que se trata de una sociedad canadiense con
domicilio en ese país para efectos tributarios. También el mencionado
servicio contestó un oficio enviado por el tribunal en que se indicó que
tal sociedad no tiene inicio de actividades en Chile. Pese a lo anterior el
tribunal de primer grado omitió pronunciamiento tanto de la
incompetencia alegada como de las pruebas aportadas.
Como tercera causal de nulidad reclama la recurrente que el
tribunal ha hecho una declaración de una figura jurídica inexistente en
nuestro derecho, cuál es la de unidad económica empresarial, con lo cual
se ve infringiendo el artículo 477 y 478 letra e) en relación con el artículo
459 Nº 5 del código del trabajo. Ello se produce desde la sentencia
declaró que el sindicato de empresas profesionales de Cade-Idepe y son
los demandantes de autos, quedan facultados para afiliar y o representar
en los procesos de negociación colectiva a cualquier trabajador que
actualmente un el futuro le presta servicios a su representada, fundando
lo que esta formaría parte de una unidad económica empresarial,
constituían su conjunto por todas las sociedades demandadas, emana de
un hecho en el sistema jurídico no contempla, puesto que no existe fuente
legal que reconozca la existencia de la figura de la unidad económica
empresarial, y por tanto, es ilegal sustentar una decisión judicial con los
derechos y obligaciones que ello emana, en una invención jurídica, por la
cual el tribunal se arroga facultades nativas que no tiene y que más aún
son prohibidas.
Plantea este recurrente que para que proceda la acción de mera
certeza que se ha intentado, se requiere necesariamente la existencia
acumulativa de los siguientes requisitos a) una norma jurídica y consagre
el derecho que se pretende declarar; b) falta de claridad en el sentido y
alcance de la norma jurídica; c) que la norma contemple expresamente la
procedencia de la acción de mera certeza. Entiende que ningún los tres
requisitos incurre en el caso y aún así el sentenciador hace una
declaración de unidad económica empresarial, lo que constituye una
abierta infracción a las leyes que regulan la materia.
Lo anterior, de acuerdo plantea el recurrente, se debe que la
sentencia erróneamente el artículo 507 del código del trabajo como única
forma de justificar la improcedente declaración de existencia de unidad
económica empresarial, puesto que la legislación laboral chilena no
reconoce al concepto, y por tanto, los tribunales laborales al ser de
derecho y especiales, no puede por intermedio de la sentencia definitiva
extralimitarse en sus facultades, declarando situaciones jurídicas
existentes con la sola finalidad de justificar sus decisiones, ello
contraviene derechamente los estándares de certeza jurídica que se
requieren en un estado de derecho. Más aún, en el presente caso el
sentenciador ha forzado la interpretación de la citada norma incurriendo
en una infracción que has influido sustancialmente lo dispositivo del
fallo. Lo anterior se verifica desde el momento en el tribunal de primera
instancia considere que la ley 19,759, que pretendía enmendar el artículo
3º del código del trabajo, habría introducido el artículo 507 del mismo
cuerpo legal el cual reconoce y supone expresamente la existencia de
sociedades diversas, en cualquiera de las formas que el derecho civil y
mercantil permite, recogiendo un largo desarrollo doctrinal superado el
absurdo, a estas alturas del desarrollo empresarial integrado globalmente,
de identificar siempre a la persona jurídica con la realidad de la empresa.
Dicho lo anterior, y con la intención de explicar lo son, el juez cita
parcialmente el artículo 507 antes señalado tomando la parte que señala
que el que utilice cualquier subterfugio, ocultando, disfrazando o
alterando su individualización o patrimonio y que tengan como resultado
eludir el cumplimiento de las obligaciones. Pero tal interpretación es
equivocada puesto que mencionada norma no establece que los tribunales
ordinarios del trabajo es de un facultados para declarar la existencia de
una unidad económica empresarial, sino que sólo establece una
tabulación de multas para quienes califiquen dentro de los supuestos que
ese artículo desde. Para entender el sentido y alcance de tal norma hay
que conocer a la íntegramente y no sólo una parte de la misma.
Es por todo lo anterior que solicita se acoja el presente recurso
nulidad, se invalida el fallo y se dicte una de reemplazo en que se rechaza
la demanda.
6° Que Constanza Contreras Stange en representación de Amec
International Ingeniería y Construcción Ltda. deduce recurso de nulidad
en contra de la sentencia de 28 diciembre 2011 mediante la cual se dio
lugar a una demanda de mera certeza en la cual se declaró unidad
económica empresarial y ocurrencia de subterfugio, ocultando al
sindicato demandante para afiliar a cualquier trabajador que preste
servicios actúan de buena el futuro para alguna de las empresas
demandadas, y para representar a cualquier trabajador en calidad de
afiliado o adherente y mantenga relación laboral vigente con cualquiera
las empresas demandadas al momento de iniciar dicha organización un
proceso de negociación colectiva.
Estima en primer lugar que tal sentencia ha sido dictada con una
evidente infracción de derecho por lo que de acuerdo al artículo 477 del
Código del Trabajo este recurso plenamente procede alude que tal
infringidas las normas del artículo 507 del mencionado código en
relación al artículo 3 del mismo cuerpo legal, artículo 3 del código civil,
artículos 6, 7, 19 Nº 19 y 24 de la Constitución Política de la República,
artículos 456 y 459 Nº 4, 212, 216, 220 nº 2 y 4, 303, 306, 315, 334, 334
bis b) del Código del Trabajo. Ello por cuanto el sentenciador efectuó un
razonamiento contrario a derecho de la primera norma citada, esto es el
artículo 407 del Código del Trabajo al establecer y crear soluciones
secuencias jurídicas no previstas en este artículo, como en ninguna otra
norma legal, para la ocurrencia del ilícito laboral denominado
subterfugio, infringiendo con ello el principio de legalidad y las normas
constitucionales y legales sobre la actuación de los órganos del estado,
constitución y libertad sindical, derecho de propiedad colectiva. Además
de crear sanciones y consecuencias jurídicas diversas a aquellas expresa
y taxativamente establecidas en el artículo 507 del Código del Trabajo,
las que son derechos que, y permitir la aplicación o exigibilidad de la
sentencia recurrida respecto de terceros ajenos al presente juicio y cuyos
derechos no han sido debidamente representados en autos. Además
reclama que no se ha hecho un análisis completo de toda la prueba
vertida en la causa.
