Nota de Prensa Investigadores confirman la presencia del lince

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Nota de Prensa
Investigadores confirman la presencia del lince boreal en
la cornisa cantábrica hace 12.000 años
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Un equipo de la Universidad de Oviedo participa en un estudio que demuestra
con análisis de ADN que el enigmático animal conocido como lobo cerval era
realmente lince euroasiático
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Los científicos asturianos aportaron dos ejemplares hallados en Quirós y en la
Sierra del Sueve para el trabajo publicado en la revista ‘Journal of Zoology'
Oviedo, 10 de septiembre de 2015. El enigmático animal conocido como lobo cerval,
del que existían referencias documentales y del que los cazadores del norte de España
hablaban desde hacía siglos, se trababa realmente del lince euroasiático o boreal (Lynx
lynx). Un estudio publicado en la revista Journal of Zoology, en el que participa la
Universidad de Oviedo, demuestra ahora que este esquivo animal habitó en la Cornisa
Cantábrica, también en Asturias, hace, al menos, entre 12.000 y 400 años.
Los investigadores analizaron restos de ocho animales hallados por espeleólogos en las
simas del norte de España, dos de ellos en Asturias, o conservados en museos como el
Arqueológico de Cantabria. Estudiaron también otros ocho ejemplares procedentes de
Dinamarca y cotejaron todos ellos con linces actuales y antiguos recogidos en trabajos
previos. ¿Resultados? Las muestras de ADN revelaron que los ejemplares encontrados
en el norte de España se corresponden al lince euroasiático, una especie que vive
todavía en buena parte de Europa y Asia y que se extinguió en nuestro país hace
aproximadamente un siglo.
Dos investigadores de la Universidad de Oviedo han formado parte del equipo. Son
Carlos Nores, profesor del departamento de Biología de Organismos y Sistemas e
investigador del Indurot, y Diego Álvarez Lao, del departamento de Geología. Carlos
Nores destaca que lo importante de este trabajo es que, por primera vez, se confirma
tanto morfológica como molecularmente que el animal del que hablaban los cazadores
hace siglos, conocido en la Cornisa Cantábrica como lobo cerval, era realmente el lince
euroasiático o boreal. "Uno de los aspectos de interés de este trabajo es que enlaza
temporalmente los datos paleontológicos del lince boreal en la península ibérica, que
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van desde hace 12.000 años hasta hace algo más de 400, con los datos históricos, que
comienzan en el siglo XV y se extienden hasta mediados del XX", comenta el
investigador del Indurot.
La investigación aporta además otro aspecto importante. "Se confirma que en las
montañas del norte únicamente existía lince boreal, mientras que el ibérico, desde la
aparición de su congénere nórdico, quedó confinado a la zona de ambiente mediterráneo
de la península", añade Carlos Nores.
Asturias contribuyó al estudio con restos de dos ejemplares hallados en Quirós y en la
Sierra del Sueve. La investigación permitió datar la antigüedad de ambos animales. El
de Quirós murió hace 1.751 años y el de El Sueve, hace 4.707 años. "Son mucho más
antiguos de lo que hacía pensar inicialmente el aspecto de sus huesos", subraya el
investigador asturiano.
El ejemplar del Pozu'l Lince (Sierra del Sueve) fue encontrado en 1989 en un pozo con
una caída de 30 metros y se presentó en un estudio en un congreso de la Sociedad
Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos (SECEM) en 1999. El
ejemplar de la cueva de los Cinchos (Quirós) fue hallado en 2010 en una sima de 50
metros de profundidad situada en el Parque Natural de las Ubiñas La Mesa, en la que
también se encontraron restos humanos. El esqueleto completo de este lince se extrajo
en septiembre de 2012 y se depositó en el Museo de Geología de la Universidad de
Oviedo. Los restos humanos se correspondían a un niño de la Edad de Bronce.
Más allá de su datación, Nores apunta otra conclusión relevante. Y es que los estudios
genéticos realizados por el equipo de investigación confirman también que el lince
boreal fue el último de los grandes predadores en llegar a la península, hace
aproximadamente 12.000 años, y el primero en extinguirse. ¿Por qué? El investigador
de la Universidad de Oviedo señala tres causas. La primera la persecución humana. El
lince boreal, de mayor porte que el ibérico, mataba ganado menor. La segunda, la
deforestación. Y, la tercera, la escasez de presas, fruto de una caída importante de la
población de liebres y corzos a mediados del pasado siglo.
El trabajo publicado esta semana por el Journal of Zoology está firmado por
investigadores del Centro Mixto UCM-ISCIII, entre los que se encuentra Juan Luis
Arsuaga, codirector de Atapuerca y premio Príncipe de Asturias. El equipo de
Atapuerca contactó con la Universidad de Oviedo porque era conocedor de los trabajos
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publicados por Carlos Nores sobre el hallazgo de un ejemplar de lince boreal en
Asturias. Los investigadores asturianos contaron con la colaboración de la Federación
de Espeleología del Principado de Asturias y de la Dirección General de Recursos
Naturales de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales.
Título del artículo
Ancient DNA reveals past existence of Eurasian lynx in Spain
Autores
R. Rodríguez-Varela y N. García (Centro Mixto, Universidad Complutense de Madrid–
Instituto de Salud Carlos III de Evolución y Comportamiento Humanos)
C. Nores y D. Álvarez Lao (Indurot y Departamento de Geología, Universidad de
Oviedo)
R. Barnett (Centre for GeoGenetics, Natural History Museum of Denmark,
Copenhagen, Denmark)
J. L. Arsuaga (Centro Mixto, Universidad Complutense de Madrid–Instituto de Salud
Carlos III de Evolución y Comportamiento Humanos)
C. Valdiosera (Centro Mixto, Universidad Complutense de Madrid–Instituto de Salud
Carlos III de Evolución y Comportamiento Humanos y Department of Archaeology,
Environment and Community Planning Faculty of Humanities and Social Sciences, La
Trobe University, Melbourne, Australia)
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