,,Aowo 5.1. Testamento Su validez Los textos I) al de PRÁCTICOS ológrafo otorgado Excepción en corresponden: la transcripción parcial de otra evacuada por 1980 el Dr. Ronald Herbert respecto a un mismo caso. con 1) Se pregunta cuál es la validez de un testamento ológrafo extendido en la Argentina disponiendo de bienes ubicados en el Uruguay. en se trate de yss.) ha hecho pensar que y cuan es público, limitando todavía dicho do p. 293). Testamento Civil de 1940 ológrafo en el Tratado de Derecho El artículo 44 del Tratado de Derecho Civil cia la invalidez de dicho testamento. Como con la Argentina rigió hasta el año 1956 el Tratado de Derecho Civil de 1889, conviene antes de entrar al texto actualmente vigente el Tratado — de Derecho Civil de 1940 con como acto valor por las facilidades que concede para atacar la fecha, firma o escritura y además dicho Código distingue claramente el testamento ológrafo del testamento por acto público, dedicando a cada uno de ellos un capítulo separado". (Tratado cita válido. Bajo el régimen del Código Civil antes de la san ción de la ley 10.084, la posición doctrinaría y ju risprudencial fue oscilante, con una tendencia ha aquél argentíno no dice que el testamento ológrafo constítuye un acto público, sino simplemente que testamento de esta naturaleza pro un cedente del extranjero, tampoco de sólo que "la calificación debe hacerse con forme al criterio de distinción de nuestro Código, (que corresponde, por lo demás al generalmente aceptado en los sistemas jurídicos afines^ al nuestro), sino también porque en realidad el Códi vale El hecho de que las normas de nuestro Código Civil no acepten el testamento ológrafo (arts. 793 y do la R.O.U go Respuesta ss., 801 yss y 811 aplicable en para desecharla? rar no consulta evacuada por el Dr. Ma nuel A. Vieira en 1979 y a sobre bienes Argentina, disponiendo de Orden Público Internacional: ¿es una II) inmediatamente (7-12): 671-677, 1984. Rev. A.E.U. 70 - — analizar el contenido relación al testamento en su apartado priniero es idéntico al de 1889 al consa grar el principio de la pluralidad de las sucesiones, esto es regular cada sucesión por la ley del lugar de la situación de los bienes. El cambio surgió en el parágrafo segundo que dispone: "Esto, no obstan te, el testamento abierto o cerrado otorgado por acto solemne en cualquiera de los Estados contra tantes será admitído en todos los demás". Se sustituye "acto público" por "acto solemne" lo que hace decir a VAZ FERREIRA que "al establecer la validez de los testamentos so ológrafo. , ológrafo El testamento en el Tratado de Derecho Civil de 1889 lemnes, el Tratado abría la puerta al ológrafo, el cual Este tratado artículo 44 "La Ley del lugar de la situación de los bienes hereditarios, al tiempo de la muerte de la persona, rige la forma del testamento" agregando su inciso 2°: "el testa mento otorgado por acto público en cualquiera de los Estados contratantes, será admitido en todos los demás" dispone en su , . Este inciso debe coordinarse con el artículo 39, inc. 1° del mismo Tratado que recoge el principio de la "locus regit actum" para las formalidades instrumentales al expresar "Las formas de los ins trumentos públicos se rigen por la ley del lugar en que se otorgan". Para VAZ FERREIRA acto pú blico es similar a instrumento público (VAZ FE RREIRA. "Tratado de las Sucesiones" 1967, t. 1, p. 292). validez de los testamentos el régimen del Tratado de 1889, VAZ FERREIRA al indicar que en el tes tamento ológrafo argentino no hay intervención de Escribano o funcionario público, tal expresión de Comentando la ológrafos argentinos, bajo última voluntad se encuentra contenida en un do y añade "pero surgen dudas ape nas se observa que según el Código argentino en su artículo 3.650, el testamento ológrafo vale como acto público y solemne..." Sin embargo el destacumento privado . .;_.- „, ;„^i;r>c i-ior la negativa ñor conside testamento pesar de testamento simplicidad solemne" (Tratado citado). a su es un ESCRICHE define el concepto de somlemne "Dícese de un acto o instrumento que es auténtico y está revestido de todas las formalidades estable cidas por las leyes para hacerlo válido". Generali zando se puede a su vez decir que un acto es solem "cuando está sujeto a la observancia de ciertas formalidades especiales de manera que sin ellas no produce efecto civil..." (Art. 1.252 del Código Ci ne vil). Hay no ne un cambio sustancial porque acto solem mismo que acto público (VAZ lo es FERREIRA, op. cit., pág. 294). Hemos mencionado la opinión de VAZ FE de la solemnidad del testamento