En forma subsidiaria alega la causal del artículo 478 letras b) y e)
del Código del Trabajo, por cuanto su entender ha existido una infracción
a las leyes reguladoras de la prueba.
En cuanto recurso principal fundamenta el recurso especialmente
en la infracción al artículo 507 del Código del Trabajo en relación al
artículo 3 del mismo cuerpo legal puesto que realiza una creación e
invención de sanciones y consecuencias jurídicas no previstas en tales
normas para el ilícito laboral del subterfugio, que por cierto no existe, y
tener por un configurado el mismo sin atención a la conducta típica
establecida en la norma. Lo anterior se produce desde el momento en
que el tribunal de primer grado resuelve constituyen una unidad
económica que ha incurrido en su previstos en el inciso segundo del
artículo 507 del Código del Trabajo y que, en consecuencia, el sindicato
demandante está facultado para afiliar a cualquier trabajador que preste
servicios actualmente o en el futuro para las empresas demandadas,
representar a cualquier trabajador en calidad de afiliado o adherente que
mantenga relación laboral vigente con cualquier de las empresas
demandadas, al momento de encontrarse su organización sindical en un
proceso de negociación colectiva.
Plantea la recurrente conforme lo señala la sentencia, la norma del
artículo 507 del Código del Trabajo que establece como ilícito laboral el
establecimiento las razones sociales distintas que impliquen para los
trabajadores disminución o pérdida de derechos laborales o individuales
o colectivos, al constituir "límite normativo objetivo para la
descentralización productiva", contemplaría la posibilidad de declarar la
existencia de una unidad económica empresarial; ello, por cierto, no
obstante que los autores citados por el propio tribunal reconozcan la
debilidad de nuestra legislación y la ausencia de norma expresa. De esta
manera entiende que lo anterior constituye una infracción manifiesta al
tenor liberal de la norma citada, en relación con el artículo 3 del mismo
cuerpo legal, toda vez que la norma que sirve de sustento para la
resolución dispone en forma expresa y excluyente una sanción y
consecuencias diversa a la aplicada por el tribunal para el caso de la
ocurrencia del pretendido subterfugio.
Lo anterior por cuanto el
mencionado artículo 3 del Código del Trabajo, en sus inciso segundo y
tercero señala que para los efectos de la legislación laboral y de
seguridad social, se entiende por impresa toda organización de medios
personales, materiales e inmateriales, ordenados bajo una dirección, para
el logro de fines económicos, sociales, culturales beneficios, dotados de
una individualidad legal determinada. El último inciso señalar que las
infracciones a las normas que regulan las entidades a que se refiere este
artículo se sancionarán por un gran con lo dispuesto en el artículo 507 de
ese código. Y finalmente el artículo 507 del Código del Trabajo en sus
inciso segundo y siguientes dispone que el que utilice cualquier
subterfugio, ocultando, disfrazando o alterando su individualización o
patrimonio y que tengan como resultado eludir el cumplimiento de las
obligaciones laborales y tradicionales que establece la ley o la
convención, será sancionado con una multa beneficio fiscal de 10 a 150
unidades tribunales mensuales, aumentándose en media unidad tributaria
mensual por cada trabajador afectado por la infracción, cuyo
conocimiento corresponderá a los juzgados de letras del trabajo, con
sujeción a las normas establecidas en el Título I de ese Libro. A su vez
esta norma señala que quedan comprendidos dentro del concepto de
subterfugio, a que se refiere inciso anterior, cualquier alteración realizada
a través del establecimiento de razones sociales distintas, la creación de
identidades legales, la división de la empresa, u otras que signifiquen
para los trabajadores disminución o pérdida de derechos laborales
individuales o colectivos, en especial entre los primeros y las
gratificaciones por las indemnizaciones por años de servicios y entre los
segundos el derecho a sindicalización o a negociar colectivamente.
Esta manera, entiende el recurrente que la recesión literal de las
normas citadas, el legislador ha tipificado como ilícito laboral,
entendiéndose por tal cualquier alteración realizada a través del
establecimiento de razones sociales distintas, la creación de identidades
legales, la división de la empresa, u otras que signifiquen para los
trabajadores disminución o pérdida de derechos laborales o individuales
o colectivos; contemplando para su ocurrencia una sanción expresa y
específica, cuál es una multa beneficio fiscal que se aumenta en la
medida establecida por cada trabajador afectado, y la responsabilidad
ética del empleador respecto del pago de las obligaciones laborales y
correspondían a los trabajadores, esto último debiendo efectuarse por
intermedio del juicio ordinario ante los tribunales del trabajo. Es así que
el referido artículo, a diferencia de lo pretendido por un tribunal de
Belgrado, no establece como sanción, ni siquiera indirectamente, una
recalificación del concepto de empresa que prescinde de la individualidad
legal de cada una de las demandadas conforme a la definición establece
el artículo 3 del Código del Trabajo. Dicho precepto, tampoco establece
como son sólo consecuencia jurídica para la ocurrencia de uso laboral la
pretendida figura de la "unidad económica empresarial" a que el juez
concluye existiría en la especie, figura que por lo demás no tiene ningún
reconocimiento de nuestra legislación laboral, tal como lo reconoce el
juez.
Añade a lo anterior el recurrente que el artículo 507 del Código del
Trabajo, al llegar el subterfugio laboral establece una sanción de leyes
que, en virtud del principio de legalidad, no puede ser obviada ni
cambiada por el tribunal. Lo anterior por cuanto de acuerdo a lo que
dispone el artículo 6 de la Constitución Política de la República, el
tribunal no puede inventar soluciones, crear nuevas laborales y
atribuibles consecuencias jurídicas no previstas en la ley, a pretexto de
las sanciones que establece el legislador no son suficientes para subsanar
situaciones que en lo personal le parecen injustas. A lo anterior cabe
añadir que la sentencia da por configurado sido laboral del subterfugio
pero sin establecer las conductas típicas que lo configuran, las
obligaciones laborales adicionales, ni cuál sería la verdadera empresa o
empleador y cuáles serían las ficticias. Y a este respecto cabe destacar
que la existencia de empresas relacionadas no puede implicar por sí
mismo un subterfugio laboral como raramente se pretende la sentencia.
