Protección de la salud como un derecho ciudadano

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Comentario
Protección de la salud como un derecho ciudadano
Alicia Bárcena
Una vida saludable es esencial para disfrutar de otros derechos
humanos.[1] Es también una dimensión crucial para el bienestar
de las generaciones presentes y futuras. Además, para que
haya un desarrollo económico y social sostenido se requiere una
población sana.[2] De ahí que no sorprende que los países de
la región de América Latina y el Caribe hayan hecho grandes
esfuerzos por garantizar la protección de la salud de sus ciudadanos. Sin embargo, a pesar de esos esfuerzos, la región
todavía muestra déficits considerables en el acceso a los sistemas de atención de salud. Aunque el acceso al sistema de salud
se incrementó, desde apenas un poco más de la mitad de los trabajadores asalariados (de 15 años o mayores) en 2002, al 66%
en 2011 (Figura 1), esta cifra representa una situación compleja
para la región. El acceso es mayor para las mujeres que para los
hombres (71% frente a un 64% en 2011), y ha evolucionado en
forma similar para ambos sexos en la última década.[3]
Persisten grandes disparidades en el acceso por quintiles de
ingresos, con tasas que oscilan desde el 44% en el quintil más
bajo, al 80% en el más alto, en 2011 (Figura 2). El incremento
de cobertura durante la última década ha sido impulsado principalmente por la incorporación de personas de los quintiles
más bajos a los servicios de atención en salud. Este cambio
ha significado una disminución de las brechas por nivel de
ingresos en los últimos 10 años —la razón de cobertura entre
los quintiles más altos y más bajos descendió de 2.6 en 2002
a 1.8 en 2011.[3]
Aunque existen diferencias importantes en el acceso a la atención de salud entre los países latinoamericanos, la mayoría de los
países han ampliado sustancialmente la cobertura del sistema de
salud en la última década (Tabla). Únicamente El Salvador experFigura 1: Promedio de acceso al sistema de
pensiones y atención de salud entre asalariados de
>15 años, por sexo, 2002–11
Porcentaje de personas (%)
90
100
2002
2011
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Ambos sexos
Hombres
Mujeres
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)[3]
con el uso de datos provenientes de encuestas de hogares realizadas en los países respectivos (consulte la tabla para ver la lista de
los países incluidos)
S10
imentó un pequeño descenso y, en Uruguay, donde la cobertura
ya sobrepasaba el 98% en 2002, hubo un aumento marginal.
La expansión de la cobertura fue particularmente notable en
Colombia, donde aumentó del 53% al 92% de los asalariados,
situándose por encima de la media regional. Se dieron avances
sustanciales en la República Dominicana (incremento relativo
de un 48%), en Ecuador (un aumento relativo de un 47%) y en
Perú (un aumento relativo de un 65%). Los niveles más bajos de
cobertura de los sistemas de salud se advirtieron en Bolivia, El
Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Paraguay, donde
menos de la mitad de los asalariados tiene acceso a la atención
de salud.[3]
En mi opinión, la cobertura universal de salud debe guiarse desde una perspectiva basada en los derechos. Esto significa que
todos los ciudadanos tienen derecho tanto a una atención de
salud de calidad como a la protección social, como una manera
de propiciar su plena participación en la sociedad. La meta debe
ser garantizar un cierto nivel de bienestar para todas las personas, y este nivel debe ser el máximo que, de manera factible, se
pueda lograr, dadas las restricciones económicas prevalecientes.
En este contexto, la universalidad está ligada a la solidaridad, lo
que implica que todos los ciudadanos deben tomar parte en el
financiamiento destinado a la protección social, contribuyendo de
acuerdo con sus medios económicos.[4]
El hecho de que haya grandes grupos de la población que todavía
no tengan acceso a la atención de salud, es motivo para fortalecer
el acceso universal mediante el financiamiento no contributiva.
Este camino conducirá a la región hacia un objetivo ambicioso, la
desvinculación del acceso a los servicios de salud de los ingresos
y riesgos individuales. Se necesita aumentar la eficiencia para
Figura 2: Promedio de acceso al sistema de pensiones y atención de salud entre
asalariados de >15 años, por quintil de ingresos, 2002–11
Porcentaje de personas (%)
100
E Añé
Publicado en línea en The Lancet el 16 de octubre, 2014 y traducido al español con permiso.