ológrafo argentino. ROMERO DEL PRADO un distinguido intemacionalista de la Argentina al co mentar el testamento ológrafo menciona el ardcu lo 3.622 del Código argentino, artículo que esta RREIRA blece acerca serie de formalidades para la validez del ológrafo y la nulidad del acto si falta de ellas. El testamento es un acto escrito una testamento alguna las solemnidades de la y el testamento de ciertas formali dades sin cuya existencia, carecería de valor Cita ROMERO DEL PRADO antecedentes jurispru denciales de su país que rechazaron testamentos con ológrafo se ley encuentra revestido ológrafos otorgados en el extranjero por no cum- 672 REVISTADE LA A.E.U. -T.70 plir con las solemnidades establecidas por la ley ar gentina (ROMERO DEL PRADO. "Derecho In ternacional Privado, tomo 11. Córdoba 1961, pág. 495 y ss.). Es interesante reseñar brevemente la historia de la inclusión de esta disposición en el Tratado de 1940. Cedamos la palabra al Profesor VAZ FERREI pudo tener a la vista las Actas del Congreso en la etapa correspondiente al año 1940, actas que le fueron facilitadas por el doctor González Lapeyre que es el único que posee tal ejemplar, al menos en el Uruguay. Nos relata VAZ FERREIRA: RA que "La sustitución, en el nuevo Tratado, de la pa labra público por la palabra solemne, tiene una historia singularmente complicada, que termina con la votación, por la delegación uruguaya, de una regla diametralmente opuesta a la que de fendía el Uruguay. En la primera etapa de trabajos de la Comisión de Derecho Civil (sesión de agosto 1° de 1939) la delegación uruguaya proponía man tener, en cuanto ala forma del testamento, el texto del viejo Tratado; mientras que el proyecto argen pronunciaba por las formas y solemnidades lugar del otorgamiento, o del domicilio del otorgante (sin considerar la situación de los bienes). El delegado uruguayo VÁRELA mani festó la oposición del Uruguay a reconcer la efica cia del testamento ológrafo otorgado en el extran jero. tino se del El delegado paraguayo DE GASPERI dijo que leyes de Argentina y Paraguay admiten el testa mento ológrafo, el cual es acto privado por no re querir Escribano ni testigos, pero es acto solemne las antonomasia, por una mano por un testamento no guay tanto que unas líneas extraña lo anulan; puestas y que si traemos ológrafo de la Argentina, el Uru lo admite. El delegado uruguayo VARGAS dijo que la so beranía afectada por el testamento es la del lugar de los bienes, y la única concesión que se puede ha cer a los sistemas de otros países es admitir que tratándose de un testamento público o por acto público vale en todos los Estados; que hay aquí una cuestión de principios, pues la voluntad testa mentaria ha de ser de tal autenticidad que no pueda ser desconocida, a cuyo efecto se deben exi gir todas las solemnidades que entendemos son imprescindibles para los actos de idéntica naturale za que se hallan dentro del país; que no hay necesi dad de modificar el Tratado de 1889; que nunca podríamos reconocer la validez de un testamento ológrafo por el simple hecho de que el testador se trasladara a la Argentina para hacerlo; que segura mente tampoco el Paraguay aceptaría p. ej. un tes tamento nuncupativo extranjero aunque fuera conforme a la ley del lugar donde se testó. El RO delegado se peruano BUSTAMANTE Y RIVE en favor del texto del viejo Trata pronunció do, haciendo tenga lugar p. ej. do de público, aunque China, está siempre rodea notar que un acto en la garantías. Finalmente triunfó la tesis guaya, pues por cuatro votos (Uruguay, Paraguay, Chile y Perú) se decidió mantener el texto de 1889, siendo votada solamente por la Argentina su pro pia moción de reforma. Pero en la segunda etapa de los trabajos (14 de de 1940), el delegado argentino Vico insistió (con el apoyo de la delegación peruana) en com prender los testamentos ológrafos, y en caso de no obtener mayoría en tal iniciativa, en ampliar el marzo artículo para incluir el testamento cerrado, que no pero (en Argentina) se protocoliza en el sobre que lo encierra mediante diligencia otorgada ante Escribano. VARGAS dijo es testamento por acto fo, público podremos aceptar el testamento ológra cerrado, por ser solemne pero se le ob no es acto público pues el Escribano lo nunca que pero sí el jetó que desconoce. Para obviar dificultades se propuso sustituir la palabra "público" por "solemne" y re ferirse expresamente al testamento cerrado. El delegado uruguayo VÁRELA comentó: "Agrega la palabra solemne haciendo referencia a los abiertos y cerrados. De manera que entones comprende los dos tipos de testamento