RED INFORMATIVA DE LA FAMILIA MARISTA

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RED INFORMATIVA DE LA FAMILIA MARISTA - R I F M A
Laicos Maristas junto a la Obra de San Marcelino Champagnat - Un Corazón sin Fronteras
V.J.M.J y CH.
17 de Septiembre de 2004.
50 AÑOS DE PRESENCIA MARISTA EN ANGOLA
Cerca de los niños y de los jóvenes
Hasta su independencia en 1975, los Maristas en Angola se dedicaban fundamentalmente a la educación
en los colegios de formación profesional de N'Dalatando, en el internado de Huila. Era una Angola bajo la
colonización fronteriza. Los maristas llegaron a Angola en 1954. Las reservas de petróleo y de diamantes
han hecho de este pacífico pueblo un campo de batalla con trasfondo de intereses económicos.
En 1975, Angola consiguió su independencia de Portugal en circunstancias difíciles, con enfrentamientos
entre partidos y sin preparación previa, con intervenciones extranjeras interesadas, con un golpe de
Estado por parte del partido MPLA, y con el comienzo de la guerra civil, que daba continuidad a la guerra
de independencia comenzada en 1961.
El nuevo gobierno socialista marxista, tomó como primera medida la confiscación de todos los centros privados de enseñanza. Los Maristas nos quedamos sin colegios y sin casas donde habitar.
Los Maristas portugueses se vieron obligados a salir del país porque en ese momento la fobia contra el
portugués fue intensa. Quedaron cuatro hermanos brasileños que son un ejemplo de vocación misionera,
de fortaleza, de constancia y de valor. Sin ellos, la misión marista de Angola hubiera desaparecido.
Gratuidad
De 1975 a 1992 fueron diecisiete años de experiencias muy interesantes, vividas en total gratuidad. La
diócesis nos daba 4000 kuanzas al mes y, a partir de ahí, nadie se planteaba tener que pagar servicios
prestados, incluso cursos mensuales, semestrales o anuales.
Por otra parte, multiplicamos nuestro trabajo: educación y enseñanza en centros oficiales, formación de
seminaristas y de futuros religiosos, cursos de todo tipo y trabajo pastoral dentro de la Iglesia, que es donde se nos permitía actuar, trabajo en Cáritas, transporte de enfermos y de cadáveres, promoción de obras
sociales, etc.
La casa que teníamos en Lobito era confortable; pero las de Luanda y N'Dala-tando eran realmente pobres; la de N'Dalatando, en concreto, era un sótano.
En 1992, con la abolición del régimen socialista marxista, el Gobierno, presionado por el Banco Mundial y
otros organismos internacionales, prometió devolver los centros de enseñanza confiscados.
Respirando una nueva vida
Con el fin de la guerra fraticida, Angola puede respirar nueva vida. Hace ya más de dos años que las escaramuzas han terminado y se va afirmando la tranquilidad en todos los rincones de este inmenso, rico y
hermoso país.
Las personas ya pueden circular con libertad sin tener miedo a ser atacadas o robadas. Se puede viajar a
cualquier hora del día y de la noche. Está claro que queda mucho por mejorar: las carreteras necesitan reparaciones, los teléfonos no funcionan casi nunca; el sistema sanitario permanece en estado de precariedad; aunque se ha hecho un gran esfuerzo en educación, un gran número de niños y de jóvenes no tienen
escuelas para formarse.
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Y nosotros, los Hermanos Maristas, estamos celebrando 50 años de presencia entre esta gente.
En 2004 se han organizado muchas actividades para marcar estas efemérides. Empezamos a finales de
diciembre de 2003 con un encuentro de todos los Hermanos que trabajan en Angola para agradecer a Dios
todo el bien que tuvo lugar durante todos estos años. Los días 5 y 6 de junio se llevaron a cabo los Juegos
Olímpicos Maristas en Kuito.
En Julio, por primera vez, dos jóvenes hicieron su primera Profesión Religiosa en tierras angoleñas. Euclides Nangolo y Ricardo Francisco se comprometieron con la Vida Marista. También tuvieron lugar la Jornadas Pedagógicas Maristas.
En esta ocasión, los educadores maristas reflexionaron sobre las enseñanzas de Champagnat, la pedagogía marista y los retos de nuestro tiempo. Finalmente, los días 14 y 15 de agosto, más de 200 jóvenes,
reunidos en Luanda, fueron desafiados y motivados a compartir el pasado marista y soñar sobre su futuro.
Por eso, los Hermanos Maristas continúan su presencia en Angola; aquí en esta tierra de sufrimiento, rica
en recursos naturales, pero estimulante en términos de la misión; con esta gente alegre y estos jóvenes
llenos de esperanza, donde las vocaciones florecen y todos están invitados a comprometerse cada día. Es
por eso que mantenemos nuestros deseos de permanecer y vivir en Angola con los niños y los jóvenes.
Saben muy bien que estamos con ellos…
(Extractado de www.champagnat.org y www.conferenciamarista.es )
Pidamos al Señor, a nuestra Buena Madre y a San Marcelino que la semilla sembrada en este medio siglo
de vida siga dando frutos en ese hermano país, en beneficio de la Obra Marista y para mayor gloria de
Dios y de su Iglesia.
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