En nuestro ordenamiento jurídico, no existe obligación legal de fusionar
una o más empresas en caso de compra o adquisición por parte de otra,
como sucede la especie, según se evidencia del constatado dentro de
sentenciador, y por lo mismo la mantención de sus individualidades
legales y sus operaciones no constituye en sí mismo un ilícito laboral o
subterfugio.
Entiende el recurrente que exigió le pese una infracción a los
artículos 6 y 7 de la Constitución Política de la República en relación al
artículo 4 del Código Orgánico de Tribunales lo que se manifiesta al
vulnerar el principio de legalidad al crear e inventar soluciones diversas
expresamente contemplados en la legislación para la sanción del
subterfugio laboral. Ello ocurre desde el momento en que el juez se
aparta establece el artículo 507 del Código del Trabajo que establece una
sanción de multa para el caso de la existencia de un subterfugio,
estableciendo la sanción diversa, arrogándose para y atribuciones que
pertenecen exclusiva y excluyentemente al poder legislativo, por cuanto
el concepto de "unidad económica empresarial" establecido la sentencia,
no está previsto y contemplado en la ley laboral, como tampoco se
encuentren contempladas en la misma las consecuencias jurídicas que
dispone y las cuales se traducen en la suerte de un "sindicato de unidad
económica" y la posibilidad de una negociación colectiva en la misma.
Y también plantea el recurrente éxito infracción al artículo 19 Nº
16 y 19 de la Constitución Política de la República, desde el momento en
que hay una vulneración manifiesta de la garantía constitucional de
negociación colectiva a nivel de empresa, del principio de legalidad
asociado a la modalidad y procedimientos de negociación colectiva y la
libertad de sindicalización. También violación del orden público jurídico
laboral al crear e inventar la sentencia son seres diversas a las ex
prestamente contempladas en la legislación para la sanción de
subterfugio laboral. Indica que desde el momento en que la sentencia en
el concepto extralegal de unidad económica como sanción para el
supuesto subterfugio para luego otorgar al sindicato el derecho a lo
establecido en la ley para afiliar a trabajadores de cualquiera de las
demandadas
y
negociar
colectivamente,
la
sentencia
infringe
expresamente la garantía constitucional del artículo 19 Nº 16 de la
Constitución Política de la República que establece el derecho a negociar
colectivamente a nivel de empresa y ánimo tiempo implícito de legalidad
en virtud del cual la ley, y no el juez, regresen a las modalidades de
negociación colectiva y los procedimientos adecuados para lograr en ella
una solución justa y pacífica.
El sistema legal laboral actualmente
vigente está fundado sobre el principio de la negociación colectiva a
nivel de empresa, de modo que sólo con la voluntad de las partes y los
términos de la propia ley permite se puede negociar colectivamente
interempresas. Alterar lo anterior, por justo y necesario que parezca al
juez, está fuera de sus atribuciones de manera que no puede hacer una
relación de este tipo, puesto que choca con la armonía del resto del
ordenamiento jurídico laboral.
A su vez también infracción al artículo
19
Nº
24
de
la
Constitución Política de la República, que se manifiesta en la vulneración
del derecho de propiedad de las demandadas al privarle sus atributos y
facultades inherentes al dominio con la creación artificial y extralegal de
la figura de la "unidad económica empresarial". Esto ocurre desde
momentos la sentencia crea como son sólo consecuencia para el supuesto
subterfugio este concepto extralegal de "unidad económica empresarial",
debió la leche propiedad es la empresa y de las demás demandadas, toda
vez que priva ilegalmente sus propietarios los atributos y facultades
esenciales del dominio por cuanto la sentencia impone a las demandadas
una suerte de fusión de empresas que configurarían el referido su refugio
judicial, estableciendo ciertas obligaciones a esta figura resultante,
consistente en la negociación colectiva "a nivel de unidad económica" y
el reconocimiento de la filiación, huelgas sindicales y otros institutos
sindicales asociados a esta suerte de "sindicato de unidad económica”.
También entiende que hay una relación al artículo 212, 216, 303,
306, 315, 334 y 334 bis B del Código del Trabajo, norma todas relativas
al derecho a sindicalizarse conforme a la ley en diversos tipos de recesión
sindical es reconocida por la misma, y el de negociación colectiva nivel
de empresa. Todo ello sucede desde el momento en que el sentenciador
establece el concepto extralegal de "unidad económica empresarial" y lo
vincula al sindicato demandante estableciendo que puede afiliar a
empleados de cualquiera las empresas que la sentencia determina y que
puede negociar en su presentación colectivamente. De esta manera se
violan abiertamente todo las normas citadas que establecen que las
organizaciones sindicales deben sujetarse a la ley y los estatutos de las
mismas y a su vez la negociación deberá realizarse con la empresa a la
cual pertenece salvo la existencia de un acuerdo en que todos concurran o
la voluntad de hacerlo con más de una, lo que siempre requería acuerdo
previo.
Y también tiende la recurrente que existe una infracción al artículo
220 Nº 2 y 4 del Código del Trabajo en relación con el artículo 3 del
Código Civil, lo que se manifiesta en las normas sobre legitimación
activa y efecto radiola sentencia, al extender la en sus efectos a terceros
que no han sido válidamente representados en juicio que no son parte
alguna del mismo. Ello ocurre desde el momento en que el sentenciador
resuelve otorgar efectos de su sentencia respecto a trabajadores cuyos
derechos del sindicato demandante no tenía carecía de facultades para
representarlos en juicio, y debido a que la sentencia solamente afecta a
quienes válidamente han intervenido en el mismo, no pueden extender
sus efectos a quienes no lo han hecho.
Por todo lo anterior que solicita el recurrente se acoge presente
recurso nulidad, se invalida sentencia y se dicte una de reemplazo en que
se rechaza en todas sus partes la demanda.
En forma subsidiaria la recurrente ha deducido también el recurso
de nulidad por la causal del artículo 478 letra e) en relación al artículo
459 Nº 4 del Código del Trabajo. Lo fundamenta en que la última norma
citada obliga al sentenciador a analizar toda la prueba rendida, los hechos
que estime probados y el razonamiento que conduce a esa estimación.