otorgados por instrumento público, en una forma o en otra, lo que para nosotros valen. Lo que no sotros queremos excluir son los testamentos tipo que ,son ológrafos". Finalmente con se aprobó el nuevo texto, la abstención de Brasil (Tratado citado pág. 294). Comentando la disposición del Tratado VAZ incongruencia de la inten ción de la delegación uruguaya de oponerse a la FERREIRA resalta la eficacia nuestro respecto con terrotorio de a sucesiones radicadas cualquier fo y el texto claro del Tratado testamento en en ológra la admisibilidad de tales testamentos. Señala este autor que no se puede desconocer la letra del Tratado a pretexto de atenerse a la intención o espíritu de la delegación uruguaya al votarlo. La letra es suficientemente clara y el Tratado fue la obra de varios países muchos de los cuales admiten esta clase de testa mentos. Por otra parte acota VAZ FERREIRA que en los debates quedó perfectamente aclarado que el testamento ológrafo es un acto solemne aun que no sea un público (Tratado citado pág. acto 295). Lo dicho suficientemente claro para conside a la letra del Tratado todo tes tamento otorgado en acto solemne vale en nuestro país, particularmente el testamento ológrafo ar gentino que sin duda alguna es un testamento so lemne al estar revestido de ciertas formalidades, sin las cuales carece de todo valor jurídico. rar es que de acuerdo Con respecto la variación de la posición a uru guaya que firmó posteriormente ratificó un Trata do con principios diferentes a los que había soste nido en el seno del Congreso, poco es lo que se pue de decir por falta de antecedentes. Cabe, sin em bargo, efectuar una importante acotación y es la de que el Uruguay debe haber variado mente en que se en sus ideas por de la firma y posterior el momento del depósito de la ratifación cuanto ni en el momento ' uru- 198Í (7-12), efectuó '"' ' -''^-j-^^- .-.'y f i-^ ■_ í;*--- CASOS 673 PRÁCTICOS formuló ninguna clase de reserva como lo hizo con los artículos 9 y 59. Vale decir entonces que si nuestro país hubiera mantenido la posición de su delegación, habría ejercido el derecho que tenía de oponer una reserva al art. 44, apartado segundo del Tratado de Derecho Civil, ya en el momento de la firma e inclusive en el de su ratificación. Al no hacerlo se comprometió a respetar el texto de dicho artículo que admite la vigencia en el país de cual quier testamento otorgado en los países ligados por el Tratado que fueran solemnes. En el foro se ha recogido pues el doctor BERNARDO esta interpretación, SUPERVIELLE, ex profesor de Derecho Civil de nuestra Facultad, patrocinó ante nuestros tribunales una sucesión testamentaria en virtud de un testamento ológrafo extendido en la Argentina. Expresa el doctor SU PERVIELLE "Ahora bien, según lo prescribe el artículo 3.807 del Código Civil argentino, el testa mento es un dades de la acto escrito celebrado con ley. Más concretamente, el las solemni testamento ológrafo no escapa a esa calificación toda vez que según el artículo 3.639 la validez de ese documento se subordina a tres requisitos fundamentales a sa ber: a) debe estar escrito enteramente; b) debe estar fechado y c) debe ser firmado por la propia mano del testa El Fiscal de lo Civil de ler. Turno aceptó la vali dez de ese testamento señalando que correspondía la declaratoria de heredero impetrada. El Juez Letrado de lo Civil de 4° Turno hizo lugar a la declaratoria de heredero (Autos sucesorios de Ludovico Oppenheim. Juzgado Letrado de Primera Instancia en lo Civil de 4° Turno 5/110/71). Por todo lo expuesto se puede concluir sin duda alguna que un testamento ológrafo revestido de las formalidades que exige la legislación argentina tiene pleno valor legal en el Uruguay, en cumpli miento de lo establecido por el artículo 44 del Tra tado de Derecho Civil Internacional firmado en Montevideo en 1940 y vigente entre el Uruguay y la Argentina en virtud de la comunicación efectuada por el Ministerio de Relaciones Exteriores del Uru guay de 8 de octubre de 1956 dando cuenta del depósito por parte de la Argentina del debido ins trumento de ratificación. La vigencia de este Tra tado es a partir del 18 de junio de 1956. II) Validez del testamento ológrafo otorgado la República Argentina (con respecto a bienes situados en Uruguay). en "~ " : cabe aareear a La suya es por otra parte la opinión del cuerpo de Derecho Internacional Privado en nuestra Facultad de Derecho, sin excepciones; es también la opinión de por lo menos un represen tante distinguido de la Cátedra de Derecho Civil docente (Sucesiones) como el Dr. Eduardo