OTRA VEZ LA PROSPERIDAD FALAZ ALFONSO LÓPEZ-CHAU La historia del guano y el salitre es de tristes y lamentables recuerdos para los peruanos. Cegados por los ingresos momentáneos de estos recursos, en lugar de aprovecharlos para pegar el salto hacia un Estado moderno, terminamos en lo que Basadre denominó como la “Prosperidad Falaz”. En el 2007, antes de la crisis del 2008, advertimos que sustentar nuestro desarrollo solo en cobre, oro y zinc era una ruta insostenible en el largo plazo. Señalamos con estadísticas que cualquier estudiante puede comprobar, que los precios de exportación e importación, los llamados “términos de intercambio”, desde 1950 hasta el 2007, tenían una secuencia de precios favorables, seguidos de otros dramáticamente desfavorables. Nunca los precios favorables de nuestros productos de exportación han sido aprovechados para sustentar nuestro crecimiento y desarrollo de largo plazo. Se advirtió que el movimiento cíclico de los precios ya ocurrió, y podía volver a ocurrir, aunque no sepamos cuando. A quienes teníamos esta manera de ver los problemas, analistas defensores del modelo, maniquea y machaconamente se las ingeniaban para hacernos aparecer como enemigos de la inversión extranjera, como enemigos de los empresarios del oro y el cobre. No entienden que queremos más y mejores empresarios mineros, que incentiven, que promuevan los encadenamientos productivos hacia adelante y hacia atrás, esto es, que la mayor cantidad de compras que realizan sus empresas mineras sean proveídas crecientemente por el mercado nacional. A este proceso, practicado por burguesías lúcidas, en otros países se le denomina industrialización secundaria. ¿Es mucho pedir? ¿Dónde están los enemigos de la inversión extranjera?. También se les pide que sean amables y amistosos con el planeta, con la naturaleza, que respeten el medio ambiente sin triquiñuelas. ¿Pedir algo tan sencillo, nos hace enemigos de la inversión extranjera? ¿Por qué no se comprende que lo que se les pide, es lo mismo que disfrutaran sus propios hijos y nietos. Les pedimos solo que tengan visión de largo plazo y no de corto plazo. Es decir que lideren, que sean sobre todo una clase dirigente. Que por fin alguna vez en el Perú se conviertan en una auténtica burguesía nacional como la chilena, como la brasileña como la de Corea del Sur, como la de los Estados Unidos. La forma de argumentar en la época del guano y el salitre, la forma de argumentar antes de la crisis del 2008, y hoy, antes de la crisis que deseamos que no suceda, es más o menos la siguiente: Los titulares nos insisten diciéndonos que somos el primer productor mundial de plata. El primer productor mundial de harina de pescado. El segundo productor mundial de cobre. El segundo productor de zinc. Se nos dice que nuestro producto interno bruto ascendía en el 2000 a 53,377 millones de dólares, y que en cambio ya en el 2012 llegaba a 199,532 millones de dólares. Que la deuda pública neta en el 2003 era el 38.5 por ciento del PIB y que en el 2012 solo ascendía al 4.8 del 1 PIB. Se exhibía con triunfalismo que todos aplaudimos, que las exportaciones totales llegaban solo a 7,000 millones de dólares en el 2000 y que en cambio hoy llegan a 50,000 millones de dólares (Dic. de 2013). Que la inversión extranjera ascendía a 810 millones de dólares en el 2000 y que a Diciembre del 2013 la inversión directa neta ascendía a 12,297 millones de dólares. Las primeras páginas y los editoriales festejaban que las reservas internacionales netas solo llegaban a 8,180 millones de dólares en el 2000; en tanto que al segundo trimestre del 2013 llegaban a la cifra considerable de 66,613 millones de dólares. Que la inflación durante el periodo 2001- 2009 fue de solo 2.2%. Pero alguien en su sano juicio, puede oponerse a tan deslumbrante cifras? Creo que nadie. La pregunta que cabe hacerse entonces, es averiguar, si son sostenibles en el largo plazo, o son solo una versión mejorada de la propiedad falaz que tanto criticaba Basadre. Al hacerlo, será necesario contextualizar y comparar. Podemos por ejemplo recordar que las exportaciones de cobre, oro, zinc y las remesas, suman todas juntas el 60% de nuestras exportaciones totales. ¿Y que son las remesas? Las remesas es el envío de dólares de los peruanos que se fueron a trabajar a Estados Unidos, España, Chile o Argentina. ¿Y los minerales nos duraran toda la vida? No, no nos durarán eternamente? ¿Es sostenible entonces en el largo plazo el modelo actual? El lector ya tiene la respuesta. Se puede recordar también, que las remesas ocupan el cuarto lugar como fuente proveedora de divisas. Que efectivamente el cobre ocupa el primer lugar, el oro el segundo, el zinc el tercero y las remesas el cuarto lugar. Es decir que las remesas le ganan a todo lo demás. Representan un monto mayor, en realidad mucho mayor que la