Club Baloncesto Arroyomolinos ¿QUÉ ES MAS IMPORTANTE: ESTUDIAR O JUGAR AL BALONCESTO? CLUB BALONCESTO ARROYOMOLINOS Por Oscar Bravo Montero Técnico Senior Femenino Club Baloncesto Arroyomolinos Este fue el título-reclamo de una pequeña charla que escuché hace algún tiempo para entrenadores y padres de jugadores en un club de baloncesto. Evidentemente, la idea del título era provocar y atraer al mayor número posible de padres. Normalmente suele ser la pregunta previa a la respuesta que se dan muchos padres cuando deciden que su hijo deje el baloncesto - o cualquier otro deporte - ante la aparición de malas notas en el colegio o instituto. La respuesta es invariablemente estudiar. Si plantean, como excusa a su decisión, esta pregunta al entrenador, cualquier otro tipo de solución ante las malas notas que no sea el dejar, momentáneamente, el baloncesto, es prácticamente imposible. Porque es difícil dar una respuesta inteligente a una pregunta estúpida. Veamos porqué. Es evidente que los estudios son, y han sido siempre, importantísimos. Muchos padres hacen que sus hijos los tengan en un segundo lugar en su particular escala de valores (suponemos que el primer lugar lo ostenta la familia). ¿Y qué lugar ocupa el deporte? Hoy en día la mayoría de jóvenes desarrolla también otro tipo de “actividades” a parte del programa escolar: música, idiomas, informática, etc. Todas ellas entran en la definición que damos de “estudios”. A nadie se le ocurre decir, sin embargo, que su hijo los lunes, miércoles y viernes estudia baloncesto de 7 a 8 de la tarde. Visto de este modo el deporte ocupa un lugar bastante abajo en la escala de valores que la familia establece, inconscientemente, para el deportista. Recuerdo a un jugador al que el dentista le estaba haciendo unos “hierros” y al que su madre siempre hacia coincidir las visitas semanales al médico con los días de entrenamiento. Cuando le pregunté porqué de vez en cuando no iban al dentista los martes o los jueves, me dijo que esos días tenía inglés de 6 a 7 y que era más importante que el baloncesto. Siempre me he preguntado porqué los niños necesitan clases extra de inglés y cómo es que no lo salen hablando perfectamente después de estudiarlo más de 10 años tres horas a la semana en el colegio. Por Oscar Bravo Montero Técnico Senior Femenino Club Baloncesto Arroyomolinos Aunque no podamos definir el deporte estrictamente como un estudio, ¿hemos de considerarlo debajo de estos en la escala de valores, haciendo que la mayoría de padres se planteen la pregunta que encabeza este artículo? ¿Somos capaces realmente de ver qué valores puede aportar el deporte a la formación de los jóvenes que no aportan otras actividades? ¿Somos capaces de transmitirlos? La experiencia de muchos años de entrenador compaginada con otros muchas actividades me ha enseñado lo siguiente: 1) Los padres que actúan de este modo están estableciendo una relación causaefecto equivocada. La práctica de un deporte no suele ser, casi nunca, la causa de que el jugador suspenda. 2) La mayoría de padres que actúa de este modo se tranquiliza una vez ha tomado dicha decisión, aunque conlleve el consiguiente enfado del hijo (y de su entrenador). Es como pensar “yo ya he hecho lo que tenía que hacer. Ahora es el turno del colegio o de mi hijo”. 3) En la gran mayoría de los casos, el jugador no mejora su rendimiento escolar a pesar de haber abandonado el deporte. Cuando suelo preguntar a los padres porqué quieren que sus hijos practiquen deporte, muchos me responden que de este modo, mientras lo practican no están haciendo otras cosas que les pueden perjudicar, como estar en la calle sin hacer nada, o tumbados en el sofá viendo la televisión, o jugando a la play. Es decir, la práctica deportiva es importante para ellos - los padres - por lo que dejan de hacer los hijos y no por lo que hacen o los beneficios que puede tener el practicar una disciplina deportiva. Y este es un gran error, porque la práctica de un deporte, de equipo o no, suele llevar consigo toda una serie de valores que no podemos encontrar en otro tipo de actividades. Es importante que los padres tomen consciencia de lo que su hijo puede llegar a perderse si abandona, aunque sea por un tiempo limitado, la práctica del deporte. Aparte, claro está, del perjuicio a sus compañeros de equipo. Ciertos valores que proporciona la pertenencia a un equipo no pueden obtenerse en la escuela, en la familia o en otros ámbitos. Si dejamos sin actividad deportiva a un hijo nuestro le estamos privando de toda una serie de cosas relacionadas íntimamente con su educación. Por Oscar Bravo Montero Técnico Senior Femenino