Vaz Ferreira, cuyo Tratado de las Suceciones, tomo en primero, pág. 295 concluye que la letra del Tratado es sufi cientemente clara y no puede desconocerse cual quiera hubiera sido la intención de la delegación uruguaya, habiendo quedado perfectamente acla rado en los debates que el testamento ológrafo es un acto solemne y que, por tanto, el otorgado en Argentina conforme a la ley de dicho Estado, es eficaz respecto a bienes situados en Uruguay. No he encontrado tampoco en los pocos casos en los últimos años jurisprudencia contraría a esta interpretación del texto del Trata La ausencia de cualquiera de estas formalidades serían suficientes para excluir su validez desde el punto de vista jurídico. Esta argumentación nos permite afirmar categóricamente que el testamento ológrafo suscrito y otorgado en Buenos Aires de acuerdo a la ley argentina es válido en el Uruguay. Poro aquélla. presentados dor. 1 ternacional Privado, en su consulta glosada a fs. 30 y ss. del expediente. Sería sobreabundante vol ver sobre la historia de la norma del Tratado de D. Civil de Montevideo de 1940 aplicable al caso, el sentido de la sustitución de la palabra "público" de por "solemne" y la irrelevancia de la posición los delegados uruguayos en el Congreso atendien do a la naturaleza supranacional de la fuente de lo exrinesto por el Dr. ''-¡zñtíS^^JWíSV^^jyzx de Derecho In do de Derecho Civil Internacional de Montevideo de 1940 y sí en cambio conforme a la misma. Al ca so citado por el Dr. Vieira en su referida consulta, debe agregarse el tramitado ante el Juzgado Letra do de Luis Finamore Nerome, ficha S- 163/72 en el que tanto el Ministerio Público como el Juez Letrado aceptaron sin rio. objeciones el mismo crite jurídicos han sido ago prestigiosos juristas y constan en el expe diente, valgan dichas constataciones en sustitución de aquéllos, que-serían repetitivos. Como los razonamientos tados por 2. Observo sin embargo, con respecto a la inter pretación de la palabra "solemne", lo siguiente: como bien dice uno de los litigantes a fs. 277 vto. citando a Quintín Alfonsín, "toda norma jurídica debe ser interpretada con arreglo a la técnica jurí dica del orden jurídico a que la norma pertenece", este es un principio básico e incontestable de Teo ría General de Derecho. Por lo tanto no puede bus carse en el art. 1 .252 de nuestro Código Civil el sig nificado de dicha expresión en el Tratado de 1940. Pero fuera de que Eduardo Vaz Ferreira (op. cit.) sólo plantea esa forma de caracterización por "ge neralización", a falta de definición "autárquíca" (en la terminología de Goldschmidt) debe admitir se que tratándose de terización debe ser normas de conflicto tal proporcionada carac por el orden jurídico que funda la validez del acto, en este caso el argentino, y es que el testamento ológrafo en la República Argentina es calificado por ley, ju risprudencia y doctrina como un acto solemne, no planteándose siquiera el problema de absoluta fal ta de comunicabilidad jurídica (Nussbaum) entre los órdenes en juego ya que el concepto es similar en ambos y los requisitos exigidos por el art. 3.639 674 REVISTA DE LA A.E.U. del C Civil argentino no excedentes de los criterios normales. A ello debe agregarse el resultado de los debates antecedentes de la norma que, como bien dice Vaz Ferreira, op. cit. son esclarecedores. 3. Me merece además una consideración espe cial la posibilidad de la aplicación de la excepción de orden público internacional de alegada para sechar la validez del testamento ológrafo otorgado en Argentina haciendo referencia a la situación "analógica" con el testamento manconunado. El consenso constatado entre la doctrina espe cializada y la jurisprudencia en favor de su plena eficacia parece ser suficiente para excluir de plano tal posibilidad, reservada para circunstancias ex- cepcionalísimas de incompatibilidad principio fundamental de la lex fori. Igualmente puede aclararse que con no es algún - T. 70 (7-12), 1984 que el tema no está huérfano de tratamiento sino todo lo contrario. La aceptación de la continuidad jurídica de las relaciones fundadas en los institutos extranjeros no previstos por el orden local ha sido siempre un problema difícil de superar. En lo que va del siglo la primera reacción de la doctrina y primaria — — ciertas formas testamentarias no previstas el propio instrumento que ofrecía la excepción contra en de orden jurídico internacional, posición plasma da en el ejemplo normativo más radical, el Código de Bustamante, que considera por su art. 150 lisa y llanamente de orden público internacional