Entiende que de la sola lectura de la sentencia el juez llega al
convencimiento de que las empresas demandadas constituyen una unidad
económica, a pesar de no haber siquiera analizado toda la prueba rendida
y
derechamente
desmerecer
la
prueba
confesional,
testimonial
documental rendida por su representada, que es absurdamente pertinente,
relevante, con este consistente en que se hubiese rechazado la demanda
de autos.
Entiende el recurrente que se aprecia claramente la omisión de la
prueba rendida el acuerdo establece considerando 7º establece el juez que
no reproducirá ritualmente la prueba instrumental presentada y
transcribirá y ilegalmente lo dicho por las fuentes y las, justificando lo
anterior con el descarté consiente se obedece a criterios del
sobreabundancia pero dando preferencia a otros medios de prueba más
confiables. Es decir el tribunal en forma completamente arbitraria e ilegal
decide prescindir de toda aquella prueba que en su opinión y a juicio del
mismo, sin expresar fundamentos, así lo considera sobre abundante, no
confiable, indirecta e inútil para resolver el asunto controvertido con lo
cual se vulnera la norma antes menciona. Entiende que de esta manera se
ha producido un juzgamiento para seleccionar solamente aquellas
pruebas que entiende el recurrente favorecerían a una de las partes.
A modo de ejemplo indica que todos los documentos presentados
indican que las empresas demandadas funcionan con una inmunidad
legal, patrimonial, de forma de operación, de estructura de mando y
administración totalmente diferente. Se presentan los balances los tres
últimos años las respectivas empresas, los reglamentos internos y las
actas de constitución de comités paritarios de cada una de ellas, los
registros y libros de asistencia independientes y separados para cada
empresa, las órdenes de servicio y respectivas facturas emitidas por las
mismas a fin de pagar los servicios subcontratados entre unas y otras.
Asimismo, además de los documentos acompañados se omite la
declaración de los testigos Aguilar y Cárdenas que mencionaron que por
un lado AIL desarrolla proyectos de minería y medioambiente mientras
que AMCA en el desarrollo de gestión de los negocios de energía y
procesos, y por último AMCHI no tiene actividades en el área de
ingeniería, sino que realiza actividades de apoyo en la gestión de
finanzas, recursos humanos, contabilidad y de apoyo legal de las otras
dos empresas. Agrega que también se omitiera revisar las declaraciones.
Entiende de esta manera es el recurrente que se ha incurrido en la
causal de nulidad y también permite anular del fallo dictado una
sentencia reemplazo en que se rechace la demanda interpuesta.
Como segunda causal subsidiaria se plantea la del artículo 478 b),
en relación al artículo 456 del Código del Trabajo. Ello por cuanto al
realizar el juez un análisis parcial de la prueba rendida infringe
manifiestamente las normas de la sana critica.
Plantea el recurrente en la especie existe una manifiesta infracción
a las normas de la sana crítica, por cuanto el sentenciador sostiene en el
fundamento 9º que las sociedades de Chile tiene giros complementarios,
constituyendo su actividad económica esencial la prestación de servicios
de ingeniería para la gran minería, sin perjuicio de otros hacia la industria
forestal, por la parte expone en el mimo fundamento tales sociedades
disponen de un modelo de organización por unidades también
complementario, en unidad de negocios. Y banqueros encuentran en
evidente contradicción con lo también sostenido por el sentenciador en el
sentido de que las sociedades Amec Cade tienen un giro amplio dedicado
principalmente a la implementación y ejecución de proyectos de
ingeniería, y por otro lado dice que las sociedades desarrollan en su
orgánica interna lo que denominan unidades de negocio. La primera tiene
las denominadas mineras y metales y tierra y medioambiente. Las
sociedades Amec Cade disponen de la denominada energía y procesos.
Entiende el recurrente que la causal invoca se funda en que las
conclusiones de parte el sentenciador es producto de un análisis parcial
de la prueba rendida en la, lo que infringe manifiestamente las normas de
la sana crítica. En primer lugar el sentenciador concluye que la empresa
tendría giros complementarios a pesar de reconocerse que los hechos los
negocios y actividades a los cuales se dedican son distintos, y en segundo
término porque se incurre en la contradicción al señalar por una parte las
empresas Amec Cade estarían dedicadas a la implementación institución
decretos de ingería, pero por otro lado, se reconoce que de la misma
dependería únicamente la unidad de negocios de energía y proceso,
mientras que de AIL estarían las unidades de minería y metales y la de
tierra y medioambiente. Gran trascendencia más aún a partir de señala el
sentenciador en cuanto a que la sociedad en Chile tiene giros
complementarios, constituyendo su actividad económica esencial la
prestación de servicios de ingeniería para la gran minería, cuando como
hemos visto, las empresas .Amec Cade y Amchi tienen nada que ver con
la especialidad de la minería de AIL.
De lo anterior concluye el recurrente incisión y ser razonado el
sentenciador conforme a las reglas de la sana crítica, y no han concluido
lógicamente que las actividades realizadas por las diversas empresas así
como las unidades de negocios o actividades a la se especializa no serían
complementarias, sino que independientes entre sí, lo que hace que en
definitiva que todas aquellas empresas con letra y totalmente
independiente la una de la otra, desde el punto de vista jurídico y laboral.
