4. Elecciones periódicas, justas y transparentes, don- de

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4. Elecciones periódicas, justas y transparentes, donde exista una posibilidad real de alternancia.
En las democracias, los gobiernos representan al pueblo que de manera directa o indirecta, son elegidos por
los ciudadanos. Por tanto, resulta lógico que se deban
garantizar los mecanismos para que estos puedan, en
ejercicio de su libertad, elegir a sus gobernantes. El poder debe ser disputado en condiciones equitativas y la
decisión final debe recaer en el pueblo, único soberano.
Las elecciones de fachada
La celebración de elecciones no garantiza que los propósitos de la democracia
se cumplan. Es por ello que se hace mención específica de que las mismas deben
ser justas y transparentes. Los verdaderos protagonistas deben ser los ciudadanos,
quienes a través de sus votos, tienen que tener la posibilidad real de elegir a sus
representantes.
Muchos regímenes autoritarios organizan elecciones de fachada, incluso con la
participación de partidos opositores al de gobierno, con la intención de legitimar
su permanencia en el poder a través de comicios cuyos resultados se conocen de
antemano.
5. El derecho a votar y a ser votado (sufragio).
El derecho a votar supone la posibilidad de participar
y elegir a los representantes. El derecho a ser votado
deriva del derecho a la igualdad, pues todos los ciudadanos son iguales en deberes y derechos. Implica la posibilidad de postularse a los cargos públicos en igualdad
de condiciones.
La participación electoral es una de las formas de
participación política más importantes: constituye una
base fundamental de todo sistema democrático.
El vocablo sufragio proviene del latín “suffragium”,
que significa asentir. Supone una expresión de voluntad a través de la cual los ciudadanos eligen a sus gobernantes o expresan su opinión en torno a determinados
asuntos públicos.
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