las reglas sobre formas de los testamentos. Pero Uru guay no ratificó el C Bustamente. Soluciones más técnicas han sido elaboradas con con exclusión del concepto OPI. En posterioridad proceden efectuar un razonamiento sobre ejemplos "ababsurdum" desde que la aplicación de esta excep ción en el DIP es estrictamente incidental; lo que en todo caso habría que hacer es examinar si concretamente los requisitos exigidos por la le gislación argentina para la validez del testamento ológrafo (siempre que se hayan cumplido, claro está) carecen o no de toda seriedad. Pero precisa mente ha sido sobre el ejemplo del testamento ológrafo otorgado en la R. Argentina (de la restan te posibilidad, el otorgado en la R. del Paraguay no tengo conocimiento de caso alguno) que la doctrina y jurisprudencia han desarrollado la in terpretación antes reseñada. te Tampoco debe evaluarse la aplicación de esta excepción sobre la simple confrontación de las ra zones que cada orden jurídico ha tenido para cap tar o rechazar determinado instituto, porque el sis tema conflictivo tiene por finalidad hacer posible la continuidad de las relaciones jurídicas a través lo que respecta al testatmento mancomunado, se ha entendido que la prohibición no refiere a la for (ni a una incacidad especial) sino más bien a la prohibición de una institución en atención a efec tos irrevocabilidad después de la muerte de uno ma — de los testadores tión — que afectan el fondo de la cues perfecta analogía (inversa) a la prohibición de las capitulaciones postmatrímoniales que afec tan la irrevocabilidad del régimen económico ini cial del matrimonio, problema que tiene que ver, no con la forma de las capitulaciones sino con la categoría de fondo relaciones de bienes entre los cónyuges— (GOLDSCHMIDT, Sistema y Filoso fía del DIP, t. II, pág. 346; SIMO SANTONJA, Derecho Sucesorio Comparado, págs. 265, 270). en — En lo que respecta al testamento ológrafo tam se ha entendido sobre todo a partir del estudio bién de situaciones provocadas por la vigencia del art. 992 del C Civil holandés (que prohibe a sus na tienen cionales otorgar en el extranjero testamentos que no revistan la calidad de auténticos) que la prohibi ción no refiere a la forma sino a la categoría con porqué existir coincidencias entre los institutos jurídicos de los órdenes en juego. Esta relación no es entre los institutos específicamente previstos en ceptualmente autónoma de la capacidad (regida por la ley personal). Pero además de no existir en nuestro ordenamiento una norma prohibitiva de cada orden individualmente considerados, sino en tre el instituto calificado por la norma de conflicto lificación, al punto de fronteras sobre el presupuesto de que no y los fundamentos jurídicos básicos del orden jurí dico al que pertenece esta norma. Por ej., el testa mento para el O. Uruguayo es un acto personaUsi mo y revocable, lo que ha llevado a Quintín Al fonsín a decir que el testamento mancomunado realizado en otro país no es válido en el nuestro, "pues va contra el art. 781 del C Civil". En reali dad lo que dicha forma testamentaria contraviene no es la norma individualmente considerada, sino el principio esencial sentado en la misma; el problema de las garantías, es en cambio instru mental y el margen de soluciones aceptables muy laxo. No hay que olvidar que el testamento ológra fo ha sido estructurado como un acto personaUsi mo por el C Civil argentino y esencialmente revo cable por otro acto con iguales formalidades. Pero además resulta sumamente ilustrativo el desarrollo de la moderna doctrina al respecto, por- ese tenor, resulta sumamente difícil admitir tal ca que la propia doctrina holan desa ha propuesto la abolición pura y simple de la regla mientras que la jurisprudencia ha dejado de excluir la validez de los testamentos ológrafos por motivos de orden público desde hace varios años e incluso ha limitado el alcance de la misma (SIMO SANTONJA, op. cit., pág. 277). En ¿eneral la evolución de la doctrina y jurisprudencia tanto continental como angloamericana ha sido constan te en el sentido de considerar el problema plantea do por el testamento ológrafo como una cuestión de forma exclusivamente; y efectivamente en el último paso dado hasta la fecha, el ConvenioConferencia de La Haya de 1960 (IX" Sesión) lo considera en su art. 5° como perteneciente al domi nio de la forma, lo que sin embargo no hace con re lación a los testamentos mancomunados sobre cu ya calificación el mismo no prejuzga (art. 4° BATIFFOL, Droit International Privé, t. II, pág. 328 y SIMO SANTONI^-.¿iTi_¿^.-Ac-: ^?9?.,"2°°\.