Indica que lo anterior se desprende además de la prueba
documental aportada en el listado de 213 proyectos que mencionó el
sindicato demandante sólo se acreditó las empresas participaban en
conjunto en aproximadamente cuatro de ellos; y de acuerdo al detalle de
clientes se evidencia que los de cada una de las empresas son totalmente
absurdamente diversos, a lo que cabe agregar que los clientes de las
empresas Amec Cade o Amca ni siquiera son en su mayoría empresas
mineras; en el listado alfabético que indica el detalle de las últimas
contrataciones realizadas por Amec Cade entre los años 2008 y 2011 se
desvirtúa lo que señala la demandante de que las contrataciones de
trabajadores serían realizadas única y exclusivamente por AIL, puesto
que mediante ese documento, omitido la sentencia, se acredita que
durante estos años estas empresas contrataron la misma o mayor cantidad
de trabajadores; y finalmente todos los documentos que acreditan que las
empresas Amec-Cade, AIL y Amchi funcionan con una individualidad
legal, patrimonio, forma de operación, estructura de mando y
administración totalmente diferentes, son los balances de los tres últimos
años las empresas, los reglamentos internos, las actas de constitución de
comités paritarios de cada una de ellas, las órdenes de servicio y
respectivas facturas con las que se paga los servicios contratados entre
unas y otras así como con terceros, los contratos de prestación de
servicios entre las mismas empresas y también con otras diferentes, los
certificados de los bancos agregando que tienen cuentas diferentes, la
muestra aleatoria de los contratos de trabajo de los trabajadores, los
registros civiles de asistencia separados y diferentes de cada empresa, los
certificados emitidos por el encargado recurso humano señalando los
beneficios existentes y que son diferentes unos de otras, las liquidaciones
de remuneraciones y comprobantes de pago de cotizaciones de seguridad
social, todo ello por mencionar sólo algunas de ellas las que fueron
omitidas las pruebas analizadas por el juez y en forma arbitraria.
Todo lo anterior entiende el recurrente son errores en que incurre
el tribunal y que manifiestamente infringen la manera de cómo debe
apreciarse la prueba puesto que las reglas a la clínica no están
establecidas en forma facultativa por el sentenciador sino que lo obliga a
valorarla de manera completa. No se aplica el sistema de libre
convicción.
Es por todo lo anterior que solicitó el recurrente que se anule el
fallo en cuestión, acogiéndose esta manera el recurso planteado, y
dictándose uno de reemplazo en el cual se rechace la demanda planteada
en todas sus partes.
7° Que el abogado Rodolfo Fuenzalida Sanhueza en representación
de Amec South America Limited deduce recurso de nulidad en contra la
sentencia de 28 diciembre 2011 en virtud de la cual se dio lugar a la
demanda de declaración de mera certeza de existencia de unidad
económica empresarial, resolviendo que su representada pese a ser una
sociedad extranjera de inversión, sin inicio de actividades, que no tiene
trabajadores ni domicilio en Chile, forma parte de una inexistente unidad
económica con el resto de las demandadas, y por lo tanto el sindicato
demandante queda entonces facultado para afiliar, representar, en los
procesos de devoción colectiva, a cualquier trabajador que actualmente
un el futuro le preste servicios a su representada en Canadá, lugar en que
se encuentra su domicilio. Fundamenta su recurso lo que dispone el
artículo 477 del código trabajo, y ello en relación con lo que dispone el
artículo 478 letras a), b) y e) del mimo cuerpo legal.
La primera causal esgrimida, esto es la del artículo 478 letra a) del
Código del Trabajo la fundamenta en que esta sentencia ha sido dictada
por un juez incompetente puesto que su representada es una sociedad
extranjera de inversión, que no tiene indicios de entidades en Chile, sino
en Canadá, y que no tiene relación laboral con persona alguna, ni chilena
ni extranjera, en nuestro país, tal como fue acreditado en el proceso, y
que su única relación con Chile es ser dueña de parte de alguna de las
sociedades demandadas en estos autos.
Hace presente que la sociedad no tiene actividad en Chile, tampoco
tiene contratado trabajadores para ella, razón por la cual es imposible que
pueda participar proceso de negociación colectiva puesto que no tiene
vínculo laboral dependencia con ningún trabajador. Su único vínculo es
ser parte de la propiedad de otras empresas demandadas.
La segunda causal de nulidad alegada es la contemplada en las
letras b) y e) del artículo 478 del Código del Trabajo, la que hace
consistir en la circunstancia de que la sentencia se dictó con omisión a los
requisitos establecidos en el artículo 459 Nº 4 del código del trabajo, toda
vez que resolvió rechazar la excepción de incompetencia sin analizar la
prueba que le fue aportada y sin dar fundamento legal alguno. Tal como
consto el proceso aportó copia impresa la consulta de la situación
tributaria hecha a la página WEB del Servicio de Impuestos Internos, en
la que se indica que Amec South América no tiene inicio de actividades
en Chile, además de haberse acompañado un certificado con su
respectiva producción en que consta que se trata de una sociedad
canadiense con domicilio en ese país para efectos tributarios. También el
mencionado servicio contestó un oficio enviado por el tribunal en que se
indicó que tal sociedad no tiene inicio de actividades en Chile. Pese a lo
anterior el tribunal de primer grado omitió pronunciamiento tanto de la
incompetencia alegada como de las pruebas aportadas.
Como tercera causal de nulidad reclama la recurrente que el
tribunal ha hecho una declaración de una figura jurídica inexistente en
nuestro derecho, cuál es la de unidad económica empresarial, con lo cual
se ve infringiendo el artículo 477 y 478 letra e) en relación con el artículo
459 Nº 5 del código del trabajo. Ello se produce desde la sentencia
declaró que el sindicato de empresas profesionales de Cade-Idepe y son
los demandantes de autos, quedan facultados para afiliar y o representar
en los procesos de negociación colectiva a cualquier trabajador que
actualmente un el futuro le presta servicios a su representada, fundando
lo que esta formaría parte de una unidad económica empresarial,
constituían su conjunto por todas las sociedades demandadas, emana de
un hecho en el sistema jurídico no contempla, puesto que no existe fuente
legal que reconozca la existencia de la figura de la unidad económica
empresarial, y por tanto, es ilegal sustentar una decisión judicial con los
derechos y obligaciones que ello emana, en una invención jurídica, por la
cual el tribunal se arroga facultades nativas que no tiene y que más aún
son prohibidas.
Plantea este recurrente que para que proceda la acción de mera
certeza que se ha intentado, se requiere necesariamente la existencia
acumulativa de los siguientes requisitos a) una norma jurídica y consagre
el derecho que se pretende declarar; b) falta de claridad en el sentido y
alcance de la norma jurídica; c) que la norma contemple expresamente la
procedencia de la acción de mera certeza. Entiende que ningún los tres
requisitos incurre en el caso y aún así el sentenciador hace una
declaración de unidad económica empresarial, lo que constituye una
abierta infracción a las leyes que regulan la materia.