páprika, que los espárragos, que las paltas. Las remesas de los peruanos que salieron en busca de empleo superan en monto a toda la vanguardia agroexportadora junta. Superan a las exportaciones textiles, a la metalmecánica, y puntualmente, a cualquier producción industrial especifica. El siguiente cuadro elaborado con cifras oficiales da cuenta de lo que decimos en el párrafo anterior: 2 Aporte de divisas por exportación y Remesas En Millones de Dólares Productos 2011 2012 Remesas 2,697 2,788 Legumbres 980 1,030 Frutas 903 956 1,986 2,157 Minerales – No Metálicos 487 716 Metal Mecánica 464 532 53 66 Textiles Máquina y Aparatos Eléctricos Podemos contextualizar y relativizar señalando que si bien fuimos hasta diciembre del 2013, el primer productor mundial de plata, solo exportamos el 1 por ciento con valor agregado. Podemos también recordar que nuestra inversión en investigación y desarrollo como porcentaje del PIB es inferior a la de Ecuador y Chile. Nosotros invertimos solo el 0.15 del PIB en tanto que Ecuador invierte el 0.26 y Chile el 0.37 por ciento del PIB. Que en relación a los dólares recibidos por patentes, Bolivia y El Salvador reciben más que nosotros. Bolivia recibe 8.5, El Salvador 11.8 y el Perú 5.3. Y en cuanto a las exportaciones de productos de alta tecnología en millones de dólares por año, el Perú está por debajo de Chile. El Perú lo hace con 305 millones, en tanto que Chile lo hace con 509. El Perú registra solo 39 patentes por año, Colombia 183, Chile 309 y Brasil 2,705. De lo expuesto podemos deducir, que sin los términos de intercambio favorables y sin las remesas, la cuenta corriente de la balanza de pagos o su equivalente, la relación estratégica de los procesos de ahorro e inversión se torna vulnerable. Una economía cuyo cuarto aporte más importante después del oro, el cobre y el zinc, está constituida por las remesas debiera invitar a la reflexión, pues la historia de los términos de intercambio prueba la sucesión de períodos con alza de precios de nuestros principales productos de exportación seguidos de caídos de los precios de esos mismos productos de exportación. Se impone en consecuencia diseñar con urgencia propuestas productivas y exportables, no hacerlo, coloca al país ante la eventualidad de un tsunami económico, político y social de origen externo. 3 Resulta imperativo en consecuencia, concentrarse en la sostenibilidad de largo plazo del desarrollo de la economía peruana. ¿Cómo hacerlo? En el campo del comercio internacional, sujetándonos a dos principios, sobre todo con los vecinos: equidad en el comercio y ganancias estratégicas compartidas. Poniendo el cerebro en cada bien que produzcamos, en cada bien que exportemos de manera creciente a todas partes del mundo. Si lo hacemos, estaremos haciendo innovación tecnológica, y si generamos de modo creciente valor agregado, seremos competitivos, y si somos competitivos, nos estaremos industrializando, y si nos industrializamos, nos estaremos desarrollando con la esperanza de ser una potencia industrial intermedia en pocos años, estaremos mejorando la educación y el capital humano a través del camino de aprender haciendo, gestando instituciones modernas exigidas por el proceso de acumulación de capital. ¿Qué lo impide? ¡Nada! Solo requiere voluntad política para acometer el desafío nacional de las regiones. Requiere de la voluntad política de 10 o 15 presidentes regionales. Para concertar, para promover las macro regiones, las asociaciones públicas–privadas y las exportaciones con valor agregado. La importante explotación y exportación minera es una inmensa oportunidad para aprovechar esos recursos. Para la necesaria industrialización secundaria existe un enorme campo aún sin explotar en la minería peruana. En otros países el 60% de los costos de los insumos, maquinarias y servicios de ingeniería, es decir, el 60% de los potenciales encadenamientos hacia atrás, es provisto por su industria nacional. Muchos de estos componentes que han incorporado conocimiento y valor agregado nos lo exportan ahora al Perú. En la historia económica mundial, en ninguno de los casos exitosos el desarrollo de capacidades productivas ha surgido espontáneamente, ni ha sido atribuido exclusivamente al mercado. En todos ellos se verifica la existencia de una clase empresarial dirigente, y no solo dominante. Se verifica la existencia de una burguesía nacional inteligente capaz de entender y de propiciar relaciones institucionales virtuosas con el Estado. En todos los casos se observan por eso, expresas políticas industriales, de formación de capital humano y de innovación tecnológica como puntales de los procesos de inserción productiva exitosa. Se trata entonces de más Estado de más mercado, de más sociedad, de más empresarios que conquisten los mercados mundiales y de más y mejores universidades. 4