Inglés disponible en: http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(14)61771-2/abstract
2002
2011
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Total
Quintil 1
Quintil 2
Quintil 3
Quintil 4
Quintil 5
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)[3] con el uso de datos provenientes de encuestas de hogares realizadas en los países respectivos (consulte la tabla para ver la
lista de los países incluidos)
MEDICC Review, 2015, Vol 17, Suplemento
Comentario
Tabla: Porcentaje de asalariados de 15 años y más que tienen acceso
a sistemas de atención de salud, por país y año
Ambos sexos
Hombres
Argentina (áreas urbanas)
2004
65.1%
2011
77.7%
Bolivia
2002
29.8%
2009
44.4%
Chile
2000
92.4%
2011
96.7%
Colombia
1999
53.2%
2011
91.9%
Costa Rica
2002
83.7%
2011
86.9%
República Dominicana
2005
51.1%
2011
75.4%
Ecuador (áreas urbanas)
2002
45.0%
2011
66.2%
El Salvador
1999
50.0%
2010
48.9%
Guatemala
2002
38.5%
2006
44.5%
Honduras
2006
36.0%
2010
37.2%
México
2002
53.8%
2010
71.8%
Nicaragua
2001
28.8%
2005
36.3%
Panamá
2002
73.2%
2011
80.1%
Paraguay
2000
32.2%
2011
40.1%
Perú
2001
39.3%
2011
65.0%
Uruguay (áreas urbanas)
2002
98.2%
2011
98.6%
América Latina
2002
54.4%
2011
66.4%
Mujeres
optimizar los escasos recursos, y hacer frente de manera urgente
a los retos tecnológicos, demográficos y epidemiológicos, que
no solo enfrenta América Latina, sino todo el mundo. Los nuevos
acuerdos sociales, tanto en la esfera social como en la económica,
son los instrumentos políticos que impulsarán los avances hacia la
cobertura universal de salud.[5]
66.4%
77.5%
63.5%
77.9%
27.5%
40.5%
34.1%
51.2%
Creo que este movimiento hacia la cobertura universal de salud
es un paso clave para la construcción de sistemas de protección
social concebidos con un enfoque basado en los derechos.
91.5%
96.1%
93.8%
97.7%
REFERENCIAS
1.
48.5%
90.7%
60.4%
93.6%
81.7%
84.7%
87.2%
90.3%
52.6%
76.2%
49.0%
74.4%
43.6%
62.7%
47.5%
72.1%
45.6%
44.5%
57.5%
56.4%
36.4%
42.5%
43.4%
48.9%
30.2%
31.8%
47.1%
47.7%
52.0%
69.3%
57.0%
76.3%
24.9%
30.2%
36.5%
48.3%
71.6%
77.8%
75.6%
83.4%
30.9%
36.6%
36.9%
45.3%
38.9%
63.7%
40.0%
67.0%
97.8%
98.3%
98.7%
99.0%
52.5%
63.9%
58.0%
70.6%
2.
3.
4.
5.
UN. General Comment 14, the right to the highest attainable standard of health.
Ginebra: United Nations, 2000. Inglés.
Evans DB, Marten R, Etienne C. Universal health coverage is a development
issue. Lancet 2012; 380: 864–65. Inglés.
ECLAC. Social panorama of Latin America. Santiago: Economic Commission
for Latin America and the Caribbean, 2013. Inglés.
ECLAC. Time for equality: closing gaps, opening trails. Brasilia: Economic
Commission for Latin America and the Caribbean, 2010. Inglés.
ECLAC. Compacts for equality: towards a sustainable future. Lima: Economic
Commission for Latin America and the Caribbean, 2014. Inglés.
LA AUTORA
Alicia Bárcena ([email protected]), Comisión Económica para
América Latina y el Caribe, Vitacura, Santiago de Chile.
Traducción aprobada por la autora: 29 de enero, 2015
Declaraciones: Ninguna
Citación sugerida: Bárcena A. Protección de la salud como un derecho
ciudadano. MEDICC Rev. 2015;17 Suppl:S10–1. Disponible en: http://
medicc.org/mediccreview/uhc-barcena.php
Comisión Económica para América Latina y el Caribe con el uso de datos de
encuestas de hogares[3]
MEDICC Review, 2015, Vol 17, Suplemento
S11
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