Lo anterior, de acuerdo plantea el recurrente, se debe que la
sentencia erróneamente el artículo 507 del código del trabajo como única
forma de justificar la improcedente declaración de existencia de unidad
económica empresarial, puesto que la legislación laboral chilena no
reconoce al concepto, y por tanto, los tribunales laborales al ser de
derecho y especiales, no puede por intermedio de la sentencia definitiva
extralimitarse en sus facultades, declarando situaciones jurídicas
existentes con la sola finalidad de justificar sus decisiones, ello
contraviene derechamente los estándares de certeza jurídica que se
requieren en un estado de derecho. Más aún, en el presente caso el
sentenciador ha forzado la interpretación de la citada norma incurriendo
en una infracción que has influido sustancialmente lo dispositivo del
fallo. Lo anterior se verifica desde el momento en el tribunal de primera
instancia considere que la ley 19,759, que pretendía enmendar el artículo
3º del código del trabajo, habría introducido el artículo 507 del mismo
cuerpo legal el cual reconoce y supone expresamente la existencia de
sociedades diversas, en cualquiera de las formas que el derecho civil y
mercantil permite, recogiendo un largo desarrollo doctrinal superado el
absurdo, a estas alturas del desarrollo empresarial integrado globalmente,
de identificar siempre a la persona jurídica con la realidad de la empresa.
Dicho lo anterior, y con la intención de explicar lo son, el juez cita
parcialmente el artículo 507 antes señalado tomando la parte que señala
que el que utilice cualquier subterfugio, ocultando, disfrazando o
alterando su individualización o patrimonio y que tengan como resultado
eludir el cumplimiento de las obligaciones. Pero tal interpretación es
equivocada puesto que mencionada norma no establece que los tribunales
ordinarios del trabajo es de un facultados para declarar la existencia de
una unidad económica empresarial, sino que sólo establece una
tabulación de multas para quienes califiquen dentro de los supuestos que
ese artículo desde. Para entender el sentido y alcance de tal norma hay
que conocer a la íntegramente y no sólo una parte de la misma.
Es por todo lo anterior que solicita se acoja el presente recurso
nulidad, se invalida el fallo y se dicte una de reemplazo en que se rechaza
la demanda.
INADMISIBILIDAD.
8° Que en lo que dice relación con los recursos de nulidad
interpuestos por Amec Americas Limited y Amec South America
Limited, cabe señalar que su texto es casi idéntico. En ambos recursos
se señalan como causal de nulidad la del artículo 477 del Código del
Trabajo como también las causales del artículo 478 letras a), b y e) la
última en relación a los artículos 459 Nº 4 y 5 del Código del Trabajo.
Al desarrollarlas en el cuerpo del escrito indica que la primera causal de
nulidad es la del artículo 478 a) del Código del Trabajo por haber sido
dictada la sentencia por un tribunal incompetente; la segunda causal es la
del artículo 478 e) en relación al artículo 459 Nº 4 y la tercera causal de
nulidad es la del artículo 478 e) en relación al artículo 459 Nº 5 del
Código del Trabajo.
9° Que los recursos de invalidación interpuestos son de carácter
formal y de derecho estricto, razón por las cuales, con arreglo a lo
dispuesto en los artículos 477 y siguientes del Código del Trabajo que lo
regulan, en el escrito de interposición que los motiva, el recurrente debe
cumplir con las siguientes exigencias legales:
a) Indicar las garantías constitucionales o normas legales que se
hubiesen infringido;
b) Si el recurso se funda en distintas causales, indicar si éstas se
invocan de manera conjunta o subsidiaria;
c) Precisar el modo en que el o los vicios invocados han influido
sustancialmente en lo dispositivo del fallo, ocasionando el consiguiente
perjuicio a la parte recurrente; y finalmente,
d) Debe contener las peticiones concretas que se someten a la
decisión de esta Corte.
10° Que en la especie, los escritos de nulidad mencionados no
cumplen con el requisito enunciado en la letra b) del motivo precedente,
por cuanto no señala la forma en que se interponen las causales del
artículo 478 del Código del Trabajo en relación a la primera causal
enunciada, esto es, la del artículo 477 del mismo cuerpo legal, razón
suficiente para rechazarlo, pues esta Corte no se encuentra en
condiciones de determinar el sentido de la argumentación de la
recurrente.
11° Que en efecto, el artículo 478 del Código Laboral, en su parte
final y luego de describir taxativamente los motivos específicos de
nulidad, establece “si el recurso se fundare en distintas causales, deberá
señalarse si se invocan conjunta o subsidiariamente” requerimiento que
al tenor del libelo, no ha sido cumplido, puesto que la recurrente en
ninguna parte del mismo, señala o precisa la forma en que invoca las
causales en las que funda su recurso, (salvo al referirse acerca de los dos
últimos motivos de nulidad), omisión que en atención a la naturaleza del
arbitrio en estudio no puede ser suplida ni menos subsanada en esta
instancia, por carecer el tribunal de la facultad para privilegiar una causal
en lugar de otra y suplir de esta forma la omisión que se constata.
En razón de lo anteriormente razonado, corresponde declarar
inadmisibles los mencionados recursos de nulidad.
FONDO
12º Que en síntesis el recurso de nulidad interpuesto por Amec
Chile Ingeniería y Construcción Ltda. ampliamente descrito en los
fundamento 3º, es posible señalar que este se fundamenta en la infracción
al artículo 477 del Código del Trabajo por cuanto la sentencia se ha
dictado en infracción manifiesta principalmente del artículo 507 del
mismo cuerpo legal y otras normas legales que invoca, y también ha
vulnerado las normas sobre la apreciación de la prueba, lo que
configuraría la causal del artículo 478 b) del código del trabajo y también
la letra e) de la citada norma al no dictarse el fallo de acuerdo a la
normativa formal que la ley señala.
13º Que en lo que se refiere a la causal de infracción de ley
alegada, que se desarrolla en el fundamento 3º, cabe indicar que la causal
de infracción de ley, está referida a la labor de juzgamiento del juez al
aplicar la normativa vigente a un caso particular, lo que se manifiesta en
su sentencia. Al realizar tal labor, el juez puede contravenir formalmente
el texto de la ley; no aplicarla; hacer una aplicación que no corresponde;
o efectuar una errónea interpretación y aplicación. Y existe la exigencia
en la causal de nulidad invocada que el error de derecho cometido por el
juez tenga una influencia sustancial en la decisión, con lo que debe existir
una relación de causa a efecto entre el error cometido y la decisión
adoptada por el sentenciador.
14º Que el sentenciador de primer grado luego de realizar una
revisión de los elementos de prueba atingentes a la cuestión planteada,
concluye que:
a) Las empresas AMEC corresponden a un grupo de empresas con
presencia mundial y tienen sociedades constituidas en Chile;
b) En Chile, aquellas involucradas en este proceso, se constituyen
como sociedades de responsabilidad limitada;
c) Se identifica en todas ellas una confusión de altos directivos,
quienes integran en diversas épocas los órganos de gobierno y control de
unas y otras;
d) Los gerentes generales reportan las sociedades controladoras en
el extranjero (Londres o Vancouver);
e) Samir Brikho es el jefe máximo corporativo mundial; está en
Londres y viene a veces a Chile. Todos los altos directivos concurren a
los encuentros con él;
f) Las sociedades en Chile tienen giros complementarios,
constituyendo su actividad económica esencial la prestación de servicios
de ingeniería para la gran minería, sin perjuicio de otros de orientación
hacia la industria forestal de la AMCA, la que se desarrolla en la
ejecución sucesiva y paralela de un significativo número de proyectos;
g) Los proyectos de ingeniería son ejecutados por la empresa
AMCA y por AIL, quienes tienen el grueso de los trabajadores
(Aproximadamente 300 la primera y 600 la segunda, en un número
variable);
h) AMCHI sirve a ambas mediante un outsourcing formal, pues es
de propiedad de esta y una de las AMCA, en servicios de back office:
finanzas, personal, asesoría legal, servicios administrativos, etc. de,
manera exclusiva (en los hechos, son perjuicio de la posibilidad
estatutaria de no ser así, a las demás empresas. Se ha reconocido en
estrados por su defensa que no se hace control formal previsto en el
artículo 183 del Código del Trabajo;
i) AMCA subcontrata trabajadores de AIL y ésta lo hace otras
veces, con los de AMCA;
j) En la ejecución de los proyectos coinciden los trabajadores de
todas ellas en el domicilio de las empresas AMCA, en la comuna de
Ñuñoa, lugar donde también hay, a lo menos un empleado de AMCHI;
k) Disponen de un modelo de organización por Unidades también
complementario, en Unidades de Negocios;
l) Tienen procesos estándar aplicados en el grupo mundial de
control de procesos de trabajo (Convero, capacitaciones, régimen de
recopilación de información sobre intereses y expectativas laborales)
m) se vacunan todos juntos.
15º Que una vez establecidos los hechos el juez realiza un análisis
de las normas de derecho que le son aplicables al caso como también
referencia a la jurisprudencia existente al efecto.
Para ello hace un extenso análisis en el fundamento 10, para luego
en los fundamentos 11 a 13 razona de que manera el derecho analizado se
aplica a los hechos que se han dado por establecidos en la causa.
16º Que del análisis de los hechos y del derecho, concluye el
sentenciador que las empresas AMEC son una unidad económica, dando
lugar de esta manera a las pretensiones del sindicato demandante.
17º Que el razonamiento efectuado por el tribunal y las
conclusiones fácticas a que arribó la sentenciadora, a la luz de los
elementos del juicio, aparece correcto y acertado.
En efecto, esta Corte, consciente del impulso económico y
expansión de las empresas, advierte la interrelación existente entre
diversas compañías, que por las características de tales vinculaciones y
para efectos de certeza jurídica laboral, en definitiva resulta contener
elementos comunes que permiten catalogarlas como una unidad
económica, concepto doctrinal y jurisprudencial arraigado en el Derecho
Laboral chileno, conforme al desarrollo mercantil referido.
18º Que, el recurrente en su recurso, lo que realiza constituye es
una crítica a las conclusiones fácticas a que arribó el sentenciador, unido
a un análisis propio de los antecedentes del juicio, que lo llevan a
concluir la existencia de las infracciones legales y constitucionales
denunciadas. A lo anterior cabe señalar que el recurso de nulidad es uno
de derecho estricto, y en este caso deben respectarse los supuestos
facticos establecidos en el juicio. El recurso esta desarrollado en la base
de la divergencia que el recurrente advierte en la interpretación realizada
por el juez y aquella que ella sustenta.
19º Que finalmente sobre este punto, huelga señalar que la
circunstancia que el recurrente disienta de la justificación que de las
normas invocadas efectúa la sentenciadora, no puede constituir la causal
de nulidad del artículo 477 del Código del Trabajo que se invoca. En
efecto, el que el recurrente no comparta el razonamiento jurídico de la
jueza, pretenda uno nuevo y se limite a confrontar su sentir frente a la
del tribunal indica que el arbitrio no puede prosperar, más aún cuando el
soporte que lo cimenta va contra los hechos establecidos.
20º Que de esta manera, el razonamiento de la sentenciadora al
subsumir los hechos establecidos en las normas que ha aplicado, fue el
producto de un proceso intelectual el que si bien no es compartido por el
recurrente no cabe dudas que fue serio y particularmente fundado, motivo
por el cual se desechará el recurso de nulidad por no concurrir en la
especie el vicio denunciado.
21º Que subsidiariamente el recurrente ha deducido recurso de
nulidad fundado en la causal del artículo 478 letras b) y e) del Código del
Trabajo por cuanto estima que la sentencia se dicto con manifiesta
infracción a las normas sobre apreciación de la prueba de acuerdo a las
reglas de la sana critica; y en segundo lugar en cuanto la se dictó con
omisión a los requisitos del artículo 459, 495 o 501 inciso final del
cuerpo legal citado.
22º Que de acuerdo al orden que expone el recurrente en su escrito
las causales de nulidad se analiza primeramente la del artículo 478 letra
e) del Código del Trabajo en relación a como lo desarrolla con el artículo
459 Nº 4 del señalado código. Plantea en síntesis que no se respeta la
exigencia del análisis de toda la prueba rendida y desmerece la prueba
confesional, testimonial y documental rendida, lo que especialmente se
presenta al momento en que el juez declara que no reproducirá
ritualmente la prueba instrumental ni la transcribirá, salvo que sea el
necesario para el razonamiento de la sentencia.
A este respecto cabe señalar que la norma legal citada exige, entre
otros requisitos, que la sentencia contenga el análisis de toda la prueba
rendida, los hechos que estime probados y el razonamiento que conduce
a esta estimación. Una cosa es transcribir toda la prueba, que es lo que el
recurrente echa de menos, y otra es hacerse cargo de ella analizándola.
La normativa vigente lo que exige es que sea posible seguir
claramente cuál es el razonamiento del juez, que este se pueda
reproducir. En el presente caso de la lectura de la sentencia se puede
apreciar que el juez se hace cargo de la prueba, la cita y analiza, y de ella
extrae las consideraciones que le sirven de base para dar por establecidos
los hechos que servirán de base a la aplicación del derecho. Hace un
análisis de las probanzas que se le han presentado.
La circunstancia que el juez expresamente señale que no
transcribirá toda la prueba, no quiere decir con ello que prescindirá de
ella, como deja entrever el recurrente, o que solamente utilizará aquella
que le permita llegar a una conclusión adquirida de antemano, como
también indirectamente lo plantea. Ello no es más que declarar cual es la
manera de cómo estructurará su sentencia, sin perjuicio de lo más que
extenso que será transcribir la abundante y extensa rendida.
23º Que también como causal subsidiaria el recurrente deduce la
del artículo 478 letra b) del Código del Trabajo, la que fundamenta
principalmente en que en el caso de autos se ha hecho un análisis parcial
de la prueba rendida, con lo que se infringe manifiestamente las reglas de
la sana critica.
A este respecto cabe señalar que en lo que dice relación al reclamo
de que el juez ha hecho0 un análisis parcial de la prueba, no hace el
recurrente ninguna mención a cuales serian las probanzas omitidas. Sólo
se hace una mención genérica a ello al señalar que la prueba rendida
permite arribar a una conclusión diferente, pero no dice a cual de todas
aquellas aportadas se refiere. De esta manera cabe rechazar esta parte de
sus alegaciones.
El segundo motivo dentro de la misma causal es que con lo
anterior se vulneran las normas de la sana crítica. Al realizar una lectura
del recurso se advierte que al recurrente lo que le causa agravio es que el
sentenciador llegue a una conclusión diversa a la que analiza el litigante.
Hace un extenso análisis de parte de su prueba y estima que no es posible
llegar a una conclusión distinta a la que él plantea. Lo anterior no
constituye ninguna infracción a las reglas de la sana critica, puesto que
no se está atentando contra los principios de la lógica, los científicamente
afianzados ni las reglas de la experiencia. El que el sentenciador llegue a
una conclusión distinta a la que estima el recurrente no es otra cosa que
hacer el juez uso de de sus facultades jurisdiccionales, para las que está
perfectamente dotado por mandato legal.
24º Que respecto del recurso de nulidad interpuesto en
representación de las sociedades Amec Cade Servicios de Ingeniería
Ltda. y Amec Cade Ingeniería y Desarrollo de Proyectos Limitada, este
se funda en la causal del artículo 477 del Código del Trabajo el que está
ampliamente expuesto en el fundamento 4º de este fallo y que en síntesis
particularmente lo dirige por no haberse aplicado correctamente lo que
establece el artículo 3 del Código del Trabajo como el artículo 507 del
mismo cuerpo legal.
25º Que los fundamentos en que se basa este recurso de nulidad
son básicamente los mismos que se han analizado precedentemente, por
lo que para no repetirlos estos sentenciadores hacen referencia a los
considerandos 13 a 20 de este fallo, lo que se dan por expresamente
reproducidos, lo que hacen llegar a la misma conclusión anterior, de
rechazo del recurso planteado.
26º Que Amec International Ingeniería y Construcción Ltda.
dedujo también recurso de nulidad en contra de la sentencia de primera
instancia y lo hace en forma principal por la causal del artículo 477 del
Código del Trabajo al estimar, en síntesis, que ha existido una infracción
de derecho que influye sustancialmente en lo dispositivo del fallo, en lo
que se refiere principalmente a lo que disponen los artículos 3 y 507 del
Código del Trabajo.
En forma subsidiaria plantea su recurso por las causales del
artículo 478 letra e) y b) del Código del Trabajo, esto es por haber el
tribunal llegado a una conclusión sin haber analizado toda la prueba
rendida y en segundo lugar por haber una evidente infracción a la
apreciación de a la prueba por intermedio de las reglas de la sana critica,
ello al arribar a una conclusión con un análisis parcial de la prueba
rendida.
27º Que el recurso planteado, con distintas palabras, plantea los
mismos argumentos que el recurso analizado en primer lugar en esta
sentencia, se tal manera que para no repetir los mismo fundamentos,
estos sentenciadores se remiren a lo analizado en los considerandos 13º a
20º para la causal del artículo 477 del Código del Trabajo y a los
fundamentos 21º a 25º para las causales del artículo 478 del mismo
cuerpo legal.
28º Que en atención a lo expuesto en los fundamentos precedentes
corresponde el rechazo de los recursos de nulidad deducidos en autos.
Por estas consideraciones y de acuerdo con lo dispuesto en los
artículos 477 478 y 482 del Código del Trabajo se decide:
a) Se declaran inadmisibles los recursos de nulidad deducidos por
Amec Americas Limited y Amec South America Limited, deducidos en
contra de la sentencia de veintiocho de diciembre de dos mil once,
dictada por el por el Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago,
en la causa O-1601-2011;
b) Se rechazan los recursos de nulidad interpuestos por Amec
Chile Ingeniería y Construcción Ltda.; Amec Cade Servicios de
Ingeniería Ltda.;
Amec Cade Ingeniería y Desarrollo de Proyectos
Limitada.; y Amec International Ingeniería y Construcción Ltda.
Regístrese, comuníquese y archívese.
Nº 137-2012
Redacción del ministro Sr. Jorge Dahm
Dictada por los ministros Sr. Jorge Dahm Oyarzún, Sra. Dobra Lusic
Nadal y abogado integrante Sr. Patricio González Marín.
Autorizado por el (la) ministro de fe de esta Corte de Apelaciones.
En Santiago, a seis de diciembre de dos mil trece, notifique en secretaría
por el estado diario la resolución precedente.
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